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Enero: 1925
DE HISTORIA Y ANTIGÜEDADES
ORonno De ífl flcfloemifl nflcionflc oe h it s o r ih
DIRECTOR, REDACTORES,
EDUARDO POSADA LUIS AUGUSTO CUERVO
ROBERTO CORTAZAR
Bogotá—República de Colombia
ARC51V0 DE DÜDIflS
NUEVO REINO DE GRANADA, CÉDULAS REALES DESDE EL 20 DE
DICIEMBRE DE 1536 HASTA EL 22 DE MAYO 1581
( Continuación).
52— 1550. Julio 16. Carta ai presidente y oidores de la real
audiencia de Santafé. Inserta la que escribió a Pedro Briceño.
Que hagan guardar y cumplir las nuevas leyes, especialmente
en lo que hace al buen tratamiento que se ha de dar a los natura
les para su conversión. El oficio de contador que ha quedado va
cante por muerte de Mercado, hase llenado con Cristóbal de San
Miguel, que ha marchado parí Santafé.
53— '550. Agosto 12. Presidente y oidores, etc. Que vean la
carta que se inserta, donde declara la orden que se ha de tener en
oír pleitos sobre indios, y la guarden y cumplan con la nueva
declaración. Como han alargado mucho los pleitos de indios, inser
ta la real orden, de 20 de octubre de 1545, que dice cuales causas
deberán ir directamente a su conocimiento, y manda se demande
justicia en la audiencia, antes de ir al consejo. Cuando se remitan
presos al consejo, han de ir las partes citadas.
54— 155°. Octubre 19. Carta a la audiencia, sobre los libros
de Sepúlveda. Ha sido informada su majestad que el doctor Se-
púlveda ha hecho nuevamente la suma de un libro, «que trata so
bre cosas tocantes a las nuestras Indias ........... y lo ha hecho
imprimir fuera de nuestros reinos,» y como dichas cosas no deben
tratarse, ni publicarse sin previa licencia, manda averiguar qué
personas tienen alguno o algunos de dichos libros, los descomisen
y los manden todos al real consejo.
55— <55°. Valladolid, octubre 26. El licenciado Sorita, oidor
de la audiencia de la isla Española, fue enviado a las provincias
del Nuevo Reino y a las de Santa Marta y Cartagena, a tomar resi
dencia a Miguel Diez de Armendáriz y a sus tenientes y oficiales,
y como por la calidad de su persona, es justo que sea honrado y
favorecido por el tiempo que allí estuviese tomando la residencia,
xiv—37
578 BOLETÍN DE HISTORIA Y ANTIGÜEDADES
mos indios sepan qué es lo que han de dar a los oficiales reales y
a las personas a quienes estuviesen encomendados. De la relación
que haga la audiencia dejará en cada pueblo un ejemplar firmado
en poder del cacique, explicándole su contenido por medio de
intérprete. Otro ejemplar se dará a la persona encargada de co
brar los derechos. En el tributo que impongan tendrán en vista
que el indio quede con facilidad de alimentar su familia, de casar
y dotar sus hijos, de curarse las enfermedades y de atender a otras
necesidades. En todo caso habrán de tratarlos de suerte que más
bien enriquezcan que empobrezcan, para que vengan a su obedien
cia en condiciones iguales a los demás súbditos de sus reinos.
61— 1551. Valladolid, junio 8. Visorreyes, presidentes y oido
res. Instruye la cédula sobre tasación de indios, que para bien de
los naturales manda se practique como ya se ha hecho en Nueva
España para impedir que los encomenderos cobren más ttibutos
de los que debieran. Este ha de ser inferior a lo que pagaban a
sus antiguos caciques para mejor atraerlos (lo demás, como en la
anterior). Mientras se hacen las tasaciones se debe seguir cobran
do en la forma indicada, de modo que los naturales más bien en
riquezcan que empobrezcan.
