Monografia Impacto de La Posmodernidad

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 26

SEMINARIO TEOLÓGICO NAZARENO SUDAMERICANO

“IMPACTO DE LA POSMODERNIDAD EN LA IGLESIA CONTEMPORÁNEA Y


EN EL CUMPLIMIENTO DE LA MISIÓN”

POR
JOSELVIA C. RODRÍGUEZ

MONOGRAFÍA
En cumplimiento parcial de los requisitos para aprobar el curso de “TEOLOGÍA
WESLEYANA DEL MINISTERIO CRISTIANO”
Del Programa de Maestría en Ministerio con énfasis en Liderazgo Pastoral

Profesor: Rev. Jorge Julca, Dr. Min.

Julio 2024
Barinas, Venezuela
Introducción:
Querido (a) Lector (a) al profundizar en la lectura de las líneas de este pequeño
trabajo monográfico, podrá observar como a lo largo de la historia de la Iglesia, la verdad
de Dios ha sido atacada, conflictos doctrinales entre el legalismo y gnosticismo, acerca de
la naturaleza de Cristo y la Trinidad, como también los ataques del liberalismo,
racionalismo hasta el surgimiento del posmodernismo. El presente trabajo, tiene como
finalidad abordar el impacto de la posmodernidad en la Iglesia contemporánea y en el
cumplimiento de la misión, exponiendo sus valores y peligros para la Iglesia.

Para esta investigación, se ha usado como fuente autores cristianos, que han visto
con mucha preocupación el rumbo de la Iglesia en la actualidad. De ninguna manera, se
considera este trabajo como exhaustivo, pero se ha desarrollado con el propósito de
reflexionar y despertar el interés de cómo ha influido el posmodernismo en la Iglesia; un
sistema en el cual los valores absolutos, la doctrina, principios y pilares del cristianismo,
hayan sido abandonados por el culto a la experiencia personal y la fe individual.

Las ideas del posmodernismo han influenciado el mundo de las creencias religiosas,
en ella el ser humana ha aprendido a negar todos los valores del pasado, como la verdad, la
libertad, la razón, el bien, la moral y también la creencia en Dios. En medio de este
contexto, es vital que la Iglesia sea ella misma, la nueva sociedad de Dios, la encarnación
viva del evangelio, señal del reino de Dios, que pueda demostrar a través de sus hechos
cómo es la comunidad humana cuando se somete su misericordia y gobierno. La Iglesia
pueda presentar las buenas nuevas de Jesucristo tanto visual como verbal, es decir, se pueda
dar a conocer mediante palabras y hechos. Dios es amor en su misma esencia, nos ha
revelado su amor en su Hijo Jesucristo, como Iglesia, nos corresponde constituir una
comunidad de amor, amándonos en la intimidad de la familia de Dios, atravesando las
barreras de la edad, el sexo, raza y posiciones; amando al mundo en su alineación, hambre,
pobreza y dolor. A través de nuestro amor Dios se hace visible en nuestra época.

2
Índice.

Temas: Pág.
 Introducción………………………………………………………………………....2
 Capítulo I: Antecedentes de la posmodernidad………………………………….….4
1. ¿Qué es la modernidad?..............................................................................4
1. 1. El ideal de la razón………………….………………………………...5
1. 2. El ideal de la democracia………………………………………….…..5
1. 3. El ideal del capitalismo……………………………………….…….....5
2. El cautiverio cultural de la Iglesia en la modernidad……….…………...6
3. La posmodernidad……………………………………………………..…6
4. La cosmovisión, conocimiento y subjetividad………….…………….…9
 Capítulo II: La Iglesia……………………………………………………………...11
1. Desafíos seculares a la Iglesia………………………………………….12
2. Algunos desafíos actuales de la Iglesia contemporánea……………….14
3. Pensar el relevo generacional…………………………………………..19
4. Ideología de género……………………………………………………..19
5. Los pastores de la Iglesia……………………………………………….20
 Capítulo III: La Misión…………………………………………………………….21
1. La Misión Holística…………………………….………………………21
 Conclusión………………………………………………………………….……..25
 Bibliografía……………………………………………………………………….26
Capítulo I:

Antecedentes de la Posmodernidad.

1. ¿Qué es la Modernidad?:

Lucas Magnin en su libro Cristianismo y Posmodernidad, traza que la modernidad


fue una de las grandes utopías de la sociedad occidental. La modernidad impulsó grandes
ideales que asentaron una nueva era de evolución, equilibrio y plenitud. Enrique Dussel en
su ponencia Modernidad, Globalización y Exclusión, afirma que la modernidad es fue un
fenómeno europeo, que se fue desarrollando desde la Edad Media y difundida a toda la
humanidad. Por otro lado, Antonio Cruz describe a la época moderna como aquella que:

“Sirve para designar un determinado momento histórico que tiene sus


inicios alrededor del 1500 caracterizado por tres acontecimientos centrales
para la humanidad: el descubrimiento de América, el Renacimiento y la
Reforma Protestante”. 1

La nueva época trajo importantes cambios, a nivel político surge el Estado moderno
como un poder centralizador y absoluto; en lo socioeconómico se logra la consolidación de
la vida urbana, el desarrollo del capitalismo y el fortalecimiento de la burguesía como clase
social; a su vez, la economía promueve las relaciones sociales, quitándole el papel
protagónico a la religión; en cuanto a la cultura y lo científico el ser humano se revela con
el desarrollo del humanismo en sus diversas muestras artísticas y la revolución científica
del siglo XVII.

El ser humano con la fuerza de la razón se creyó autónomo e independiente,


consideraba que no era necesario recurrir a los mitos para explicar los misterios de la
naturaleza, por ende, confiaba en que la ciencia solventaría todos los problemas del hombre
y terminaría con la ignorancia y servidumbre de los pueblos. Existen algunos procesos que

1
Antonio Cruz, Postmodernidad. El Evangelio ante el Desafío del Bienestar. (Terrassa: Clíe, 2003)

4
contribuyeron en la consolidación de la modernidad, entre ellos: la razón, la democracia y
el capitalismo.

