AAVV-El Mundo Contemporaneo-Frag Cap 4
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I.A CON IO KM A CIO N 1)1 I, MUNDO CON I I'.MI’OKANI.O
(lo joh n Stiiart Mili, quien, ¡¡or inlliijo de la primera, pul)lie(') en 1869 el texto En definitiva, la nación es un instrumento de la conciencia histórica y de la con
eaiKuiieo del liberalism o raeionalista sobre la igualdad, On Suhjectimi ofWomen, ciencia política, y el nacionalismo es su forma ideológica, cuya diversidad galvani
para expliear que “ el principio que regula las relaciones entre los sex o s-la subordi- za, acaso porque es contradictoria y ambivalente. Por eso resulta más preciso ajus
nacic'ni legal de la m ujer- es errtuieo en sí m ism o” y dem ostrar que tal subordina- tarnos a la explicación de su devenir histórico para com prender sus contenidos y
ci(')n ni es racional ni genera más felicidad, por más que se base en la costumbre. La vinculaci()n con el funcionamiento del P.stado. En efecto, la nacuin históricamente
mujer, por tanto, estaba definida artificialmente por el hombre, según J.S . Mili, al surge com o concepto inseparable del Pistado liberal. Contra las relaciones políti
haberla recluido en la esfera de lo privado v dom éstico y haberla educado para ese cas feudales basadas en la subordinación personal y contra la fragmentación jurídi
ámbito desde su mismo nacimiento. Proponía la solución de la educación, lógica ca de la diversidad de señoríos y vasallajes, la pareja conceptual Ii,stado-nación
para el ideario liberal. cobijaba la racionalidad del capitalism o emergente y la precisión del espacio para
Kstas ideas de igualdad humana radical tuvieron influencia sobre todo en las el pacto social y político.
clases medias, pero la realidad de las mujeres trabajadoras amplió la resonancia El absolutism o de la Edad M oderna concentraba poder sobre un territorio,
-social de sem ejantes exigencias, sobre todo al converger con los planteamientos de pero su legitimaci(ín seguía siendo personal, en torno del rey, y además religiosa.
los sindicalistas socialistas. Ya en la década de 1870 surgieron en Estados Unidos y La supuesta racionalización política que acometieron las dinastías absolutistas sólo
Círan Bretaña sindicatos femeninos y se llegó en 1889 a la constitución de la Liga buscó su afianzamiento, y no la articulación de un nuevo orden estatal. Este llegó
de Sindicatos de M ujeres, federación de cuantos sindicatos las admitían, táctica con la síntesis de lo natural o nacional con lo político o estatal, al hacerse coincidir
para vencer la resistencia masculina a la sindicalizacion de la mujer. Esa misma el populns con la natioy nacer de tal ensam blaje la teoría del P.stado nacional sobe
federación y táctica organizativa se alcanzó en Estados U nidos en 1903, poco des rano. Era la nueva conceptualización jurídica sobre la que Locke, M ontesquieu y
pués en Suecia, mientras destacaron mujeres teóricas dentro de la II Internacional Kant teorizaron tanto el contrato y el consenso social, com o la separación de po
socialista, com o Clara Zetkin, quien tom ó la teoría de Auguste Bebel de la eman deres y el estado de derecho, respectivamente. lal doctrina da soporte al Estado
cipación de la m ujer para integrarla como parte de la lucha del proletariado contra liberal que, al ser indefectiblemente nacional, expandía su carácter revolucionario
el capitalismo. De hecho intentó en la década de 1880 organizar una Internacional a los distintos ámbitos de la sociedad. D e hecho adquirió rango de concepto cien
Socialista de M ujeres, pero no lo logró hasta 1907 como Conferencia de M ujeres tífico, y como tal pretendía no sólo representar a toda la nación sino hom ogenei-
dentro de la II Internacional. En este sentido, fue el Partido Socialdem ócrata ale zar su funcionamiento y administración en aras de la eficacia y de la felicidad para
mán el que tuvo una sección de mujeres con una cifra de afiliadas que en vísperas el máximo posible de ciudadanos.
