Claves de La Matemática
Claves de La Matemática
Claves de La Matemática
claves de la matemática 1
Rector
Andrés Sabella
Secretario de Extensión
Universitaria y Cultura
Roberto Medici
Director EDUNER
Gustavo Esteban Martínez
cátedra | grado
UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RÍOS
claves de la matemática 3
510.711 Rinaldi, Isabel Rosa
CDD Claves de la matemática / Isabel Rosa Rinaldi. - 1a ed. -
Paraná : Universidad Nacional de Entre Ríos.
UNER, 2020.
Libro digital, PDF - (Cátedra ; 1)
EDUNER
Andrés Pazos 406 (E3100FHJ), Paraná, Entre Ríos, Argentina
[email protected]
www.eduner.uner.edu.ar
Editado e impreso en Argentina
Prólogo..................................................................................................................................................................................... 7
Introducción..................................................................................................................................................................... 11
Capítulo 1. Actitud.................................................................................................................................................. 13
1.1 ¿Qué es actitud?............................................................................................................................................................... 13
1.2 Componente cognitiva de la actitud .............................................................................................................. 17
1.2.1 Cómo concebís la matemática y cómo creés que se aprende.......................................... 17
1.2.2 Cómo te concebís a vos mismo ............................................................................................................. 19
1.2.3 La enseñanza impartida................................................................................................................................ 20
1.2.4 El contexto ............................................................................................................................................................. 22
1.3 Componente emocional de la actitud............................................................................................................ 23
1.4 Componente conductual de la actitud.......................................................................................................... 25
1.5 Valor.......................................................................................................................................................................................... 26
1.6 Modificación de actitudes....................................................................................................................................... 26
1.7 ¡No confundir actitud con aptitud!.................................................................................................................. 28
claves de la matemática 5
Capítulo 4. El lenguaje de la Matemática.............................................................................. 63
4.1 ¿Qué es la comprensión?.......................................................................................................................................... 63
4.2 ¿Qué es interpretar?...................................................................................................................................................... 65
4.3 El lenguaje ........................................................................................................................................................................... 67
4.4 El papel del lenguaje en la formación del conocimiento matemático.................................... 69
4.5 Un breve acuerdo semántico................................................................................................................................. 70
4.6 Los distintos registros del lenguaje matemático..................................................................................... 70
4.7 Vinculación entre los tres registros del lenguaje matemático...................................................... 74
4.8 Comprensión de un enunciado o consigna................................................................................................ 76
4.9 Simbología matemática ............................................................................................................................................ 77
4.10 Lenguaje gráfico .......................................................................................................................................................... 83
4.11 Etimología matemática........................................................................................................................................... 85
4.12 Descubrimiento de palabras del acervo matemático a partir de su etimología..................... 87
Bibliografía........................................................................................................................................................................ 121
claves de la matemática 7
Así, en el Capítulo 1 se aborda la cuestión de la actitud para estudiar y
aprender. A partir de fundamentos de psicología cognitiva se analizan las
componentes emocionales y conductuales que conforman una adecuada
predisposición para aprender y también aquellas que se convierten en obs-
táculos invisibles para captar, entender y perseverar en el estudio de la ma-
temática.
El Capítulo 2 presenta elementos de neurociencia para describir nues-
tro cerebro e identificar las funciones de los hemisferios cerebrales que se
ponen en juego al momento de “hacer matemática”. Este conocimiento
permite comprender la importancia y el rol que desempeñan la atención,
la memoria y las emociones en el proceso de aprendizaje de la matemática.
En el Capítulo 3 se interroga acerca de qué es ser inteligente y en el re-
corrido de la respuesta se rompe el mito de la inteligencia como herencia
para favorecer en el lector la predisposición a desarrollarla a través de acer-
tados ejercicios sugeridos en los que se distinguen aspectos de intuición,
imaginación y creatividad.
Los Capítulos 4 y 5 abordan la problemática del lenguaje de la matemá-
tica. En el primero se realiza un planteo general del rol que desempeña el
lenguaje de esta disciplina para la comprensión, interpretación y en defini-
tiva la construcción del conocimiento matemático a través de las diferentes
representaciones semióticas. Así, el Capítulo 5 se centra en una de ellas: la
representación gráfica y analiza la coherencia interna entre el lenguaje alge-
braico y el gráfico. Es un capítulo que sintetiza saberes adquiridos en con-
textos analíticos, algebraicos y geométricos para transferirlos a un contexto
gráfico.
Esta obra, rica en metáforas, escrita con un lenguaje llano a modo de diá-
logo con el estudiante, contiene un último capítulo en el que se responde
a los interrogantes de qué, cómo, cuándo y dónde estudiar para realmente
aprender matemática.
Es un texto por momentos desafiante, por momentos comprensivo, que
intenta construir en el lector la autonomía en el estudio de la matemática y
para ello analiza los posibles “fracasos” como oportunidades de crecimiento
personal para alentar, de algún modo, el placer de aprender y con él la alegría
de enseñar.
No quisiera terminar este prólogo sin manifestar la satisfacción que me
produce el ofrecimiento de la autora para escribirlo y mi gratitud por ello.
Además, deseo felicitar a la Universidad Nacional de Entre Ríos por el
esfuerzo para editar esta obra, que es el excelente resultado de una trayecto-
claves de la matemática 9
10 isabel rosa rinaldi
Introducción
Este libro está dedicado a todos los estudiantes que alguna vez se hayan pre-
guntado “¿por qué me cuesta tanto aprender matemática?” Si sos uno de
ellos, es probable que su lectura te permita bucear en tu historia de estu-
diante para descubrir y analizar los obstáculos que trabaron el avance hacia
el conocimiento matemático.
¿Cuándo se cuestiona alguien su propio aprendizaje? Obviamente, cuan-
do se encuentra frente a supuestos fracasos en las evaluaciones de la asigna-
tura. En ese momento surge la pregunta formulada al comienzo, pero tam-
bién otras. “¿Realmente no entiendo la matemática o no puedo explicar lo
que aprendí? ¿Por qué salgo mal si estudié tanto?”
¡Cuántas cosas hay para decir al respecto! Como son tantas… tuve que
elegir las que mi larga experiencia como docente de Cálculo me llevó a per-
cibir como luces de alerta. Sobre ellas “conversaremos”.
Éste no es un texto de matemática –los hay numerosos y excelentes–;
tampoco de psicopedagogía y mucho menos de neuropsicología cognitiva.
Pero contiene elementos básicos de esas áreas: los necesarios para que com-
prendas por qué a veces no comprendes y trates de ajustar aquellos aspectos
que podrían estar incidiendo negativamente en tu aprendizaje.
Las teorías a las que hago referencia no son las únicas en relación con los
temas tratados pero han sido elegidas con cuidado y en concordancia con
lo que pienso y siento cuando estoy en un aula palpitante de alumnos que
desean aprender.
Opté por un lenguaje sencillo, equiparable al que emplearíamos si estu-
viéramos conversando. Pero como no estás presente, me permití imaginar
las respuestas que darías a algunos interrogantes. Y así creé un diálogo entre
los dos.
El libro consta de seis capítulos que pretenden ponerte en contacto con
tu manera de encarar el estudio, la necesidad de armonizar los hemisferios
claves de la matemática 11
cerebrales para la consecución de conocimientos integrados, la compren-
sión del lenguaje matemático –incluyendo la etimología de los términos más
empleados– y, sobre todo, con tu actitud frente al aprendizaje de esta hermo-
sa ciencia.
Junto a tu esfuerzo está tu docente. Recordalo y ¡adelante!
Actitud
Comienza el cuatrimestre.
Me presento: soy I. R. Dejo el portafolios sobre el escritorio y hago una bre-
ve reseña de mi historia en la Facultad (para entrar en clima).
Cerca de noventa rostros a la espera. Los observo unos segundos y pre-
gunto: ¿alguien cursó ya esta asignatura?
Varios levantan la mano.
—Yo, yo, yo… (se escucha). ¡Cuántos! No hago ningún comentario pero
pienso: ¿Todos necesitarán el recursado? ¿Qué los impulsa a repetirlo? ¿No
les resultará aburrido?
Obviamente sé que las clases no han de ser iguales a las del cuatrimestre an-
terior, que cada una será recreada con el nuevo grupo de estudiantes. Pero soy
consciente de que no han de variar los temas a desarrollar (ya que integran el
programa de la asignatura) ni la naturaleza de los ejercicios que se propongan.
Distingo caras curiosas, expectantes, y otras impasibles. Están los nuevos,
los que inauguran su condición de alumnos de la materia, y los otros, que es-
peran con paciencia que se derrame la catarata de palabras, signos, conceptos
entrelazados, propiedades… en fin, todo ese cúmulo de objetos para ellos es-
quivos, oscuros, ajenos. Ese flujo de conocimientos no aprendidos durante el
cursado anterior que pareciera haberlos conducido de nuevo al punto de par-
tida porque, sin duda, en el aula “Unos elaboran poco a poco una experiencia
que dominan, mientras que otros no lo logran, se sienten desposeídos, indi-
ferentes, a veces destruidos en su recorrido” (Dubet y Martuccelli, 1998:20).
Cuando llegás al aula, cargás una “mochila” con los conocimientos de las
matemáticas de años anteriores y una determinada actitud ante el aprendi-
zaje en general y el de la matemática en particular.
claves de la matemática 13
En tu “oficio” de alumno aprendiste a aceptar códigos, a comprender las
reglas del juego académico, a construir tu propia historia. Ésta evidenciará
las huellas en tu subjetividad de pretéritas y diversas experiencias de apren-
dizaje. Estas “marcas” revelan características que no son en sí mismas bue-
nas ni malas pero que están allí, a veces visibles y otras ocultas; tal vez exhi-
bidas orgullosamente o acaso veladas, profundas. Ellas deciden tu actitud.
