Revoluciones de 1830 y 1848

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Revoluciones de 1830 y 1848

Los dos movimientos revolucionarios de 1830 y 1848, de alcance continental,


precedidos por un primer ensayo en 1820, son conocidos en conjunto como
revoluciones románticas. El romanticismo en literatura es una explosión de
libertad. Su correlato político es el liberalismo que reclama la libertad para los
individuos y los pueblos.
El primer liberalismo sostuvo con energía dos principios: el rechazo de la
autoridad arbitraria y el derecho del individuo a desarrollar plenamente su
personalidad. Frente a estas exigencias, los monarcas absolutistas, investidos de
autoridad ilimitada, opondrán todos sus recursos, ajenos a los vientos de la
historia.

Bases de las revoluciones

1. LIBERALISMO
Los movimientos liberales constituyen la primera oleada de asaltos al Antiguo
Régimen. El liberalismo se expresa en los discursos de los políticos, en las
paginas de los periódicos, en los escritos de los filosóficos; existe una era
liberal en Europa, superada en algunos aspectos por sus insuficiencias, incluso
por sus contradicciones.
Es una filosofía política orientada
hacia la salvaguardia de la
libertad del individuo,
justificación ultima de la sociedad
política. Esta libertad política
individual no puede depender de
la decisión exclusiva del rey; el
titular último del poder es el
pueblo.
El poder popular (o soberanía La libertad guiando al pueblo. Delacroix, 1830
nacional) implica la limitación
de las facultades de los reyes, mediante Constituciones, en las cuales se
consignan las garantías de los ciudadanos y la división de los poderes. El
derecho a legislar corresponde únicamente a los parlamentos y los ciudadanos no
están obligados a cumplir mas que lo que las leyes disponen.
Los ciudadanos no constituyen un conjunto homogéneo, sino que se agrupan en
partidos, cuyos lideres pueden acceder (por medio de las elecciones) a los
parlamentos. Los pueblos continentales poseían escasa experiencia en el
funcionamiento de partidos, pero pronto se forjaron grupos con orientaciones
diversas que convierten la vida política en un juego de tensiones, propaganda y
sucesión de programas y gestiones de gobierno. Para impedir concentraciones de
poder, el liberalismo postula las autonomías provinciales y municipales.

“La libertad es el derecho Finalmente, la libertad del individuo esta


que cada uno tiene a estar garantizada, frente a cualquier abuso, por una serie
sometido solo a las leyes, de derechos que regulan todos los códigos:
de no ser detenido, integridad personal y familiar, libertad religiosa y de
encarcelado ni condenado industria, protección de la propiedad. Y un derecho
a muerte o molestado, en imprescindible de tipo social: libertad de prensa; así
cualquier forma que sea, se pueden expresar los partidos y decidir en elecciones
por el capricho de uno o los ciudadanos entre las varias opciones que se les
mas individuos. Es el ofrecen.
derecho que todos tienen
El liberalismo aparecerá, así como un movimiento
a expresar su opinión, a
inoperante para enfrentarse a las contradicciones y
seguir sus inclinaciones de
problemas de la revolución industrial, y, por otra parte,
un lugar a otro, a
por su negación de la soberanía real y su exigencia de
asociarse. Es, finalmente,
consignar en textos escritos los derechos ciudadanos,
el derecho a influir sobre
es considerado como ideología subversiva por los
la marcha del Estado, bien
sea nombrando todos o
monarcas de la Restauración.
parte de los funcionarios, El liberalismo comporta la destrucción del antiguo
bien aconsejando o orden político; despreocupado de las ideologías
preguntando, o mediante sociales se convierte en ideología de una clase: la
las peticiones que la burguesía.
autoridad este mas o
menos en la obligación de El temor a la revolución social inclina a los liberales a
tomar en consideración”. interpretar en sentido restrictivo la soberanía nacional,
con la negación del sufragio universal; solo poseen
derecho de voto los grupos con un determinado nivel
Benjamín Constant, De la de riqueza o de cultura.
libertad de los antiguos a
Constitución escrita, monarquía limitada,
la de los modernos.
elecciones y partidos políticos, sufragio censitario,
descentralización, igualdad jurídica y desigualdad
social son rasgos que perfilan las sociedades políticas del liberalismo
europeo.