de la Primera Guerra M undial casi llegaba a las doscientas mil. Eue el movimiento Así, cabe entender el proceso de centralización com o tarea nacionalizadorá,
de mujeres socialistas más importante del mundo, pero también había desde prin esto es, de administración única de los asuntos públicos de manera racional para
cipios de siglo secciones de mujeres en los partidos socialistas de la Internacional, organizar y elevar el nivel de la riqueza nacional. Era, sin duda, la primera vez en la
en Inglaterra, Austria, P'rancia, Hungría, Bohemia, N oruega, Suecia, Rusia... historia que se presentaba como realizable para todo un pueblo la emancipación
El colofón a la lucha por la igualdad de la mujer en esta época lo pusieron las de la pobreza y la ignorancia, porque los nuevos Estados liberales, aunque estuvie
sufragistas británicas, que protagonizaron la década inicial del siglo XX con activi sen controlados por los propietarios, sin em bargo proclamaban un bienestar y un
dades que tuvieron, gracias a la prensa gráfica, una repercusión internacional a la progreso colectivos que no dejaron de influir en amplios sectores de la población.
que cabe atribuir, sin duda, la expansión de sus ideas en el resto de los países. Las Llegados así a la segunda mitad del siglo XVIII, aparecen perfiladas las dos grandes
imágenes de los mítines de mujeres, algo inédito en la historia, o de las sufragistas elaboraciones del concepto de nación, la liberal-contractual y la romántico-esen-
detenidas por policías o por sesudos varones, o sus ocupaciones de calles y sabota cialista. El concepto político contractual era la nación revolucionaria que el abate
jes de com ercios y espacios públicos, no sólo radicalizaron la vida política británica Sieyés (1789) hizo famosa en su definición: “Un cuerpo de socios que viven bajo
sino que dieron la vuelta al mundo. Lograrían el voto en 1928. Antes lo habían una ley común y representada por la misma legislatura . Se trataba de la unión de
conquistado la mujer soviética con la revolución de 1917, aunque sólo de forma voluntades en una asociación libre, fundada en la identidad de derechos, en la
teórica, y la norteamericana con efectividad real desde 1920, gracias a la enmienda adhesión a los principios del contrato social y en la democracia. La patria eran los
diecinueve de la Constitución, tras el precedente de W yom ing de 1890. derechos del hombre; lo importante era el concepto de ciudadano y por eso el
acceso a la nacionalidad era de libre elección. Se trataba de un nacionalismo con
7iíiciofi(ilis7fios. de i?Hpulso T€vohicion¿ivto íl COÜVtíldu TCíiccioTiíiviu horizonte cosm opolita. L a nación así concebida legitimaba, en consecuencia, un
F.stado radicalmente nuevo que sólo respondía a la voluntad nacional. N o es m o
El nacionalismo es una realidad histórica de contenidos políticos e ideológicos mento de recordar cóm o este proceso se fraguó en primer lugar en I lolanda e
cuyos contornos teóricos son de casi imposible precisicín porque en cada autor se Inglaterra, pero sí traer a cuento que el aldabonazo decisivo ocurrió,al surgir por
perfilan distintos, y cada pueblo los ha acoplado a coyunturas y conflictos dispares. primera vez una nación, no de la noche de los tiempos de la historia, sino como
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expresión ele la libertad, atributo racional y universal que establecía para las colo Fue la eclosión de fuerzas nacionales larvadas y, por eso, cuando se habla de 1848
nias no un destino “inglés” sino humano. Así ocurría con el nacionalismo norte como “ primavera de los pueblos”, como hace Eric Hobsbawm (1997b), se hace
am ericano, basado en principios racionales y generales, sin mirar ai pasado, con la referencia tanto al protagonism o de las masas en la política de sus países com o a la
conciencia de poseer un presente y un futuro comunes. Este nacionalismo del aparición histórica de pueblos carentes hasta entonces de una voz unificada con
contrato social se consolidó y expandió con la Revolución francesa. La D eclara carácter nacional. Tal proceso supuso, por lo demás, el progreso de e.scuelas y
ción de los Derechos del H om bre y del Ciudadano de 1789 lo expresó de modo universidades a la medida del nacionalismo.