Los analistas educativos comenzaron –no hace mucho– a tomar con-
ciencia de que para abordar el problema del aprendizaje de la matemática
no bastaba con ocuparse del aspecto teórico o de la consolidación de ha-
bilidades: hacía falta además considerar el posicionamiento del estudiante
ante dicho proceso, su forma de “estar” ahí. Y comenzaron a escribir acerca
de las actitudes.
Podríamos definir la actitud (Morales et al 1994) como una reacción
afectiva (que puede ser positiva o negativa) hacia algo (un objeto, una si-
tuación, una persona, un escrito) que nos impulsa a actuar de determina-
da manera. Tal reacción, cuando es positiva, nos dispone favorablemente
hacia aquello con lo que nos enfrentamos, allana el camino hacia la meta,
aligera el pensamiento y facilita el progreso; por el contrario, cuando es
negativa, obnubila el razonamiento y dificulta la marcha hacia el objetivo;
nos “traba”.
Sintética y “semafóricamente”:
¿Notás la diferencia?
Si asumís que el problema es tuyo, conviene analizar el concepto que te-
nés de vos mismo; lo haremos más adelante. si estás convencido de que el
problema es de la asignatura, es oportuno recordar que algunos alumnos la
aprenden sin mayor dificultad, de manera que estás admitiendo que otros
pueden lo que vos no y volvemos al tema de la autoestima.
Sinteticemos: “Creés que la matemática es difícil”. Pues bien, este juicio,
en parte, te impide lograr el éxito en su aprendizaje, entendiendo por “éxi-
to” la adquisición de los conocimientos que te han de conducir a la apro-
bación.
Esa creencia está afectando tu faz cognitiva (te cuesta aprender); te ins-
pira sentimientos negativos (la rechazás) y te dispone en su contra (altera
tu conducta).
claves de la matemática 15
Estamos rastreando tu historia juntos. ¿Con qué objeto? Para descubrir la
raíz de tu creencia, ya que sólo sabiendo cuándo y dónde nace podrás actuar
para tratar de modificarla.
Creencia es una idea, una opinión, relacionada en este caso con el conoci-
miento matemático. Es la convicción que uno posee, basándose en expe-
riencias anteriores, de que actuando de determinada manera obtendrá tal o
cual resultado.
Además, es bueno saber que una creencia (en este caso, que la matemá-
tica es difícil y/o que carecés de capacidad para aprenderla) pudo ser con-
solidada de distintas maneras a lo largo de tu paso por las aulas y puede ser
revertida si te lo proponés.
Si los contenidos de la disciplina no lograron captar tu interés, posiblemen-
te no vislumbraste –o no te informaron acerca de– su incidencia en la consoli-
dación de conocimientos vinculados con tu realidad. En esto tiene mucho que
ver la preocupación del docente por iluminar de manera adecuada el objetivo
final del aprendizaje de la matemática y los caminos que conducen al mismo.
Si obtuviste notas bajas cabe que te preguntés si estudiaste lo suficiente
para hacer frente a la evaluación o si supiste preparar los temas.
Si las situaciones problemáticas no te resultaron claras habría que analizar
tu comprensión de los enunciados, del lenguaje.
Si no te “gustaron” los profesores debés analizar si tu parte afectiva lo de-
cidió con base en el tratamiento que recibiste de ellos o si los recursos didác-
ticos empleados no lograron motivarte.
claves de la matemática 17
Tratá de responder con sinceridad el siguiente cuestionario:
1. ¿Suponés que para “saber” matemática sólo es necesario memorizar concep-
tos, fórmulas y reglas?
sí no
2. ¿Creés que todos los problemas matemáticos son iguales pero con distintos
datos y que sólo exigen la aplicación de fórmulas y procedimientos ya vistos?
sí no
sí no
claves de la matemática 19
Cuando llegás a la universidad portás tus aptitudes –conscientes o en
estado latente–; desarrollaste habilidades y capacidades en tu paso por la
escuela secundaria; sos dueño de un conjunto de conocimientos incorpora-
dos de manera sistemática o espontánea –bien estructurados o inconexos–;
acarreás experiencias educativas previas –favorables o desfavorables–; po-
seés debilidades y fortalezas, intereses y metas. El descubrimiento de todo
este bagaje será el punto de partida del camino hacia el conocimiento ma-
temático.
profesores
interrogantes A B C
a. ¿Insistió en que la matemática no consiste en la mera memori-
zación de definiciones, propiedades y teoremas?
b. ¿Relacionó la matemática institucionalizada (la del progra-
ma) con la matemática de la vida cotidiana?
c. ¿Valorizó más la comprensión de los problemas que la exacti-
tud de los cálculos?
d. ¿Elaboró evaluaciones originales que no condujeran respues-
tas memorizadas?
e. ¿Admitió alguna vez que no sabía algo o que se había equi-
vocado?
f. ¿Mostró agrado por la asignatura y por el proceso de enseñanza
de la misma?
g. ¿Presentó dinamismo y creatividad en las clases?
h. ¿Demostró ser paciente y comprensivo con vos?
¿Para qué sirvió este ejercicio? Para que visualicés otra vertiente de tu
actitud y la circunstancia que contribuyó a su cristalización.
Si la mayoría de tus respuestas fue sí, sos afortunado.
Tus profesores tuvieron claro que:
- saber matemática no es repetir lo que dicen los textos (por perfecta que
sea la exposición) ni memorizar propiedades y teoremas que luego no puedan
aplicarse de manera consciente a situaciones distintas de las ya presentadas;
- la matemática formalizada e institucionalizada (la que figura en los pro-
gramas) no puede escindirse de la que se emplea a diario, en los problemas
de la vida real;
- la comprensión es más importante que la ejecución de los cálculos por-
que cuando las cosas se entienden es fácil detectar y corregir los errores co-
metidos;
claves de la matemática 21
- al evaluar teniendo en cuenta la comprensión, las pruebas dejan de ser
“estándar”, repetidas, rutinarias y se convierten en herramientas creativas,
originales;
- nadie es “dueño” del saber completo, acabado, y admitir que uno no sabe
algo o bien que se ha equivocado no constituye una muestra de flaqueza
sino de honestidad intelectual;
- el entusiasmo que el docente muestra por su tarea “arrastra” a los estu-
diantes, los contagia y los ubica de manera grata en el ambiente de estudio;
- las clases dinámicas y amenas son mucho más provechosas para los estu-
diantes que las frías e impecables exposiciones en el pizarrón;
- los alumnos necesitan de paciencia y comprensión para crecer en la bús-
queda del conocimiento.
Si contestaste no a varios de los interrogantes es probable que en eso ra-
dique tu actitud negativa frente a la matemática. Pero no estamos a la caza
de brujas. No se trata de buscar responsables o culpables de lo que nos pasa
sino de comprender, de llegar al fondo de la cuestión, para emerger con la
mente abierta, despejada y comenzar a cambiar actitudes. Docentes y alum-
nos son, de alguna manera, “socios”, tanto en el éxito como en el fracaso. Las
investigaciones de Phillips y Agne Greenwood y Miller aseguran que existe
una estrecha relación entre actitudes de los alumnos y creencias del docente
y rendimiento académico de los primeros (Bazán y Aparicio, 2006).
No podés influir sobre lo pasado pero sí sobre tu futuro. Podrás decir:
“detestaba la matemática, la rechazaba, hasta que comprendí que mi nega-
ción provenía de creencias acerca de su naturaleza (para mí, desconocida),
de que me consideraba poco apto para aprenderla (mi nivel de autoestima)
y de las experiencias didácticas anteriores no favorables (ajenas a mí)”.
1.2.4 El contexto
Tu grupo familiar
Con frecuencia la matemática pasa a ser la materia “peligrosa”: puede de-
finir la promoción al próximo curso; exige más dedicación de la que estás
dispuesto a darle; te hace aparecer como “inteligente” cuando la aprobás sin
problemas pero te condena como “burro” cuando fracasás. ¡Ni qué hablar
si tenés un hermano o hermana que “anda” bien en matemática! El hogar
es el sitio donde se forja la responsabilidad y se cultiva la curiosidad por el
mundo que nos rodea.
La institución
Una cuestión no menor es la diversidad de valoraciones y legitimidades que se
le confieren a la matemática en las instituciones de nivel superior. La identidad
sociocultural influye en gran medida en lo que piensa el alumno acerca de la im-
portancia y utilidad de la disciplina y en lo que transmite el docente al enseñarla.
Si no se tiene en cuenta el papel que la matemática desempeña en la for-
mación del pensamiento y se la despoja de su esencia reduciéndola a la con-
dición de mera “herramienta” es poco probable que pueda elaborarse una
fundamentación conceptual de relevante proyección hacia el conocimiento.
claves de la matemática 23
que se inscriban, coinciden en que existe estrecha conexión entre las emo-
ciones de una persona, su sistema de valores y las metas que se haya fijado.
Por eso ya no se discute la importancia de las emociones en el proceso de
aprendizaje, sobre todo teniendo en cuenta que los estudiantes, de manera
espontánea, indican qué temas les resultan agradables y cuáles les generan
rechazo, disgusto o desaliento.
Vida cognitiva y vida afectiva son inseparables ya que no se puede razonar
sin experimentar algún sentimiento al hacerlo ni querer aquello que no se
comprende. Piaget afirmaba que el desarrollo intelectual de una persona es
la suma de su aspecto cognitivo con el afectivo.
Podríamos sintetizar así la relación cognición - afectividad:
claves de la matemática 25
1.5 Valor
claves de la matemática 27
- Tu expresividad. Tenés que tratar de mejorar tu forma de hablar y de es-
cribir. Lo que comuniqués, tanto a profesores como a compañeros, debe ser
entendido sin ambigüedades. Tenés que expresarte en forma clara y concisa.