2. NACIONALISMO
La Restauración había sofocado las ansias nacionales de los pueblos; hacia 1830
los anhelos de independencia nacional rebrotan y constituyen otra base de los
procesos revolucionarios, en los que estallan:
 la rebeldía de los patriotas italianos contra el despotismo austriaco,
 la de los polacos contra el rigor autocrático del zar ruso Nicolas I,
 la actividad de los revolucionarios de la “Joven Alemania”,
 y la de los patriotas belgas, que reclamaban la separación de Holanda.
Varias obras de los años 30 hablan de nacionalidad y nacionalismo. El concepto
es confuso, parece tratarse de un sentimiento mas que una doctrina. En todos los
pueblos europeos oprimidos, se suscita la conciencia de pertenecer a una
comunidad ligada por una herencia común de lenguaje y cultura, unidas por
vínculos de sangre y en
una especial relación con el
suelo de la patria; cultura,
raza o grupo étnico, ámbito
territorial, confluyen en la
idea de nación.
Lo más frecuente, en las
figuras destacadas del
nacionalismo es la
apelación, recurriendo a la historia, a todo tipo de referencias étnicas,
culturales y lingüísticas.
Uno de los centros del nacionalismo es Paris, que se convierte en la capital de los
exiliados. Pero las formulaciones teóricas más completas surgen de las
universidades alemanas. Herder es el iniciador de la idea Volkstum (origen étnico),
nación- pueblo, grupo histórico, frente al Estado, que puede ser una creación
artificial. Los filósofos románticos e idealistas alemanes contribuyeron a generar
en el animo de sus compatriotas un sentimiento de patria unitaria.

3. PROBLEMAS SOCIALES
Las aspiraciones liberales y nacionales habían prendido solo a una minoría
instruida. Pero las revoluciones se expanden en una atmosfera de
descontento popular, alimentado por los problemas sociales que suscita la
revolución industrial, salarios bajos, por ejemplo. Los movimientos de masas,
cuando no existen partidos políticos para suscitarlos, solo pueden explicarse en
circunstancias económicas difíciles.
En 1848 la revolución esta precedida por un intenso movimiento social; en 1830 la
nota social es menos evidente, pero la crisis económica, como una de las
raíces del proceso revolucionario, es reconocida por todos los historiadores. En
julio de 1830 estalla la revolución en Paris. Unos meses antes, el 2 de enero,
recogía un periódico el siguiente suelto: “el prematuro rigor invernal, el precio
elevado del pan, la falta de trabajo y la miseria de las clases inferiores han
producido en las clases superiores una simpatía y una piedad generosas”. Nos
encontramos con una crisis de subsistencia.
En 1825 estalla una crisis financiera en Londres, las inversiones no son rentables,
muchas empresas quiebran, el paro obrero se convierte en secuela inevitable del
hundimiento de la actividad industrial. Pero en estos años parece ser mas grave la
crisis agraria. En 1826 se produce una crisis de la patata, alimento popular y
básico del siglo XIX. Al año siguiente la crisis afecta los cereales, su precio
aumenta en un cincuenta por ciento. La crisis continua en los años siguientes; las
revueltas en el campo son especialmente intensas en julio de 1829.
Según Labrousse, las crisis que actúan de detonante en 1830 y 1848 vienen a
ser el cruce de los dos tipos, aunque en el primer año tienen mayor peso los
problemas agrícolas y en el segundo los industriales y financieros.

