El Último Gran Juego de Tenochtitlán
El Último Gran Juego de Tenochtitlán
El Último Gran Juego de Tenochtitlán
Un día, llegó a la ciudad una flota de barcos extraños. Los visitantes, que
se llamaban españoles, eran muy diferentes a los aztecas. Traían
consigo caballos grandes, armaduras brillantes y barcos que navegaban
como peces en el agua. Los aztecas, que estaban acostumbrados a la
paz y a las fiestas en sus jardines flotantes, se sorprendieron mucho al
verlos.
Los españoles venían con una misión. Querían conocer a los aztecas y
entender su cultura, pero también querían encontrar tesoros y riquezas.
Los aztecas, amables y hospitalarios, recibieron a los visitantes con
alegría y les mostraron su maravillosa ciudad. Les enseñaron sus
templos y sus juegos, como el temido juego de pelota en el que los
jugadores usaban sus caderas para mover una pesada pelota de goma.
La batalla fue muy dura y desafiante. Los aztecas lucharon con valentía
y usaron su ingenio para enfrentar a los visitantes. Sin embargo, las
nuevas armas y estrategias de los españoles hicieron que la batalla
fuera difícil de ganar para los aztecas.