Marco Teorico Posiciones Amamantar

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Marco Teórico

Todos los niños y niñas tienen derecho a una buena nutrición. Alimentar a los
bebés sólo con leche materna en sus primeros seis meses de vida contribuye a
disminuir de manera significativa la desnutrición y la mortalidad infantil. Después
del sexto mes y hasta los dos años, la leche materna debe ser complementada
con alimentos que sean adecuados a la edad del niño o niña.
Los bebés amamantados crecen más sanos, más inteligentes y más estables
emocionalmente en virtud del vínculo afectivo que se establece entre la madre y el
hijo. Pero la lactancia materna no solamente es responsabilidad de las madres. La
lactancia materna es un compromiso de toda la familia, del personal de salud, de
los empleadores, de los medios de comunicación y de la sociedad en general.
A pesar de las convincentes pruebas científicas que demuestran que la lactancia
materna tiene muchos beneficios, cada vez menos madres dan de lactar a sus
hijos.
Un infante que no ha sido alimentado de manera adecuada en los dos primeros
años de su vida puede padecer desnutrición crónica, será mucho más vulnerable
frente a las enfermedades, y puede tener retraso en el aprendizaje…Todo esto se
traducirá en menos oportunidades de desarrollo en la vida. Es necesario
sensibilizar a las mujeres embarazadas, las madres de recién nacidos y las
familias sobre las ventajas de la lactancia materna, orientarles sobre técnicas
correctas para dar de lactar, ofrecerles consejos sobre cómo tratar las dificultades
que puedan surgir en el periodo del amamantamiento y por último, dar información
acerca de la alimentación de los niños y niñas después del sexto mes de vida
La leche materna es el alimento ideal para un bebé. Contiene todos los elementos
nutritivos que necesita para su crecimiento y desarrollo, así como las sustancias
que lo protegen contra infecciones y alergias. La cantidad y calidad de la leche
materna es suficiente, por lo que no es necesario que se le des otros alimentos
como agua, té o jugos, antes de los seis meses. Los bebés amamantados tienen
menos probabilidades de desarrollar obesidad tanto en la infancia como en la
época adulta. La alimentación con leche materna debe iniciarse inmediatamente al
nacer, si no hay algún impedimento médico, cada bebé va marcando su frecuencia
de alimentación de acuerdo a su necesidad. Debe amamantarse cuando lo pida, y
durante el tiempo que lo requiera, es lo que se llama alimentación a libre
demanda. Recuerda que los signos tempranos de hambre son: movimientos
rápidos de los ojos, chupeteo, se lleva la mano a la boca, abre su boca en
búsqueda del pecho, se pone inquieto y los signos tardíos son que se agita, llora y
se pone colorado.
La leche materna, es el mejor y único alimento que una madre puede ofrecer a su
hijo o hija tan pronto nace, porque proporciona los nutrientes necesarios para
lograr un crecimiento y desarrollo adecuado, es decir contiene los nutrientes
perfectos en calidad y cantidad, que son fácil digestión y absorción, disminuye el
riesgo de enfermedades prevalentes en la infancia como: diarreas, asma,
neumonía, alergias, entre otras. Disminuye el riesgo de desnutrición. Reduce de
1.5 a 5 veces el riesgo de muerte súbita (Heyman, Jody, et al, 2013) Contiene los
nutrientes necesarios para su óptimo crecimiento.
Ventajas para el niño o niña durante los primeros 2 años: El cerebro humano
se desarrolla casi completamente en los primeros 2 años de vida. La leche
materna favorece su desarrollo y le da al niño o niña el alimento que necesita para
estar bien nutrido. La leche materna contiene los aminoácidos que necesita el
normal desarrollo del cerebro. También los protege contra las infecciones y
enfermedades. No hay ningún alimento más completo que la leche de la madre
para que un niño o niña crezca protegida, inteligente, despierta y llena de vida. Por
eso, la leche materna es importante durante los primeros años.
Ventajas para la madre: • La placenta sale con más facilidad y rápidamente • La
hemorragia es menor. Disminuye el riesgo de anemia • La matriz recupera
rápidamente su tamaño normal • La madre tendrá pechos menos congestionados
cuando baje la leche • La leche baja más rápido dentro de los primeros días
cuando el niño o niña mama desde que nace • La madre no tendrá fiebre con la
bajada de la leche • Las mujeres que amamantan a sus hijos o hijas tienen menos
riesgo de cáncer en el seno o en los ovarios • Durante los primeros 6 meses
después del parto, las madres tienen menos riesgo de otro embarazo si no les ha
vuelto la regla y si el niño no recibe con frecuencia otra cosa que la leche de la
madre durante el día y la noche • La lactancia facilita e incrementa el amor de la
madre a su hijo o hija.
Ventajas para la familia: Dar de mamar ayuda a que la familia sea más feliz y
unida porque: • hay menos preocupaciones debido a que los niños o niñas se
enferman menos • al no comprar otras leches, biberones, chupones y combustible
el dinero de la familia se utiliza mejor • el marido aprecia la contribución que hace
la mujer cuando amamanta a su hijo o hija • los otros niños o niñas de la familia
aprenden lo importante que es amamantar a un bebé • protege la inteligencia y el
crecimiento normal de su hijo o hija
Como colocar al niño o niña al pecho: La madre sostiene el pecho con los
dedos formando una “C”. La madre coloca la cara del niño o niña mirándole el
pecho. Si el niño o niña no abre la boca la madre le roza los labios con el pezón
para que la abra.
Cuando el niño o niña abre la boca la madre lo acerca al pecho debe tomar
completamente una buena parte de la areola.
La barriga del niño o niña debe estar pegada contra la barriga de la madre y la
cabeza, la nuca y la espalda del bebé están en línea recta sostenidas por el brazo
de la madre.
Posiciones para amamantar bien:
Lo importante es que la madre esté cómoda. La buena posición ayuda a mantener
una buena producción de leche, evita el cansancio y que se le lastimen los
pezones, si es una madre primeriza, es posible que amamantar a su recién nacido
le parezca complicado hasta que tenga algo de práctica. Pero un poco de
preparación puede ayudarla a sentirse más cómoda.