1.1. El ideal de la razón:

La ilustración fue un movimiento que alcanzó su esplendor en el siglo XVIII.


Durante la edad media, el valor de un ser humano dependía de Dios; pero Descartes y su
popular frase: pienso, luego existo; provoco que la humanidad pensara que la capacidad de
pensar define el ser de una persona; por lo tanto, con el tiempo la razón se convirtió en el
fundamento para medir todas las cosas. Descartes nunca rechazó la idea de Dios, sin
embargo, el eje estaba en la razón y no en la fe, en la mente y no en el espíritu, en el
individuo y no en Dios.

1. 2. El ideal de la democracia:

Por medio de la revolución francesa de 1789 surgen en el campo político los


principios de la ilustración. La democracia aparece como un rayo de luz contra el
absolutismo. Anteriormente, tanto los reyes, señores y nobles, justificaban su autoridad
según el derecho divino, es decir, como el Papa era el representante de Dios en los asuntos
espirituales, el rey era el representante en los asuntos terrenales. Ante esto, lucho la
revolución francesa, por la autonomía individual, afirmando que todos deberían ser iguales
ante la ley, una sociedad de iguales, donde las autoridades deberían recibir el poder de
manos del pueblo.

1. 3. El ideal del capitalismo:

A través de la historia, se puede observar, como los campesinos por mucho tiempo
fueron los esclavos del feudalismo, donde fue ganando poder la burguesía, personas que no
median su valor en tierras o sangre real sino en dinero. Por lo tanto, cada individuo pasó a
ser un engranaje del sistema, donde su valor radica en la utilidad que ofrece sus servicios.
La promesa del capitalismo consiste en el que trabaja, come; el que se esfuerza, crece; el
que persevera triunfa.

5
2. El cautiverio cultural de la Iglesia en la modernidad:

Muchos estudiosos han reconocido que el nacimiento del protestantismo está


enmarcado por una serie de hechos que definieron el curso de los siglos siguientes, por
ejemplo: la cultura del humanismo, el fortalecimiento del modelo capitalista por encima del
modelo feudal y la gestación del Estado moderno. Estos modelos son la base de la
modernidad. Por ende, se puede enfatizar, que la iglesia protestante y la modernidad surgen
juntas. Algunos eruditos trazan que la modernidad es hija del espíritu contestarío de los
reformadores, y otros describen que la Reforma es uno de los primeros florecimientos de la
modernidad.

La iglesia en cada época siempre ha procurado conciliar la revelación que Dios


ofreció al mundo en la Persona de Cristo con su propia cultura, donde el conocimiento de
Dios no está exento de la influencia del contexto, aunque en cierta medida, existe un nivel
de sincretismo entre la fe y el entorno. La iglesia por mucho tiempo, pudo acomodar su
imagen de Dios al ideal de la modernidad, predicó un Dios que se puede conocer de manera
racional, que estaba a favor de la democracia y el capitalismo; además aceptó todas las
conclusiones de la utopía moderna, justificando una serie de prácticas inaceptables, por
ejemplo, con la conquista de América y el colonialismo argumentaron que los salvajes
necesitaban ser evangelizados; otros defendieron el modelo esclavista; sólo algunos
cuestionaron las desigualdades sociales y económicas.

Por consiguiente, la relación entre el paradigma moderno y el modelo actual de la


iglesia es muy estrecho; la modernidad prometió ser el último escalón de ascenso del ser
humano, por ende, cuando la ilusión fracasó, la caída fue fuerte; la iglesia se encontró en
problemas, hasta el punto de creer que ya no puede existir un cristianismo real en un mundo
como este.

3. La Posmodernidad:

Leonor Arfuch define posmodernidad como la pérdida de certezas, la difuminación


de verdades y valores unívocos, la percepción nítida de un decisivo descentramiento del

6
sujeto, de la diversidad de los mundos de vida, las identidades y subjetividades2. Lyortad en
su libro la condición postmoderna, describe que lo posmoderno es el estado de la cultura
después de las transformaciones que han afectado a las reglas de la ciencia, de la literatura
y de las artes del siglo XIX. La posmodernidad surge cuando la humanidad empieza a tener
conciencia de que ya no es válido el proyecto moderno; donde el posmoderno recurre al
humor como terapia contra el desengaño, se busca la animación más que la emancipación.
En la posmodernidad, el ser humana se ha transformado en un vagabundo de las ideas, no
se aferra a nada, carece de certezas absolutas; la verdad ya no se concibe como antes, hoy
día, hay muchas verdades y cada persona se queda con la que más le conviene; es la época
de los contrastes y de la relatividad.

Además, la posmodernidad está caracterizada, en primer lugar, por el auge del


sentimiento; el ser humano harto de las historias racionales, se ha convertido en un
sentimental que valora más las emociones personales que la razón. En segundo lugar, la
crisis en la ética, con tanta ausencia de las reglas en esta época, la han matado; el ser
humano vive desenfrenado al placer, manifiesta sus sentimientos como gusta, sin reglas y
sin límites; la idea que se tiene de la moral es tan vaga, solo se procura vivir feliz sin
considerar el cómo hacerlo. En tercer lugar, destaca el crecimiento del narcisismo, donde el
individuo se va desligando de la sociedad en la que vive a través de fantasías personales de
grandeza, menospreciando a los que les rodean; lo que caracteriza a un narcisista es su
superficialidad, muchas palabras, pero pocos hechos; mucha apariencia externa, pero
internamente, vacios por completo. En la iglesia, el prójimo ya no es la otra persona, sino la
misma persona, el yo contemporáneo aparece como el principal sujeto y objeto de deseo y
amor.

