Egipto
Egipto
Egipto
Tiene monumentos de milenios de antigüedad ubicados junto al fértil valle del río Nilo, incluidas
las colosales pirámides de Guiza y la Gran Esfinge, al igual que las tumbas del Valle de los Reyes y
el Templo de Karnak bordeado de jeroglíficos en Luxor. En la capital, El Cairo, hay monumentos
otomanos, como la mezquita de Muhammad Alí y el Museo Egipcio, un tesoro de antigüedades.
Capital: El Cairo
El Antiguo Egipto o Egipto antiguo fue una civilización de la Antigüedad que se originó a lo largo
del cauce medio y bajo del río Nilo y cuya historia abarca más de tres milenios. Es considerado una
de las cunas de la civilización.12 El nombre original del país, especialmente durante el Imperio
antiguo, fue Kemet (Km.t), ‘tierra negra’, por el color del limo fertilizante que cubría durante la
regular inundación anual el valle que se encuentra a orillas del río Nilo, en oposición a Deshret
(dsr.t, ‘tierra roja’), por la arena del desierto del Sahara, que cubre la mayor parte del territorio
egipcio.
El área del Antiguo Egipto ha variado a lo largo de los siglos, pero en general se acepta que
abarcaba desde el delta del Nilo en el norte, hasta Elefantina, en la primera catarata del Nilo, en el
sur. Además controlaba el desierto oriental, la línea costera del mar Rojo, la península del Sinaí, y
un gran territorio occidental dominando los dispersos oasis. Históricamente, estaba formado por
el Alto y el Bajo Egipto, al sur y al norte respectivamente, los cuales precedieron a la creación de
un estado unificado. En su período de mayor expansión controló los reinos amorreos de Palestina
y el norte de Siria, llegando hasta el Éufrates medio, y las jefaturas nubias del Sudán, hasta el Jebel
Barkal, en la cuarta catarata del Nilo. Ejerció una importante influencia cultural entre los pueblos
vecinos e incluso en regiones tan alejadas como Chipre, la costa de Anatolia y la península
helénica.
La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3500 años. Comenzó con la unificación de
algunas ciudades del valle del Nilo,3 alrededor del año 3200 a. C.,4 y convencionalmente se da por
finalizada en el año 31 a. C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico,
el cual desapareció como Estado.5 Este acontecimiento no representó el primer período de
dominación extranjera en Egipto, pero condujo a una transformación gradual en la vida política y
religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo independiente de su identidad cultural.
Ésta,sin embargo, había comenzado a diluirse paulatinamente tras las conquistas de los persas
(siglo vi a. C.) y los macedonios (siglo iv a. C.), especialmente durante el período de los Ptolomeos.
Tras la expansión del cristianismo entre los egipcios, Justiniano I prohibió en 535 el culto a la diosa
Isis en el templo de File, lo cual terminó con una religión vigente durante más de cuatro milenios.
No obstante, el idioma egipcio —llamado copto— siguió utilizándose, escrito en un alfabeto
derivado del griego, y los egipcios se identificaron plenamente con el cristianismo, en especial con
la doctrina monofisita. Surgió entonces una literatura copta, de carácter cristiano, que recogía
mitos, costumbres y creencias de la antigua religión tradicional. La desaparición del copto y su
sustitución por el árabe, en el marco de la islamización del país después de su conquista, supuso el
final definitivo de los últimos restos del Antiguo Egipto.
Egipto tiene una combinación única de características geográficas, situado en el África nororiental
y confinada por Libia, Sudán y los mares Rojo y Mediterráneo. El río Nilo fue la clave para el éxito
de la civilización egipcia, ya que permitía el aprovechamiento de los recursos y ofrecía una
significativa ventaja sobre otros oponentes: el limo fértil depositado a lo largo de los bancos del
Nilo tras las inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de agricultura
menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la población para dedicar más tiempo y recursos
al desarrollo cultural, tecnológico y artístico.