62— 1551. Julio 20. Al presidente y oidores de la real au
diencia del Nuevo Reino, sobre lo de la tasación de ios pueblos
de indios de aquella tierra, y poner clérigos y religiosos en ellos y
sobre otras cosas. En el Nuevo Reino aún no se ha efectuado la
tasación de los impuestos que los indios han de pagar, ni se ha
puesto cuidado en instruirlos en las cosas de la fe, y la mayor parte
de los naturales están sin bautizar. Y esto no se ha hecho, no obs
tante las muchas cédulas, cartas y leyes que sobre ello se han dic
tado, con lo cual se da mal ejemplo. Todo español que tenga en
comienda de indios que paguen tributo, está en la obligación de
poner un religioso en el pueblo que le está encomendado para que
instruya a los indios en la fe y les proporcione los sacramentos.
Recomienda de nuevo que se haga la tasación y se tome nota en
dos libros, uno de los cuales se colocará en el arca de las tres lla
ves de los oficiales reales, y en ellos se pondrá el fundamento de
la tasación’que se ha hecho.
63— <551. Agosto 8. Presidente y oidores de la audiencia
del Nuevo Reino de Granada. Que provean como en todos los
pueblos de los indios de aquellos reinos que están sujetos a su
majestad se quiten luego de los pueblos que tuvieren y ordene
que de aquí adelante no se hagan sacrificios, y que si habiéndose
hecho la prohibición y pregonada y publicada y habiéndolo en
tendido fueren contra ello, castigúeseles a los que lo hicieren, y
que hecho esto guarden las premisas que aquí van insertas. Mu
chos indios en ese reino han seguido en sus idolatrías y hacen
sacrificios y tienen sus templos en cuevas y otros lugares. Si des
pués de publicada la orden para que no vuelvan a sus cultos,
algunos recomenzaren, han de castigarles. En cuanto a lo de los
tributos, inserta la orden de 8 de junio (véase número 60), y en
580 BOLETÍN DE HISTORIA Y ANTIGÜEDADES
misma, en que le dice que muchas personas casadas pasan por allí
con su mujer e hijos al Perú, que si muere la mujer quedan con
cuatro o más hijos entre ellos algunas doncellas. Como las licen
cias que llevan van con el aditamento de que pasen juntos, pierden
la gracia, y quedan muchas gentes perdidas y en esas tierras aca
ban por morir. Puede dejar pasar a todos los que por esta causa
han quedado allí, sin obstáculo, aunque hayan perdido el padre y
la madre. Si los hijos quedan solos, podrán pasar con algún deudo,
previa su licencia. No obstante esta carta ha sabido Su Majestad
que Sancho Clavijo no ha dejado pasar a varias personas. En
adelante a todos los que fuesen casados y llevasen sus* mujeres
al Perú o a los que tengan licencia de Su Majestad o de sus ofi
ciales reales de la casa de Contratación de Sevilla, apenas lleguen
a esa provincia, los dejen pasar sin ponerles impedimento ni obs
táculo. Si algunos estuvieren en esas tierras, en esas condiciones,
que los deje pasar.
75— 1553. Madrid, enero 20. Al gobernador de Castilla del
Oro. Se inserta una carta dirigida a Sancho Clavijo en que le
decía que el obispo de ésa, fray Pablo de Torres y sus oficiales, se
entrometían en llevar los bienes y herencias de los clérigos que
mueren en esa provincia, ab intestato, no sólo de los que allí per
manecían, sino de los que iban de tránsito para el Perú; que se
sabe que llevó de un clérigo que estaba en ésa 6,000 castellanos y
algunos esclavos, y de otros, más de 6,000 castellanos; que como
los oficiales reales quisieron inventariar estos bienes, fueron ame
nazados con censuras y excomuniones. Manda que tanto él como
el obispo informen sobre la manera como estas cosas han sido
hechas y porqué se ha procedido de esa manera, para poder pro
veer
76— 1553. Abril 17. Presidente y oidores del Nuevo Reino
de Granada. Que vean la cédula, que dice va inserta, la cual de
clara la orden de enviar los casados que estuvieron sin sus muje
res y las lleven a estos reinos a hacer vida con ellas. Recuerda la
cédula que mandó dar a Miguel Diez Armendáriz, gobernador
que fue de ese reino, para que los hombres casados que vivían
sin sus mujeres, con gran ofensa de Dios y perjuicio para la
colonia, fuesen por ellas en el término de dos años (cédula de
17 de octubre de 1544). Marcos Salvador, vecino.de Tunja, tiene
su mujer en Albacete, y no quiere hacer vida común con ella. Or
dena que lo manden en ’el primer navio que salga. Con este
motivo repite la cédula.