- Tu autodisciplina. Ofrecé mayor resistencia a la frustración, no te des-
animés ante los aparentes fracasos. Aumentá tu esfuerzo y tu dedicación al
estudio. Sé persistente, tenaz.
- Tu organización. Planificá horarios de estudio, de recreación y de trabajo.
El desorden sólo conduce a pérdida de tiempo, y el tiempo es irrecuperable.
- Tu disposición. Analizá tu posición frente a la universidad, el estudio
superior, los profesores y los compañeros.
Supongo que quedó claro qué es actitud y de qué manera influye en el apren-
dizaje. Las investigaciones realizadas en busca de la relación entre las actitu-
des de los estudiantes ante el aprendizaje de la matemática y el rendimiento
de los mismos en la asignatura (Goolsby 1988; House y Priori 1998; He-
rrero et al. 1999 citados en Gargallo et al. 2007:2) permitieron afirmar que
influyen notablemente: a mejor perfil actitudinal corresponde mayor rendi-
miento. Las variables psicológicas (por lo tanto endógenas) analizadas para
determinar dicho perfil están íntimamente ligadas con la valoración que el
estudiante hace: de profesores, exámenes y contenidos de la asignatura.
Por otra parte, podemos definir la aptitud como la competencia o ido-
neidad de una persona para realizar determinada tarea –en este caso apren-
der matemática– y aunque muchas veces se hace referencia a ella circuns-
cribiéndola al factor mental cuando no a razones genéticas, en la aptitud
personal inciden además, factores físicos, sociales y emocionales a los que
puede agregarse la información de que se dispone al momento de comenzar
el aprendizaje.
Sintetizando: en esta concepción, el término aptitud involucra habilida-
des, experiencias previas con relación al aprendizaje y ¡conocimientos bási-
cos! Éstos nos hacen aptos para elaborar nuevos conocimientos.
Los razonamientos lógico, abstracto, numérico, inductivo y deductivo y
las capacidades de análisis y de síntesis son habilidades (innatas o desarro-
lladas) que tienen que ver con la inteligencia lógico-matemática.
Las competencias para observar, comprender y expresar algo, así como
la facilidad para razonar sobre la base de datos espaciales, también son apti-
tudes. Si no se poseen o no se las ha desplegado de manera conveniente, el
SÍNTESIS
El objetivo de este capítulo ha sido mostrarte uno de los factores que pueden estar
incidiendo en tu aprendizaje de la matemática: tu actitud. Constituye un elemento
decisivo (no el único) para llevar a cabo con éxito el proceso de aprender.
Se analizaron las tres componentes de la actitud: cognitiva, emocional y conductual
porque sabiendo lo que “sabés” acerca de la matemática, entendiendo lo que “sentís”
en las distintas situaciones que se te presentan y comprendiendo por qué “reaccio-
nás” de determinada manera podrás revertir o modificar tus creencias, valoración de
la asignatura y conducta en pos de un buen aprendizaje.
Contemplamos también la importancia de la enseñanza recibida en los distintos
niveles educativos y la influencia que los contextos –familiar, institucional y social–
pueden haber tenido y determinado tu posicionamiento frente a la matemática.
Finalmente, hicimos referencia a la aptitud para el aprendizaje la cual, además
del acervo de conocimientos básicos que supone tiene que ver con las capaci-
dades mentales personales, habilidades adquiridas y competencias que se hayan
desarrollado.
claves de la matemática 29
30 isabel rosa rinaldi
Capítulo 2
Nuestro cerebro
Una sinapsis es una unidad, tanto desde el punto de vista de la forma como de la
función. Puede concebirse como la conexión entre las dendritas y axones de las
neuronas mediante la liberación de neurotransmisores (sinapsis química) o por
corrimiento de iones (sinapsis eléctrica).
claves de la matemática 31
operaciones. En las computadoras esto no ocurre: cada algoritmo opera por
su cuenta sobre los datos suministrados.
Además, como se ha verificado en personas que sufrieron daño cerebral,
las neuronas “vecinas” de las afectadas por algún accidente se solidarizan
con ellas, en algunas ocasiones, sustituyéndolas en el trabajo funcional. En
las computadoras no existe tal sustitución.
Podemos agregar que el cerebro humano es capaz de realizar varias tareas
en simultáneo mientras que los ordenadores realizan una tarea por vez.
¡Ah!... a las computadoras las apagamos cuando queremos: el cerebro si-
gue funcionando aun cuando dormimos.
Si pese a todo deseamos llamar “computadora” a nuestro cerebro, debe-
ríamos agregar la palabra emocional (lo que no es poco).
El propósito del siguiente ítem es mostrarte –a la luz de las investiga-
ciones llevadas a cabo en el campo de la neuropsicología cognitiva, que
se ocupa del conocimiento de las redes neuronales que subyacen en los
distintos procesos cognitivos– las regiones cerebrales que se activan cuan-
do se desarrollan distintas tareas intelectuales. Esta información, entiendo,
puede ayudarte a comprender tu manera de pensar y de generar conoci-
mientos a partir de tus capacidades personales. No se trata de presentar la
descripción anatómica ni funcional del cerebro humano con profundidad
científica, obviamente, sino de “mirarlo” desde una perspectiva que integre
un conocimiento elemental de las regiones cerebrales en apariencia impli-
cadas en cada función, con algunas cuestiones referidas al aprendizaje de
la matemática.
Lóbulo occipital
Lóbulo temporal
claves de la matemática 33
dextrohemisférica (dextro: derecha) y quienes poseen predominio de este
hemisferio suelen ser considerados más creativos y más rápidos gracias a su
simultaneidad visual.
El hemisferio izquierdo se ocupa del lenguaje en todas sus formas, es de-
cir, de lo que hablamos y de la comprensión de lo que se nos presenta por es-
crito, sea con palabras o mediante símbolos. Es el cerebro lógico. Combina
ideas y conceptos y luego los traduce a un lenguaje o idioma determinado.
En él están localizados los centros del razonamiento y la habilidad numérica
y las capacidades de abstracción y deducción. Considera la información por
partes y efectúa el procesamiento de los datos en forma secuencial. Controla
la parte derecha del cuerpo.
En el caso del paisaje antes mencionado, se ocupa de cada uno de los ele-
mentos constitutivos por vez: el agua, el cielo, la vegetación.
Los diestros somos mayoría. Serlo presupone un predominio del hemis-
ferio izquierdo –que es algo más grande y pesado que el derecho– sin que
esto implique ausencia de capacidades relacionadas con el otro hemisferio.
Un matemático puede a la vez ser un gran músico, como lo fue Iannis
Xenakis; con habilidad para el lenguaje y mucha imaginación, Julio Verne
escribió sus espectaculares novelas; el sentido musical unido a la capacidad
verbal se manifiesta en las creaciones de cantautores como Joan Manuel Se-
rrat. Podríamos mencionar muchísimos casos; la lista sería interminable.
Existen dos enfoques diferentes que tratan de explicar cómo “aprende” el cere-
bro: el basado en la localización de las funciones y el holístico, que supone la
consideración de la información en forma global.
claves de la matemática 35
De manera que para resolver un problema ¡hay que utilizar los dos hemis-
ferios! Es importante, por lo tanto, descubrir si tenés orientación levohemis-
férica: serías “serialista”, con facilidad para las operaciones secuenciales, el
razonamiento lógico y la precisión en la palabra oral o escrita u orientación
dextrohemisférica, en cuyo caso te encontrarías entre los “holistas”, que son
más rápidos en la resolución de los problemas, más creativos e integradores
gracias a la facultad que les permite concebir la realidad como un todo y no
como la suma de partes.
Si descubrís tu estilo natural de aprender podrás sacar provecho de eso
pero deberás reforzar la actividad del otro hemisferio para equilibrarlos y
lograr un mayor rendimiento.
La educación basada en el cerebro (brain-base education) es un tema re-
lativamente nuevo que pretende vincular lo que hoy se sabe del funciona-
miento cerebral con las diversas teorías del aprendizaje. Como ya dijimos:
no todos aprendemos de la misma manera y es importante y facilitador que
reconozcamos la propia.
Enfatizar durante la enseñanza o aprendizaje de la matemática la aplica-
ción de reglas para operar y la memorización de propiedades y definiciones
en detrimento de los otros aspectos, no es bueno o, por lo menos, no presu-
pone un enfoque completo del proceso que lleva al conocimiento.
A continuación te presento dos maneras de encarar la definición de la cir-
cunferencia como sección cónica: en una se parte de un escrito; en la otra,
de una imagen.
Partiendo de que tenés claro qué es un plano, una superficie cónica, el eje
de la misma y la intersección entre conjuntos de puntos ¿podrías explicarle
a un compañero cómo se generó la circunferencia? Intentalo.
Para hacerlo debiste recurrir al lenguaje y al pensamiento lógico, es decir,
al hemisferio izquierdo. Los hemisferios no trabajan de manera forma autó-
noma: se complementan, pero la forma de captar la información difiere de
una persona a otra; por eso, cuando estudiés, elegí la manera adecuada a tu
forma de pensar. Pero recordá: las palabras sin conceptos claros subyacentes
son vacías; las imágenes sin conceptos asociados, son mudas. Volveremos
sobre este tema cuando abordemos los distintos registros del lenguaje ma-
temático.
2.4 El conocimiento
claves de la matemática 37
Tal vez deberíamos afirmar como lo hizo Metrodoro de Chío (filósofo griego de
la corriente del escepticismo) que no sabemos si sabemos y ni siquiera sabemos
qué es saber.
claves de la matemática 39
cionales. Éstas tienen, además, relación con la modulación de la memoria. Pa-
recen dos almendras y se encuentran situadas detrás de los ojos, en el extremo
inferior del hipocampo. Claro… ahora te preguntarás qué es el hipocampo…
Fijate en el siguiente dibujo.