rotundo: “ L a nación es esencialmente la fuente de toda soberanía; ningún indivi Avanzada la segunda mitad del siglo X IX , se amalgamaron los dos conceptos de ‘
duo o grupo de hombres está facultado para ejercer ninguna autoridad que no se nación, el contractual y el cultural, y el nacionalismo com o ideología se apartó de
derive expresamente de ella” . sus contenidos políticos liberales para convertir la etnicidad y la lengua en crite
Sin em bargo, casi simultáneamente se fraguaba ese otro concepto de nación, el rios decisivos y casi únicos para ser nación y reclamar un Estado propio. Este viraje
lie nación romántica o nación-genio que expresa la forma de ser intemporal de un del concepto de nación adquirió nueva carta de namraleza desde la derecha políti
pueblo. Se oponía al cosm opolitism o abstracto y aparentemente universalista del ca de los países occidentales. Ante todo, se inventó el término ‘nacionalismo’ con
anterior, y fueron sobre todo los románticos alemanes, con Johann von H erder a tra el internacionalismo proletario, contra la militancia antiimperialista y antiesta
la cabeza, quienes subrayaron la singularidad de cada cultura com o algo que per tal de fuertes sectores obreros y como freno a las demandas democratizadoras de
manece y define a cada pueblo. N o son antiliberales sino que ajustan la doctrina las masas. Pero también el nacionalismo aportó argumentos sobre la superioridad
liberal a la variedad de las culturas nacionales. Johann Fichte le dio forma política, de un pueblo o de una raza, como coartada para el imperialismo de sus respectivos
cuando en el Berlín ocupado de 1807 dictó los Discursos a la nación alemana para Estados. Al subrayarse los contenidos étnicos y culturales de cada nación, incluso
identificar patria con pueblo y exaltar el sentimiento de pertenencia a ese pueblo- en aquellas que sólo buscaban la independencia y no el dominio, se dio paso a
nación com o el fundamento del Estado y además asignarle al propio Estado la influyentes teorías que identificaban las naciones con la descendencia genética y la
tarea de presen ar y expandir ese sentimiento nacional, .sobre todo a través de la diferencia cultural. L o s teorizadores de este viraje del nacionalismo fueron sobre
educación, vehículo de transmisión de los valores de cada pueblo. Frente a la lógi todo ensayistas, novelistas y periodistas. Exaltaban un nosotros siempre tautológico
ca del libre contrato, la nación se planteaba com o una totalidad inclusiva, con y dramatizado, ya por la amenaza de otros, ya por la exigencia de preservar y salvar
vínculos naturales, que no se adquiría voluntariamente ni .se elegía sino que se al auténtico y originario nosotros. Sem ejante evolución del nacionalismo en el O c
nacía con ella.’Estas tesis tuvieron enorm es repercusiones políticas a lo largo de cidente europeo, desde su originario carácter revolucionario a su inversión reac
todo el siglo y afectaron a todo tipo de nacionalismo. cionaria, fue caldo de cultivo de ideologías prefascistas cuyo esencialismo naciona
En cualquier caso, en ambas versiones de la nación -co m o contrato o como lista lo representó m ejor que nadie a principios del siglo X X el francés Charles
vínculo natural-, el nacionalismo resultó inconcebible sin anteponerle la idea de M aurras, quien además lo vinculó a nostalgias absolutistas y dictatoriales.
