CentraCS Biblioteca02 Web
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redes sociales en la
integración social de
los inmigrantes
La construcción de un índice de integración
para el caso español
02
El papel de
las redes
sociales en la
integración
social de los
inmigrantes
La construcción de un índice
de integración para el caso
español
Colección Biblioteca de Investigación, número 2
Edita
Fundación Pública Andaluza Centro de Estudios Andaluces,
!ŋłŭāıāũĤÖùāķÖũāŭĢùāłóĢÖ̇RłŶāũĢŋũ̇'Ģ×ķŋėŋŋóĢÖķƘĢĿťķĢƩóÖóĢŌłùĿĢłĢŭŶũÖŶĢƑÖ̇
Junta de Andalucía
ISBN: 978-84-123496-9-6
ISSN: 3020-7053 (papel); 3020-7134 (online)
DL: SE 2538-2023
DOI: https://doi.org/10.54790/fcentracs.6
El papel de
las redes
sociales en la
integración
social de los
inmigrantes
La construcción de un índice
de integración para el caso
español
Roger Campdepadrós Cullell
Universidad de Gerona
02
$POTFKFS«BEFMB1SFTJEFODJB
$FOUSPEF&TUVEJPT
*OUFSJPS %JMPHP4PDJBMZ
"OEBMVDFT
4JNQMJDBDJ±O"ENJOJTUSBUJWB
Consejo Editorial
1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................11
1.1. Presentación .............................................................................................................................11
1.2. ,QWHU©V\MXVWLƩFDFL³QGHODLQYHVWLJDFL³Q........................................................................13
1.2.1. La inmigración en España ...............................................................................13
1.2.2. La integración social de los inmigrantes .................................................... 14
1.2.3. Justificación de la opción por las redes y el capital social .....................17
2.2. 5HGHVVRFLDOHV\FDSLWDOVRFLDOHQODWHRUDVRFLRO³JLFD.............................................51
2.2.1. Blau y la teoría del intercambio social .........................................................51
2.2.2. Granovetter y la teoría de los lazos débiles ...............................................56
2.2.3. Confianza, normas y creación de organización social en Coleman ..58
2.2.4. Capital social en Bourdieu, Coleman, Putnam,Portes y Lin ..................68
2.2.5. La comunidad y las redes sociales: Wellman, Fischer y Grossetti .......90
3. LA INTEGRACIÓN SOCIAL DE LOS INMIGRANTES.....................................97
3.1. ,QWHJUDFL³QVRFLDOGHORVLQPLJUDQWHV .............................................................................97
3.2. (OGHEDWHHQWUHDVLPLODFLRQLVPR\SOXUDOLVPRFXOWXUDO ............................................102
3.2.1. El asimilacionismo y el pluralismo clásicos .............................................103
3.2.2. La teoría del nuevo asimilacionismo .........................................................108
3.2.3. La teoría de la resistencia étnica y de la asimilación segmentada ..... 111
3.2.4. Convergencia de escuelas hacia la integración social ..........................115
4.2. /RVGLIHUHQWHVWLSRVGHOD]RHQODVPLJUDFLRQHVIXHUWHVG©ELOHV\
YLQFXODQWHV ............................................................................................................................. 152
4.2.1. Los lazos fuertes: la importancia de la red familiar................................ 152
4.2.2. Los lazos débiles .............................................................................................160
4.2.3. Los lazos vinculantes .....................................................................................164
4.2.4. La combinación de los tres tipos de lazo ................................................ 165
8. CONCLUSIONES .......................................................................................................345
1.1. Presentación
E
l presente trabajo es fruto de varios años de investigación teó-
ũĢóÖƘāĿťĤũĢóÖāłķŋŭŨŽāĞÖłóŋłƪŽĢùŋùĢƑāũŭŋŭĕÖóŶŋũāŭùāķÖ
trayectoria académica y profesional del autor. En la elección del
tema de estudio, en primer lugar, hay que situar la preocupación
e interés en que los recién llegados a España puedan conseguir una ple-
na integración, sin barreras ni exclusión social. Esto ha llevado al autor a
colaborar con uno de los más importantes y pioneros centros en el estu-
dio de las desigualdades sociales en España, la Comunidad de Excelencia
para Todas las Personas (CREA), donde se ha nutrido de muchas de las
aportaciones de los debates teóricos del grupo sobre exclusión social,
en general, y sobre minorías étnicas, en particular. En concreto, ha co-
laborado en los proyectos I+D+I sobre migraciones «Amal. Inmigración
y mercado laboral» y «Transmigra. Análisis de los procesos de trans-
nacionalidad económica y política marroquí, ecuatoriana y rumana. La
migración como factor de desarrollo en los países de origen y acogida»,
dirigidos por el profesor Ramón Flecha. Buscando profundizar en el co-
nocimiento sobre el tema, el autor cursó el doctorado «Globalización,
multiculturalismo y exclusión social. Migraciones», de la Universidad
de Almería, donde pudo colaborar y aprender, entre muchos otros, de
los profesores Pablo Pumares y Juan Sebastián Fernández Prados. La
11
Roger Campdepadrós Cullell
12
1. Introducción
+PVGT§U[LWUVKƟECEK±PFGNCKPXGUVKICEK±P
/DLQPLJUDFL³QHQ(VSD±D
Podemos estar de acuerdo en que las migraciones de grupos humanos
existen desde siempre, y forman una parte consustancial de las socie-
dades humanas. Ahora bien, en la actualidad nos encontramos en una
situación especial e inédita por el volumen, dinamismo y diversidad de
orígenes y destinos de las mismas (Castles y Miller, 1993; Massey et al.,
1993). Una parte importante de la inmigración en España de los últimos
treinta años ha sido la de la llamada económica, aquella que proviene de
países con PIB per cápita inferior al del país de acogida, España (Garrido,
2008). Este tipo de inmigración ha venido a España buscando el trabajo
que el mercado laboral español les estaba ofreciendo, y para mejorar su
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Roger Campdepadrós Cullell
/DLQWHJUDFL³QVRFLDOGHORVLQPLJUDQWHV
Si no estuviéramos hablando de inmigración o de la inserción en la es-
tructura social de personas de culturas y nacionalidades diferentes, para
hablar de integración social nos remitiríamos a los estudios de clase y de
movilidad social a través del logro educativo y laboral, considerando el
estatus, la adscripción y la posición social de partida de los individuos.
Pero las variables país de origen, etnia, cultura o religión, así como el
contexto migratorio, hacen necesario tener en cuenta la tradición de es-
tudios e investigaciones sobre asimilación e integración de inmigración
y minorías étnicas.
14
1. Introducción
15
Roger Campdepadrós Cullell
16
1. Introducción
-XVWLƩFDFL³QGHODRSFL³QSRUODVUHGHV\HOFDSLWDO
VRFLDO
En la integración social de los inmigrantes inciden múltiples factores,
que podemos agrupar en variables personales —como el nivel socioeco-
nómico y el estatus social de partida del inmigrante, su nivel educativo,
el dominio del idioma, elementos de su capital social como el tamaño,
densidad y composición de su red social, y los recursos imbricados en
ella— y en variables contextuales —como la economía del país de aco-
ėĢùÖ ŨŽā ķāŭ ũāŨŽĢāũā̇ ķÖŭ ťŋķĤŶĢóÖŭ ĿĢėũÖŶŋũĢÖŭ ŨŽā ŋũėÖłĢơÖł ŭŽ ƪŽıŋ
y establecimiento, el recibimiento social en el país de destino, o la ar-
ticulación de su propia comunidad en este (Alba y Nee, 2003; Portes y
Rumbaut, 2001/2009)—.
De entre los factores que pueden incidir en esta mejora escogeremos el
estudio de las redes sociales y el capital social como variable explicativa.
Para ello nos apoyamos, por un lado, en Lin (2001), que considera que el
capital social puede tener un peso en la explicación de la posición de las
personas en la estructura social tan importante como lo puedan tener
el capital económico o el cultural. Y, por otro, en varios investigado-
res de migraciones que consideran que la red social y el capital social
óŋłĕŋũĿÖł ŽłÖ ķŌėĢóÖ ťũŋťĢÖ ùā ĕŽłóĢŋłÖĿĢāłŶŋ ùāķ ƪŽıŋ ĿĢėũÖŶŋũĢŋ̇
diferente de la lógica económica neoclásica de equilibrio entre oferta y
demanda de la mano de obra (Piore, 1980, pp. 16-17; Massey et al., 1993,
pp. 448-449; Gurak y Caces, 1998, p. 75; Portes y Rumbaut, 2006, pp.
17-18; Sassen, 2007, pp. 170-171).
NÖƘĿŽóĞÖðĢðķĢŋėũÖĕĤÖŭŋðũāķÖĢłƪŽāłóĢÖùāķÖŭũāùāŭŭŋóĢÖķāŭƘāķóÖ-
pital social de una persona en su grado de integración. Hemos revisado
los trabajos de autores contemporáneos de la sociología que han estu-
ùĢÖùŋùĢŭŶĢłŶŋŭĕÖóŶŋũāŭŨŽāťŽāùāłĢłƪŽĢũ̇óŋĿŋ̇ťŋũāıāĿťķŋ̇āķėũŽ-
po de referencia (Merton, 1949/2002), los lazos débiles (Granovetter,
1973/2000), las normas y la articulación de la propia red que generan
capital social (Coleman, 1990), las diferentes funciones de cada tipo de
lazo —fuerte, débil y vinculante— (Putnam, 2000), la existencia de ca-
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pital social negativo (Portes, 1998) o hasta una teoría del capital social
(Lin, 2001).
NāĿŋŭ ķķāėÖùŋ Ö ŽłÖ ùāƩłĢóĢŌł ùā óÖťĢŶÖķ ŭŋóĢÖķ óŋĿŋ ķÖŭ ťāũŭŋłÖŭ̇
grupos, comunidades o redes con los cuales una persona tiene algún
tipo de relación regulada por la costumbre, por normas formales o
informales; relación que toma la forma de solidaridad, reciprocidad,
óŋłƩÖłơÖŽŋðķĢėÖóĢŌłŭŋóĢÖķ̇ťŋũƑĢũŶŽùùāķÖŭóŽÖķāŭťŽāùāĿŋƑĢķĢơÖũ
y usar los recursos de los primeros, lo que ayuda a conseguir determi-
nados objetivos. Por lo tanto, en cuanto a consecución de objetivos, el
capital social complementa al capital económico, mediante el cual el
inmigrante obtiene bienes y servicios (transporte, coche, vivienda, for-
mación), y al capital cultural, por el que el inmigrante puede utilizar
los recursos de mediación (información en Internet, mapas, puntos de
información, Administración pública), consiguiendo por sí mismo de-
terminados objetivos.
RėŽÖķ ŨŽā ķÖ óŋłƩÖłơÖ ėāłāũÖķĿāłŶā ĕÖóĢķĢŶÖ ķÖŭ ŶũÖłŭÖóóĢŋłāŭ Ƙ ÖóŶĢ-
ƑĢùÖùāŭ āóŋłŌĿĢóÖŭ̇ ķÖ óŋłƩÖłơÖ āł āķ óÖťĢŶÖķ ŭŋóĢÖķ ĕÖóĢķĢŶÖ āłŋũĿā-
mente la migración; propicia numerosos intercambios sociales y eco-
nómicos que tienen lugar durante el proceso migratorio y que ahorran
al inmigrante costes de transacción, a la vez que le generan obligaciones
de retorno de los favores recibidos, en forma de reciprocidad, lealtad o
reconocimiento hacia quienes le han ayudado, ya sea desde el país de
origen o en el país de destino.
A pesar de que a veces el capital social constriñe y limita más que ayuda
(Portes, 1998), por lo general, en la migración, el grupo y la red supo-
nen una inestimable ayuda. Las cosas fuera del grupo no son fáciles, el
inmigrante se enfrenta al desconocimiento del entorno social, cultural
Ƙėāŋėũ×Ʃóŋ̇ùāķĢùĢŋĿÖ̇ÖŭĤóŋĿŋÖķÖāƗóķŽŭĢŌłƘùĢŭóũĢĿĢłÖóĢŌłŭŋóĢÖķ̍
Por ello, la persona inmigrante, a través de los recursos de sus redes,
puede conseguir mayor libertad que fuera de ellas, de forma que su pro-
moción social depende de su inserción en un colectivo, red o comunidad
inmigrante. Esta es la idea que sostiene el pluralismo cultural, fenóme-
no que Portes y Bach (1985) comprobaron empíricamente llamándole
resistencia étnica. Estos autores hallaron que la persona que no se acul-
tura encuentra una plataforma de promoción y de ayuda en su colectivo
étnico; mostraron que los lazos fuertes que allí se desarrollan permiten
evolucionar educativa, laboral y socialmente, lo cual no le impide tener
relaciones o amistades fuera del grupo étnico, aunque sin necesidad de
aculturarse. Mientras que la persona que se acultura, y por ello se aleja
o coge distancia de su grupo étnico, y se asimila a clases bajas termina
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1. Introducción
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1. Introducción
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nes (Portes y Bach, 1985; Portes y Zhou, 1993) y para algunos contextos
determinados, como son los enclaves étnicos (Wilson y Portes, 1980).
En este trabajo hemos querido abordar también esta cuestión para el
caso de la primera generación de inmigrantes en España; hemos esco-
gido la primera porque durante el periodo 1997-2006 la segunda era
apenas existente. Si tenemos en cuenta que la inmigración extranjera en
España empezó a ser notoria solo a lo largo de los años noventa, aque-
llos nacidos en esta década empiezan a tener 16 años como muy pronto
a partir de 2006 o 2007, con lo que no puede decirse que para el periodo
estudiado hubiese segunda generación (Portes et al., 2010; Aparicio y
Portes, 2021).
!ŋĿŋ ũāŭŽķŶÖùŋ ùā ķÖ āƗťķŋũÖóĢŌł ðĢðķĢŋėũ×ƩóÖ łŋŭ ĞāĿŋŭ ťķÖłŶāÖùŋ
una serie de preguntas que han guiado la investigación y que expone-
mos a continuación:
¿En qué medida el capital social explica un mayor o menor grado de in-
tegración socioeconómica del inmigrante?
̏dŋŭķÖơŋŭĕŽāũŶāŭÖƘŽùÖłŋùĢƩóŽķŶÖłķÖĢłŶāėũÖóĢŌł̎̏1ķÖťŋƘŋťũŋťŋũ-
cionado por los lazos fuertes favorece siempre la integración?
¿Los lazos débiles y vinculantes favorecen siempre la integración?
¿La combinación de los diferentes tipos de lazo siempre proporciona
mayores niveles de integración?
¿Según el origen étnico y cultural se consigue mayor o menor integración?
¿Los diferentes orígenes presentan distinto comportamiento en cuanto
a uso y rendimiento de sus redes y capital social? Por ejemplo, ¿los lazos
débiles favorecen igual a los latinoamericanos, que se encuentran entre
los más aceptados, que a los norteafricanos, que están entre los menos
aceptados?
¿La asimilación estructural, entendida como la entrada en los círculos
ŭŋóĢÖķāŭùāÖŽŶŌóŶŋłŋŭ̇ĕÖƑŋũāóāŋùĢƩóŽķŶÖķÖĢłŶāėũÖóĢŌł̎
ÈķÖŭĞĢťŌŶāŭĢŭùāŶũÖðÖıŋŨŽāƩłÖķĿāłŶāāķÖðŋũÖĿŋŭŭŋłķÖŭŭĢėŽĢāłŶāŭ̆
1. Hipótesis 1 sobre diversidad de lazos:
La mayor diversidad de lazos proporciona mayor diversidad de acceso a
recursos, lo que repercute en un mayor índice de integración.
Subhipótesis 1.1. Combinación de lazos fuertes y estrategia familiar de
dispersión:
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1. Introducción
El apoyo proporcionado con los lazos fuertes, combinado con una estra-
tegia familiar de dispersión, proporciona mayor índice de integración
que solo contar con los lazos fuertes.
Subhipótesis 1.2. Interacción entre grado de asimilación estructural y
tamaño de la red:
La interacción entre el grado de asimilación estructural y el tamaño de
la red explica en mayor medida el nivel de integración conseguido que
ambos por separado.
2. Hipótesis 2 sobre el efecto del grado de aceptación de los grupos
étnicos:
La interacción entre el grado de aceptación/rechazo de un origen y el
tamaño de su red explica la integración en mayor medida que ambos
por separado.
Subhipótesis 2.1. Interacción entre el grado de aceptación y la diversidad
de lazos:
Los orígenes culturales más aceptados y parecidos, como los latinoa-
mericanos, consiguen mayores cotas de integración con menor diversi-
dad de lazos y menores recursos de capital social.
En los siguientes capítulos estudiaremos la respuesta a estas cuestiones.
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2. Teoría sociológica sobre integración y
capital social
/DLQWHJUDFL³QVRFLDOHQ'XUNKHLP6LPPHO\3DUVRQV
É
mile Durkheim realizó algunas de las primeras aportaciones
al estudio de la integración social en sociedades que están en
proceso de cambio. Tanto la sociedad en la que vivió como la
sociedad actual están experimentando importantes cambios
ùāĿŋėũ×Ʃóŋŭ̇ āóŋłŌĿĢóŋŭ Ƙ ŭŋóĢÖķāŭ̇ ŨŽā ÖĕāóŶÖł Ö ķÖŭ ĕŋũĿÖŭ ùā Ģł-
tegración social. Durkheim realizó aportaciones características al es-
tudio de la integración, de las cuales destacamos: la transformación de
la solidaridad que acompaña los cambios materiales y organizativos, la
regulación de la sociedad a través de normas que aseguran la libertad de
los individuos, el aumento simultáneo de la autonomía individual y de
la cohesión social, y el colectivo como mediador en la relación entre el
individuo y la sociedad.
Durkheim (1912/1993) aborda el estudio de la cohesión social, empuja-
do por su preocupación por el efecto que ejercían el paso de la sociedad
preindustrial a la industrial y la división del trabajo en la psicología y en
la moral de las personas. Uno de los principales elementos que propor-
ciona cohesión social es la solidaridad, y por ello se dispone a estudiar
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
0HUWRQODIXQFLRQDOLGDG\GLVIXQFLRQDOLGDGGHORV
JUXSRVGHUHIHUHQFLD\GHSHUWHQHQFLDGHORVLQPLJUDQWHV
Partiendo de las aportaciones de Merton podemos plantearnos qué
agrupaciones de inmigrantes, qué estructuras relacionales, perviven, a
ťāŭÖũùāłŋóŽĿťķĢũłĢłėŽłÖĕŽłóĢŌłĿÖłĢƩāŭŶÖƘāƗťķĤóĢŶÖ̇ťāũŋťũāóĢ-
samente debido a que satisfacen alguna función latente (1949/2002, p.
126). En concreto, esta idea puede servir para explicar interrelaciones,
intercambios y la constitución de redes que aparentemente no cumplen
ninguna función explícita, pero sí alguna de forma latente.
Por otro lado, Merton advierte no confundir motivos con funciones. Por
ejemplo, el motivo más extendido de matrimoniar en las sociedades oc-
cidentales es el amor, y una de sus funciones la reproducción social; así,
el motivo no es la reproducción del sistema social. De forma parecida, la
ĢłƪŽāłóĢÖùāŋŶũŋŭŨŽāĞÖłāĿĢėũÖùŋťũāƑĢÖĿāłŶāŋķÖĢĿÖėāłùāzóóĢ-
dente por la televisión pueden ser el motivo de la inmigración, aunque
la función sea ejercer de válvula de escape de una situación de paro en
āķťÖĤŭ̇ŋóŋłŭŶĢŶŽĢũŽłÖāŭŶũÖŶāėĢÖùāùĢƑāũŭĢƩóÖóĢŌłùāķÖŭĕŽāłŶāŭùā
ingresos de una unidad familiar situando a diferentes componentes en
diferentes contextos (urbano, rural, dentro del país, fuera del país, etc.).
La red social en la que se asiente o que forme una persona inmigrante
cumple en mayor o menor medida una función de acogida, orienta-
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
/D(VFXHODGH&KLFDJR\ODLQWHJUDFL³QGHORVJUXSRV
PLQRULWDULRV
La Escuela de Chicago de sociología surgió en la década de los años veinte
en Estados Unidos, e introdujo aspectos del interaccionismo simbólico
de Mead a los enfoques dominantes, como el funcionalismo. En esta es-
cuela encontramos unas líneas de investigación que van constituyendo
un corpus sobre sociología urbana y ecología urbana, y de entre los dife-
rentes autores que pertenecen a la misma destacamos a Park, Burgess,
Warner, Handlin, Thomas y Znaniecki.
Estos autores abordaron como objeto de estudio las dinámicas socia-
ķāŭŨŽāŶĢāłāłķŽėÖũāłķÖóĢŽùÖùóŋĿŋ×ĿðĢŶŋėāŋėũ×ƩóŋƘĕĤŭĢóŋāłāķ
que entran en contacto personas y colectivos de diferentes culturas y
orígenes, en el contexto de la inmigración transatlántica hacia Estados
łĢùŋŭ Ö ƩłÖķāŭ ùāķ ŭĢėķŋ ÇRÇ Ƙ ťũĢłóĢťĢŋŭ ùāķ ÇÇ̇ Ƙ ùā ķÖ ĢłĿĢėũÖóĢŌł
interna de población negra del sur más rural hacia ciudades del norte
más industrializadas. En cuanto al sustrato social, la inmigración euro-
pea era una población rural y pobre, que llegaba para ocupar los puestos
ùā ŶũÖðÖıŋ ťŋóŋ óŽÖķĢƩóÖùŋŭ ùā ķÖ óũāóĢāłŶā ĢłùŽŭŶũĢÖ łŋũŶāÖĿāũĢóÖłÖ̍
Es por esto que algún autor sitúa los orígenes de la sociología de las mi-
graciones en los trabajos de la Escuela de Chicago (Ribas, 2004, p. 27).
Sus trabajos constituyeron un avance en la comprensión de las diná-
micas sociales que operan en el contacto entre grupos cultural y social-
mente distintos. En concreto, su enfoque dinámico de las culturas per-
mite explicar la transformación de estas con el paso del tiempo, debido
al contacto con otras. Las culturas se transforman permanentemente a
medida que los grupos procuran adaptarse a los nuevos medios ecológi-
cos y sociales. Entendieron la etnicidad como un proceso de negociación
entre grupos en contacto y utilizaron el interaccionismo, hecho que
permite incluir los aspectos simbólicos y subjetivos en el análisis de las
relaciones interétnicas. En este contexto, la integración social supone
un acercamiento económico, político y social entre grupos étnicos (ibid.,
p. 29).
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ÂĢķķĢÖĿ¦ĞŋĿÖŭƘDķŋũĢÖłÑłÖłĢāóĴĢũāÖķĢơÖũŋłŽłāŭŶŽùĢŋāŶłŋėũ×Ʃóŋ
de los campesinos polacos que emigraron a Estados Unidos que pue-
de considerarse la primera investigación empírica en sociología sobre
migraciones. El objeto de estudio de esta obra es el proceso de adap-
tación de los inmigrantes europeos en la sociedad norteamericana, la
transformación de sus vínculos sociales y culturales. Observaron la in-
cidencia de la migración tanto en el país de acogida como en el país de
origen, lo cual supone una de sus aportaciones principales al estudio de
las migraciones: tener en cuenta la vida en el país de origen, las estruc-
turas sociales que organizan la vida allí, para ver qué les sucede con la
migración.
Para analizar la adaptación social de los inmigrantes, los autores se
ƩıÖũŋłŶÖłŶŋāłÖŭťāóŶŋŭĿÖŶāũĢÖķāŭƘťũ×óŶĢóŋŭóŋĿŋāłÖŭťāóŶŋŭťŭĢ-
cológicos, sociales y culturales; tanto en aspectos socioeconómicos
como en las expectativas y en cómo afrontar el estrés producido por la
migración. El proceso de adaptación incluye completar la reproducción
espontánea de antiguas formas sociales y culturales que eran útiles para
la integración y cohesión social en el país de origen. A partir de estas
ŶĢāłāķŽėÖũŽłťũŋóāŭŋŭŋóĢÖķùāũāƪāƗĢŌł̇ùāĢũóŋłĕŋũĿÖłùŋŽłÖłŽāƑÖ
organización adaptada al nuevo contexto. Así generan una nueva forma
cultural y organizacional que no es ni polaca ni americana, sino polaco-
americana. Los inmigrantes polacos, cuando llegan a un cierto número
—«entre 100 y 300 miembros», podemos señalar como anécdota (Tho-
mas y Znaniecki, 1918-1920/2004, p. 359)—, tienden a reproducir las
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
Aún así, Park también observó que las zonas o barrios no eran total-
ĿāłŶā ĞŋĿŋėĂłāÖŭ ŭŋóĢÖķ Ƙ óŽķŶŽũÖķĿāłŶā̍ 1ł Žł āłŶŋũłŋ ėāŋėũ×Ʃóŋ
cercano hallamos distancias sociales considerables. Aquí parece subya-
cer el concepto de red social, que serían las relaciones que unen a las
personas cercanas socialmente, con poca distancia social, independien-
temente de la distancia física a que se encuentren: «Las personas viven
juntas no tanto porque sean parecidas, sino porque se necesitan mu-
tuamente» (ibid.). Eso sí, estas comunidades comparten códigos cultu-
rales y valores, que es algo que les da unidad y sentido. Es interesante
la consideración de Park que al ascender o descender de posición social
los individuos se adaptan a las normas y valores de donde se ubican,
lo cual servirá de base para que, posteriormente, autores como Gordon
(1964) hablen de diferentes tipos de asimilación (la social, la cultural, la
económica, la estructural...).
En resumen, la imposición de dominación de un grupo étnico sobre
otro (como en la esclavitud, la colonización, el apartheid o las socie-
dades modernas con discriminación racial) impone la aculturación. El
respeto de las otras culturas, pero sin igualdad, produce segregación.
Y solo produce la integración social, el contacto y comunicación en un
contexto de igualdad, en que los diferentes grupos étnicos y culturales
tienen iguales derechos y oportunidades, y las funciones no están espe-
óĢƩóÖùÖŭťŋũėũŽťŋĂŶłĢóŋ̇ŭĢłŋťŋũĞÖðĢķĢùÖùāŭ̇óŋĿťāŶāłóĢÖŭŋĿĂũĢŶŋ̍
/DLQWHJUDFL³QVRFLDOGHVGHODIHQRPHQRORJDHO
LQWHUDFFLRQLVPRVLPE³OLFR\ODSHUVSHFWLYDFRPXQLFDWLYD
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
óķÖƑāāŭŶ×āłŨŽāłŋŶŋùŋāķĿŽłùŋŶĢāłāāķĿĢŭĿŋťŋùāũťÖũÖùāƩłĢũ
esa voluntad general. Eso se ve claro con la situación de los inmigran-
tes, que están en desigualdad de poder para incidir en la conformación
del «otro generalizado», especialmente si la sociedad de acogida no les
concede este poder.
Entonces, ¿cómo superar esta contradicción: adoptar los valores y nor-
mas del «otro generalizado» y conservar la propia cultura? La concep-
ción dual de Mead permite plantearse una integración bidireccional en
la que tanto el inmigrante se adapta a la cultura y sociedad del país de
acogida como esta transforma alguna de sus bases y estructuras para
incluir una pluralidad de culturas. Esto es así ya que el interaccionismo
habla de que la persona se transforma al adoptar al otro generalizado, y
también porque el grupo se va modelando con la acción de cada uno de
sus componentes.
Aunque esta concepción permite aproximarnos a una explicación de
cómo el sujeto se socializa y se integra socialmente, le faltan elementos,
como la función del entendimiento y la estructura interna del lenguaje
(Habermas, 1981b/2001, p. 12), que permitan explicar mejor cómo se
puede producir esta integración en el caso señalado de realidades mul-
ŶĢóŽķŶŽũÖķāŭāłķÖŨŽāóŋłƪŽƘāłťāũŭŋłÖŭƘėũŽťŋŭóŋłùĢŭŶĢłŶÖŭŭŋóĢÖķĢ-
zaciones, y en la que las personas, además de orientarse a la integración
en la sociedad, están integradas en sus grupos étnicos o culturales.
Mead, en el paso de la interacción mediada por símbolos a la interac-
ción mediada por normas, no distingue claramente entre una etapa
de interacción mediada simbólicamente y otra etapa superior de co-
municación. No distingue con claridad entre el lenguaje como medio
en que tiene lugar el entendimiento, y el lenguaje como medio en que
tiene lugar la coordinación de la acción y la socialización (Habermas,
1981b/2001, p. 38). El segundo permite explicar cómo una persona se
socializa. Mead permite explicar cómo un inmigrante llega y cómo, al
asimilar el «otro generalizado», se integra según los patrones de la
sociedad que se encuentra, o sea una concepción de asimilación. Pero
no permite explicar de forma clara cómo, a partir de la participación
del inmigrante, se generan nuevas normas y nuevos consensos y, por
tanto, una integración que respete su cultura: «El lenguaje actúa aquí
como medio, no del entendimiento y de la transmisión de saber cultu-
ral, sino de la socialización y de la integración social. Estas tienen lugar,
por supuesto, mediante actos de entendimiento, pero a diferencia de lo
que acontece con los procesos de entendimiento, no se sedimentan en
saber cultural, sino en estructuras simbólicas del sí mismo (Self) y de la
sociedad, en competencias y en patrones de interacción» (ibid., p. 40).
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Roger Campdepadrós Cullell
zŶũÖÖťŋũŶÖóĢŌłùāmāÖùāŭŨŽāāķāŶĢŨŽāŶÖıāƘķÖùāƩłĢóĢŌłŨŽāŭāĞÖóā
de una persona incidirá en cómo el resto de personas y grupos se re-
lacionan con ella, y en cómo la persona se comporta, en la medida en
que ha asumido esa etiqueta como parte de su personalidad (Mead,
1934/1973, p. 213). Los seres humanos están organizados en categorías
y estas están asociadas a un comportamiento y trato esperados. Aquí
encontramos un fundamento teórico para comprender por qué y cómo
se da la discriminación racial en el mercado laboral, o la distribución del
mercado laboral en nichos étnicos. El etiquetaje que dice que unos gru-
pos inmigrantes son más válidos para realizar ciertos trabajos u otros,
acaba incidiendo en la segmentación étnica del mercado laboral.
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
łŋĿĤÖƘŭŋóĢāùÖù̍pŋÖðŋũùÖāŭťāóĤƩóÖĿāłŶāāķťũŋóāŭŋùāÖıŽŭŶā̇ÖŭĢ-
milación o integración de esa persona en el grupo mayoritario, sino los
prerrequisitos para que esa integración suceda. Cómo se le presentan al
inmigrante los patrones culturales del grupo mayoritario en el que aún
no está inserto.
Por ahorro de fuerzas y energía, la persona no conoce ni pretende co-
nocer todos los aspectos del funcionamiento de todo lo que acontece en
su vida cotidiana. Schütz dice que tal conocimiento no es homogéneo,
sino que es incoherente, parcialmente claro y presenta contradicciones
(ibid., p. 500). Ahora bien, para el endogrupo, este conocimiento se au-
topresenta como algo coherente, completo y consistente que explica y
da sentido a su vida cotidiana. Una persona que se ha socializado en ese
mundo de la vida lo da por supuesto e incuestionado. En determinadas
situaciones, como en el contexto migratorio, la persona se da cuenta de
que sus patrones culturales son aplicables e incuestionados en un con-
texto social e histórico determinado, como en su propio grupo y en su
país de origen, pero no en otros, como en la sociedad de acogida.
En el contacto del inmigrante con la sociedad de acogida pueden darse
al menos dos extremos: que el inmigrante se abra a los nuevos patrones
culturales a la vez que rechace o cuestione los propios, o que cuestione
todo lo incuestionado de los patrones culturales de la sociedad de aco-
gida, y se repliegue en los propios. Aunque lo más habitual es que se den
posicionamientos intermedios. En la medida en que el inmigrante no
conozca, asuma o sepa situar en su sitio los patrones culturales del país
de destino, le será más difícil la integración. Le será más difícil saber
cómo funciona la sociedad y saber por qué suceden ciertas cosas. En la
medida en que los conozca será más hábil para integrarse. Ese conoci-
miento lo puede conseguir, por ejemplo, pasando por la institución edu-
cativa, formando parte de grupos sociales en los que haya autóctonos,
teniendo compañeros de trabajo autóctonos, maridando con alguien
autóctono, etc. Conforme va adquiriendo el nuevo patrón cultural, va
reinterpretando fenómenos y situaciones locales que antes le parecían
extraños o incomprensibles, o de los que sencillamente no se había dado
cuenta que sucedían, y así mismo puede ir reinterpretando aspectos de
su sociedad y cultura de origen.
Schütz establece que para adquirir los patrones culturales no basta solo
con saber el idioma, pues hay toda una serie de aspectos relacionados
ÖķĿĢŭĿŋ̇óŋĿŋķÖŭāƗťũāŭĢŋłāŭ̇ķŋŭùŋðķāŭŭĢėłĢƩóÖùŋŭ̇ķŋŭıŽāėŋŭùā
palabras, los sentidos dados por cierta entonación y no por cierto conte-
nido, etc., que solo se adquieren siendo socializado en ese idioma, «solo
son accesibles a los miembros del endogrupo» (ibid., p. 505). Ahora bien,
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
%ODX\ODWHRUDGHOLQWHUFDPELRVRFLDO
Siguiendo el camino abierto por Merton con las teorías de rango me-
dio, con su teoría del intercambio social de 1964 Peter M. Blau intentó
conectar lo micro con lo macro, las interacciones personales con las es-
tructuras (Scott y Calhoun, 2004). La perspectiva predominante en Blau
es la estructuralista: «[...] las estructuras de posiciones sociales objeti-
ƑÖŭāłŶũāķÖŭŨŽāŭāùĢŭŶũĢðŽƘāłķÖŭťāũŭŋłÖŭāıāũóāłŽłÖĢłƪŽāłóĢÖĿ×ŭ
fundamental sobre la vida social que los valores y las normas culturales»
(1977, p. x). Estudió cómo unas estructuras de relaciones determinan las
posiciones sociales de las personas en la estructura social, sus eleccio-
łāŭŭŋðũāóŋłŨŽĢĂłũāķÖóĢŋłÖũŭā̇āĢłƪŽƘāłāłŭŽóŋĿťŋũŶÖĿĢāłŶŋ̍ŋũ
ejemplo, se propuso mostrar hasta qué punto los requerimientos de la
estructura social pesan tanto o más que los de la religión, la cultura o
la política, si bien evitó hacer del análisis estructural la explicación de
ķÖ óŋłùŽóŶÖ ĞŽĿÖłÖ ťŋũ ÖķėŽłÖ ĢłƪŽāłóĢÖ ĢłāƗťķĢóÖùÖ ùā ķÖ ŭŋóĢāùÖù
sobre las personas. Más bien consideró que la sociedad no está hecha de
una sola pieza y que, por consiguiente, hay que analizar los diferentes
grados de integración dentro de los grupos sociales y entre ellos.
Blau está marcando un nuevo ámbito de estudio, el de las relaciones y
las redes sociales, con el cual se puede ver cómo un tipo de relaciones
promueve un tipo de comportamientos (1964/1982, p. 11). Por ejemplo,
las personas pertenecientes a grupos minoritarios, en general, tienen
más probabilidad de entrar en contacto con personas de grupos mayori-
tarios, que no al revés (ibid.). Pero este argumento estructural no parece
ŭāũ ŭŽƩóĢāłŶā ťÖũÖ āƗťķĢóÖũķŋ̇ Ƙ Öķ ƩłÖķ āķ ťũŋťĢŋ ķÖŽ ŭāŊÖķÖ ŨŽā ĞÖƘ
otro aspecto que acaba determinando que se dé o no esa relación, que es
si la interacción ha sido de apoyo o positiva: «Sea como sea, los valores
āłóŋĿžłłŋŭŋłŭŽƩóĢāłŶāťÖũÖĢłŶāėũÖũÖķŋŭĢłùĢƑĢùŽŋŭāłŽłÖũāùùā
relaciones sociales. Esta requiere interacciones sociales de apoyo, que es
la razón por la que se asume que la integración descansa en la interac-
ción social» (Blau, 1975, pp. 229-230).
Su teoría proporciona más de una aportación al análisis de la inmigra-
ción. El intercambio genera vínculos, cohesión, integración, recipro-
cidad, es proceso generador de grupos, es generador de estructuras. El
intercambio social es cualquier acción en la relación entre dos o más
personas en la que una parte da un servicio, una información o un bien
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
caóticos, sin reglas ni organización. Este pudiera ser el caso de los me-
canismos por los cuales se produce la migración. Desconocemos a dónde
se dirigen los inmigrantes cuando llegan. Pues en gran medida van a
sitios donde hay otros inmigrantes, familiares, amigos o conocidos, que
han hecho la migración con anterioridad (Portes y Rumbaut, 2006). El
intercambio social interviene en el proceso de formación de un grupo
social. Las ventajas que se pueden obtener de una relación empujan
hacia la interacción entre dos o más personas, y esto impulsa la confor-
mación de una red de relaciones sociales y cierta estructura de grupo.
El intercambio hace que se establezcan relaciones de reciprocidad, la
obligación de devolver un favor, una información, bien o servicio, en
uno u otro momento del tiempo; y esto hace que se refuerce una relación
de amistad, o que se despierte un sentimiento de obediencia a la persona
que ha realizado el favor. La teoría del intercambio social hace pensar
que las relaciones o asociaciones entre los inmigrantes que tienen una
relación de amistad, amor, familiaridad o solidaridad serán sólidas y
duraderas en el tiempo (Blau, 1964/1982, pp. 30-31).
Una de las maneras en que la inmigración puede impactar en la estruc-
tura social es aumentando la heterogeneidad multiforme (Blau, 1975).
Un aumento cuantitativo de intercambios produce un cambio cualita-
tivo hacia la norma de relaciones exogrupales. En sociedades menos
heterogéneas, uno de los cambios que los nuevos componentes pueden
introducir es la misma aceptación de personas de otras culturas y el
aumento de relaciones con ellas. La heterogeneidad multiforme puede
ejercer una presión hacia la norma de mantener relaciones intergrupa-
les hasta cambiarla (ibid., p. 234). Además, la interrelación entre grupos
es un factor de integración, y por tanto se puede utilizar como indicador
de integración (ibid.).
Una mayor integración de los diferentes grupos (sociales, culturales,
étnicos, religiosos, etc.) puede venir o bien por la inclusión en el gru-
po primario de esta diversidad (matrimonios mixtos, amigos de otras
culturas y clases sociales) o bien por la existencia de lazos débiles entre
grupos diferentes entre ellos. La integración social en las sociedades
contemporáneas ya no descansa exclusivamente en el apoyo de los
miembros del propio grupo, sino en múltiples apoyos con una mayor
variedad de redes de relaciones menos fuertes (ibid., pp. 234-235).
Blau establece que lo que proporciona integración social es la diferen-
ciación entre grupos. Esto recuerda la integración y la interdependencia
que la división social del trabajo genera según Durkheim. Diferentes
personas se necesitan, y eso genera integración. Así explica Blau cómo el
contacto entre grupos con diferentes valores integra a todos en la socie-
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
ŶÖłóĢÖùāŨŽāŶĢāłāłťŋùāũƘŭĢŶŽÖóĢŌłŭŽƩóĢāłŶāŭťÖũÖÖƘŽùÖũÖŋŶũŋŭ̍
La teoría de Blau también señala que detrás del intercambio no siempre
hay un acto altruista, generoso y desinteresado, sino que también puede
haber la búsqueda de cierta contraprestación en estatus, lealtades y un
capital acumulable (ibid., pp. 238-239).
Blau asimila la explicación estructural con la explicación de los com-
portamientos y elecciones de las personas independientemente de sus
ƑÖķŋũāŭ ŋ ùā ķŋŭ ŭĢėłĢƩóÖùŋŭ óŽķŶŽũÖķāŭ ŨŽā ŋŶŋũėÖł Ö ķŋŭ ĕāłŌĿāłŋŭ
sociales. Pero, como señala Giddens (1984/2003), esto pasa por alto
ŨŽāĢłóķŽŭŋķŋŭťÖũ×ĿāŶũŋŭāŭŶũŽóŶŽũÖķāŭÖķŋŭŨŽāķÖŽŭāũāƩāũā̇óŋĿŋ
edad, etnia, nivel ocupacional, ingreso, parentesco, clase o posición so-
óĢÖķ̇łŋťŽāùāłùāƩłĢũŭāŭĢłķÖŭŶũÖùĢóĢŋłāŭóŽķŶŽũÖķāŭŋķŋŭŭĢėłĢƩóÖùŋŭ
que los agentes les dan: «Posiciones sociales, como todos los demás
aspectos de «parámetros estructurales», solo existen en tanto unos ac-
tores hagan distinciones en su conducta sobre la base de la atribución a
otros de identidades determinadas» (Giddens, 1984/2003, p. 239). Las
diferencias de estatus y de etnia se refuerzan, ejerciendo de barrera a la
promoción social (Blau, 1964/1982, p. 57).
En síntesis, diremos, por un lado, que desde un punto de vista estructu-
ral, la red de relaciones es un factor que incidirá en la mayor integración
social de una persona —a través de estar en grupos heterogéneos—,
siendo clave las interacciones positivas dentro de ese grupo. Cuanto más
heterogéneos sean los grupos en cuanto a características individuales y
parámetros estructurales (edad, sexo, etnia, cultura, ingresos, clase...),
más integrada estará una sociedad. Mientras que, por el otro lado, una
mayor red social aumenta la posibilidad de intercambios sociales, los
óŽÖķāŭťŽāùāłķĢėÖũÖķĢłĿĢėũÖłŶāÖŽłÖùāŶāũĿĢłÖùÖťŋŭĢóĢŌł̇ùĢƩóŽķ-
tando su movilidad social.
Las preferencias, elecciones y actitudes de los individuos están con-
ĕŋũĿÖùÖŭťŋũķÖĢłƪŽāłóĢÖùāķÖŭùĢŭŶĢłŶÖŭũāùāŭÖķÖŭŨŽāťāũŶāłāóāł̍
Hay que observar el grado de integración que proporciona cada una
para comprender mejor el fenómeno. Puede ser que cada una sirva para
cosas distintas, pero también que cada una tenga diferentes grados de
modernización y de diferenciación interna (entre creencias religiosas y
adscripción al grupo, por ejemplo), distintos grados de adscripción y de
libertad para pertenecer a otros grupos, puede tener distinta conside-
ración de los valores y creencias, etc., de forma que la persona quizás
puede estar más integrada, pero también aprende a ver a qué se le da
importancia en cada grupo, y a ir conformando su propia escala de va-
ķŋũāŭ̍ 1ŭŶā óŋłŶāƗŶŋ ùā ťāũŶāłāłóĢÖ Ö ùĢĕāũāłŶāŭ ėũŽťŋŭ ĢłƪŽĢũ× āł ŶÖķ
conformación, aunque no la determinará.
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*UDQRYHWWHU\ODWHRUDGHORVOD]RVG©ELOHV
Una de las principales aportaciones por las cuales es conocido este au-
tor es el estudio del efecto que tiene en las personas el diferente grado
de fortaleza de sus relaciones (Granovetter, 1973/2000, 1974/1995,
1982/2003a). En cierta medida, el análisis de los procesos en los siste-
mas interpersonales, en concreto de las interacciones a pequeña escala,
es un instrumento que nos permite la conexión entre lo micro y lo ma-
cro. Con esto podemos ver el impacto de las redes sociales sobre el com-
portamiento de los individuos, cómo los individuos manipulan las redes
ťÖũÖ óŋłŭāėŽĢũ Ʃłāŭ āŭťāóĤƩóŋŭ Ƙ ŶÖĿðĢĂł ķÖ āŭŶũŽóŶŽũÖ ùā ũāķÖóĢŋłāŭ
entre grupos (Granovetter, 1973/2000, p. 47). La hipótesis que permite
relacionar los vínculos duales con grandes estructuras es la siguiente:
«[...] cuanto más fuerte sea la unión entre A y B, mayor será el número
de individuos del grupo S con los que ambos estarán relacionados me-
diante lazos fuertes o débiles. Esta dualidad en sus círculos de amistad
suele ser mínima cuando no existen vínculos o lazos, máxima cuando
son fuertes e intermedia cuando débiles» (ibid., p. 42).
El punto central de su estudio es el tipo de lazo o vínculo que une a las
personas. En la sociedad encontramos un tipo de lazo fuerte, que se da
entre familiares y amigos, y caracteriza a las relaciones más frecuentes e
intensas. También encontramos lazos débiles, que se dan entre personas
que se han conocido puntualmente, en el lugar de trabajo, escuela o ve-
cindad, que mantienen relaciones menos frecuentes y menos intensas;
son lazos que facilitan el contacto entre grupos distintos y separados
y, por tanto, en gran medida, favorecen la cohesión social. Granovetter
parte también del principio de «que el grado de coincidencia entre dos
sistemas individuales varía directamente según la fuerza que los une o
vincula entre sí» (ibid., p. 41). Así, los lazos fuertes tienden a unir grupos
parecidos y los lazos débiles a unir grupos más disimilares.
Encontramos en Granovetter una aproximación al concepto de for-
taleza de un lazo que puede ayudar a su medición: «Muchas nociones
intuitivas sobre la «fuerza» de un vínculo interpersonal deberían verse
ŭÖŶĢŭĕāóĞÖŭ ťŋũ ķÖ ŭĢėŽĢāłŶā ùāƩłĢóĢŌł̆ ķÖ ĕŽāũơÖ ùā Žł ƑĤłóŽķŋ āŭ ŽłÖ
(probablemente lineal) combinación del tiempo, la intensidad emocio-
łÖķ̇ĢłŶĢĿĢùÖừóŋłƩÖłơÖĿŽŶŽÖ̜ƘķŋŭŭāũƑĢóĢŋŭũāóĤťũŋóŋŭŨŽāóÖũÖó-
terizan a dicho vínculo» (ibid., p. 42). El autor utilizó la frecuencia con
la que se veían las personas amigas para medir la fortaleza o debilidad
del vínculo, cuanta más frecuencia, más fuerte el vínculo. Otro elemento
utilizado para medir la fortaleza de una relación es la reciprocidad de los
servicios prestados, de la simpatía o del reconocimiento, y la asimetría
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
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Roger Campdepadrós Cullell
&RQƩDQ]DQRUPDV\FUHDFL³QGHRUJDQL]DFL³QVRFLDO
HQ&ROHPDQ
Coleman intenta una explicación social que muestre que una acción
racional combinada con determinados contextos sociales y normativos
puede dar cuenta de la formación o desarrollo de organizaciones socia-
les, e introduce el concepto de capital social para explicarlo (1988, 1990).