En la parte media de cada uno de los
lóbulos temporales hay una región curva
que tiene forma parecida a un caballito de
mar (de ahí el nombre de hipocampo).
Volvamos a las amígdalas. Si una situa-
ción particular te provocó miedo o angustia
–por ejemplo la presentación a un examen
oral–, la amígdala se encargó de formar el
condicionamiento de estas emociones y su
posterior almacenamiento. Ante otra eva-
luación de las mismas características volve-
rás a sentir miedo o angustia.
Todo suceso emocionante por algún motivo hará que se active la amígda-
la y contribuya a retener la información relacionada con él: aquello que nos
provocó un impacto emocional se recuerda más.
Las valoraciones, que hacen que algo nos resulte importante o no, nacen
de la relación entre las mencionadas amígdalas y los lóbulos prefrontales
(ubicados detrás de la frente). Tanto la amígdala como el hipocampo for-
man parte del sistema límbico, responsable de la vida afectiva de una perso-
na, entre otras funciones.
El sistema límbico está constituido por: tálamo, hipotálamo, hipocampo,
amígdalas, cuerpo calloso, séptum y mesencéfalo. Se lo suele llamar cerebro
emocional.
Cuando un estímulo emocional llega al sistema límbico, éste responde a
través de manifestaciones fisiológicas (por ejemplo: temblamos, transpira-
mos o tartamudeamos si tenemos miedo).
claves de la matemática 41
¿Adónde se almacenaría la información ya consolidada, indispensable
para construir nuevos conocimientos? ¿Y las habilidades ya desarrolladas?
¿De dónde salen las ideas y conceptos que deben relacionarse con inteli-
gencia para lograr un aprendizaje significativo? De la memoria, que es la
función cerebral gracias a la cual el ser humano retiene las experiencias y
conocimientos adquiridos con anterioridad.
Inteligencia y memoria se asocian durante el aprendizaje, complementán-
dose. La primera no puede establecer relaciones entre datos si la memoria no
se los suministra; la segunda no “recoge” ni “almacena” datos si la inteligencia
no la dirige.
Ahora, cubrí con una hoja en blanco (no transparente, por supuesto) el conjunto de
imágenes y escribí, en los casilleros, los nombres de los objetos que recordés.
claves de la matemática 43
en el mayor de los silencios, tratá de memorizar la siguiente lista de
palabras:
meridional espectral
utópico responsable
pedagogo asexuado
Cubrilas con un papel y anotá, en otro, las palabras que recordés.
Nuevos conocimientos
Elementos recuperados
Supongamos que tenés que calcular el valor del cateto mayor del triángu-
lo dibujado.
16 cm
10 cm
Tanto la memoria procedimental (que guarda las estrategias para resolver los pro-
blemas, las destrezas adquiridas y las habilidades logradas) como la semántica
(que conserva los significados de los términos y las relaciones entre conceptos)
constituyen subsistemas de la memoria a largo plazo siendo la primera, implícita
(saber cómo) y la segunda, declarativa (saber qué).
claves de la matemática 45
A través de este sencillo ejemplo he querido ilustrar el juego entre per-
cepción, memoria y estrategias que ha realizado tu mente para obtener, a
partir de la información, una respuesta. Obviamente razonaste utilizando
los elementos que guardaba tu memoria a largo plazo y con el auxilio de los
recursos de tu memoria operativa.
Cuando se dice: ¡No memorizar! ¡Razonar! es porque se está señalando
la importancia del razonamiento lógico deductivo (propio de la matemáti-
ca) frente al recurso –muchas veces empleado y otras muchas, fallido– de
tratar de memorizar sin comprender.
No es necesario “desdibujar” el papel de la memoria ya que las dos fun-
ciones – memorización y razonamiento– no son antagónicas ni excluyentes;
por el contrario: deben complementarse.
Cuando decimos: catetos, hipotenusa, raíz cuadrada, potencia, cubo, etc.
“arrastramos” –desde la memoria a largo plazo y a través de las palabras– los
conceptos aprendidos previamente con esos nombres.
Cuando se pretende que un estudiante de primaria emplee los símbolos
> y < (que tanto le cuestan) ¿no se recurre a la memorización de expresio-
nes como “se come a” asociando la imagen de una boca al sentido de las
desigualdades?
Todos los símbolos matemáticos se guardan en la memoria después de
haberles encontrado sus significados. Y los lógicos, y las fórmulas, y las ta-
blas de multiplicar, y las derivadas elementales, y las integrales inmediatas.
¿Recordás qué se calcula con las siguientes expresiones?
1
2 π R = ¿? π R2 = ¿? − . b . h = ¿?
2
–b ± √ b2 – 4ac = ¿? a2 + 2ab + b2 = ¿?
2a
Al demostrar un teorema, con frecuencia es necesario recurrir a artificios que
de por sí no surgen del razonamiento sino que hay que recordar, por ejemplo:
Trazamos por el punto P una paralela al lado “tal” o bien: formamos una
función auxiliar φ (x) = … o sumamos y restamos “tal expresión” al segundo
miembro.
Al estudiar vinculamos mediante el razonamiento la estructura de los co-
nocimientos previos existentes en nuestra mente con nuevos objetos; por lo
tanto, que debemos recordar ciertas cosas…¡es absolutamente cierto!
claves de la matemática 47
48 isabel rosa rinaldi
Capítulo 3
3.1 La inteligencia
claves de la matemática 49
En el mundo de la literatura, excelentes escritores nos han legado (y nos
ofrecen en forma permanente) visiones del mundo de la política, de la socie-
dad, de la economía, de la psique, de la civilización, del amor…
¿No son inteligentes los bailarines, los deportistas, los atletas? Por lo ge-
neral, cuando alguien sobresale tempranamente en alguno de esos campos
se dice: “tiene aptitud para tal cosa”, es decir, posee una capacidad natural
para realizar determinada actividad, pero nunca se hace referencia al poten-
cial de su cerebro. Por eso me parece adecuado el planteamiento de Howard
Gardner respecto de la existencia de distintos tipos de inteligencia. Lo bue-
no de este enfoque es que podemos admitir con satisfacción que todos so-
mos inteligentes y que siempre existe la posibilidad de desarrollar las distin-
tas inteligencias que en alguna medida poseemos, hasta lograr un buen nivel
de desempeño en cada una.
Gardner, en Estructuras de la mente (2000) propone la consideración de
siete “inteligencias” distintas. ¡Siete! (Anexó luego una octava: la inteligencia
naturalista). Trataré de sintetizar su interesante teoría.
Una persona que es capaz de comprender lo escrito y expresarse correc-
tamente sea en forma oral o escrita posee inteligencia lingüística. Esto implica
tener conocimientos de sintaxis (enseña a coordinar las palabras y las ora-
ciones para expresar claramente los conceptos), de semántica (se refiere a la
significación de las palabras) y de retórica (la teoría de la expresión hablada).
Si en la corrección de un examen tu profesor consignó: “mal expresado” es
porque te falló la sintaxis; si al escucharte dijo: “no te entiendo”, tenés que mejo-
rar tu retórica; si el problema es semántico…, ¡no sabés de qué estás hablando!
Un científico es una persona que posee gran capacidad para trabajar con
extensas cadenas de razonamientos, que tiene habilidad para realizar catego-
rizaciones y clasificaciones entre elementos y para discernir (distinguir entre
una cosa y otra señalando las diferencias). Posee inteligencia lógico-matemáti-
ca, que contempla los procesos de vinculación entre objetos, comprensión
de las proposiciones matemáticas, abstracción, inducción y deducción.
Además de estas dos inteligencias, privilegiadas en la consideración so-
cial, existen otras. La cinético-corporal incluye habilidades físicas como coor-
dinación, equilibrio, destreza, fuerza, flexibilidad y velocidad y por lo tanto
está referida al manejo de las distintas partes del cuerpo.
Si podés utilizar manos, piernas y brazos con eficiencia y seguridad, se-
rás, posiblemente, un buen artesano, un destacado deportista o un eximio
bailarín. Analizá tus posibilidades y sacá provecho de las condiciones que la
Naturaleza te dio.
claves de la matemática 51
ca, por supuesto, que Fulanito no pueda tener un buen desempeño en ma-
temática o Menganita no pueda dedicarse a la literatura si se lo propone. El
tema es que, aun gozando de esas aptitudes, si no las desarrollan mediante
el estudio y el ejercicio es probable que Fulanito y Menganita no lleguen a
destacarse. No basta con las condiciones: se precisa escuela.
Es importante comprender que hay que aprovechar las condiciones na-
turales pero, a la vez, realizar el esfuerzo necesario para abonar el resto de
las “inteligencias”. Pensándolo bien: prefiero tener un nivel aceptable en la
mayor cantidad de inteligencias posibles y no un cien por cien en una de
ellas y cero en las restantes. ¿Y vos?
Mirá: consideremos 2 de las 8 inteligencias descritas. Si en una de ellas
–de ser posible calificarla– obtuvieras un 10 (en la escala del 1 al 10) y en la
otra, un 0, tu “promedio” sería 5; pero si en las dos inteligencias considera-
das obtuvieras una calificación “buena” (6 ó 7), el promedio sería mayor.
La inteligencia por sí misma no engendra la Ciencia ni el Arte (aun siendo
el germen de sus creaciones). La educación, la voluntad para desenvolverla
y el medio en el cual se está inserto son factores de indiscutible importancia
para el crecimiento de la misma.
