Amparo 1492-2020 Conflicto Colectivo
Amparo 1492-2020 Conflicto Colectivo
Amparo 1492-2020 Conflicto Colectivo
1492-2020
I) Integrada con los suscritos magistrados, de conformidad con los números de actas
cuarenta y cinco guion dos mil diecinueve (45-2019) de fecha once de octubre de dos mil
diecinueve, cuarenta guion dos mil veinte (40-2020) de fecha doce de octubre de dos mil
veinte y cincuenta guion dos mil veintiuno (50-2021) de fecha doce de octubre de dos mil
veintiuno, correspondientes a las sesiones extraordinarias de la Corte Suprema de Justicia,
con fundamento en el artículo 2 de la Constitución Política de la República de Guatemala,
el artículo 71 de la Ley del Organismo Judicial y de la Opinión Consultiva emitida por la
Corte de Constitucionalidad el ocho de octubre de dos mil diecinueve, expediente cinco
mil cuatrocientos setenta y siete guion dos mil diecinueve (5477-2019). II) Se tiene a la
vista para dictar sentencia el amparo solicitado por el INSTITUTO GUATEMALTECO DE
SEGURIDAD SOCIAL -IGSS-, en contra de la SALA PRIMERA DE LA CORTE DE APELACIONES
DE TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL. El compareciente actúa bajo el auxilio del abogado
Fernando Haroldo Santos Recinos.
ANTECEDENTES
A) Lugar y fecha de interposición del amparo: Juzgado de Paz Penal de Faltas de Turno del
municipio y departamento de Guatemala el quince de octubre de dos mil veinte.
B) Acto reclamado: auto de fecha veintidós de abril de dos mil diecinueve proferido por la
Sala Primera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, que declaró con
lugar la apelación planteada por Diana Aracely Ramírez Córdova, en contra del de fecha
tres de febrero de dos mil diecisiete dictado por el Juzgado Undécimo de Trabajo y
Previsión Social del departamento de Guatemala [actualmente pluripersonal] que declaró
sin lugar la reinstalación solicitada por la apelante en contra del Instituto Guatemalteco de
Seguridad Social -IGSS-; en consecuencia revocó el fallo apelado.
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A) De lo expuesto por el amparista y de los antecedentes del amparo se resume lo
siguiente: a) ante el Juzgado Undécimo de Trabajo y Previsión Social del departamento de
Guatemala [actualmente pluripersonal] Diana Aracely Ramírez Córdova, promovió
diligencias de reinstalación en contra del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social -
IGSS-; al respecto expuso que con fecha veinte de diciembre de dos mil dieciséis se dio por
finalizada la relación de trabajo en forma verbal del cargo de educadora de salud en el
Consultorio del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social del municipio de Villa Nueva,
sin haberse solicitado la autorización judicial para dar por terminada la relación laboral a
pesar de estar prevenido el empleador de no hacerlo dentro del Conflicto Colectivo
número 01091-2009-00577; b) el órgano jurisdiccional de primer grado mediante auto de
fecha tres de febrero de dos mil diecisiete declaró sin lugar la solicitud de reinstalación, al
considerar que la solicitante pretendía la restitución dentro del conflicto colectivo 01091-
2009-00577, en el cual figuraba como emplazante el Sindicato General de Empleados de la
División de Inspección Patronal del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social -
SIGEDIIGSS- cuyas prevenciones solo protegían al citado gremio, el cual es distinto al de
la diligenciante, por lo que no podía arrogarse esa protección; c) la incidentante
inconforme con lo resuelto por el Juzgado a quo planteó recurso de apelación, el que fue
declarado con lugar por la autoridad impugnada en auto del veintidós de abril de dos mil
diecinueve [acto reclamado], en consecuencia revocó el conocido en alzada al haber
considerado que las disposiciones establecidas en los artículos 379 y 380 del Código de
Trabajo, eran protectoras del trabajador en sus intereses colectivos, por lo que acogió la
reinstalación pretendida por la trabajadora; d) el Instituto Guatemalteco de Seguridad
Social -IGSS- interpuso el amparo que ahora se resuelve, porque la autoridad cuestionada
al emitir el acto reclamado vulneró sus derechos fundamentales, toda vez que al resolver
omitió las argumentaciones que realizó el día de la vista, relativo a que Diana Aracely
Ramírez Córdova no pertenecía al Sindicato General de Empleados de la División de
Inspección Patronal del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social -SIGEDIIGSS- por ende
la protección no la abarcaba, configurándose entonces una sentencia injusta; e) petición
concreta: solicitó que se otorgue el amparo, se le restituya en sus derechos vulnerados y
se deje sin efecto la resolución señalada como acto reclamado.
