Guía Lápices Acuarelables IIIM
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Utilizar un papel de acuarela, el cual debe fijarse a la mesa con cinta de papel para que no se
ondule al entrar en contacto con el agua. (Proceso similar al utilizado en la pintura a la acuarela).
Los lápices se pueden utilizar de punta para líneas o de costado para rellenar.
Si con el pincel mojado con agua, lo deslizamos sobre la punta del Lápiz de Color
Acuarelable, se logra «cargar» el pelo con color, pudiendo después pintar
directamente con el pincel sobre la superficie.
Lijado:
Con una lija de grano fino, frotamos la punta del lápiz acuarelable. Este polvo, los utilizamos
LICEO EXPERIMENTAL ARTÍSTICO DE SANTIAGO
DEPARTAMENTO DE ARTES VISUALES
MENCIÓN DISEÑO
PROFESOR ESTELA PERNÍA
espolvoreado en las zonas que deseemos dar color. Después, con el pincel húmedo, disolvemos este
polvo.
Lijado Mixto:
Siguiendo el procedimiento anterior, pero utilizando varios colores para conseguir una gama de mezclas
amplia.
La mina de los lápices de colores convencionales está formulada o bien a base cera, o bien a base de
aceite. Sobre esta base se incluyen pigmentos y tintes
que aportan el color. En los lápices acuarelables se
utilizan compuestos especiales que son solubles en
agua (la cera y el aceite no lo son).
Es recomendable que apostemos siempre por papel de acuarela. Un buen truco es fijarlo a la mesa con
cinta de papel para que no se ondule al entrar en contacto con el agua.
Cuando queramos trazar líneas utilizaremos la punta del lápiz mientras que para rellenar es mejor que
los usemos de costado para cubrir una mayor superficie.
No utilices demasiada presión cuando estés trabajando en seco, de esta forma evitarás que se queden
restos de pigmento seco en el trazado.
Por lo general, las técnicas con lápices acuarelables se diferencian por la cantidad de agua que
utilicemos y el momento en el que lo incorporemos. Estas son algunas de las ideas que puedes probar
en casa.
Realiza una aguada: Consiste en rayar una zona del papel con el lápiz acuarelable. Después la
humedecemos utilizando un pincel, cuanto más enérgico sea el
gesto y mayor cantidad de agua usemos más desaparecerá el
trazo y más homogéneo será el color.
Dibuja sobre una aguada: Haz un garabato sobre el resultado
de la primera técnica mientras todavía esté húmedo. Decántate
por tonos similares para reforzar su intensidad.
Crea texturas sobre papel mojado: Humedece primero el
papel con una esponja y pasa después el lápiz. Trabaja con
diferentes presiones para un efecto más o menos difuminado.
Juega con capas de color: Colorea haciendo un zigzag en el
papel combinando diferentes tonos claros y oscuros y combínalas
después utilizando un pincel ligeramente humedecido.
Trabaja sobre mojado y remata el resultado en seco.
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