La potencia del intelecto, que suele asociarse con la inteligencia lógico-
matemática (aunque ésta constituya sólo un aspecto de aquélla), aumenta
con el hábito de razonamiento, el estudio de la lógica, el uso de un lenguaje
formalizado y la ejercitación que consolida el disciplinamiento mental.
Cuando tratamos las zonas cerebrales implicadas en la resolución de un
problema matemático (Cap. 2) quedó establecido que participan tanto la in-
teligencia lógico-matemática como la lingüística y la espacial, de lo que se
deduce que hay que incentivarlas a todas.
claves de la matemática 53
cho de ella y también hacia arriba o hacia abajo dado que podemos viajar en
aviones y descender hacia el fondo de los mares. La percepción del espacio
tridimensional es absolutamente indispensable.
La ubicación en el plano, de un punto del espacio de tres dimensiones
exige conocer tres números ordenados –las tres coordenadas cartesianas– es
decir, una terna y para ello necesitamos un sistema de referencia adecuado.
Si un punto A se encuentra a a1 unidades de un origen prefijado sobre uno
de los ejes, a a2 sobre otro eje y a a3 sobre el eje perpendicular al plano de-
terminado por los otros dos, lo indicamos así: A (a1, a2, a3).
El sistema de referencia (que se define de manera arbitraria para ubicar el ob-
jeto en la hoja de trabajo y que no constituye el único sistema referencial existen-
te) está en este caso formado por tres rectas perpendiculares entre sí que reciben
los nombres de eje de abscisas, eje de ordenadas y eje de las cotas. En el sistema
cartesiano ortogonal estos ejes se designan comúnmente con las letras x, y, z.
z a3 La orientación de los ejes es conven-
A cional y en este caso, dextrógira, es de-
cir que alguien parado en el origen de
a2
y coordenadas con su cabeza sobre el eje
x a1 z+, indicará con su brazo derecho al eje
de abscisas (x+) y con el izquierdo, el de
ordenadas (y+). Es fundamental tener en cuenta la orientación del espacio
cuando se observan gráficos en los libros de texto. ¡Se nos puede “dar vuelta”
el mundo!
Sobre la superficie terrestre, la referencia se hace con respecto a dos planos que
se cortan perpendicularmente: el plano del Ecuador y el plano meridiano que
pasa por la localidad de Greenwich. Las coordenadas geográficas son la latitud y
la longitud del lugar. Si no estuviéramos “sobre” la Tierra deberíamos agregar la
altura (si voláramos) o la profundidad (si se nos diera por bucear).
Dado que nuestro ambiente físico es
tridimensional ¿no te parece lógico que
debamos recurrir en forma permanente
a la percepción de tal espacio? Por otra
parte, es imposible formar el pensamien-
to matemático si se carece de capacidad
para intuir y elaborar imágenes mentales
en tres dimensiones. Pero una cosa son los objetos materiales o abstractos y
otra, sus representaciones, que son convencionales y cumplen la función de
“evocarlos”.
claves de la matemática 55
- Preguntale algo a un compañero no habitual.
- Esmerate por ser atento, amable.
- Desterrá expresiones de indiferencia, de aburrimiento y de fastidio.
- Controlá tus reacciones.
- Reíte con frecuencia.
La comunicación es básica para sentirse bien y fundamental para el de-
sarrollo personal y profesional. Recordá que la gente evita a las personas
antipáticas (generan rechazo) y que las muy introvertidas pueden llegar a
sufrir aislamiento.
Finalmente, para tu formación integral y plena, desarrollá tu inteligencia cor-
poral (hacé ejercicios o deportes) y musical (bailá cada vez que puedas, ejecutá
un instrumento, escuchá música, cantá). Tenés las siete inteligencias, sólo que
algunas se destacan sobre las otras. En esto radica la diferencia entre los seres
humanos: en su forma de aprender y de concebir y disfrutar el mundo.
Seguramente es más inteligente quien vive mejor a partir de sus condiciones
biológicas naturales, de las posibilidades de realización que se le han brindado
a lo largo de su vida y del contexto cultural en el que se encuentra inmerso.
Cuando descubras con cuál de las inteligencias estás teniendo problemas,
habrás comenzado a solucionar “el” problema. Esto es lo que hay que com-
prender y atender. Tendrás que disponer de tiempo para ejercitar dicha inte-
ligencia y hacer que la misma alcance un desarrollo adecuado, sea a partir de
tu propio esfuerzo o solicitando ayuda, de ser necesario.
claves de la matemática 57
¿Qué es esto?
Bien: un sector circular. Imaginá el cír-
culo completo y estimá el valor del ángulo
central correspondiente al sector.
claves de la matemática 59
les son las zonas cerebrales que parecen estar implicadas en ese magnífico
“don”: la creatividad.
Cuando hicimos referencia a la localización de las funciones cognitivas
en los hemisferios cerebrales, ubicamos a la imaginación (ligada a la creati-
vidad) en el hemisferio derecho y depositamos en ella la responsabilidad de
idear estrategias originales para la solución de los distintos problemas y para
crear imágenes mentales a partir de las percepciones sensoriales. Pero acla-
ramos que las distintas zonas se interconectan a través del cuerpo calloso y
que los circuitos neuronales forman redes (¿recordás?).
En la nota antes mencionada, la autora recupera una cita de Facundo Ma-
nes, director del Instituto de Neurología Cognitiva (ineco) que transcribo:
“No existe un solo centro cerebral ligado a la creatividad. El cerebro opera
en red y en el proceso creativo se activan distintos circuitos neuronales”.
La creatividad está relacionada con la memoria (de donde, seguramente
“recoge” datos en forma inconsciente) y con las emociones (en los artistas,
cuestión harto evidente) por lo que se implican, además de la corteza pre-
frontal, las amígdalas y el hipocampo.
En la actividad matemática, con cursos numerosos, es difícil atender
en forma conveniente las dotaciones individuales de inteligencia lógico-
matemática para alentarlas y guiarlas hacia un fin superior que incluya la
creatividad. El tiempo del que se dispone para efectuar el tratamiento de
los contenidos fundamentales del programa es por lo general, escaso y el
dominio de éstos, indispensable para asegurar la igualdad de oportuni-
dades de crecimiento a todos los estudiantes (aun lo no “brillantes” en
matemática).
Podría contarte con qué ahínco se trabaja en la concreción de proyectos
educativos tendientes a favorecer la creatividad; mencionarte los métodos
que se proponen para estimularla (elaboración de conceptos, resolución
de problemas); informarte sobre los distintos niveles en que puede ser tra-
tada la creatividad (personal, grupal, social); referirme a los productos de
la actividad creativa (expresión, novedad, calidad), pero de nada valdría
exponer extensas teorías sobre la creatividad si no se pusiera el acento en
la personal disposición que debe acompañar a tus capacidades.
Podrás crear si poseés sustentos sólidos para tu pensamiento, placer por la
actividad matemática, inteligencia lógica que te permita encadenar en forma
adecuada tus razonamientos, curiosidad para explorar más allá de lo que el
programa de la asignatura propone, capacidad para observar, abstraer, com-
parar, generalizar y proponer estrategias y soluciones.
SÍNTESIS
Este capítulo aborda la teoría de Howard Gardner sobre las inteligencias múltiples.
Mi objetivo es hacer que comprendas que todos somos inteligentes y que diferimos
sólo en el nivel de desarrollo de las distintas “inteligencias”.
La lógico-matemática (la que normalmente se considera cuando se dice que al-
guien es inteligente) es sólo una de las inteligencias que posee el ser humano, pero si
careciera del resto sería un ser incompleto.
Las inteligencias lingüística, interpersonal, kinestésica, intrapersonal, musical y
espacial hacen que comprendamos lo escrito y podamos expresarnos con claridad,
nos entendamos con quienes nos rodean, nos movamos con libertad y armonía, to-
memos conciencia de nuestra interioridad y capacidades, disfrutemos de las compo-
siciones musicales y tengamos una percepción adecuada del espacio en que vivimos.
Completamos una panorámica mención a las funciones mentales con una breve
referencia a intuición, imaginación y creatividad, características específicas del ser
humano que pueden conducirlo a la plenitud y, en ocasiones, a la genialidad.
claves de la matemática 61
62 isabel rosa rinaldi
Capítulo 4
El lenguaje de la Matemática
claves de la matemática 63
datos proporcionados por los sentidos, a lo que ya sabemos. Al decir “da-
tos” me refiero a palabras, conceptos, relaciones, formatos relacionados con
cualquier aspecto (lingüístico, cultural, científico, social).
En el proceso de comprensión, los datos provenientes del exterior se
unen en forma coherente con los que están guardados en la memoria a lar-
go plazo. No es lo mismo comprender que conocer, pero en el proceso de
comprensión se debe recurrir al conocimiento previo para “engarzar” en él
lo nuevo.
Si se te pidiera que dibujaras un hipogrifo descendiendo del monte Athos,
¿qué harías? En primer lugar debés tener la idea de lo que es un hipogrifo, al
que no has visto nunca obviamente (yo tampoco), y por otro lado, deberías
saber qué es el monte Athos, dónde está, qué lo caracteriza…
Te sugiero recurrir al Diccionario de la Real Academia Española (drae)
y buscar la acepción adecuada al texto, para hipogrifo, y a una enciclopedia,
para el monte Athos.
Sin la idea y los conocimientos de “base” no se puede comprender nada y
menos aun tratar de dibujarlo.
Si en matemática no comprendés los conceptos elementales, no podrás
estructurar nuevos conocimientos. Por eso se insiste tanto en que la forma-
ción básica debe ser sólida.
¿Qué sentido tendría que te dijeran que la derivada de una función es
el límite del cociente incremental cuando el incremento de la variable in-
dependiente tiende a cero si no supieras qué se quiere decir con “variable
independiente”, con “cociente incremental” y con “límite”? ¿De qué te servi-
ría repetir la definición de derivada de memoria? ¿Cómo podrías aplicar el
concepto para resolver problemas?