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C) Remisión de antecedentes: primera instancia: formato digital que contiene las partes
conducentes de la reinstalación número 01173-2017-01419 del Conflicto Colectivo
número 01091-2009-00577 del Juzgado Undécimo de Trabajo y Previsión Social del
departamento de Guatemala [actualmente pluripersonal]. Segunda instancia: disco
compacto que contiene las partes conducentes del expediente de apelación número
01173-2017-01419 de la Sala Primera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión
Social.
B) Diana Aracely Ramírez Córdova, tercera interesada, no evacuó la audiencia que le fue
conferida.
CONSIDERANDO
-I-
De la naturaleza del amparo: con fundamento en el artículo 265 del texto constitucional y
el segundo considerando de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad, se instituye como una garantía contra la arbitrariedad de un acto,
disposición, resolución o ley de autoridad, con carácter de extraordinaria y subsidiaria, con
el fin de proteger a las personas contra amenazas de violación a sus derechos o como un
restaurador, en caso la infracción ya hubiese ocurrido. No hay ámbito que no sea
susceptible de amparo y procederá siempre que los actos, resoluciones, disposiciones o
leyes de autoridad lleven implícitos una amenaza, restricción o violación de los derechos
que la Constitución Política de la República de Guatemala y las leyes garantizan.
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por los tribunales ordinarios de justicia que desconozcan o violen los derechos
sustanciales y fundamentales. No obstante, el juez de amparo carece de carácter,
condición ordinaria o común, para intervenir en cuestiones relacionadas con conflictos
intersubjetivos ajenos a los derechos elementales, que resuelven cuestiones de mera
legalidad porque corresponde a la competencia exclusiva de los órganos de la jurisdicción
ordinaria. De esa cuenta, el amparo, como medio protector, garante de los derechos que
la normativa constitucional y demás leyes reconocen a las personas, opera como contralor
de las actuaciones de los órganos jurisdiccionales, a efectos de que éstos se ajusten a los
preceptos constitucionales, pero no los sustituye en sus respectivas jurisdicciones ni actúa
como un recurso de conocimiento, para discernir un asunto que ya agotó sus instancias o
sus vías de impugnación y fiscalización, cuando no se evidencia violación al debido
proceso; ya que, tal garantía constitucional, por su naturaleza subsidiaria y extraordinaria,
no puede subrogar la potestad judicial ordinaria, si por su medio se pretende la revisión
de los criterios y estimaciones valorativas, porque implicaría crear una instancia revisora
de lo resuelto, lo que está expresamente prohibido por el artículo 211 Constitucional.
-II-
Esta Cámara estima oportuno mencionar que el aspecto toral radica en determinar si
Diana Aracely Ramírez Córdova al no pertenecer al Sindicato General de Empleados de la
División de Inspección Patronal del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social -
SIGEDIIGSS-, le eran aplicables las prevenciones decretadas oportunamente en aquel
conflicto colectivo. Así las cosas, el artículo 1 numerales 1º y 2º inciso b) del Convenio 98
de la Organización Internacional del Trabajo -OIT-, en relación a la aplicación de los
principios del Derecho de Sindicalización y de Negociación Colectiva, preceptúa: «1. Los
trabajadores deberán gozar de una adecuada protección contra todo acto de
discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación con su empleo. 2.
Dicha protección deberá ejercerse especialmente contra actos que tenga por objeto: a) …
b) despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier otra forma a causa de su afiliación
sindical o de su participación en actividades sindicales fuera de las horas de trabajo o, con
el consentimiento del empleador, durante las horas de trabajo...». Por su parte el artículo
379 del Código de Trabajo determina que desde el momento en que se entregue el pliego
de peticiones al Juez respectivo, se entenderá planteado el conflicto para el solo efecto de
que patronos y trabajadores no puedan tomar la menor represalia uno contra el otro; tal
precepto tiene como fin principal evitar represalias para las partes, a efectos de garantizar
el ejercicio de sus derechos y evitar despidos arbitrarios. La norma relacionada, no hace
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distinción respecto a qué contratos les es aplicable tal disposición (por tiempo indefinido,
a plazo fijo u obra determinada) por lo que debe entenderse que dicha protección es un
beneficio para todas las modalidades de contratos de trabajo establecidos en la legislación
laboral. También el artículo 380 del Código de Trabajo preceptúa: «…toda terminación de
contratos de trabajo de empresa en que se ha planteado el conflicto, aunque se trate de
trabajadores que no han suscrito el pliego de posiciones o que no se hubieren adherido al
conflicto respectivo, debe ser autorizada por el juez quien tramitará el asunto en forma de
incidente y sin que la resolución definitiva que se dicte prejuzgue sobre la justicia o
injusticia del despido…», [el resaltado es propio]; en la norma referida, el legislador
dispuso un procedimiento breve [el incidente] para que el patrono interesado obtenga
autorización para dar por terminada una relación laboral en caso de que se encuentre
emplazado por el planteamiento de un conflicto colectivo de carácter económico social.