77 " I553- Abril 24. Presidente y oidores del Nuevo Reino
de Granada. Sobre los pasajeros que han de usar oficios. Varios
oficiales han partido de España para esos reinos con recomen
dación especial de la casa de Contratación de Sevilla. Si no ejercie
sen sus oficios en esa tierra se les debe sacar de ella por su cuen
ta, perdiendo las fianzas que dejaron depositadas.
78—1553. Mayo 13. Presidente y oidores del Nuevo Reino
de Granada. Que envíen relación de la forma que han tenido en
ARCHIVO DE INDIAS 583
I* DE JULIO
15 de j u l io
15 DE SEPTIEMBRE
(Sesión pública).
El Secretario lee el informe sobre las labores de la Academia
durante el año.
Toman posesión de sus puestos los nuevos dignatarios, señores
Monsalve y Otero.
Se le da al doctor Marroquín el diploma de miembro de nú
mero, y pronuncian él y el señor Restrepo Mejía los discursos del
caso.
3 DE NOVIEMBRE
15 DE NOVIEMBRE
IDE DICIEMBRE
(Sesión pública).
El secretario lee el parte detallado de la batalla de Ayacu
cho firmado por el general Sucre y la proclama que éste dio des
pués de la victoria.
El señor Monsalve hace una exposición sobre la influencia de
Bolívar en aquella campaña y en esa jornada decisiva.
El señor García Ortiz pronuncia un discurso relativo a algu
nas cartas del general Córdoba que posee originales y que aún
están inéditas.
El señor Cortés Vargas lee un capítulo de su libro Partie ¿pa
sión dt Colombia en ¡a libertad del Perú.
DISCURSO DEL SEÑOR MONSALVE 601
una deuda de gratitud tanto mayor cuanto son escasos mis perso
nales merecimientos. Acepto agradecido el honor que hacéis al
nombre que llevo.
Vengo a ocupar la vacante producida por la desaparición de
un varón ilustre que dejó honda huella y gratísimo recuerdo entre
nosotros.
Fue don Rufino Gutiérrez, hijo del cantor de la Montaña, del
más poeta de nuestros poetas bucólicos, cuyo nombre pronuncia
mos todos con respeto cariñoso, porque al recordar sus estrofas
«con olor de helécho» que aprendimos en la infancia, nos parece
perci bir y
Como un eco lejano de otro tiempo
Como un vago recuerdo de ventura.
dos (i). Podría formarse además una larga lista de los miembros
del clero que encabezaron o siguieron el movimiento emancipa
dor en Nueva Granada; y nadie ignora los hechos de Pey, de Ro
sillo, de Estévez, de Padilla, de Caicedo y Flórez, y aun de aque
llos que como el canónigo Guerra fueron en un principio opuestos
al movimiento, para convertirse más tarde en entusiastas partida
rios de la causa americana y en admiradores del Libertador.
«El clero de la Nueva Granada, dice el doctor Nicolás Gar
cía Zamudio (2), fue sin lugar a duda decidido partidario de la
independencia. Pruébalo en lo relativo a Tunja la presencia en sus
asambleas de numerosos sacerdotes; la Constitución del 9 de di
ciembre la firman más de veinte eclesiásticos; en cuanto al acta
de 1813, encontramos entre otras la firma del célebre dominicano
fray Ignacio Mariño.»
Refiere en sus memorias el abanderado de Nariño en Pasto
que al llegar el precursor a Popayán después del triunfo de Cali-
bío, con un ejército compuesto de soldados desnudos, descalzos,
faltos totalmente de fuerzas por las fatigas anteriores y porque ha
cía tres días que no comían, convocó a todas las personas acomo
dadas de Popayán y les hizo presente la necesidad de que cada
uno, según sus facultades, contribuyese con alguna suma para los
gastos de la expedición a Pasto. «Yo montaba guardia ese días
dice aquel testigo, y presencié todo lo que pasó en la junta. Fue
ron ofreciendo todos diferentes cantidades, según lo que calculaban
que podrían dar. Todos los eclesiásticos contribuyeron espontá
neamente, y los que no tenían dinero llevaron candeleros, platos,
jarros y aun vinajeras, frontales y otras cosas de plata, todo lo cual
fue fundido y reducido a dinero en la casa de moneda» (3).