En cuarto lugar, la posmodernidad, suele estar caracterizada por el gusto a lo


transexual, donde las relaciones humanas se transforman en relaciones de posesión y
dominio, el superior abusa del subordinado; el chantaje se usa como moneda a cambio. La
influencia del neofeminismo ha provocado el deterioro de las relaciones entre el hombre y

2
Problemáticas de la identidad, ARFUCH 2005.
7
la mujer; la mujer con sus exigencias sexuales se convierte para el hombre en una
compañera amenazadora, que intimida y angustia; el hombre es considerado como el
opresor, tirano, enemigo y fuente de continua frustración sexual, creando así, esa batalla
entre lo masculino y lo femenino. En quinto lugar, el fracaso del desarrollo personal,
debido al deseo de apariencia, donde la vida de muchas personas se convierte en un rastreo
interminable de ídolos; predomina el culto a la popularidad de aquellos que han logrado
triunfar, que el interés por la realización y el desarrollo placentero de uno mismo. En sexto
lugar, las facturas de la moda, la cual se ha coleado en todos los rincones de la sociedad
contemporánea; ésta no solo se relaciona al atuendo o vestido, influye en las costumbres de
los pueblos, modifica los modos de vida habituales, el tipo de alimento que se consume, la
forma de hacer ejercicio físico, los deportes, las creencias políticas y religiosas, los gustos,
las preferencias y el comportamiento del ser humano.

Por último, la pérdida de la fe en la historia; si bien es cierto, que una de las


principales características de la modernidad fue la creencia en la historia humana como
proceso floreciente de emancipación, en la posmodernidad esta clase de fe se perdió. El
hombre de esta época no desea alinearse a nada, no simpatiza con verdades absolutas, sólo
acepta aquellas opiniones de las que puedas desligarse cuando considere que no le
conviene, no hay compromiso, es mejor aceptar cualquier diferencia y reconocer un sin fin
de posibilidades, ya que nada es cierto o falso, todo depende de la perspectiva con la que se
mire; con esta forma de ver la realidad y la historia se da el surgimiento al relativismo y a la
provisionalidad, donde nada es eterno, solo se tiene memoria de lo inmediato, dándole
crédito solo al presente.

Sin embargo, otros pensadores como Mempo Giardinelli, piensan que la


posmodernidad es una crisis natural que procura la maduración de los ideales modernos, es
decir, una metamorfosis antes que un apocalipsis. Lucas Magnin, traza que Dios mismo es
quien despierta estos giros bruscos de la historia, con el fin de sacudir nuestra fe y podamos
volver nuestros ojos a Él. Por ende, la iglesia de hoy no puede seguir arraigada a los
argumentos, rituales o formas, estrategias que le hayan servido en tiempo pasado; es

8
menester, que la iglesia comprenda y afirme su confianza en Jesús, Él único que venció la
muerte y puede seguir venciendo las consecuencias del desgaste y el paso del tiempo.

La posmodernidad no debería ser enemiga de la iglesia, pero tampoco se debe caer


en el error de que el modelo posmoderno es el mejor modo de ser iglesia, el objetivo es
poder encontrar un equilibrio; donde la iglesia se encarne en la realidad de la sociedad, es
decir, vivir en el tiempo y comprometerse con la cultura que nos rodea, de la misma forma
en que Jesús se involucró con la cultura de su pueblo. Conocemos al Dios de la historia,
cuando se sigue los pasos del Maestro y se encarna en la realidad.

4. La Cosmovisión, Conocimiento y Subjetividad:

Se puede definir como la visión del mundo que tiene una sociedad en una
determinada época o momento de su historia; es decir, es aquella manera que tiene una
cultura de ver o interpretar al mundo, incluyendo sus creencias, valores, actitudes. Cada
cultura tiene sus características y carencias, sus búsquedas y huecos, intereses y
desintereses. Se puede señalar, que cada contexto es como un par de anteojos a través de los
cuales se puede mirar la realidad, con sus matices, aumentos y bordes. La posmodernidad
propone una cosmovisión que rechaza los grandes relatos y explicaciones universales que
eran predominantes en la modernidad. La nueva cosmovisión en la época posmoderna es
fragmentada y pluralista, reconociendo la multiplicidad de perspectivas y la relatividad de
las verdades.

Esta realidad, desafía la cosmovisión cristiana tradicional, la cual se basa en la


existencia de una verdad absoluta revelada por Dios. En este contexto, la iglesia se
encuentra ante el desafío de mediar con una cultura que valora la diversidad y la inclusión
de múltiples voces y experiencias. El conocimiento en la posmodernidad se caracteriza por
el escepticismo hacia la razón y la ciencia como las únicas fuentes de verdad. Por lo tanto,
es vital que la iglesia pueda encontrar maneras de presentar su mensaje de manera que
resuene en una cultura que cuestiona las afirmaciones de la verdad universal. La

9
subjetividad es un aspecto central en la posmodernidad, ya que se valora la experiencia
personal y la identidad individual.

10
Capítulo II:

La Iglesia.
Juan Wesley describió al cristianismo como una religión esencialmente social y
declaró que convertirlo en una religión solitaria promovería su destrucción. La iglesia se
encuentra en el centro del propósito de Dios. Recordemos, que Cristo se dio a sí mismo por
cada uno de nosotros, no sólo para redimirnos de toda iniquidad, sino también para
purificar para sí un pueblo propio, celoso de las buenas obras. La iglesia es el pueblo
elegido y amado por Dios, es el cuerpo de Cristo, su propio y especial tesoro, la comunidad
del pacto, dedicada a adorar a Dios y a extenderse hacia al mundo en acción de
misericordia, siendo un refugio de amor y paz, un pueblo peregrino encaminado hacia la
actitud eterna. 3

La Iglesia en la actualidad presenta grandes desafíos, preocupados más en subsistir


que en cumplir la misión. No hay nada más fácil que criticar a la iglesia, hablar sobre las
atrocidades del pasado o defectos del presente, desacreditarla o afirmar que es una
institución caída en desgracia, gracias a los abusos de personas y comunidades tales como:
los herejes que traicionan la sana doctrina, los tibios que no se comprometen, los fariseos
que no entienden la gracia, autoridades que manipulan y convierten la fe en un negocio. La
fe cristiana ha estado entre nosotros durante mucho tiempo, que incluso cuando se ha
intentado revelarse contra la inercia, se cae bajo el peso de la costumbre. La respuesta que
algunos encuentran ante este panorama es cortar relaciones con la iglesia institucionalizada
para emprender un camino individual, no alineado a ninguna tradición, autoridad y
comunidad fe. Los que quieren seguir siendo cristianos, se identifican con Jesús pero a
menudo rechazan la Iglesia.