Las revoluciones de 1830

4. LA REVOLUCION FRANCESA DE 1830


La monarquía de Carlos X había significado, con
respecto a la Carta otorgada, una regresión. En el
ministerio Polignac figuraban hombres significativos por
su política y su pasado reaccionario. Pronto se produjo
el choque entre la asamblea y el primer ministro.
Carlos X, que deseaba afirmar su gobierno absoluto,
publicó en julio de 1830 unas Ordenanzas que
suspendían la libertad de prensa, disolvían la cámara
y reformaban la ley electoral, concediendo mas
diputados a los grandes colegios, en los que figuraban
los electores mas ricos, y restringiendo la base electoral, Carlos X
ya que se reservaba el voto a los grandes propietarios y se excluía a comerciantes
e industriales.
El 27 de julio se inician las “tres
jornadas gloriosas”, de barricadas, en
las que se atrincheran estudiantes,
obreros y algunos diputados. Aparece
la bandera
republicana;
la revuelta se
convierte,
con muertos y heridos, en revolución. El día 29 de julio la única autoridad de Paris
la constituye un grupo de parlamentarios. Los monárquicos temen a la Republica.
Este temor inspira una proclama de Thiers, en la que se ensalza la fidelidad del
duque de Orleans, Luis Felipe, a la nación. Se le nombre lugarteniente del reino
y el 7 de agosto los diputados presentes en Paris le nombran rey. La entronización
de Luis Felipe supone la aceptación de un postulado del liberalismo, la soberanía
nacional; Luis Felipe es rey por voluntad de la nación, representada en el
parlamento. Se reforma la Carta, en sentido liberal, se suprime la censura para la
prensa y se estipula que la base electoral será más amplia.
Durante dos años Francia sigue una orientación revolucionaria de apoyo a otros
procesos similares en otros países, y de medidas radicales en el interior, como el
proceso a los ministros de Carlos X. El ministerio Laffitte apoyó la democratización
de la guardia nacional, y permitió la agitación anticlerical de las provincias. Pero
no fue capaz de solucionar la crisis económica, agravada por la revolución.
El hundimiento de la economía, el desorden de los campos y la epidemia de
colera contribuyeron al gran pánico de 1832. Se produce por esta causa la
aparición de gabinetes más conservadores, que inician la represión contra la
prensa, proclaman el estado de sitio en Paris y señalan el distanciamiento del
régimen orleanista con respecto a la revolución.

5. COMPONENTES SOCIALES DEL TREINTA PARISINO


Dos elementos fundamentales pueden distinguirse en la conmoción del año 30’ en
Francia:
 Elemento político: confrontación entre el monarca de apetencias
absolutistas y un pueblo movilizado por la filosofía liberal de participación
popular y no concentración del poder.
 Elemento social: reivindicaciones de pleno empleo y salario suficiente por
parte de las masas proletarias.
Por el contrario, en 1830 se produce la conjugación clases medias-proletariado,
pero una vez derribada la monarquía borbónica se comprueba que los
objetivos son diferentes. La alianza burguesía liberal-proletariado resulta
sorprendente si consideramos los intereses divergentes de ambas clases. La
burguesía liberal (empresariales), apoya la introducción de maquinas a la
industria, quiere prohibir las coaliciones obreras, es partidaria de la inmigración de
trabajadores extranjeros, y opta por un régimen fiscal basado en la imposición
indirecta. Por el contrario, los obreros temen la introducción de maquinaria
generadora de paro, piden derecho de asociación, recelan la inmigración de mano
de obra y postulan la imposición directa sobre las fortunas. Demasiadas
diferencias, pero en la movilización callejera los unía el odio a un monarca
autocrático.
En la revolución parisina intervienen diferentes grupos sociales:
a. Diputados liberales: dirigentes de la revuelta, políticas hostiles a una versión
restringida de la Carta. Un grupo reunido en casa de Laffitte se convierte en
el eje de la resistencia.
b. Periodistas: se erigen en portavoces de las ansias del pueblo. La primera
proclama es redactada por periodistas.
c. Estudiantes: su numero fue reducido, a pesar de que la nueva monarquía
los enaltece.
d. Obreros: sus lideres habían asistido a los cursos del Ateneo, de los que los
informes policiacos denunciaban “las doctrinas más impías y republicanas”.
e. Republicanos: es evidente su participación, pero discutible su importancia.
Grupos de estudiantes y periodistas de extrema izquierda, intentaron
organizar comunas clandestinas de signo republicano y democrático, pero
no encontraron excesivo eco.

En julio de 1830, la población de Paris parece moverse por un mismo objetivo; las
contradicciones, derivadas de la heterogénea composición social de la revolución,
aparecieron enseguida.