La orden de Santo Domingo se distinguió por su patriotismo
en aquella época.
En enero de 1815 pidió a dicha comunidad el ciudadano José
Acebedo Gómez, comandante general y jefe político del distrito,
un préstamo voluntario a nombre del gobierno para atender a las
urgentes necesidades de la guerra de la independencia.
El muy reverendo padre prior fray Miguel Garnica reunió en
su celda a los padres de consulta, «quienes determinaron unifor
memente, como consta en documento que he tenido a la vista,
resignar en las manos del gobierno general todos cuantos haberes
posee la comunidad en común y en particular, hasta las personas
de cada uno de ¡os religiosos del convento, y remitir el dinero y
alhajas que existen en el depósito para que se ponga todo a dispo
sición del gobierno general de las Provincias Unidas, y sin la ca
lidad de rédito. Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá está
(1) J J. Orti», l. c
xiv—39
610 BOLETÍN DE HISTORIA Y ANTIGÜEDADES
Señores académicos:
El discurso que acabamos de oír comprueba el acierto que
tuvisteis al dar una silla en esta Academia al sabio y patriota
presbítero que lleva la sangre y el mismo nombre de nuestro
ilustre fundador.
Si el interesante libro Marjoqu.n de que es autor nues
tro nuevo colega, no nos hubiese revelado al historiador impar-
cia), sagaz y laborioso, de estilo tan claro, como conviene a este
género de trabajos, y a la vez tan sencillamente elegante, como es
propio de la cultura de buen gusto, libro que se deja leer con de
licia, este discurso por sí solo lo habría hecho acreedor al doctor
Marroquín al puesto que acaba de ocuparen la Academia, vacante
por la muerte de aquel gran patriota y fecundo historiógrafo que
fue don Rufino Gutiérrez.
Nuestra corporación está satisfecha y hasta orgullosa de la
adquisición que acaba de hrcer. Trae a día el doctor Marroquín,
además de su ilustración general y especial en historia de Co
lombia, el prestigio de su apellido y la honorabilidad de su ca
rácter sacerdotal. Es función patriótica y propia de todas las aca
demias, por ser corporaciones guardadoras de la tradición, con
servar, fomentar y enaltecer el mérito de aquellas familias cuyos
miembros han dado gloria a la patria con sus hechos o con su
pluma, mientras el fuego de vida ’ altísima se conserve en ellas; y
así vemos repetirse en la española los apellidos de Villens, Pidal,
Fernández Guerra y otros muchos. Este de Marroquín es merití-
simo para nuestra Academia, porque es el de su fundador y el de
aquel ilustre miembro suyo, don Lorenzo, cuya muerte privó ines
peradamente a la patria de uno de sus más vigorosos talentos y
amenos escritores.
A la par del mérito de una gloriosa tradición, el doctor Ma-
rroqín aporta a la Academia el título aún más ilustre de sacerdote
católico. El viene a prolongar la rica y numerosa serie de historia
dores eclesiásticos, a quienes debemos principalmente el tener
noticias ciertas y detalladas del descubrimiento, la conquista y la
DISCURSO DEL SEÑOR RESTREPO MEJÍA 619
IDFORÍDES DE COÍDISIODES
i
*
deñores académioos:
El señor Gregorio Lozano Londoño fue propuesto para aca
démico correspondiente en una de las sesiones anteriores, y sobre
su personalidad me toca el honor de rendir el informe de) caso.
Hace más de sesenta años que el señor Londoño está ausente
del país, pero ni el tiempo ni la distancia han sido parte a amino
rar su intenso cariño por la patria colombiana En los periódicos
del Perú figuran muchos escritos de su bien tajada pluma, destina
dos a hacer conocer a Colombia y a enaltecer las glorias de sus
héroes, rememorando hechos culminantes de nuestra historia. A
pesar de su avanzada edad no desmaya el señor Lozano en su no
ble tarea, y con frecuencia publica artículos, para llevarla a cabo,
inspirados en auténticos sentimientos de patriotismo. No pasa un
20 de julio sin que aparezcan en los diarios de Lima trabajos del
señor Lozano para celebrar la clásica fecha, en que demuestra los
progresos de la nación y hace cuanto puede para mantener vivo el
amor a Colombia en el corazón de sus hijos ausentes. A la cabeza
de la colonia colombiana en Lima visita en el aniversario patrio
nuestra Legación, y allí, con frases entusiastas, hace el recuento de
nuestras glorias; así el señor Lozano propaga la historia nacional,
no sólo por medio de la pluma, sino también por la palabra.