Es la era de los creyentes golondrinas, es decir, aquellos que van migrando de


comunidad en comunidad buscando un nido que se amolde a sus expectativas. Es fácil
imaginar una iglesia participativa y horizontal, en la cual se tomen decisiones por consenso

3
Stott, John (1995). El cristiano Contemporáneo. La Nueva Creación. Michigan, Estados Unidos. Pp. 211.

11
y no por imposición, pero a muchos les cuesta entregarse a la comunidad real de discípulos.
La permanente tensión entre el carisma y la institución, las formas humanas de la iglesia,
no debe distraer al pueblo de Dios de lo que es importante, y este hecho radica en que si
queremos descubrir a Cristo, debemos estar comprometidos con nuestro semejante.

1. Desafíos Seculares a la Iglesia:

Es menester para la iglesia del hoy una profunda toma de conciencia del mundo que
les rodea. La Iglesia debe tener los ojos abiertos y puestos en las necesidades humanas
como lo hizo Cristo, además los oídos alertas para escuchar los gritos de angustia, de tal
manera, que pueda responder con misericordia y acción al dolor de las personas. John Stott
enfatiza que el ser humano contemporáneo tiene una triple búsqueda, una universal
aspiración humana, que el propio Jesucristo hace nacer en las personas, que sólo Él puede
satisfacer y se expone a la Iglesia el desafío de presentar la plenitud de Cristo al mundo.

1. 1. La búsqueda de la trascendencia:

Es la búsqueda de la realidad última, más allá del universo material, es decir, es una
protesta contra la secularización, contra el intento de eliminar a Dios de su propio mundo,
es el reconocimiento de que los seres humanos no solo viven del pan, por ende, el
materialismo no puede satisfacer al espíritu humano. Algunos ejemplos de la desilusión
actual con el secularismo, radican en primer lugar, en el colapso del euro-marxismo, la
filosofía que niega la existencia de Dios; en segundo lugar, el desierto del materialismo
occidental, donde el secularismo no satisface al espíritu humano; en tercer lugar, la
búsqueda de la trascendencia se ve en la epidemia del abuso de las drogas, la proliferación
de los cultos esotéricos. Ante esto, los seres humanos buscan otra realidad, a través del
yoga, del sexo, la música y las artes, la autoconciencia inducida por las drogas, las sectas o
los cultos modernos, por ejemplo, las especulaciones de la nueva era, los peligrosos
experimentos con lo oculto y a través de las fantasías de la ciencia ficción.

John Stott sugiere que la reacción de la Iglesia ante este complejo fenómeno debe
ser la compasión, ya que lo seres humanos están buscando a Dios a tientas, como ciegos en

12
la oscuridad. La búsqueda de la trascendencia es un desafío a la calidad del culto público de
la iglesia, ya que la misma no siempre se destaca por la profunda realidad de su culto de
adoración, en los cuales siempre se debería experimentar la verdadera trascendencia y
gozar de un íntimo encuentro con el Dios vivo y verdadero.

1. 2. La búsqueda de significación:

La significación personal es aquella creencia de que la vida tiene algún significado.


Existen tres tipos de tendencias, la primera de ella el efecto de la tecnología, ya que esta
puede resultar liberadora, siempre que libere a la gente de la rutina domestica o industrial,
pero también puede endurecer al ser humano, cuando éste comienza a sentir que ya no son
personas sino cosas; a su vez, se encuentra el reduccionismo científico, donde se considera
al ser humano es u animal o una máquina programada para responder de forma automática
a diferentes estímulos. Por último, el existencialismo, el cual tiene como efecto reducir el
sentido de significación de la persona. Para el existencialismo Dios está muerto, y todo lo
demás ha muerto con Él, por ende, no hay leyes morales, normas o conductas, no hay
propósito o significado.

Como cristianos creemos en el valor de los seres humanos, Dios hizo al hombre a su
imagen y semejanza, encomendándoles la mayordomía de la tierra y todas las criaturas
creadas, por lo tanto, nos ha dado facultades racionales, morales, sociales, creativas y
espirituales; aunque la caída la semejanza fue distorsionada, Cristo en la cruz mostro el
valor que Dios ha dado al hombre. El ser humano debe ser valorado como persona, y esto
implica que hombres, mujeres y niños sean cuidados, se respeten sus derechos.

1. 3. La búsqueda de la comunidad:

Actualmente vivimos en una era de desintegración social, a las personas les resulta
difícil relacionarse entre sí, donde solo busca aquello que elude, es decir, el amor en un
mundo sin amor. Lamentablemente la iglesia ha fracasado sistemáticamente en cuanto a
vivir de acuerdo a sus ideales, falta de coherencia y poco sentido comunitario. Es menester
que la iglesia pueda renovarse por el poder del Espíritu y la Palabra de Dios, de tal manera

13
que pueda ofrecer una experiencia de trascendencia por medio del culto de adoración,
realce el significado por medio de la enseñanza y de comunidad por medio de su
fraternidad.