La comprensión tiene por función acrecentar el conocimiento y trascen-
derlo –ir más allá– ya que es la encargada de darle sentido a las cosas. Es el
poder que posee el pensamiento para realizar futuras y distintas actividades,
por ejemplo: explicar a alguien determinado tema, hallar ejemplos que lo
clarifiquen, efectuar representaciones, aplicar el conocimiento a situaciones
nuevas.
El mayor o menor nivel de comprensión de una persona se evidencia
a través de sus posibilidades de realizar tareas. Éstas han sido denomina-
das desempeños de comprensión y en todo aprendizaje y enseñanza de la
matemática constituyen un pilar importantísimo, mucho más relevante y
fructífero que la mera ejecución de cálculos o la memorización de propie-
dades.
Es muy probable que alguna vez, al exponer un tema, te hayan dicho: “no
interpretás lo que estás diciendo”. ¿Te preguntaste qué es interpretar?
Por definición, interpretar es atribuir un significado personal a los datos
contenidos en la información que se recibe. Esto constituye un proceso de
semiosis que exige, entre otras cosas, efectuar una selección previa de los
conocimientos del campo en el que se está trabajando.
Fijate en las definiciones de la palabra “entorno” que figuran en el drae:
1. Ambiente, lo que rodea // 2. Inform. Conjunto de condiciones ex-
trínsecas que necesita un sistema informático para funcionar (tipo de
programación, de proceso, características de las máquinas) // 3. Mat.
Conjunto de puntos vecinos a otro // 4. Pliegue que se hace a la ropa en
un borde.
Para la misma palabra existen cuatro acepciones diferentes, lo que nos
dice que la palabra entorno no tiene el mismo significado en contextos dis-
claves de la matemática 65
tintos, aunque tres de ellas parten de la idea de conjunto (la 3ra corresponde
al campo de la matemática).
Según Godino (2002: 9-19) el problema semántico es el que ocasiona
mayores inconvenientes en el aprendizaje de la matemática y entiende por
tal, el referido a la naturaleza de los conceptos y proposiciones matemáticas
y su adecuada ubicación en el contexto.
Observá el siguiente gráfico:
4.3 El lenguaje
claves de la matemática 67
- notaste que te faltaba el vocabulario preciso para expresar tus pensa-
mientos;
- te costó utilizar la simbología lógico-matemática;
- no interpretaste de manera adecuada los gráficos y/o esquemas presentados;
- consideraste excesivamente difícil la teoría de la materia;
- las preguntas te resultaron “poco claras”;
- hiciste bien todos los cálculos y no supiste responder correctamente
acerca de los conceptos involucrados en el ejercicio.
En muchos casos puede haberte fallado la comprensión de los conceptos
pero en otros, la comprensión del aspecto discursivo.
Para Chomsky (1983: 219)
Lenguaje
Términos, expresiones,
Componentes notaciones, gráficos. Componentes
prácticas. discursivas.
Praxis Logos
Situaciones problema. Conceptos, propiedades,
Acciones. argumentaciones.
claves de la matemática 69
4.5 Un breve acuerdo semántico
Coloquial
Simbólico Gráfico
o natural
{| x | = x ; si x ≥ 0
| x | = –x ; si x < 0
recibe el nombre de valor absoluto (o módulo) del número real x y su
notación es | x |.
Distinguimos en la definición, palabras (en castellano en este caso) y sím-
bolos propios de la matemática. Separémolos:
claves de la matemática 71
Al ubicarlos sobre la recta numérica, asociaste la condición de ser negati-
vo, con la izquierda y la de ser positivo, con la derecha (con respecto al 0, se
entiende). Cambiaste el registro en símbolos y en palabras por la represen-
tación gráfica. Representalos.
Pero en la definición precedente se utiliza la letra x. ¿A cuál de los tres
números representa x?
A cada uno de ellos y al mismo tiempo, a los tres. Luego con x indicamos
uno y cualquiera de los números reales. x es por lo tanto, una variable en este
caso, real.
¿Cómo leés la expresión x ≥ 0? Seguramente afirmaste que x es un nú-
mero positivo o cero (puedes decir “x es no negativo”). Pasaste del registro
simbólico al coloquial.
¿A cuáles de los números del ejemplo dado te estás refiriendo?
Bien, al 0 y al 5.
Traducí en palabras la expresión x< 0. El –4 del ejemplo dado es el núme-
ro que satisface esta desigualdad.
¿Qué significa la “condición” x ≥ 0 ⇒ | x | = x ?
Si el número es positivo o cero (no negativo), entonces su valor absoluto
es el mismo número. Pasamos nuevamente del registro simbólico al lengua-
je coloquial. Expresamos en palabras una condición dada en símbolos.
En virtud de lo anterior: | 5 | = ? (¿Cuál es el valor absoluto del número 5?)
Pasemos a la otra condición: x < 0 ⇒ | x | = –x. Para expresarlo con pa-
labras debés saber que –x indica opuesto de x. ¿Cuándo dos números son
opuestos? Este concepto debe ser “rescatado” de tu memoria a largo plazo.
Hacelo.
Para que controlés: Dos números reales son opuestos cuando difieren
sólo en su signo o bien: números opuestos son aquellos cuya suma es 0.
El opuesto de x se indica con –x.
Además, se utilizó el símbolo ⇒ ¿Qué significa? ¿Por qué palabra puede
reemplazarse? Es, efectivamente, el signo de implicación. Puede reempla-
zarse por entonces.
Si “tal cosa” entonces “tal otra”. Nuevamente, del símbolo a la palabra.
| –4 |=(¿Cuál es el valor absoluto del número –4?)
¿Podrías redactar una oración que definiera (sin utilizar símbolos, es de-
cir, en lenguaje coloquial) el valor absoluto de un número real? Supongo
que resultó algo así: el valor absoluto de cualquier número positivo o cero es
el mismo número; si el número es negativo, su valor absoluto es el número
opuesto.
X
0 –X ¿Esto está bien? Sí. Es correcto: x es negativo
–X
0 X Acá, x es positivo.
—¿Qué ves?
—Dos planos que se cortan entre sí.
—Bien. ¿Qué determinan al cortarse?
—Una recta.
—Pongamos letras a los entes geométricos
(los planos se indican por lo general con le-
tras del alfabeto griego).
—¿A qué plano pertenece la recta?
—A los dos.
claves de la matemática 73
El enunciado correspondiente a esta situación es el siguiente:
“Dos planos que se cortan (o interceptan) determinan una recta que per-
tenece a ambos”.
Si se hubiera partido del enunciado y no del dibujo, el trabajo de com-
prensión hubiera sido más lento porque la representación gráfica inicial ya
te “mostró” los planos. De lo contrario, deberías haberlos imaginado (hacer
una imagen mental previa) y luego pensar en el corte e identificarlo con el
objeto recta.
Completemos el dibujo.
¿Qué se ha trazado? f (b) s
f (c)
—La recta s que pasa por los pun- t
tos (a, f(a)) y (b, f(b)) y una recta t.
¿Cómo es la recta t con respecto a la
recta s? a c b
—Paralela. Simbólicamente: t//s
¿Existe una sola paralela a la recta s, que sea tangente a la curva?
—En el caso de este dibujo, sí.
¿Y si cambiás la curva? Probá.
Por eso se dice “existe al menos una recta tangente a la curva, que es para-
lela a la secante trazada” lo que implica la existencia al menos de un punto
como el c. El punto de tangencia es, en este caso, (c, f(c)). Pueden existir
otros; esto depende del dibujo.
Ahora bien: si t//s(usamos simbología por economía)⇒(necesariamente)
la pendiente de s es igual a la pendiente de t. Recurrimos al concepto de
pendiente y a la noción de derivada en un punto que teníamos guardado en
la memoria de largo plazo.
claves de la matemática 75
Lo anterior, en símbolos, se expresa como f(b) – f(a) = f'(c)
b–a
de donde resulta: f(b) – f(a) = f'(c) (b–a) , que es la tesis del teorema y que
podemos escribir con significado recién ahora.
El enunciado “surge” naturalmente en palabras (como el presentado al
comienzo) porque ahora se trata de expresar lo comprendido. Además, po-
drás aplicarlo a otros gráficos, con otras letras, con curvas distintas, es decir,
¡tendrás el conocimiento acabado del teorema!
Espero que hayas comprendido el papel que desempeña el lenguaje (en
sus tres registros) en el aprendizaje de la matemática: te permite construir
significados. ¡Lástima que a veces represente un obstáculo para aprender!
claves de la matemática 77
Para formalizar un lenguaje, en primer lugar hay que dominar el lenguaje
natural ya que sobre él deben efectuarse los convenios.
Un lenguaje formalizado es el resultado de agregar al lenguaje natural
símbolos y reglas específicas. El lenguaje lógico-matemático es un excelente
modelo de formalización.
¿Qué es un símbolo? El drae define el símbolo como la “representación
perceptible de la realidad en virtud de rasgos que se asocian con ésta por una
convención socialmente aceptada”. La acepción matemática expresa: “letra
o figura que representa un número, variable o cualquier ente”.
Vamos a aclarar esto. Con la afirmación “son representaciones percepti-
bles de la realidad” (aunque se refieran a entes abstractos) se quiere manifes-
tar que son estímulos visuales: se ven.
Ejemplos: los símbolos ∆ π ∑ representan “algo” en determinado contex-
to. Un triángulo o la letra griega delta (mayúscula); el número irracional pi
o la letra griega pi; una sumatoria o la sigma mayúscula del alfabeto griego.
“De acuerdo con una convención socialmente aceptada” significa admiti-
da por la comunidad, en este caso, por la comunidad matemática.