6. LA INDEPENDENCIA DE BÉLGICA
Si el movimiento francés ofrece un claro tinte liberal, la revolución belga es la
muestra mas clara de nacionalismo en las convulsiones de 1830. Bélgica poseía
un mayor desarrollo industrial y tenía más población que Holanda. Todo los
separaba: la economía, la religión, la lengua. Las nacionalistas belgas
argumentaban que Bélgica, mas que unida, estaba sometida.
El 25 de agosto estalla la revolución en Bruselas. Los insurgentes, estimulados
por las “tres jornadas gloriosas” de Paris, piden la autonomía; la burguesía
belga restablece el orden, pero la agitación continua y algunos diputados belgas
hablan de separación. El rey Guillermo I
envía hombres para reprimir la rebelión,
pero este hecho precipita el
levantamiento nacional. Un gobierno
provisional belga finalmente declara la
independencia (4 de octubre) y pide
el apoyo francés.
Un Congreso en Bruselas, dotado
de poderes constituyentes, elige a
Leopoldo de Sajonia-Coburgo
como primer soberano. Es el
segundo casado en que un monarca en 1830 recibe sus poderes de un
parlamento que representa a la nación.
La Constitución belga de 1831 ha sido considerada como la expresión mas
acabada del liberalismo: soberanía del pueblo, dos cámaras elegidas, clero
pagado por el Estado, pero separado del poder temporal, sistema judicial
independiente, declaración de derechos.

7. LOS FRACASOS REVOLUCIONARIOS


A otras naciones se extiende la efervescencia; Polonia, Italia, Alemania
contemplan movimientos liberales y nacionales. Pero tras una primera etapa de
incertidumbre fracasan y la contrarrevolución triunfa.
a) En Polonia: en noviembre de 1830 se produce la insurrección popular de
los patriotas polacos y la instalación de un gobierno provisional en Varsovia.
El zar ruso Nicolás I rehúye discutir cualquier estatuto. En septiembre de
1831, Varsovia cae en manos rusas. La ayuda francesa no llega.

b) En Italia: el movimiento liberal, empujado en parte por la sociedad secreta


de los carbonarios, se dirige contra el poder temporal de los papas y contra
la presencia de los austriacos en territorio italiano. Son expulsados los
soberanos de Parma y Módena; el ejercito austriaco los repone; los
regímenes absolutistas se fortalecen y actúan con mayor rigor. Pero
permanece vivo un sentimiento nacionalista.

c) En Alemania: se acoge calurosamente a los refugiados polacos. En varios


estados alemanes se producen revueltas contra soberanos. La constitución
del Zollverein, unión aduanera de los estados del Norte de Alemania,
parece ser el único paso en la formación de un estado unitario. De
momento, en los años treinta, en Alemania se frustran las aspiraciones
liberales de establecer Constituciones que se apoyan en la soberanía del
pueblo y las aspiraciones nacionales de unificar el mosaico de estados de
1815 en un gran estado nacional.

Las revoluciones de 1848

8. CARÁCTER PECULIAR DE LOS MOVIMIENTOS DE 1848


En 1848 la revolución intenta su segundo asalto. Las similitudes con 1830 son
muchas, aspiraciones liberales y nacionales, problemas económicos y sociales
como detonante. Pero las diferencias son también importantes. Podemos señalar
como raíces del 48’ las ideas políticas democráticas, problemas económicos
y convulsiones sociales.
Los ideales democráticos
La democracia decimonónica se define en oposición al Antiguo Régimen; también
como una superación de las limitaciones del liberalismo, al que prolonga y
completa. La relación liberalismo-democracia es indiscutible, pero los movimientos
liberales de 1830 no deben ser confundidos con los democráticos de 1848.
A diferencia del liberalismo el movimiento democrático de 1848 reivindica estos
puntos:
 La abolición del sufragio censitario y el establecimiento del derecho
de voto para todos los ciudadanos; no existe democracia sin sufragio
universal.
 Prefiere hablarse de soberanía popular en vez de soberanía nacional, ya
que la palabra nación parece referirse a una entidad colectiva, y la
soberanía no es ejercida, en la práctica, nada más que por una minoría,
mientras la palabra “pueblo” subraya la totalidad de los individuos.
 El régimen de libertades es más rigurosamente expresado en los
textos democráticos; la libertad de prensa no supone sólo la exención de
la censura sino también la independización del control financiero del
periódico.
 En el orden social se lucha por la reducción de las desigualdades y se
acusa al liberalismo de predicar una igualdad estrictamente jurídica,
ante la ley, mientras permanece impasible ante los contrastes sociales de
riqueza-pobreza, cultura-analfabetismo.
 Si el liberalismo se ha inclinado por la monarquía como forma de gobierno,
la democracia considera a la republica como forma política más
idónea para el ejercicio del sufragio universal, la soberanía popular y
la garantía de libertades.
La crisis económica
La angustia económica del año 47 tomó dimensiones europeas; se pueden
distinguir en ella tres vertientes:
a) Agrícola: son malas las cosechas de los años 1845 y 1846; en este
año se produce una enfermedad de la patata. La crisis de los cereales de
1847, por la sequía y el calor, agrava el problema de las subsistencias. El
hambre favorece la difusión de las enfermedades y epidemias (cólera, tifus)
y provoca desórdenes. Los precios agrícolas suben en un 50%.