2. Algunos Desafíos Actuales de la Iglesia Contemporánea:

2. 1. Las Modas de la Iglesia:

Los estereotipos representan una parte fundamental de aprender qué significa vivir
en sociedad; su uso determina su utilidad o peligro. La posmodernidad es intrínsecamente
individualista e instintivamente gregaria. Nuestra sociedad también suele estar
caracterizada por las mercancías culturales y simbólicas, pregonando los estilos
musicales de moda, las estrellas del momento, el fenómeno del internet y todas las
tendencias del momento. Lo anteriormente descrito, es producto de la globalización, este
proceso de homogenización en una realidad que transciende las fronteras. Jurgen Moltman
enfatiza que ‘toda comunidad humana responde a su entorno y lo refleja’; y como
cristianos no estamos ajenos a los mecanismos de nuestro entorno. En nuestros argumentos,
programas y prácticas reproducimos por decisión, ingenuidad o negligencia muchas de las
características de la realidad que nos rodea.

La iglesia no se suele caracterizar por su ojo crítico para analizar las modas, muchas
veces se reproduce en los pulpitos predicaciones o escritos de famosos en tendencias, se
incorporan ritmos o dinámicas según el estándar de la industria del espectáculo, por
ejemplo, las canciones de grupos cristianos. La confianza en el poder de las modas, sean
efímeras o duraderas, le quita a Dios uno de sus atributos, la capacidad de ser Creador. John
Stott traza que ‘los seguidores de Jesús deben ser diferentes, tanto de la iglesia nominal
como del mundo secular, diferentes tanto de lo religioso como de lo irreligioso’.

2. 2. La Iglesia y la acepción de personas:

El fortalecimiento de la cultura globalizada no solo despertó el deseo de la apertura,


sino también sentimientos de aislamiento; el ser humano excluye para ser incluido, necesita

14
dejar algo afuera para poder sentirse adentro. En este grupo de acepción de personas,
predominan los marginados. Muchas veces, se considera que la marginación es pobreza
económica; marginado es todo aquello que está del otro lado de mi propia pared, pasar por
alto la misma existencia del otro. A través de la Palabra, en la epístola de Santiago se hace
un fuerte énfasis para corregir actitudes que no tienen nada que ver con la fe, como: la
inconstancia, la avaricia, el orgullo, el juicio sobre los demás. Es cierto que en la iglesia
primitiva, los cristianos se inclinaban a la acepción de personas a favor de los más ricos o
prestigiosos, en Santiago 2: 1-13, la Palabra nos enseña que el favoritismo es un pecado que
enferma a la comunidad cristiana y aleja de la misericordia de Dios.

A su vez, también se puede mencionar como la iglesia ha encontrado diversas


maneras de marginar a la mujer, usando el mandamiento bíblico de Efesios 5 no como
pauta de respeto, sino como justificación del abuso. Esta marginación ha provocado
diferentes luchas a través del feminismo como la forma de rebelarse contra los
mandamientos de hombre que no la incluye. El Nuevo Testamento está lleno del testimonio
de mujeres comprometidas con el Reino de Dios; las mujeres fueron esenciales en la
expansión del Evangelio desde los primeros años de la iglesia, los Hechos y las cartas de
los apóstoles destacan el trabajo de Lidia (Hch. 16), Apia (Flm. 2) y Dorcas (Hch. 9),
entre otras. Cristo borra los márgenes al señalar que todos somos como el cobrador de
impuestos, a los pies de Jesús las categorías no significan nada. Por lo tanto, es vital como
iglesia identificarnos con Cristo luchando activamente contra las estructuras del pecado y la
opresión.

2. 3. Las Nuevas Generaciones:

Conocer cómo se clasifican las generaciones es muy útil para la antropología, la


sociología, y aún para la teología pastoral, ya que nos permite apreciar y ver las reacciones
e interacciones de una generación con otra, ante los sucesos económicos sociales y
tecnológicos. Una generación comparte una experiencia colectiva similar. Cuando
hablamos de generaciones, nos referimos a personas que pertenecen a un mismo grupo

15
etario y que comparten un conjunto de experiencias que hicieron a su formación y que los
distinguen de sus predecesores.

Ahora bien, la cercanía de edad no es suficiente para considerar a un grupo como de


la misma generación. Es necesario identificar un conjunto de hechos históricos compartidos
de carácter macro social, lo cual marca unos principios comunes de visión de la vida, del
contexto y, por supuesto, de un conjunto de valores.

2. 3. 1. Clasificación de las Generaciones:


2. 3. 2. Los Nativos Digitales:

Estos tienen de 15 a 18 años de edad y son la reciente fuerza laboral, son los que
hicieron viejos a los millenials, son autodidactas, aprenden con tutoriales, son creativos, se
adaptan rápidamente a los cambios y se relacionan en el entorno donde están.

Características:

 Está influenciada por la revolución tecnológica.


 Son ansiosos, curiosos, cuestionan, indagan y exploran todo por internet.
 Trabajan en lo que les gusta y se unen a las causas humanitarias, ambientales, entre
otras.
 Prefieren las presentaciones interactivas más que la información formal.
 Son adictos a aprender nuevas habilidades y competencias.
 Les gusta seguir a los líderes transformacionales que les escuchan y confían en
ellos.
 No les gustan mucho las reglas, pero les gusta ser acompañados por líderes que les
enseñen, pero que les den libertad para hacer las cosas a su manera.
 Les gusta aprender a través de las redes y que les reconozcan sus logros y éxitos.

Los jóvenes de hoy, millenials y generación Z, marcados por la tecnología,


transcienden lo físico y hacen las cosas de manera diferente a como lo hicieron las
generaciones anteriores. Cada generación se adapta y vive en distintos momentos históricos
y sociales que crecen y evolucionan. Ahora es el tiempo de los jóvenes, y si los adultos
hacemos un alto y hacemos memoria, nos acordaremos de cuando fuimos jóvenes,
recordaremos a las personas que nos influenciaron y nos inspiraron por su liderazgo, porque
era el del momento; pero también recordaremos a líderes que nos limitaron, dudaron de
nosotros y no nos empoderaron, por lo tanto, no cometamos el mismo error con la nueva
generación.