Critica la concepción de la acción regulada por normas porque en ella no
aparece la agencia humana, aquel mecanismo interno que establece el
58
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
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Roger Campdepadrós Cullell
con otros actores. Las personas utilizan sus recursos para captar el in-
terés que despiertan en otras personas y conseguir recursos de los que
no disponen.
Las consecuencias de la acción de un actor sobre otros son externali-
dades. Los segundos pasarán a tener cierto interés en el control de la
acción del primero porque les afecta lo que este haga. La llegada de un
nuevo inmigrante a un colectivo y a una sociedad puede tener tanto ex-
ternalidades negativas como positivas. Puede aportar riqueza, ayuda y
apoyo, o puede aportar competencia y causar perjuicios en el colectivo
étnico y en la sociedad en general. Sea cual sea el signo de la externali-
dad y su intensidad, es lógico que los grupos inmigrantes ya asentados
y la sociedad en general tengan interés en controlar las acciones del
recién llegado y convertirlas en una aportación positiva al colectivo y a
la sociedad. Pero eso no siempre es posible, depende del grado de cierre
del colectivo de ese inmigrante. Cuanto mayor sea el cierre, más podrán
moldear la acción del recién llegado.
Toda la migración puede verse como un juego de actores que controlan
recursos, eventos y capacidades que son de interés para otros. Por ejem-
plo, el inmigrante dispone de su mano de obra, que es de interés para el
empresario autóctono, y el empresario dispone de trabajo, que es lo que
le interesa al inmigrante. El inmigrante que encuentra trabajo supone
ŽłÖťŋũŶāāóŋłŌĿĢóŋťÖũÖŭŽĕÖĿĢķĢÖ̒ŶÖĿðĢĂłŭŽťŋłāŽłðāłāƩóĢŋťÖũÖ
el resto del colectivo inmigrante, que recibirá un nuevo miembro, que
hace que la comunidad aumente, mejore su posición, y eso puede con-
trarrestar la discriminación social que sufre en la sociedad abierta. Por
su parte, tanto la familia como el colectivo inmigrante tienen recursos
que interesan al recién llegado, como vivienda, información sobre ofer-
ŶÖŭķÖðŋũÖķāŭŋóŋłŶÖóŶŋŭ̒ÖùāĿ×ŭ̇ťŽāùāłėāłāũÖũāƑāłŶŋŭóŋĿŋƩāŭŶÖŭ̇
donde el inmigrante puede conocer a nuevas personas, entablar amis-
tades y demostrar simbólicamente su lealtad al grupo. También hay una
serie de intermediarios en el mercado informal a los que interesa que el
inmigrante consuma sus bienes y servicios, y a este le interesan los bie-
nes y servicios que controlan los intermediarios: medios de transporte,
información sobre ofertas laborales que no controla la red familiar ni las
ŋƩóĢłÖŭùāāĿťķāŋŋŶũ×ĿĢŶāŭťÖũÖũāėŽķÖũĢơÖũķÖŭĢŶŽÖóĢŌł̍
Los inmigrantes de una misma red familiar permanecen unidos por
múltiples intereses materiales y lazos afectivos. Coleman utiliza el con-
cepto de interdependencia evolutiva, que se puede ajustar al estudio de
los inmigrantes. Según este argumento, las acciones de cada actor están
condicionadas por las acciones de otros actores en un momento anterior
a lo largo de un largo periodo de tiempo y, durante este, la estrategia de
60
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
ķĢėĢŋŭÖĿāłŶā̇ŭŋłũāùāŭĿŽƘāƩóÖóāŭťÖũÖùāŶāũĿĢłÖùÖŭŶũÖłŭÖóóĢŋłāŭ
u operaciones económicas.
!ŋķāĿÖłùāŭóũĢðāŶũāŭĕŋũĿÖŭāłŨŽāķÖŭũāķÖóĢŋłāŭùāóŋłƩÖłơÖāłŶũā
dos actores se tornan más complejas: a) Dos actores pueden estar en
dos relaciones: el primero confía en el segundo, y el segundo confía en
āķťũĢĿāũŋ̇āŭŶŋāŭ̇óŋłƩÖłơÖĿŽŶŽÖ̍ð̜1ķĿĢŭĿŋÖóŶŋũťŽāùāŭāũāķùā-
ťŋŭĢŶÖũĢŋùāóŋłƩÖłơÖùāŽłÖóŶŋũƘÖķėŽĢāłŨŽāùāťŋŭĢŶÖóŋłƩÖłơÖāł
ŋŶũŋ̒āŭŶÖťāũŭŋłÖāŭŽłĢłŶāũĿāùĢÖũĢŋùāóŋłƩÖłơÖ̍ó̜NÖƘŭĢŶŽÖóĢŋłāŭ
en las que un actor no aceptará la promesa de otros actores, pero acep-
tará la promesa de un tercer actor, que servirá de transacción entre los
ùŋŭťũĢĿāũŋŭ̒āŭùāóĢũ̇ķÖóŋłƩÖłơÖùāŽłÖŶāũóāũÖťÖũŶā̍
dŋŭĢłóāłŶĢƑŋŭÖùĢóĢŋłÖķāŭťÖũÖùāťŋŭĢŶÖũƘĿÖłŶāłāũóŋłƩÖłơÖāłŽłÖ
ũāķÖóĢŌł ùā ĿŽŶŽÖ óŋłƩÖłơÖ ķķāƑÖ Ö ùŋŭ ťũāùĢóóĢŋłāŭ̆ ŽłÖ̇ ùāťŋŭĢŶÖ-
dores que se hallan en una relación asimétrica tendrán el incentivo de
ŶũÖłŭĕŋũĿÖũķÖāłŽłÖùāĿŽŶŽÖóŋłƩÖłơÖ̒ùŋŭ̇ŭĢŽłÖũāķÖóĢŌłĢĿťķĢóÖ
óŋłƩÖłơÖ ĿŽŶŽÖ̇ ÖĿðÖŭ ťÖũŶāŭ Ŷāłùũ׳ Ŀ×ŭ ťũŋðÖðĢķĢùÖùāŭ ùā ŭāũ ùā
óŋłƩÖłơÖŨŽāŭĢāķùāťŋŭĢŶÖũĢŋŭāāłóŽāłŶũÖāłŽłÖũāķÖóĢŌłÖŭĢĿĂŶũĢ-
óÖ̍1łŽłÖũāķÖóĢŌłÖŭĢĿĂŶũĢóÖ̇āķŨŽāťũāŭŶÖóŋłƩÖłơÖŋĕÖƑŋũāŭťŽāùā
pedirle un favor al depositario para que este sienta que el otro le debe
Žł ĕÖƑŋũ̇ Ƙ ÖŭĤ ŭā āŭŶũāóĞÖ ķÖ óŋłƩÖłơÖ āłŶũā ÖĿðŋŭ̍ 1ķ ŭŋðũāťÖėŋ ùā
una deuda obliga al prestatario, ahora deudor. Así se va manteniendo la
ũāķÖóĢŌłƘķÖóŋłƩÖłơÖāłŶũāùŋŭŋĿ×ŭťÖũŶāŭ̍1ķŭŋðũāťÖėŋāŭťũŋťĢŋùā
áreas rurales donde las personas frecuentemente dependen de la cola-
boración de otros vecinos. Una persona devolverá el favor a no ser que el
precio de no devolverlo sea mayor que lo que obtendría si lo devolviese
ƘĿÖłŶŽƑĢāŭāķÖóŋłƩÖłơÖùāķÖŋŶũÖťÖũŶā̍
Hay situaciones de relaciones complejas en las que una parte es a la vez
ùāťŋŭĢŶŋũÖ Ƙ ùāťŋŭĢŶÖũĢÖ ùā ķÖ óŋłƩÖłơÖ̍ 1ŭŋ ŭŽóāùā óŽÖłùŋ ùŋŭ ťāũ-
ŭŋłÖŭłŋŶĢāłāłŽłÖũāķÖóĢŌłŭŽƩóĢāłŶāĿāłŶāāŭŶũāóĞÖŋùŽũÖùāũÖťÖũÖ
que haya un quid pro quo, y tiene que intervenir una tercera persona que
conoce a ambas para hacer de puente. Esto puede suceder cuando un
ĢłĿĢėũÖłŶāũāóĢðāÖƘŽùÖùāÖķėŽĢāł̇łŋťŋũķÖóŋłƩÖłơÖŨŽāāƗĢŭŶāāł-
ŶũāÖĿðŋŭ̇ŭĢłŋťŋũķÖóŋłƩÖłơÖĞÖóĢÖŽłÖŶāũóāũÖťāũŭŋłÖŨŽāÖĿðŋŭ
conocen.
1ķĢłŶāũĿāùĢÖũĢŋùāóŋłƩÖłơÖĢĿťķĢóÖķÖƩėŽũÖùāķùāťŋŭĢŶÖũĢŋ̟ùāťŋŭĢ-
Ŷŋũ̍1ŭŶāÖóŶžÖùāĢłŶāũĿāùĢÖũĢŋāłŽłÖóÖùāłÖùāùāťŌŭĢŶŋùāóŋłƩÖłơÖ
entre dos partes. En la inmigración se da esta situación, porque no todos
los inmigrantes se conocen y se relacionan entre ellos. A veces los co-
nocidos de un inmigrante no le pueden prestar ayuda pero conocen a
otros que sí y, simplemente, hacen de intermediarios. De esta manera,
63
Roger Campdepadrós Cullell
64
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
ĢłĿĢėũÖłŶā ƑÖ óŋłĕŋũĿÖłùŋ ŭŽ āłŶŋũłŋ Ƙ ŭŽ ũāù ùā óŋłƩÖłơÖ̇ ùāłŶũŋ
ùāāŭŶÖŭāũ×ĿāłŋŭťũŋðÖðķāƘĿ×ŭÖũũĢāŭėÖùŋŨŽāĢłóŽĿťķÖóŋłƩÖłơÖŭ
ùāťŋŭĢŶÖùÖŭ̍āÖóŶĢƑÖķÖùāłŋĿĢłÖùÖóŋłƩÖłơÖāƗĢėĢðķā̇ŭāėžłķÖóŽÖķ
un colectivo inmigrante puede sancionar a un miembro que rompa la
óŋłƩÖłơÖùāťŋŭĢŶÖùÖāłĂķŭŋĿāŶĢĂłùŋķāÖŋŭŶũÖóĢŭĿŋķÖðŋũÖķāĢĿťĢ-
diéndole el acceso a los escasos trabajos destinados a inmigrantes en los
enclaves y nichos étnicos (Portes y Sensenbrenner, 1993).
1ķĢłĿĢėũÖłŶāŋðŭāũƑÖťŋŶāłóĢÖķāŭðāłāƩóĢŋŭĿÖŶāũĢÖķāŭƘŭŋóĢÖķāŭāłāķ
hecho de relacionarse con autóctonos. Es la hipótesis asimilacionista.
El cierre en su grupo cultural puede privarle de este progreso, incluso
puede privar al propio grupo de disfrutar de la reciprocidad de un com-
ponente que progresa. Ahora bien, la excesiva apertura puede conlle-
var que el inmigrante no siga la norma de reciprocidad o ayuda mutua
porque no haya manera de sancionar su incumplimiento, o incluso lle-
ve a la pérdida de ese miembro. El cierre de un grupo inmigrante para
persistir y ser funcional debería: 1) proporcionar protección en un am-
ðĢāłŶāĞŋŭŶĢķ̛ÖŭĢĿĢķÖóĢŋłĢŭŶÖŋŭāėũāėÖóĢŋłĢŭŶÖ̜̇ˑ̜ŭāũŭŽƩóĢāłŶāťÖũÖ
ťāũĿĢŶĢũùāťŋŭĢŶÖũóŋłƩÖłơÖƘĿÖłŶāłāũķÖŭŋķĢùÖũĢùÖùƘÖƘŽùÖĿŽŶŽÖ̇
˒̜ ŭāũ ŭŽƩóĢāłŶāĿāłŶā ťāũĿāÖðķā ťÖũÖ ŨŽā ÖķėŽłŋ̇ ƑÖũĢŋŭ ŋ Ŷŋùŋŭ ŭŽŭ
componentes puedan aprovechar oportunidades de promoción fuera
del grupo.
!ŋķāĿÖłķķÖĿÖóŋĿŽłĢùÖùāŭùāóŋłƩÖłơÖĿŽŶŽÖÖķÖŭĢŶŽÖóĢŌłāłŨŽā
un número de actores están implicados en una actividad que produce un
resultado en el que todos tienen un interés similar. Además, a cada uno
ķāĢłŶāũāŭÖłŋŭÖóũĢƩóÖũŋŶũŋŭĢłŶāũāŭāŭťŋũĢĿťķĢóÖũŭāāłķÖÖóŶĢƑĢùÖùùā
común interés. En muchas de estas comunidades los actores también
están implicados en un sistema más general de intercambio, que afecta
a bienes o eventos para los cuales hay diferentes controles y diferentes
ĢłŶāũāŭāŭ̍dŋŨŽāŭāŋðŭāũƑÖāłŶÖķāŭóŋĿŽłĢùÖùāŭāŭŨŽāķÖóŋłƩÖłơÖ
se refuerza con las normas sociales que van acompañadas con sancio-
nes. A veces las sanciones implican acciones de un tipo u otro, pero en
comunidades que están muy unidas por un conjunto de transacciones
sociales, la sanción más común sea, probablemente, la restricción de
intercambios con el actor transgresor. Este concepto describe bien la
comunidad inmigrante relativamente cohesionada en la que todos tie-
łāłŽłĢłŶāũĂŭāłŨŽāĞÖƘÖóŋłƩÖłơÖāłāķėũŽťŋƘāŭŶŋķāŭťāũĿĢŶÖķŋŭ
ðāłāƩóĢŋŭùāķÖÖƘŽùÖĿŽŶŽÖƘķÖũāóĢťũŋóĢùÖùāłŽłÖŭŋóĢāùÖùùāÖóŋ-
gida que les da trabajo.
!ŋķāĿÖł ũāÖķĢơÖ ŽłÖ ùāƩłĢóĢŌł āŭťāóĤƩóÖ ùā łŋũĿÖ̆ ̡'ĢũĂ ŨŽā ŽłÖ
łŋũĿÖ óŋłóāũłĢāłŶā Ö ŽłÖ ÖóóĢŌł āŭťāóĤƩóÖ āƗĢŭŶā óŽÖłùŋ āķ ùāũāóĞŋ
ŭŋóĢÖķĿāłŶā ùāƩłĢùŋ ùā óŋłŶũŋķÖũ ķÖ ÖóóĢŌł łŋ āŭ ķķāƑÖùŋ Ö óÖðŋ ťŋũ
65
Roger Campdepadrós Cullell
āķÖóŶŋũŭĢłŋťŋũŋŶũŋư̢̆ː˘˘ˏ̇ť̍ˑ˓˒̜̍!ŋłāŭŶÖùāƩłĢóĢŌł̇ķÖóŽāŭŶĢŌł
relativa a las condiciones bajo las cuales una norma efectiva aparecerá
se convierte en una cuestión relativa a las condiciones bajo las cuales
habrá un consenso sobre el derecho a controlar una acción, mantenido
por otras personas distintas al actor, y las condiciones bajo las que este
consenso puede aplicarse. Las normas pueden surgir solo donde hay
comunicación.
Las normas también pueden constituir una fuente de capital social. Una
forma de capital social de especial importancia es la norma de renunciar
a los intereses propios, y actuar por los intereses de la colectividad. Una
norma de este tipo lleva a las personas a realizar tareas de voluntariado
en asociaciones, a realizar acciones por el bien de la familia o a iniciar
movimientos sociales. Este capital social permite unas acciones a la vez
que constriñe otras. Premia la acción altruista y desinteresada, a la vez
que hay una desaprobación social y pública a ciertos tipos de egoísmo:
«Normas de este tipo son importantes para superar los problemas (de
carencia) de bienes públicos que existen en los colectivos» (Coleman,
1988, p. S105).
Siguiendo a Coleman, la aplicación de las normas depende de la capa-
cidad de sancionar el comportamiento que se desvía. En el caso de la
migración una norma importante es la reciprocidad. Y la presencia de
al menos una tercera persona ayuda a su cumplimiento. Esto apoya la
hipótesis de que cuantos más componentes y más densa sea una red,
más casos de solidaridad y ayuda mutua podrán darse en un grupo y
mayor integración podrá conseguir la persona. Esto es, cuanta más red,
más probabilidades de integración y progreso social en los grupos en los
que la norma es la solidaridad y la ayuda mutua.
El miembro de un colectivo tiene un doble incentivo para cumplir la
norma de ayuda mutua: por un lado, al hacerlo mantiene la norma, y
āŭŶÖÖķėžłùĤÖķāðāłāƩóĢÖũ×̇Ƙ̇ťŋũāķŋŶũŋ̇ķÖóŋĿŽłĢùÖùķāāŭŶÖũ×ÖėũÖ-
decida y obtendrá un reconocimiento social. Esto despertará acciones de
celo en la observación del cumplimiento de la norma. Las redes sociales,
junto a las normas que generan, van más allá de internalizar las exter-
nalidades presentes. Generan actividad de celo que indica un exceso de
incentivos para contribuir a la acción.
Cuanto más amplia y cohesionada sea una comunidad, menor es el cos-
te de sancionar a alguien. Los pequeños actos de sanción cuestan poco
esfuerzo individual y están culturalmente aceptados. Si cada miembro
hace un pequeño gesto de desaire o de evitar a la persona que ha trans-
gredido una norma, la suma acaba pesando mucho en quien los recibe,
66
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
67
Roger Campdepadrós Cullell
&DSLWDOVRFLDOHQ%RXUGLHX&ROHPDQ3XWQDP
3RUWHV\/LQ
El capital social permite a las personas acceder a una serie de recursos
existentes en su red social con los que poder conseguir ciertos objeti-
ƑŋŭƘðāłāƩóĢŋŭāóŋłŌĿĢóŋŭ̍1ķóÖťĢŶÖķŭŋóĢÖķāŭŽłðŽāłāıāĿťķŋùāķÖ
imbricación o interrelación1 (Granovetter, 1985/2003b) entre el mundo
económico y el mundo social, con el cual podemos ver que no solo las
relaciones de mercado tienen consecuencias económicas, sino que tam-
ðĢĂłùāķÖŭũāķÖóĢŋłāŭāĢłŶāũóÖĿðĢŋŭŭŋóĢÖķāŭŭāùāŭťũāłùāłðāłāƩóĢŋŭ
o pérdidas económicas. Además, hay una serie de aspectos sociales,
óŋĿŋķÖŭłŋũĿÖŭ̇ķÖóŋłƩÖłơÖŋķÖũāóĢťũŋóĢùÖù̇ŨŽāũāėŽķÖłāķÖóóāŭŋÖ
estos recursos imbricados en las relaciones sociales. Todo ello legitima
el capital social como campo de estudio de la sociología.
En las últimas décadas han proliferado distintos tipos de investigación
sobre el capital social. Los académicos han utilizado este concepto para
estudiar diferentes aspectos del comportamiento humano y social,
como las normas de la comunidad, la solidaridad del grupo, el desa-
rrollo económico, el éxito y el fracaso escolar, el nivel ocupacional o el
empresariado étnico e inmigrante (Herreros y de Francisco, 2001, p. 5;
Putnam, 2003, pp. 11-12). En todos ellos, el capital social «hace referen-
cia principalmente a los recursos a los que puede accederse en las redes
sociales» (Lin, 2001, p. 471; Portes, 1998).
ŋùāĿŋŭ ÖėũŽťÖũ ķÖŭ ÖťũŋƗĢĿÖóĢŋłāŭ Ö ķÖ ùāƩłĢóĢŌł ùā óÖťĢŶÖķ ŭŋóĢÖķ
en dos perspectivas: la estructuralista, en la que podríamos encuadrar
a Bourdieu y a Coleman, y la culturalista, en la que podríamos incluir a
68
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
2.2.4.1. Bourdieu
69
Roger Campdepadrós Cullell
1ķóÖťĢŶÖķŭŋóĢÖķùāŭùāāŭŶÖùāƩłĢóĢŌłƑĢāłāũāťũāŭāłŶÖùŋťŋũāķŶÖĿÖŊŋ
de la red y por el volumen de capital (económico, cultural o simbóli-
co) que poseen aquellos con quien uno está conectado: «El volumen
del capital social poseído por un determinado agente así depende del
tamaño de la red de conexiones que él puede efectivamente movilizar
y del volumen de capital (económico, cultural o simbólico) poseído en
su propio derecho por cada uno de aquellos a los que está conectado»
(ibid̍̇ť̍ˑ˓˘̜̍1ŭŽłÖóŶĢƑŋùāŽłóŋķāóŶĢƑŋŨŽāŶĢāłāðĢāłùāƩłĢùÖŭŭŽŭ
fronteras, sus obligaciones de intercambio y el reconocimiento mutuo.
Esta red de relaciones no se constituye de forma espontánea, no se ge-
nera socialmente, sino que se forma a partir de un proceso intencional,
a partir de un «inacabable esfuerzo de institución, del cual los ritos ins-
titucionales [...] marcan los momentos esenciales y el cual es necesario
Ö Ʃł ùā ťũŋùŽóĢũ Ƙ ũāťũŋùŽóĢũ ũāķÖóĢŋłāŭ žŶĢķāŭ Ƙ ùŽũÖùāũÖŭ ŨŽā ťŽā-
den asegurar provechos materiales o simbólicos» (ibid.). Las personas
ÖũŶĢóŽķÖł āŭŶũÖŶāėĢÖŭ ùā ĢłƑāũŭĢŌł óŋł āķ Ʃł ùā āŭŶÖðķāóāũ Ƙ ĿÖłŶāłāũ
ũāķÖóĢŋłāŭŭŋóĢÖķāŭùāķÖŭóŽÖķāŭťŋùũ׳ŋðŶāłāũðāłāƩóĢŋŭ̍'āāŭŶÖĿÖ-
nera, pueden intentar convertir relaciones de vecindad, laborales o de
parentesco sin ninguna connotación social añadida, en relaciones con
una carga subjetiva de obligación, de reciprocidad, de gratitud, de res-
peto o de amistad (ibid.).
La estructura social viene determinada, según Bourdieu, por la distri-
bución de los tres diferentes tipos de capital, y no solo del económico.
1ķóÖťĢŶÖķŭŋóĢÖķāŭŽłĕÖóŶŋũĿ×ŭŨŽāĢłƪŽƘāāłķÖāŭŶũŽóŶŽũÖóĢŌłŭŋóĢÖķ̇
en la distribución de recursos y de poder en la sociedad. A través del
capital social se pueden obtener otros capitales o bienes: tener acceso
a recursos económicos (préstamos subsidiados, consejos de inversión,
mercados protegidos), incrementar su capital cultural (por ejemplo, al
óŋłŭŽķŶÖũÖāƗťāũŶŋŭ̜ŋŭāťŽāùāłÖƩķĢÖũÖĢłŭŶĢŶŽóĢŋłāŭŨŽāķāŭóŋłƩā-
ren mayor estatus. En sintonía con Blau, Bourdieu considera que la alta
posición en una jerarquía proporciona más capital social; es cierto que a
veces obliga a ayudar a personas en posiciones inferiores, pero también
ĕÖóĢķĢŶÖ ŋðŶāłāũ ĕÖƑŋũāŭ̍ ŋũ Ŷŋùŋ āķķŋ̇ ŨŽāùÖ ıŽŭŶĢƩóÖùŋ ŶāŌũĢóÖĿāłŶā
el estudio del capital social como factor que incide en la estructuración
social.
łÖùāķÖŭóÖũÖóŶāũĤŭŶĢóÖŭŨŽāùāƩłāŶÖłŶŋÖķóÖťĢŶÖķŭŋóĢÖķóŋĿŋÖķóÖ-
pital cultural es su convertibilidad y su transubstanciación en capital
āóŋłŌĿĢóŋ̆ ̡̙ķÖ ŶāŋũĤÖ āóŋłŌĿĢóÖ̚ ùāƩłā óŋĿŋ ùāŭĢłŶāũāŭÖùÖŭ ÖŨŽā-
llas formas de intercambio que aseguran la transubstanciación por la
cual los tipos de capital más materiales —aquellos que son económicos
en sentido restringido— pueden presentarse en la forma inmaterial de
70
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
2.2.4.2. Coleman
71
Roger Campdepadrós Cullell
ŽùāƩłĢóĢŌłĢłóķŽƘāāķāŭŶŽùĢŋùāķŋŭĿāóÖłĢŭĿŋŭŨŽāėāłāũÖłāķóÖ-
pital social (como la reciprocidad de expectativas y la aplicación de las
normas del grupo) y las consecuencias de la posesión de capital social
(como el acceso privilegiado a información). Se interesa, así mismo,
por las motivaciones tanto de los que dan como de los que reciben ca-
pital social en un intercambio mediado. Por tanto, distingue entre: a)
los que poseen el capital social (los que demandan algo), b) las fuentes
del capital social (los que están de acuerdo con esas demandas y van a
proporcionar ese algo), c) los recursos demandados en sí.
El capital social tiene una propiedad que lo diferencia de otras formas de
capital, que es su carácter público. El actor que invierte en capital social,
generando y cuidando las relaciones, solo consigue una pequeña parte
ùāķŋŭðāłāƩóĢŋŭ̇ķŋŨŽāťũŋùŽóāŨŽāāłėāłāũÖķŭāĢłƑĢāũŶÖťŋóŋāłāŭŶā
tipo de capital.
En el contexto de una teoría de la acción racional, en la que cada ac-
tor controla ciertos recursos y tiene ciertos intereses, «el capital social
constituye un tipo particular de recurso disponible para un actor, [...] el
capital social es productivo, haciendo posible la consecución de cier-
Ŷŋŭ Ʃłāŭ̇ ŨŽā ùā ŋŶũÖ ĿÖłāũÖ łŋ ĞŽðĢāŭā ŭĢùŋ ťŋŭĢðķā̢ ̛ibid., p. S98).
Así sucede con las redes sociales de los inmigrantes. Estas les permiten
conseguir un primer trabajo, acceso a la vivienda, un segundo trabajo,
óŋłŋóāũėāłŶāłŽāƑÖ̇āŶó̍1ķóÖťĢŶÖķŭŋóĢÖķāŭāŭťāóĤƩóŋùāóĢāũŶÖŭÖóŶĢ-
vidades, y es útil a la hora de facilitar ciertas acciones; pero no es útil,
o incluso es contraproducente, para la realización de otras. A diferencia
del capital económico y del cultural, el capital social es inherente a la
estructura de las relaciones entre los actores. Esta consideración per-
mite analizar las consecuencias sobre la movilidad social de disponer de
un determinado capital social y de estar inserto en una determinada red
social. El capital social «se produce mediante cambios en las relaciones
entre personas que facilitan la acción» (ibid., p. S100). Por tanto, los in-
migrantes intentarán aprovechar el contexto migratorio para generar
nuevo capital social. La migración resitúa a la persona respecto a nuevas
y antiguas relaciones.
Para explicar el concepto de capital social, Coleman utilizó tres formas
ùāķĿĢŭĿŋ̆ŋðķĢėÖóĢŋłāŭƘāƗťāóŶÖŶĢƑÖŭ̇ķÖóÖťÖóĢùÖùùāķƪŽıŋĢłĕŋũĿÖ-
tivo de la estructura social, y las normas acompañadas de sanciones. Las
obligaciones y las expectativas de retorno se generan en ciertas relacio-
nes. Una alta posición en la estructura jerárquica permite hacer favores
a gran cantidad de personas en posiciones inferiores. Una alta posición
permite acumular cantidad de obligaciones de personas que les deben
favores.
72
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
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Roger Campdepadrós Cullell
2.2.4.3. Putnam
74
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
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Roger Campdepadrós Cullell
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
2.2.4.4. Portes
Portes se decanta por una acepción de capital social como aquello que
una persona puede obtener de las redes y estructuras sociales en las
que está inserto: «[...] crece el consenso entre la literatura sobre que el
capital social se mantiene por la habilidad de los actores de asegurar
ðāłāƩóĢŋŭāłƑĢũŶŽùùāŭŽťāũŶāłāłóĢÖÖũāùāŭŭŋóĢÖķāŭŽŋŶũÖŭāŭŶũŽó-
turas sociales» (1998, p. 6). El capital social se halla en la estructura de
las relaciones sociales. A través del capital social uno puede acceder a los
recursos de otros, aquellos con quienes está vinculado. De los diferentes
tipos de capital (económico-material, cultural o social), el capital social
es el más intangible, pues es inherente a la estructura de relaciones en
la que la acción orientada a un objetivo tiene lugar. Partiendo de esto,
Portes intenta ver bajo qué condiciones el capital social puede ayudar
ŋ āłŶŋũťāóāũ ķÖ óŋłŭāóŽóĢŌł ùā Ʃłāŭ āóŋłŌĿĢóŋŭ̍ ŭĤ ĿĢŭĿŋ̇ āķ ÖŽŶŋũ
considera que enunciar la imbricación de la economía y la sociedad de
ťŋũ ŭĤ łŋ ĿāıŋũÖ ķÖ ťũāùĢóóĢŌł̍ NÖóā ĕÖķŶÖ āŭťāóĢƩóÖũ ùā ŨŽĂ ĿÖłāũÖ
la estructura social constriñe, apoya o desvía a los individuos de sus
objetivos.
Portes se interesa por las motivaciones tanto de los que dan como de los
que reciben en un intercambio mediado a través del capital social. Así,
hay que distinguir entre: a) los que poseen el capital social (los que de-
mandan algo), b) las fuentes del capital social (los que responden a esas
demandas), c) los recursos demandados en sí. Las motivaciones del que
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
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80
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
Portes destaca, así mismo, las consecuencias negativas del capital so-
óĢÖķ̍1ŭĢĿťŋũŶÖłŶāŶāłāũķÖŭāłóŽāłŶÖ̇ÖƩłùāāƑĢŶÖũóŋėāũÖóũĤŶĢóÖĿāł-
te los conceptos «redes comunitarias», «control social» y «sanciones
colectivas» como si solo ofreciesen aspectos positivos y para mantener
el estudio dentro de los límites de un análisis sociológico, sin caer en
declaraciones moralizantes. Hay cuatro consecuencias negativas del
capital social: el acceso restringido a las oportunidades que excluye a
los foráneos, las restricciones de la libertad individual, el exceso de celo
sobre los miembros y la rebaja de las normas y de las expectativas.
La exclusión de los foráneos sucede en la medida en que los mismos lazos
fuertes que unen a los miembros del endogrupo posibilitan impedir el
acceso a los del exogrupo. Por ejemplo, en Nueva York, los trabajadores
blancos ejercen un gran control en el acceso a las empresas construc-
toras y a los sindicatos de policía y de bomberos, impidiendo la entrada
de trabajadores de otros grupos, «las mismas relaciones sociales que
ũāĕŽāũơÖłķÖĕÖóĢķĢùÖùƘāƩóĢāłóĢÖùāķŋŭĢłŶāũóÖĿðĢŋŭāóŋłŌĿĢóŋŭāłŶũā
los miembros de una comunidad, implícitamente restringen el acceso
de los foráneos» (Waldinger, 1995, p. 557).
El exceso de celo sobre los miembros en algunos casos puede frustrar
empresas o iniciativas económicas. Geertz (1963) estudió cómo en Bali
los empresarios con éxito eran requeridos por familiares que les pedían
trabajo y préstamos, amparados por unas fuertes normas de ayuda mu-
tua en la comunidad, especialmente dentro de la familia, impidiendo
su despegue económico y convirtiendo sus negocios en una especie de
ðāłāƩóāłóĢÖ̍FũÖłŋƑāŶŶāữː˘˖˓̓ː˘˘˔̜ƘÂāðāữː˘ˑˑ̓ˑˏˏˑ̜ŋðŭāũƑÖũŋł
que en las comunidades con fuertes relaciones y lazos de solidaridad,
los free riders pueden aprovecharse del trabajo y fortuna de los más tra-
bajadores con todo tipo de demanda de ayuda, que los segundos estarán
obligados a prestar, viéndose perjudicados en el buen desarrollo de su
empresa.
El capital social puede ejercer ciertas restricciones a la libertad indivi-
dual. La participación en un grupo necesariamente requiere conformi-
dad con las normas del mismo. En los pueblos esta observancia es alta,
el control social es alto y proporciona seguridad, pero también impulsa
a algunos de los más jóvenes a irse en búsqueda de mayor libertad e in-
dependencia. Boissevain (1974) observó en la isla de Malta que las per-
sonas se reencuentran sucesivamente ocupando distintas redes —la red
familiar, la red laboral, la red asociativa, las redes informales, etc.—,
ligando cada vez más a sus componentes a una intensa vida comunitaria
y a las normas locales. Tanto control puede impedir la movilidad social
de los componentes del grupo.
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2.2.4.5. Lin
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
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Roger Campdepadrós Cullell
ťŋũŨŽāťŽāùāĢłƪŽĢũāłķÖŶŋĿÖùāùāóĢŭĢŋłāŭŨŽāÖĕāóŶÖłÖķÖóŶŋũ̍DŽł-
óĢŋłÖťŋũŨŽāťŽāùāŭāũƑĢũùāũāĕāũāłóĢÖùāķÖóŋłƩÖłơÖŨŽāŋŶũÖŭťāũŭŋ-
nas u organizaciones han depositado en el actor, así como de relaciones
también accesibles a través de él: a una empresa que contrata a alguien
con una interesante agenda de contactos, le interesa tanto las habilida-
des de la persona como su agenda de contactos. Y funciona porque re-
fuerza la identidad y el reconocimiento: proporciona apoyo emocional,
y al hacerse pública su identidad, el resto de personas y actores conocen
las reclamaciones y expectativas de esa persona. Con estos cuatro ele-
mentos el capital social puede explicar el funcionamiento de acciones
instrumentales que no se podrían explicar solo con el capital económico
o solo con el capital humano (ibid., p. 20).
dĢłùĢŭŶĢłėŽāāłŶũāāķłĢƑāķĢłùĢƑĢùŽÖķƘāķłĢƑāķėũŽťÖķùāķŋŭðāłāƩóĢŋŭ
ŨŽāťŽāùāťũŋťŋũóĢŋłÖũāķóÖťĢŶÖķŭŋóĢÖķ̍1ķłĢƑāķĢłùĢƑĢùŽÖķŭāũāƩāũāÖ
cómo las personas acceden y utilizan los recursos existentes en una red
ŭŋóĢÖķťÖũÖóŋłŭāėŽĢũŽłðāłāƩóĢŋĿÖŶāũĢÖķ̇ĢłŭŶũŽĿāłŶÖķŋāƗťũāŭĢƑŋ̇
o para conseguir un reconocimiento social. Bajo esta premisa, el capi-
tal social es algo sobre lo que se puede invertir, y con lo que se pueden
conseguir recursos que se hallan en las relaciones. A nivel individual hay
tres elementos a través de los cuales se puede medir el capital social:
1) el número de personas en la red social de la persona que están dis-
puestas u obligadas a ayudar cuando se las llama, 2) la fortaleza de la
relación que indica la disponibilidad a ayudar, 3) la cantidad y calidad de
los recursos de esa persona.
En cuanto al nivel grupal, la atención se centra en cómo algunos gru-
pos desarrollan y mantienen el capital social como un bien colectivo,
y en cómo este mejora las oportunidades vitales de los miembros. La
óŋłƩÖłơÖāƗĢėĢðķāƘķÖŭŋķĢùÖũĢùÖùóĢũóŽłŭóũĢŶÖŭāāłóŋłŶũÖũĤÖłùāłŶũŋ
del nivel grupal del capital social (Portes y Sensenbrenner, 1993; Portes,
1998). Con esto, la cuestión de los límites del grupo y los criterios de
pertenencia al mismo ganan importancia. Las redes densas o cerradas
constituyen el medio por el cual el capital colectivo se puede mantener y
se puede conseguir la reproducción del grupo.
Lin realiza una revisión teórica de los usos del capital social a partir de
la cual señala las principales controversias que ha habido respecto a su
concepción, que están recogidas en el cuadro 2.1. Hay un debate sobre si
el capital social es un bien colectivo o individual. Mientras la mayoría de
los autores considera que puede ser ambas cosas, Lin sostiene que ca-
pital social, en tanto que activo relacional, debe distinguirse de activos
óŋķāóŶĢƑŋŭóŋĿŋķÖŭłŋũĿÖŭ̇ķÖóŋłƩÖłơÖŋķÖóŽķŶŽũÖ̍
84
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
Cuadro 2.1.
Debates sobre el capital social
)XHQWH/LQS
85
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2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
87
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88
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
taja tienen que hacer un esfuerzo en tender lazos más allá de su círculo
social para acceder a recursos que les mejoren la situación (ibid., p. 483).
Entre las personas que tienen mucho capital social, el capital humano
explica poco sobre la diferencia de los sueldos conseguidos, mientras
que si el capital social es bajo, el capital humano explica más tal dife-
rencia. Esto es, considerando la existencia de un mínimo capital huma-
no y social, el capital social es más importante para explicar el logro de
estatus que el capital humano (ibid., p. 485).
Lin traduce su teorización en un modelo que puede servir de referencia
ťÖũÖƑāũķÖĢłƪŽāłóĢÖƘāķťÖťāķùāķóÖťĢŶÖķŭŋóĢÖķāłķÖĢłŶāėũÖóĢŌłŭŋóĢÖķ
de la inmigración. Este consiste en tres bloques que siguen una secuen-
cia causal: el primero representa el punto de partida de posición social
inicial, capital social de la persona y los recursos sociales accesibles; el
segundo consiste en la movilización de estos recursos imbricados en la
red social de la persona; y el tercero representa la posición social con-
seguida o los resultados obtenidos, sitio en el que podríamos ubicar el
grado de integración social obtenido en nuestro modelo (2001, p. 83; Lin
et al., 2001, pp. 20-21).
Cuadro 2.2.
Modelo genérico sobre la incidencia del capital social en la consecución de
unos objetivos u obtención de resultados
%LHQHVFROHFWLYRV
HFRQRPDWHFQRORJD
SDUWLFLSDFL³QSROWLFD
VRFLDOFXOWXUDO
$FFHVLELOLGDG SRVLFL³Q
5HVXOWDGRVRUHWRUQRV
HQODUHG\UHFXUVRVGH
LQVWUXPHQWDOHVULTXH]D
ODUHG
SRGHU\UHSXWDFL³Q
,PEULFDFL³QHVWUXFWXUDO
\SRVLFLRQDO
0RYLOL]DFL³Q XVRGH 5HVXOWDGRVRUHWRUQRV
ORVFRQWDFWRV\GHVXV H[SUHVLYRVVDOXGIVLFD
UHFXUVRV PHQWDO\VDWLVIDFFL³Q
)XHQWH/LQet alS
89
Roger Campdepadrós Cullell
Cuadro 2.3.
Modelo de logro de estatus a través de capital social
Movilización de capital
Acceso al capital social social
(GXFDFL³Q
Estatus
FRQVHJXLGR
Estatus
LQLFLDO GHORV
SDGUHV\GHOer 5HFXUVRV
WUDEDMR GHODUHG
)RUWDOH]D
GHOOD]R (VWDWXVGHO
([WHQVL³Q FRQHO FRQWDFWR
GHORV FRQWDFWR
OD]RV
)XHQWH/LQS
/DFRPXQLGDG\ODVUHGHVVRFLDOHV:HOOPDQ)LVFKHU\
*URVVHWWL
Una idea básica de Wellman es que las personas se articulan y se apoyan
más a través de redes personales, de amigos y familiares, que a través
de su comunidad. Con la introducción de la red social propone un cam-
bio analítico para el estudio de la cohesión social y la solidaridad que dé
cuenta de las transformaciones sociales actuales, debido a que el con-
cepto de comunidad vecinal no alcanza a explicarlas de forma tan efec-
tiva. La principal conclusión que este autor sacó de la revisión biblio-
ėũ×ƩóÖŨŽāĞĢơŋŭŋðũāķÖóŋĿŽłĢùÖùāŭŨŽāāŭŶ×ĿāùĢŋŭÖķƑÖùÖƘĿāùĢŋ
liberada. Está medio salvada porque en las vecindades y barrios sigue
habiendo lazos de solidaridad entre vecinos, familiares y amigos, y está
medio liberada porque encontramos lazos de solidaridad situados más
allá del ámbito local (Wellman, 1979, p. 1211). Para Wellman el análisis
de redes permite ir más allá de abordar el tema de la integración social
desde las unidades territoriales o desde los grupos de solidaridad (ibid.,
p. 1201), así aboga por el uso del concepto «red personal», argumentan-
do que se ajusta más a la realidad de las relaciones de solidaridad.
90
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
91
Roger Campdepadrós Cullell
92
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
los círculos sociales, ahí es donde se generan las relaciones diádicas. Las
relaciones nacen y se hacen en contextos sociales como la escuela, el si-
tio de trabajo, el club deportivo, la asociación, la familia, el vecindario
o la calle donde vives (Fischer, 1982, p. 4; Bidart, 1997). Las relaciones
se inician en uno de estos contextos, lo que no impide que más adelante
cambien de escenario. Un contacto a través de la red se puede convertir
en una relación familiar o en una relación de trabajo. Grossetti agrupa en
tres los contextos a través de los cuales surgen relaciones: los círculos so-
ciales, los intereses comunes y los lazos provenientes de otras relaciones.
A modo de conclusión, Grossetti establece que para que una relación se
inicie tiene que haber una proximidad estructural entre las personas. En
primer lugar, en cuanto a pertenencia a círculos o relaciones sociales
comunes y, en segundo lugar, en cuanto a áreas de interés común. Sin
proximidad estructural, la probabilidad de crear una relación es baja
̛ˑˏˏ˔̇ť̍˒ˏˏ̜̍1ŭŶÖũāƪāƗĢŌłŶāŌũĢóÖÖƘŽùÖũĤÖÖāƗťķĢóÖũťŋũŨŽĂķŋŭĢł-
migrantes de una determinada nacionalidad, edad y sexo se relacionan
más entre ellos y, en consecuencia, por qué reciben mayor apoyo de su
círculo social que de fuera de este.
El reconocimiento del papel de la comunidad en Fischer y en Grossetti
anima a tomar en consideración variables como el capital social del in-
migrante, un factor que puede proporcionarle apoyo de diferente tipo
(emocional, material, de información, etc.). El número de familiares o el
porcentaje de población de su nacionalidad en el municipio o provincia
pueden ser útiles para indicar el capital social del inmigrante.
Podemos establecer que la comunidad y la red personal son dos cate-
gorías analíticas diferentes. Pongamos por caso que una persona tiene
un determinado número de personas en su red, de las cuales la mitad es
de su propia comunidad étnica, una tercera parte son vecinos, otra mi-
tad son familiares y una cuarta parte son compañeros de trabajo. Su red
personal atraviesa diferentes comunidades, de forma que un familiar
suyo pueda ser de su mismo grupo étnico y también vecino. Y también
otro familiar puede estar en el país de origen, y seguir formando parte
de su comunidad étnica y de su familia. Por otro lado, la persona puede
tener un sentimiento más o menos fuerte de pertenencia a ella.
Es importante tener ambas categorías en cuenta, pues nos dan aproxi-
maciones complementarias de la realidad que queremos estudiar. Tanto
la red personal como la comunidad pueden aportar recursos o apoyo
emocional. Las intersecciones entre red social y comunidad son perso-
nas. La comunidad (un vecindario, una comunidad étnica, los compa-
ñeros de trabajo) la conforman personas que pertenecen a diferentes
93
Roger Campdepadrós Cullell
94
2. Teoría sociológica sobre integración y capital social
95
3. La integración social de los inmigrantes
L
a integración social de los inmigrantes es una cuestión política,
social y económica muy relacionada con la cohesión social de un
país. Es un derecho de los inmigrantes, a los que hay que conce-
bir holísticamente como personas, y no solo como trabajadores.
Es una preocupación de los políticos y gobernantes, que con sus polí-
ticas tienen que gestionar la diversidad cultural y procurar la cohesión
social. Es una cuestión de los valores que detenta una sociedad: valores
como la igualdad, la equidad y la justicia. Es una cuestión de aprovechar
āƩóĢāłŶāĿāłŶāķÖũĢŨŽāơÖŨŽāťũŋťŋũóĢŋłÖķÖùĢƑāũŭĢùÖùóŽķŶŽũÖķ̍
Ahora bien, el concepto de integración social nos interesa aquí para es-
tudiar el papel del capital social y de las redes sociales de los inmigran-
tes en la etapa de la migración que se desarrolla en el país de destino.
Queremos ver en qué medida las redes, y el capital social que generan,
ayudan al inmigrante a desarrollarse, desenvolverse y progresar en el
ťÖĤŭùāùāŭŶĢłŋ̍ÁÖĿŋŭÖŋťāũÖŶĢƑĢơÖũŽłÖùāƩłĢóĢŌłùāĢłŶāėũÖóĢŌłŭŋ-
cial de los inmigrantes y de las minorías étnicas a partir de las diferentes
concepciones y debates que se encuentran en la bibliografía de migra-
ciones y, así, abordar este concepto a veces un poco amplio y difuso.
97
Roger Campdepadrós Cullell
Esta concepción está en línea con lo que han escrito sobre integración
ŭŋóĢÖķùāĿĢłŋũĤÖŭóŽķŶŽũÖķāŭÖķėŽłŋŭùāķŋŭŭŋóĢŌķŋėŋŭƘƩķŌŭŋĕŋŭťŋ-
líticos más referenciados (Kymlycka, 1996; Touraine, 1997; Habermas,
1996/1999; Taylor et al., 1992/2003). En esta línea también hallamos
manuales de migraciones y marcos teóricos de estudios e investigacio-
nes aplicadas sobre migraciones (Massey et al., 1993; Blanco, 2001:223;
'ĤāơpĢóŋķ×ŭƘÖĿĤũāơdÖƩŶÖ̇ˑˏˏːÖ̇ˑˏˏːð̒¦ũŋƘÖłŋ̇ˑˏˏː̒ŋķĂet al.,
2002; Arango, 2003; Checa et al., 2003; 2004; Pajares, 2005, p. 99; Por-
tes y Rumbaut, 2006; Solé y Ortega, 2007; Izquierdo, 2009). Blanco, por
ejemplo, considera que la integración social es un proceso de «incorpo-
ración de los inmigrantes a una sociedad dada que tiene como resultado
ŽłÖāŭŶũÖŶĢƩóÖóĢŌłŭŋóĢÖķłŋðÖŭÖùÖāłāķŋũĢėāł̇ũÖơÖ̇āŶłĢÖŋũāķĢėĢŌł
de las poblaciones integrantes, culminando el proceso con el desarrollo
de un sentimiento de pertenencia a la comunidad de que se trate» (2001,
p. 223).