b) Industrial: tras varios años de prosperidad y de superproducción, algunas


fábricas, en primer lugar, las textiles, quiebran, debido a la insuficiencia
de sus ventas. Dejan de construirse los ferrocarriles. Los obreros culpan a
las máquinas de su situación y se producen destrucciones de maquinaria
textil.

c) Bursátil: las dificultades de venta provocan el hundimiento de las


acciones de las sociedades; los bancos no pueden hacer frente a las
demandas de crédito; los fondos de los tesoros estatales se han destinado
a comprar en el exterior masivamente productos agrícolas y se ven
impotentes para sostener a las sociedades de crédito.
Los historiadores en general, le otorgan a la crisis económica un papel relativo en
el mecanismo de la revolución; las revoluciones de 1848 son revoluciones de
elites, no revoluciones de masas.

Convulsiones sociales
Los problemas de pauperismo y paro creados por las maquinas han
provocado inquietud en las masas obreras y reflexiones en los intelectuales.
Desde 1830 aparecen en Francia grupos
organizados de obreros, embrión de futuros
sindicatos.
En los suburbios de las ciudades se instalan médicos
humildes, primer sector intelectual que toma
conciencia del problema. Los primeros pensadores
socialistas escriben sus obras en torno al 48.
En 1848 aparece el Manifiesto de Marx y Engels.
Durante algún tiempo se pensó que Marx había
estado al margen de los acontecimientos del 48’; sin
embargo, no fue así. Marx llega a París en marzo,
pocos días después delKarl Marx y Friedrich
estallido Engels
revolucionario;
Engels escribe artículos sobre los acontecimientos
de febrero.
Marx radicaliza sus posturas; las derrotas sufridas por el proletariado le inclinan a
pensar en la dictadura del proletariado; el destino de las revoluciones nacionales -
escribe- queda supeditado a las revoluciones proletarias.

9. LA REVOLUCIÓN DE FEBRERO EN FRANCIA


Los contemporáneos tuvieron la impresión de una revolución inesperada. Sin
embargo, actualmente no se acepta esta versión: las raíces ideológicas y
económicas no son fenómenos de vísperas y el partido republicano tenia en
Francia una larga tradición política, con tres centros de actividad: los radicales en
la Cámara de diputados, periódicos y revistas, y escuelas en el barrio latino.
Para el 22 de febrero habían convocado los republicanos un banquete en un
restaurante de los Campos Elíseos, que seria seguido de una manifestación,
Guizot lo prohibió. No obstante, ese día se produce la manifestación, que
continua al día siguiente; los guardias nacionales se niegan a disparar. El 23
de febrero se dispara sobre los manifestantes y en muchos barrios surgen
barricadas y se combate. El día 24 se produce el asalto a la Tullerías y Luis Felipe
abdica.
Un gobierno provisional con tres tendencias (liberales, demócratas y
socialistas), elabora un programa político social: proclamación de la
República, sufragio universal, abolición de la esclavitud en las colonias, libertad de
prensa y reunión, supresión de la pena de muerte. Las disposiciones sociales
reflejan las ideas de los socialistas, apoyados por los demócratas: derecho al
trabajo, libertad de huelga, limitación
de la jornada laboral a 10 horas,
creación de talleres nacionales.
Las elecciones de abril, con sufragio
universal, llevan a la Asamblea una
mayoría de liberales, con fracasos
significativos a la derecha y en la
izquierda; Francia ha votado la
República liberal, sin revolución
social ni reacción monárquica.