17
Como líderes, tenemos la seguridad que, si potenciamos las capacidades de estos
jóvenes, conseguiremos la mejor versión de ellos mismos, capaces para transformar no solo
su generación, sino para construir puentes entre todas las generaciones, dejando un
maravilloso legado. Los adolescentes y jóvenes que están descubriendo la fe se integran a
las iglesias en las que se sienten comprendidos y no juzgados por los adultos. Tenemos
también un número de jóvenes en nuestras iglesias que carecen de una visión cristiana de la
vida. En la actualidad vemos que muchos jóvenes de nuestras comunidades de fe están
teniendo exposición a niveles mayores de educación que las generaciones anteriores y una
mayor exposición a la creciente cultura que les rodea. (Egotismo, egoísmo y el hedonismo).

Del lado de la iglesia, necesitamos comprender plenamente el grado de influencia y


capacidad modeladora que tenemos sobre la vida de los jóvenes. El nivel de compromiso de
la comunidad de fe con la santidad, el servicio, la vida de adoración, la enseñanza de la
Palabra y la evangelización, son factores que determinan el grado de compromiso y la
formación espiritual de los jóvenes a quienes estamos influenciando.

¿Qué puede hacer la iglesia para fomentar la integración de las nuevas generaciones?:

 Asumir el rol de instruir y preparar a los padres para guiar espiritualmente a sus
hijos y proveerles enseñanza y visión.
 Ser intencional en que el servicio del día domingo refleje el compromiso que tiene
la iglesia con los más jóvenes.
 Compartir un mensaje relevante y de acuerdo a las necesidades de hoy.
 Ser creativos en la forma de transmitir las verdades bíblicas.
 No solo enseñar los principios, sino también explicar cómo poder aplicar de manera
práctica esa verdad en sus vidas.
 Desarrollar una cultura dentro de la iglesia en donde todos estén conscientes de la
urgencia de alcanzar a los jóvenes, abrazarlos, entrenarlos y cuidarlos. En algunas
iglesias encuentran incomprensión, críticas y rechazo a su forma de vestirse, su

18
música y otros aspectos de su cultura. Trabajemos para transformar la iglesia en un
espacio de aceptación, participación, comprensión y encuentro.
 Delegar responsabilidades en los jóvenes. Muchas veces caemos en el círculo
vicioso de no delegar porque pensamos que no están preparados para actuar con
responsabilidad. ¿Cómo podrán crecer en responsabilidad si no les confiamos
responsabilidades?.
 Ayudarles a descubrir sus dones espirituales y darles lugar para que los puedan
ejercitar en el ámbito seguro de la iglesia y bajo el cuidado de líderes
experimentados y maduros.
 Enfocarse en crear unidad intergeneracional a través de oportunidades de servicio
en la iglesia, proyectos misioneros y de justicia social en la comunidad.
 Considerar la labor pastoral con los adolescentes y jóvenes como un ministerio
auténtico, que es a la vez imprescindible y necesario.

3. Pensar en el relevo generacional:

La Iglesia tiene que abrir la mente a nuevas formas de pensar y de hacer las cosas.
Ante las carencias de la iglesia, debemos ser una voz profética, con toda paciencia y
doctrina (2 Tm. 4:2). Con toda paciencia porque el cambio no será instantáneo. Con toda
doctrina porque si perdemos el ancla del Evangelio nada nos va a sostener cuando la noche
avance. La doctrina es una clave de lectura fundamental para comprender las epístolas a
Timoteo. La didaskiala aparece más de diez veces en estas cartas escritas en medio de un
relevo generacional. Pablo propone la forma
de escapar de la vanidad y la palabrería que
nos confunden y alejan de Dios, y es
permanecer en la doctrina

4. Ideología de Género:

Es una ideología política de corte


neomarxista y sesgo totalitario que defiende

19
que las diferencias entre el hombre y la mujer, a pesar de la obviedad anatómica y
biológica, no corresponden a una naturaleza fija, sino que son construcciones culturales y
convencionales, que responden a roles y estereotipos que a lo largo de la historia la
sociedad ha ido creando. En torno a este discurso se desarrolla toda una maquinaría
sociopolítica que por muchos intereses, actúa como ideología impuesta en muchos países, e
incluye multas e inhabilitación profesional a quienes se opongan.

Como iglesia necesitamos:

 Al LGTBIQ dar una respuesta bíblica y pastoral.


 Formación de la identidad de los niños.
 La iglesia tiene una responsabilidad pastoral con la comunidad LGTB, pero también
tiene una responsabilidad preventiva de facilitar una sexualidad sana en las nuevas
generaciones apoyando de cerca a las familias y compensando los modelos y las
figuras incompletas.

5. Los Pastores de la Iglesia:

A través del Nuevo Testamento se puede apreciar como Dios siempre ha


considerado que su iglesia tenga una forma de episkope, es decir, de supervisión pastoral.
El buen pastor que moldea su ministerio, teniendo en cuenta al buen pastor de ovejas, en
primer lugar, conoce a sus ovejas, su nombre propio, su símbolo de identidad personal; en
segundo lugar, sirve a sus ovejas, se dedica a su bienestar integral; en tercer lugar, guía a
las ovejas; cuarto, alimenta a sus ovejas; quinto, gobierna a sus ovejas aceptando el hecho
de que tiene cierta autoridad sobre ellas; sexto, cuida a sus ovejas; séptimo el buen pastor
busca a sus ovejas. La iglesia necesita de pastores, lideres siervos llenos de amor y
humildad, los discípulos de Jesús estamos llamados a ser profesionales del amor, nadie
puede representar autoridad en la iglesia si no se somete al modelo de Jesús, pastores
responsables que cuidan bien de las ovejas.