En España, el artículo 2 ter de la Ley de Extranjería (LODLE) estipula
que las Administraciones y poderes públicos promoverán la integra-
ción, entendiendo por esta «la participación económica, social, cultural
y política» de las personas en condiciones de igualdad de trato, y en un
marco de convivencia de identidades y culturas diversas sin más límite
que el respeto a la Constitución y la ley, esto es, sin discriminación por
motivo racial, étnico, cultural o religioso. Consecuentemente, se recoge
esta concepción en las políticas impulsadas por los planes del Gobierno
español, como el Plan Estratégico Ciudadanía e Integración 2007-2010
98
3. La integración social de los inmigrantes
99
Roger Campdepadrós Cullell
1994a; Alba y Nee, 2003, p. 25; Navas Luque et al., 2004, pp. 53-55);
también lo entienden así organismos encargados de organizar su aco-
gida, como la Comisión Europea (Comisión Europea, 2003a, pp. 8-9;
2003b, pp. 17-18) o el Gobierno español (MTIN, 2007, p. 173).
1łŶāƗŶŋŭƩķŋŭŌƩóŋ̟ťŋķĤŶĢóŋư̆¦ŋŽũÖĢłā̇ː˘˘˖̒NÖðāũĿÖŭ̇ː˘˘˕̓ː˘˘˘̒
Taylor et al., 1992/2003), en planes administrativos sobre inmigración
̛m¦Rṗˑˏˏ˖̒ˑˏˏ˘̒ĂũāơÈũŽāķÖƘĢłĴāł̇ˑˏˏ˔̜̇āłũāƪāƗĢŋłāŭŭŋ-
ciológicas (Ribas, 2004) o en directrices políticas (Comisión Europea,
2003b), la integración social se presenta como un concepto multidi-
mensional. Parten de una perspectiva holística, según la cual el inmi-
grante no es solo un trabajador, sino el miembro de una familia, de una
comunidad étnica, de una cultura, es una persona que tiene raíces y
vínculos con su país de origen, y que pertenece a diferentes redes socia-
les. Esto se debe, en parte, al objetivo global y holístico de estos textos,
que tienen en cuenta las diferentes dimensiones de la persona y de la
sociedad que se activan con el fenómeno migratorio.
Ahora bien, cuando se realizan estudios empíricos e investigaciones
aplicadas, normalmente los autores operativizan el término y suelen
centrarse solo en algunas de sus dimensiones. Portes y Massey han se-
ñalado que no se ha realizado aún una teoría holística de las migracio-
nes que pueda dar cuenta de cualquier fenómeno migratorio, debido a la
compartimentación temática del fenómeno (vivienda, educación, sani-
dad, trabajo, integración social, etc.) y debido a las múltiples disciplinas
que pueden hacer aportaciones (economía, antropología, sociología,
psicología, etc.). Por ello recomiendan el uso de teorías de rango me-
dio y la delimitación del objeto de estudio y de las dimensiones (Portes,
1997), así como la elaboración de un marco teórico que recoja las apor-
taciones de las distintas teorías que se han elaborado sobre migraciones
(Massey et al., 1993). Siguiendo sus consejos, a continuación pasamos a
operativizar la medida de la integración social de los inmigrantes.
Hay autores que conciben la integración como un concepto que no se
puede operativizar y medir (Bauböck, 1994b; Ribas, 2004), sino que sir-
ƑāťÖũÖũāƪāƗĢŋłÖũŭŋðũāķÖŭĢŶŽÖóĢŌłùāķŋŭĢłĿĢėũÖłŶāŭƘùāķÖŭŋóĢā-
dad. Bauböck señala que «no existe una medida objetiva de la integra-
ción en el estudio de las sociedades. La concepción de integración tiene
una connotación positiva en la medida en que nos remite a la noción de
cohesión y además presupone una idea normativa de qué es o lo que de-
bería ser el orden social deseable» (Bauböck, 1994b, p. 10). Ribas, por su
lado, considera que «el concepto de integrado no es un concepto cuanti-
ƩóÖðķā̍ŋùāĿŋŭùĢŭŶĢłėŽĢũťŋŭĢóĢŋłāŭ̇āŭŶũŽóŶŽũÖŭ̇óŋłùĢóĢŋłāŭ̈ťāũŋ
no podemos medir la integración como resultado de un cálculo; gene-
100
3. La integración social de los inmigrantes
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Roger Campdepadrós Cullell
102
3. La integración social de los inmigrantes
(ODVLPLODFLRQLVPR\HOSOXUDOLVPRFO¡VLFRV
Encontramos la elaboración sociológica del asimilacionismo en dife-
ũāłŶāŭÖŽŶŋũāŭ̆ÖťũĢłóĢťĢŋŭùāķŭĢėķŋÇÇāłŶāƗŶŋŭƘāŭŶŽùĢŋŭùāķÖ1ŭ-
cuela de Chicago sobre inmigración en los Estados Unidos, como los
de Burgess (1921/2010) y Park (1930, 2010), los de Thomas y Znaniecki
(1918-1920/2004) sobre los campesinos polacos o los de Handlin (1979)
103
Roger Campdepadrós Cullell
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3. La integración social de los inmigrantes
105
Roger Campdepadrós Cullell
bre la que la estructura social del grupo descansa. Más que un problema
social, los lazos étnicos representan una fuente de apoyo emocional y de
solidaridad social de cierta importancia en el contexto urbano moderno.
Una segunda corriente se centra en los orígenes de la solidaridad ét-
nica (Greeley, 1971). Los inmigrantes de un mismo colectivo étnico se
unen más al ver que, a pesar de adoptar los valores y normas dominan-
tes, siguen siendo rechazados en el acceso a posiciones centrales de la
sociedad y siguen excluidos de una integración completa. En esta co-
rriente, las minorías étnicas inmigrantes presentan resistencia debido
a la subordinación que sufren en el mercado laboral y a la ideología que
lo legitima, que es una de las características del sistema económico y
laboral dual. Garantizar la integración social y el acceso al trabajo de
las minorías étnicas inmigrantes en base al mérito pondría en peligro la
utilidad y función que tiene la inmigración para las empresas y los em-
pleadores. Debido a ello, esta corriente señala que, estructuralmente, el
sistema tiende a fomentar una integración parcial de los inmigrantes,
y estos tratan de oponerse a esta fuerza apoyándose en el grupo propio.
La situación de rechazo empuja a recrear la etnicidad en los países de
ÖóŋėĢùÖ̍1ŭŶŋłŋŭĢėłĢƩóÖŽłÖŶũÖłŭķÖóĢŌłùāāŭÖóŽķŶŽũÖŶÖķƘóŋĿŋŭā
encuentra en el país de origen, transportada o importada intacta al
país de destino, sino que esta se recrea en interacción con la sociedad
de acogida, incorporando algunos aspectos de la cultura dominante, y
priorizando aquellos aspectos propios que facilitan mejor la resistencia
y supervivencia en el nuevo país. Eso genera un renacer de la etnicidad
y del nacionalismo en personas que en el país de origen apenas tenían
ese sentimiento e identidad (Portes y Sensenbrenner, 1993, p. 1330;
Waldinger, 2007, p. 10). Gans subraya como fenómeno habitual esta
reconstrucción, o incluso invención, de la cultura étnica, «que es in-
ventada de nuevo todo el tiempo» (1999, p. 164).
Veamos ahora en qué consiste y cuáles son los trazos principales de la
propuesta de pluralismo cultural de Gordon. Una de sus dimensiones es
el pluralismo estructural, que consiste en la pluralidad de relaciones que
el inmigrante establece, tanto hacia grupos de la sociedad de acogida
como hacia su propio grupo. Esta perspectiva promueve que los inmi-
grantes establezcan sus relaciones primarias con su grupo étnico, ya que
es algo que les da seguridad, estabilidad y satisfacción personal. La red
social, la comunidad étnica y las instituciones étnicas del inmigrante
le proporcionan el apoyo psicológico y social necesario en los primeros
momentos de la migración, a la vez que le enseñan, le informan, le ubi-
can, le traducen, etc., ante la sociedad de acogida, y facilitan un cierto
grado de aculturación, al hacer de traducción de la cultura del país de
106
3. La integración social de los inmigrantes
107
Roger Campdepadrós Cullell
/DWHRUDGHOQXHYRDVLPLODFLRQLVPR
āėžł ķðÖ Ƙ pāā ̛ː˘˘˘̇ ˑˏˏ˒̜̇ āķ ÖŭĢĿĢķÖóĢŋłĢŭĿŋ ŭā ũāƩāũā ŶÖłŶŋ Öķ
proceso espontáneo que tiene lugar al entrar en contacto un grupo
mayoritario y otros de minoritarios, en virtud del cual los segundos
abandonan aspectos de su cultura y adoptan aspectos de la cultura
mayoritaria, como a las políticas que buscan generar o acelerar este
proceso. Estos autores reconocen que en la actualidad el concepto asi-
milacionismo ha cogido mala reputación debido a que se relaciona con
la perspectiva ideológica etnocéntrica que predominó en la sociedad y la
ťŋķĤŶĢóÖłŋũŶāÖĿāũĢóÖłÖŭÖķĿāłŋŭĞÖŭŶÖķÖťũĢĿāũÖĿĢŶÖùùāķŭĢėķŋÇÇ̍
En sus inicios, el asimilacionismo consideraba superior a la sociedad
de acogida y pedía a los recién llegados el abandono de su cultura y la
adopción de la del país de acogida. A pesar de esto, Alba y Nee abogan
por vaciar el concepto de su carga ideológica y aprovechar su capacidad
analítica para explicar la integración inmigrante y para comprender las
dinámicas sociales relacionadas con la etnicidad (1999, p. 137).
ķðÖƘpāāùāƩłāłÖŭĢĿĢķÖóĢŌłóŋĿŋ̡āķùāóķĢƑā̇ùāŭóāłŭŋ̇ÖŶāłŽÖóĢŌł̇
de una distinción étnica, y de su corolario, de diferencias sociales y cul-
turales» (2003, p. 11). El origen étnico de una persona se convierte cada
vez en menos relevante para los miembros de otros grupos étnicos a la
hora de tratarse o relacionarse entre ellos, y menos relevante en la de-
terminación de los barrios en los que vivir o de los tipos de trabajos en
los que ocuparse. Con lo que la asimilación «no requiere la desaparición
de la etnicidad» (ibid.).
NÖƘùŋŭóŋĿťŋłāłŶāŭùāķÖùāƩłĢóĢŌłŨŽāķðÖƘpāāĞÖóāłùāķÖÖŭĢ-
ĿĢķÖóĢŌłŨŽāķÖÖóāũóÖłĿŽóĞŋÖķÖùāƩłĢóĢŌłùāĢłŶāėũÖóĢŌłŭŋóĢÖķŨŽā
usamos en esta investigación. Uno, la bidireccionalidad. No solo cambia
la cultura del grupo minoritario sino también la del mayoritario, la del
mainstream. Así, los recién llegados se asimilarán a una cultura mayori-
ŶÖũĢÖŨŽāóŋłāķŶĢāĿťŋŭāĞÖĢùŋĿŋùĢƩóÖłùŋƘĞÖĢùŋĢłóķŽƘāłùŋÖŭťāó-
tos de las culturas que fueron llegando a ese territorio. La asimilación
ha sido el paradigma para pensar la integración de las sucesivas olas de
inmigrantes en Estados Unidos desde la época colonial hasta pasada la
ĿĢŶÖùùāķŭĢėķŋÇÇ̍ŭĤĿĢŭĿŋ̇ķŋŨŽāĢĿťķĢóÖÖŭĢĿĢķÖũŭāƑÖóÖĿðĢÖłùŋ̇
en la medida que la composición de la sociedad a la que el recién llegado
tiene que asimilarse ha ido variando. Estados Unidos cada vez se ha ido
ùĢƑāũŭĢƩóÖłùŋĿ×ŭĂŶłĢóÖƘóŽķŶŽũÖķĿāłŶā̇ƘķŋŨŽāÖťũĢłóĢťĢŋŭùāķŭĢėķŋ
ÇÁRRRŭāťķÖłŶāÖðÖùāķŋŭÖķāĿÖłāŭũāŭťāóŶŋùāķÖóŽķŶŽũÖĢłėķāŭÖ̇Ŀ×ŭ
tarde sucedió con los africanos y asiáticos respecto de la cultura europea
(ibid., pp. 17-18). Hasta llegar a una situación irreversible, de una socie-
108
3. La integración social de los inmigrantes
109
Roger Campdepadrós Cullell
ƘƩłÖłóĢāũŋłŋŋĕũāóāĿŽóĞÖŭŋťŋũŶŽłĢùÖùāŭùāÖŭóāłŭŋŭŋóĢÖķĿ×ŭÖķķ×
ùāķāłóķÖƑāĂŶłĢóŋƘùāŶũÖðÖıŋŭùāťŋóÖóŽÖķĢƩóÖóĢŌł̛ibid., p. 49). Si-
guiendo esta argumentación, los autores consideran que la vía para el
ascenso socioeconómico es asimilarse.
En cuanto a mecanismos grupales, los autores analizan el papel que
desempeñan algunas de las dimensiones del capital social en la asimi-
lación. Señalan que en situaciones precarias o difíciles el grupo imple-
menta normas de ayuda a su comunidad que los inmigrantes siguen, no
solo por las futuras recompensas de ascenso social, sino también por
una cuestión de identidad, porque les hace sentir más que pertenecen a
un grupo (ibid., p. 43). Los autores destacan que, en ocasiones, el grupo
étnico empuja a adoptar estrategias asimilacionistas. Concretamente,
cuando las barreras sociales impiden la movilidad ascendente debido
a factores individuales, se activan estrategias colectivas que penalizan
la mezcla con otras etnias minoritarias, y premian el parecido con la
corriente mayoritaria (ibid., p. 45). Como veremos más adelante, esta
estrategia guarda un parecido estructural con la de la resistencia étnica,
pero con direcciones opuestas; se sigue una estrategia colectiva en am-
bos casos, pero en el primero a partir de la aculturación y, en el segundo,
a partir de mantener la propia identidad cultural.
El capital humano es un factor que favorece la movilidad ascendente y
también la asimilación. Los inmigrantes con alto nivel educativo y alta
óŽÖķĢƩóÖóĢŌłķÖðŋũÖķùāťāłùāłĿāłŋŭùāķėũŽťŋťÖũÖÖŭóāłùāũƘĿŽāŭ-
tran mayor tendencia a asimilarse. Los inmigrantes de bajos ingresos,
en cambio, consiguen movilidad ascendente, pero a diferencia de la
teoría de la asimilación segmentada, no por el apoyo de su grupo y su
resistencia a asimilarse, sino por el incremento de nivel educativo de la
segunda generación (ibid., p. 51).
En cuanto a las variables institucionales, los autores señalan la legis-
lación antidiscriminatoria como el principal factor que favorece la
promoción social y la asimilación. Aunque no explican la relación entre
tener menos barreras sociales y el aumento de la asimilación, ya que de
la misma manera, más igualitarismo podría favorecer la promoción sin
tener que renunciar a su propio grupo y cultura. Lo que sí comentan es
que debido al carácter formal e informal de las normas, la legislación
antidiscriminación no impide que a nivel informal siga existiendo cierto
grado de discriminación en la escuela, el trabajo o la esfera pública.
La inmigración llegada durante las últimas décadas en Estados Unidos
es mucho más diversa que en épocas anteriores. Los autores destacan
que tal heterogeneidad no hace posible generalizar un mismo patrón de
110
3. La integración social de los inmigrantes
asimilación para todos los grupos, sino que esta será mayor o menor
según las diferentes características étnicas, educativas y económicas de
la persona, y según los contextos sociales y colectivos a los cuales lle-
gue. En esos procesos de asimilación los profesionales y emprendedores
suelen dejar algunas características de su cultura y adoptarán otras de la
óŋũũĢāłŶāĿÖƘŋũĢŶÖũĢÖ̇ĿĢāłŶũÖŭŨŽāķŋŭŶũÖðÖıÖùŋũāŭťŋóŋóŽÖķĢƩóÖùŋŭ
suelen quedarse conminados en los enclaves étnicos, experimentando
poca o nula movilidad ascendente y sufriendo un grado considerable de
racismo (ibid., pp. 273-274).
/DWHRUDGHODUHVLVWHQFLD©WQLFD\GHODDVLPLODFL³Q
VHJPHQWDGD
Aunque la teoría de la asimilación segmentada se construyó para ex-
plicar el proceso de integración social de las segundas generaciones
inmigrantes (Portes y Zhou, 1993; Portes y Rumbaut, 2006, 2009), hay
algunos elementos que se pueden aplicar al análisis del proceso experi-
mentado por los recién llegados. La teoría entiende la asimilación como
la incorporación en los grupos autóctonos y la consecución de los niveles
de vida medios de esos grupos. Así utiliza el término asimilación desde
su vertiente empírica y por su capacidad descriptiva. La diferencia entre
esta teoría y la de Alba y Nee se halla en las variables que acaban esco-
giendo para explicar una mayor o menor integración social. La teoría
de la asimilación segmentada pone el énfasis en los aspectos positivos
del mantenimiento de la propia cultura en contextos desfavorecidos,
diciendo que a medio plazo evita la movilidad descendente, mientras
que la teoría de la nueva asimilación lo pone en los aspectos negativos,
diciendo que produce movilidad descendente o estancamiento.
La teoría de la asimilación segmentada surgió en respuesta a una serie
de cuestiones que la teoría asimilacionista clásica, el multiculturalismo
y la perspectiva estructural dejaban sin resolver. El asimilacionismo
postulaba que cuanto más tiempo estuviesen los inmigrantes en un
territorio mayor integración social conseguirían. Pero en la práctica se
constatan bolsas de pobreza en determinados grupos étnicos a pesar del
paso de los años, y a pesar de presentar algunas características indivi-
duales favorables para la integración, como un alto capital humano. En
algunos casos, aunque los padres consigan cierto avance, sus hijos se
ven envueltos en espirales de exclusión por motivo étnico del que les es
difícil salir. Aunque, efectivamente, hay una parte de la segunda gene-
ración que consigue altos niveles académicos, y otra que no sale del am-
biente callejero de las bandas y que entra en círculos delictivos. Así, una
111
Roger Campdepadrós Cullell
112
3. La integración social de los inmigrantes
113
Roger Campdepadrós Cullell
Cuadro 3.1.
Modelo del proceso de asimilación segmentada
6XEFXOWXUDVGH
0HUFDGRV
'LVFULPLQDFL³Q ORVHQWRUQRV
GHWUDEDMR
UDFLDO XUEDQRV
ELIXUFDGRV
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$IURQWDGRV
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GLUHFWDPHQWH\ DFWLWXGHV\ORV
GLVRQDQWH UHFXUVRV GHVFHQGHQWH
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ción
0RGRVGH $FXOWXUDFL³Q $IURQWDGD $IURQWDGRV Mensaje 3UHGRPLQLRGH
LQFRUSRUDFL³Q FRQVRQDQWH GLUHFWDPHQWH FRQRULHQWD- QHXWUDOL]DGRU ODDVLPLODFL³Q
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IDPLOLDU \UHFXUVRV DVSLUDFLRQHV EORTXHDGDD
IDPLOLDUHV IDPLOLDUHV YHFHVSRUOD
GLVFULPLQDFL³Q
Estructura $FXOWXUDFL³Q )LOWUDGDD $IURQWDGRV Mensaje $VLPLODFL³Q
IDPLOLDU VHOHFWLYD WUDY©VGHODV FRQRULHQWD- QHXWUDOL]DGRU DVFHQGHQWH
UHGHV©WQLFDV FL³QSDUHQWDO EDVDGRHQODV FRPELQDGD
\DIURQWDGD UHVSDOGDGD DVSLUDFLRQHV FRQELFXOWXUD-
FRQDSR\R SRUUHFXUVRV IDPLOLDUHV\ODV OLVPR
IDPLOLDU\GHOD IDPLOLDUHV\ UHGHVFRPXQL-
FRPXQLGDG FRPXQLWDULRV tarias
)XHQWH3RUWHV\5XPEDXWS
114
3. La integración social de los inmigrantes
&RQYHUJHQFLDGHHVFXHODVKDFLDODLQWHJUDFL³QVRFLDO
La revisión de bibliografía sobre aculturación, asimilación e integración
de los inmigrantes ha aclarado varias cuestiones importantes que re-
cogemos y resumimos en estas conclusiones. Una parte importante de
los autores de migraciones revisados utiliza el concepto de asimilación,
algunos apoyando explícitamente su uso, una vez suprimidas las cargas
ideológicas que ha tenido en el pasado (Alba y Nee, 2003), unos cuan-
tos distinguiendo su lado normativo de su lado empírico (Gans, 1999) y
ŋŶũŋŭŭĢĿťķāĿāłŶāŽŶĢķĢơ׳ùŋķŋùāŭùāŭŽùāƩłĢóĢŌłŋťāũÖŶĢƑƠ̈ŋũŶāŭƘ
Rumbaut, 2006, 2009). Lo que nos interesa de la literatura sobre asimi-
lación es su utilidad para explicar la integración social. En este sentido,
la aportación principal es que una persona está tanto más integrada
cuanto más puede relacionarse con el resto de personas y cuanto más
puede participar en la sociedad de acogida independientemente de su
origen cultural y étnico.
Una interesante aportación del debate entre asimilación y pluralismo
es la distinción entre aculturación y asimilación. A partir de la revisión
ðĢðķĢŋėũ×ƩóÖ̇ùāƩłĢĿŋŭÖóŽķŶŽũÖóĢŌłóŋĿŋķÖÖùŋťóĢŌłùāķŋŭƑÖķŋũāŭ̇
normas y formas culturales mayoritarias del país de acogida, indepen-
dientemente de que se conserven o se pierdan las propias del país de
115
Roger Campdepadrós Cullell
ŋũĢėāł̍ 'ā āŭŶā Ŀŋùŋ̇ ùāƩłĢĿŋŭ ÖŭĢĿĢķÖóĢŌł óŋĿŋ ķÖ ĢłóķŽŭĢŌł ùā ķŋŭ
inmigrantes en los círculos sociales, grupos informales, asociaciones
e instituciones del país de acogida; esto es, el aumento del número de
relaciones con personas de la cultura mayoritaria del país de acogida,
independientemente de que se mantengan o se reduzcan las relaciones
con el propio grupo (Gordon, 1964; Gans, 1999; Alba y Nee, 2003; Portes
y Rumbaut, 2006).
Hecha esta distinción, se puede profundizar en el análisis entre la acul-
turación y la asimilación y la integración social. Por ejemplo, hemos
visto, por un lado, que la aculturación no determina la entrada en los
círculos sociales autóctonos, pues eso depende de la voluntad de estos
de aceptar a los foráneos. Incluso hemos visto que la aculturación no es
determinante para la consecución de mayores niveles de vida, sino que
a veces es más útil la conservación de la propia cultura. Por otro lado,
entrar en los círculos autóctonos tampoco implica siempre conseguir un
mayor nivel socioeconómico, dependerá del nivel de esos grupos. Así,
Öķ ķķāėÖũ Ö Žł ÖóŽāũùŋ ŭŋðũā āķ ŭĢėłĢƩóÖùŋ ùā ŭŽŭ ťũĢłóĢťÖķāŭ óŋĿťŋ-
łāłŶāư̆ÖóŽķŶŽũÖóĢŌłƘÖŭĢĿĢķÖóĢŌł̜̇āķùāðÖŶāŭŋðũāāķŭĢėłĢƩóÖùŋƘŽŭŋ
de la asimilación parece diluirse. Muestra de ello es que los diferentes
autores actuales utilizan ambos conceptos dejando a un lado las cargas
ideológicas.
Las sociedades que acogen inmigración suelen ejercer una fuerza acul-
turadora hacia los inmigrantes. Les requieren que conozcan la cultura
del país de acogida, su idioma y sus costumbres, para poder relacionarse
óŋł łŋũĿÖķĢùÖù Ƙ ŭĢł ùĢƩóŽķŶÖùāŭ óŋł ŶŋùÖ ķÖ ťŋðķÖóĢŌł̍ dŋŭ ťũĢĿāũŋŭ
asimilacionistas reclamaban una cultura común, un sustrato común de
normas y formas de comportamiento, que podían ser fruto de la mez-
cla de diferentes culturas o ser el predominio de la cultura local. En la
medida que eso propiciaba cierto grado de comunicación, aunque no
la igualdad de trato (porque las minorías tenían que renunciar a, o no
veían reconocida, su cultura), ni la igualdad de resultados (porque, aun-
que las minorías dominaran la cultura de los autóctonos, podían seguir
siendo discriminadas), aparece el pluralismo cultural, defendiendo,
tanto a nivel normativo como a nivel práctico, la necesidad de que el
inmigrante disponga tanto de la cultura autóctona como de la cultura
de origen. Ambas le proporcionan competencias diferentes, le amplían
horizontes de relaciones sociales, le aportan seguridades en diferentes
ámbitos, y le enriquecen. Le hacen menos dependiente en unos y otros
ámbitos. Así, distinguimos diferentes efectos, uno produce una acultu-
ración que empobrece, ya que aparte de adquirir una cultura genera la
pérdida de otra; y otro una aculturación que enriquece, ya que no con-
116
3. La integración social de los inmigrantes
117
Roger Campdepadrós Cullell
segmentada (Portes y Zhou, 1993) consideran que, para los estratos ba-
jos y medio-bajos, mantenerse en el propio grupo étnico proporciona
movilidad ascendente.
ā ťŋłā ùā ĿÖłĢƩāŭŶŋ ŨŽā ķÖ ùāłŭĢùÖù ùā ķÖ ũāù̇ ťŋũ ŭĤ ĿĢŭĿÖ̇ łŋ āŭ
ŭŽƩóĢāłŶāĿāłŶāāƗťķĢóÖŶĢƑÖùāŽłÖĿŋƑĢķĢùÖùÖŭóāłùāłŶāŋùāŭóāłùāł-
te, o no es explicativo de una asimilación o de una resistencia étnica.
La opción por una acción u otra depende de la voluntad y decisión del
individuo y del grupo. Una vez tomada la decisión, entonces sí parece
que la mayor densidad y tamaño de la red favorece la decisión que se
haya tomado. Veamos un ejemplo, Zhou apunta que podemos encontrar
en las minorías étnicas inmigrantes aspectos culturales favorables a la
educación, como el respeto a los profesores y a la institución, y también
una valoración socioeconómica, como el considerarlo una vía de movi-
lidad ascendente. Ambas características promueven un refuerzo posi-
tivo en la descendencia que aumenta la probabilidad de éxito escolar y
posterior integración social, en función de lo vinculados que estén estos
a sus redes familiares (Zhou, 1999, p. 205). Así, siguiendo un modelo de
resistencia étnica, encontramos éxito académico de los hijos en familias
asiáticas con parientes con bajo nivel de inglés, en redes con pocos lazos
con los nativos. El factor clave es el valor dado a la educación. Así la et-
nicidad puede ser un factor favorable a la integración social.
ŋũŶāŭƘŽĿðÖŽŶ̛ˑˏˏ˕̜óŋłƩũĿÖłāŭŶāžķŶĢĿŋÖŭťāóŶŋ̇āłŽłÖł×ķĢŭĢŭ
de estudiantes de secundaria, en el que hallaron que el estatus socioeco-
nómico de los padres, el tiempo en Estados Unidos y las horas de trabajo
incidían en los resultados académicos, pero controlando estos factores
łŋ ùāŭÖťÖũāóĤÖ ķÖ ĢłƪŽāłóĢÖ ùā ķÖ āŶłĢóĢùÖù̍ ĞŋũÖ ðĢāł̇ āķ ėũŽťŋ ŨŽā
afronta una discriminación y un etiquetaje en el sistema educativo, en-
cuentra en su etnicidad un refuerzo psicológico y social para afrontar tal
rechazo, pero no obtiene con ello éxito educativo y, por tanto, integra-
ción. Que es el caso documentado de chicanos y mexicanos en Estados
Unidos (Suárez-Orozco, 1991).
Así se explica el mayor éxito educativo de la comunidad asiática en Es-
tados Unidos que resiste étnicamente, a diferencia del mayor fracaso de
otros grupos que también resisten, como los chicanos: los primeros tie-
nen una alta valoración de la educación, y cuanto mayor sea su red más
podrán implementar estos valores e inculcárselos a su descendencia y
hacerlo cumplir; mientras que otros grupos implementan los valores
de ir contra la escuela y el éxito escolar, porque representan la cultu-
ra hegemónica que les oprime (Portes, 1998; Alba y Nee, 1999, p. 150).
También se explica la mayor asimilación de la comunidad cuando se lo
118
3. La integración social de los inmigrantes
/DWHRUDHFRQ³PLFDQHRFO¡VLFDPDFUR\PLFUR
La teoría económica neoclásica macro explica el inicio de la migración
por el diferencial entre los sueldos entre los países de origen y de desti-
no, y por el desequilibrio entre la oferta y la demanda de la mano de obra.
dÖĿÖłŋùāŋðũÖóŽÖķĢƩóÖùÖāĿĢėũÖùāťÖĤŭāŭùāŭÖũũŋķķÖùŋŭÖťÖĤŭāŭāł
ƑĤÖŭùāùāŭÖũũŋķķŋùŋłùāāŭŶÖāŭóÖŭāÖ̇ƘķÖĿÖłŋùāŋðũÖŭĢłóŽÖķĢƩóÖũ
hace el camino inverso, hacia países desarrollados, donde el sueldo que
reciben representa unos ingresos considerables comparados con los que
reciben en su país de origen, aunque sea bajo duras condiciones físicas y
laborales, y sueldos muy ajustados.
Los trabajadores extranjeros se integran en los mercados laborales de
los países receptores en aquellas ocupaciones que la población autóc-
tona no quiere realizar por sus duras condiciones físicas y laborales. La
āŭóÖŭāơ ùā ĿÖłŋ ùā ŋðũÖ āł ťŋŭĢóĢŋłāŭ ťŋóŋ óŽÖķĢƩóÖùÖŭ ĕŽāũơÖ Ö ķŋŭ
119
Roger Campdepadrós Cullell
120
3. La integración social de los inmigrantes
/DWHRUDGHODQXHYDHFRQRPDGHODPLJUDFL³Q
La Teoría de la nueva economía de la migración corrige algunas de las
limitaciones de la economía neoclásica. Una diferencia importante es
que un aspecto clave de las migraciones es que la decisión de emigrar no
la lleva a cabo un actor individual aislado, sino un conjunto de personas,
normalmente familias u hogares, que actúan colectivamente, no solo
para maximizar los ingresos previstos, sino también para minimizar los
121
Roger Campdepadrós Cullell
122
3. La integración social de los inmigrantes
ĞŋũÖðĢāł̇óŋĿŋŶÖũĴŋðŭāũƑÖ̇ķÖùĢƑāũŭĢƩóÖóĢŌłāłŭĤĿĢŭĿÖłŋŭŽ-
pone el éxito del proyecto migratorio y de la inserción laboral en el país
de destino. Los riesgos de la migración son altos y los intentos de entrar
en sectores bien remunerados pueden fallar; la entrada en sectores poco
remunerados es inestable y discontinua (ibid., p. 60). Por ello, recibir
apoyo de otros familiares o conocidos emigrados puede seguir consti-
tuyendo un factor clave para el éxito en la inserción laboral y en la inte-
gración social.
dÖ āŭŶũÖŶāėĢÖ ùā ùĢƑāũŭĢƩóÖóĢŌł ùā ķÖŭ ĕŽāłŶāŭ ùā Ģłėũāŭŋŭ ĕÖĿĢķĢÖũāŭ
puede contribuir, al menos de dos maneras, al éxito de la migración. Por
un lado, no está necesariamente contrapuesta a emigrar acompañado,
ŋÖùĢũĢėĢũŭāÖķķĤùŋłùāĞÖƘÖťÖũŶāùāķÖũāùĕÖĿĢķĢÖũ̍ŽāùāùĢƑāũŭĢƩóÖũ-
se la procedencia de los ingresos sin que la persona emigre sola, puede
emigrar con su cónyuge e hijos, con alguno de sus hermanos o primos,
mientras otra porción de la familia extensa está en el país de origen, o
en otros municipios. Por otro lado, el bienestar del grupo familiar pro-
porciona una fuente de sentido y una motivación para emigrar y para
conseguir un trabajo con el cual cumplir su objetivo dentro de la estra-
tegia familiar.
Algunos de los mecanismos descritos por esta teoría refuerzan la im-
portancia de la red familiar y social del inmigrante, como, por ejemplo,
los conceptos de estrategia familiar de dispersión espacial bajo un com-
promiso o de acuerdo de ayuda mutua; todos ellos otorgan un papel al
colectivo que está en consonancia con el papel que puede jugar el capital
social del inmigrante.
/DWHRUDGHOPHUFDGRGXDOGHWUDEDMR
Para un mejor análisis hay que poner en relación el comportamiento
económico y laboral de los inmigrantes con el contexto económico en
el que aterrizan en el país de destino. Este se ha caracterizado, desde
los años setenta, por una reestructuración económica con el paso de la
sociedad industrial a la sociedad de la información, con el fenómeno de
la globalización y extensión del capitalismo a cada rincón del planeta, y
óŋłŽłÖŭāũĢāùāóũĢŭĢŭóĤóķĢóÖŭ̇ùāÖıŽŭŶāŭāłŶũāķŋŭŭĢŭŶāĿÖŭƩłÖłóĢāũŋ̇
laboral y económico (Castells, 1998; Sassen, 1988).
Este contexto de reestructuración económica ha generado la elimi-
nación y precarización de muchos trabajos en las manufacturas y su
sustitución por un abanico de trabajos de bajo nivel orientados a tra-
bajadores inmigrantes y que, por tanto, no presentan sueldos adecua-
dos, ni estabilidad en el empleo o posibilidad de promoción (Sassen,
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3. La integración social de los inmigrantes
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Roger Campdepadrós Cullell
/DWHRUDGHOVLVWHPDPXQGLDO
Varios autores han acuñado la teoría del sistema mundial, que estudia
cómo la estructura del mercado mundial se ha ido expandiendo por
Ŷŋùŋ āķ ĿŽłùŋ ùāŭùā āķ ŭĢėķŋ ÇÁR̍ āėžł āŭŶā āłĕŋŨŽā̇ ķÖŭ ũāķÖóĢŋłāŭ
económicas capitalistas, del centro, han ido penetrando las sociedades
no capitalistas, de la periferia, generando allí una población propensa a
emigrar (Wallerstein, 1974; Portes, 1981; Sassen, 1988, 1991; Castells,
1989).
126
3. La integración social de los inmigrantes
127
Roger Campdepadrós Cullell
128
3. La integración social de los inmigrantes
/QXKNKFCFUQEKCN[OQXKNKFCFNCDQTCNFGNQU
inmigrantes
En los anteriores subapartados hemos revisado argumentos que reco-
mendaban el uso de indicadores socioeconómicos para medir la inte-
gración social. Así mismo, se consideraba integración social acercarse
a la media poblacional en indicadores de comportamiento económico,
político y social (Gobernado, 1999, 2010). En la medida en que, en ge-
neral, la migración implica cambios en las posiciones sociales de las
personas, la movilidad social se presenta como otro de los fenómenos
idóneos para estudiar la integración social de los inmigrantes, para des-
cribir qué distancia guardan respecto de las posiciones medias de la po-
blación, y cómo las van salvando. En este subapartado profundizaremos
en la conceptualización, medida y uso de la movilidad social en la teoría
sociológica en general, y en su aplicación al estudio de la integración de
los inmigrantes en particular.
6RURNLQ\ODPRYLOLGDGVRFLDO
El precedente teórico de Sorokin lo encontramos en los funcionalistas.
Estos concibieron la estructura social desde un punto de vista organi-
cista, la sociedad como un organismo en que cada parte cumple una
función. Las personas se ubican en la estructura en función del talento
129
Roger Campdepadrós Cullell
que tengan y la formación que adquieran. Algunos trabajos son más im-
portantes y necesarios para la supervivencia del grupo, entrañando más
ùĢƩóŽķŶÖùŨŽāŋŶũŋŭ̇ťŋũķŋŨŽāùāĿÖłùÖłťāũŭŋłÖŭóŋłķÖŭóŋĿťāŶāł-
óĢÖŭƘłĢƑāķĕŋũĿÖŶĢƑŋŭŽƩóĢāłŶāĿāłŶāÖķŶŋŭ̍dÖŭŋóĢāùÖùāŭŶÖðķāóāĿā-
canismos e incentivos para que las personas más capaces lleguen a esos
sitios. Así, la movilidad social responde a características, habilidades y
nivel formativo de la persona. Dentro del funcionalismo también en-
contramos las posturas evolucionistas, que conciben que la humanidad
sigue una evolución lineal, progresiva e ininterrumpida de menor a ma-
yor desarrollo, entendiendo como desarrollo la industrialización. Los
países menos desarrollados deben industrializarse para evolucionar.
Para Sorokin (1927), la movilidad social era el movimiento realizado por
las personas dentro de una estructura piramidal, en la que los estratos
toman diferente tamaño según la estructura y organización de los sis-
temas económico, político y ocupacional. En algunas sociedades la pirá-
mide es más estrecha, más jerárquica y la movilidad más difícil, mien-
tras que en otras es más ancha, con más clase media, y la movilidad más
factible. Por ejemplo, si atendemos a la estructura ocupacional, algunos
países tienen poca diversidad ocupacional y tendrán menos movilidad
ķÖðŋũÖķ̇ ĿĢāłŶũÖŭ ŨŽā ťÖĤŭāŭ óŋł ĿŽóĞÖ ùĢƑāũŭĢƩóÖóĢŌł ŋóŽťÖóĢŋłÖķ̇
ŶÖłŶŋ āł óŽÖłŶŋ Ö ŶĢťŋŭ ̛ĞŋũĢơŋłŶÖķ̜ óŋĿŋ āł óŽÖłŶŋ Ö óÖķĢƩóÖóĢŋłāŭ
(vertical), presentarán mayor movilidad.
Las actuales sociedades occidentales tienen una estructura social je-
rarquizada en distintas clases y estratos sociales, aproximadamente en
forma de pirámide truncada o rombo, en la que una minoría tiene posi-
ciones sociales altas, con un estatus social muy valorado y un alto poder
adquisitivo, una mayoría de posiciones intermedias, con estatus socia-
ķāŭƘťŋùāũÖùŨŽĢŭĢŶĢƑŋŭŽƩóĢāłŶāóŋĿŋťÖũÖƑĢƑĢũŭĢłóÖũāłóĢÖŭƘóĢāũŶÖ
capacidad de ahorro, y otra minoría, aunque mayor que la minoría más
rica, de personas con estatus bajo y poco poder adquisitivo.
La movilidad social, así mismo, puede ser de tipo vertical u horizontal.
Es de tipo vertical (ascendente o descendente) si una persona se mueve
de una posición jerárquica a otra de la estructura social. Por ejemplo,
si el inmigrante cambia de nivel ocupacional, de posiciones poco cua-
ķĢƩóÖùÖŭ̇ùāťŋóÖũāŭťŋłŭÖðĢķĢùÖù̇Ŀ×ŭťũāóÖũĢÖŭƘĿāłŋũāŭŭŽāķùŋŭ̇Ö
łĢƑāķāŭŭŽťāũĢŋũāŭ̇Ŀ×ŭóŽÖķĢƩóÖùŋŭ̇óŋłĿÖƘŋũũāŭťŋłŭÖðĢķĢùÖù̇āŭŶÖ-
bilidad laboral y mejores sueldos. Y la movilidad puede ser horizontal,
entre posiciones sociales o laborales dentro de la misma jerarquía. Una
movilidad de este tipo puede darse cuando un inmigrante cambia de
trabajo, cambia de sector económico, pero sigue estando en trabajos
ťŋóŋóŽÖķĢƩóÖùŋŭ̇āłķÖŭĿĢŭĿÖŭóŋłùĢóĢŋłāŭķÖðŋũÖķāŭƘŽłŭŽāķùŋťÖ-
130
3. La integración social de los inmigrantes
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Roger Campdepadrós Cullell
0HGLFL³QGHODPRYLOLGDGVRFLDO/DVDSRUWDFLRQHVGH
-*ROGWKRUSH\(2:ULJKW
En la literatura sobre estructura social hay varios elementos que sirven
de indicador de la posición social de una persona. Hay al menos dos au-
tores de referencia que han teorizado sobre qué indicadores usar para
ubicar las personas en la estructura social. Lo han hecho principalmente
en base a la posición ocupada en el mercado laboral y en la economía.
Estos son el neoweberiano John Goldthorpe y el neomarxista Erik Olin
Wright. Según estos, y con algunas diferencias entre ellos, la movilidad
132
3. La integración social de los inmigrantes
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3. La integración social de los inmigrantes
0RYLOLGDGODERUDO\VRFLDOGHODLQPLJUDFL³Q
En este subapartado distinguiremos tres tipos de movilidad: la laboral,
ķÖāóŋłŌĿĢóÖƘķÖŭŋóĢÖķ̍dÖĿŋƑĢķĢùÖùķÖðŋũÖķŭāũāƩāũāÖķťÖŭŋùāŽłÖ
ocupación a otra, y puede entrañar una movilidad vertical, si es entre
ocupaciones con distintas categorías, o movilidad horizontal, si es entre
ocupaciones dentro de una misma categoría. La movilidad económica
sería el cambio o movimiento hacia un mayor o menor nivel de ingresos,
de riqueza, de educación, de estatus ocupacional y estándares de vida,
por lo que incluiría la movilidad laboral. Y movilidad social sería el mo-
vimiento hacia una mayor o menor clase o estatus social (Gans, 2009, p.
154). Generalmente la movilidad económica y la movilidad social están
muy relacionadas, y la causalidad puede ir en las dos direcciones. Ese
es uno de los motivos por los cuales en esta investigación utilizaremos
indicadores objetivos y económicos para medir la movilidad social.
Así mismo, hay que hacer una serie de consideraciones sobre acultu-
ración, asimilación y movilidad. En primer lugar, como hemos visto,
ÖóŽķŶŽũÖóĢŌł ŭā ũāƩāũā Ö ķÖ ŶŋĿÖ ùā łŋũĿÖŭ̇ ƑÖķŋũāŭ Ƙ ŭĤĿðŋķŋŭ ùāķ
país de acogida, y depende de la decisión del inmigrante. Mientras que
ķÖÖŭĢĿĢķÖóĢŌłŭāũāƩāũāÖķÖāłŶũÖùÖāłķŋŭóĤũóŽķŋŭŭŋóĢÖķāŭƘŋũėÖłĢ-
zaciones formales e informales autóctonos. E, independientemente
de cuál sea la voluntad del inmigrante, la decisión de que se produzca
recae en gran medida sobre los autóctonos. Gans explica que ha habido
cierta confusión entre aculturación, asimilación y movilidad debido a
que los estudios sobre asimilación empezaron en Estados Unidos en una
época de bonanza económica, de generalizada movilidad ascendente y
de llegada de inmigrantes con muy bajo nivel, que solo podían ascen-
der. Esto provocó que se tomara aculturación, asimilación y movilidad
económica como sinónimos. Pero, según este autor, la aculturación y la
asimilación sirven para que los inmigrantes se parezcan más cultural y
socialmente a los autóctonos, pero por sí mismas no implican ninguna
movilidad ascendente (Gans, 2007, p. 154). En realidad, son procesos
independientes y pueden no coincidir; una persona puede aculturarse,
135
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136
3. La integración social de los inmigrantes
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138
3. La integración social de los inmigrantes
de origen. En ese contexto, tanto los inmigrantes como sus hijos no en-
contrarán los lazos con la clase media o con miembros de la mayoría
dominante, y su integración será menor (Zhou, 1999, p. 198; Checa,
2006; 2007; Checa y Arjona, 2006b; 2007). Como ya hemos visto, los
autores de la teoría de la asimilación segmentada observaron tres mo-
delos de adaptación de los inmigrantes y de las subsiguientes genera-
ciones. De esos modelos, solo el primero y el tercero proporcionan una
movilidad ascendente, mientras que el segundo genera una movilidad
descendente.
Algunos autores han estudiado la integración social en el ámbito de la
vivienda como una asimilación espacial o residencial (Massey, 1985;
Massey y Denton, 1988). Siguiendo el trabajo de la Escuela de Chica-
go, Massey y Denton conciben la distribución espacial de los grupos
ĢłĿĢėũÖłŶāŭóŋĿŋŽłũāƪāıŋùāŭŽóÖťĢŶÖķĞŽĿÖłŋƘùāŭŽėũÖùŋùāÖŭĢ-
milación en sentido amplio. Las características principales son que la
movilidad residencial sucede a la aculturación y a la movilidad social,
y precede a la integración estructural o social (relacionarse en igual-
dad y normalidad con grupos autóctonos). Con más dinero, la segunda
generación puede salir de los barrios étnicos a barrios con más mez-
cla, normalmente con mejores escuelas, y puede llevar a sus hijos a la
universidad (Waldinger, 2007, p. 7). A medida que los inmigrantes van
mejorando su estatus socioeconómico y su posición en el mercado la-
boral, quieren dejar atrás las zonas residenciales de bajo estatus, y con
ellas su grupo de pertenencia. Esto conduce a la dispersión de los gru-
pos minoritarios en barrios de mayoría blanca, en los que tienen más
contactos con personas del grupo mayoritario. La mayor proporción de
vínculos o lazos con exogrupos les proporciona una mayor integración,
aunque también a una mayor aculturación y pérdida de su cultura de
origen (Massey, 1985; Massey y Denton, 1988).
ÖũÖƩłÖķĢơÖũāŭŶāÖťÖũŶÖùŋŨŽāũāĿŋŭÖðŋũùÖũùŋŭóŽāŭŶĢŋłāŭĿ×ŭ̍dÖ
primera es si la aculturación y la asimilación conllevan movilidad social,
o si sucede al revés. Y la segunda es si la movilidad social ascendente
proporciona mayor integración social y, en caso de que sea así, para
quién, ¿para la persona que la experimenta, para la sociedad en general
o para ambos?