Lo expuesto es suficiente para demostrar que el señor Lozano
merece ser admitido como académico correspondiente, tanto por
sus dotes de cultivador de la historia como por su amor a la tierra
que le vio nacer, y en tal virtud tengo el honor de proponeros:
Admítese como académico correspondiente al señor don
Gregorio Lozano Londoño, ciudadano colombiano residente en
Lima.
Señores académicos, vuestra comisión.
Eduardo Restrepo Sáens
Bogotá, i.e de marzo de 1924.
n
CANDIDATURA OTERO D?COSTA
111
CANDIDATURA BEJARANO
Señores académicos:
a;51aCadémÍF° corresPondiente don Jorge Ricardo Bejarano
«r»nd^PrOPi Para ocuPar e’ sillón de miembro de número,
vacante por la muerte del sefior don Simón Chaux, y sobre esa can-
b ™¡;“o h f h,Tr de r^d"ei
de nimíik b- de aca^emico Bejarano es bien conocido como el
recuerdo dX C“'Vvador de U historía- V‘vo duda en el
recuerdo de los aquí presentes su discurso pronunciado en la sesión
INFORMES DE COMISIONES 631
LBTBNDAS HISTÓRICAS
Sefiorea académicos:
Tengo el honor de informaros acerca del compendio de la
historia de la literatura colombiana, escrito por nuestro socio co
rrespondiente don B. Matos Hurtado.
Como lo indica su autor, este trabajo está destinado para el
uso de las escuelas y colegios de la República; y se basa, para la
literatura de la época colonial, en la obra irremplazable de Verga-
ra y Vergara que, a pesar de las deficiencias propias de la época
en que se compuso, y de la ya lejana fecha de su publicación,
continúa siendo la piedra angular de nuestra historia literaria.
Para los tiempos posteriores, el sefior Matos Hurtado declara
haberse servido de los estudios nacionales y extranjeros, casi todo*
fragmentarios, que se han publicado sobre la materia.
Peio no se ha limitado el sefior Matos Hurtado a extractar
escritos ajenos, sino que ha puesto a contribución sus copiosas
lecturas de autores nacionales; y presenta la materia de acuerdo
con un plan que consulta las necesidades de la enseflanza.
Pudiera quizá observarse, desde el punto de vista didáctico,
que en una obra destinada a las escuelas, no debe haber prodiga
lidad en la cita de autores secundarios. Pero por otro lado, habría
sido lástima que el autor hubiera dejado perder muchas curiosas
noticias relativas a escritores poco conocidos o ya olvidados y que,
sin embargo, tienen derecho a ocupar un sitio, por modesto que
sea, en la historia literaria de su patria.
Procede el autor con parsimonia, en sus juicios literarios, en
los cuales demuestra un criterio ilustrado, casi siempre justo y
benévolo. Su información es extensa, aun cuando acepta, como
pasa siempre en estos casos, complemento y rectificación en cier
tos puntos. Por ejemplo y sin salir de las primeras páginas, el
sefior Matos tiene ahora que agregar un libro nuevo a la bibliogra
fía de Castellanos. El Discurso del capitán Francisco Diaquc; y por
lo que se refiere a la especie, conservada tradicionalmente, de que
un manuscrito de Quesada se perdió entre los papeles del doctor
Plaza, convendría que el sefior Matos tuviera en cuenta lo que
apunta nuestro colega don Enrique Otero D’Acosta en su excelen
te y erudita monografía sobre los escritos del fundador de Bogotá.