solíeranía popular. Por eso, en la primera mitad del siglo XLX europeo resultó una L a nación se hizo, por tanto, realidad y fin suprem os, a cuyo interés debía
ideología revolucionaria que, como parte del liberalismo, secularizó la sociedad y subordinarse el individuo e incluso sacrificarse, desapareciendo, por supuesto, los
encauzó la atención hacia la vida, el idioma y las artes del pueblo, porque no sólo intereses de clase. E ra la fórmula que pregonaban y divulgaban escritores de dis
pretendía representar a la nueva clase burguesa —como de hecho ocurría—sino a tinto calibre y que se extendía a los manuales de educación primaria. N o sólo
todo el pueblo. Así, aunque las burguesías acaparasen el proceso de nacionaliza ocurría en las antiguas naciones-Estado para justificar una pretendida superiori
ción del poder y de la economía a través de la lógica del mercado, es cierto que el dad, com o pasó en G ran Bretaña, Alemania o Francia, sino también en las nuevas
nacionalismo integró a las masas populares en una forma política común e im naciones que aspiraban a la independencia. Las potencias com o Estados Unidos,
pregnó de nuevas y diferentes emociones el sentimiento de tierra, idioma, costum G ran Bretaña, Francia o Alemania e Italia se imbuyeron de un destino universal y
bres... D e considerar la diversidad de idiom as como el castigo bíblico de Babel, se desplegaron lo que se ha llamado un “ im perialism o nacionalista” para legitimar
pasó al orgullo de la lengua, a su estudio y consolidación y hasta su invención. Son sus dominios. El racismo y las argumentaciones sobre la superioridad -n o sólo de
aspectos de enorme relevancia para la historia cultural que aquí sólo se enuncian, la raza blanca sino del pueblo anglosajón o de la cultura europea- se revistieron de
porque importa ahora subrayar sobre todo el impacto del nacionalismo en las es ropaje científico con la antropología y la sociología, se apoyaron en el extendido y
tructuras políticas, y en este sentido hay que mencionar la extraordinaria influen admitido darwinismo social y no hay escrito de las décadas del cambio de siglo que
cia de los republicanos de Giuseppe Mazzini, que desde 1831 divulgaron no sólo no contenga cierta dosis de este virus ideológico. Se creyó firmemente en la infe
por Italia sino por toda Europa la idea de la soberanía popular y la creación de rioridad de los pueblos som etidos y explotados, como también se justificó dentro
poderes democráticos. Se llegó así a la oleada revolucionaria de 1848, cuando por de cada país la inferioridad de las “clases peligrosas” .
primera vez se imbricaron nacionalismo y democracia. O currió en países com o Simultáneamente se produjeron distintos procesos bajo la cobertura del nacio
Alemania, Italia, Hungría y en los diversos pueblos eslavos de la Europa central. nalismo. Por un lado, fenómenos de intolerancia con las minorías nacionales exis-
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tcntcs en cada Kstado, com o ocurrió con el antisemitismo en iMancia o R u si^Isn la abstracción universalista tlel individuo racional frente a las personas concretas e
paralelo, y causa de tal exclusivismo, en el seno de esos Instados emergieron históricas, así se conjugaron filosofías individualistas, socialistas, anarquistas o las
minorías que asiiiraóan a constim irse en naciones, al menos, con autonomía polí calificadas como reaccionarias, con desplazam ientos de contenidos y solapamien-
tica y con derechos culturales. Se multiplicaron los nacionalismos donde no ha tos a lo largo de un devenir al que seguim os vinculados en este mismo presente
bían existido antes, .sobre todo al establecerse sobre diferencias lingüísticas y cul cuando establecem os debate sobre la teoría de la justicia de Jo h n Rawls, el anarco-
turales. Pero, además, en todos los casos el nacionalismo tomó) un rumbo anti liberalismo de Robert N ozick, el comunitarismo de Charles 'I'aylor, el patriotismo
cosm opolita y chovinista, pretendiendo ser el partido por antonomasia de todos constitucional de Jürgen Haberm as o la naturaleza cambiante de la ciudadanía en
los ciudadanos al concebir la nación como un valor absoluto. N egaba así el dere R udolf Dahrendorf.
cho a la existencia a otros pueblos o exigía su sometimiento, además de imponerse
dentro de cada Estado com o la fe de todo el colectivo nacional, com o la ideología a) La fuerza ideológica del conservadurismo
esencialista que no perm itía la disidencia porque, en tal caso, se trataba de antipa
triotas, calificativo que se les re.servó a cuantos partidos o ideologías no com ulga En la modernidad no todo se resume en el concepto de progreso o en la pro
ron con semejante interclasism o exclusivista. Se justificaban de este modo no sólo puesta de renovación permanente de lo heredado. En su seno alberga una fuerte
las agresiones a otros pueblos sino la propia guerra civil. corriente de pensamiento que no sólo se aferra al pasado sino que niega los con
Perdían terreno las ideas humanitarias y cosm opolitas de aquella consigna re ceptos liberales de libertad e igualdad sobre los que se fundamentan las sociedades
volucionaria de libertad, igualdad y fraternidad, y se extendió la idea de que ja y los Estados m odernos desde las revoluciones inglesa y americana, pero que sobre
naturaleza no era más que la lucha de todos contra todos. Se valoró la guerra como todo afila sus argumentos contra la radicalidad de la Revolución francesa. D efien
renovadora de vida y la paz com o ilusión de los débiles. La supci'vivencia del m e de la desigualdad com o consustancial a la naturaleza humana, pero también como
jor o superior, del capaz de dominar, se expresó con fórmula rotunda en el lema cualidad útil para estructurar la sociedad, porque sólo si la sociedad está en manos
nietzscheano “voluntad de poder”, cuyas dramáticas consecuencias se experimen de los m ás capacitados y útiles, de la minoría sobresaliente, el rum bo de la historia
tarían después de la prim era Gran Guerra. Eran ideas que no dejaron de infectar será el correcto.