Vamos a empezar por la primera cuestión, y para abordarla nos parece
interesante la distinción que hace Gans sobre relación y causalidad en-
tre las variables aculturación, asimilación y movilidad social. Este autor
señala que son fenómenos distintos y que no siempre hay causalidad
entre ellos. Aunque cuando sí la hay, interesa ver qué circunstancias y
factores la generan. Por ejemplo, la entrada en organizaciones o grupos
139
Roger Campdepadrós Cullell
140
3. La integración social de los inmigrantes
141
4. El papel de las redes sociales y el
capital social en las migraciones
H
a pasado un siglo y medio desde que Ravenstein (1889) ob-
servara una serie de regularidades en el comportamiento de
las personas a través de los datos estadísticos de migracio-
nes. Entre tanto, ha habido un gran cambio estructural con
el advenimiento de la sociedad de la información y el proceso de glo-
ðÖķĢơÖóĢŌł̍ 'āŭùā ƩłÖķāŭ ùāķ ŭĢėķŋ ÇRÇ ĞÖŭŶÖ ķÖ ťũĢĿāũÖ ĿĢŶÖù ùāķ ÇÇ̇
el paradigma teórico dominante en la explicación de las causas de las
migraciones, de sus destinos y de su mantenimiento era el modelo de
expulsión-atracción. Una de las principales críticas que recibió era que
no explicaba dos importantes aspectos entre las causas de la migración:
1) por qué dos naciones con la misma situación emigran de forma y ha-
cia destinos diferentes, 2) por qué personas de una misma región toman
diferentes posturas respecto a la emigración. Este hecho sí es explicado
por la presencia de redes sociales y del capital social incrustado en las
mismas (Massey et al., 1993; Portes y Rumbaut, 2006, p. 16).
El objeto de estudio de esta investigación es el efecto del capital social
de los inmigrantes en su integración social, midiéndola objetivamente
a partir del nivel de vida, ingresos o movilidad laboral. De las hipó-
tesis extraemos que hay que profundizar en el comportamiento de la
red social y de la comunidad étnica del inmigrante, ver cómo y cuándo
143
Roger Campdepadrós Cullell
/DVUHGHVVRFLDOHVGHORVLQPLJUDQWHV
Como han destacado varios autores, el capital social y la red social
óŋłĕŋũĿÖł ŽłÖ ķŌėĢóÖ ùā ĕŽłóĢŋłÖĿĢāłŶŋ ùāķ ƪŽıŋ ĿĢėũÖŶŋũĢŋ Ģłùā-
pendiente de la lógica económica neoclásica de equilibrio entre oferta
y demanda de la mano de obra (Piore, 1980, pp. 16-17; Massey et al.,
1993, pp. 448-449; Gurak y Caces, 1998, p. 75; Portes y Rumbaut, 2006,
pp. 17-18; Sassen, 2007, pp. 170-171). Si bien en muchas ocasiones las
migraciones empiezan por la demanda de mano de obra de empresas en
el país de destino, cuando la inmigración ya está establecida y trabajan-
do con cierta estabilidad, autoorganiza la llegada de más inmigrantes
procedentes de sus áreas de origen a través de familiares y amigos. Por
ello, las redes de inmigrantes una vez establecidas pueden mantener el
ƪŽıŋĿĢėũÖŶŋũĢŋŭāÖóŽÖķŭāÖķÖŋŭóĢķÖóĢŌłùāŭŽùāĿÖłùÖāóŋłŌĿĢóÖ̇ŶÖķ
y como han subrayado diferentes autores.
La línea de investigación de este estudio se centra en el papel que desem-
peña el capital social del inmigrante en la integración social del mismo.
Uno de los principales componentes que permiten la movilización de
este capital es la red social. El estudio de cómo afectan las redes sociales
a las migraciones es relativamente nuevo y muy prometedor (Gurak y
Caces, 1998). Por un lado, al adoptar la perspectiva de redes sociales
pretendemos dar respuesta a una de las cuestiones no resueltas en la
investigación empírica existente, que sería en qué condiciones las redes
inhiben o estimulan la integración en la sociedad receptora (ibid., p. 98).
Por otro lado, hay una literatura sobre redes sociales de los inmigrantes
y otra sobre redes sociales en sociología que hasta este momento no se
144
4. El papel de las redes sociales y el capital social en las migraciones
145
Roger Campdepadrós Cullell
Varios estudios sobre el papel del capital social y la red social en la de-
cisión de emigrar muestran que tiene un efecto positivo; cuanto mayor
es el capital y red social en el país de destino mayor es la probabilidad de
emigrar (Boyd, 1989; Mouw, 2006; Haug, 2008). La evidencia empírica
muestra que a través de la red se escogen las personas que realizarán el
viaje, y cuál será su destino. La mera presencia de inmigrantes del mis-
mo distrito del país de origen en ciudades, barrios y nichos laborales en
el país de destino prueba la existencia de mecanismos de canalización
y selección en las redes migratorias (Tilly y Brown, 1967; Malgesini y
Giménez, 1997; Malgesini, 1998; Gurak y Caces, 1998, p. 85; Sabater et
al., 2013). Massey (1990) formula el mecanismo subyacente: las redes
sirven para reducir el coste de la migración al poner información y otros
ítems a disposición de un círculo cada vez más amplio de migrantes po-
tenciales. Este mecanismo adquiere implicaciones de gran alcance para
146
4. El papel de las redes sociales y el capital social en las migraciones
147
Roger Campdepadrós Cullell
/DWHRUDGHUHGHVVRFLDOHVHQODVPLJUDFLRQHV
Massey et al. (1987, 1993) han sido algunos de los autores que más han
desarrollado la teoría de redes sociales aplicada a las migraciones. Se-
gún su trabajo, las redes sociales de los inmigrantes incrementan la
probabilidad de los movimientos internacionales al reducir el coste y
los riesgos del viaje, e incrementan la cantidad de ingresos netos de la
migración. La conexión a través de las redes constituye una forma de
capital social que puede usarse para acceder al empleo en el extranjero.
Cuando el número de inmigrantes ha llegado a su límite de saturación,
las redes siguen reduciendo los costes y riesgos de la migración, lo que
aumenta la probabilidad de emigrar y causa migraciones adicionales,
que expanden o aumentan aún más las redes, y así sucesivamente. El
comportamiento migratorio se extiende y afecta a cada vez más perso-
łÖŭāłāķťÖĤŭùāŋũĢėāł̇ĢłóķŽƘāłùŋťāũƩķāŭŨŽāłŋŭŋłķŋŭĞÖðĢŶŽÖķāŭùā
la migración, como mujeres o niños (Massey et al., 1987; Massey, 1990;
Gurak y Caces, 1998).
148
4. El papel de las redes sociales y el capital social en las migraciones
149
Roger Campdepadrós Cullell
/DWHRUDGHODFDXVDFL³QDFXPXODGDGHODVPLJUDFLRQHV
La teoría de la causación acumulada explica otro de los mecanismos que
los propios inmigrantes activan al realizar el proceso migratorio. Myrdal
(1957) acuñó el término y lo aplicó al estudio del desarrollo de un país,
y Massey (1990, 1999) más adelante lo elaboró y sistematizó aplicán-
dolo a la migración. Esta teoría ha observado que cada nueva migración
ĿŋùĢƩóÖāķóŋłŶāƗŶŋŭŋóĢÖķāłāķŨŽāŭāŶĢāłāłŨŽāùÖũķÖŭŭĢėŽĢāłŶāŭùā-
cisiones de emigrar, normalmente aumentando la probabilidad de que
haya más (Massey et al., 1993, p. 451).
Los investigadores han destacado y sistematizado al menos seis fac-
ŶŋũāŭŭŋóĢŋāóŋłŌĿĢóŋŭāłķŋŭŨŽāĢłóĢùā̇ĿŋùĢƩó׳ùŋķŋŭ̇ķÖķķāėÖùÖùā
migrantes: la distribución de los ingresos, la distribución de la tierra,
la organización de la producción agraria, la cultura de la migración, la
distribución regional de capital humano y el etiquetaje social.
Una vez vistos los elementos básicos de la teoría, queremos señalar que
la serie de factores que la teoría de la causación acumulada subraya que
150
4. El papel de las redes sociales y el capital social en las migraciones
ĢłƪŽƘāłāłķÖùāóĢŭĢŌłùāāĿĢėũÖũāŭŶ׳ùĢũāóŶÖĿāłŶāũāķÖóĢŋłÖùŋŭóŋł
el capital social del inmigrante. Cuanto mayor sea la red y de más re-
cursos disponga, más remesas podrá enviar a su país, más apoyo podrá
prestar, más interacciones podrá tener con su comunidad de origen y
más viajes promoverá. Así, la mayor capacidad de enviar remesas y de
prestar ayuda de una red debe estar positivamente relacionada con una
mayor inserción laboral, movilidad social e integración del inmigrante
en el país de destino. Pero, además, debe estar relacionada con la pre-
disposición a ayudar: no todas las personas inmigrantes que se enrique-
cen, automáticamente envían remesas y ayudan. Que lo hagan depende
ĿŽóĞŋ ùāķ ėũÖùŋ ùā ŭŋķĢùÖũĢùÖù óĢũóŽłŭóũĢŶÖ Ƙ óŋłƩÖłơÖ āƗĢėĢðķā ŨŽā
haya en su red y comunidad étnica, esto es, depende de la cantidad y
calidad de su capital social. Siguiendo esta argumentación, el envío de
ũāĿāŭÖŭ̇ÖùāĿ×ŭùāũāƪāıÖũāķƑŋķŽĿāłùāĢłėũāŭŋŭ̇ťŽāùāũāƑāķÖũŭŋķĢ-
ùÖũĢùÖùóĢũóŽłŭóũĢŶÖƘóŋłƩÖłơÖāƗĢėĢðķā̍
Ha habido al menos dos importantes revisiones de la teoría. Una de ellas
ha señalado que las hipótesis de la causación acumulada se comportan
de forma diferente según si el punto de partida es un entorno rural o
un entorno urbano, cumpliéndose más cuando se trata de los primeros
(Fussell y Massey, 2004). Y la otra, desde la teoría de la saturación de
la red, que establece que la red migrante atrae y acoge nuevos inmi-
grantes, pero solo hasta un cierto límite, aquel en que el descenso de
los sueldos y la subida del precio de la vivienda les empuja a dirigirse
hacia otros lugares (Light, 2006). Entre 1980 y 2007 en Estados Uni-
dos, por ejemplo, los inmigrantes fueron saturando las oportunidades
de vivienda y trabajo en los primeros estados receptores, generando un
movimiento hacia los otros (Light y von Scheven, 2008).
dÖŶāŋũĤÖùāķÖóÖŽŭÖóĢŌłÖóŽĿŽķÖùÖĿĢùāķÖĢłƪŽāłóĢÖùāķóÖťĢŶÖķŭŋ-
cial migratorio proporcionado por la red familiar. Para hacerlo tiene en
cuenta el número de familiares del inmigrante que habían emigrado a
ese país antes que él, especialmente si lo hicieron los padres. Y mide la
ĢłƪŽāłóĢÖùāķÖóŋĿŽłĢùÖùĂŶłĢóÖāłāķťũŋóāŭŋĿĢėũÖŶŋũĢŋóŋłāķĤłùĢóā
de prevalencia migratoria, que se calcula con el número de personas de
su nacionalidad mayores de 15 años que habían migrado antes que el
entrevistado (Fussell y Massey, 2004, p. 157). Lo que resta por compro-
bar es si estos modelos, aplicados a la predicción de la probabilidad de
la primera migración, se pueden aplicar al efecto del capital social y las
redes sociales sobre la integración y movilidad social.
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Roger Campdepadrós Cullell
/RVOD]RVIXHUWHVODLPSRUWDQFLDGHODUHGIDPLOLDU
Los lazos fuertes se tienen muchas veces con la familia. Esta se carac-
teriza como grupo cohesionado por lazos de parentesco, con relaciones
bastante pautadas y normativizadas, con los roles bastante establecidos
(madre, padre, hijos mayores, hijos menores, hermanos, tíos, primos),
que generan obligación de ayuda y apoyo variable según la cultura,
zona social y momento histórico. La familia es una institución que ha
perdurado en el tiempo con muy pocos cambios, hasta hace unos años
āłŨŽāŭāĞÖāĿťāơÖùŋÖùĢƑāũŭĢƩóÖũ̍dÖŭĿĢėũÖóĢŋłāŭŋóŽũũāłāłėũÖł
medida gracias a, y a través de, la familia. El otro tipo de lazos fuertes
lo constituyen las amistades, relaciones que vienen caracterizadas por
ķÖóŋłƩÖłơÖ̇āķóŋłŋóĢĿĢāłŶŋĿŽŶŽŋƘķÖũāóĢťũŋóĢùÖù̒ũāķÖóĢŋłāŭŨŽāŭā
han ido consolidando con el tiempo y con el paso de rituales.
En cuanto a composición, hay que decir que, en la medida en que los la-
zos fuertes suelen darse en las relaciones con familiares y amistades, lo
152
4. El papel de las redes sociales y el capital social en las migraciones
más frecuente es que la mayoría sean del mismo origen cultural, étnico
o religioso. Aunque contar con lazos fuertes de otro origen puede supo-
ner la riqueza de unir el capital social de dos redes de distinta compo-
sición y extensión. Y es especialmente enriquecedor para el inmigrante
si el lazo fuerte es con alguien autóctono. Aunque tenga la misma posi-
ción social, el autóctono no sufre discriminación por ser extranjero en
instituciones ni empleos, tiene más facilidad de acceder a otros círculos
de autóctonos y de introducir en los mismos a sus familiares y amigos.
Por ello, utilizamos como un indicador de integración la existencia de
algún familiar autóctono en la red, sea el hijo, el padre, el cónyuge o un
hermano.
Desde la teoría de la asimilación segmentada hemos visto que en po-
siciones sociales bajas mucha red es un apoyo mutuo que impide la
movilidad descendente; pero también que llega un punto en que dema-
siada red tampoco favorece la ascendente. Así mismo, Portes y Rumbaut
̛ˑˏˏ˘̜ùāŭŶÖóÖłŨŽāķÖŭĕÖĿĢķĢÖŭĿŋłŋťÖũāłŶÖķāŭťũāŭāłŶÖłùĢƩóŽķŶÖ-
des para prosperar y para conseguir movilidad ascendente en su des-
cendencia. Así, la forma que proporcionará más movilidad ascendente
será la familia nuclear con dos progenitores.
En cuanto a su estructura, encontramos que parte de la red está con-
centrada en un mismo piso, barrio o municipio, lo que facilita el apoyo
mutuo. Estar acompañados de personas de la misma cultura, idioma e
identidad proporciona una estructura coherente, de sentido, y ahorra
energía y costes de comunicación, de desplazamientos, de hacer nuevas
amistades y relaciones fuertes.
Schweizer et al. (1998) replicaron entre población inmigrante de Ca-
lifornia el estudio de Fischer en San Francisco (1982), el de Wellman
en Toronto (1990) y el que más tarde realizaría Grossetti en Toulouse
(2007), obteniendo resultados en general bastante parecidos. Más del
˓ˏͮ ùā ķŋŭ ķÖơŋŭ ĕŽāũŶāŭ ŭā āłóŽāłŶũÖł ėāŋėũ×ƩóÖĿāłŶā ťũŌƗĢĿŋŭ̇ Ƙ
casi el 50% son de familiares. A estos se acude para resolver problemas,
a los amigos para las relaciones sociales y a los vecinos para cuestiones
prácticas. En ambos, más del 90% de lazos fuertes son del mismo gru-
ťŋĂŶłĢóŋ̇ÖŽłŨŽāùāāŭŶŋŭāķðķÖłóŋāĞĢŭťÖłŋťũāŭāłŶÖłŭĢėłĢƩóÖŶĢƑÖŭ
diferencias. Debido a la situación económica, a la familia extensa y a los
lazos familiares, los lazos fuertes son más importantes entre los lati-
nos, quienes se esfuerzan en construir una comunidad donde los roles
de familiares, vecinos y amigos se solapen (Schweizer, 1998, p. 17). Una
de las principales conclusiones que subrayan es que la red familiar sigue
jugando un papel primordial en la vida cotidiana, en la toma de decisio-
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/RVOD]RVG©ELOHV
Los lazos débiles son relaciones puntuales con conocidos, que conllevan
ťŋóÖĢĿťķĢóÖóĢŌł̇óŋłƩÖłơÖŋóŋĿťũŋĿĢŭŋĿŽŶŽŋ̍ŽāùāłùÖũŭāāłāķ
lugar de trabajo, en el entorno educativo o formativo, durante el trayec-
to migratorio, en los servicios sociales, en los hospitales, en el barrio o
vecindario, en la asociación, sindicato o partido. Diferentes contextos
sociales proporcionan diferente tipo de vínculos, de apoyos y de recur-
sos. Korinek et al. (2005) estudiaron la red de familiares cercanos, la
vida en un barrio étnico, el lugar de trabajo y la comunidad étnica. Los
inmigrantes establecen lazos más allá de su red de familiares y amista-
des, especialmente en el lugar de trabajo, en el barrio o zona residencial
y entre su comunidad étnica. Más aún, hay unos trabajos que propor-
cionan lazos con los que salvar distancias sociales y ponerse en contacto
con múltiples personas fuera de su red cercana. Por ejemplo, Korinek
et al. (2005, p. 783) destacan los trabajos en fábricas por encima de los
trabajos en la construcción, en Bangkok (Tailandia).
Por lo que respecta a su composición, vistas las fuentes y los entornos
donde se generan los lazos débiles, podemos deducir que será bastante
ĞāŶāũŋėĂłāÖ̍!ŽÖłùŋāŭĂŶłĢóÖĿāłŶāĞāŶāũŋėĂłāÖťũŋťŋũóĢŋłÖðāłāƩ-
cios por la diversidad de información y de contactos que se generan al
unir dos redes que no compartían ningún vínculo hasta ese momento
(Lancee, 2010, p. 207), así como por la cohesión e integración entre
grupos. Y especialmente cuando se establecen con personas autóctonas,
por el mayor capital social, red de contactos y aceptación que tienen en
la sociedad de acogida. En las actividades económicas transnacionales
suelen ser frecuentes los lazos débiles, ya que facilitan las transacciones
(Marger, 2006). La estructura o morfología de estos lazos es, por sus
características, más dispersa.
Los lazos débiles proporcionan principalmente dos tipos de riqueza
social: en primer lugar, dan acceso al inmigrante a recursos que no se
encuentran en sus lazos fuertes y, en segundo lugar, conectan entre sí
grupos separados, proporcionando cohesión e integración a la sociedad.
En cuanto a la primera, el lazo débil proporciona una ayuda al inmigran-
te en forma de información sobre acceso a oportunidades —laborales,
formativas, de vivienda— de las que carece su red de lazos fuertes. En
la medida en que la red de lazos fuertes no contiene todos los recursos
necesarios para el inmigrante, este necesita salirse de ella y buscarlos
allí donde se encuentren: agencias inmobiliarias, escuelas, agencias
ķÖðŋũÖķāŭ̇āłŶĢùÖùāŭƩłÖłóĢāũÖŭ̇āŶó̍1ķĢłĿĢėũÖłŶā̇ÖķťŋłāũŭŽũāùāł
contacto con otras, multiplica el acceso a potenciales recursos (Gurak
160
4. El papel de las redes sociales y el capital social en las migraciones
y Caces, 1998, pp. 96-97). El papel de los lazos débiles es abrir la red
migrante a estas oportunidades. Por este motivo, para el inmigrante el
lazo débil es necesario muchas veces para salir de entornos de bajo nivel
socioeconómico y experimentar una movilidad ascendente.
La segunda tiene lugar cuando el lazo débil hace de puente entre dos
ėũŽťŋŭùāƩłĢùŋŭùāťāũŭŋłÖŭ̇óŽÖłùŋ̇āłŶāũĿĢłŋķŋėĤÖùāŽũŶ̛ː˘˘ˑ̜̇
salva la distancia de vacío estructural. Esto proporciona cohesión social
e integración entre diferentes grupos, lo cual es tan valioso para ellos
como para la sociedad en general. Granovetter (1973/2000) otorga un
papel positivo a los lazos débiles, considerando que la dependencia de
los lazos fuertes desintegra la sociedad al aislar a los grupos de ella y
entre sí. Los lazos débiles conectan a los diferentes grupos, proporcio-
nando integración a la sociedad.
Los lazos puente son un tipo de lazo débil que une dos grupos distintos
que previamente no tenían ninguna relación entre sí. Todos los lazos
puente son débiles, aunque no todos los lazos débiles son puente. Los
lazos puente son los que proporcionan más cohesión a una sociedad
porque unen distintos grupos entre ellos. Los lazos que unen a los inmi-
grantes con grupos de otros orígenes suelen ser puente, porque las redes
suelen ser bastante homogéneas social y culturalmente y, con toda pro-
babilidad, tal vínculo les aportará nueva información (Lancee, 2010, p.
207). Son especialmente valiosos los lazos débiles con autóctonos, pues
tienen mucho más conocimiento de la sociedad y la cultura autóctonas,
suelen tener redes más extensas y variadas, y más recursos incrustados
en ellas. Los lazos débiles con los autóctonos son clave para superar los
ťũāıŽĢóĢŋŭŭŋðũāķŋŭĢłĿĢėũÖłŶāŭ̍¦ÖķāŭāķóÖŭŋùāŭóũĢŶŋťŋũRŋŭĢƩùāŭet
al. (2007, pp. 1353-1355). Los inmigrantes albaneses en Grecia se en-
frentan a un considerable rechazo en la sociedad en general y les es
difícil entrar en círculos sociales griegos, pero lo consiguen a través de
largos periodos de convivencia en un mismo barrio o en un mismo sitio
de trabajo; el conocimiento mutuo supera esa barrera; desde el momen-
to en que se establece un lazo débil con un autóctono, la ayuda que este
le presta favorece enormemente la integración del inmigrante. El autor
destaca la mediación ante la Administración y la policía, así como un
cambio en la autopercepción, pasando de sentirse un grupo minusva-
lorado y rechazado a ver reconocidas sus competencias y habilidades
laborales y sociales. Desde esta concepción, los lazos débiles aumentan
el capital social del inmigrante y, en general, el de los participantes en
esa relación.
Los lazos débiles también unen a diferentes grupos y redes de inmi-
grantes de un mismo origen y, de esa forma, van creando comunidad.
161
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NÖƘÖŽŶŋũāŭŨŽāùāƩłāłóŋĿŽłĢùÖùĂŶłĢóÖóŋĿŋķÖũāùùāùĢũĢėāłŶāŭƘ
representantes de una comunidad. Sería como la sociedad civil y el te-
jido asociativo de una determinada comunidad étnica: «[…] consiste en
muchas asociaciones voluntarias que están relacionadas entre sí porque
tienen miembros comunes y comparten directivos» (Fennema, 2004,
p. 433).
Partiendo de las propiedades de los lazos débiles, algunos autores se-
ñalan los límites de los enclaves y nichos étnicos (Waldinger, 1993; Alba
y Nee, 2003). La red étnica conduce al empleo, pero solo dentro de esos
łĢóĞŋŭƘāłŋóŽťÖóĢŋłāŭùāťŋóÖóŽÖķĢƩóÖóĢŌł̍!ŋłķŋŭũāóŽũŭŋŭùāķÖũāù
étnica, la inserción laboral fuera del enclave es muy difícil o improbable.
En cambio, los lazos débiles proporcionan esta posibilidad. En el campo
āùŽóÖŶĢƑŋ ŶÖĿðĢĂł āłóŋłŶũÖĿŋŭ āķ ðāłāƩóĢŋ ùā ķŋŭ ķÖơŋŭ ùĂðĢķāŭ̍ dŋŭ
grupos juveniles de origen mexicano ejercen una presión niveladora
sobre sus componentes impidiendo su éxito escolar. Stanton-Salazar
y Dornbusch (1995) muestran una correlación positiva entre las redes
sociales externas y el logro académico en los estudiantes de bachillerato
mexicanos en San Francisco.
łÖťÖũŶāùāķÖŭũāķÖóĢŋłāŭťŋũķÖŭŨŽāóĢũóŽķÖķÖóŋłƩÖłơÖāƗĢėĢðķāƘķÖ
solidaridad circunscrita lo hace a través de lazos débiles. Los empleado-
ũāŭ ƑÖł ùāŭóŽðũĢāłùŋ ŋŶũÖŭ óŽÖķĢùÖùāŭ̇óŋĿŋķÖāƩóĢāłóĢÖùāķÖŭũāùāŭ
de inmigrantes para localizar nuevos trabajadores que se mantendrán
leales y serán poco problemáticos, o como el conocimiento de otros
idiomas. El empresario confía en el trabajador y en el amigo que este
traerá consigo.
Los lazos débiles aportados por las redes comunitarias juegan un papel
importante en las empresas étnicas, como demuestran los estudios del
Chinatown de Nueva York, del Little Havana de Miami o del Koreatown
de Los Ángeles: «Entre los recursos que proporciona este capital social
encontramos: capital inicial, consejos e información sobre las oportu-
łĢùÖùāŭùāłāėŋóĢŋ̇ÖóóāŭŋÖķŋŭĿāũóÖùŋŭƘŽłÖĿÖłŋùāŋðũÖƪāƗĢðķāƘ
disciplinada» (Portes, 1998, p. 13).
Hernández-León y Zúñiga (2002, p. 8) destacan una interesante pro-
piedad de los lazos débiles y animan a concebir el trayecto migratorio
como una red de contactos, formados por estos, más que como una línea
recta entre dos puntos, origen y destino, unidos por un lazo fuerte. En su
lugar proponen ver la migración como una serie de puntos intermedios
que concentran capital social y que sirven de puente y lanzadera hacia
nuevos lugares y etapas. Lo constatan analizando los itinerarios migra-
162
4. El papel de las redes sociales y el capital social en las migraciones
torios que aparecen en sus entrevistas o, por ejemplo, viendo las nuevas
rutas que las compañías de autobuses van creando.
Heckmann (2006, p. 302) estudia la inmigración ilegal procedente de
ŭĢÖ!āłŶũÖķĞÖóĢÖķāĿÖłĢÖ̇ƘóŋłóķŽƘāŨŽāłŋĞÖƘŽłÖŭŋķÖĿÖƩÖŨŽā
ķÖŋũėÖłĢóā̇ķŋóŽÖķŭĢėłĢƩóÖũĤÖŽłÖŋũėÖłĢơÖóĢŌłðÖŭÖùÖāłķÖơŋŭĕŽāũ-
tes. En su lugar, encontramos una red de relaciones formada por una
cadena de intermediarios en cada etapa del viaje (Kabul, Moscú, Praga,
Hamburgo), débilmente conectados entre ellos, si lo están, y a los cua-
les el inmigrante busca y contacta con una simple dirección o teléfono
(ibid., pp. 313, 316).
Una vez en el país de destino, las políticas de control de la inmigración
ilegal reducen la posibilidad de uso del capital social, que pasa a depender
más de los lazos débiles. Como resultado, la migración indocumentada
utiliza las redes sociales de diferentes maneras. La red social permite
esquivar el cerco promovido por las políticas de control fronterizo. Estas
no consiguen desmantelar las redes sociales inmigrantes, sino que las
hacen más invisibles y más informales. Aumentan la dependencia de los
inmigrantes respecto de los lazos débiles, y disminuye la presencia y el
peso de las redes familiares extensas (Collyer, 2005).
En cuanto a efectos negativos, por un lado, tenemos los que señaló
Portes (1998), que algunos lazos débiles pueden proporcionar inputs
negativos en el caso de exceso de celo por parte de miembros de la
comunidad que no son lazo fuerte, de la petición de favores a los que
están moralmente obligados y en el caso de los free-riders. Otras veces,
algunos inmigrantes se aprovechan de la frágil situación de otros inmi-
grantes para explotarlos (Sanders y Nee, 1987, p. 763; Tarrius, 2004, p.
310). Y, por el otro, la proliferación de lazos débiles combinada con una
carencia de lazos fuertes puede llevar a la disolución de un grupo. En
este sentido, la perdurabilidad de las instituciones creadas con éxito por
los inmigrantes depende más de su habilidad por mantenerse que de la
persistencia de la discriminación externa. La comunidad que tiene poco
capital social, que es pobre en recursos, tendrá problemas para hacer
prevalecer sus patrones normativos, no se fortalecerá de la persistencia
de la discriminación, sino que sufrirá sus consecuencias. Es el caso de
las segundas y terceras generaciones de haitianos ubicadas en barrios
pobres de mayoría negra que, ante las burlas hacia su forma de hablar
y cultura, se van asimilando a la cultura negra empobrecida, que es la
mayoritaria en ese entorno: «[…] en la medida que esto ocurre, el capital
social basado en las redes de la comunidad inmigrante se disipa» (Por-
tes y Sensenbrenner, 1993, p. 1337). También como efectos negativos
de los lazos débiles, de Miguel-Luken y García-Faroldi (2021) hallan
163
Roger Campdepadrós Cullell
/RVOD]RVYLQFXODQWHV
Los lazos vinculantes son lazos débiles y puente que conectan al inmi-
grante con personas en posiciones superiores de clase, poder o estatus,
o con instituciones, que de por sí tienen una posición superior de po-
der y estatus. En cuanto a composición, suelen ser lazos con personas
autóctonas que están en asociaciones, en instituciones públicas o di-
rigiendo empresas. Las empresas, ONG e instituciones representan un
lazo vinculante para el inmigrante que le puede suponer acceso a recur-
sos o información de los que no dispone dentro de su propia red. Al estar
estas en posiciones superiores, los inmigrantes pueden obtener de ellas
ÖóóāŭŋÖũāóŽũŭŋŭƑÖķĢŋŭŋŭŨŽāťŽāùāłŭĢėłĢƩóÖũŽłĢĿťŽķŭŋÖŭóāłùāłŶā
a su movilidad o cierta estabilidad en su posición. Recursos como acceso
a empleo, vivienda, formación, becas, recursos materiales —comida,
ropa, muebles— o contactos con otras personas.
Según la teoría institucional (Massey et al., 1993), las instituciones
privadas y las organizaciones voluntarias se crean para satisfacer las
demandas de un gran número de inmigrantes que entra legal e ilegal-
mente en un país. La diferencia entre el número de personas que quiere
entrar y el número de visados expedidos genera un nicho económico
para empresarios e instituciones dedicados a promover el movimiento
internacional, resultando un mercado irregular o informal de bienes y
servicios destinados a facilitar la migración. Debido a que este mercado
irregular genera condiciones para la explotación de las personas, apa-
recen organizaciones humanitarias en destino que se proponen hacer
cumplir los derechos y mejorar el trato dado a los inmigrantes legales
o ilegales.
Empresas y particulares ofrecen un conjunto de servicios a cambio de
ùĢłāũŋ̆āķŶũ×ƩóŋóķÖłùāŭŶĢłŋÖŶũÖƑĂŭùāķÖĕũŋłŶāũÖƘťŋũāķĢłŶāũĢŋũùāķ
ťÖĤŭ̇óŋłŶÖóŶÖũÖāĿťķāÖùŋũāŭƘŶũÖðÖıÖùŋũāŭĢłĿĢėũÖłŶāŭ̇ĕÖķŭĢƩóÖũùŋ-
cumentos y visados, apañar bodas entre inmigrantes y residentes lega-
les o ciudadanos con nacionalidad, y prestar alojamiento, dinero y otro
tipo de asistencia en el país de destino. Los grupos humanitarios ayudan
a los migrantes proporcionándoles asesoramiento legal sobre la regu-
164
4. El papel de las redes sociales y el capital social en las migraciones
/DFRPELQDFL³QGHORVWUHVWLSRVGHOD]R
La principal conclusión de esta revisión es que de la combinación de los
tres tipos de lazo el inmigrante puede obtener acceso a mayor cantidad
y diversidad de recursos y que, por tanto, podrá conseguir una mayor
integración y movilidad social. Para Portes y Bach (1985) la integración
social no es simplemente pasar de relacionarse principalmente con la
propia comunidad étnica a hacerlo con el grupo mayoritario dominante.
La integración social es un proceso simultáneo y complementario en el
que crecen los lazos primarios con el grupo étnico, a la vez que se entra e
integra en las instituciones de la sociedad de acogida y se va ascendien-
ùŋāłŭŽŭĿžķŶĢťķāŭıāũÖũŨŽĤÖŭŭŋóĢÖķāŭ̍1łùāƩłĢŶĢƑÖ̇āŭŶũāóĞÖũķŋŭķÖơŋŭ
con el grupo étnico da fortaleza y apoyo, y ayuda a una mayor integra-
ción en las instituciones y estructura social de la sociedad de acogida
(Portes y Bach, 1985, p. 333).
Hay interesantes investigaciones que analizan la diferente composición
de los lazos y observan su efecto en el grado de integración relacional o
165
Roger Campdepadrós Cullell
āłāķėũÖùŋùāĢùāłŶĢƩóÖóĢŌł̍'āDāùāũĢóŋ̛ˑˏˏ˓̜̇ťŋũāıāĿťķŋ̇ĞÖóŋł-
feccionado una tipología de lazos con nacionales del país de destino, con
inmigrantes del país de origen o inmigrantes de otras nacionalidades,
estudiando el grado de integración relacional. Otras han estudiado el
efecto de la diferente combinación de lazos en el sentido de pertinen-
cia y en la identidad (De Federico, 2007; Maya Jariego, 2007). El mismo
Portes (et al̍̇ˑˏːˏ̜ĞÖāŭŶŽùĢÖùŋāķėũÖùŋùāĢùāłŶĢƩóÖóĢŌłùāķŋŭĢłĿĢ-
grantes de segunda generación en España. En este trabajo, en cambio, la
integración relacional se utilizará como variable independiente para ver
qué grado de integración socioeconómica genera, aunque se le llamará
asimilación estructural.
Korinek et al. (2005) destacan que la combinación de diferentes tipos de
lazos proporciona una mayor integración. Tanto la red familiar como las
redes formadas en el sitio de trabajo, en la vecindad y en la comunidad
étnica, favorecen el asentamiento y permanencia de los inmigrantes.
Cada uno de estos ámbitos les ayuda de distinta manera e intensidad.
La combinación de lazos fuertes y débiles es lo que proporciona un
mayor enraizamiento o asentamiento en el lugar de destino. Los lazos
fuertes proporcionan solidaridad y apoyo directo, mientras que los dé-
biles proporcionan puentes hacia el exterior del grupo e información;
«ambos tipos de lazo, «débiles» […] y «fuertes» […] operan de manera
combinada para facilitar la adaptación y el asentamiento urbano de los
inmigrantes […] y explican el mayor asentamiento de los inmigrantes
urbanos» (Korinek et al., 2005, p. 797).
łÖùāķÖŭóŋłóķŽŭĢŋłāŭƩłÖķāŭùāķāŭŶŽùĢŋùāĿÖùũāŭÖùŋķāŭóāłŶāŭĢł-
migrantes en Estados Unidos de Fernández-Kelly (1995, p. 242) es la
ėũÖł ĢĿťŋũŶÖłóĢÖ ùā ķÖŭ ũāùāŭ ŭŋóĢÖķāŭ̍ łÖ ũāù ùĢƑāũŭĢƩóÖùÖ ťāũĿĢŶā
conseguir recursos a través de lazos débiles o puentes que no están en
la red primaria, y con los que se pueden conseguir mayores cotas de in-
ŶāėũÖóĢŌł̍ RŋŭĢƩùāŭ ̛ˑˏˏ˖̜ ũāóŋłŋóā āķ ĢĿťÖóŶŋ ùā ķŋŭ Ŷũāŭ ťũĢłóĢťÖķāŭ
tipos de lazo —fuerte, puente y vinculante— en la integración social
de los albaneses en Grecia. Nannestad et al. (2008, p. 628) constatan
que, entre los inmigrantes en Dinamarca, los lazos fuertes con el propio
grupo no solo no son incompatibles con lazos vinculantes y débiles ha-
cia grupos externos (asociaciones autóctonas o amistades autóctonas),
sino que además proporcionan una mayor integración.
Ante estas conclusiones cobran sentido algunas de las aportaciones que
hemos visto de la teoría de migraciones sobre el papel de las redes so-
ciales: que la existencia de redes sociales y familiares previas a la propia
inmigración tiene un papel de facilitador de la vida en el país de acogi-
da y, por tanto, de la integración social; que cuanto más tiempo en el
166
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4. El papel de las redes sociales y el capital social en las migraciones
social no son normativas, sino que responden, bien al miedo a las san-
ciones, o bien a las expectativas de una recompensa. La efectividad de
ķÖŭŭÖłóĢŋłāŭóŋķāóŶĢƑÖŭÖŶũÖƑĂŭùāķÖóŋłƩÖłơÖāƗĢėĢðķāùāťāłùāùāķÖ
habilidad del grupo para controlar el comportamiento de sus miembros
y su capacidad de publicitar la identidad de los mismos. Como observó
Coleman, «el cierre de la estructura social no solo es importante para la
existencia de normas efectivas sino también para otra forma de capital
ŭŋóĢÖķ̆ ķÖ óŋłƩÖłơÖ āł ķÖŭ āŭŶũŽóŶŽũÖŭ ŭŋóĢÖķāŭ ŨŽā ťāũĿĢŶāł ķÖ ťũŋķĢ-
feración de obligaciones y expectativas» (1988, pp. S107-S108). En el
caso de la comunidad inmigrante, si bien el constreñimiento no parece
material, las consecuencias del incumplimiento sí que lo son.
Portes y Sensenbrenner (1993) explican el caso de los inmigrantes do-
minicanos en Nueva York, que estaban empezando a crear un enclave
empresarial étnico —con restaurantes, tiendas, periódicos o agencias
de viajes latinos o para latinos—, contrariamente a la concepción pre-
ùŋĿĢłÖłŶā ŨŽā ķŋŭ ŽðĢóÖðÖ āł āĿťķāŋŭ ùā ŭāũƑĢùŽĿðũā̇ ŭĢł óŽÖķĢƩóÖ-
ción y bajos sueldos. La base para la acumulación inicial de dinero fue-
ron las redes informales de préstamo en las que no se requerían avales
łĢŶũ×ĿĢŶāŭðŽũŋóũ×ŶĢóŋŭ̍1ŭŶÖŭũāùāŭƩłÖłóĢāũÖŭĢłĕŋũĿÖķāŭùÖðÖłĿ×ŭ
ĢłŶāũāŭāŭŨŽāķÖŭĢłŭŶĢŶŽóĢŋłāŭðÖłóÖũĢÖŭĕŋũĿÖķāŭ̍'āķŋŭðāłāƩóĢÖũĢŋŭ
de los créditos se esperaba que los devolvieran por entero. Esta expecta-
ŶĢƑÖŭāðÖŭÖðÖ̇ťũĢĿāũŋ̇āłķÖũāťŽŶÖóĢŌłùāķðāłāƩóĢÖũĢŋƘ̇āłŭāėŽłùŋ
lugar, en represalias inmediatas hacia aquellos que incumplían el trato.
Represalias que podían incluir tanto medidas coercitivas como la exclu-
sión y el ostracismo de los círculos étnicos empresariales, lo que dejaba
a la persona inmigrante prácticamente en una situación de desempleo
debido a las escasas y muy precarias oportunidades de trabajo existen-
tes fuera del enclave y nicho laboral étnicos.
Estos autores también cuentan el caso de los exiliados cubanos en Flo-
rida del Sur. De ellos se pensaba que montaban las empresas iniciales
con el capital que traían de Cuba. Pero, por el contrario, varias investi-
gaciones demostraron que pocas empresas se creaban de esta manera,
ni tampoco a través de asociaciones de crédito rotativo, inexistentes
como práctica cultural en Cuba. Lo que sucedió es que algunos exiliados
cubanos, que eran banqueros, consiguieron empleos de poca importan-
cia en bancos de Florida y que, a medida que se fueron consolidando
y estabilizando, empezaron a prestar pequeñas cantidades de dinero a
otros exiliados cubanos para que abrieran su pequeño negocio. Estos
préstamos se hacían sin aval de garantía y se basaban exclusivamente
āłķÖũāťŽŶÖóĢŌłťāũŭŋłÖķŨŽāāķðāłāƩóĢÖũĢŋŶŽƑĢāŭāāł!ŽðÖ̍1ŭŶÖĕŋũĿÖ
de crédito se conoce como préstamos de carácter y fue muy usual en los
171
Roger Campdepadrós Cullell
172
4. El papel de las redes sociales y el capital social en las migraciones
173
Roger Campdepadrós Cullell
Cuadro 4.1.
Proposiciones sobre el papel del capital social en la integración de los
inmigrantes
3ULPHUDSURSRVLFL³Ql&XDQWRP¡VGLVWLQWRGHOUHVWRGHODSREODFL³QVHDXQJUXSRHQW©UPLQRVGH
FDUDFWHUVWLFDVIHQRWSLFDV\FXOWXUDOHVP¡VJUDQGHHVHOQLYHOGHSUHMXLFLRDVRFLDGRDHVWRVUDVJRV
\P¡VEDMDODSUREDELOLGDGGHVDOLUGHHVWDVLWXDFL³QODFRQVHFXHQFLDHVTXHORVVHQWLPLHQWRVGH
VROLGDULGDGLQWUDJUXSDOVHKDFHQP¡VIXHUWHV\HOFDSLWDOVRFLDOEDVDGRHQHOODDXPHQWD{ S
6HJXQGDSURSRVLFL³Ql(OFDSLWDOVRFLDOTXHDƪRUDGHFRQIURQWDFLRQHVVLWXDFLRQDOHVHVP¡VIXHUWH
FXDQGRODVROLGDULGDGFLUFXQVFULWDUHVXOWDQWHQRVHOLPLWDDORVDFRQWHFLPLHQWRVDFWXDOHVVLQRTXH
FRQOOHYDODFRQVWUXFFL³QGHXQDGHƩQLFL³QDOWHUQDWLYDGHODVLWXDFL³QEDVDGDHQODUHFUHDFL³QGH
SU¡FWLFDVSDVDGDV\GHXQDPHPRULDFXOWXUDOFRPºQ{ SS
7HUFHUDSURSRVLFL³Ql&RPRIXHQWHGHFDSLWDOVRFLDOODFRQƩDQ]DH[LJLEOHHVGLUHFWDPHQWHSURSRU-
FLRQDODODIXHU]DGHODGLVFULPLQDFL³QSURFHGHQWHGHOH[WHULRURH[WHUQDHLQYHUVDPHQWHSURSRUFLR-
QDODODVRSFLRQHVGHDVHJXUDUHOKRQRUVRFLDO\ODVRSRUWXQLGDGHVHFRQ³PLFDVGLVSRQLEOHVIXHUDGH
ODFRPXQLGDG{ S
&XDUWDSURSRVLFL³Ql&XDQWRP¡VJUDQGHVHDODKDELOLGDGGHXQDFRPXQLGDGGHFRQIHULUSUHPLRV
ºQLFRVDVXVPLHPEURV\P¡VGHVDUUROODGRVHVW©QORVPHGLRVLQWHUQRVGHFRPXQLFDFL³QHQWRQFHV
PD\RUVHU¡ODIXHU]DGHFRQƩDQ]DH[LJLEOH\PD\RUHOQLYHOGHFDSLWDOVRFLDOGHULYDGRGHHOOD{ S
4XLQWDSURSRVLFL³Ql&XDQWRPD\RUVHDHOFDSLWDOVRFLDOGHELGRDODVROLGDULGDGFLUFXQVFULWD\DORV
FRQWUROHVGHODFRPXQLGDGPD\RUHVVRQODVGHPDQGDVSDUWLFXODUHVSXHVWDVHQHPSUHQGHGRUHVTXH
KDQWHQLGR©[LWR\PD\RUHVODVUHVWULFFLRQHVHQODH[SUHVL³QLQGLYLGXDO{ S
6H[WDSURSRVLFL³Ql&XDQWRP¡VLPSHGLGDKD\DVLGRODPRYLOLGDGHFRQ³PLFDGHXQJUXSRSRU
PHGLRVFRHUFLWLYRV\QRGHPHUFDGRP¡VSUREDEOHODHPHUJHQFLDGHXQDVROLGDULGDGFLUFXQVFULWD
TXHQLHJDODSRVLELOLGDGGHDYDQ]DUDWUDY©VGHXQDFRPSHWLFL³QOLPSLDHQHOPHUFDGR\TXHRSRQH
HVIXHU]RVLQGLYLGXDOHVHQHVWDGLUHFFL³Q{ S
)XHQWH3RUWHV\6HQVHQEUHQQHU
174
4. El papel de las redes sociales y el capital social en las migraciones
ùŋťŋũŋũĢėāłĂŶłĢóŋłŋāƗťķĢóÖłŭŽƩóĢāłŶāĿāłŶāŶŋùŋāķłĢƑāķùāũāłŶÖ
conseguido. Con su estudio y sistematización de los efectos positivos del
capital social sobre la acción económica, Portes y Sensenbrenner esta-
blecen las bases con las que seguir avanzando en el conocimiento de este
ŶāĿÖ̍ 1ķ óÖťĢŶÖķ ŭŋóĢÖķ ťũŋƑāłĢāłŶā ùā ķÖ óŋłƩÖłơÖ āƗĢėĢðķā ťŽāùā ùÖũ
mejor cuenta de lo que quedaba inexplicado con las anteriores variables.
Con estas proposiciones vemos que la fuerza que ejerce la sociedad de
acogida sobre determinados grupos para que se aculturen o para ex-
cluirles genera un aumento de su capital social, que se expresa en torno
a la etnicidad. De forma que cuanta más importancia se dé a la etnicidad
como impedimento para la integración, esto es, cuanta más discrimina-
ción étnica exista, más aumentará el peso de la etnia en la conformación
del capital social del inmigrante. Y al revés, cuanta más importancia se
dé a elementos no étnicos, como las habilidades y el capital cultural,
menos se articulará el capital social en torno a la etnicidad, y más en
torno a otros factores, como el nivel educativo, el ocupacional, la edad
o el sexo.
175
5. La inmigración en España
P
ara situar el tema de estudio de esta investigación será de gran
utilidad una breve mirada a la historia migratoria de España y
Ö ķÖŭ óÖũÖóŶāũĤŭŶĢóÖŭ ùāĿŋėũ×ƩóÖŭ ùā ķÖ ťŋðķÖóĢŌł ĢłĿĢėũÖùÖ̍
Prestaremos especial atención a su composición nacional, por
edad y género, así como a sus niveles educativos y ocupacionales.
177
Roger Campdepadrós Cullell
178
5. La inmigración en España
tiene por primera vez más retornos que salidas de los propios españoles,
y otro en 1985, cuando la inmigración extranjera empieza a aumentar
exponencialmente año tras año. España pasó de 158.347 inmigrantes en
1978 a 4.482.568 en 2007.