20
Capítulo III:

La Misión:

La palabra misión se proviene de la voz latina missio, y a su vez, ésta se deriva de


míttere, que significa enviar, por lo tanto, misión significa enviar a alguien con un mensaje
o una misión que cumplir. Desde el siglo XVIII, los versículos de la Gran Comisión de
Mateo 28: 19-20, han sido clave para poder comprender la misión de la Iglesia; la cual tiene
su origen en la misión de Dios y ha sido revelada desde los orígenes de la humanidad.
Willis expresa que la obra misionera se originó en el corazón de Dios, donde Él nos revela
su propósito para que podamos tener una participación creativa en su misión.

Dios en su perfecto amor creó el universo, delegando al hombre y a la mujer como


sus representantes, pero los seres humanos desobedecieron, apartándose de la voluntad
perfecta de Dios, sufriendo toda la creación las consecuencias. A pesar de lo ocurrido, Dios
decidió no abandonar al hombre en su destino de muerte, y se envío a sí mismo como
misionero para rescatarle y guiarle en el camino de salvación. La misión es entonces un
movimiento de Dios hacia el mundo. El pueblo de Israel y la Iglesia existen porque Dios es
un Dios misionero y ellos son los instrumentos o agentes que Él ha escogido usar. Ser parte
de esta misión es participar en el movimiento del amor de Dios hacia las personas.

La Iglesia es una sociedad misionera, la cual debe promover un cristianismo


auténtico y Bíblico, no una religión escapista, egoísta, cómoda, autocomplaciente y segura;
al contrario, la iglesia el ejercicio de la misión debe ser perturbadora, una fuerza explosiva
y centrífuga, dando testimonio y sirviendo al mundo. Por lo tanto, es necesario buscar
formas prácticas, individualmente y a través de la Iglesia local, como expresar nuestro
compromiso.

1. La Misión Holística:

Holístico significa que el todo es mayor que la suma de sus partes. El propósito del
término es destacar el hecho de que la misión autentica es una actividad abarcadora que

21
abraza la evangelización y la acción social, ya que ambas van de la mano, la mayoría de los
cristianos, estamos de acuerdo con el hecho de que nuestras responsabilidades son tanto la
evangelización como el trabajo social. Necesitamos ser una iglesia que proclama el
evangelio bíblico, genuino y fiel, a través de la praxis, que no reduzca o acomode el
mensaje del evangelio al mundo, por el interés de ganar más personas; que testifica de
Cristo y su sacrificio, por medio del cual podemos recibir el perdón de los pecados y la
reconciliación con Dios; una iglesia que comunica 'la bondad de Dios, la cual conduce al
arrepentimiento y provee la única base solida para el discipulado'.

Podemos ver como la Iglesia primitiva se proyectó a la sociedad, con obras de


milagros de sanidad operados por los apóstoles, en Hechos capítulo 3 se describe la sanidad
de un cojo de nacimiento a la puerta del templo llamada la Hermosa. Los apóstoles
predicaban y atendían las necesidades de los pobres en las ciudades que visitaban. La
iglesia no sólo demostró ayuda con milagros de sanidad, sino también con ayuda financiera,
el apóstol Pablo siempre estaba recolectando limosnas y ofrendas para llevar a su nación
Hch. 24:17. La iglesia reaccionaba frente al sufrimiento de las personas, al leer las cartas
del Nuevo Testamento se puede observar la simpatía que existía de parte de la iglesia con
cualquier desgracia, por ejemplo, cuidaban de los pobres, enfermos y los prisioneros, a la
cual llamaban la práctica de la hospitalidad.

Los primeros cristianos surgieron de los centros urbanos, es decir, de los


desposeídos, lo que eran la lacra social, los esclavos y los libertados; con el paso de los
años el evangelio fue aceptado por nobles y personas importantes dentro del Imperio
Romano. Definieron la verdadera actitud en cuanto al trabajo, muy alejada de la percepción
pagana, la esclavitud y la relación con el Estado, donde se enfatizaba el sometimiento a
toda institución humana (1 Pedro 2:13). A través de la historia, también se puede observar,
como los primeros metodistas, guiados por El Espíritu Santo, adoptaron actitudes y
prácticas similares a la iglesia primitiva, aun cuando la conciencia social no se había
desarrollado; éstos se pronunciaron en favor de las reformas al sistema de cárceles en el
siglo XVIII, cuando las instituciones penales negaban a los presos el derecho a la justicia y

22
misericordia, cuando no se rehabilitaba al criminal. La frugalidad, la prosperidad y la
revolución industrial fueron el resultado del despertamiento evangélico.

Juan Wesley expresó que la verdadera religión es interna, y se sustenta de una


intención pura, santa, de un amor perfecto, pero también la religión es social. Por lo tanto,
la santidad interna o personal debe ser coherente con la conducta externa, como cristianos
no solo debemos “ser” sino también debemos “hacer”, es decir, nuestro amor puro es para
Dios y nuestro prójimo. Desde el concepto de Juan Wesley existen dos aspectos de la
santidad externa, el primero tiene que ver con la disciplina y la mejoría de la vida como
cristianos, el segundo, tiene que ver con el orden social, la responsabilidad individual de
desarrollar una sociedad mejor.

Phineas F. Bresse fue el fundador de la Iglesia del Nazareno; fue un hombre de Dios
lleno de pasión por predicar la santidad y su interés en las necesidades sociales de las
personas; estuvo en contra del mercado de esclavos, se ganó la gratitud del público por
aplicar el cristianismo los problemas sociales; participó en una campaña para que Pasadena
fuera una ciudad libre de alcohol. Desarrolló un programa de entrenamiento para diaconisas
nazarenas en todo Estados Unidos. Siempre saludaba y abrazaba a las personas en las
puertas del templo, no le importaba si vestían de forma sencilla; siempre que salía a visitar
llevaba dinero, porque sabía que existían personas que lo necesitaban. Este hombre
fundador reflejaba la compasión de Cristo, por ello, nace la Iglesia del Nazareno, en medio
de una tradición de santidad, comprometida en el ministerio a los pobres y necesitados, que
debía ser una iglesia de compasión.