10.DE LA REPÚBLICA SOCIAL AL ORDEN BONAPARTISTA


La República había nacido con una fuerte preocupación social y con la
presencia en el gobierno de dos socialistas; las elecciones de abril constituyen
un resultado diverso para la republica social. Dirigida por Lamartine, la política
gubernamental experimenta una evolución hacia posiciones más
conservadoras. Lamartine elabora un proyecto de construcciones de
ferrocarriles, para solucionar el paro y para alejar de París a obreros ferroviarios,
y en segundo lugar prepara la disolución de los tallares nacionales, ruinosos y
centros de propaganda revolucionaria.
Estas dos medidas provocan la
insurrección obrera de junio.
Tras las jornadas de junio se inicia la
reacción: disolución de los talleres
nacionales, suspensión del
programa de ferrocarriles, control de
los clubs y de la prensa, comisión de
encuesta contra los autores de
revueltas. Cavaignac gobierna
dictatorialmente hasta el mes de
diciembre, en que se aprueba una
Constitución arbitraria, que otorga fuertes poderes al presidente de la República y
de cuyo preámbulo ha desaparecido el derecho al trabajo.
La vida política francesa evoluciona hacia posiciones conservadoras. En las
elecciones para la Asamblea Legislativa triunfa el partido del Orden, en cuyo
programa se defienden la propiedad, el orden, la religión, se niega el derecho de
asociación y se propugna el restablecimiento de la guillotina para perseguir la
violencia.
El segundo paso es la elección de presidente. Luis Bonaparte, sobrino de
Napoleón, triunfa sobre los otros candidatos, en
parte por el apoyo de los monárquicos. Se camina
hacia una República Conservadora. En 1850 se
suprime el sufragio universal. Las leyes sobre los
clubs, la prensa y la universidad acentúan el control
por las autoridades.
Se presagia el golpe de Estado. El 2 de diciembre
de 1861, Bonaparte firma dos decretos: disolución de
la Asamblea y restablecimiento del sufragio universal.
La resistencia de los asambleístas se vence con
detenciones, la resistencia popular con cuatrocientas
Luis Bonaparte
muertes.
El desenlace de la revolución del 48’ en Francia no
puede ser más paradójico. De una republica social se ha pasado a una
monarquía autoritaria, de una revolución a una reacción conservadora, de
un movimiento que se había iniciado contra el escaso respeto de la
monarquía a Luis Felipe por la Constitución, a un régimen que se inicia
suspendiendo la Asamblea, depositaria de la soberanía nacional.

11.LOS MOVIMIENTOS DE 1848 EN ITALIA Y AUSTRIA


Se ha llamado al movimiento de 1848 “la primavera de los pueblos”; en pocas
semanas una oleada revolucionaria sacude Europa. En todas partes se
combinan los ideales liberales y democráticos con los nacionales.
En Italia comienza en el sur como un movimiento liberal; las insurrecciones de
Nápoles y Palermo obligan a Fernando II a conceder una Constitución. En los
Estados Pontificios se reclama también una forma de gobierno más democrática.
No obstante, la fuerza decisiva es el nacionalismo, el sentimiento antiaustríaco. En
el norte, el ejército de Piamonte acude en ayuda de los habitantes de Milán, que
se han levantado contra el yugo austriaco. Los austríacos son expulsados, pero la
preparación del ejército piamontés es mala y la guerra cambia pronto de signo. El
papa Pío IX abandona Roma, donde Mazzini proclama la República.
En Viena se producen tres pulsaciones revolucionarias:
 Las noticias de París desencadenan la primera revuelta, en marzo, que
provoca la caída de Metternich, símbolo de la Europa de la Santa Alianza, y
la promesa de una Constitución por el emperador Fernando. En mayo, se
reúne la Asamblea Constituyente.
 Los húngaros reclaman una asamblea propia y los checos la resurrección
del antiguo reino de Bohemia.
 En octubre, el emperador envía soldados a Hungría, para dominar la
rebeldía húngara; los liberales y los obreros vieneses se oponen. La
consolidación del movimiento en Austria podría arrastrar a Hungría,
Bohemia e incluso los estados alemanes.

El Imperio Austrohúngaro. En el mapa se representa la complejidad plurinacional y se


explican las tensiones étnicas y lingüísticas que bullen en el seno del imperio.