Garrido (2008) destaca dos etapas de fuerte expansión económica, que
han generado importantes fuerzas de atracción de inmigración; una de
1986 a 1991, y otra de 1996 a 2007. Estas etapas están situadas entre
fases de crisis económicas, lo que recuerda los ciclos por los que pasa la
economía capitalista, una de 1977 a 1985, otra de 1991 a 1994, y la última
de 2008 hasta 2012. Este autor destaca que el de 1996 a 2007 ha sido
el periodo de auge económico más prolongado en los últimos tiempos
en España y, en el mismo, podemos encontrar el momento álgido entre
1999 y 2000, en el que se crearon 800.000 nuevos puestos de trabajo
cada año (Garrido, 2008, p. 130). El presente trabajo se ha enmarcado en
este periodo, de acuerdo con la hipótesis que hace referencia al papel del
capital social en una etapa de crecimiento económico.
Este auge y sostenimiento de la inmigración en España tiene dos moti-
vos principales. Uno es la existencia de un mercado laboral segmentado,
óŋĿťŽāŭŶŋťŋũŋóŽťÖóĢŋłāŭóŽÖķĢƩóÖùÖŭðĢāłũāĿŽłāũÖùÖŭƘāŭŶÖðķāŭ̇
Ƙ ŋóŽťÖóĢŋłāŭ łŋ óŽÖķĢƩóÖùÖŭ ťŋóŋ ũāĿŽłāũÖùÖŭ Ƙ ŶāĿťŋũÖķāŭ̍ NÖóĢÖ
ķÖŭ ŋóŽťÖóĢŋłāŭ óŽÖķĢƩóÖùÖŭ ŭā ĞÖł ùĢũĢėĢùŋ ŶÖłŶŋ ķÖ ťŋðķÖóĢŌł āŭťÖ-
ñola —que en la última década ha aumentado considerablemente su
nivel educativo medio (Campdepadrós, 2011)— como los inmigrantes
procedentes de la Unión Europea y países ricos (Pumares et al., 2005;
Bernardi et al., 2010). En concreto, la población española ha aprovecha-
do la reestructuración económica de los años ochenta y noventa y se ha
apoyado en el Estado de bienestar para aumentar su nivel formativo y
óŽÖķĢƩóÖóĢŌłŋóŽťÖóĢŋłÖķ̇óÖĿðĢÖłùŋùāŭāóŶŋũāóŋłŌĿĢóŋƘóÖŶāėŋũĤÖ
laboral. La población activa con niveles educativos de primaria dismi-
nuye un 30% de 1996 a 2004 (unos 1,7 millones de personas), aunque
su tasa de paro también disminuye (Garrido, 2008, pp. 133-134). Esa
ťŋðķÖóĢŌłłŋũāóĞÖơÖŶũÖðÖıÖũāłŋóŽťÖóĢŋłāŭťŋóŋóŽÖķĢƩóÖùÖŭ̍dŋŨŽā
ŭŽóāùāāŭŨŽāŽłÖðŽāłÖťÖũŶāťũāƩāũāÖŽĿāłŶÖũŭŽłĢƑāķùāāŭŶŽùĢŋŭƘ
a continuación de nivel ocupacional. Esto genera que haya puestos de
trabajo vacantes en el otro segmento del mercado laboral español, el de
ťŋóÖóŽÖķĢƩóÖóĢŌłƘðÖıŋŭŭŽāķùŋŭ̇ŨŽā̇āłėũÖłĿāùĢùÖ̇āŭāķŨŽāƑĢāłā
a ocupar la inmigración económica (Solé, 1997; Pumares et al., 2005;
Garrido y Miyar, 2008).
Otro de los principales motivos para abrir las puertas a la inmigración
āł1ŭťÖŊÖāŭķÖťũŋťĢÖāŭŶũŽóŶŽũÖŭŋóĢŋùāĿŋėũ×ƩóÖùāķťÖĤŭ̍łÖťŋðķÖ-
ción que va envejeciéndose, con una esperanza de vida cada vez mayor
179
Roger Campdepadrós Cullell
y una de las tasas de fecundidad más bajas del mundo durante los años
noventa han transformado la clásica pirámide poblacional, de base an-
cha y vértice estrecho, en un rombo, de base más estrecha y una zona
intermedia más ancha.
Ŀðŋŭ ÖŭťāóŶŋŭ ĢłƪŽƘāł āł ŨŽā ÖŽĿāłŶā ķÖ łāóāŭĢùÖù āŭŶũŽóŶŽũÖķ ùā
ĢłĿĢėũÖóĢŌł̇ťÖũÖÖķĢĿāłŶÖũķÖťĢũ×ĿĢùāùāĿŋėũ×ƩóÖƘťÖũÖĿÖłŶāłāũ
el futuro sistema de pensiones. Eso hace que la inmigración sea, cada
vez más, de carácter permanente, o de larga duración (Blanco, 2000, p.
149), lo que la distingue de la migración temporal por motivos laborales
tipo gasterbeiteṙťũŋťĢÖŭùāķÖ1ŽũŋťÖ!āłŶũÖķùāĿĢŶÖùùāķŭĢėķŋÇÇ̍1ķ
ėũ×Ʃóŋ˔̍ːĿŽāŭŶũÖóŌĿŋ̇ŭĢłŋĕŽāŭāťŋũķÖťŋðķÖóĢŌłĢłĿĢėũÖłŶāāƗ-
tranjera, el conjunto de la población residente en España apenas habría
crecido en los últimos quince años.
)TƠEQ
Evolución de la población española, nacional e inmigrante, 1996-2009
Españoles Extranjeros
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
180
5. La inmigración en España
)TƠEQ
Inmigrantes en España según renta per cápita de los países de procedencia
desde 1955 a 20091
6 M.
5 M.
4 M.
3 M.
2 M.
1 M.
0
55
65
75
80
85
90
95
97
98
99
00
01
02
03
04
05
06
07
08
09
20
19
19
20
19
20
20
20
19
19
19
19
20
20
20
19
19
20
20
19
1łāķėũ×Ʃóŋ˔̍˒ťŋùāĿŋŭŋðŭāũƑÖũĿāıŋũóŌĿŋ̇āĕāóŶĢƑÖĿāłŶā̇ķÖťũŋ-
porción, que no el número, de inmigrantes de la Unión Europea des-
cendió de 1998 a 2006. Cabe buscar la explicación en que ese fue un
momento de sustancial mejora económica, lo que atrajo más inmigra-
ción económica y laboral que en otros momentos, proveniente en mayor
medida de países no comunitarios (Garrido, 2008). Entre 2007 y 2009
ha vuelto a aumentar la proporción de inmigrantes de la Unión Europea,
y ha ido descendiendo la proporción de inmigrantes no comunitarios.
Ha coincidido con un momento económico de recesión, que ha incidido
ťũĢłóĢťÖķĿāłŶāāłķÖŭŋóŽťÖóĢŋłāŭùāťŋóÖóŽÖķĢƩóÖóĢŌł̇āŭťāóĢÖķĿāłŶā
relacionadas con el sector de la construcción e inmobiliario, y ha ido
1 En color rojo están los países con renta per cápita menor que España, y en
color azul los países con renta per cápita mayor.
181
Roger Campdepadrós Cullell
)TƠEQ
Inmigrantes comunitarios y no comunitarios en España de 1998 a 2009
100%
80%
60%
40%
20%
0%
99
09
02
00
04
03
01
05
98
08
07
06
20
20
20
20
20
20
19
20
20
20
19
20
)XHQWH3DGU³QGHKDELWDQWHV,1((ODERUDFL³QSURSLD
!ŋĿŋŭāŊÖķÖÖŭŭāł̛ˑˏˏ˖̜̇ķŋŭƑĤłóŽķŋŭťŋŭóŋķŋłĢÖķāŭťũŋĿŽāƑāłƪŽ-
jos migratorios desde los países de la periferia a los países del centro.
Por su parte, Robertson (1992) describe el desarrollo de un proceso de
globalización cultural, según el cual se han homogeneizado las formas
de consumo en todo el planeta, lo que incide en las pautas de comporta-
miento: en todos los lugares se viste de forma parecida, se ven las mis-
mas series de televisión, proliferan los restaurantes de comida rápida,
etc. Esto facilita el proceso de integración, ya que autóctonos y recién
llegados tienden a parecerse cada vez más en sus gustos culturales y
pautas de consumo. Según Sassen (2007), aquellas poblaciones proce-
dentes de las excolonias serán mejor acogidas por parte de la población
autóctona y podrán asentarse, en general, con mayor facilidad. En Es-
paña, podríamos pensar que este sería el caso de los latinoamericanos.
Pero hay una serie de referencias que contrastan con esta idea. Domingo
(2003) cuestiona la tesis de la proximidad cultural latinoamericana y
su efecto en la integración, pues no parece haberse traducido en una
mejora de sus condiciones de vida, y que es, además, muy heterogénea
182
5. La inmigración en España
āłŭŽŭťāũƩķāŭŭŋóĢŋùāĿŋėũ×ƩóŋŭƘāłŭŽŭťÖŽŶÖŭùāÖŭāłŶÖĿĢāłŶŋ̍ŋ-
dríguez-García et al. (2021) documentan cómo los estereotipos sufridos
por los latinoamericanos en España puede llegar a lastrar seriamente su
integración social y movilidad ascendente. Otros autores han observa-
do que los inmigrantes ecuatorianos no tienen a muchos españoles en
sus redes sociales (Aparicio y Tornos, 2005; de Miguel-Luken y Solana
Solana, 2007).
1łāķėũ×Ʃóŋ˔̍˓ťŋùāĿŋŭŋðŭāũƑÖũķÖķķāėÖùÖùāťŋðķÖóĢŌłĢłĿĢėũÖłŶā
a España entre 1998 y 2005, distribuida por grandes regiones de origen.
Una de las primeras cosas que llama la atención es el descenso de in-
migrantes europeos no comunitarios y el ascenso de los comunitarios
a partir de 2006. Esto se explica por la entrada en la Unión Europea en
2004 de países emisores de inmigración hacia España como Chipre, Es-
lovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia
y República Checa, y sobre todo con la ampliación de 2007 a Rumanía y
Bulgaria. Para este periodo vemos que guarda cierta simetría el ascenso
de los europeos no comunitarios con el descenso de los comunitarios.
Así, podríamos decir que los inmigrantes comunitarios aumentan casi
en la misma medida en la que disminuyen los no comunitarios.
)TƠEQ
Evolución de la población inmigrante por región de origen, 1998-2006
)XHQWH3DGU³QGHKDELWDQWHV,1((ODERUDFL³QSURSLD
América del Sur y Central Unión Europea África Unión Europea no Comunitaria Asia y Oceanía
2,5 M.
2 M.
1,5 M.
1 M.
0,5 M.
0
98
99
00
01
02
03
04
05
06
07
08
09
20
20
20
20
20
20
20
20
19
20
20
19
183
Roger Campdepadrós Cullell
)TƠEQ
Tres nacionalidades inmigrantes con más población en España de cada
continente, 2009
Rumanía
Bulgaria
Ucrania
Marruecos
Senegal
Argelia
Ecuador
Colombia
Bolivia
Reino Unido
Alemania
Italia
China
Pakistán
India
0 100.000 200.000 300.000 400.000 500.000 600.000 700.000 800.000
)XHQWH3DGU³QGHKDELWDQWHV,1((ODERUDFL³QSURSLD
1łāķėũ×Ʃóŋ˔̍˔ťŋùāĿŋŭŋðŭāũƑÖũóŋłóũāŶÖĿāłŶā̇ťÖũÖóÖùÖóŋłŶĢłāł-
te, cuáles son los países que hasta 2009 más inmigrantes han enviado
hacia España. Y estos son Rumanía (798.892), Marruecos (718.055),
Ecuador (421.426), Reino Unido (375.703), Colombia (296.674), Boli-
via (230.703), Alemania (191.002), Italia (175.316), Bulgaria (164.717) y
China (147.479).
184
5. La inmigración en España
Tabla 5.1.
Porcentaje de inmigrantes en cada provincia ordenado de mayor a menor,
mostrando la proporción de comunitarios y no comunitarios, 2009
Porcen-
Total Inmigran- taje de Unión
No Total ex-
población tes inmigran- Europea
comuni- tranjeros
España tes
tarios
185
Roger Campdepadrós Cullell
Porcen-
Total Inmigran- taje de Unión
No Total ex-
población tes inmigran- Europea comuni- tranjeros
España tes
tarios
186
5. La inmigración en España
Porcen-
Total Inmigran- taje de Unión
No Total ex-
población tes inmigran- Europea comuni- tranjeros
España tes
tarios
)XHQWH3DGU³QGHKDELWDQWHV,1((ODERUDFL³QSURSLD
187
Roger Campdepadrós Cullell
188
5. La inmigración en España
Tabla 5.2.
Porcentaje de la distribución de los inmigrantes en España por provincia de
residencia y continente de nacionalidad, 2009
Europa no América
Unión comuni- África Central y
Asia y Total
Europea taria Sur
Oceanía
189
Roger Campdepadrós Cullell
Europa no América
Unión comuni- África Central y
Asia y Total
Europea taria Sur
Oceanía
6DQWD&UX]
100
GH7HQHULIH
)XHQWH3DGU³QGHKDELWDQWHV,1((ODERUDFL³QSURSLD
190
5. La inmigración en España
1VTCUECTCEVGT«UVKECUUGZQGFCF[PKXGNFG
estudios
łÖ Ƒāơ ƑĢŭŶÖ ķÖ ťũŋóāùāłóĢÖ Ƙ ķÖ ùĢŭŶũĢðŽóĢŌł ėāŋėũ×ƩóÖ ùā ķŋŭ ĢłĿĢ-
grantes, vamos a completar su caracterización con otras tres varia-
bles. Empezando por el sexo, vemos que la proporción de hombres y
de mujeres presenta notables diferencias según el origen de los inmi-
grantes. Nos hemos limitado a destacar los tres países más emisores de
cada continente. Y con ello vemos que los países latinoamericanos son
los que presentan una migración más feminizada, con porcentajes de
mujeres por encima del 50%. Los países de la Unión Europea, excep-
to Italia, son paritarios, se sitúan sobre el 50%. En los países europeos
no comunitarios hay ligeramente más hombres que mujeres, pero sin
llegar al 55% —excepto Ucrania, que presenta más mujeres que hom-
bres—. Con China sucede lo mismo que con los países europeos no co-
munitarios. Los países africanos y el resto de países asiáticos presentan
una inmigración más masculina, situándose todos por encima del 60%.
Entre el 60% y el 72% están Marruecos, Argelia e India. Y ya, como casos
más polarizados, y más masculinizados, encontramos Senegal (84%) y
Pakistán (86%).
)TƠEQ
Inmigrantes en España de los principales países emisores de cada continente
por sexo, 2009
Varones Mujeres
Bolivia
Colombia
Ucrania
Ecuador
Alemania
R. Unido
Rumanía
Bulgaria
China
Italia
Marruecos
Argelia
India
Senegal
Pakistán
0% 20 % 40 % 60 % 80 % 100 %
)XHQWH3DGU³QGHKDELWDQWHV,1((ODERUDFL³QSURSLD
191
Roger Campdepadrós Cullell
1łóŽÖłŶŋÖķÖāùÖù̇āłāķėũ×Ʃóŋ˔̍˖ťŽāùāŋðŭāũƑÖũŭāóŋłóķÖũĢùÖùŨŽā
la mayor proporción de inmigrantes están en edad laboral, entre 16 y
65 años. También nos permite observar que los inmigrantes de la Unión
Europea, seguidos de los de Europa del Este, son los que presentan más
población de 45 o más años. Entre los mayores de 65 años encontramos
āķ ťāũƩķ ùā ķŋŭ ĢłĿĢėũÖłŶāŭ ıŽðĢķÖùŋŭ ŨŽā ƑĢāłāł Ö ũāŶĢũÖũŭā Ö 1ŭťÖŊÖ̍
África, Latinoamérica y Asia presentan muy poca proporción de pobla-
ción mayor de 65 años y, en cambio, presentan mayor proporción de in-
migrantes entre 0 y 15 años, especialmente África. Hablamos de propor-
ciones de población, porque si nos referimos a los números absolutos,
la Unión Europea presenta el mayor número de inmigrantes de entre 0
Ƙː˔ÖŊŋŭ̍āũŋķÖŭťũŋťŋũóĢŋłāŭťāũĿĢŶāłÖóāũóÖũłŋŭĿ×ŭÖķŋŭťāũƩķāŭ̍
ŋũāıāĿťķŋ̇āķťāũƩķùā̡ťŋðķÖóĢŌłıŋƑāł̢āłāķóÖŭŋùāķŋŭÖĕũĢóÖłŋŭ̇
con una tasa de natalidad muy alta, o el de «población mayor» entre los
comunitarios, con una presencia importante de personas jubiladas.
)TƠEQ
2KTOKFGFGOQITƠECFGNQUKPOKITCPVGUFGNC7PK±P'WTQRGCGP'URC¯CGP
2009
Varones Mujeres
65 o más
45 a 64
16 a 44
0 a 14
)XHQWH3DGU³QGHKDELWDQWHV,1((ODERUDFL³QSURSLD
192
5. La inmigración en España
)TƠEQ
2KTOKFGFGOQITƠECFGNQUKPOKITCPVGUGWTQRGQUPQEQOWPKVCTKQUGP
España en 2009
Varones Mujeres
65 o más
45 a 64
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0 a 14
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2KTOKFGFGOQITƠECFGNQUKPOKITCPVGUFGHTKECGP'URC¯CGP
Varones Mujeres
65 o más
45 a 64
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0 a 14
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193
Roger Campdepadrós Cullell
)TƠEQ
2KTOKFGFGOQITƠECFGNQUKPOKITCPVGUFG#O§TKEC%GPVTCN[FGN5WTGP
España en 2009
Varones Mujeres
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2009
Varones Mujeres
65 o más
45 a 64
16 a 44
0 a 14
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194
5. La inmigración en España
Tabla 5.3.
Inmigrantes en España por continente y grupos de edad, 2009
65 años y
0-15 años 16-44 años 45-64 años Total
más
(XURSDQR
30.126 127.675 50.445 15.419 223.665
FRPXQLWDULD
$P©ULFD&HQ-
278.456 1.235.828 245.824 30.128 1.790.236
WUDO\GHO6XU
)XHQWH3DGU³QGHKDELWDQWHV,1((ODERUDFL³QSURSLD
195
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 5.4.
Distribución de los niveles de estudios por origen, 2011
Unión
100
(XURSHD
(XURSDQR
FRPXQL- 100
taria
$P©ULFD
&HQWUDO\ 100
6XU
)XHQWH&HQVRGH3REODFL³Q\9LYLHQGDV
196
5. La inmigración en España
ŋóŽťÖóĢŋłāŭĿ×ŭùŽũÖŭƘŭĢłóŽÖķĢƩóÖũ̇āłŭāóŶŋũāŭóŋĿŋķÖÖėũĢóŽķŶŽũÖ̇
la construcción, el turismo o el servicio doméstico.
Así, la estructura del mercado laboral español principalmente ha ocu-
pado a los inmigrantes en estos sectores, muchas veces independiente-
mente de su nivel educativo y experiencia laboral, desaprovechándose
un capital humano presente en el mercado laboral (CREA, 2002-2005).
Esto, y el efecto del capital étnico subrayado por Borjas (1999/2001),
según el cual se transmiten el 50% de las desigualdades dentro de un
grupo étnico, genera para los inmigrantes que incorporarse al mercado
laboral español suponga lo que observa Cachón (2009, pp. 243-244),
una movilidad descendente y en algunos casos bastante pronuncia-
da. Posiciones que les cuesta tiempo y esfuerzo remontar, si es que lo
consiguen. Garrido y Miyar (2008, p. 65) describen esta situación como
estructural, en la que una mayoría de los inmigrantes económicos —
entre el 50 y el 70% en los hombres y entre el 40 y el 60% en las muje-
res— ocupan el 30% de las categorías laborales más bajas. Estos autores
agrupan todas las categorías en cuatro grandes grupos, y en un lapso de
ocho años no observan movilidad alguna. Para hacerlo bajan al detalle
de dieciséis categorías, lo que permite ver cierta movilidad ascendente
āłÖķėŽłÖùāķÖŭóĢłóŋóÖŶāėŋũĤÖŭĿāłŋŭóŽÖķĢƩóÖùÖŭ̍pŋŋðŭāũƑÖłĿŋ-
vilidades largas, sino, sobre todo, de una categoría a la subsiguiente.
Hay movilidad, pero muy poca.
El mercado laboral español también destaca por la irregularidad (Solé,
1997; Pumares et al., 2005). Esto produce una oferta en puestos poco
óŽÖķĢƩóÖùŋŭùāķÖÖėũĢóŽķŶŽũÖ̇ŭāũƑĢóĢŋŭŋóŋłŭŶũŽóóĢŌł̇ťÖũÖķŋŭŨŽāłŋ
se ofrece ningún contrato, y para los que, como están sin regularizar, se
puede pagar por debajo del correspondiente convenio del sector. Este es
uno de los principales factores endógenos que atraen las migraciones
ĞÖóĢÖ 1ŭťÖŊÖ̇ Ƙ ŨŽā ùĢĕĤóĢķĿāłŶā ŶĢāłā ũāƪāıŋ āł ķÖŭ āŭŶÖùĤŭŶĢóÖŭ̍ ŋũ
otra parte, Portes et al. (1989) destacan que la economía informal es ne-
cesaria, actúa como cojín, como reserva de mano de obra, y subrayan así
mismo que, al contrario de las previsiones que decían que en los países
desarrollados la economía informal iría disminuyendo, como indicador
de desarrollo, hay evidencias de que no solo no disminuye, sino que está
creciendo.
En España, el disfrute de derechos civiles, políticos y sociales del in-
migrante viene determinado por su regularización administrativa.
Cuanto más regularizado esté, más derechos civiles y sociales tendrá
reconocidos. Durante el período de estudio, España daba un tratamiento
muy avanzado en derechos a inmigrantes irregulares según el cual es-
tos tenían acceso a asistencia sanitaria, educación y asistencia jurídica
197
Roger Campdepadrós Cullell
)TƠEQ
2TQRQTEK±PFGKPOKITCPVGUCƠNKCFQUCNC5GIWTKFCF5QEKCNGPTGNCEK±PCNQU
inmigrantes empadronados, principales nacionalidades, por sexo, 2009
Varones Mujeres
Ecuador
China
Colombia
Italia
India
Pakistán
Media extranjeros
Marruecos
Argelia
Bulgaria
Rumanía
Senegal
Bolivia
Alemania
Reino Unido
0 10 20 30 40 50 60
)XHQWH6HFUHWDUDGH(VWDGRGH,QPLJUDFL³Q\(PLJUDFL³Q\3DGU³QGH+DELWDQWHV,1(
dÖÖƩķĢÖóĢŌłÖķÖāėŽũĢùÖùŋóĢÖķāŭŽłĢłùĢóÖùŋũùāķÖũāķÖóĢŌłùāķŋŭ
colectivos con el mercado laboral. Así los inmigrantes económicos se
ÖƩķĢÖłĿ×ŭŨŽāķŋŭŋũĢėĢłÖũĢŋŭùāÖķėŽłŋŭťÖĤŭāŭĿ×ŭũĢóŋŭ̇óŋĿŋāĢłŋ
Unido y Alemania, pero no más que algunos otros (como es el caso de
Italia y Polonia). Los países latinoamericanos (a excepción de Bolivia)
ƘķŋŭÖŭĢ×ŶĢóŋŭ̇ŭŋłķŋŭŨŽāũāėĢŭŶũÖłĿ×ŭÖƩķĢÖóĢŋłāŭ̍1óŽÖùŋũ̇!ĞĢłÖƘ
!ŋķŋĿðĢÖŶĢāłāłķÖĿÖƘŋũťũŋťŋũóĢŌłùāĢłĿĢėũÖłŶāŭÖƩķĢÖùŋŭÖķÖā-
guridad Social. Y les siguen dos países africanos (Marruecos y Argelia)
y otros dos del Este europeo (Rumanía y Bulgaria). La explicación de la
ðÖıÖÖƩķĢÖóĢŌłĞÖƘŨŽāðŽŭóÖũķÖłŋāłāķĞāóĞŋùāŨŽāŶũÖðÖıāłĿāłŋŭ̇
sino posiblemente en que lo hagan en mayor proporción que los prime-
198
5. La inmigración en España
Tabla 5.5.
Extranjeros y españoles ocupados
Otro dato que hay que comentar es la diferencia según sexo. Los tres
países latinoamericanos con más población en España presentan más
ĿŽıāũāŭāĿťÖùũŋłÖùÖŭ̇ƘŶÖĿðĢĂłĿ×ŭťũŋťŋũóĢŌłùāĿŽıāũāŭÖƩķĢÖùÖŭ
a la Seguridad Social. Esto indica que vienen más mujeres que hombres
de estos países, y que vienen a trabajar, especialmente en el sector de
cuidados y servicio doméstico. A continuación encontramos una serie de
ťÖĤŭāŭāłķŋŭŨŽāķÖťũŋťŋũóĢŌłùāĞŋĿðũāŭƘĿŽıāũāŭÖƩķĢÖùÖŭāŭťÖũā-
cida, aunque sobresalen un poco por encima los hombres. Son países de
la Unión Europea como Alemania y Reino Unido, con unos tres puntos
de diferencia. Luego encontramos otros países, como China, Rumanía,
199
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 5.6.
#ƠNKCEK±PFGNQUVTCDCLCFQTGUUGI¸PT§IKOGP[EQPVKPGPVGFGPCEKQPCNKFCF[
principales países emisores de migración hacia España (31-12-2008)
200
5. La inmigración en España
)XHQWH(VWDGVWLFDVGH$ƩOLDGRVDOD6HJXULGDG6RFLDO6HFUHWDUDGH(VWDGRSDUDOD(PLJUDFL³Q\OD,QPLJUDFL³Q
201
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 5.7.
#ƠNKCEK±PFGNQUVTCDCLCFQTGUUGI¸PT§IKOGP[EQPVKPGPVGFGPCEKQPCNKFCF[UGZQ C
Régimen General R.E.T. Autónomo R.E. Agrario R.E. Emp. Hogar
Total H M Total H M Total H M Total H M
7RWDO
(XURSDFRPXQLWDULD
IULFD
202
/DWLQRDP©ULFD
Asia
)XHQWH(VWDGVWLFDVGH$ƩOLDGRVDOD6HJXULGDG6RFLDO6HFUHWDUDGH(VWDGRSDUDOD(PLJUDFL³Q\OD,QPLJUDFL³Q
5. La inmigración en España
ķŋŭùĢĕāũāłŶāŭũāėĤĿāłāŭùāÖƩķĢÖóĢŌłŭāėžłŭāƗŋƘóŋłŶĢłāłŶāùāŋũĢėāł
a partir de la información detallada en la tabla 5.7.
En primer lugar, destacamos que de Latinoamérica y Asia hay más
hombres que mujeres en el régimen general (ocho y siete puntos más,
respectivamente). En segundo lugar, que los inmigrantes africanos tra-
bajan en la misma proporción hombres y mujeres, tanto en el régimen
general como en el de autónomos. Y, en tercer lugar, que en los países
europeos son más las mujeres que trabajan en el régimen general que
los hombres; diferencia más acusada en Reino Unido y Alemania que
en países del Este como Rumanía. En cuanto a autónomos, los hombres
europeos están más ocupados en este régimen que las mujeres, unos
diez puntos de media. Mientras que en los orígenes asiáticos ocurre al
revés, hay ligeramente más mujeres que trabajan como autónomas que
hombres, unos dos puntos. En África y Latinoamérica son los hombres
quienes trabajan más de autónomos, pero solo un punto y medio o dos
por encima de las mujeres. Referente al régimen agrario, en todas las
nacionalidades son mayoría los hombres que trabajan en este sector, los
africanos y los latinoamericanos el doble, y los asiáticos quintuplican
esa proporción. Mientras que la menor distancia la encontramos entre
los europeos, con una casi paridad: 10,30% para los hombres, y 9,76%
para las mujeres. En todas las nacionalidades, con mucha diferencia son
las mujeres las que principalmente trabajan en el servicio doméstico
(Cachón, 2009; Colectivo IOÉ, 1999, p. 182 y s.; Anguiano, 2001). Algu-
nos estudios basados en encuestas señalan que los latinoamericanos
varones entran en el mercado laboral en la construcción, y más tarde se
van desplazando hacia el sector servicios y el comercio. La gran mayoría
de los inmigrantes africanos trabajan en el sector agrícola, y en menor
proporción en la construcción, y permanecen ahí. Los chinos, sobre
todo, están y permanecen en la hostelería. Y las mujeres de todas las
nacionalidades, pero especialmente las latinoamericanas, se ocupan en
una proporción considerable en el servicio doméstico (Anguiano, 2001).
203
6. El modelo analítico y la metodología
E
l objeto de estudio de esta investigación es el efecto del capital
social en la integración social de la primera generación de inmi-
grantes en un contexto de bonanza económica. Las principales
hipótesis de investigación relacionan el grado de integración
de los inmigrantes con la diversidad de lazos, con el apoyo recibido por
parte de familiares, con la estrategia de dispersión, con el grado de acep-
tación o rechazo de su colectivo por parte de la sociedad de acogida y con
el grado de asimilación estructural, planteando que la combinación de
algunos de estos factores era más explicativa que los mismos por sepa-
rado. Por un lado, sabemos que las barreras sociales e institucionales no
ÖĕāóŶÖłŶÖłŶŋÖķŋŭĢłĿĢėũÖłŶāŭóŋłĿ×ŭłĢƑāķāùŽóÖŶĢƑŋƘóŽÖķĢƩóÖóĢŌł
profesional, que son contratados en las ocupaciones de más prestigio
Ƙ ŨŽā ũāóĢðāł Žł ŭŽāķùŋ Öóŋũùā Ö ŭŽ óŽÖķĢƩóÖóĢŌł̍ ÖðāĿŋŭ̇ ÖŭĤ ĿĢŭ-
mo, que hay unos orígenes nacionales —como es el caso de los países
de la Unión Europea— que no sufren rechazo por parte de la sociedad
española o que lo sufren en menor medida como los latinoamericanos,
especialmente los fenotípicamente más parecidos a los caucásicos. La
205
Roger Campdepadrós Cullell
ťŋŭĢóĢŌłŭŋóĢÖķƩłÖķùāāŭŶÖŭťŋðķÖóĢŋłāŭƑĢāłāùāŶāũĿĢłÖùÖ̇Ŀ×ŭŨŽāķÖ
de otros orígenes, por el nivel educativo y ocupacional.
Pero, por otro lado, tenemos una parte de la población inmigrante ca-
ũÖóŶāũĢơÖùÖťŋũłĢƑāķāŭāùŽóÖŶĢƑŋŭƘóŽÖķĢƩóÖóĢŌłķÖðŋũÖķĿāùĢÖŋðÖıÖ̇
perteneciente a países de África, Europa del Este o Asia. La política de
inmigración y el recibimiento de la sociedad de acogida los sitúa en los
estratos inferiores del mercado laboral. Para la mayoría de estos inmi-
grantes, la primera etapa de la migración supone una movilidad descen-
dente, situación que se puede prolongar si no homologan y revalorizan
sus títulos, o si no aumentan su capital humano y buscan promocionar.
En este contexto desfavorable de la primera generación, el apoyo pro-
porcionado por los lazos fuertes no supone una movilidad ascendente,
sino que, contrariamente, puede prolongar el estancamiento social al
situar al inmigrante en un contexto de reciprocidad y obligaciones so-
ciales. Solo puede romper esa situación una red de pequeño tamaño, el
ÖťŋƘŋũāóĢðĢùŋùāŭùāāķťÖĤŭùāŋũĢėāł̇óŽƘÖũāóĢťũŋóĢùÖùāŭĿ×ŭƪāƗĢðķā̇
y los lazos débiles y vinculantes. Es decir, presentar pocos lazos fuertes
combinado con la presencia de los otros tipos de lazo proporcionaría
una mayor probabilidad de integración de los inmigrantes de las cul-
turas más diferentes y excluidas (magrebíes, asiáticas y subsaharianas)
que una red de gran tamaño.
Dos corolarios de esta misma hipótesis son que: 1) Los inmigrantes lati-
noamericanos y los europeos comunitarios se integrarían más rápido y
mejor con menos cantidad de red personal en España y con menor diver-
sidad de lazos. 2) Los inmigrantes de África, Asia y Europa del Este, con
āķĿĢŭĿŋłĢƑāķāùŽóÖŶĢƑŋ̇óŽÖķĢƩóÖóĢŌłķÖðŋũÖķāĢėŽÖķóÖũÖóŶāũĤŭŶĢóÖŭùā
su red social que los de la Unión Europea y Latinoamérica, presentarán
menor logro social.
8QDDFRWDFL³Q\RSHUDWLYL]DFL³QGHOFRQFHSWRGH
LQWHJUDFL³QVRFLDO
dÖĢłŶāėũÖóĢŌłŭŋóĢÖķùāķĢłĿĢėũÖłŶāƑĢāłāùāƩłĢùÖ̇āłėāłāũÖķ̇óŋĿŋŭŽ
participación en cualquier ámbito de la sociedad —económico, político,
educativo, cultural o social—, en igualdad de condiciones que cualquier
otra persona, independientemente de cuál sea su origen étnico, cultural
o religioso. La integración social tiene un componente objetivo y otro
ŭŽðıāŶĢƑŋ̍dÖıŽŭŶĢƩóÖóĢŌłùāķŽŭŋùāķóŋĿťŋłāłŶāŋðıāŶĢƑŋùāŭóÖłŭÖāł
la constatación de que cuanto mayor nivel socioeconómico, mayores
ingresos o mayor nivel ocupacional consigue el inmigrante, más fa-
cilidad tiene para participar en el resto de ámbitos de la sociedad, que
206
6. El modelo analítico y la metodología
8QDDFRWDFL³Q\RSHUDWLYL]DFL³QGHOFRQFHSWRGH
FDSLWDOVRFLDO
El capital social son los recursos accesibles imbricados en la red del actor
que este consigue movilizar y con los cuales persigue un determinado
propósito. El capital social puede llegar a ser una pieza tan fundamental
para determinar la posición socioeconómica de un actor como el capi-
tal económico o el capital humano. El volumen de capital social acce-
sible (que depende del tamaño de la red, de la diversidad de lazos, de
ķÖóŋłƩÖłơÖƘŭŋķĢùÖũĢùÖù…), ejerce un efecto importante en el estatus
ƩłÖķ̇Ŀ×ŭÖķķ×ùāķóŋłŭāėŽĢùŋÖŶũÖƑĂŭùāķŋŭũāóŽũŭŋŭťāũŭŋłÖķāư̆łĢƑāķ
educativo, edad, sexo, estatus de partida…). La investigación sobre este
tema ha aportado dos constataciones. La primera, que considerando la
existencia de un mínimo de capital humano y social, el capital social es
más importante para explicar el logro de estatus que el capital humano.
La segunda, que un mismo capital humano puede dar como resultado
una rápida movilidad ascendente o un estancamiento, según el capital
social y el contexto en que se asiente el inmigrante.
Para la población en general hay unas variables que aumentan el capital
social de cualquier actor; algunas de las más importantes son el tamaño
de su red social y el volumen de capital de esta, las normas que rigen su
colectivo, la densidad de esa red y su capacidad de hacer cumplir tales
normas, la variedad de tipos de lazo —débil, fuerte, vinculante— y una
alta posición en la estructura social.
En este caso queremos ver en qué medida el capital social movilizado
por el inmigrante le permite conseguir un mayor nivel socioeconómico
y, en consecuencia, una mayor integración en la sociedad de acogida. De
acuerdo con Lin (2001), para averiguar de qué manera un actor consigue
unos objetivos a través del capital social hay que observar el proceso
207
Roger Campdepadrós Cullell
'URGEKƟEKFCFGUFGNCUOKITCEKQPGUGPNCU
XCTKCDNGUCWVKNK\CT
Hay algunos fenómenos sociales que se activan especialmente con las
migraciones y que tienen incidencia en la acumulación de capital social.
208
6. El modelo analítico y la metodología
dÖŭƑāũāĿŋŭóŋłóĢāũŶŋùāŶÖķķāÖƩłùāĢłóķŽĢũķÖŭóŋłƑāłĢāłŶāĿāłŶāāł
el modelo.
&DSLWDOKXPDQR\FDSLWDOKXPDQRGHPLJUDFL³Q
Hay una serie de variables individuales que juegan un papel primordial
en la integración social de los inmigrantes, como el nivel educativo, la
experiencia laboral, la situación administrativa y el tiempo en el país de
destino. Cuanto mayor sean, más rápido y fácil será el proceso de inte-
gración para el inmigrante, sea del origen que sea. Por ello, para captar
qué diferencia aporta el capital social y el origen étnico del inmigrante
habrá que controlar por estas variables.
En cuanto a capital humano, los inmigrantes con un alto nivel educa-
ŶĢƑŋƘóŽÖķĢƩóÖóĢŌłķÖðŋũÖķùāťāłùāłĿāłŋŭùāķėũŽťŋťÖũÖÖŭóāłùāũā
integrarse. Una serie de conocimientos y habilidades facilitan el proceso
migratorio y, por tanto, acceso a capital social. Nos referimos a estos
como capital humano de migración, e incluyen conocimiento del espa-
ñol, del inglés, del francés, de la economía, cultura y sociedad del país
de destino. El nivel educativo que traen del país de origen es un indica-
dor genérico del mismo, mientras que haber cursado estudios en España
es un indicador mucho más preciso.
&DSLWDOVRFLDO\FDSLWDOVRFLDOGHPLJUDFL³Q
Hay una serie de lazos y relaciones sociales que facilitan especialmente
āķťũŋóāŭŋĿĢėũÖŶŋũĢŋ̍ŋùũĤÖùāƩłĢũŭāāķóÖťĢŶÖķŭŋóĢÖķĿĢėũÖŶŋũĢŋóŋĿŋ
todos aquellos recursos imbricados en las relaciones del inmigrante
óŽƘŋŋðıāŶĢƑŋĿÖłĢƩāŭŶŋāŭĿāıŋũÖũāķťũŋóāŭŋĿĢėũÖŶŋũĢŋ̍ťÖũŶĢũùā
estas relaciones el inmigrante puede conseguir varios de los siguientes
bienes o servicios: acceso a vivienda, trabajo, formación, aprender el
idioma y la cultura del país de acogida, realizar el viaje acompañado (re-
duciendo inseguridades y peligros), contactos, conocer cómo funciona
ķÖ ŭŋóĢāùÖù ùā ÖóŋėĢùÖ ŋ ŨŽĂ ŭĢėłĢƩóÖł ùāŶāũĿĢłÖùŋŭ ÖŭťāóŶŋŭ ùā āŭÖ
cultura.
Todo capital social puede estar incrustado tanto en la red social como en
la comunidad étnica, que son dos entes sociales con distintas caracterís-
ticas. Aunque muchas veces coincide que hay miembros de una red que
son de la misma comunidad étnica, las lógicas de funcionamiento son
distintas y, por tanto, distinto el capital social que se obtiene de ellas.
La red proporciona apoyos más concretos, que dependen de acuerdos
entre los actores, mientras que la comunidad étnica proporciona apoyos
209
Roger Campdepadrós Cullell
más difusos, aunque no por ello menos reales, en función de las normas
generalizadas y de algunos aspectos que constituyen su identidad; el
requisito para acceder a esa ayuda es la pertenencia a la comunidad.
Para entender la importancia de la diferencia entre red y comunidad
veamos algunos ejemplos de variables que pueden incidir en una mayor
ayuda potencial. El tamaño de la red familiar está positivamente rela-
cionado con una mayor ayuda recibida; en este caso estamos hablando
de la red. Trabajar en la ocupación con mayor porcentaje de inmigrantes
de la propia nacionalidad, en un nicho étnico o en un enclave étnico,
también aumenta la probabilidad de recibir apoyo de alguno de ellos; es
el efecto de la comunidad étnica.
Hay una red social del inmigrante formada por lazos fuertes, consti-
tuida por los familiares y amigos con quien este mantiene un contacto
regular y una relación fuerte, ya estén éstos en el país de destino o en el
de origen. Esta proporciona la ayuda que soluciona las necesidades coti-
dianas más importantes, como el alojamiento, la vivienda, el trabajo, la
compañía y el ánimo. En las migraciones es de gran importancia el apo-
yo proporcionado por familiares y amistades, aunque también por con-
nacionales que no son familiares ni amistades. Algunas investigaciones
revisadas en la bibliografía muestran que viajar acompañado de algún
familiar o amigo aumenta las probabilidades de éxito del viaje. O tam-
bién que, una vez establecidos en el país de destino, la familia nuclear
o extensa puede proporcionar mayor apoyo que la familia unipersonal.
La red social es la mejor herramienta para explicar la articulación de la
solidaridad, el apoyo y la cohesión social. Para medirla, se contabilizará
el número de familiares que el inmigrante tiene en España y la cantidad
de apoyo que estos le han prestado.
Ahora bien, atendiendo a las normas que regulan los colectivos, recibir
toda esta serie de apoyos sitúa al inmigrante en la obligación social de
devolverlos. En este sentido, cuanto mayor y más denso sea el colectivo,
más fuerte será la norma de reciprocidad. Recibir este apoyo no impli-
cará automáticamente experimentar un extraordinario progreso y mo-
vilidad ascendente; eso depende del sitio que le reserve la sociedad es-
pañola y, además, generalmente, el inmigrante queda sujeto a devolver
ŶŋùŋŭķŋŭĕÖƑŋũāŭŨŽāķāĞÖłťũāŭŶÖùŋ̇ķŋŨŽāťŽāùāùĢƩóŽķŶÖũŋũāŶũÖŭÖũ
su movilidad ascendente. Y como este compromiso habitualmente lo
210
6. El modelo analítico y la metodología
dÖÖóŽķŶŽũÖóĢŌłŭĢėłĢƩóÖķÖÖùŋťóĢŌłùāķÖóŽķŶŽũÖùāķťÖĤŭùāÖóŋėĢùÖ̍1ŭ
un componente importante del capital humano, del conocimiento y de
las habilidades que facilitan la comunicación, y que abre puertas en la
sociedad de acogida. La aculturación puede implicar o no la pérdida de la
propia cultura. Cuando esta pérdida sucede debido a presiones racistas
de la sociedad de acogida suele tener efectos negativos en la integración
de los colectivos étnicos, los debilita y los fragmenta. También suele
confundirse aculturación con asimilación, pero son cosas distintas. La
asimilación estructural es la entrada del inmigrante en los círculos so-
ciales autóctonos. La inercia de las sociedades receptoras es la de pedir
la aculturación a los inmigrantes, y en algunos casos el abandono de
la propia. El abandono de la propia cultura no siempre está claro que
ðāłāƩóĢā Öķ ĢłĿĢėũÖłŶā Ƙ ķā ťũŋťŋũóĢŋłā ŽłÖ ĿÖƘŋũ ÖŭĢĿĢķÖóĢŌł ā Ģł-
tegración; encontramos un ejemplo de esto en los franceses de origen
árabe que después de aculturarse siguen encontrando discriminación
laboral y rechazo social; mientras que, en referencia al abandono de
ķÖŭťũŋťĢÖŭũÖĤóāŭ̇ùĢĕāũāłŶāŭāƑĢùāłóĢÖŭóĢāłŶĤƩóÖŭāłťŭĢóŋķŋėĤÖƘŭŋ-
ciología muestran que el mantenimiento de la propia cultura e idioma
proporciona seguridad al inmigrante y cohesión con su propio grupo,
hecho que le ayuda a desarrollarse e integrarse mejor en el conjunto de
la sociedad. En general, el inmigrante que ve reconocida la importancia
o el papel de su cultura muestra mayor agradecimiento y lealtad hacia la
sociedad que le otorga este derecho.
Por su parte, la asimilación demuestra una normalidad en las relaciones
con las personas autóctonas y un grado de integración alto. La relación
óŋłāķÖŽŶŌóŶŋłŋťŽāùāŭāũðāłāƩóĢŋŭÖťÖũÖāķĢłĿĢėũÖłŶā̍1ķÖŽŶŌóŶŋ-
no tiene un mayor conocimiento del país de acogida, tiene mucha más
red y muchos más contactos, y se puede mover con facilidad sin sufrir
tanta discriminación como el inmigrante. A partir de este contacto, el
inmigrante puede conocer y entender mejor la sociedad y cultura au-
tóctonas, puede acceder a los recursos de las redes autóctonas, que sue-
ķāłŭāũĿÖƘŋũāŭƘĿ×ŭùĢƑāũŭĢƩóÖùŋŭŨŽāķŋŭùāķÖŭũāùāŭĢłĿĢėũÖłŶāŭ
y, en consecuencia, puede promocionar más. Por lo tanto, una mayor
asimilación proporcionaría una mayor integración — siempre que sea
211
Roger Campdepadrós Cullell
E .CEQODKPCEK±PFGFKHGTGPVGUVKRQUFGNC\QU
212
6. El modelo analítico y la metodología
más fuertes o menos. Uno puede tener cierta relación con alguien con
ĿŽóĞŋŭ ũāóŽũŭŋŭ̇ ťāũŋ ŭĢ łŋ āŭ ŽłÖ ũāķÖóĢŌł ŭŽƩóĢāłŶāĿāłŶā ĕŽāũŶā̇
puede que no llegue nunca a movilizarlos. Los lazos más fuertes, entre
familiares y amigos, tienen la propiedad de hacer más accesibles sus
recursos. Hemos visto algunos estudios que muestran que los lazos con
familiares y amistades pueden aumentar el sueldo del inmigrante. Otros
estudios mostraban que la mayor densidad de la red y de la comunidad
hace difícil incumplir un compromiso o una norma, lo que hace que
ciertos intercambios y transacciones económicas informales sean más
seguros. De esta manera, tiene lugar una alternativa a la negativa de las
ĢłŭŶĢŶŽóĢŋłāŭ ƩłÖłóĢāũÖŭ Ö ťũŋťŋũóĢŋłÖũ óũĂùĢŶŋŭ Ö ťāũƩķāŭ ùā ũĢāŭėŋ̇
como son ciertas categorías de inmigrantes —jóvenes, mujeres, traba-
jadores sin contrato laboral, etc.—.