Antes de comenzar a amamantar, deberá observarse el entorno. A muchas


madres les gusta sentarse en una mecedora o en un sillón acogedor con
apoyabrazos. Los escabeles y los almohadones pueden ofrecer más comodidad
(puede probar almohadones especiales para amamantar o los almohadones con
apoyabrazos para amamantar en la cama).

Para amamantar o alzar al bebé, también es importante encontrar una posición


cómoda para los dos. Estas son algunas de las posiciones para amantar al bebé:

La posición de cuna

Esta es la primera posición que muchas madres utilizan, con frecuencia poco
después del nacimiento del bebé. Para comenzar, sujete al bebé entre los brazos,
con la cabeza apoyada en el pliegue del brazo y la nariz del bebé frente al pezón.
Use la mano para sujetar las nalgas del bebé. Gire al bebé de costado, para que el
abdomen del bebé esté en contacto con el suyo. Después, alce al bebé hasta su
pecho. Puede sostenerse el pecho con la otra mano.

Beneficios de la Posición de Cuna:

La posición de cuna cruzada: Una variación de la posición de cuna, la posición


de cuna cruzada o posición atravesada involucra la misma posición, excepto que
usted apoya a su bebé sobre el brazo opuesto al seno que utiliza. En esta
posición, su mano apoya el cuello y espalda alta de su bebé, en lugar de sus
glúteos y sus glúteos se apoyan en el arco de su brazo o en la almohada sobre su
regazo. Nuevamente, gire el cuerpo de su bebé para que quede frente a usted y
su boca esté alineada con su pezón. Esta es una buena posición para un bebé
que tiene dificultad para agarrarse al pecho, debido a que usted puede guiar con
más facilidad su cabeza hacia una mejor posición al sostener la parte de atrás de
su cuello entre su pulgar y sus dedos.

