Los Poemas de Arismendi

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LOS POEMAS DE ARISMENDI

(1996)
I

Los que navegan


Las mulas
y los bueyes de remonta
van por tierra
“Ave María Sanchera”
en lo que fue un hato
Me gusta el sitio
y la gente que va a los corrales
Al paso
recoge
lo íngrimo del viento
la sombra en fila
Busca un alto en la sabana
para fundar
en zancos las casas
Al margen de los sueños
de un río.
II

Uno sin tiempo llama


al corazón
por los que andaban
temprano
Pasamos las horas más juntos
y solos en el día
Volver a las tomas
tapear
los cangrejos
Recoger las aguas del verano
Sonar de un golpe
una madera seca
para que las reses beban
la claridad del cielo
III

En la brevedad del cuento


la tierra
donaron media legua
de terreno
monte ralo y sabana
Traen vacas y otros animales

Abrieron un libro de nacimiento


sin fecha hoy bajo este rapio de sol
quedamos establecidos y cada uno
de nosotros
pone su corazón
y de ella el agua
y todos los animales
son nuestros
IV

Cuando llueva estaremos llegando


al hueso
de subir agua
a la tanquilla que el viento
vacía
Siempre falta un animal
que la tierra cobra en los lamederos
Dios es tan ínfimo
en la soledad de un hombre
que silba
con la boca seca
V

Remonta un bongo
hasta Arismendi
con los quesos de un mes
de ordeño
Los que duermen la noche
en la barranca
llaman
con pesadez
Solicitan viajes o encomiendas
Abordan verduras o animales
Un hombre mordido de culebra
Todos van los lunes al puerto
antes del amanecer
Compra venden hacen trueque
sus jornales
Hay un fulgor
en el gastado retrato
que la gente va dejando
VI

Junto con los animales se vive


se tasa el aire
y el atajo
La carne seca
no tiene olor de res
La vaca se levanta
y vuelve a andar el alma
Lo que acerca a Dios
no lo apartes
Cantaba mi madre
VII

Solo en la sombra de esta osamenta

Un cementerio en la sabana
estribos y una punta de lanza
dan señas
que tuvieron cuerpo en la tropa
Están entre huesos cruzados
Los cráneos enteramente cobrizos
y el cielo muy azul
Vale pensar el miedo
en ese día
de la vida de estos muertos
VIII

Van escoteros
de pocos trapos y alguna encomienda
familiar quesos carne seca
Van escoteros para el sueño
alguna pensión algún pariente
alberga
Temerosos
guardan fila
Compran
Viajan y se sorprenden
en el retorno a la tierra
que es ancha al corazón
X

Brilla el ojo de un animal


Oculto
del ojo oblicuo del cazador
El animal y el hombre
se esconden
de los temores de ambos
Santos días
de una sola carne roja
permisible
XI

Toda la tierra tiene amo


Alambre
en la cintura
por donde rompe el viento
XII

Dios en el aire de la casa


y en la claridad del cielo
La lluvia
tiene espacios blancos
Reposa esta edad madura y firme

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