Phineas Bresse enfatizó que existe una gran relación entre la acción social y el
evangelismo, en octubre de 1898 describió que el evangelio es para todas la personas, aun
las que no tienen dinero, y sin precio, porque Cristo lo pago en la cruz del calvario; por tal
razón, hasta los pobres tienen derecho a un asiento en la parte de adelante en la Iglesia del
Nazareno, él consideraba, que la única condición es que llegaran temprano para
conseguirlo. La Iglesia del Nazareno cree que existe una estrecha relación entre el
evangelismo y la compasión no pueden ir por separado; el evangelismo surge del amor del

23
cristiano hacia Dios y su prójimo, por ende, el amor genuino al prójimo debe ser expresado
en obras de misericordia, que suplan sus necesidades. Las obras de compasión no son
“anzuelos” para el evangelismo, es decir, su trasfondo no es el de solo sumar unos más a la
lista de la membrecía, el propósito de la iglesia con la compasión es suplir las necesidades
de las personas, creyendo de que Dios puede iniciar la buena obra de la salvación en ellos y
perfeccionarla.

Vivimos en una época con un dilema ético en las decisiones de vida y muerte en la
medicina, una crisis en los derechos humanos, civiles y personales; problemas de sequía,
escasez en los recursos, contaminación ambiental y densidad de población, crisis moral en
cuanto a la autoridad, ideologías opuestas a la de la Iglesia. Ante todo este caos, debemos
brindar una respuesta moral, y ésta es una santidad práctica, que principia con la disciplina
cristiana del carácter, que predica el evangelio a los pobres socialmente y los que están
perdidos espiritualmente. ‘Gracias a Dios porque podemos ser wesleyanos en este siglo
XXI’, porque ‘como wesleyanos tenemos la herencia del mensaje bíblico revelado por el
Espíritu Santo como una verdad sencilla para gente común’.

24
Conclusión:

Al culminar este trabajo, es menester resaltar, que la Biblia nos enseña que la Iglesia
es una sociedad alternativa, llamada a ser contracultural por el bien de todos (Romanos
12:2). Debemos tener una cosmovisión de reino, manteniendo lealtad a Cristo. Contrario a
un mundo que adora el poder y la lucha de poderes, la iglesia proclama que Jesús es el
Señor y se sacrifica al servir a los demás. El ser contraculturales no significa que debemos
apartarnos del mundo; la iglesia no debe abandonar las relaciones y las responsabilidades
terrenales, sino que nosotros debemos transformarlas mediante nuestras vidas regeneradas.

La iglesia primitiva abrazó las prácticas de Jesús de cuidar a la persona completa:


cuerpo, alma y espíritu. En Hechos 2:43-47 Lucas nos presenta algunos elementos
esenciales de dicha iglesia: enseñanza de la Palabra, relaciones comprometidas los unos con
los otros, comidas compartidas y oración. Esta nueva comunidad implica un nuevo
conjunto de relaciones sociales. Debemos explicar, y a la vez demostrar, el reino de Dios en
la tierra. La iglesia es la mayor fuerza ordenada por Dios para la transformación holística.
Dios es poderoso, activo e intencional y desea que llevemos a cabo nuestro llamado de
redimir a las personas y restaurar el mundo para su gloria: esto implica el servir a otros,
cuidar de la creación, recibir la bendición de Dios para bendecir a otros y buscar el salvar al
perdido en el nombre de Jesús.

El tiempo es corto. Las nuevas generaciones enfrentan retos espirituales,


emocionales, intelectuales y morales como ningún otro grupo lo ha hecho, y aun así tienen
una promesa increíble. Este es el momento de comenzar a poner nuestra fe en acción. La
postmodernidad trajo consigo el poder de las relaciones, y en esta época en que es difícil
relacionarse con las personas, los líderes de jóvenes deben hacer un esfuerzo por ganarse la
oportunidad de ser escuchados y atendidos por la nueva generación. Necesitamos construir
puentes entre los modernos y los postmodernos. Un intercambio de sabiduría y tecnología,
de experiencia y pasión, de conocimiento y sentimiento, de teoría y práctica. Debe ser un
puente de respeto y ayuda mutua en el que, unidos, puedan hacer la transición de lo
moderno y postmoderno para el reino de Dios.

25
Bibliografía

Citada:

1
Antonio Cruz, Postmodernidad. El Evangelio ante el Desafío del Bienestar. (Terrassa:
Clíe, 2003).

2
Problemáticas de la identidad, ARFUCH 2005.

3
Stott, John (1995). El cristiano Contemporáneo. La Nueva Creación. Michigan, Estados
Unidos. Pp. 211.

General:

Cox, L. G. (1964). El Concepto de Wesley Sobre la Perfección Cristiana. Segunda


Edición. Casa Nazarena de Publicaciones. Kansas City, Estados Unidos. Páginas: 199-206.

Cruz, Antonio. (1996). Posmodernidad, el Evangelio ante el desafío del bienestar.


Editorial CLIE, Terrasa, España. Paginas: 1-98.

Magnin, Lucas. (2018). Cristianismo y Posmodernidad. Editorial CLIE. Barcelona,


España. Páginas: 16-24; 25-30; 63-68, 129-135.

Mcknenna, D. (2000). Wesleyanos en el siglo XXI, Proclamación del mensaje de


Santidad con pasión y propósito. Primera Edición. Casa Nazarena de Publicaciones.
Kansas City, Estados Unidos. Páginas: 92-110.

Mezas, L. (2010). Discípulos en ministerio MC1: historia de los Ministerios de


Compasión. (Sin edición). Publicaciones SAM. Pilar, Buenos Aires, Argentina. Páginas: 9-
65.

Stott, John (1995). El cristiano Contemporáneo. La Nueva Creación. Michigan, Estados


Unidos. Pp. 211-227; 261-279; 323-340.

26

También podría gustarte