Beneficios de la posición Cruzada: La posición de cuna cruzada le permite tener


más control sobre la prensión del bebé (la forma en la que el bebé agarra el pecho
con la boca). Muchas mamás descubren que pueden lograr que el bebé se agarre
mejor con esta posición.
La posición acostada de lado: Esta posición es cómoda para las madres que
han tenido una cesárea porque el bebé no presiona sobre el abdomen de la
madre. Asegúrese de volver a poner al bebé en la cuna o el moisés antes de
quedarse dormida.

Comience por recostarse de costado con el bebé a su lado mirando hacia usted.
Debe colocar al bebé de tal manera que la nariz le quede frente al pezón. Use el
antebrazo para sujetar la espalda del bebé o coloque una manta enrollada detrás
del bebé para ayudar a acomodar al niño cerca suyo y use el brazo para
sostenerse la cabeza. Puede sujetar el pecho con la otra mano.

Beneficios de la posición acostada de lado:

La posición inclinada hacia atrás: Esta posición saca partido a las respuestas
biológicas que ocurren cuando el bebé se encuentra piel con piel con su madre en
una posición boca abajo (prona). A esta posición a veces se le llama la posición
australiana (baja debajo). La madre se encuentra semirreclinada en su espalda,
con el bebe sobre su estómago (estómago contra estómago). Esta posición es
muy útil para las padres que sufren de un reflejo de eyección hiperactivo o de
suministro abundante de leche materna.

La posición de lado, afianzamiento o pelota de fútbol


Muchas mujeres que están amamantando consideran que la posición de
afianzamiento, también conocida como la posición de la pelota de fútbol, es una
posición más fácil de mantener, particularmente para aquellas que dieron a luz por
medio de una cesárea, ya que mantiene el peso del bebé fuera de la incisión
abdominal. La posición de afianzamiento también puede ser útil para las madres
de gemelos, ya que un bebé se puede amamantar de un lado; para las mujeres
con senos grandes o pezones planos, ya que la madre puede ver ambos pezones
y la boca de su bebé y controla fácilmente la cabeza del bebé; y también para los
bebés prematuros. En una posición de afianzamiento, su bebé se sostiene de
forma similar a como usted lo colocaría en una bolsa de mano afianzada bajo su
brazo o una bola de fútbol afianzada cerca de su cuerpo.

Para alimentar a su bebé en esta posición, colóquelo al lado suyo; del lado del
seno que usará, con su cabeza cerca de su seno. Acomode su cuerpo contra su
lado, debajo de su brazo. Su antebrazo debería apoyar la espalda alta del bebé y
su mano y dedos deberían apoyar los hombros, cuello y cabeza del bebé. Sus
piernas se estirarán contra usted o, si está en una silla, puede descansar sus
glúteos contra la espalda de la silla y el ángulo de sus piernas estirado.
Finalmente, al colocar una almohada bajo su codo para apoyo, mantenga la
cabeza de su bebé a nivel con su seno.

Reclinada o recostada
Puede darse cuenta que alimentar a su bebé en una posición reclinada, en lugar
de sentado, permite una relajación más agradable. Amamantarlo mientras está
recostada ayuda particularmente si fue sometida a una cesárea o si se siente
cansada o incómoda en los días posteriores al parto. Para hacerlo, recuéstese
sobre un lado con una o más almohadas detrás de su espalda y debajo de su
cabeza para apoyo. (Una almohada entre sus rodillas puede hacer que se sienta
más cómoda). Mantenga su espalda y caderas lo más rectas posible. Sostenga a
su bebé cerca de un lado para que tenga su boca frente a usted y usted tenga su
brazo alrededor. Apoye su seno con su otra mano mientras guía a su bebé más
cerca con el brazo con el que lo sostiene.

Una ventaja de esta posición es que no tendrá que levantarse para volver a
acomodar a su bebé en el otro seno. Simplemente coloque una almohada debajo
de él para elevarlo hasta que esté paralelo con la parte superior de su seno y
recuéstese alejada para que él alcance su seno. O bien, si prefiere, abrácelo
contra su pecho, páselo a su otro lado y, vuelva a colocarlo. Puede apoyar a su
bebé al colocar una almohada o una manta enrollada detrás de su espalda, de
este modo tendrá apoyo para su brazo.

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