Asimismo, constituye doctrina legal de la Corte de Constitucionalidad el criterio relativo a
que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 380 del Código de Trabajo, al
encontrarse emplazada la autoridad empleadora, todos los trabajadores se encuentran
protegidos por las prevenciones que derivan del conflicto colectivo instaurado, sin
exclusión alguna; además, se ha insistido en el hecho que no es factible crear un principio
de discriminación entre los empleados que forman parte del Sindicato o Comité Ad Hoc
emplazante y los que no pertenecen a este, dado que aquella norma es clara al indicar que
debe obtenerse autorización para poder decidir toda terminación de contratos de trabajo,
aunque se trate de trabajadores que no hubieren suscrito el pliego de peticiones o que no
se adhirieron al conflicto de que se trate. En ese sentido se ha pronunciado la referida
Corte en sentencias de tres de junio y veintiséis de agosto de dos mil diecinueve y cuatro
de junio de dos mil veinte, dentro de los expedientes 590-2019, 2017-2019 y 350-2020,
respectivamente. Así las cosas, cuando el patrono está emplazado en un conflicto
colectivo de carácter económico social, debe solicitar autorización judicial para toda
terminación de contrato de trabajo conforme al artículo ibídem, no como un simple
requisito, sino que tal solicitud debe sustentarse en una argumentación fáctica y jurídica
que conduzca razonablemente a evidenciar que su proceder no entraña amenaza alguna
contra el trabajador, porque al no hacerlo, provocaría la presunción general de que la
intención de despido tenga como objeto causar dicha represalia.
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prevenido a no dar por terminada ninguna relación laboral sin la debida autorización
judicial, por lo que se la Sala cuestionada al proferir el acto reclamado por el cual no
acogió los alegatos hechos valer por el hoy postulante durante la sustanciación de la
apelación respectiva en el momento que evacuó la vista, no causó ningún agravio que
amerite su reparación por vía del amparo, por cuanto actuó dentro del ámbito de sus
facultades legales, y además porque desde el momento de encontrarse emplazada la
autoridad empleadora, todos los trabajadores se encuentran protegidos por las
prevenciones que derivan del conflicto colectivo instaurado sin exclusión alguna; pues no
es factible crear un principio de discriminación entre los empleados que forman parte del
Sindicato emplazante y los que no pertenecen a este al no haber suscrito el pliego de
peticiones o que no se adhirieron al conflicto de que se trate; en tal virtud esta Cámara
avala el análisis intelectivo de la Sala reprochada.
Aunado a lo anterior es notorio que los argumentos fácticos del interponente van
encaminados a que se revise el acto señalado como reclamado, lo que no es procedente,
en virtud que el amparo no es una instancia revisora de lo resuelto por los tribunales y
acceder implicaría desvirtuar su naturaleza, ya que, como se ha reiterado en varios fallos,
en el amparo se enjuicia el acto reclamado, pero no se puede entrar a valorar o estimar
las proposiciones de fondo, porque de conformidad con el artículo 203 de la Constitución
Política de la República de Guatemala, esta atribución corresponde con exclusividad a los
tribunales de justicia ordinarios. Acoger la pretensión del solicitante, sería sustituir al Juez
del proceso en la función que legalmente tiene atribuida, lo que no es procedente, salvo
violación constitucional. Por esas razones el amparo solicitado resulta ser notoriamente
improcedente.
-III-
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LEYES APLICABLES
POR TANTO
Sergio Amadeo Pineda Castañeda, Magistrado Vocal Sexto, Presidente Cámara de Amparo
y Antejuicio; Nery Osvaldo Medina Méndez, Magistrado Vocal Segundo; Vitalina Orellana
y Orellana, Magistrada Vocal Tercera; Josué Felipe Baquiax, Magistrado Vocal Quinto.
Dora Lizett Nájera Flores, Secretaria de la Corte Suprema de Justicia.