Nuestra mente “capta” las ideas (aunque sea en forma incompleta); re-
presenta el concepto atendiendo a sus rasgos característicos por medio de
un símbolo y elabora un concepto personal (significado) el cual deberá ser
“ajustado” a lo que constituye un conocimiento institucionalizado.
Vamos a repasar el lenguaje de los símbolos matemáticos. He conside-
rado los más utilizados en un curso básico de Cálculo. Podés consultar
http://es.wikipedia.org/wiki/notación si querés completar las siguientes
tablas. Sé que los conocés pero no está de más recordarlos.
Lógica de predicados
símbolo nombre se lee se usa
∀ Cuantificador “para todo…”; Anteponiéndolo a una variable:
universal “para cualquier…”
∃ Cuantificador “existe al menos Anteponiéndolo a una variable:
existencial un…”
claves de la matemática 79
Los símbolos anteriores suelen acompañarse de los siguientes:
Lógica proposicional
símbolo nombre se lee se usa
⇒ Implicación mate- “implica”; “por lo tanto” Entre dos proposiciones
rial o condicional “entonces” Si p1 ⇒ p2
⇔ Bicondicional o “si y sólo si” Entre dos proposiciones que
implicación doble se implican mutuamente
p1 ⇔ p2 (si p1 entonces p2 y
además, si p2 entonces p1).
∧ Conjunción lógica “y” Entre dos proposiciones
copulativa p1 ∧ p2 (p1 y p2 se cumplen
simultáneamente).
∨ Disyunción lógica “o” Entre dos proposiciones
inclusiva p1 ∨ p2
(puede cumplirse una o la
otra o ambas).
¬ Negación lógica “no” Antepuesta a una propo-
sición.
¬ p1 (niega a p1).
Teoría de conjuntos
símbolo nombre se lee se usa
{} Delimitador de “el conjunto de” Encerrando los elementos de un
conjunto conjunto sea éste definido por
extensión o por comprensión.
ø Conjunto vacío “conjunto vacío” o Solo
“sin elementos”
∈ Símbolo de “pertenece a” Entre un elemento y un conjunto
pertenencia x ∈C.
∉ No pertenencia “no pertenece a” Entre elemento y conjunto. x ∉C
Excluye a x del conjunto C
∪ Unión Unión Entre dos conjuntos. A ∪ B.
Todos los elementos de A y todos
los elementos de B (incluidos los
comunes).
La tabla continúa en página siguiente »
Conjuntos numéricos
símbolo nombre hace referencia a
N Conjunto de los números naturales {1,2,3,4,5,6,7,....}
N₀ Conjunto de los números naturales {0,1,2,3,4,5,6,....}
con el cero incluido
Z Conjunto de los números enteros {....-5,-4,-3,-2,-1,0, 1,2,3,4....}
Q Conjunto de los números racionales p
{ q: p, q ∈ Z; q ≠ 0 }
R Conjunto de los números reales Q ∪ {irracionales}
C Conjunto de los números complejos {a + bi ; a,b ∈R}
Orden
símbolo se lee se usa
> “mayor que” Entre dos números. a > b
≥ “mayor que o igual a” Entre dos números. a ≥ b
“no menor que” Admite la posibilidad de que “a” sea igual a “b”.
< “menor que” Entre dos números. a < b
≤ “menor que o igual a” Entre dos números. a ≤ b
“no mayor que” Admite la posibilidad de que “a” sea igual a “b”.
claves de la matemática 81
Otros símbolos importantes
símbolo nombre significado
π Pi Razón de la longitud de una circunferencia a
su diámetro.
b Sigma Sumatoria de elementos desde “a” hasta “b”.
∑
a
claves de la matemática 83
- para plantear las ramificaciones hay que categorizar en importancia las
distintas partes de la información;
- las conexiones deben guardar la lógica de los enunciados;
- hay que tratar de sintetizar en pocas palabras (o símbolos) los distintos
aspectos del tema;
- a mayor profundización sobre el contenido corresponde una arboriza-
ción más extensa.
Pero estoy segura de que nunca te detuviste a pensar de dónde salen las
palabras curva, creciente, convexa, abscisa y ordenada.
Bien: curva viene del griego hurtos que significa encorvado, doblado;
creciente proviene del latín crescere (aumentar); convexa viene del latín con-
vexus (llevar a cuestas); abscisa viene del latín abscindere (separar, cortar) y
ordenada, del griego orthia (recto y hacia arriba) de manera que la consigna
dada sería, en lenguaje natural: “dibujá un trazo doblado que indique que la
función representada aumenta a medida que nos desplazamos hacia la dere-
cha, en forma encorvada, en un sistema formado por una recta que divide al
plano en dos semiplanos y otra perpendicular orientada hacia arriba”
Los términos específicos de la matemática simplifican las oraciones
¡cuando se conocen los significados de cada palabra utilizada!
Continuemos con la etimología.
claves de la matemática 85
¿Por qué a esta figura se la llama pirámide?
Porque la palabra viene del griego pyros
que significa fuego y su forma “recuerda” una
pira (hoguera).
claves de la matemática 87
expresión idioma significado concepto u
objeto
in+cognoscere latín No conocido
Upotesis griego Fundamento, suposición
iso+skelos griego De piernas iguales
Limen griego Umbral, puerta
logos+arithmos griego Relación entre números
mono+nomê griego Una sola parte
multus+plous latín Muchas veces mayor
para + ballo griego Arrojar
Paralellos+epipedon griego Paralelos + superficies
Radix griego Principio, origen
Regula latín Norma
Controlá los términos “descubiertos” con los que figuran a continuación.
Adyacente-apotema-asíntota-alterno-binomio-circunferencia-cono-constante-convexo-
cúspide-demostrar-diagonal-diedro-distancia-ecuación-eje-esfera-exponente-finito-
hipérbola-hipotenusa-incógnita-hipótesis-isósceles-límite-logaritmo-monomio-múltiplo-
parábola-paralelepípedo-raíz-regla.
SÍNTESIS
¿Comprendés ahora la importancia del lenguaje?
Como no somos máquinas no basta con los símbolos para hacernos comprender
por los demás, pero tampoco es suficiente, en la ciencia, expresar los conceptos solo
con la palabra. El conocimiento matemático involucra ambos aspectos y exige su
dominio.
Este capítulo trata de la relación entre los tres registros del lenguaje matemático:
el coloquial, el simbólico y el gráfico.
¡Es realmente impresionante verificar que sabemos con certeza lo que los térmi-
nos encierran! La etimología nos facilita la comprensión. Por eso me pareció impor-
tante incluir algunas palabras del acervo matemático para desafiar tu curiosidad. La
idea es que el tema te atrape e investigués por tu cuenta.
Por otro lado, el lenguaje gráfico, ensamblado con lo anterior –a través de diagra-
mas, esquemas, barras, sectores, poligonales, tortas o burbujas– te permite sinteti-
zar, ordenar los contenidos para comprender y mostrar de manera amigable deter-
minada información.
claves de la matemática 89
Expresamos con y = f(x) + k a la fun-
ción original aumentada en una constante
y = f(x) k, siendo k un número real. Gráficamen-
te, k indica un desplazamiento vertical de
la curva ya que cada una de las ordenadas
de sus puntos ha sido incrementada en k
unidades.
k<0 k>0
k>0 f(x)
k<0
Obviamente, si k=0, la gráfica “se queda” donde estaba (el vértice es, en
este caso, un punto del eje de abscisas). Lo importante es asociar el signo de
k con el sentido del desplazamiento: k>0 indica hacia “arriba”; k<0 indica
hacia “abajo”. La referencia es el eje x.
- Representá en un mismo sistema de ejes coordenados las rectas y = x ,
y = x+2 , y = x–3 empleando el criterio de desplazamiento vertical.
f(x)
k<0 k>0
claves de la matemática 91
El trazo de la gráfica que se encon-
f(x) traba en el semiplano superior “baja”
-f(x)
simétricamente con respecto al eje
de abscisas; el trazo del semiplano
inferior, sube.
f(x)
f –1(x)
5.2 Reciprocidad
claves de la matemática 93
5.3 Valor absoluto
Dado que el valor absoluto de un número solo puede ser positivo o cero,
todo trozo de la f(x) que esté en el semiplano inferior con respecto al eje x,
se refleja y “pasa” al semiplano superior.
Fíjate en la siguiente gráfica. Corresponde a la función y = –x 3 –1 que
toma valores positivos, negativos y cero.
y = f(x)
La función Valor Absoluto aplica-
da a f(x) “transforma” todos los valo-
res negativos en positivos mientras
que las ordenadas positivas o nulas
permanecen invariables.
5.4.1 Exponencial
a>0
y = ax con
{
a≠1
El dominio de la función
seno es el conjunto de los nú-
meros reales.
1
Apliquemos reciprocidad para hallar cosec x = sen x
(teniendo en cuenta que para aquellos valores de la variable para los cuales
el seno se anule, no existirá la función cosecante).
claves de la matemática 95
Compará esta gráfica con la del
seno. Cuando éste crece, la cosecante
decrece; cuando el seno disminuye,
la cosecante aumenta su valor.
Las asíntotas de la cosecante co-
rresponden a los ceros de la función
seno.
Ahora pasemos a la función inversa del seno. Se indica con arcsen x (arco
o ángulo cuyo seno es x) o bien sen–1 x. La gráfica se encuentra por simetría
de la del seno, con respecto a la recta y = x
{
Dtangente= ℜ – (2n – 1) π }
2
Dcotangente = ¿?
y = |(x+1)3 |
Finalmente, la gráfica de
y = ln |(x+1)3| tiene el siguiente
aspecto:
claves de la matemática 97
Como ves, no es difícil. Probá representando la función y=2x–2+1 de
acuerdo con lo expresado cuando repasamos el tema de la traslación de
gráficas.