Las teorías de la asimilación segmentada y la de la resistencia étnica
sostienen que los lazos fuertes son básicos para subsistir en las prime-
ras fases de la migración, debido a que proporcionan un apoyo necesario
para salir adelante ante situaciones difíciles. En cambio, las personas
que afrontan exclusión y no se apoyan en su red principal acaban ex-
perimentando una movilidad descendente. Ahora bien, una persona en
posiciones bajas de la estructura social, excesivamente dependiente de
los lazos fuertes, corre el riesgo de quedarse siempre dentro del mismo
grupo, desconectada del resto de la sociedad, de no experimentar nin-
guna movilidad ascendente y quedarse anclada en la pobreza.
Los lazos débiles se dan entre personas que se han conocido puntual-
mente en un lugar de trabajo, en la escuela, en el barrio o durante la
migración; caracterizan las relaciones que se dan con poca frecuencia
y con poca intensidad. Los lazos débiles son muy importantes porque
aportan acceso a información y recursos de los que carece la red cercana.
El lazo débil proporciona una información y un apoyo que cuesta poco
esfuerzo y, por tanto, no establece vínculos de reciprocidad ni ningún
compromiso importante. Una vez más, para las etnias menos discri-
minadas será más fácil establecer lazos débiles con autóctonos que
para los orígenes que despiertan mayor recelo. Así que la movilización
de recursos a través de lazos débiles y la integración social que esta le
suponga será más frecuente entre los orígenes menos discriminados.
1ŭŋłŋŭĢėłĢƩóÖŨŽāķŋŭķÖơŋŭùĂðĢķāŭŭāÖłĢėŽÖķùāĢĿťŋũŶÖłŶāŭťÖũÖķÖ
integración social de unos que para la de otros.
Los lazos vinculantes se dan entre distintas posiciones de estatus y
poder. A través del contacto con una posición superior el inmigrante
puede tener acceso y movilizar de una sola vez muchos más recursos
que con un lazo fuerte o con un lazo débil. Pueden ser lazos vinculantes
213
Roger Campdepadrós Cullell
C .CCTVKEWNCEK±PFGNCEQOWPKFCFEQOQGHGEVQRQUKVKXQNCUQNKFCTKFCFEKTEWPUETKVC[NC
EQPƠCP\CGZKIKDNG
214
6. El modelo analítico y la metodología
ÖùƑāũŭĢùÖùƘĿŽāƑāÖÖťŋƘÖũŭāťÖũÖŭŽťāũÖũāŭÖŭƘŋŶũÖŭùĢƩóŽķŶÖùāŭ̍1ķ
proceso migratorio es proclive a fomentar este tipo de solidaridad en un
determinado grupo.
dÖóŋłƩÖłơÖāƗĢėĢðķāāŭķÖŭŽðŋũùĢłÖóĢŌłƑŋķŽłŶÖũĢÖÖŨŽāŭāŭŋĿāŶāŽłÖ
persona hacia un colectivo étnico, con vistas a que en un futuro eso le
ũāťŋũŶāŽłŋŭðāłāƩóĢŋŭùāťũŋėũāŭŋŭŋóĢŋāóŋłŌĿĢóŋ̍ŭĤ̇ÖķėŽĢāłťŽāùā
prestar dinero y recibir más adelante el reconocimiento u otro favor de
ķÖóŋĿŽłĢùÖù̒ŋŶũÖðÖıÖũťŋũŽłĿāłŋũŭŽāķùŋťÖũÖŽłóŋłłÖóĢŋłÖķ̇ÖƩł
ùāÖťũāłùāũŽłŋƩóĢŋ̍dÖĿÖƘŋũùāłŭĢùÖùƘóĢāũũāùāķÖóŋĿŽłĢùÖùĞÖóā
que los miembros cumplan más con las normas y con los acuerdos, pues
la probabilidad de que se apliquen sanciones es alta y las consecuencias
son serias.
En la economía étnica se dan muchas muestras de solidaridad cir-
óŽłŭóũĢŶÖ Ƙ óŋłƩÖłơÖ āƗĢėĢðķā̍ ŋũ āıāĿťķŋ̇ óŽÖłùŋ Žł óŋķāóŶĢƑŋ ťÖŭÖ
a predominar en un nicho laboral, controla la entrada y salida de tra-
bajadores. Suele facilitar la contratación de personas de su propio co-
lectivo sobre el cual tiene un conocimiento directo, lo que proporciona
una garantía para el empleador de que será alguien poco problemático
y que mostrará cierta competencia en las tareas. Por otro lado, el nicho
favorece al inmigrante porque consigue trabajo con cierta facilidad y
rapidez; eso sí, a cambio de la observancia de las normas que informal-
mente regulan esa comunidad y ese entorno. El nicho laboral sería un
indicador del grado de articulación de una comunidad, y presenta más
capital social en su interior que fuera de él.
Ahora bien, por un lado, el nicho laboral facilita la inserción laboral
de los inmigrantes, pero, por otro, el nivel ocupacional en el mismo es
relativamente bajo. Está compuesto por aquellos trabajos «de inmi-
ėũÖłŶā̢̇ ùŽũŋŭ Ƙ ťũāóÖũĢŋŭ̇ ŨŽā ķÖ ĿÖƘŋũĤÖ ùā ķŋŭ ÖŽŶŌóŶŋłŋŭ ťũāƩāũā
no realizar. Por ello, el nicho aportará cierta seguridad laboral, pero no
necesariamente correlacionará mucho con una movilidad sociolaboral
ascendente. Para ello hay que buscar trabajo fuera del mismo a partir de
un alto nivel educativo y ocupacional.
D .CCTVKEWNCEK±PFGNCEQOWPKFCFEQOQGHGEVQPGICVKXQ
215
Roger Campdepadrós Cullell
E 'NTGEKDKOKGPVQFGNCUQEKGFCFGPHWPEK±PFGNQTKIGP§VPKEQ
216
6. El modelo analítico y la metodología
217
Roger Campdepadrós Cullell
6.3. Metodología
/RVGDWRV
Los datos que se trabajan en esta investigación provienen de la En-
cuesta Nacional de Inmigrantes de 2007 (ENI 07), que fue un proyecto
conjunto entre la Unidad de Estudios Migratorios del Grupo de Estu-
dios «Población y Sociedad» de la Universidad Complutense de Madrid
(GEPS-UCM), el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales (MTAS), bajo el impulso y dirección de
David Reher. La encuesta constituye un proyecto ambicioso que preten-
de proporcionar datos para profundizar en el conocimiento del proceso
migratorio, desde la salida del inmigrante del país de origen hasta su
llegada al país de destino, y facilitar su comprensión tanto a las Admi-
łĢŭŶũÖóĢŋłāŭùāķ1ŭŶÖùŋóŋĿŋÖķÖóŋĿŽłĢùÖùóĢāłŶĤƩóÖłÖóĢŋłÖķāĢł-
ternacional (Reher-Sven y Requena, 2009). Se realizó entre noviembre
de 2006 y febrero de 2007, cuando España aún no había entrado en el
periodo de recesión económica que empezó en 2008, con lo que permite
cubrir el objetivo de estudiar el proceso de inmigración en un momento
de auge económico. Desde entonces no se ha realizado otra encuesta
similar, por lo que no hay datos para una muestra tan amplia de inmi-
grantes en España.
Hasta la ENI 07 las investigaciones españolas se habían centrado en el
āŭŶŽùĢŋùāķĿāũóÖùŋķÖðŋũÖķ̇āłóŽÖłŶĢƩóÖũķÖĢłĿĢėũÖóĢŌł̇āłķÖŭĢĿ-
plicaciones económicas, en la convivencia, pero no se habían hecho
estudios cuantitativos sobre el propio proceso migratorio, comprendido
desde la toma de decisión hasta la incorporación a la sociedad de aco-
gida. Y esta es una de las principales aportaciones de la ENI 07, propor-
cionar datos para estudiar la migración como el resultado de una serie
de estrategias que se desarrollan tanto en destino como en origen. Estas
estrategias se implementan a través de redes familiares, de amistad o de
paisanaje, redes en las que se organizan y se materializan las migracio-
nes (Reher-Sven, 2008a, p. 10).
Es una encuesta que se ha realizado a inmigrantes, pero ¿cómo han de-
ƩłĢùŋÖķ̡ĢłĿĢėũÖłŶā̢̎̏ŨŽĢĂłŭāĞÖũāÖķĢơÖùŋķÖāłóŽāŭŶÖ̎1łķÖāł-
óŽāŭŶÖĞÖłùāƩłĢùŋóŋĿŋĢłĿĢėũÖłŶāÖ̡ķÖŭťāũŭŋłÖŭłÖóĢùÖŭĕŽāũÖùā
España que, en el momento de realización de la encuesta, tuvieran 16 o
más años de edad y estuvieran residiendo en España por más de un año
o con intención de estarlo, excepto los españoles de nacimiento, nacidos
fuera de España, que el año de su venida a España no cumplieran toda-
vía dos años de edad» (ibid.̇ť̍˓̜̍ÖũÖóŋĿťķāŶÖũķÖùāƩłĢóĢŌł̇ĞÖƘŨŽā
218
6. El modelo analítico y la metodología
tener en cuenta que esta encuesta considera como país de origen el país
de nacimiento, salvo en el caso de los españoles nacidos en el extranjero
que el año de su venida a España no llegaran a cumplir dos años de edad,
en cuyo caso se considera España el país de origen y, por tanto, no inmi-
grantes. Así mismo, el país de nacimiento es el de residencia habitual de
la madre en el momento del nacimiento del inmigrante.
1ŭŶÖùāƩłĢóĢŌłŭāŽŭÖťũÖėĿ×ŶĢóÖĿāłŶāóŋĿŋŽłÖÖťũŋƗĢĿÖóĢŌłŋťũŋ-
xy al origen cultural y étnico del inmigrante, lo que es muy útil para
comparar el uso del capital social por parte de los diferentes colectivos
étnicos y culturales, que es uno de los propósitos de esta investigación.
Es una de las principales variables de la hipótesis: aquellas etnias y cul-
turas más parecidas y más aceptadas por la sociedad de acogida podrán
experimentar una mayor movilidad ascendente con menos recursos de
capital social que las etnias y culturas menos aceptadas. Es cierto que en
un país existen diferentes etnias y culturas, también lo es que dentro de
ese mismo país hay personas con una enorme distancia socioeconómica
entre ellas. Pero consideramos que los ciudadanos de un mismo país
compartirán por término medio una caracterización cultural y étnica
ŨŽāķāŭùĢŭŶÖłóĢÖùāķŋŭāŭťÖŊŋķāŭƘķāŭÖťũŋƗĢĿÖŋĢùāłŶĢƩóÖāłŶũāāķķŋŭ̍
dÖāłóŽāŭŶÖùāƩłāķÖũāùĿĢėũÖŶŋũĢÖĢłĕŋũĿÖķóŋĿŋ̆
[…] el conjunto de relaciones sociales en las que está envuelto un
inmigrante y que están a su disposición a la hora de implementar
sus estrategias migratorias, residenciales o laborales. Las redes
migratorias están integradas por parientes del sujeto, por personas
vinculadas al inmigrante por razones de amistad, paisanaje o de co-
nocimiento. Las instituciones también pueden formar parte de es-
tas redes y, en tal caso, serían redes formales. Las redes informales
ŭāũāƩāũāłÖÖŨŽāķķÖŭũāùāŭŨŽāŭāùāŭÖũũŋķķÖłĕŽāũÖùāķĿÖũóŋĢłŭ-
titucional, basándose exclusivamente en relaciones personales. Los
componentes de la red pueden estar en España, en el país de origen
o en cualquier país por donde ha pasado el inmigrante. A efectos de
los indicadores generados a partir de esta encuesta, por regla gene-
ral nos centraremos en aquellas dimensiones familiares de las redes
migratorias (ibid., pp. 6-7).
219
Roger Campdepadrós Cullell
220
6. El modelo analítico y la metodología
dÖ ùāƩłĢóĢŌł ùā ĢłĿĢėũÖłŶā óŋł ķÖ ŨŽā ŭā ĞÖ ũāÖķĢơÖùŋ ķÖ āłóŽāŭŶÖ
permite asignar un origen étnico y cultural a la persona a partir de la
variable país de nacimiento. No así con la variable nacionalidad, que
podría llevar a engaño porque los inmigrantes de orígenes diversos en
el momento de realizarles la encuesta podían disponer ya de la naciona-
lidad española, con lo que no habríamos captado su diversidad cultural
y étnica.
dÖùāƩłĢóĢŌłùāĢłĿĢėũÖłŶāŽŶĢķĢơÖùÖùāıÖĕŽāũÖùāķāŭŶŽùĢŋùŋŭóÖŶāėŋ-
rías. Por un lado, no permite estudiar a los españoles retornados; perso-
nas que llevaban muchos años viviendo en otro país, que incluso podían
haber nacido allí, aunque conservando la nacionalidad española. Estos,
al cambiar su residencia habitual de ese país a España, se convierten en
inmigrantes, a pesar de que étnica y culturalmente serían iguales o casi
iguales que cualquier español. Y, por otro lado, la encuesta no abordó las
segundas generaciones de inmigrantes. Esto es, los hijos de inmigran-
tes, que, o bien han nacido en España, o que llegaron a muy temprana
221
Roger Campdepadrós Cullell
222
6. El modelo analítico y la metodología
aparte del sueldo; esto es, la renta neta de los trabajadores por cuenta
propia, intereses, dividendos y ganancias netos de inversiones de ca-
pital en empresas no constituidas en sociedad, renta neta procedente
del alquiler de una propiedad o terreno; prestaciones sociales netas;
transferencias periódicas monetarias percibidas de otros hogares; renta
neta percibida por menores de dieciséis años; transferencias periódicas
monetarias pagadas a otros hogares; ajuste del impuesto sobre la renta
y cotizaciones sociales; impuesto sobre el patrimonio. En todo caso, en
la ENI 07 no tenemos ni una cosa ni la otra. En su defecto hemos utili-
zado el sueldo de la persona principal que se ha encuestado como una
aproximación al nivel económico adquirido por el inmigrante.
Aunque en la vivienda hubiera quien aportara ingresos, no se podría
dividir por el total de los componentes de esta, porque aún cabe la posi-
bilidad de que haya compañeros de la vivienda que no sean familiares y
no formen parte de la unidad familiar y que no se repartan los ingresos.
Aún más, una parte de los inmigrantes envían remesas a familiares que
están en sus países de origen, así que no todos los ingresos que entran se
quedan en la vivienda. Una encuesta que ayudara a estudiar la movilidad
socioeconómica de los inmigrantes tendría que tener en cuenta estos
aspectos. Con estos datos podría aplicarse la medida de la pobreza que
utiliza el INE en sus estudios.
/DVYDULDEOHV
En este subapartado describiremos las características básicas de las
variables utilizadas en los análisis. Hemos realizado varios modelos de
regresión y de ecuaciones estructurales con diferentes combinaciones
de variables. Para su construcción hemos tomado de referencia los es-
quemas analíticos de Lin (2001), Portes y Rumbaut (2009) y Alba y Nee
̛ˑˏˏ˒̜̍ dÖŭ ƑÖũĢÖðķāŭ ŨŽā āł āķķŋŭ ÖťÖũāóāł ťŽāùāł óķÖŭĢƩóÖũŭā ùā ķÖ
siguiente manera:
Variables escogidas para indicar los recursos accesibles en la red:
• Variables individuales:
223
Roger Campdepadrós Cullell
• Variables colectivas:
224
6. El modelo analítico y la metodología
Cuadro 6.1.
%NCUKƠECEK±PFGNCUXCTKCDNGURCTCNQUOQFGNQU
&DUDFWHUVWLFDV (GDG6H[R7LHPSRHQ(VSD±D
SHUVRQDOHV
individuales
Variables
&DSLWDOKX- 1LYHOHGXFDWLYR&XDOLƩFDFL³QODERUDOGH
$SR\RVRFLDO
PDQR RULJHQ&RQRFLPLHQWRGHLGLRPDV
PRYLOL]DGR
&DSLWDOVRFLDO 1ºPHURGHIDPLOLDUHVHQ(VSD±D1ºPHURGH
,17(*5$&,1
LQGLYLGXDO HVSD±ROHVHQVXUHGGLIHUHQWHWLSRGHOD]RV
)XHUWH'©ELO9LQFXODQWH
)XHQWHHODERUDFL³QSURSLD
Características personales
Capital humano
225
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 6.1.
Años de escolarización otorgados a cada nivel de estudios
7LHQHHVWXGLRVSHURQRVDEHTX©HVWXGLRVWLHQH 9DORUHVSHUGLGRV
6LQHVWXGLRVIRUPDOHVRVLQKDEHUFXUVDGRHVWXGLRVGHSULPDULD 3
(GXFDFL³QSULPDULDLQFRPSOHWD 4
(GXFDFL³QSULPDULD 6
3ULPHUFLFORGHHGXFDFL³QVHFXQGDULD 10
6HJXQGRFLFORGHHGXFDFL³QVHFXQGDULD 12
3ULPHUFLFORGHHGXFDFL³QWHUFLDULD 15
6HJXQGRFLFORGHHGXFDFL³QWHUFLDULD 18
)XHQWH(ODERUDFL³QSURSLD
226
6. El modelo analítico y la metodología
227
Roger Campdepadrós Cullell
228
6. El modelo analítico y la metodología
Asimilación estructural
dÖÖŭĢĿĢķÖóĢŌłāŭŶũŽóŶŽũÖķùāķĢłĿĢėũÖłŶāƑāłĤÖùāƩłĢùÖťŋũŭŽĢłóķŽ-
sión en los círculos sociales y los grupos informales de los autóctonos
españoles. Hay cuatro variables con las que creemos que podemos indi-
car el grado de asimilación:
229
Roger Campdepadrós Cullell
230
6. El modelo analítico y la metodología
Política de inmigración
231
Roger Campdepadrós Cullell
Cuadro 6.2.
Correspondencia entre los valores de la variable Situación administrativa y la
Atención política
Atención política
Valor Situación administrativa
según Portes y Rumbaut (2009)
0 ,UUHJXODU Persecución
1 3HUPLVRWHPSRUDO ,QGLIHUHQFLD
2 3HUPLVRLQGHƩQLGR 3HUPLVLYLGDG
3 1DFLRQDOLGDG )RPHQWR
)XHQWH(ODERUDFL³QSURSLD
232
6. El modelo analítico y la metodología
Tabla 6.2.
Ocupaciones de los varones inmigrantes por origen
233
Roger Campdepadrós Cullell
234
6. El modelo analítico y la metodología
1SREODFL³QFSRUFHQWDMHGHFROXPQDUWFUHVLGXRVWLSLƩFDGRVFRUUHJLGRV
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
Tabla 6.3.
Ocupaciones de mujeres inmigrantes por origen
Asia
Europa África África Latino-
UE Este Norte C. y S. américa
C. y Total
S.
235
Roger Campdepadrós Cullell
Asia
Europa África África Latino-
UE C. y Total
Este Norte C. y S. américa
S.
236
6. El modelo analítico y la metodología
Asia
Europa África África Latino-
UE C. y Total
Este Norte C. y S. américa
S.
1SREODFL³QFSRUFHQWDMHGHFROXPQDUWFUHVLGXRVWLSLƩFDGRVFRUUHJLGRV
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
237
Roger Campdepadrós Cullell
Cuadro 6.3.
Principales ocupaciones según región de origen
Hombres
3HRQHVDO 3HRQHVDODLUH
DLUHOLEUH OLEUHFRQVWUXF-
3HRQHVDO 3HRQHVDO FRQVWUXFFL³Q\ FL³Q\UXUDO
*HUHQFLDGH 3HRQHVDO DLUHOLEUH DLUHOLEUH UXUDO$OED±LOHV &DPLRQHURV
HPSUHVDVFRQ DLUHOLEUH FRQVWUXFFL³Q\ FRQVWUXFFL³Q\ DVDODULDGRV FDPDUHURV
PHQRVGH FRQVWUXFFL³Q\ UXUDO$OED±LOHV UXUDO$OED±LOHV FXDOLƩFDGRV FDUSLQWHURV
DVDODULDGRV UXUDO$OED±LOHV DVDODULDGRV DVDODULDGRV DJUDULRV \SHRQHVLQGXV-
7©FQLFRV DVDODULDGRV FXDOLƩFDGRV FXDOLƩFDGRV &DPLRQHURV WULDOHV7D[LVWDV
GHFLHQFLDV FXDOLƩFDGRV DJUDULRV DJUDULRV FDPDUHURV \FRQGXFWRUHV
PDHVWURV\ DJUDULRV2ƩFLRV 7D[LVWDV\ 7D[LVWDV\ FDUSLQWHURV DOLPHQWD-
SURIHVLRQDOHV FXDOLƩFDGRVGH FRQGXFWRUHV FRQGXFWRUHV \SHRQHVLQGXV- FL³QFRFLQD
GLSORPDGRV ODFRQVWUXFFL³Q DOLPHQWDFL³Q DOLPHQWDFL³Q WULDOHV7D[LVWDV 'HSHQGLHQWHV
FRFLQD FRFLQD \FRQGXFWRUHV RSHUDGRUHV
DOLPHQWDFL³Q FRQVHUMHV\
FRFLQD VHJXULGDG
Mujeres
6HUYLFLR 6HUYLFLR
GRP©VWLFR GRP©VWLFR
&DPDUHUDV\
6HUYLFLR SHRQHV SHRQHV 6HUYLFLR
RWURVRƩFLRV
GRP©VWLFR LQGXVWULDOHV\ 6HUYLFLR LQGXVWULDOHV\ GRP©VWLFR
3URIHVLRQDOHV
SHRQHV WH[WLOHV GRP©VWLFR WH[WLOHV SHRQHV
GHDSR\RDOD
LQGXVWULDOHV\ /LPSLH]DGH SHRQHV /LPSLH]DGH LQGXVWULDOHV\
JHVWL³Q
WH[WLOHV RƩFLQDV LQGXVWULDOHV\ RƩFLQDV WH[WLOHV
DGPLQLVWUDWLYD
/LPSLH]DGH KRWHOHV\ WH[WLOHV KRWHOHV\ &RFLQHUDV
Maestras y
RƩFLQDV HGLƩFLRV /LPSLH]DGH HGLƩFLRV DOLPHQWDFL³Q\
GLSORPDGDV
KRWHOHV\ &RFLQHUDV RƩFLQDV &DPDUHUDV\ FXDOLƩFDFL³Q
3URIHVRUDVGH
HGLƩFLRV DOLPHQWDFL³Q\ KRWHOHV\ RWURVRƩFLRV DJUDULD
VHFXQGDULD
&DPDUHUDV\ FXDOLƩFDFL³Q HGLƩFLRV $X[LOLDUHVGH &DPDUHUDV\
P©GLFRV\
RWURVRƩFLRV DJUDULD HQIHUPHUD\ RWURVRƩFLRV
SURIHVLRQDOHV
&DPDUHUDV\ FXLGDGRVGH
RWURVRƩFLRV SHUVRQDV
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
238
6. El modelo analítico y la metodología
Recibimiento social
239
Roger Campdepadrós Cullell
Cuadro 6.4.
Ordenación de las regiones de origen según la valoración de la población
española según Díez Nicolás (2005)
8QL³Q(XURSHD 6 6
/DWLQRDP©ULFD 5
Asia 4
IULFDVXEVDKDULDQD 3
(XURSDGHO(VWH 2
IULFDGHO1RUWH 1
)XHQWH'H]1LFRO¡VS(ODERUDFL³QSURSLD
Regiones de origen
240
6. El modelo analítico y la metodología
nen un PIB inferior al 70% del español, que es el criterio que hemos uti-
ķĢơÖùŋťÖũÖùāƩłĢũķÖĢłĿĢėũÖóĢŌłāóŋłŌĿĢóÖ̇ƘķŋŨŽāķāóŋłƩāũāŽłÖŭ
características sociales y dentro del mercado laboral distintas al resto
de países de la Unión Europea. Y por evidentes motivos histórico-cultu-
rales los hemos añadido al grupo de países de Europa del Este. Y hemos
añadido los países más ricos, como Estados Unidos, Canadá, Japón,
Australia, Suiza, Noruega, Corea del Sur, Singapur, Taiwán, Mónaco,
San Marino, Andorra, etc. En un segundo grupo encontramos los países
de Europa del Este, a los que hemos sumado Bulgaria, Hungría, Polonia
y Rumanía. Luego, hemos distinguido entre los países del África Central
y del Sur, que comparten raíces étnicas, son fenotípicamente negros y
presentan más mezcla religiosa, y los países del África del Norte, que
son étnicamente árabes y amazight, y mayoritariamente musulmanes.
En los países de Asia la heterogeneidad es muy grande. Por un lado,
encontramos países con el PIB per cápita muy alto, cuyos inmigrantes
tienen ingresos elevados según la propia ENI 07; son los países de la
península arábiga, y en general los países predominantemente árabes
y persas (Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Kuwait, Omán, Arabia Sau-
dí, Siria, Líbano, etc.), grandes productores de petróleo. Por otro lado,
en el resto de los países de Asia Central y del Sur también encontramos
países con el PIB per cápita por encima de España, que son miembros
de la OCDE, como Singapur, Taiwán, Corea del Sur o Japón, y que están
incluidos en el primer grupo. También encontramos países no tan desa-
ũũŋķķÖùŋŭ̇óŽƘŋťāũƩķāóŋłŌĿĢóŋ̟ķÖðŋũÖķāŭùĢĕāũāłŶā̇Ŀ×ŭóāũóÖłŋÖķŋŭ
«inmigrantes económicos», como Filipinas, Tailandia, India, China o
Pakistán. En todo caso, si distinguimos entre estos tres grupos, la única
łŨŽāāŭŭŽƩóĢāłŶāĿāłŶāėũÖłùāóŋĿŋťÖũÖĢłóķŽĢũķÖāłķŋŭÖł×ķĢŭĢŭāŭķÖ
del último grupo, por lo que hemos optado no incluir en el análisis a los
países de Oriente Próximo.
Ingresos a la hora del último trabajo: Para obtener esta variable hemos
realizado dos operaciones. La encuesta ofrece el sueldo mensual del úl-
timo trabajo. Para los que no quisieran contestar la cantidad concreta
ofrecía una serie de intervalos, que siempre es más fácil de respon-
der. Así, en primer lugar, hemos unido ambas variables para obtener
el máximo número posible de respuestas y reducir el gran número de
valores perdidos que suele tener esta variable. En lugar de convertir la
variable continua en una categórica con el mismo número y tipo de in-
tervalos y perder información, hemos decidido convertir cada intervalo
en su valor medio y agregarlo a la variable continua. En segundo lugar,
241
Roger Campdepadrós Cullell
ya que hay personas que están trabajando mucho más de cuarenta ho-
ras a la semana y, en cambio, hay otras que trabajan bastante menos de
veinte horas a la semana, hemos decidido poner en relación el sueldo
mensual por las horas trabajadas, para calcular cuánto cobran a la hora.
La variable en principio tomaba un valor que oscilaba entre 0,03 y 72,92
euros/hora, pero le hemos sacado los valores extremos, más anómalos,
para quedarnos con un mínimo de 1,56 y un máximo de 50 euros/hora.
Para la inclusión de los ingresos en las regresiones se ha utilizado el lo-
garitmo neperiano de estos, ya que en esta variable la gradación explica
más que la cantidad. Con el logaritmo se consigue normalizar el inter-
valo, obteniéndose una distribución simétrica y normal. De esta forma
aumenta la bondad del ajuste del modelo.
Tabla 6.4.
Ingresos mensuales por hora trabajada del último empleo en España por
región de origen
/RVLQJUHVRVDSDUHFHQHQHXURVKRUD
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
242
6. El modelo analítico y la metodología
243
Roger Campdepadrós Cullell
este tema, las hemos dicotomizado y hemos construido una escala que
va de 0 a 8, según si tiene o no de alguno de los siguientes problemas:
ŽĢùŋŭāƗŶāũĢŋũāŭ̇mÖķŋŭŋķŋũāŭ̇NŽĿāùÖùāŭŋėŋŶāũÖŭ̇'āƩóĢāłóĢÖŭāł
la construcción, Poca limpieza en las calles, Delincuencia en la zona,
Demasiado pequeña.
māŶũŋŭóŽÖùũÖùŋŭťŋũťāũŭŋłÖùāķÖƑĢƑĢāłùÖ̆ÖũÖĢłùĢóÖũķÖŭŽťāũƩóĢā
ùāķÖƑĢƑĢāłùÖóŋłŶ×ðÖĿŋŭóŋłùŋŭƑÖũĢÖðķāŭŨŽāĢłùĢóÖðÖłķÖŭŽťāũƩóĢā
de la misma, una era los Metros cuadrados de la vivienda y la otra el Nú-
mero de habitaciones. Casi todos los encuestados habían contestado a la
pregunta sobre el número de habitaciones, con lo que solo tenía un 0,1%
de valores perdidos, mientras que el número de metros cuadrados pre-
sentaba un 27,3% de valores perdidos. Pero el número de habitaciones
łŋ ĿŽāŭŶũÖ ŶÖłŶŋ ķÖ ŭŽťāũƩóĢā óŋĿŋ āķ łžĿāũŋ ùā ĿāŶũŋŭ óŽÖùũÖùŋŭ̇
por eso hemos decidido rellenar los valores perdidos en metros cuadra-
dos con una aproximación de los mismos que debe haber por habitación.
De la misma manera que con los ingresos, hemos decidido conservar
la variable continua, aplicando una razón a cada habitación, tratada
como si fuese un intervalo. Esta razón la hemos obtenido dividiendo
el rango de la variable metros cuadrados (exceptuando el 1% de casos
más extremos, por arriba y por abajo) por el número de habitaciones.
El resultado es una ratio de m2/habitación, que, aplicado a la variable
habitaciones, proporciona un valor continuo de metros cuadrados para
los valores perdidos de la variable. Finalmente, esta nueva variable se
ha dividido por el número de personas que habitan en la vivienda, ob-
teniendo la variable m2/persona en la vivienda. Una vez eliminados los
casos extremos o anómalos, la variable oscila entre 6 y 250 m2/persona.
Este es un indicador que suele estar bien correlacionado con indicadores
ùāāŭŶÖŶŽŭŭŋóĢŋāóŋłŌĿĢóŋ̛āłłāƩāķùƘŋłłāŶŶā̇ˑˏˏ˒̜̍
El índice de integración social: Para medir la integración social se ha
construido un índice en base a variables objetivas, con las que se pue-
de decir que la persona puede acceder a un cierto número de recursos
y alcanzar un mayor bienestar y nivel de vida. Se han dejado de lado
variables de tipo subjetivo, basadas en cómo se siente de integrada la
persona. En lugar de ello, hemos optado por utilizar la inserción socio-
laboral y la situación económica que, como hemos visto, eran variables
ũāóŋĿāłùÖùÖŭťŋũŭāũÖķėŽłŋŭùāķŋŭťũāùĢóŶŋũāŭĿ×ŭƩÖðķāŭùāķÖťŋ-
sición social (Lipset y Bendix, 1963, p. 174; Galtung, 1964; Díez Nicolás,
1992; Requena, 2005, p. 79; Portes y Rumbaut, 2006). Hemos quitado el
capital social de la parte derecha de la ecuación. Las variables que hemos
utilizado para la construcción de este índice son las que se encuentran
en este epígrafe —Ingresos a la hora del último trabajo, Prestigio ocu-
244
6. El modelo analítico y la metodología
Tabla 6.5.
Estadísticos descriptivos de las variables dependientes e independientes
utilizadas en los análisis
%
Etiqueta N valores Mín. Máx. Media Desv. típ.
o%
perdidos
Características personales
Capital humano
QGLFHVRFLRHFRQ³PLFRSDV
8.904 1
GHRULJHQ
'RPLQDHOLQJO©V\RHO
6.501 0 2
IUDQF©V
(PLJU³SRUUHDJUXSDFL³Q
8.902 0 1 -
IDPLOLDU
1zGHIDPLOLDUHVHQ(VSD±D
8.904 0 13
DQWHVGHHPLJUDU
&RQVLJXL³HOSULPHUWUDEDMR
7.471 0 1 -
SRUIDPLOLDUHV
Estrategia de dispersión
245
Roger Campdepadrós Cullell
%
Media
Etiqueta N valores Mín. Máx. Desv. típ.
o%
perdidos
Lazos débiles
8QDPLJROHLQƪX\³HQ
8.904 0 1 -
HPLJUDU
8QFRQRFLGROHDFRJL³DO
8.884 0 1 -
OOHJDU
9LQRFRQXQDSURSXHVWDGH
7.452 0 1 -
FRQWUDWR
8QHPSUHVDULROHDFRJL³DO
8.884 0 1 -
OOHJDU
&RQVLJXL³YLYLHQGDDWUDY©VGH
8.904 0 1 -
XQOD]RYLQFXODQWH
Asimilación estructural
1zIDPLOLDUHV\FRPSD±HURV
GHSLVRFRQHVSD±ROHVR 8.904 0 21
QDFLGRVHQ(VSD±D
7HUPLQ³VXVHVWXGLRVHQ
8.195 0 1 -
(VSD±D
3DUWLFLSDHQDOJXQDDVRFLDFL³Q
GHDXW³FWRQRVRGHLQPL- 8.814 0 2
JUDQWHV
7RGDVODVVLWXDFLRQHVDGPL-
7.351 1 4
QLVWUDWLYDV
3,%SHUF¡SLWDSDVGHQDFL-
8.904 69 42.773
PLHQWR
Recibimiento social
Origen
246
6. El modelo analítico y la metodología
%
Media
Etiqueta N valores Mín. Máx. Desv. típ.
o%
perdidos
Variables dependientes
3UHVWLJLRRFXSDFLRQDOºOWLPR
8.904 1
WUDEDMR
,QJUHVRVSRUKRUDGHOºOWLPR
5.829 50
WUDEDMR
(VFDODFRQGLFLRQHVHQOD
8.904 0 8
YLYLHQGD
1ºPHURGHPGHODYLYLHQGD
7.763 6 250
SRUSHUVRQD
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
247
Roger Campdepadrós Cullell
248
6. El modelo analítico y la metodología
249
Roger Campdepadrós Cullell
óŋłĿŽóĞŋŭƑÖķŋũāŭťāũùĢùŋŭ̇ƘÖŨŽāāŭŋŭĢėłĢƩóÖŨŽāłŋŭāĞÖŶāłĢùŋ
en cuenta cuál ha sido la puntuación de toda una serie de personas.
'NCPNKUKUHCEVQTKCNGZRNQTCVQTKQFGEQORQPGPVGURTKPEKRCNGU
250
6. El modelo analítico y la metodología
Hay unos índices que señalan en qué medida entre las variables selec-
óĢŋłÖùÖŭ ŭŽðƘÖóā̇ ŭĢėłĢƩóÖŶĢƑÖĿāłŶā̇ ŽłÖ āŭŶũŽóŶŽũÖ ķÖŶāłŶā óŋĿžł̍
De los índices que ofrece el SPSS utilizaremos los siguientes: A) El de-
terminante de la matriz de correlación. Cuanto más cercano a 0 más
ŭĢėłĢƩóÖŶĢƑŋ̍ ̜ 1ķ ĤłùĢóā bmz ̛bÖĢŭāũ̟māƘāũ̟zķĴĢł̜̍ 1ĿťĢāơÖ Ö ŭāũ
ŭĢėłĢƩóÖŶĢƑŋÖťÖũŶĢũùāˏ̇˔̇ƘĿ×ŭķŋāŭóŽÖłŶŋĿ×ŭŭāÖóāũóÖÖː̍
y = a + b1 · x1 + b2 · x2 + … + bk xk + e
dÖ ķĤłāÖ ũāóŶÖ ŭā ŽŶĢķĢơÖ āł āŭŶÖùĤŭŶĢóÖ ťÖũÖ ũāƪāıÖũ ķÖ ũāķÖóĢŌł ùĢũāóŶÖ
entre dos variables. En una regresión simple, la pendiente de la recta
(b) nos informa de la cantidad que y aumenta al aumentar x una unidad.
En ciencias sociales, la mayoría de las veces la relación entre dos varia-
bles no es perfectamente directa ni lineal, de forma que al aumentar x
una unidad, y no siempre aumenta lo mismo, sino que aumenta más o
menos, según el muestreo, el tamaño de la muestra u otros factores. La
ũāťũāŭāłŶÖóĢŌł ėũ×ƩóÖ ùā āŭŶÖ ũāķÖóĢŌł ĢĿťāũĕāóŶÖ āłŶũā ùŋŭ ƑÖũĢÖðķāŭ
es una nube de puntos. Con el método de los mínimos cuadrados ordi-
narios (Ordinary Least Squares, OLS) se puede establecer la línea recta
que más cerca está en conjunto de todos los puntos, la recta que más se
ajusta a la nube de puntos. Esta línea es la recta de regresión y es la for-
ma más efectiva de resumir la información sobre la relación entre dos
variables. La recta se ha quedado a cierta distancia de la medida real de
ķÖũāķÖóĢŌłāłŶũāķŋŭťŽłŶŋŭ̒ķÖũāóŶÖũāƪāıÖĢĿťāũĕāóŶÖĿāłŶāķÖũāķÖóĢŌł̍
Para soslayar este problema se aporta información sobre este error de
medida. Junto a la recta tenemos un determinado error.
La R cuadrado indica qué proporción de la variabilidad de la variable de-
pendiente es explicada por las variables independientes seleccionadas.
Casi siempre que se añade una variable independiente aumenta algo la
251
Roger Campdepadrós Cullell
252
6. El modelo analítico y la metodología
253
Roger Campdepadrós Cullell
254
7. Influencia de las redes sociales y el
capital social en el nivel de integración de
las personas inmigrantes en España
C
omo se ha ido viendo en las páginas anteriores, esta investiga-
ción trata de entender el papel del capital social en la integración
ŭŋóĢÖķ ùā ķŋŭ ĢłĿĢėũÖłŶāŭ̍ 1ł ķÖ ũāƑĢŭĢŌł ðĢðķĢŋėũ×ƩóÖ ĞāĿŋŭ
ıŽŭŶĢƩóÖùŋ ðÖŭÖũłŋŭ āł āķ óŋĿťŋłāłŶā ŋðıāŶĢƑŋ ùā ķÖ ĢłŶāėũÖ-
ción e indicarlo a través de variables socioeconómicas. Para sintetizar la
diferente información que estas aportan hemos elaborado un índice de
integración, cuya construcción detallamos a continuación.
1ķĤłùĢóāũāƪāıÖāķóŋłóāťŶŋùāĢłŶāėũÖóĢŌł̇óŽƘÖÖóāťóĢŌłĿ×ŭėāłĂũĢóÖ
es la participación del inmigrante en cualquier ámbito de la sociedad
(económico, laboral, político, cultural, educativo, vivienda, social…)
sin discriminación étnica, cultural o religiosa. En el apartado teóri-
óŋ ĞāĿŋŭ ıŽŭŶĢƩóÖùŋ ķÖ ŽŶĢķĢơÖóĢŌł ùā ĢłùĢóÖùŋũāŭ ŋðıāŶĢƑŋŭ ùā ķÖŭ ùĢ-
mensiones socioeconómica, sociolaboral y de vivienda, recomendadas
óŋĿŋ ťũāùĢóŶŋũāŭ ƩÖðķāŭ ùā ťŋŭĢóĢŌł ŭŋóĢÖķ ̛dĢťŭāŶ Ƙ āłùĢƗ̇ ː˘˕˒̇ ť̍
ː˖˓̒FÖķŶŽłė̇ː˘˕˓̒āłłāƩāķùƘŋłłāŶŶā̇ˑˏˏ˒̒āŨŽāłÖ̇ˑˏˏ˔̇ť̍˖˘̒
ŋũŶāŭƘŽĿðÖŽŶ̇ˑˏˏ˕̜̍łÖðŽāłÖŭĢŶŽÖóĢŌłāłāŭŶŋŭ×ĿðĢŶŋŭĢłƪŽƘā
y facilita enormemente la participación en los demás. Se han dejado de
lado variables de tipo subjetivo, basadas en cómo se siente la persona
de integrada. Por otro lado, la hipótesis de este trabajo determina que
255
Roger Campdepadrós Cullell
todas las variables relacionadas con capital social deban aparecer como
independientes; por eso no se podían incluir en el índice, por ejemplo,
variables como el Número de familiares con nacionalidad española. He-
mos escogido algunas preguntas de la ENI 07 que dan contenido a estos
indicadores, y hemos construido algunas variables nuevas a partir de
otras preguntas de la encuesta. Finalmente, las hemos sintetizado en
un índice, asegurándonos de que cumpliesen las condiciones de estar
correlacionadas y presentar consistencia interna. En el cuadro 7.1 re-
producimos el contenido de cada uno de sus componentes.
Cuadro 7.1.
Operacionalización del concepto de integración social
)XHQWH(ODERUDFL³QSURSLD
256
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.1.
Estadísticos descriptivos de las variables utilizadas para la construcción del
índice de integración
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
257
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.2.
Porcentajes de cada categoría en las variables dicotómicas del índice de
integración
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
Tabla 7.3.
Frecuencias del índice de integración social de los inmigrantes
Porcentaje Porcentaje
Índice de integración Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
0 1.624
1 2.497
2 2.198
3 1.711
4 744
5 131 100
Total 8.904 100 100
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
258
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
259
Roger Campdepadrós Cullell
ŭŋóĢŋāóŋłŌĿĢóÖŭāóŋłŭĢėŽā̍dÖĕÖķŶÖùāóŋũũāķÖóĢŌłŭĢėłĢƩóÖŶĢƑÖāłŶũā
la escala de apoyo y el índice de integración social ya nos avisa de que no
hay una relación directa entre ambas. El número de familiares presenta
ŽłÖóŋũũāķÖóĢŌłŭĢėłĢƩóÖŶĢƑÖóŋłāķĤłùĢóāùāĢłŶāėũÖóĢŌłÖŽłŨŽāāŭŶÖāŭ
negativa y pequeña (-0,086), esto indica que hay una leve tendencia a
disminuir el nivel de integración a medida que aumenta el número de
familiares.
Tabla 7.4.
%QTTGNCEKQPGUDKXCTKCFCUGPVTG'UECNCFGCRQ[Q0¸OGTQFGHCOKNKCTGUGP
España, índice de integración y cada una de sus dimensiones, para dos
grupos de países
260
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.5.
/GFKCFGCRQ[QUQEKCNUGI¸PGNP¸OGTQFGHCOKNKCTGUGP'URC¯C[QTKIGP
Número de familiares
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
261
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.6.
PFKEGFGKPVGITCEK±P[UWUFKOGPUKQPGUUGI¸PGNP¸OGTQFGHCOKNKCTGUGP
España del inmigrante
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
262
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.7.
PFKEGFGKPVGITCEK±PUGI¸PP¸OGTQFGHCOKNKCTGUGP'URC¯CRQTTGIK±PFG
origen
África Asia
UE y Europa África Central Latino- Central
N.º familiares países Este Norte y del américa y del
Total
ricos Sur Sur
M
0
N 201 139 147 92 254 71 905
M
1
N 555 328 116 54 563 45 1.660
M
2
N 234 432 171 56 728 43 1.664
M
3
N 171 384 154 44 767 66 1.587
M
4
N 61 249 146 26 634 49 1.165
M
5
N 55 361 388 36 1.023 69 1.932
M
7RWDO
N 1.277 1.894 1.121 308 3.970 343 8.913
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
263
Roger Campdepadrós Cullell
África Central y del Sur). Aunque África Central y del Sur acaba descen-
diendo cuando tiene muchos familiares, consigue su cota máxima con
cuatro familiares, y es algo que la distingue de todos los demás orígenes
y que le acerca a la Unión Europea, como vimos en las correlaciones
bivariadas.
)TƠEQ
PFKEGUFGKPVGITCEK±PUGI¸PP¸OGTQFGHCOKNKCTGUGP'URC¯CRQTTGIK±PFG
origen
2,0
1,5
1,0
0 1 2 3 4 5 6
Número de familiares en España
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
264
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
rece de forma lineal e inversa para el propio índice, para los ingresos
y para la movilidad laboral, lineal y ascendente con el prestigio, y no
lineal en la densidad de la vivienda.
6CDNC
Índice de integración y de cada uno de sus componentes, para cada grado
FGNCGUECNCFGCRQ[QHCOKNKCT
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
265
Roger Campdepadrós Cullell
6CDNC
#RQ[QHCOKNKCTUGI¸PP¸OGTQFGHCOKNKCTGUGP'URC¯CRQTTGIK±PFGQTKIGP
Número de familiares
5HJL³QGHRULJHQ 0 1 2 3 4 ! 7RWDO
M
8(\SDVHVULFRV
N 201 555 234 171 61 55 1.277
M
(XURSDGHO(VWH
N 139 328 432 384 249 361 1.894
M
IULFDGHO1RUWH
N 147 116 171 154 146 388 1.121
M
IULFD&HQWUDO\GHO6XU
N 92 54 56 44 26 36 308
M
/DWLQRDP©ULFD
N 254 563 728 767 634 1.023 3.970
M
$VLD&HQWUDO\GHO6XU
N 71 45 43 66 49 69 343
M
7RWDO
N 905 1.660 1.664 1.587 1.165 1.932 8.913
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
6CDNC
Índice de integración según apoyo social recibido, por región de origen
África Asia
UE y
Europa África Central Latino- Central
Escala apoyo países Total
Este Norte y del américa y del
ricos
Sur Sur
M
0
N 736 245 164 80 529 67 1.820
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
266
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
267
Roger Campdepadrós Cullell
intentando responder por qué una mayor red en su caso no impide, sino
que fomenta, un mayor progreso.
)TƠEQ
PFKEGFGKPVGITCEK±PUGI¸PCRQ[QHCOKNKCTTGEKDKFQRQTTGIK±PFGQTKIGP
Total África Central y del Sur
2,5 Asia Central y del Sur África del Norte
Latinoamérica Europa del Este
Unión Europea y países ricos
Índice de integración
2,0
1,5
1,0
Escala de Apoyo
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
268
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.11.
(TGEWGPEKCUFGNCXCTKCDNG&±PFGXKXGPNQUHCOKNKCTGUGP'URC¯C
)UHFXHQFLDVFRQIDFWRUGHHOHYDFL³QDSREODFL³QUHDO)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
269
Roger Campdepadrós Cullell
(1,824). El inmigrante que más ingresos a la hora consigue vive con uno
o dos familiares en la misma vivienda y no tiene otros fuera de ella (6,89
euros/h). Los que presentan más prestigio ocupacional son los que viven
solos, tanto si no tienen ningún familiar fuera de la vivienda (71,438)
como si tienen alguno (71,292).
La mayor movilidad laboral la presentan los inmigrantes que viven
junto a tres o más familiares pero no tienen ninguno fuera (-2,976).