Los muchos logros de los egipcios incluyen la extracción minera, la topografía y las técnicas de
construcción que facilitaron el levantamiento de monumentales pirámides, templos y obeliscos,
unos procedimientos matemáticos, una práctica médica eficaz, métodos de riego y técnicas de
producción agrícola, las primeras naves conocidas,8 la tecnología del vidrio y de la fayenza, las
nuevas formas de la literatura y el tratado de paz más antiguo conocido, firmado con los hititas.9
Egipto dejó un legado duradero, su arte y arquitectura fueron ampliamente copiados, y sus
antigüedades se llevaron a los rincones más lejanos del mundo. Sus ruinas monumentales han
inspirado la imaginación de los viajeros y escritores desde hace siglos. Un nuevo respeto por las
antigüedades y excavaciones en la época moderna han llevado a la investigación científica de la
civilización egipcia y a una mayor apreciación de su legado cultural.10
Ubicación geográfica
El territorio del Antiguo Egipto estaba constituido por el Delta y en la Luna fértil , una estrecha y
larga franja en el noreste de África; un territorio fértil de menos de 60 kilómetros de ancho y 1200
kilómetros de largo, flanqueado en gran parte por el desierto del Sáhara. El Nilo es uno de los
mayores cursos fluviales del mundo. Nace en el África centrooriental (en los lagos Victoria Nyanza,
Alberto Nyanza y Tana) y desemboca en el mar Mediterráneo conformando el delta del Nilo.
La geografía del Antiguo Egipto es muy significativa e influyó mucho en su cultura. Egipto está
situado en el noreste de África y está muy aislado de otros países por su situación geográfica. Sus
límites son: por el oeste el desierto de Libia; por el este del mar Rojo y el desierto de Arabia; por el
norte el mar Mediterráneo y por el sur el macizo de Etiopía y el desierto de Nubia. Ese medio
natural circundante limitaba los contactos con el exterior, permitiendo que una cultura original se
desarrollara con menos influencias que otras civilizaciones.
Desarrollo
La obtención de una cronología exacta del Antiguo Egipto es una tarea compleja. Existen diversos
criterios de datación entre egiptólogos, con divergencias de algunos años en los últimos períodos,
de décadas al principio del Imperio Nuevo y de casi un siglo durante el Reino Antiguo (véase:
Cronología del Antiguo Egipto).
El primer problema surge por el hecho de que los egipcios no utilizaron un sistema de datación
homogéneo: no tenían un concepto de una era similar al Anno Domini, o la costumbre de nombrar
los años, como en Mesopotamia (véase Limmu). Databan con referencia a los reinados de los
diversos faraones, solapando posiblemente los interregnos y las épocas de corregencia. Un
problema añadido surge al comparar las distintas Listas Reales de faraones, pues están
incompletas o con datos contradictorios, incluso en el mismo texto. Las obras del mejor
historiador antiguo sobre Egipto, Manetón, se perdieron y solo las conocemos a través de
epítomes de escritores posteriores como Flavio Josefo, Eusebio de Cesarea, Sexto Julio Africano o
el monje Jorge Sincelo. Desafortunadamente las fechas de algunos reinados varían de uno a otro
autor.
A lo largo del Nilo, en el XI milenio a. C., una cultura de recolectores de grano había sido sustituida
por otra de cazadores, pescadores y recolectores que usaban herramientas de piedra. Los estudios
también indican asentamientos humanos en el sudoeste de Egipto, cerca de la frontera con Sudán,
antes del 8000 a. C. La evidencia geológica y estudios climatológicos sugieren que los cambios del
clima, alrededor del 8000 a. C., comenzaron a desecar las tierras de caza y pastoreo de Egipto,
conformándose paulatinamente el desierto del Sáhara. Las tribus de la región tendieron a
agruparse cerca del río, en donde surgieron pequeños poblados que desarrollaron una economía
agrícola. Hay evidencias de pastoreo y del cultivo de cereales en el este del Sáhara en el VII milenio
a. C.
Alrededor del 6000 a. C., ya había aparecido en el valle del Nilo la agricultura organizada y la
construcción de grandes poblados. Al mismo tiempo, en el sudoeste se dedicaban a la ganadería y
también construían. El mortero de cal se usaba ya en el 4000 a. C. Es el denominado periodo
predinástico, que empieza con la cultura de Naqada.
Entre el 5500 y el 3100 a. C., durante el Predinástico, los asentamientos pequeños prosperaron a
lo largo del Nilo. En el 3300 a. C., momentos antes de la primera dinastía, Egipto estaba dividido en
dos reinos, conocidos como Alto Egipto (Ta Shemau) y Bajo Egipto (Ta Mehu).11 La frontera entre
ambos se situaba en la actual zona de El Cairo, al sur del delta del Nilo.
La historia de Egipto, como Estado unificado, comienza alrededor del 3050 a. C. con Menes
(Narmer), que unificó el Alto y el Bajo Egipto y fue su primer rey. La cultura y costumbres egipcias
fueron notablemente estables y apenas variaron en casi 3000 años, incluyendo religión, expresión
artística, arquitectura y estructura social.