otros ámbitos ideológicos, y que en medio de la reacción antidemocrática produ En sus orígenes el conservadurismo se define, por tanto, contra los principios
jeron teorías elitistas y violentas, como las de W ilfredo Pareto y G eorges Sorel. liberales, como es el caso del francés Eraníois Chateaubriand, fundador significa
Encontraron su apoyo social entre los grupos dominantes y también entre las cla tivamente del periódico Le Conservateur, en 181 7. Pero surge otra vertiente en el
ses tradicionales que sentían las amenazas de los nuevos desarrollos de la m oderni propio seno del liberalismo, la representada por el inglés Edm und Burke, conser
dad, esto es, de la creciente democratización política de los Estados, del renovado vador frente al rumbo democrático y de masas que adquiere la Revolución france
impulso de los avances científicos y tecnológicos y de las subsiguientes reorganiza sa. Así, en sus tempranas Reflections on the Revolution in Frunce [1790], de enorme
ciones de clases y estratos sociales. Por eso el nacionalismo se revitalizaba como repercusión política en su época, atacó los principios de los derechos naturales,
vía para reforzar lazos de legitimidad y obediencia interclasista, al establecer la negó el contractualismo puro y lanzó la idea de la sociedad concebida como un
identificación de nación con sociedad y Estado. El nacionalismo se hizo ideología organism o formado en el transcurrir de la historia, con lo que el pasado, la tradi
oficial para la lealtad y la cooperación tanto en empresas exteriores como interio ción, las costumbres y sus instituciones pasaban a ser parte del legado colectivo de
res, con independencia de la clase social. Era el dique frente a cualquier ideología una sociedad que se sobreponía a las abstracciones racionalistas de los ilustrados y
t]ue pretendiera cam biar el statu quo de los grupos dominantes. Significativamen de los liberales más radicales com o Paine. L a tradición se convertía, por tanto, en
te, fueron simultáneos tanto los procesos de lucha y conquista del sufragio univer baróm etro para organizar una sociedad; Burke concluía que la constitución políti
sal como las decisiones estatales implantando los símbolos del himno, la bandera y ca de esa sociedad no podía establecerse sobre im aginarios derechos naturales,
los monum entos nacionales. Eran los prolegóm enos de los conflictos que estalla sino a partir de los concretos y singulares usos y costum bres de cada nación, adqui
rían en la Primera Guerra Mundial. ridos y disfrutados en el tiem po y, por tanto, imprescriptibles. La tradición se con
vertía en garantía de continuidad, en freno de veleidades revolucionarias, en fuen
te de legitimidad.
4. Epílogo: sobre los conflictos ideológicos de la modernidad Semejante perspectiva, en la que la sociedad y el Estado son organism os inte
grados por grupos jerarquizados, por ser desiguales y porque el tiempo -la H isto
La trilogía revolucionaria de libertad, igualdad y fraternidad, así como la decla ria, con m ayúscula- los ha ido encajando en distintas funciones que se han dem os
ración de los derechos tiel hombre con rango de universales, desde su mismo ori trado útiles, como es el caso de la aristocracia o el de la propia institución monár
gen dieron soporte a la diversidad doctrinal de la modernidad e incluso a la reac quica, será el ingrediente fundamental de esa corriente conservadora que incluso
ción contra ella. Según se hiciera hincapié en uno u otro elemento, o se plantease se integra como parte de un sólido sector liberal europeo. D entro de ella, la reli-