A poca distancia están los inmigrantes que están solos en la vivienda,
tanto si tienen algún familiar fuera (-3,657) como si no tienen ninguno
(-3,667). Y, como era de esperar, los inmigrantes que tienen más fami-
lia en España, tanto dentro como fuera de la vivienda, son los que pre-
sentan el valor más alto de la escala de apoyo (1,645). Y de cada doblete,
presenta más apoyo el que además tiene familiares fuera de la vivienda.
Tabla 7.12.
Escala de apoyo, índice de integración y sus componentes según la ubicación
FGNQUHCOKNKCTGUSWGGUVPGP'URC¯C
(QQHJULWDHVW¡VH±DODGRHOQGLFHGHLQWHJUDFL³Q0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
270
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
āłŶũā āķķŋŭ̍ 1ķ ťāũƩķ Ŀ×ŭ ŽŭŽÖķ āł ķÖ ĿÖƘŋũĤÖ ùā ŋũĤėāłāŭ āŭ āķ ĢłĿĢ-
grante que vive con uno o dos familiares, pero que no tiene ningún otro
fuera de la vivienda. Lo es para la Unión Europea, para Europa del Este,
para África Central y del Sur y para Latinoamérica. La Unión Europea es
el origen que más presenta este tipo (62,67%), apareciendo así como el
ŋũĢėāłóŋłĿ×ŭĕÖĿĢķĢÖłŽóķāÖũ̒ŽłťāũƩķĿŽƘĕũāóŽāłŶāāłķÖŭŭŋóĢāùÖ-
des más desarrolladas, en detrimento de las familias extensas. Por otro
ķÖùŋ̇āķĿÖƘŋũłĢƑāķÖùŨŽĢŭĢŶĢƑŋŶÖĿðĢĂłĕÖóĢķĢŶÖāŭŶāťāũƩķ̍ÖũāóāŨŽā
la necesidad de ahorrar empuja a concentrarse en la misma vivienda a
Žł ĿÖƘŋũ łžĿāũŋ ùā ĕÖĿĢķĢÖũāŭ̍ 1ŽũŋťÖ ùāķ 1ŭŶā óŋĿðĢłÖ āķ ťāũƩķ ùā
uno o dos familiares dentro y ninguno fuera (33,69%) con el de tres o
más familiares dentro la vivienda y ninguno fuera (25,23%), al igual que
Latinoamérica, que lo combina (25,52%) con tres o más familiares den-
tro y ninguno fuera (23,96%). Asia Central y del Sur presenta un patrón
distinto, con un 37,76% de inmigrantes que viven con tres o más fami-
liares en la vivienda y ninguno fuera. Si a esto le añadimos que tienen
el menor porcentaje de los tipos de distribución con familiares fuera de
la vivienda, podríamos decir que presentan una tendencia ligeramente
mayor a concentrarse todos los familiares en la misma vivienda que el
resto de los orígenes. Por otro lado, presentan un alto porcentaje de in-
migrantes que viven sin ningún familiar (19,33%). La tendencia de los
africanos y asiáticos tanto a la concentración como a vivir sin familiares
ťŽāùāùāðāũŭāÖķÖĿÖƘŋũùĢŭŶÖłóĢÖėāŋėũ×ƩóÖũāŭťāóŶŋùāŭŽŭťÖĤŭāŭùā
origen así como a la distancia cultural y lingüística. Ambas pueden pro-
vocar una mayor tendencia a apoyarse en el propio grupo o a vivir solos
āłÖŽŭāłóĢÖùāāŭŶā̍zŶũŋťāũƩķùĢĕāũāłŶāķŋÖťŋũŶÖĕũĢóÖ!āłŶũÖķƘùāķ
Sur, con el mayor porcentaje de inmigrantes sin familiares (26,96%),
ŨŽĢơ×ŭťŋũāķĿÖƘŋũóŋŭŶāùāķƑĢÖıāŋķÖĿÖƘŋũùĢƩóŽķŶÖùùāƑĢÖıÖũ̇ŋťŋũ
provenir de países con el menor PIB per cápita. Aparte de esto, también
vemos una gran tendencia a vivir en la misma vivienda, al presentar los
ĿāłŋũāŭťŋũóāłŶÖıāŭāłķŋŭťāũƩķāŭóŋłĕÖĿĢķĢÖũāŭĕŽāũÖ̍ĕũĢóÖùāķpŋũ-
te es el origen que presenta mayor tendencia a estar en familia extensa,
con algunos de los mayores porcentajes de tres o más familiares en la
vivienda, tanto con ninguno otro fuera (25,60%) como con alguno fue-
ra (25,79%). Finalmente, Latinoamérica, como ha sucedido con otras
variables, es el origen que se distribuye de forma más uniforme por los
ùĢĕāũāłŶāŭťāũƩķāŭ̇ŨŽāāŭŽłŋùāķŋŭĢłùĢóÖùŋũāŭĿ×ŭŽŭÖùŋŭāłķÖũāƑĢ-
ŭĢŌłðĢðķĢŋėũ×ƩóÖťÖũÖĿāùĢũķÖĢłŶāėũÖóĢŌł̍
271
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.13.
2QTEGPVCLGFGFKUVTKDWEK±PFGPVTQ[HWGTCFGNCXKXKGPFCFGNQUHCOKNKCTGUSWG
están en España por regiones de origen
UE y África Asia
Ubicación fami- países
Europa África Central
Latino-
Central Total
liares ricos
Este Norte y Sur
américa
y Sur
1LQJºQIDPLOLDUGHQWUR
1LQJºQIDPLOLDUGHQWUR
QLQJXQRIXHUD
8QRRGRVIDPLOLDUHV
GHQWURXQRRP¡V
IXHUD
8QRRGRVIDPLOLDUHV
GHQWURQLQJXQRIXHUD
7UHVRP¡VIDPLOLDUHV
GHQWURXQRRP¡V
IXHUD
7UHVRP¡VIDPLOLDUHV
GHQWURQLQJXQRIXHUD
7RWDO 100 100 100 100 100 100 100
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
Una vez realizada esta descripción, vemos en la tabla 7.14 qué cota del
índice de integración se consigue con cada tipo de distribución de los
familiares, distinguiendo según los orígenes. Una primera constatación
āŭ ŨŽā ÖŨŽāķķŋŭ ťāũƩķāŭ ŨŽā ĞāĿŋŭ ƑĢŭŶŋ ŨŽā āũÖł ķŋŭ Ŀ×ŭ ĕũāóŽāłŶāŭ̇
ahora vemos que no son necesariamente los que dan mayores cotas
en el índice de integración (aparecen solo en negrita). Esto recalca el
constreñimiento de las estructuras sociales y del mercado en la con-
formación de las redes familiares, y que no siempre se puede materia-
ķĢơÖũķÖāŭŶũŽóŶŽũÖĿ×ŭũÖóĢŋłÖķƘāƩóĢāłŶāťÖũÖóŋłŭāėŽĢũķÖĢłŶāėũÖóĢŌł
socioeconómica.
272
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.14.
PFKEGFGKPVGITCEK±PUGI¸PNCWDKECEK±PFGNQUHCOKNKCTGUGP'URC¯C[NC
región de origen
UE y África Asia
Ubicación fami- países
Europa África Central
Latino-
Central Total
liares ricos
Este Norte y Sur
américa
y Sur
1LQJºQIDPLOLDUGHQWUR 2,063 1,684 1,931
QLQJXQRIXHUD 51 111 117 79 188 64 610
1LQJºQIDPLOLDUGHQWUR
XQRRP¡VIXHUD 8 57 40 11 144 15 274
8QRRGRVIDPLOLDUHV 1,685 2,342
GHQWURQLQJXQRIXHUD 690 621 194 81 983 62 2.631
8QRRGRVIDPLOLDUHV
GHQWURXQRRP¡V
IXHUD 151 281 171 37 776 27 1.443
/DXELFDFL³QIDPLOLDUP¡VIUHFXHQWHDSDUHFHHQFXUVLYD6RORHQQHJULWDDSDUHFHVH±DODGDODXELFDFL³Q
IDPLOLDUTXHP¡VLQWHJUDFL³QSURSRUFLRQD
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
273
Roger Campdepadrós Cullell
274
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.15.
PFKEGFGKPVGITCEK±PUGI¸PP¸OGTQFGHCOKNKCTGUGP'URC¯C[P¸OGTQFG
personas en la vivienda
(QQHJULWDHVW¡QORVPD\RUHVYDORUHV
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
ĢłŋŭƩıÖĿŋŭāłķŋŭŶŋŶÖķāŭùāƩķÖƘùāóŋķŽĿłÖ̇ŋðŭāũƑÖĿŋŭŨŽā̇ťŋũ
término medio, los mayores índices de integración se consiguen cuan-
tos menos familiares tiene el inmigrante en España, y también cuantas
menos personas viven en la vivienda. A continuación, lo que más destaca
es que, independientemente del número de familiares que el inmigrante
tiene en España, los mayores índices coinciden con el inmigrante que
vive solo. De esta manera, vivir solo es indicativo de un mayor poder
adquisitivo; el inmigrante que vive solo, tenga o no otros familiares en
el país, muestra que tiene mayor capacidad para alquilar o comprar una
vivienda para sí mismo. Y en la columna de 0 personas en la vivienda,
los que presentan una mayor cota del índice son los que tienen tres
familiares en España (2,345). Ahí sí que podemos estar ante un apoyo
familiar que haya permitido al inmigrante pasar una primera etapa con
ĂƗĢŶŋ ťÖũÖ ķŽāėŋ āŭŶÖðķāóāũŭā ÖťÖũŶā̍ dÖ p ͚ ː˕ ùā āŭŶā ťāũƩķ łŋŭ ĞÖóā
poner en cuarentena esta explicación y analizar con mayor detenimien-
to quiénes son. Para hacerlo, quitamos a los europeos comunitarios y,
ÖŽłŨŽāłŋũāťũŋùŽóĢĿŋŭķÖŶÖðķÖ̇āķùÖŶŋāŭŨŽāāŭāťāũƩķťÖŭÖÖŶāłāũ
una N = 13 y deja de ser el que mayor índice de integración aporta (2,19)
y lo pasa a proporcionar el de 0 familiares y 0 miembros en la vivienda
275
Roger Campdepadrós Cullell
̛ˑ̇ˑ˘̜̍ 1ŭŶā āŭ ťũāóĢŭÖĿāłŶā āķ ŭāėŽłùŋ ťāũƩķ ŨŽā ťũāŭāłŶÖ Žł ĿÖƘŋũ
índice de integración según la tabla 7.15 (2,119), lo que también podría
indicar lo que ya hemos ido observando, que cuantos menos familiares,
más posibilidad de movilidad ascendente y logro socioeconómico.
Tabla 7.16.
PFKEGFGKPVGITCEK±PUGI¸PWDKECEK±PFGNQUHCOKNKCTGUGP'URC¯C[P¸OGTQ
de miembros de la vivienda
8ELFDFL³QIDPLOLDUHV 0 1 2 3 4 5
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
276
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.17.
Índice de integración por región de origen
Índice de integración
Región de origen
0 1 2 3 4 5 Total
N 188 441 268 230 130 24 1.281
8(\SDVHVULFRV %c
r.t.c.
N 300 497 481 396 185 33 1.892
(XURSDGHO(VWH %c
r.t.c.
N 346 333 216 171 50 5 1.121
IULFDGHO1RUWH %c
r.t.c.
N 51 112 80 42 23 2 310
IULFD&HQWUDO\6XU %c
r.t.c.
N 699 1.034 1.056 801 317 64 3.971
/DWLQRDP©ULFD %c
r.t.c.
N 49 83 107 69 36 0 344
$VLD&HQWUDO\6XU %c
r.t.c.
N 1.633 2.500 2.208 1.709 741 128 8.919
7RWDO
%c 100 100 100 100 100 100 100
9GH&UDPHU FSRUFHQWDMHGHFROXPQDUWFUHVLGXRVWLSLƩFDGRVFRUUHJLGRV
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
277
Roger Campdepadrós Cullell
de origen, mientras que en otros orígenes es más probable que sea así.
Europa del Este no presenta casos por encima de lo esperado en los gra-
dos más bajos del índice, en cambio sí lo hace en los grados 3 y 4 (2,20
y 2,61, respectivamente). Latinoamérica presenta los mayores residuos
corregidos en los grados 2 y 3 (3,60 y 2,17, respectivamente), mientras
que los presenta negativos, tanto en el grado 0 (-1,46) y 1 (-3,75) como
āłāķ˓̛̟ˏ̇˘˘˖̜̍ŋũķŋŶÖłŶŋ̇āŭŽłłŽāƑŋťāũƩķ̇ŨŽāóŋłóāłŶũÖŭŽĤł-
dice de integración en los grados medios. Asia Central y del Sur también
ťũāŭāłŶÖŽłťāũƩķťÖũāóĢùŋ̇óŋłĿ×ŭóÖŭŋŭùāķŋŭāŭťāũÖùŋŭāłāķėũÖùŋ
3 (2,78), y con residuos corregidos negativos tanto en el grado 0 (-1,98)
como en el 5 (-2,28). Latinoamérica y Asia Central y del Sur distribuyen
sus frecuencias más o menos de forma parecida por la escala, en todos
los grados de integración bastante cerca de las frecuencias esperadas.
6CDNC
Ingresos en euros a la hora por región de origen
9GH&UDPHU ISRUFHQWDMHGHƩODFSRUFHQWDMHGHFROXPQDUWFUHVLGXRVWLSLƩFDGRV
FRUUHJLGRV
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
278
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
'NGHGEVQFGNCFKXGTUKFCFFGNC\QU}COC[QT
FKXGTUKFCFOC[QTKPVGITCEK±P!
Acabamos de ver que en los primeros años de establecimiento en Espa-
ña, por muchos familiares y apoyo social que tenga el inmigrante, no
se consigue una mayor integración. Por el contrario, hemos detectado
una tendencia, salvo para los europeos comunitarios y los africanos del
centro y del sur, a conseguir menores cotas del índice de integración
conforme más familiares tienen en destino. Esto podría inducirnos a
óķÖŭĢƩóÖũ1ŭťÖŊÖóŋĿŋŽłóŋłŶāƗŶŋÖŭĢĿĢķÖóĢŋłĢŭŶÖƘÖóŽķŶŽũÖùŋũ̒āŭŶŋ
es, un contexto en el que para integrarse requiere a los inmigrantes que
entren en los grupos sociales autóctonos y que adquieran la cultura del
ťÖĤŭ̇ŭāėžłķÖŭùāƩłĢóĢŋłāŭŨŽāĞāĿŋŭƑĢŭŶŋùāāŭŶŋŭŶĂũĿĢłŋư̆Fŋũùŋł̇
1964, p. 80; Gans, 1999, p. 162).
Recordemos, por un lado, que la primera etapa de la migración casi
siempre supone una movilidad descendente, debido a que se cambia
de contexto cultural, social y económico, se desconocen el idioma y los
códigos culturales, se carece de la red social que se tenía en el país de
origen, etc. Además, a eso hay que añadir el constreñimiento de la es-
tructura del mercado laboral, que tiende a ubicar a los inmigrantes de
países africanos, del Este europeo, latinoamericanos y asiáticos en ocu-
ťÖóĢŋłāŭ ťŋóŋ óŽÖķĢƩóÖùÖŭ̇ ťŋóŋ ũāĿŽłāũÖùÖŭ̇ óŋł ùŽũÖŭ óŋłùĢóĢŋłāŭ
físicas u horarias. Es decir, en los trabajos «que los españoles no quieren
hacer».
A través del estudio de la red familiar hemos visto el efecto negativo
que tiene, para el inmigrante, disponer de gran cantidad de lazos fuer-
279
Roger Campdepadrós Cullell
/DVHVFDODVGHORVOD]RVIXHUWHVG©ELOHV\YLQFXODQWHV
8QQGLFHGHGLYHUVLGDG\XQDWLSRORJD
ƩłùāŋðŭāũƑÖũāķāĕāóŶŋùāķÖóŋĿðĢłÖóĢŌłùāķŋŭùĢĕāũāłŶāŭŶĢťŋŭùā
lazo de cada inmigrante en su integración, hemos sintetizado la infor-
mación sobre cada uno de ellos en tres escalas. Después de hacerlo las
hemos combinado, por un lado, en un índice de diversidad de lazos y,
ťŋũāķŋŶũŋ̇āłŽłÖŶĢťŋķŋėĤÖŨŽāũāƪāıÖķÖŭťŋŭĢðķāŭóŋĿðĢłÖóĢŋłāŭùā
los tres tipos de lazo.
6CDNC
(TGEWGPEKCUFGNCUXCTKCDNGURTGRCTCFCURCTCNCGUECNCFGNC\QUHWGTVGU
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
280
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
6CDNC
(TGEWGPEKCUFGNCGUECNCFGNC\QUHWGTVGU
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
281
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.21.
Frecuencias de las variables escogidas para la escala de lazos débiles
N Valor 0 Valor 1
/HDFRJL³XQFRQRFLGRFXDQGROOHJ³ 8.930
/HDFRJL³XQLQWHUPHGLDULRFXDQGROOHJ³ 8.930
/HLQƪX\³RWUDSHUVRQD QRIDPLOLDUQLDPLJR TXHHPLJU³DQWHV 8.951
/HLQƪX\³DOJºQDPLJRRYHFLQRSDUDHPLJUDU 8.951
3DUWLFLSDHQDOJXQDDVRFLDFL³QGHDXW³FWRQRVRGHLQPLJUDQWHV 8.860
1Y¡OLGR VHJºQOLVWD 8.842
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
Tabla 7.22.
Frecuencias de la escala de lazos débiles
Escala lazos Porcentaje Porcentaje
débiles Frecuencia Porcentaje válido acumulado
0 5.876
1 2.538
2 495
3 38
4 4
7RWDO 8.951
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
282
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.23
Frecuencias de las variables preparadas para la escala de lazos vinculantes
N Valor 0 Valor 1
7HQDXQHPSUHVDULRRDJHQWHOHJDODTXLHQGLULJLUVH
8.930
cuando llegó
7HQDXQDSURSXHVWDGHWUDEDMRDQWHVGHYLDMDUD(VSD±D 7.476
/DSULPHUDYLYLHQGDODDOTXLO³RVHODSURSRUFLRQ³XQD
8.951
institución pública o empresa
/DYLYLHQGDDFWXDOODDOTXLO³RVHODSURSRUFLRQ³una
6.340
institución pública o empresa
1Y¡OLGR VHJºQOLVWD 5.691
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
Tabla 7.24.
Frecuencias de la escala de lazos vinculantes
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
283
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.25.
Frecuencias del índice de diversidad de lazos
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
284
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.26.
(TGEWGPEKCUFGNCVKRQNQI«CFGEQODKPCEKQPGUFGFKHGTGPVGUNC\QU
Tipología Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
combinación lazos acumulado
129
/) 4.290
/' 113
/9 67
/)/' 2.075
/)/9 1.390
/'/9 52
/)/'/9 836
7RWDO 8.951
/)OD]RIXHUWH/'OD]RG©ELO/9OD]RYLQFXODQWHQLQJºQWLSRGHOD]RVHJºQODSRVLFL³QHQTXHHVW©OD
SULPHUD OD]RIXHUWH ODVHJXQGD OD]RG©ELO RODWHUFHUD OD]RYLQFXODQWH
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
&DUDFWHUVWLFDVGHODSREODFL³QLQPLJUDQWHVHJºQORV
WLSRVGHOD]RV
Para profundizar un poco más en el conocimiento de los tipos de lazo
que tienen los inmigrantes en España vamos a ver una serie de tablas de
frecuencias que aportan características suyas. Para empezar, en la tabla
7.27 podemos observar la media de lazos que tiene un inmigrante según
el número de familiares que están con él en España. Con esto podemos
ƑāũŭĢāķŶÖĿÖŊŋùāķÖũāùĕÖĿĢķĢÖũĢłƪŽƘāāłŨŽāŶāłėÖĿ×ŭķÖơŋŭĕŽāũ-
tes, débiles o vinculantes. Los resultados muestran que, efectivamente,
cuantos más familiares tiene, más puntúa en la escala de lazos fuertes.
En cambio, vemos una relación lineal, aunque inversa, entre el núme-
ro de familiares y la escala de lazos débiles. También hay una relación
inversa entre el número de familiares y el número de lazos vinculantes;
estos tienden a decrecer conforme crece el número de familiares, pero la
relación no es tan lineal como en el caso anterior. Finalmente, la relación
con el índice de diversidad de lazos es aún menos lineal, aunque sigue
285
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.27.
Media de cada tipo de lazos y del índice de diversidad de lazos según el
P¸OGTQFGHCOKNKCTGUGP'URC¯C
0ODPHGLD1ODSREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
286
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
inmigrante viva solo o con tres familiares o más, y decrecen cuando vive
con uno o dos familiares. Lo mismo sucede con el índice de diversidad,
crece al disponer de familiares fuera de la vivienda en el caso de vivir
solo o de vivir con tres o más familiares, y decrece en el caso de vivir con
uno o dos familiares.
En un principio, en base a la puntuación en las diferentes escalas, po-
demos decir que Latinoamérica es la procedencia que más puntúa en
la escala de lazos fuertes (3,227), seguida de Europa del Este (3,068) y
África del Norte (3,019), mientras que África del Sur y Central (2,314) y
Unión Europea (1,861) son los orígenes que menos lo hacen. Por el con-
trario, son estos dos mismos orígenes los que más puntúan en la escala
de lazos débiles (0,568 y 0,526, respectivamente), y África del Norte es
el origen que menos lo hace (0,283). Finalmente, Asia (0,398) y Unión
Europea (0,357) son los que puntúan más en la escala de lazos vincu-
lantes, mientras que África Central y del Sur es el que lo hace en menor
medida (0,224).
6CDNC
Media de cada tipo de lazos y de la escala de diversidad de lazos según la
VKRQNQI«CFGWDKECEK±PFGNQUHCOKNKCTGUGP'URC¯C
Índice
Ubicación familiares Lazos Lazos Lazos diversidad
fuertes débiles vinculantes de lazos
1LQJºQIDPLOLDUGHQWUR M
QLQJXQRIXHUD N 613 613 613 613
1LQJºQIDPLOLDUGHQWUR M
XQRRP¡VIXHUD N 274 274 274 274
8QRRGRVIDPLOLDUHV M
GHQWURQLQJXQRIXHUD N 2.643 2.643 2.643 2.643
8QRRGRVIDPLOLDUHVGHQ- M
WURXQRRP¡VIXHUD N 1.443 1.443 1.443 1.443
7UHVRP¡VIDPLOLDUHV M
GHQWURQLQJXQRIXHUD N 2.026 2.026 2.026 2.026
7UHVRP¡VIDPLOLDUHV M
GHQWURXQRRP¡VIXHUD N 1.518 1.518 1.518 1.518
M
7RWDO
N 8.517 8.517 8.517 8.517
0ODPHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
287
Roger Campdepadrós Cullell
óŋĿŋāłāķėũ×Ʃóŋ˖̍˒̇ŨŽāāłóŋłıŽłŶŋĞÖƘŽłŋŭŋũĤėāłāŭŨŽāŶĢāłāłĿ×ŭ
cantidad de lazos que otras. Estos orígenes son Latinoamérica y Europa
del Este. Así mismo, en la tabla 7.28 vemos que Latinoamérica (3,227),
Europa del Este (3,068) y África del Norte (3,019) son los orígenes que
más lazos fuertes presentan. África Central y del Sur (0,568), la Unión
Europea (0,526) y Asia Central y del Sur (0,435), los que tienen más la-
zos débiles. Asia Central y del Sur (0,398) y la Unión Europea (0,357), los
de más lazos vinculantes. Y Asia Central y del Sur (1,632), Latinoamérica
(1,597) y la Unión Europea (1,574), los de mayor diversidad de lazos.
)TƠEQ
%CPVKFCFOGFKCFGNC\QUHWGTVGUF§DKNGU[XKPEWNCPVGUFGNKPOKITCPVGUGI¸P
región de origen
UE y países ricos
Media
Latinoamérica
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
288
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
6CDNC
/GFKCUFGNC\QUHWGTVGUF§DKNGU[XKPEWNCPVGURQTRC«UGU
Escala Escala de
Escala de Escala de
Región de origen de lazos diversidad
lazos fuertes lazos débiles
vinculantes de lazos
M
8(\SDVHVULFRV
N 1.281 1.281 1.281 1.281
M
(XURSDGHO(VWH
N 1.894 1.894 1.894 1.894
M
IULFDGHO1RUWH
N 1.121 1.121 1.121 1.121
M
IULFD&HQWUDO\6XU
N 309 309 309 309
M
/DWLQRDP©ULFD
N 3.972 3.972 3.972 3.972
M
$VLD&HQWUDO\6XU
N 343 343 343 343
M
7RWDO
N 8.920 8.920 8.920 8.920
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
6CDNC
Media de cada tipo de lazo por nivel educativo
Escala
Nivel educativo Escala lazos Escala lazos Escala lazos diversidad
fuertes débiles vinculantes de lazos
M
6LQHVWXGLRV
N 181 181 181 181
M
3ULPDULD
N 1.372 1.372 1.372 1.372
M
6HFXQGDULD
N 4.957 4.957 4.957 4.957
M
8QLYHUVLWDULRV
N 1.645 1.645 1.645 1.645
M
7RWDO
N 8.155 8.155 8.155 8.155
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
289
Roger Campdepadrós Cullell
En ella podemos comprobar que presentan más lazos fuertes los in-
migrantes que solo tienen estudios primarios (3,144), y que estos van
disminuyendo conforme aumenta el nivel educativo. Mientras que con
los lazos débiles y vinculantes, primero descienden y luego aumentan,
con lo que presentan cierta forma de U. El efecto en su conjunto, indica-
do por el índice de diversidad de lazos, es que primero descienden para
luego aumentar, presentando también cierta forma de U.
Tabla 7.31.
&KHGTGPEKCFGOGFKCUFGNCUGUECNCUFGNC\QUHWGTVGUF§DKNGU[XKPEWNCPVGU
entre estudios universitarios y primarios, según origen de los inmigrantes
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
290
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.32.
%QTTGNCEKQPGUDKXCTKCFCUGPVTGNCUGUECNCUFGNQUFKHGTGPVGUNC\QU[NQU
prestigios ocupacionales (PRESCA2C) en origen, y en el primer y último
empleo en España
Escala Escala de
Escala de Escala de de lazos diversidad de
lazos fuertes lazos débiles vinculantes lazos
3UHVWLJLRRFXSDFLRQDOSDV
RULJHQ 8.951 8.951 8.951 8.951
3UHVWLJLRRFXSDFLRQDOGHO
SULPHUHPSOHR 8.951 8.951 8.951 8.951
3UHVWLJLRRFXSDFLRQDOGHO
ºOWLPRHPSOHR 8.951 8.951 8.951 8.951
291
Roger Campdepadrós Cullell
ƩóÖŶĢƑÖ̇ĿĢāłŶũÖŭŨŽāũāŭťāóŶŋÖķŋŭķÖơŋŭùĂðĢķāŭāŭťũ×óŶĢóÖĿāłŶāˏƘ
respecto a los vinculantes sigue siendo positiva.
dÖ ŶÖðķÖ ˖̍˒˒ ŭā ĞÖ ũāÖķĢơÖùŋ ŭāėžł ķÖ óķÖŭĢƩóÖóĢŌł ùā ŋóŽťÖóĢŋłāŭ ùā
Garrido y Miyar, y con ella vemos las correlaciones entre los niveles
ocupacionales y las escalas de lazos en tres momentos de la migración
—antes de emigrar, al llegar y una vez pasados los primeros años—,
distinguiendo entre hombres y mujeres. Tal como venía explicado en el
apartado de metodología, esta consistía en tomar de referencia la ocu-
pación de la persona cuando está en una situación consolidada, esto es,
cuando tiene entre 35 y 49 años, tiene cierta estabilidad familiar y está
en la fase central de su vida laboral. Y una vez escogida la ocupación
central de esa persona se ordenan por la media de años de estudios que
le ha costado conseguirla (Garrido y Miyar, 2008, pp. 54-55). Hay algu-
łŋŭóÖŭŋŭŨŽāłŋŭŋłāŭŶÖùĤŭŶĢóÖĿāłŶāŭĢėłĢƩóÖŶĢƑŋŭ̇ƑÖĿŋŭÖóŋĿāłŶÖũ
solo los que sí lo son. Lo primero que hay que observar es que conforme
aumenta el nivel ocupacional decrece la escala de lazos fuertes. Esto
está más pronunciado en el empleo en el país de origen y en el último
empleo en España. En el capítulo sobre integración de los inmigrantes
ya hemos visto que son los dos momentos del proceso migratorio en que
más se tiende a adecuar el nivel educativo y profesional con el nivel ocu-
pacional del inmigrante. Las diferencias entre hombres y mujeres son
pequeñas y dispares: en el país de origen el nivel ocupacional correla-
ciona más negativamente en los hombres, y en el último empleo lo hace
āłķÖŭĿŽıāũāŭ̍1łóŽÖłŶŋÖķÖơŋŭùĂðĢķāŭ̇ķÖũāķÖóĢŌłŭŋķŋāŭŭĢėłĢƩóÖŶĢƑÖ
para los dos sexos en el nivel ocupacional en el país de origen, y esta
vez es positiva, y un poco mayor en las mujeres que en los hombres. El
ascenso en el nivel ocupacional hace aumentar el número de lazos dé-
biles, un poco más en las mujeres que en los hombres. En cuanto a lazos
vinculantes sucede lo mismo, cuanto más aumenta el nivel ocupacional,
más aumentan estos. La única diferencia es que en el país de origen el
nivel ocupacional correlaciona más con lazos vinculantes en el caso de
las mujeres que en el de los hombres, mientras que en el país de destino
sucede al revés.
292
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.33.
&RUUHODFLRQHVELYDULDGDVHQWUHODVHVFDODVGHORVGLIHUHQWHVOD]RV\ORVSUHVWLJLRVRFXSDFLRQDOHV *DUULGR\
0L\DU HQRULJHQ\HQHOSULPHU\ºOWLPRHPSOHRHQ(VSD±DSRUVH[R
Escala
Escala lazos Escala lazos Escala lazos
diversidad
fuertes débiles vinculantes de lazos
1LYHORFXSDFLRQDOSDVGHRULJHQ
KRPEUHV 4.706 4.706 4.706 4.706
1LYHORFXSDFLRQDOSDVGHRULJHQ
PXMHUHV 4.236 4.236 4.236 4.236
1LYHORFXSDFLRQDOSULPHUHPSOHR
(VSD±DKRPEUHV 3.007 3.007 3.007 3.007
1LYHORFXSDFLRQDOSULPHUHPSOHR
(VSD±DPXMHUHV 2.492 2.492 2.492 2.492
1LYHORFXSDFLRQDOºOWLPRHPSOHR
(VSD±DKRPEUHV 3.622 3.622 3.622 3.622
1LYHORFXSDFLRQDOºOWLPRHPSOHR
(VSD±DPXMHUHV 2.526 2.526 2.526 2.526
Con el nivel ocupacional ocurre algo parecido a lo que sucedía con el ni-
vel de estudios, conforme este aumenta, también lo hace el volumen de
ķÖơŋŭùĂðĢķāŭƘƑĢłóŽķÖłŶāŭ̇ÖŭĤóŋĿŋķÖùĢƑāũŭĢùÖùùāķÖơŋŭ̍1łāķėũ×Ʃóŋ
7.4 lo podemos observar, tanto para los hombres como para las mujeres,
en la medida en que aumenta el nivel ocupacional aumentan los lazos
débiles y vinculantes, y decrecen los fuertes.
293
Roger Campdepadrós Cullell
)TƠEQ
2WPVWCEK±PGPNCUGUECNCUFGNC\QUHWGTVGUF§DKNGU[XKPEWNCPVGUUGI¸PPKXGN
ocupacional agrupado y sexo
Escala de lazos vinculantes
Escala de lazos débiles
Escala de lazos fuertes
Bajos Hombres
Bajos Mujeres
Altos Hombres
Altos Mujeres
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
294
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.34.
Media de cada tipo de lazos y de la escala de diversidad de lazos por nivel
ocupacional del último empleo en España de los varones inmigrantes, según
ENCUKƠECEK±PFG)CTTKFQ[/K[CT
Escala Escala de
Escala de Escala de
Nivel ocupacional de lazos diversidad
lazos fuertes lazos débiles vinculantes de lazos
3HRQHVDODLUHOLEUH M
FRQVWUXFFL³Q\UXUDO N 655 655 655 655
$OED±LOHVDVDODULDGRV M
FXDOLƩFDGRVDJUDULRV N 638 638 638 638
2SHUDGRUHVFRQVWUXF- M
FL³QFXHQWDSURSLD
DJUDULDSLQWRUHV N 192 192 192 192
&DPLRQHURVFDPDUHURV M
FDUSLQWHURV\SHRQHV
LQGXVWULDOHV N 466 466 466 466
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
295
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.35.
Media de cada tipo de lazos y de la escala de diversidad de lazos por nivel
ocupacional del último empleo en España de las mujeres inmigrantes, según
ENCUKƠECEK±PFG)CTTKFQ[/K[CT
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
296
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
$Q¡OLVLVGHODLQFLGHQFLDGHORVWLSRV\GLYHUVLGDGGH
OD]RVHQODPRYLOLGDG\HQODLQWHJUDFL³QVRFLDO
Ahora vamos a ver en la tabla 7.36 la incidencia en la movilidad y en el
nivel de integración que tiene cada tipo de lazo, así como la combinación
de todos ellos. Los tres tipos de lazo mantienen una relación diferente
con el índice de integración y con sus componentes. Ya hemos visto que,
en general, los lazos fuertes no estaban positivamente relacionados
con el índice, sino que suponen un peso que impide un mayor avance
socioeconómico. Así, las personas con menos red experimentan mayor
movilidad. En todo caso, esta depende más del nivel educativo y ocupa-
cional. Los lazos débiles y vinculantes, en cambio, están positivamente
relacionados con la integración y sus componentes. En general todas las
correlaciones son muy bajas, siendo la más alta la de lazos vinculantes
con ingresos/hora (0,111) y con prestigio ocupacional (0,166).
297
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.36.
%QTTGNCEKQPGUDKXCTKCFCUFGNQUFKHGTGPVGUVKRQUFGNC\QEQPGN«PFKEGFG
integración y sus componentes
298
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.37.
Índice de integración y de cada uno de sus componentes para cada grado
del índice de diversidad de lazos
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
6CDNC
Índice de integración según diversidad de lazos, por región de origen
0PHGLD1SREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
299
Roger Campdepadrós Cullell
6CDNC
Índice de integración y cada uno de sus componentes, según combinación
posible de diversidad de lazos
0PHGLD1SREODFL³Q/)OD]RVIXHUWHV/'OD]RVG©ELOHV/9OD]RVYLQFXODQWHVQLQJºQWLSRGHOD]R
VHJºQODSRVLFL³QHQTXHHVW©ODSULPHUD OD]RIXHUWH ODVHJXQGD OD]RG©ELO RODWHUFHUD OD]RYLQFXODQWH
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
300
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Los resultados de la tabla 7.39 son parecidos a las predicciones que ha-
cíamos desde la teoría, según las cuales tener lazos débiles o vinculantes
aumenta el nivel de integración, independientemente de que se cuente
con lazos fuertes o no. Es decir, si observamos 0,0,LV vemos que tiene
medias mayores que LF,0,0 en el índice (2,376 vs 1,664) y en todos los
componentes, salvo en condiciones de la vivienda (5,779 vs 6,310) y
m2/persona (56,902 vs 61,730). Y si observamos 0,LD,0, tiene mejores
números que LF,0,0 en la movilidad laboral (-4,903 vs -6,131) y en los
ingresos (6,605 vs 6,168), aunque no en el índice de integración (1,653
vs 1,664), ni en prestigio ocupacional (50,426 vs 57,417). Si observamos
0,LD,LV, vemos que tiene medias mayores que LF,LD,0 o LF,0,LV en el
índice y en todos sus componentes, excepto en las condiciones de la vi-
vienda (6,096 vs 6,175 y vs 6,300, respectivamente). Ahora bien, tener
los tres tipos de lazo, aunque proporciona un nivel de integración por
encima de la media (2,011 vs 1,756), no lo procura mayor que cualquier
combinación de dos tipos de lazo. Y, otra vez, tenemos que estar solo
o con los mínimos lazos débiles proporciona mayor movilidad e inte-
gración social que disponer solo de lazos fuertes, solo de lazos débiles
y, en algunos casos, hasta de solo lazos vinculantes, o de alguna de las
óŋĿðĢłÖóĢŋłāŭùāùŋŭķÖơŋŭ̍zŭāÖ̇ŨŽāŭĢėŽāŭĢāłùŋŽłťāũƩķùĢėłŋùā
consideración el del inmigrante que ha venido sin familiares y se desen-
vuelve sin recurso a lazos de ningún tipo.
301
Roger Campdepadrós Cullell
)TƠEQ
Índice de integración según índice de diversidad de lazos, por orígenes
2,5
2,0
1,5
1,0
0
0 Lazos 1 2 3 Lazos
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
6CDNC
Movilidad laboral según escala de diversidad de lazos
9GH&UDPHU
PRYLOLGDGODERUDOGHVFHQGHQWHRVLQPRYLOLGDGODERUDOPRYLOLGDGODERUDODVFHQGHQWHISRUFHQWDMHGH
ƩODUWFUHVLGXRVWLSLƩFDGRVFRUUHJLGRV
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
302
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.41.
Movilidad laboral por región de origen
Movilidad laboral
9GH&UDPHU
PRYLOLGDGODERUDOGHVFHQGHQWHRVLQPRYLOLGDGODERUDOPRYLOLGDGODERUDODVFHQGHQWHISRUFHQWDMHGH
ƩODUWFUHVLGXRVWLSLƩFDGRVFRUUHJLGRV
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
303
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.42
&KHGTGPEKCFGOGFKCUFGNCUGUECNCUFGNC\QUHWGTVGUF§DKNGU[XKPEWNCPVGU
entre ingresos altos y bajos, según origen de procedencia de los inmigrantes
(QODVFDVLOODVVHPXHVWUDOD0HGLDGHOD(VFDODOD]RVIXHUWHVGHORVLQPLJUDQWHVFRQLQJUHVRVDOWRVŨ0HGLDGH
OD(VFDODOD]RVIXHUWHVGHORVLQPLJUDQWHVFRQLQJUHVRVEDMRV/RPLVPRSDUDOD]RVG©ELOHV\YLQFXODQWHV
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
De forma parecida que con los niveles educativos, al subir los ingresos
descienden los lazos fuertes, para todos los orígenes, excepto África
Central y del Sur. Así mismo, al subir los ingresos aumentan los lazos
débiles y vinculantes, excepto África del Norte, que no aumenta los la-
zos débiles, y Latinoamérica, que no aumenta los vinculantes.
Este patrón de comportamiento, que es muy similar al observado con
el nivel de estudios, nos indica que a los lazos débiles y vinculantes se
les saca más provecho desde posiciones altas (mayor nivel educativo,
de renta…), y que está bien relacionado el uso de lazos débiles y vincu-
lantes con posiciones medio-altas (mayor nivel educativo, de renta…).
Con esta operación no podemos decir qué es causa y qué es efecto. Blau y
Lin, por ejemplo, expusieron de forma bastante clara que la persona en
posiciones altas podía sacar más provecho de sus lazos, fuesen fuertes,
débiles o vinculantes. Merton también observó el efecto Mateo, las per-
sonas en mejores posiciones acceden a los recursos en mayor medida.
304
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Así que no sería de extrañar una causalidad en este sentido. Pero tam-
poco extrañaría en el otro, que personas en posiciones bajas o medio-
bajas hayan conseguido posiciones más altas sacando provecho de sus
lazos débiles y vinculantes. Esto está en consonancia con Granovetter y
el papel de los lazos débiles, que proporcionan acceso a información y
recursos de los que carece la red personal más próxima.
La tabla 7.43 muestra la media del índice de diversidad de lazos que cada
origen obtiene para aquellos inmigrantes que han experimentado una
movilidad descendente o que no han experimentado ninguna movili-
dad, así como para aquellos que han experimentado una ascendente.
Para visualizarlo mejor hemos añadido una casilla que indica tal dife-
rencia numéricamente.
Tabla 7.43.
Escala de diversidad de lazos según tipo de movilidad laboral, por región de
origen
Movilidad Diferencia Desviación
Región de origen Media N
ascendente asc./desc. típica
1R 1.061
8(\SDVHVULFRV 6 220
7RWDO 1.281
1R 1.238
(XURSDGHO(VWH 6 656
7RWDO 1.894
1R 771
IULFDGHO1RUWH 6 351
7RWDO 1.121
1R 204
IULFD&HQWUDO\GHO6XU 6 105
7RWDO 309
1R 2.685
/DWLQRDP©ULFD 6 1.286
7RWDO 3.972
1R 192
$VLD&HQWUDO\6XU 6 151
7RWDO 343
1R 6.151
7RWDO 6 2.769
7RWDO 8.920
(QODFROXPQD'LIHUHQFLDDVFGHVFREVHUYDPRV0HGLDGHOQGLFHGHGLYHUVLGDGGHOD]RVGHORVLQPLJUDQWHV
TXHKDQH[SHULPHQWDGRPRYLOLGDGDVFHQGHQWHŨ0HGLDGHOQGLFHGHGLYHUVLGDGGHOD]RVGHORVLQPLJUDQWHV
TXHKDQH[SHULPHQWDGRPRYLOLGDGGHVFHQGHQWH
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
305
Roger Campdepadrós Cullell
La tabla 7.43 nos permite observar fácilmente que la mayor parte de los
orígenes tiene de promedio más diversidad de lazos cuando ha expe-
rimentado una movilidad ascendente que cuando la ha experimentado
descendente o se ha mantenido en un estatus similar. Los dos únicos
orígenes que presentan mayor diversidad de lazos en la movilidad des-
cendente son Latinoamérica (1,60 vs 1,58) y Asia Central y del Sur (1,71
vs 1,52). Europa del Este, aunque tiene mayor diversidad en la movilidad
ascendente, no está muy lejos de tener igual diversidad, tanto para la
movilidad ascendente como para la descendente.
En la tabla 7.44 vemos, para cada origen, el detalle de la proporción de
cada tipo de lazos que tiene el inmigrante en función de si ha experi-
mentado una movilidad ascendente o no.
Tabla 7.44.
/GFKCFGNC\QUHWGTVGUF§DKNGU[XKPEWNCPVGUUGI¸POQXKNKFCFNCDQTCN
descendente o ascendente, por cada región de origen
/RVYDORUHVUHSUHVHQWDQODPHGLDHQODVHVFDODVGHFDGDWLSRGHOD]R
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
306
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
La norma para la mayoría de los orígenes es que las personas con mo-
vilidad ascendente presentan mayores medias en lazos débiles y vin-
culantes. La excepción es Latinoamérica, que es el único origen que
presenta mayor media en lazos débiles para los inmigrantes que han
experimentado movilidad descendente (3,15) que para la ascendente
(3,11).
Queremos observar si hay diferencias según origen y capital social en
la integración social de los inmigrantes. Para ello hemos construido la
tabla 7.45, que muestra el índice de integración conseguido para cada
combinación de lazos y para cada origen. Para un mejor contraste, ade-
más hemos añadido el residuo corregido de cada cuadrante, lo que nos
indica para cada combinación de lazos si un determinado origen tiene
una presencia por encima o por debajo de lo esperado. Hay una relación
āŭŶÖùĤŭŶĢóÖĿāłŶāŭĢėłĢƩóÖŶĢƑÖƘķāƑā̛Áùā!ũÖĿāũùāˏ̇ːː˒̜āłŶũāŋũĢėāł
y combinación de lazos. Esto quiere decir que sí tiene que ver el origen
con presentar un tipo de combinación de lazos u otro.
Desgraciadamente, con tanta desagregación de categorías obtenemos N
muy pequeñas, con lo que hay que tomar los resultados con cautela. Aun
ÖŭĤ̇ťÖũāóāłóŋłƩũĿÖũŭāÖķėŽłŋŭũāŭŽķŶÖùŋŭŨŽāƑāłĤÖĿŋŭŋðŭāũƑÖłùŋ̍
En primer lugar, que ningún origen consigue su mayor índice de inte-
gración solo con lazos fuertes (LF,0,0). Los dos orígenes que consiguen
sus mayores índices de integración con alguna combinación de lazos
que incluye a los lazos fuertes son Unión Europea (2,674 con LF,LD,LV)
y África Central y del Sur (2,014 con LF,0,LV); lo que coincide con el per-
ƩķùāŋũĤėāłāŭĿ×ŭóŋĿŽłĢŶÖũĢŋŭŋóŋķāóŶĢƑŋŭŨŽāĞÖðĤÖĿŋŭŋðŶāłĢùŋùā
Öł×ķĢŭĢŭÖłŶāũĢŋũāŭ̍ŭĤĿĢŭĿŋ̇ŭāóŋłƩũĿÖāķťāũƩķĿ×ŭĢłùĢƑĢùŽÖķĢŭŶÖ
de los inmigrantes de Europa del Este, que consiguen su mayor índice
de integración con la combinación de ningún tipo de lazo (2,649 con
0,0,0). El resto de orígenes siguen consiguiendo mayores índices con
el mínimo apoyo en la red familiar: Latinoamérica y África del Norte
óŋłŭĢėŽāł̇ũāŭťāóŶĢƑÖĿāłŶā̇ˑ̇˗˗˖Ƙˑ̇˕˘˖óŋłāķťāũƩķˏ̇ˏ̇dÁ̇ƘŭĢÖ
Central y del Sur, 3,646 con 0,LD,LV.
307
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.45.
Índice de integración según combinación de lazos y origen, con los residuos
corregidos
Tipo-
logía UE y Europa
África África Latino- Asia
combi- países del Este
del Central américa Central Total
nación ricos Norte y Sur y Sur
lazos
M
r.t.c.
N 55 5 20 17 22 7 126
M
/) r.t.c.
N 471 1.009 602 124 1.927 148 4.280
M
/' r.t.c.
N 54 6 18 6 16 11 112
M
/9 r.t.c.
N 27 5 10 7 11 7 67
M
/)/' r.t.c.
N 380 417 173 103 933 64 2.070
M
/)/9 r.t.c.
N 161 293 208 22 650 52 1.385
M
/'/9 r.t.c.
N 17 7 5 3 15 3 49
M
/)/'/9 r.t.c.