b o l e t ín d e h is t o r ia y a n t ig ü e d a d e s
PROPosición
La Academia Nacional de Historia resuelve manifestar ai con
greso que como el 20 de julio, que antes era hora de tregua para
los partidos y se veía en él fraternizar los más encarnados adver
sarios ante los recuerdos patrióticos, se ha vuelto, con la reunión
del congiesc, un dia político, convendría designar otra fecha para
la instalación del cuerpo legislativo. Este se había reunido siem
pre en nuestro país en los primeros meses del año, y fue desde
1886 cuando se designó el aniversario nacional para esto. Ahora en
tal cuando las gentes se preocupan más de los candidatos a la pre
sidencia de las cámaras, que de los patriotas que nos dieron inde
pendencia. La juventud corre a presenciar estas elecciones y a las
manifestaciones tumultuarias más bien que a los espectáculos en
memoria de los proceres. Los periódicos suelen publicar los retra
tos de caudillos del día, más o menos ilustres, en vez de las imá
genes de los mártires de nuestra gloriosa epopeya. Y así otros
detalles que larga sería la enumeración.
Por todo esto fuera acertado que se reformara la constitución
señalando el i.° de febrero para la inauguración del congreso y el
i.° de abril para la posesión del presidente de la República. Fue
esta última fecha la que se tuvo para tal acto desde 1871 hasta
1886.
Mueve a la Academia de Historia a hacer esta indicación,
que parece extraña a sus tareas, el deseo de que las efemérides de
la patria sean celebradas sin un átomo de odios ni de enemistades*
en atmósfera serena y con todo el brillo y entusiasmo de otras
épocas.
Y no se mencionan otros inconvenientes, como lo inclemente
de la estación en el mes de julio para los que viven en climas cáli
dos, por ser esto sí tal vez ajeno a la índole de sus labores.
Posada
Octubre i
SELLOS DE CORREOS 637
SELLOS DE CORREOS
¿Cuándo se emitieron en Colombia los primeros sedos de
correo? Los filatelistas parece que no tienen datos precisos so
bre esto.
En la memoria que el secretario de Hacienda, señor Núñez,
presentó al congreso de 1857, se indica así la conveniencia de
este servicio:
<E1 sistema de estampas y del pago anticipado del porte es
el sistema hoy en usz> en los países que deben servirnos de modelo
en esta materia. Es lógico, porque propen de a exigir directamente
la paga dei que pide el servicio; es económico, porque evita la
conducción gratuita de cartas que, cuando no se sacan en el lugar
de su destino, son pérdida neta para el tesoro; y hacen, por últi
mo, innecesaria la práctica de las combustiones, indispensable en
el orden de cosas actual, pero que tiene muchos inconvenientes y
peligros, si se considera el respeto religioso que se debe al sello de
una carta.»
Don Ignacio Gutiérrez, sucesor del señor Núñez, se expresó
asi en la memoria del año* siguiente:
^Repetidas veces se ha manifestado al congreso la conve
niencia de que desaparezca la correspondencia a debe, y mi prede
cesor propuso la de adoptar el sistema de estampillas, que, al
mismo tiempo que es cómodo para el comercio, es de muy fácil
administración y consulta la más pronta celeridad en el despacho
de las oficinas, dividiendo las operaciones y la contabilidad, del
cobro del porte y del número y giro de las cartas. Esta medida
podría quizá combinarse con la del papel sellado, haciendo de
ambas una sola renta que prestasen un mismo servicio.»
La ley de 27 de abril de 1859, orgánica de correos, dispuso
en su artículo 25 que la recaudación de los portes de correspon
dencia e impresos podría hacerse por el sistema de estampillas, y
el poder ejecutivo dictó, tres meses después, un laborioso decreto
sobre correos. Este dice en su artículo 99: «La recaudación de los
portes de la correspondencia e impresos en su caso se hará por
medio de estampillas, cuya fabricación se contratará por la secre
taría de Hacienda, con una persona de reconocida probidad, y
tendrán la forma, dimensiones y dibujos e inscripciones que se
determinen, tomándose cuantas precauciones sean necesarias para
evitar la falsificación.» Y en su artículo roo: «Se emitirán estampi
llas por valores de $ o-c2|, $ 0-05, $ 0-10 y $ 0-20, y de $ 1, y
para cada valor se empleará tinta de un color diferente» (i).
El contrato se celebiócon el señor Celestino Martínez, el 24
de julio, quien se obliga en él «a preparar las estampillas con
arreglo a la ley y decreto citados, a satisfacción del director de