¿Obtuviste algo así?
SÍNTESIS
Uno de los aspectos del lenguaje matemático es el gráfico. La experiencia me indi-
ca que un breve repaso de las operaciones gráficas elementales no es superfluo para
quienes han encontrado dificultades en su camino hacia el conocimiento matemático.
Los desplazamientos verticales y laterales de las curvas que representan las fun-
ciones y las simetrías de las mismas con respecto a los ejes coordenados o a la bisec-
triz de primer y tercer cuadrante permiten dibujar con solvencia cuando se entiende
qué es lo que expresa una determinada relación algebraica.
Se efectuó el tratamiento del valor absoluto de una función combinando la defini-
ción de valor absoluto con su interpretación gráfica para hacerla más comprensible.
Finalmente se consideraron algunas funciones trascendentes (las más emplea-
das comúnmente) haciendo surgir de sus representaciones, las funciones recíprocas
y las inversas.
claves de la matemática 99
Si no has logrado aprender la asignatura, es posible que el problema ra-
dique en la forma en que “estudiás”, ya que voluntad has tenido –según se
desprende de tu afirmación–. Puede ser que tu manera de encarar el estudio
de la matemática no sea la adecuada. Para decirlo sin eufemismos: es pro-
bable que no sepas estudiar matemática, que no hayas encontrado el canal
propicio para aprenderla.
No creo necesario abundar en consideraciones acerca de las numerosas
teorías de aprendizaje existentes –lo que excedería mi propósito– pero sí
mencionar que tanto las teorías de procesamiento de la información (Ausu-
bel) como las teorías constructivistas (Piaget, Vigostky) destacan la impor-
tancia que tienen en el aprendizaje, los conocimientos previos.
Dicen que entre un periodista y Albert Einstein se desarrolló el siguiente
diálogo:
Periodista: ¿me puede explicar la ley de la relatividad?
A. E: ¿Me puede explicar Ud. como se fríe un huevo?
Periodista: Pues, sí. Sí que puedo.
A. E: Bueno, pues hágalo, pero imaginando que yo no sé lo que es un
huevo ni una sartén ni el aceite ni el fuego.
Creo que estas palabras resumen todo lo que desearía decirte acerca de
los conocimientos previos. Espero que la genialidad de Einstein logre con-
vencerte de que no es posible construir conocimientos si no se dispone de
una base sólida. ¿Cómo podríamos llegar a entender lo que es un campo
escalar, su profundidad, su extensión si no hubiéramos aprendido qué es
una función escalar, su dominio y su imagen; o una derivada parcial, si no
tuviéramos los conocimientos anteriores de campo escalar y técnicas de de-
rivación; o una serie numérica, si careciéramos del concepto de sucesión; o
una integral definida si nunca hubiéramos hablado de partición de un inter-
valo, de sucesiones monótonas contiguas, de límites de las sumatorias?
Para implicarte en el aprendizaje debés, en primer lugar, “querer apren-
der” ya que si no percibís la matemática como algo significativo en tu vida,
seguramente decidirás que no vale la pena aprenderla y los esfuerzos reali-
zados desde “el exterior” resultarán estériles.
El aprender conlleva un compromiso personal y voluntario tendiente a
la adquisición de un saber que te permita interpretar, plantear y resolver los
problemas que se te presenten.
La memorización te permite retener lo que previamente has comprendi-
do: los símbolos matemáticos y lógicos, las fórmulas elementales, los proce-
dimientos y propiedades, los artificios algebraicos requeridos para efectuar
Recepción de Separación
una impresión intelectual de
a través de los las cualidades
sentidos. de un objeto.
Propiedades Representación
mental
Prisma Cuerpo geométrico. Bases: polígonos
(Espacio tridimens.) Caras: paralelogramos
Paralelogramos
b. Abstracción
Buscamos las cualidades del objeto a definir: las bases de los prismas son
polígonos “iguales” (observá las figuras que los representan) y sus caras la-
terales, son paralelogramos, es decir, cuadriláteros que tienen sus pares de
lados opuestos paralelos.
c. Generalización
Seleccionamos, dentro del conjunto de prismas, aquellos que satisfagan
la condición de tener por bases, también paralelogramos. Ahora podemos
definir:
Todo prisma cuyas bases sean paralelogra- P Éste además, es rectángulo
mos recibe el nombre de paralelepípedo.
caras bases
Cuadrilátero cuyos paralelogramo
lados opuestos
son paralelos.
¿Cuáles son los conceptos previos requeridos para entender esta defini-
ción? Mencionalos.
Se introduce acá un nuevo término: infinitésimo que proviene de infinitesi-
mal. ¿Lo asociás con valores “pequeños” o “enormes”? Si contestaste “peque-
ños” lo estás interpretando, es decir, le estás atribuyendo un significado en el
contexto matemático (valores muy pequeños de la función). Lo dotaste de
sentido lo que no significa que ya lo “sepas”. Para ello, debés ser capaz de gra-
ficar algunas funciones que satisfagan la condición requerida: los que tomen
valores muy “pequeños” cuando la variable x se aproxime al número a.
Prueba de comprensión: dibujá dos sistemas de ejes cartesianos ortogo-
nales y representá en ellos sendas funciones infinitesimales para x muy cer-
cano al número 2 (por ejemplo).
Si hubieras memorizado la definición de infinitésimo sin haberla com-
prendido no tendrías un conocimiento nuevo y como lo que no se posee no
se puede utilizar, el esfuerzo de memoria realizado para retener la definición
no te permitiría transferirla a nuevas situaciones.
6.1.2 Propiedades
Una propiedad es un atributo o cualidad esencial de algo. Son estructuras
lingüísticas que indican cómo proceder en determinada situación. Las pro-
piedades pueden utilizarse para avanzar en el razonamiento o bien para re-
troceder, aunque algunas reglas son bidireccionales.
6.1.3 Teoremas
Los teoremas son proposiciones lógicamente demostrables a partir de
axiomas (o de otros teoremas que hayan sido demostrados anteriormen-
te), mediante reglas de inferencia aceptadas. Aclaremos lo expresado: una
proposición es un conjunto de palabras con sentido completo; es una ora-
ción, por lo tanto posee sujeto y predicado.
Un axioma es una proposición tan clara y evidente, que se admite sin
necesidad de demostración. También se los llama postulados y constitu-
yen principios matemáticos fundamentales sobre los cuales se construye la
hipótesis tesis
Dibujá ahora una curva que satisfaga las condiciones de la hipótesis y decidí cómo
llamarla. Colocá letras al intervalo que hayas considerado y escribí simbólicamente la
hipótesis y la tesis sin olvidarte de emplear el cuantificador existencial (∃).
La tesis afirma la existencia de al menos un punto interior para el cual la derivada
de la función se anula. Escribí simbólicamente la tesis y comenzá a pensar qué signi-
fica, desde el punto de vista geométrico, lo subrayado.
Ahora voy a crear yo una curva que represente una función g(x); a los extremos
del intervalo los llamaré a y b y al punto intermedio h.
a. Las preguntas
Leé la siguiente pregunta: ¿Qué valores tienen las componentes del vec-
tor gradiente de un campo escalar z en el punto (x0 , y0 ) de su dominio, si en
dicho punto el campo presenta un mínimo relativo?
Obviamente se parte de que el alumno sabe qué es un campo escalar, su
dominio, lo que es un mínimo relativo y qué es el gradiente. No obstante,
la experiencia me dice que la interrogación al comienzo dificulta (o por lo
menos retarda) la comprensión del problema.
Cambiemos la pregunta colocando la interrogación al final.
Si en el punto (x0 , y0 ) del dominio del campo escalar z = f(x, y), éste al-
canza un mínimo relativo, ¿qué valores tienen las componentes del vector
gradiente en dicho punto?
En este caso, los datos, que se dan al principio, te conducen al rescate de
los conocimientos requeridos y luego, en forma natural, a la respuesta.
en palabras en símbolos
Es el conjunto de todos los valores rea- Df = {x ∈ ℜ/f(x) = y;y ∈ ℜ}
les que puede tomar la variable x para los
cuales la función f(x) existe, es decir, es un
número real.
“El valor de la función es el mayor de todos los valores para cualquier valor de la va-
en el punto a que toma la función riable independiente en todo
el dominio de la función”.
f(a) f (a) > f (x) ∀x/x ∈ Df
Primera clasificación
Extremos
Máximos Mínimos
Segunda clasificación
Extremos
Absolutos Relativos
Se los define en Se los define en un
todo el dominio entorno del punto
o en un intervalo
cerrado
Tercera clasificación
Extremos
Absolutos Relativos
En Df o intervalo En entorno de
cerrado un punto
(1) El máximo relativo de una función f(x) (en sentido amplio) es el valor Mr tal
que para todos los puntos del entorno considerado, la función asuma valores que
sean “no mayor” que Mr”.
SÍNTESIS
Este capítulo fue escrito con el propósito de mostrarte una manera –no la única– de
encarar el estudio de algunas cuestiones fundamentales de la matemática formaliza-
da: comprensión de conceptos, propiedades, teoremas y resolución de problemas.
La idea es inducirte a que efectúes la vinculación entre los tres registros del lenguaje
matemático para construir un conocimiento útil y transferible.
El lugar que elijas para estudiar, las condiciones anímicas adecuadas para hacerlo,
la indiscutible importancia de los conocimientos previos y la necesaria formación
del hábito de estudio son algunos de los temas que he considerado conveniente in-
cluir en la obra.
A modo de ejemplo, para ajustar la propuesta de estudio que subyace en el desa-
rrollo del libro, incorporé uno de los contenidos básicos del cálculo: extremos de
una función escalar.
Documentos electrónicos
república argentina
diciembre
2011