N 117 153 85 27 397 52 832
7RWDO
1.281 1.894 1.121 309 3.972 343 8.920
9GH&UDPHU /)OD]RVIXHUWHV/'OD]RVG©ELOHV/9OD]RVYLQFXODQWHVQLQJºQWLSRGHOD]RVHJºQ
ODSRVLFL³QHQTXHHVW©ODSULPHUD OD]RIXHUWH ODVHJXQGD OD]RG©ELO RODWHUFHUD OD]RYLQFXODQWH 0PHGLD
UWFUHVLGXRVWLSLƩFDGRVFRUUHJLGRV1ODSREODFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
Una lectura interesante que ofrece la tabla 7.45 es ver si los inmigran-
tes consiguen mayores índices de integración allí donde presentan más
frecuencia de lo esperado, es decir, donde presentan mayores residuos
corregidos. En general, los inmigrantes presentarán mayores residuos
corregidos allí donde se les permite desarrollarse más. De esta forma
podemos ver si se les permite mayor presencia en posiciones con las
308
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
309
Roger Campdepadrós Cullell
óĢŌł̆ŽłũāŭĢùŽŋùāː̇˘˔˘ťÖũÖŽłĤłùĢóāùāː̇˗˓˓āłāķťāũƩķdḊˏ̇dÁƘ
ŽłũāŭĢùŽŋùāˑ̇ˏˏ˔ťÖũÖŽłĤłùĢóāùāː̇˘˓˒āłāķťāũƩķdḊd'̇dÁ̍
A los inmigrantes de Asia Central y del Sur también parecen estarles
funcionando las combinaciones de lazos que más tendencia tienen a
presentar. Esto es, aquellas combinaciones en las que presentan resi-
duos corregidos positivos les proporcionan índices de integración por
encima de su propia media: un residuo de 3,854 para un índice de 2,138
āłāķťāũƩķdḊd'̇dÁ̇ŽłũāŭĢùŽŋùāˑ̇˗˒ˑťÖũÖŽłĤłùĢóāùāˑ̇ˏˏˏāłāķ
ťāũƩķˏ̇ˏ̇dÁ̇ƘŽłũāŭĢùŽŋùāˏ̇˗ˏːťÖũÖŭŽĿÖƘŋũĤłùĢóā̇˒̇˕˓˕̇āłāķ
ťāũƩķˏ̇d'̇dÁ̍ÈāłÖŨŽāķķŋŭťāũƩķāŭŨŽāŶĢāłāłŽłÖťũāŭāłóĢÖťŋũùā-
bajo de lo esperado no presentan precisamente unos índices muy por
encima de su media: un residuo de -2,050 para un índice de 1,983 en el
ťāũƩķdḊd'̇ˏƘŽłũāŭĢùŽŋùā̟ː̇˗ˏ˕ťÖũÖŽłĤłùĢóāùāː̇˖˔˖āłāķťāũƩķ
LF,0,0.
Cuadro 7.2.
0QODTG[GVKSWGVCFGNCUXCTKCDNGUWVKNK\CFCUGPGN#('UQDTGECRKVCNUQEKCN
Nombre Etiqueta
OOIDPGH &XDQGROOHJ³D(VSD±DWHQDIDPLOLDUHVDTXL©QGLULJLUVH
LQƪXID 8QIDPLOLDUOHLQƪX\³HQHPLJUDU
UHDJG (PLJU³SRUXQDUHDJUXSDFL³QIDPLOLDU
IHVDQW 7HQDIDPLOLDUHVHQ(VSD±DDQWHVGHHPLJUDU
IRUPG &RQVLJXL³HOSULPHUWUDEDMRJUDFLDVDIDPLOLDUHV
IUTUHP )UHFXHQFLDFRQODTXHHQYDUHPHVDVDVXSDVGHRULJHQ
WUDHUIG 7LHQHLQWHQFL³QGHWUDHUDOJXQRVIDPLOLDUHV
SLE 3,%GHOSDVGHRULJHQHQ
YLDMVROR 9LDM³VROR
1LFKRODE 1LFKRODERUDO©WQLFR
IUTWOI )UHFXHQFLDFRQODTXHOODPDSRUWHO©IRQRDVXSDVGHRULJHQ
GLYHUVSVR 3RUFHQWDMHGHFRPSD±HURVGHSLVRGHRWURSDVGHRULJHQ
7RWDOGHIDPLOLDUHV\FRPSD±HURVGHSLVRQDFLGRVHQ(VSD±DRFRQQDFLRQDOLGDG
I\FHRQH
HVSD±ROD
YLYOD]I &RQVLJXL³ODYLYLHQGDFHGLGDSRUIDPLOLDUHV
OODPLJGH &XDQGROOHJ³D(VSD±DWHQDDPLJRVDTXL©QGLULJLUVH
LQƪXDP 8QDPLJRRFRQRFLGROHLQƪX\³HQHPLJUDU
OOFRQRGH &XDQGROOHJ³D(VSD±DWHQDDOJºQFRQRFLGRDTXL©QGLULJLUVH
VRFLHWFL (VFDODGHDFHSWDFL³QGHODVRFLHGDGHVSD±ROD
KDHVSWR 'RPLQLRGHOLGLRPDHVSD±RO
SURSWUG 7HQDXQDSURSXHVWDGHWUDEDMRDQWHVGHYLDMDUD(VSD±D
OOHPSUGH &XDQGROOHJ³D(VSD±DWHQDXQHPSUHVDULRDTXL©QGLULJLUVH
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
311
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.46.
Estadísticos descriptivos de las variables incluidas en el AFE de capital social
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
312
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.47.
8CTKCP\CVQVCN[CEWOWNCFCGZRNKECFCRQTECFCHCEVQT
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
313
Roger Campdepadrós Cullell
6CDNC
%QGƠEKGPVGUHCEVQTKCNGU* de la matriz rotada
Factores
1 2 3 4 5 6
&XDQGROOHJ³D(VSD±DWHQDIDPLOLDUHVDTXLHQ
GLULJLUVH
8QIDPLOLDUOHLQƪX\³HQHPLJUDU
(PLJU³SRUXQDUHDJUXSDFL³QIDPLOLDU
)DPLOLDUHVDQWHVHQ(VSD±D
&RQVLJXL³HOSULPHUWUDEDMRJUDFLDVDIDPLOLDUHV
)UHFXHQFLDFRQODTXHHQYDUHPHVDVDVXSDV
GHRULJHQ
7LHQHLQWHQFL³QGHWUDHUDOJXQRVIDPLOLDUHV
3,%GHOSDVGHRULJHQHQ
9LDM³VROR
1LFKRODERUDO©WQLFR
)UHFXHQFLDFRQODTXHOODPDSRUWHO©IRQRDVX
SDVGHRULJHQ
3RUFHQWDMHGHFRPSD±HURVGHSLVRGHRWUR
SDVGHRULJHQ
7RWDOGHIDPLOLDUHV\FRPSD±HURVGHSLVR
QDFLGRVRFRQQDFLRQDOLGDGHVSD±ROD
&RQVLJXL³ODYLYLHQGDFHGLGDSRUIDPLOLDUHV
&XDQGROOHJ³D(VSD±DWHQDDPLJRVDTXL©Q
GLULJLUVH
8QDPLJRRFRQRFLGROHLQƪX\³HQHPLJUDU
&XDQGROOHJ³D(VSD±DWHQDFRQRFLGRVD
TXLHQGLULJLUVH
(VFDODGHDFHSWDFL³QGHODVRFLHGDGHVSD±ROD
'RPLQLRGHOHVSD±RO
7HQDXQDSURSXHVWDGHWUDEDMRDQWHVGHYLDMDU
D(VSD±D
&XDQGROOHJ³D(VSD±DWHQDXQHPSUHVDULRD
TXL©QGLULJLUVH
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
1RWD &RHƩFLHQWHIDFWRULDOHVODWUDGXFFL³QTXHXWLOL]D&HDGū$QFRQD \TXHKHPRVHVFRJLGRSDUD
ORTXHHQORVPDQXDOHVHQLQJO©VYLHQHUHIHULGRFRPR factor load 0XWK©Q\0XWK©Q Rfactor scores(O
FRHƩFLHQWHIDFWRULDOUHSUHVHQWDODFRUUHODFL³QHQWUHODYDULDEOHREVHUYDGD\HOIDFWRURYDULDEOHODWHQWH
A los componentes principales que han resultado les hemos puesto las
siguientes etiquetas: 1) Atracción familiar. 2) Estrategia económica fa-
miliar de dispersión. 3) Asimilación estructural. 4) Lazos débiles, amis-
tades. 5) Aceptación social. 6) Lazos vinculantes, empresa.
Vamos a comentarlos a continuación:
314
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
#VTCEEK±PHCOKNKCT
'UVTCVGIKCGEQP±OKECHCOKNKCTFGFKURGTUK±P
Bajo este epígrafe encontramos las variables: Frecuencia con la que en-
vía dinero a familiares fuera de España (0,778), Tiene intención de traer
algunos familiares (0,616), PIB per cápita del país de origen en 1996
(-0,515), Realizó el viaje solo (0,511), Trabaja en un nicho laboral étnico
(0,488), Frecuencia con la que llama por teléfono a familiares/amigos
en el país de origen (0,342).
Una de las grandes aportaciones de la nueva economía de la migración
de Oded Stark (1982/1993) fue señalar que la decisión de emigrar no solo
no era individual, sino que además respondía a una estrategia familiar
ŨŽā ťāũŭāėŽĤÖ āķ ŋðıāŶĢƑŋ ùā ùĢƑāũŭĢƩóÖũ ŶÖłŶŋ ķŋŭ ũĢāŭėŋŭ āóŋłŌĿĢóŋŭ
como las fuentes de ingresos. Así se corregía la concepción neoclásica
que consideraba que lo que empujaba al inmigrante era la diferencia de
sueldo que este recibía entre el país de destino y el país de origen. Que
el inmigrante envíe con regularidad y frecuencia mensual dinero al país
de origen puede estar indicando perfectamente la estrategia de haber
āĿĢėũÖùŋťÖũÖùĢƑāũŭĢƩóÖũķÖĕŽāłŶāùāĢłėũāŭŋŭĕÖĿĢķĢÖũāŭ̍1ķāłƑĤŋùā
remesas estaría correlacionado con el número de familiares en el país de
origen; un indicador de ello es la correlación entre esta y el número de
familiares en el país de origen (0,263), variable no incluida en el AFE. La
ĢłŶāłóĢŌłùāŶũÖāũĕÖĿĢķĢÖũāŭóŋłƩũĿÖũĤÖķÖùĢŭťāũŭĢŌłùāķÖĕÖĿĢķĢÖāłāķ
momento de realizar la entrevista. Haber realizado el viaje solo también
estaría indicando la dispersión de la familia. Eso indica que una buena
parte se ha quedado en el país de origen, como lo muestra la correlación
negativa entre viajar solo y el número de familiares que viven en España
(-0,161). Así mismo, la variable Emigró por una reagrupación familiar,
315
Roger Campdepadrós Cullell
que antes componía la Atracción familiar, tiene aquí una carga de factor
negativa de -0,323, lo que refuerza la idea de la estrategia de dispersión.
Como describe la teoría de Stark, las familias que necesitan adoptar la
āŭŶũÖŶāėĢÖùāùĢƑāũŭĢƩóÖóĢŌłùāĢłėũāŭŋŭťāũŶāłāóāłÖťÖĤŭāŭāłƑĤÖŭùā
desarrollo; consecuentemente, este componente presenta una carga de
factor medianamente alta en relación al PIB per cápita del país de ori-
gen, y de signo negativo, de forma que cuanto menor es su PIB, mayor es
la estrategia de dispersión. Finalmente, la frecuencia con que se llama al
ťÖĤŭùāŋũĢėāłāŭũāƪāıŋùāāŭŶÖùĢŭťāũŭĢŌłùāķėũŽťŋĕÖĿĢķĢÖũ̍
3) Asimilación estructural
316
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
zamos una comprobación para ver si hay nacidos en España entre estos
lazos fuertes, observando la correlación entre las variables Acceso a la
vivienda a través de lazos fuertes y Número de familiares y conocidos
łÖóĢùŋŭ āł 1ŭťÖŊÖ̒ āŭŶÖ āŭ ùā ˏ̇ː˘˗̇ ŭĢėłĢƩóÖŶĢƑÖ̇ ÖŽłŨŽā łŋ ŶÖł ÖķŶÖ
como en el caso anterior.
Ha sido en este punto que el análisis nos ha hecho percibir que muchos
de los compañeros de piso que son de un distinto país de nacimiento son
familiares que han nacido en España. Solo así se explica que la diversi-
dad de países de origen de los compañeros de piso caracterice el factor
Asimilación estructural y esté bien correlacionada con una movilidad
ascendente y con integración social.
5) Aceptación social
317
Roger Campdepadrós Cullell
6CDNC
Nivel de dominio del idioma español por región de origen
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
ŭĤĿĢŭĿŋ̇ķÖťŋŭĢóĢŌłŭŋóĢŋāóŋłŌĿĢóÖùāķĢłĿĢėũÖłŶā̇ũāƪāıÖùÖťŋũāķ
PIB per cápita del país de origen, correlaciona bastante con la escala de
aceptación de los orígenes culturales (0,515), hecho que sitúa esta va-
riable como otra de las que construye este componente.
Con los lazos vinculantes ha sucedido algo parecido a lo que ocurre con
los lazos débiles. Unas primeras pruebas de factorial exploratorio con
mayor cantidad de variables discriminaba entre aquellos lazos vin-
culantes que se establecían con la Administración pública y el Estado,
de aquellos establecidos con empresas. Encontrar trabajo a través del
INEM marcaba el primer tipo; pero lo hemos tenido que desestimar por
contar con muy pocos casos y una frecuencia inferior al 2%. Más con-
318
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
ŭĢŭŶāłŶāāũÖāķóŋĿťŋłāłŶāŨŽāƩłÖķĿāłŶāŭāĞÖóŋłŭŶũŽĢùŋÖķāķĢĿĢłÖũ
la variable con pocos casos, y este ha incluido las variables: Tenía una
propuesta de trabajo antes de viajar a España (0,786), Cuando llegó a
España tenía empresarios o agentes locales a quien dirigirse (0,785).
dÖŭùŋŭũāƪāıÖłÖķėžłŶĢťŋùāƑĤłóŽķŋŋÖóŽāũùŋóŋłāĿťũāŭÖŭ̍
Una comprobación de que el AFE está bien realizado es que entre los
factores hay correlaciones muy bajas y a veces no estadísticamente
ŭĢėłĢƩóÖŶĢƑÖŭ̍ŭĤóŽĿťķāłŽłÖùāķÖŭóŋłùĢóĢŋłāŭùāāŭŶāŶĢťŋùāÖł×ķĢ-
sis, la de agrupar variables que tienen que ver mucho entre ellas y poco
con el resto. Debido a que los factores están poco correlacionados entre
ellos, pueden incluirse en una regresión con cierta garantía de que no
habrá multicolinealidad. Este es uno de los cálculos que haremos en el
apartado del análisis de regresiones.
6CDNC
%QTTGNCEKQPGUGPVTGNQUHCEVQTGUFGNC#('ECRKVCNUQEKCN
F1.Atracción 1
F2.EEFD 1
)$VLPLOD 1
)/D]GHE 1
)$FHSW 1
)/D]YLQF 1
319
Roger Campdepadrós Cullell
5HJUHVLRQHVPºOWLSOHVFRQORVIDFWRUHVUHVXOWDQWHVGHO
AFE
Lo primero que veremos es cómo se comportan los factores resultantes
del análisis factorial exploratorio que hemos llevado a cabo en el apar-
tado anterior. Presentamos estos resultados en dos tablas. En la primera
de ellas (7.51) hemos ido añadiendo los factores uno a uno para ver en
qué medida aumenta la cantidad de explicación con cada factor añadido,
ƘťÖũÖƑāũóŌĿŋƑÖũĤÖłķŋŭóŋāƩóĢāłŶāŭùāķŋŭťũĢĿāũŋŭĕÖóŶŋũāŭÖķÖŊÖùĢũ
los siguientes. Los factores se van añadiendo a un primer conjunto de
variables no relacionadas con el capital social y que explican cierta inte-
gración: Tiempo en España, Años de escolarización, Sexo (a partir de la
variable dummy Hombre), y Situación administrativa. Al controlar por
estas variables vemos mejor el efecto del capital social sobre la integra-
ción, que de otro modo aparecería sobredimensionado. En la segunda
tabla (7.52) hemos realizado la regresión para cada una de las regiones
320
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
4GITGUKQPGUFGNQUHCEVQTGUUQDTGGN«PFKEGFGKPVGITCEK±P
321
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.51.
/QFGNQUFGTGITGUK±P1.5FGNQUHCEVQTGUFGECRKVCNUQEKCNUQDTGGN«PFKEGFG
integración
Modelo Modelo Modelo Modelo Modelo Modelo Modelo
1 2 3 4 5 6 7
Estra- Lazo
Persona- Atrac- tegia Acepta- Lazo Vincu-
Asimila-
les ción disper- ción débil lante
ción
sión
&RQVWDQWH
>@ >@ >@ >@ >@ >@ >@
Variables personales
7LHPSRHQ
(VSD±D >@ >@ >@ >@ >@ >@ >@
$±RVGH
HGXFDFL³Q >@ >@ >@ >@ >@ >@ >@
+RPEUH
>@ >@ >@ >@ >@ >@ >@
6LWXDFL³Q
DGPLQLVWUD-
WLYD >@ >@ >@ >@ >@ >@ >@
Factores
-
Atracción
- >@ >@ >@ >@ >@ >@
Estrate- - -
JLDGH
GLVSHUVL³Q - - >@ >@ >@ >@ >@
IDPLOLDU
$FHSWD- - - -
ción - - - >@ >@ >@ >@
/D]RV - - - -
G©ELOHV - - - - >@ >@ >@
/D]RVYLQ- - - - - -
FXODQWHV - - - - - >@ >@
$VLPLODFL³Q - - - - - -
estr. - >@
R2 ajus-
WDGR
E.T.E.
F >@ >@ >@ >@ >@ >@ >@
0XOWLFR
QR QR QR QR QR QR QR
OLQHDOLGDG
322
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Estra- Lazo
Persona- Atrac- tegia Acepta- Lazo Vincu-
Asimila-
les ción disper- ción débil lante
ción
sión
&RPSD-
ración
PRGHORV
Variación
GH5
YDULD-
ción R2
Variación
E.T.E.
YDULD-
ción E.T.E.
)GHOLQFUH-
PHQWR
1OLVWZLVHGHORVPRGHORV /DWDEODPXHVWUDORVFRHƩFLHQWHVEHWDVLQHVWDQGDUL]DUODWGH6WXGHQW
HQWUHFRUFKHWHV\HOQLYHOGHVLJQLƩFDFL³QGHODEHWD !S! !S! S5FRH-
ƩFLHQWHGHGHWHUPLQDFL³Q(7(HUURUWSLFRGHODHVWLPDFL³Q9DULDFL³QGH5 5PRGHORŨ5PRGHOR
9DULDFL³Q5 5PRGHORŨ5PRGHOR 5PRGHOR ORPLVPRSDUD(7()XHQWH(1,
(ODERUDFL³QSURSLD
323
Roger Campdepadrós Cullell
324
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
4GITGUKQPGUFGNQUHCEVQTGUUQDTGGN«PFKEGFGKPVGITCEK±PRQTRC«UGU
ƩłùāóŋĿťũŋðÖũķÖĢłƪŽāłóĢÖùāķŋũĢėāłāłķŋŭĿŋùāķŋŭŨŽāÖłÖķĢơÖł
el impacto del capital social en la integración de los inmigrantes, como
aparece en la tabla 7.52, hemos regresado todos los factores sobre el ín-
dice de integración tantas veces como orígenes, añadiéndolos en forma
de variables independientes dicotómicas. Otra posibilidad era repetir el
mismo modelo inicial para submuestras de población de cada origen,
ťāũŋ Öķ ĞÖóāũķŋ ÖťāłÖŭ ÖťÖũāóĤÖł óŋāƩóĢāłŶāŭ ðāŶÖ ŭĢėłĢƩóÖŶĢƑŋŭ̍ dÖ
ventaja del método que hemos seguido para observar las diferencias
āłŶũā ťÖĤŭāŭ āŭ ŨŽā ĞÖƘ óŋāƩóĢāłŶāŭ ðāŶÖ ðÖŭŶÖłŶā ŭĢėłĢƩóÖŶĢƑŋŭ̍ ķ
ùĢóŋŶŋĿĢơÖũ ŽłÖ ƑÖũĢÖðķā óÖŶāėŌũĢóÖ łŋĿĢłÖķ̇ āķ óŋāƩóĢāłŶā ðāŶÖ ùā ķÖ
región de origen queda referido a la variable ausente, que en este caso
serán el resto de orígenes no incluidos.
NÖƘŨŽāƩıÖũŭāŶÖĿðĢĂłŨŽāłŋĞāĿŋŭĢłóķŽĢùŋāķĕÖóŶŋũóāťŶÖóĢŌł̍1ķ
motivo es que estaba compuesto principalmente por la variable Escala
de aceptación, la cual otorgaba un valor a cada región de origen, y esto
provocaba una alta multicolinealidad cuando ahora hemos introducido
los orígenes como variables independientes. Como nos interesaba ver
el efecto de estos sobre las demás variables y factores, hemos decidido
eludir la inclusión del factor Aceptación.
El primer modelo incluye el impacto de todos los orígenes sobre el ín-
ùĢóāùāĢłŶāėũÖóĢŌł̇ƘƑāĿŋŭŨŽāŶŋùŋŭŭŋłŭĢėłĢƩóÖŶĢƑÖĿāłŶāłāėÖŶĢ-
vos, respecto del ausente, la Unión Europea, que sería el único origen
que tiene un impacto positivo en la integración social. Controlando por
todas las demás variables, los orígenes que favorecen menos la inte-
gración del inmigrante son África del Norte, con 0,71 puntos menos con
respecto a los de la Unión Europea, y África Central y del Sur, con 0,61
325
Roger Campdepadrós Cullell
326
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
Tabla 7.52.
/QFGNQUFGTGITGUK±P1.5FGNQUHCEVQTGUFGECRKVCNUQEKCNUQDTGGN«PFKEGFG
integración por regiones de origen
Orígenes
- - - - - -
UE
- >@ - - - - -
(XURSD - - - - -
Este >@ - >@ - - - -
IULFD - - - - -
1RUWH >@ - - >@ - - -
IULFD - - - - -
&HQWUDO\
6XU >@ - - - >@ - -
327
Roger Campdepadrós Cullell
1OLVWZLVHGHORVVLHWHPRGHORV /DWDEODPXHVWUDORVFRHƩFLHQWHVEHWDVLQHVWDQGDUL]DUODWGH6WX-
GHQWHQWUHFRUFKHWHV\HOQLYHOGHVLJQLƩFDFL³QGHODEHWD !S! !S! S
5FRHƩFLHQWHGHGHWHUPLQDFL³Q(7(HUURUWSLFRGHODHVWLPDFL³Q
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
328
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
5HJUHVLRQHVGHODVYDULDEOHVVREUHHOQGLFHGH
LQWHJUDFL³Q
Una vez regresados los factores, hemos construido otras series de mo-
delos con grupos de variables en lugar de factores. Para ello hemos es-
óŋėĢùŋÖŨŽāķķÖŭƑÖũĢÖðķāŭóŋłķŋŭóŋāƩóĢāłŶāŭĕÖóŶŋũĢÖķāŭĿ×ŭėũÖłùāŭ̍
Hemos ido añadiendo uno a uno grupos de variables que representan
a cada uno de los anteriores factores, lo que nos ha permitido observar
cuanta variabilidad explicaba cada grupo, así como el comportamiento
de determinadas variables al controlarlas por otras. Hemos mantenido
el criterio de introducir los grupos de variables siguiendo una posible
secuencia cronológica del proceso migratorio.
Hay que empezar señalando la inclusión de la variable categórica Re-
gión de origen. Para hacerlo hemos tenido que excluir el PIB per cápita
en 1996, por la alta multicolinealidad que mantienen ambas variables.
Si observamos las F del incremento vemos que los grupos que presen-
ŶÖłŽłĿÖƘŋũÖŽĿāłŶŋùāāƗťķĢóÖóĢŌłŭĢėłĢƩóÖŶĢƑÖŭŋłdÖơŋŭùĂðĢķāŭƘ
Regiones de origen.
El impacto del tiempo en España, del nivel de estudios y de ser hombre
son prácticamente iguales que en los modelos anteriores. En cambio,
al quitar el PIB del país de origen en 1996, la situación administrativa
adquiere importancia. Lo cual nos indica la conveniencia de incluir el
PIB como variable de control.
Tabla 7.53.
Modelos de regresión OLS sobre el índice de integración por grupos de
variables
329
Roger Campdepadrós Cullell
Regiones de origen
UE
YDULDEOHGHUHIH- -
UHQFLD -
(XURSD(VWH
>@
IULFD1RUWH
>@
IULFD&HQWUDO\6XU
>@
/DWLQRDP©ULFD
>@
$VLD&HQWUDO\6XU
>@
330
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
0XOWLFROLQHDOLGDG - - - - - - V
HVWHDIUQ
ODWLQ
(VWUDWHJLD
Comparación 3HUVRQD- /D]R /D]RYLQ- $VLPLOD- 5HJLRQHV
Atracción GLVSHU-
modelo OHV G©ELO FXODQWH ción GHRUJHQ
sión
1OLVWZLVHGHORVVLHWHPRGHORV /DWDEODPXHVWUDORVFRHƩFLHQWHVEHWDVLQHVWDQGDUL]DUODWGH6WXGHQW
HQWUHFRUFKHWHV\HOQLYHOGHVLJQLƩFDFL³QGHODEHWD !S! !S! S5FRH-
ƩFLHQWHGHGHWHUPLQDFL³Q(7(HUURUWSLFRGHODHVWLPDFL³Q9DULDFL³QGH5 5PRGHORŨ5PRGHOR
9DULDFL³Q5 5PRGHORŨ5PRGHOR 5PRGHORORPLVPRSDUD(7(
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
ŋũ ķŋ ŨŽā ŭā ũāƩāũā Öķ ťũĢĿāũ ėũŽťŋ̇ āķ ùā ÖŶũÖóóĢŌł ĕÖĿĢķĢÖũ̇ ĞāĿŋŭ
conservado la variable Emigró por reagrupación familiar, que presenta
ŽłĢĿťÖóŶŋŭĢėłĢƩóÖŶĢƑŋƘłāėÖŶĢƑŋŭŋðũāāķĤłùĢóā̇ĞÖðāũķŋĞāóĞŋùĢŭ-
minuye 0,107 puntos el grado de integración respecto de los que no lo
han hecho. Y también la variable Consiguió el primer trabajo por fami-
liares tiene un impacto negativo en el índice de integración (-0,074). La
atracción familiar hace disminuir el peso de los años de escolarización y
de la situación administrativa.
La estrategia de dispersión familiar hace aumentar la capacidad expli-
cativa del modelo, siendo la F del incremento de 6,977. Está represen-
tada por la variable Tiene planeado traer familiares, que presenta un
impacto negativo, y que hace disminuir 0,105 puntos la integración. Y
también por la variable Contacto telefónico frecuente, que en este caso
hace aumentar la integración 0,084 puntos. Estas dos variables hacen
disminuir el peso del nivel de estudios sobre la integración.
Como avanzábamos, los lazos débiles añaden capacidad explicativa al
modelo, con una F del incremento de 16,875. De este grupo hemos selec-
cionado la variable Un amigo le acogió al llegar, la cual tiene un impacto
positivo en el índice de integración. Contar con un amigo aumenta un
0,158 puntos el índice de integración respecto de los que no han contado
331
Roger Campdepadrós Cullell
332
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
$Q¡OLVLVFDXVDORpath analysisGHOSDSHOGHO
FDSLWDOVRFLDOVREUHODLQWHJUDFL³QGHORV
LQPLJUDQWHV
Como apuntábamos en el apartado metodológico, el sentido del path
analysis es realizar alguna aportación a la teoría a partir de elementos
empíricos. De las hipótesis de trabajo y de los análisis realizados hasta
333
Roger Campdepadrós Cullell
334
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
335
Roger Campdepadrós Cullell
336
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
0RGHOR$Path analysisVREUHXQDYDULDEOHODWHQWHGH
LQWHJUDFL³QVRFLDO
RùāłŶĢƩóÖóĢŌłùāķĿŋùāķŋ̍ÖũÖŋóĞŋƑÖũĢÖðķāŭĿÖłĢƩāŭŶÖư̆Ĵ̛̜̙̆Ĵ͖ː̜
(k)]/2 = [(8+1) (8)]/2 = 72/2 = 36. Tenemos treinta y seis varianzas y co-
varianzas empíricas. Tenemos veintiocho parámetros sobre los cuales
queremos tener información. Con treinta y seis piezas de información
empírica y veintiocho parámetros a calcular resultan ocho grados de
ķĢðāũŶÖù̍ŋũķŋŶÖłŶŋ̇āķĿŋùāķŋāŭŶ×ŭŋðũāĢùāłŶĢƩóÖùŋ̇ķŋŨŽāťāũĿĢŶā
conseguir los parámetros y las varianzas de los errores a partir de la in-
formación proporcionada por la ENI 07.
Ajuste del Modelo A. Por un lado, tenemos que la gran mayoría de los
p-valores de los parámetros de cada tramo de camino del path analysis
āŭĿāłŋũÖˏ̇ːˏƘťŋũķŋŶÖłŶŋŭĢėłĢƩóÖŶĢƑŋ̛ÖŽłłĢƑāķùāóŋłƩÖłơÖùāķ
90%). Por otro lado, todos los índices utilizados muestran que el ajuste
āŭðŽāłŋ̍¦āłāĿŋŭŽł!ĞĢˑŭĢėłĢƩóÖŶĢƑÖĿāłŶāùĢŭŶĢłŶŋùāóāũŋ̍¦āłā-
mos un RMSEA y un SRMR inferiores a 0,05. Y tenemos el CFI y el TLI
superiores a 0,9.
Chi2 =18,444; g.l. = 8; p-valor = 0,0181
SRMR = 0,011 RMSEA
Estimate = 0,014
I.C. 90% = 0,006 – 0,023
P-valor (RMSEA <= 0,05) = 1,000
CFI = 0,986
TLI = 0,953
Ecuaciones estructurales del modelo A:
FEEFD = 0,090 · FACEPT [5,387]*** + 0,992
ELAZF = 0,151 · FACEPT [8,366]*** – 0,023 · FEEFD [-1,343] + 0,977
FASIMIL = 0,087 · FACEPT [5,763]*** – 0,104 · FEEFD [-6,536]*** +
0,069 · ELAZF [4,795]*** + 0,976
337
Roger Campdepadrós Cullell
ς̛͚ͫː̟ˑ̛̜͚ͫː̟ˏ̇ː˒ː̜͚ͫˏ̇˗˕˘͚ˏ̇˘˒ˑˑ
Varianza total = 1- (ς)2 = 1 - 0,93222 = 0,131
El modelo explica un 13,1% de la varianza de la variable latente Integra-
ción social.
338
)TƠEQ
Modelo A. Path diagram sobre variable latente de integración social
0,992
0,004 0,869
Lazos débiles (Y4) Pretigio ocupacional (Z1)
-0,104 0,976 -0,017
0,662
-0,107
0,090
0,002
0,087
339
Aceptación social (X1) Asimilación (Y3) Integración (Y6)
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
0,029 0,218
0,069
0,032
0,151 -0,206
0,648
0,209
Lazos vinc. (Y5) Ingresos/h. (Z2)
-0,023
-0,107
0,580
0,987
Lazos fuertes (Y2)
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD 0,977
Roger Campdepadrós Cullell
Tabla 7.54.
'HGEVQUFKTGEVQUKPFKTGEVQU[VQVCNGUFGNCUXCTKCDNGUFGN/QFGNQ#UQDTGNC
variable latente Integración social
!ŋłāŭŶŋŭũāŭŽķŶÖùŋŭťŋùāĿŋŭóŋłƩũĿÖũķÖŭŭĢėŽĢāłŶāŭóŽāŭŶĢŋłāŭŨŽā
enunciábamos al inicio de este apartado:
La aceptación social y los lazos vinculantes son las únicas variables
que tienen un impacto directo positivo en la integración social de los
inmigrantes, de 0,209 y 0,218 respectivamente. La aceptación social ve
reducido su impacto positivo en su paso por las variables intervinientes
1ŭŶũÖŶāėĢÖùāùĢŭťāũŭĢŌłƘdÖơŋŭĕŽāũŶāŭťŋũŭāťÖũÖùŋ̍dŋƑāĿŋŭũāƪā-
jado en el hecho que los efectos indirectos disminuyen el impacto de
la aceptación social sobre la integración (-0,039). Cuantos menos lazos
fuertes y menos estrategia de dispersión, más integración conseguirán
los inmigrantes. Ahora bien, la Estrategia de dispersión ve reducido su
impacto negativo debido a los efectos indirectos. La atracción familiar,
entre otras, reduce el impacto negativo de la estrategia de dispersión. De
āŭŶÖĿÖłāũÖŋðŶāłāĿŋŭŽłÖťũĢĿāũÖóŋłƩũĿÖóĢŌłùāŨŽāķÖ1ŭŶũÖŶāėĢÖ
de dispersión y los Lazos fuertes, por separado, producen un impacto
negativo en la integración (lo cual se puede comprobar con sus betas, b
= -0,074 y b = - 0,206, respectivamente), pero combinados no presen-
tan incidencia (0,0047).
El análisis causal permite comprobar una proposición de la teoría de
redes; a saber, que desde una mayor posición social se puede sacar más
rendimiento de los lazos débiles y vinculantes. Podemos comprobar
esto si los efectos indirectos de la asimilación, que pasan a través de es-
tos lazos, aumentan la integración. Y, efectivamente, los resultados ob-
tenidos muestran un leve aumento del efecto de la asimilación sobre la
integración a su paso por los lazos vinculantes. Esto indicaría que desde
buenas posiciones se puede sacar más rendimiento a los diferentes tipos
de lazo. Así mismo, los lazos fuertes al pasar por la asimilación también
ven aumentado levemente su impacto.
340
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
0RGHOR%Path analysisVREUHFXDWURYDULDEOHVGHO
QGLFHGHLQWHJUDFL³Q
RùāłŶĢƩóÖóĢŌłùāķĿŋùāķŋ̍ÖũÖùĢāơƑÖũĢÖðķāŭĿÖłĢƩāŭŶÖư̆Ĵ̛̜̙̆Ĵ͖ː̜
(k)]/2 = [(10+1)(10)]/2 = 110/2 = 55. Tenemos cincuenta y cinco varian-
zas y covarianzas empíricas. Tenemos cincuenta y dos parámetros sobre
los cuales queremos tener información. Cincuenta y cinco piezas de in-
formación empírica y cincuenta y dos parámetros a calcular, nos da tres
ėũÖùŋŭùāķĢðāũŶÖù̍ŋũķŋŶÖłŶŋ̇āķĿŋùāķŋāŭŶ×ŭŋðũāĢùāłŶĢƩóÖùŋ̇ķŋŨŽā
permite calcular todos los parámetros.
Ajuste del Modelo B. Por un lado, tenemos que la gran mayoría de los p-
valores de los parámetros de cada tramo del camino del path analysis es
ĿāłŋũÖˏ̇ː̇ƘťŋũķŋŶÖłŶŋŭĢėłĢƩóÖŶĢƑŋ̍ŋũŋŶũŋķÖùŋ̇ŶŋùŋŭķŋŭĤłùĢóāŭ
utilizados muestran que el ajuste es bueno. Exceptuando el Chi2, el resto
ŭŋłŭĢėłĢƩóÖŶĢƑŋŭ̍¦āłāĿŋŭŽłm1ƘŽłmĢłĕāũĢŋũāŭÖˏ̇ˏ˔̍È
tenemos el CFI y el TLI superiores a 0,9.
Chi2 = 0,626; g.l. = 3; p-valor = 0,8906
SRMR = 0,002 RMSEA
Estimate = 0,000
I.C. 90% = 0,000 – 0,010
P-valor (RMSEA <= 0,05) = 1,000
CFI = 1,000
TLI = 1,011
Cálculo de los parámetros modelo B.1
FEEFD = 0,090 · FACEPT [5,387]*** + 0,992
ː !ŋĿŋłŋĞÖƘāŭťÖóĢŋāłāķėũ×Ʃóŋ˖̍˖ťÖũÖũāťũāŭāłŶÖũķŋŭóŋāƩóĢāłŶāŭùāóÖ-
mino de las variables dependientes hacia las dependientes hay que mirarlos en
las ecuaciones estructurales del modelo.
341
)TƠEQ
Modelo B. Path diagram sobre cuatro variables del índice de integración
Roger Campdepadrós Cullell
0,992
Estategia de dispersión (Y1) Pretigio ocupacional (Z1)
0,989
0,008 0,941
-0,104
0,004
Lazos débiles (Y4) 0,722 0,339
0,976
-0,107
0,938
Ingresos/h. (Z2)
0,090
0,087
342
Aceptación social (X1) Asimilación (Y3) 0,156 -0,02
0,029
0,069 Movilidad laboral (Z3) 0,988
0,032
0,151
Lazos vinc. (Y ) 5
-0,023 -0,107 -0,03
-0,05
0,987
0,977 Lazos fuertes (Y2) Condic. vivienda (Z4) 0,966
)XHQWH(1,(ODERUDFL³QSURSLD
7. Influencia de las redes sociales y el capital social...
343
Roger Campdepadrós Cullell
Hemos realizado este otro modelo porque las variables que componen el
índice de integración presentaban comportamientos distintos. En este
vemos que el Prestigio ocupacional y los Ingresos presentan compor-
tamientos bastante parecidos. Ahora bien, la Movilidad laboral muestra
algunas diferencias. La primera es que la Estrategia de dispersión tiene
un impacto positivo en la movilidad laboral, mientras su impacto es
negativo tanto en el prestigio ocupacional como en los ingresos y en las
condiciones de la vivienda. La otra gran diferencia es que la Asimilación
estructural tiene un impacto claramente negativo en la movilidad la-
boral, mientras que en las otras variables dependientes no presenta un
ĢĿťÖóŶŋāŭŶÖùĤŭŶĢóÖĿāłŶāŭĢėłĢƩóÖŶĢƑŋƘ̇ŭĢķŋĕŽāŭā̇ŭāũĤÖĢłÖťũāóĢÖðķā̍
¦ŋùŋāķķŋóŋłƩũĿÖķÖĞĢťŌŶāŭĢŭùāŨŽāķŋŭķÖơŋŭĕŽāũŶāŭłŋĕÖƑŋũāóāłķÖ
promoción o movilidad social del inmigrante, sino que la retrasan o la
impiden.
344
%QPENWUKQPGU
L
a inmigración en España es un fenómeno relativamente recien-
te, que tuvo una marcada aceleración durante el periodo 1990-
2010, a veces duplicándose de un año a otro. Si hay que valorar
las aportaciones de la inmigración en España, en primer lugar,
hay que decir que ha sido importante y necesaria para el funcionamien-
to de la economía. El mercado laboral de una economía en crecimiento
necesitaba mano de obra para sus escalafones más bajos, que los espa-
ñoles íbamos abandonando hacia posiciones superiores con la ayuda de
unos mayores niveles educativos y el apoyo del Estado de bienestar. En
segundo lugar, la inmigración ha contribuido al sustento de la pirámide
ùāĿŋėũ×ƩóÖùāŽłťÖĤŭóŋłŽłÖùāķÖŭŶÖŭÖŭùāłÖŶÖķĢùÖùĿ×ŭðÖıÖùāķ
mundo, mostrándose necesaria, por ejemplo, para el sustento del sis-
tema de pensiones en el futuro. Y, en tercer lugar, está suponiendo un
cambio en la forma de articular la cohesión y la integración sociales. Los
más importantes países receptores de inmigración, como Estados Uni-
dos, Canadá, Alemania, Francia o Reino Unido, se plantean la cohesión e
integración social de los inmigrantes como uno de los más importantes
temas a tratar. El objetivo es que los inmigrantes se puedan desarrollar
en todas las facetas de su persona, no solo la de trabajadores. La me-
jor manera de conseguir la integración social es que los inmigrantes se
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allí puede ayudar a más personas que con la misma cantidad en el país
de destino; lo que explicaría, en parte, que el inmigrante con poca red y
con una estrategia de dispersión tenga igual o más probabilidad de éxito
socioeconómico que el inmigrante con mucha red, lo que se relaciona
con la subhipótesis 1.1.
En cuanto a los orígenes, hay que destacar la existencia de diferentes
patrones de comportamiento para estructuras familiares parecidas.
En primer lugar, hay que decir que, para Europa del Este, de África del
Norte, de Latinoamérica y de Asia Central y del Sur, la presencia de
familiares en España va relacionada con una movilidad descendente,
y su ausencia, con una ascendente. En cambio, hay dos orígenes que
presentan una clara relación positiva entre el número de familiares en
España y el progreso socioeconómico conseguido: la Unión Europea y
África Central y del Sur. Del primero podemos decir que consigue altos
łĢƑāķāŭŭŋóĢŋāóŋłŌĿĢóŋŭťŋũŨŽāƘÖķŋŭŶũÖāùāťŋũŭĤ̇óŋłÖķŶÖóŽÖķĢƩ-
cación educativa y laboral, y de esta manera puede permitirse tener un
grupo familiar numeroso y mantener un nivel socioeconómico medio o
medio-alto. El gran número de familiares no mengua el nivel socioeco-
łŌĿĢóŋĕÖĿĢķĢÖũťŋũŨŽāāķłĢƑāķāùŽóÖŶĢƑŋƘķÖóŽÖķĢƩóÖóĢŌłŋóŽťÖóĢŋłÖķ
de estos también es considerablemente alto y más que restar recursos
los suma. El caso que requiere especial atención es el de África Central
y del Sur, pues son inmigrantes que provienen de algunos de los países
con PIB per cápita más bajo, entonces sí podemos encontrarnos ante un
sistema de organización grupal, de lazos fuertes, solidario, que permite
o alienta el avance de los exponentes más activos, evitando lastrarles
su promoción. Finalmente, Latinoamérica, como ha sucedido con otros
aspectos, es el origen que se distribuye de forma más uniforme por los
ùĢĕāũāłŶāŭťāũƩķāŭ̇ŨŽāāŭŽłŋùāķŋŭĢłùĢóÖùŋũāŭĿ×ŭŽŭÖùŋŭāłķÖðĢ-
bliografía para medir la integración de un colectivo.
Es posible que el lapso de tiempo que hemos tenido en cuenta, de entre
tres y siete años, no permita ver el efecto de conseguir mayor integra-
ción gracias a mantenerse juntos y apoyarse en el grupo étnico y fami-
liar, que es lo que Portes y sus colaboradores detectaron para segundas
generaciones de los grupos étnicos más discriminados. Para saber en
qué medida en España se reproduce dicho fenómeno habría que estudiar
las segundas generaciones, análisis que no puede acometerse con los
datos de la ENI 07, que se ciñen a la primera generación de inmigrantes.
5. El análisis factorial ha aportado dos formas de representar los lazos
fuertes: la atracción familiar y la estrategia familiar de dispersión. La
primera de ellas incluía la presencia de familiares en España antes de
la emigración del entrevistado, así como el apoyo prestado por estos.
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un impacto positivo sobre la integración a no ser que se combine con
la estrategia de dispersión (subhipótesis 1.1), con asimilación (subhi-
pótesis 1.2) y con los lazos débiles. En general, la atracción disminuye
la capacidad explicativa de los modelos de regresión, lo que indica el
papel ambiguo y difuso de la red familiar en el proceso de integración
del inmigrante. Efectivamente, toda la bibliografía demuestra que la red
familiar juega un papel, pero hay muchos otros factores que inciden en
la integración y que interaccionan con la red familiar, por lo que no es
sencillo establecer de forma clara y directa a través de las regresiones
cuál es el papel que esta desempeña.
La segunda forma de representar los lazos fuertes es con la estrategia de
ùĢŭťāũŭĢŌłĕÖĿĢķĢÖũ̍dķÖĿÖũķÖơŋŭĕŽāũŶāŭÖŽłÖŭũāķÖóĢŋłāŭėāŋėũ×ƩóÖ-
mente tan distantes puede suponer cierta contradicción, pero aporta-
ciones como las de la teoría de redes sociales, la del transnacionalismo,
ķÖŭŋķĢùÖũĢùÖùóĢũóŽłŭóũĢŶÖƘķÖóŋłƩÖłơÖāƗĢėĢðķāÖƘŽùÖłÖũāŭŋķƑāũķÖ̍1ķ
ťũĢłóĢťÖķŋðıāŶĢƑŋùāāŭŶÖāŭŶũÖŶāėĢÖāŭùĢƑāũŭĢƩóÖũķÖŭĕŽāłŶāŭùāĢłėũā-
sos de la unidad familiar sita en el país de origen, por lo que podemos
deducir cierta fortaleza en la relación. El factor Estrategia de dispersión
tiene un impacto negativo sobre el índice de integración. Y su importan-
óĢÖŭāũāƪāıÖāłŨŽāĞÖóāÖŽĿāłŶÖũķÖóÖťÖóĢùÖùāƗťķĢóÖŶĢƑÖùāķŋŭĿŋùā-
los. Por otro lado, la estrategia de dispersión y la asimilación estructural
están relacionadas negativamente. Esto se debe, principalmente, a que
una mayor orientación y preocupación por el país de origen seguramen-
te haga que se dedique menos tiempo y energía a entrar en los círculos
autóctonos y, viceversa, la entrada en círculos autóctonos seguramente
haga disminuir el interés o la dedicación hacia los familiares del país de
origen.
6. Otra de las importantes conclusiones es la incidencia positiva de la
interacción entre atracción familiar y estrategia de dispersión en los ni-
veles de integración, lo cual da respuesta a la subhipótesis 1.1. El análisis
de regresión múltiple nos ha permitido ver algo que el análisis bivariado
no mostraba, esto es, que la estrategia de dispersión hace aumentar
el impacto de la atracción familiar sobre el índice de integración. La
atracción familiar es más efectiva si detrás hay organizada cierta estra-
tegia familiar de dispersión que si no la hay y, viceversa, la estrategia
de dispersión familiar es más efectiva con cierto apoyo en destino que
sin él. Es cierto que la dispersión puede producir más incumplimiento
de la norma de ayuda mutua al no poder sancionar este. Y también es
cierto que un gran número de lazos fuertes en muchas ocasiones está
suponiendo un lastre. Por este motivo, no extraña ver que la dispersión
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