Sin embargo, son las fuerzas imperiales las que obtienen sus victorias. En
Austria abdica Fernando I y se disuelve la Asamblea Constituyente; el
movimiento checo se reprime tras el bombardeo de Praga; en Italia los
austríacos obligan a retroceder al ejército piamontés y un ejército francés
repone al papa en Roma.

12.EL 48’ ALEMÁN


El movimiento alemán es más complicado; se combinan en él dos procesos
distintos: la revolución liberal en el marco de los estados y el alzamiento
nacional, de signo democrático- unitario. La crisis de la patata en 1846 y la
bancarrota de los ferrocarriles perfilan una situación difícil; en 1847 se producen
en Berlín las típicas sublevaciones del hambre. En Prusia y en Baden se pide una
Constitución y un Parlamento, que acometa la unificación política de los estados
alemanes.
Las jornadas de marzo señalan el inicio del 48’ en Alemania. Se producen
primero revueltas campesinas, provocadas por la crisis económica; casi al
mismo tiempo, revueltas en las capitales del sur, en las que se pide libertad de
prensa, formación de guardias nacionales y asambleas formadas tras elecciones.
Días después la revolución berlinesa consigue que el monarca convoque por
sufragio universal una Asamblea Constituyente. La victoria de la revolución en
Berlín provoca nuevas revueltas y nuevas concesiones de los soberanos en
Sajonia, Baviera y Hannover.
Se acuerda la celebración de una Asamblea en Frankfurt, en la que se reúnen
representantes de los distintos estados alemanes. En el Parlamento de Frankfurt
se aprecian claramente las diferencias entre liberales (partidarios de monarquías
reformadas y de asambleas que no se reunirían de forma periódica), y los
demócratas (partidarios de una República federal); en los demócratas se inserta
un ala izquierda de programa socialista. Más que reformas interiores, el
Parlamento de Frankfurt se significa por su nacionalismo exacerbado en el que se
solicita que se integren en una Gran Alemania, lo que llaman “bastiones
avanzados”: Alsacia, Suiza y Holanda.
Más revolucionaria resulta la Asamblea nacional prusiana, que reclama una
sola cámara, soberanía popular y proyectos de ley que liberen a los
campesinos; estos provocan la oposición a los terratenientes. El programa social
de la asamblea prusiana y sus intentos de ayuda a la Viena sublevada, deciden a
Fernando Guillermo a reprimir la revolución de Prusia. La Asamblea se disuelve.
El Parlamento de Frankfurt no ha conseguido la unificación, el prusiano ha
fracasado en su intento de establecer un modelo político constitucional; los
soberanos absolutistas se apoyan mutuamente para frustrar la revolución. La
reacción se generaliza en todos los estados alemanes; se disuelven las
cámaras y se practican detenciones. Alemania vuelve a la situación de
principios del año 1848.

13.FACTORES DEL FRACASO


Aparentemente, los movimientos de 1848 se han frustrado en todas partes. Han
afectado especialmente a países con un problema nacional (Italia, Alemania,
Hungría, Bohemia) o gobiernos de manera autocrática (Austria) o con una
intensa tradición revolucionaria que choca con una monarquía titubeante,
como en Francia.
La convulsión revolucionaria del 48’ fracasa por diversos motivos:
a. La situación económica mejora en el año 1848 con buenas cosechas y
descenso del paro. Los campesinos, satisfechos por la abolición de la
servidumbre del feudalismo, temen que una revolución de mayor alcance
les prive de la propiedad.
b. La burguesía tema la marea proletaria: el caso francés es el más
expresivo de esta actitud.
c. Entre los monarcas absolutistas se produce la solidaridad en
momentos decisivos.
d. Generales aristocráticos, unidos a la monarquía absoluta y a los sectores
privilegiados, controlan el ejército.
e. La insolidaridad entre los revolucionarios de los distintos países
contrasta con la actitud que toman los monarcas absolutistas.
Sin embargo, el balance no es de fracaso total. En Francia, Luis Bonaparte
restablece el sufragio universal, reivindicación básica de los demócratas; en Italia
el Piamonte se configura como un reino constitucional y liberal, en torno al cual se
efectuará la unificación; en Alemania se comprende que es Prusia, y no Austria, el
único estado que puede conseguir la unidad. Las lecciones son muchas, y la
repercusión del 48’ se destaca en los movimientos y acontecimientos de la
segunda mitad del siglo.

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