Expediente 1052-2013
Expediente 1052-2013
Expediente 1052-2013
INCONSTITUCIONALIDAD GENERAL
PARCIAL EXPEDIENTE 1052-2013
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD, INTEGRADA POR LOS MAGISTRADOS
ROBERTO MOLINA BARRETO, QUIEN LA PRESIDE; GLORIA PATRICIA
PORRAS ESCOBAR, ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE, HECTOR HUGO
PEREZ AGUILERA, CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ DE COLMENARES Y JUAN
CARLOS MEDINA SALAS: Guatemala, cinco de agosto de dos mil catorce.
Para dictar sentencia, se tiene a la vista la acción de inconstitucionalidad
general parcial promovida por la entidad Cámara Guatemalteca de la Educación,
por medio del Presidente de la Junta Directiva, Mario Rafael Arriaga Martínez
objetando los artículos 151 y 152 del Decreto 10-2012 del Congreso de la
República de Guatemala, Ley de Actualización Tributaria. La accionante actúo con
el auxilio del profesional que la representa y de los abogados Gabriel Orellana
Rojas y Juan Luis Soto Monterroso. Es ponente en el presente caso el Magistrado
Vocal II, Alejandro Maldonado Aguirre, quien expresa el parecer de este Tribunal.
ANTECEDENTES
I. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA IMPUGNACIÓN
Lo expuesto por la accionante se resume: A) Denuncia la inconstitucionalidad del
artículo 151 del Decreto 10-2012 del Congreso de la República de Guatemala, Ley
de Actualización Tributaria –el cual reformó el numeral 1º., del artículo 8º. de la
Ley del Impuesto al Valor Agregado, que refiere las exenciones específicas– que
establece que no deben cargar el impuesto en sus operaciones de venta, como
tampoco en la prestación de servicios, las siguientes personas: “1. Los centros
educativos públicos y privados, en lo que respecta a la matricula de inscripción,
colegiaturas y derechos de examen, de los cursos que tengan autorizados por la
autoridad competente”, por estimar que: i) tal precepto viola el principio de
supremacía constitucional señalado en los artículos 44, tercer párrafo, 175 y 204
de la Constitución Política de la República de Guatemala, al contradecir
flagrantemente la exención constitucionalmente establecida a favor de los centros
educativos privados respecto de “toda” clase de impuestos y arbitrios que está
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para los centros educativos privados como “centros de cultura”, razón por la cual
el legislador tributario, al determinar la exención del impuesto al valor agregado
para aquellos establecimientos educativos –en lo que respecta a la matrícula de
inscripción, colegiatura y derechos de examen, de los cursos que tengan
autorizados por la autoridad competente–, se ajusta al principio de legalidad
establecido en el artículo 239 del Magno Texto, porque exime de la carga tributaria
a aquellas actividades de los centros educativos que tienen relación directa con su
naturaleza de centros de cultura; iii) la norma constitucional en mención –artículo
73– condiciona la exención que confiere a los centros educativos privados, a su
naturaleza de centros de cultura, por lo que, pretender hacer extensiva dicha
liberación de obligaciones tributarias a otro tipo de actividades de naturaleza
lucrativa y no cultural, desvirtúa el sentido y propósito del legislador constituyente;
por lo tanto, la disposición contenida en el numeral 1º. del artículo 8º. de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado, reformado por el artículo 151 de la Ley de
Actualización Tributaria, es conforme con aquella disposición del artículo 73 antes
referido. En ese sentido, la disposición impugnada es coherente con el principio de
legalidad y la jurisprudencia constitucional puesto que el legislador, conforme al
poder tributario, emite tal normativa acorde a la seguridad jurídica, justicia y
equidad tributaria, al no incluir dentro de la relacionada exención, actividades tales
como librerías, servicio de transporte, tiendas, venta de calzado y uniformes,
internet, imprentas y otras actividades que realicen los centros educativos
privados, en virtud que estas no son propias de un centro de cultura; además, en
las exenciones no hay derechos adquiridos como alega la Cámara accionante,
sino que el constituyente o legislador, según sea el caso, las deroga, pues se trata
de privilegios y beneficios fiscales que se han concedido a ciertas actividades o
sujetos, a fin de estimular o promover un sector o un asunto de interés nacional,
pero no por ello puede interpretarse que la intención es conceder a perpetuidad
tales privilegios o beneficios porque ello, eventualmente, atentaría contra el
principio de igualdad, también constitucionalmente reconocido; iv) el crédito fiscal
es parte del mecanismo de liquidación del impuesto al valor agregado, por lo que
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es absurdo pensar que si los centros educativos pagan este impuesto por las
actividades lucrativas, no les aplicará o no tendrán derecho al crédito fiscal e, igual
de contradictorio resulta que, a pesar que no se pague tal impuesto, el fisco debe
reconocer derecho al crédito fiscal; como consecuencia, la norma impugnada no
adolece de vicio de inconstitucionalidad porque no limita la aplicación del derecho
al crédito fiscal a ningún contribuyente, únicamente clarifica que sólo le asiste tal
derecho a quienes efectivamente han pagado el impuesto en mención. C) La
Superintendencia de Administración Tributaria expresó que: i) cuando el
artículo 73 de la Constitución Política de la República de Guatemala otorga la
exención de toda clase de impuestos y arbitrios a los centros educativos privados,
como centros de cultura, lo hace con relación a su función primordial de impartir
educación, por lo que, cualquier otra actividad distinta a esta no debe de gozar de
tal privilegio. La razón primordial de otorgar la exención de toda clase de
impuestos y arbitrios a los centros de cultura o centros educativos privados,
contenida en el artículo constitucional antes indicado, es porque la educación es
una institución que forma parte de los derechos humanos sociales; ii) la entidad
accionante no explica en ningún momento por qué el artículo 151 del Decreto 10-
2012 del Congreso de la República de Guatemala viola normas constitucionales,
en virtud que tal normativa no está imponiendo o estableciendo impuesto alguno;
iii) los argumentos que hace valer la entidad accionante carecen de razonamiento
lógico jurídico y, además, el efecto de declarar la inconstitucionalidad de la norma
impugnada sería expulsarla del ordenamiento jurídico, lo cual no le traería ningún
beneficio a quienes pagan por su educación o por la de sus familiares, y tampoco
a la entidad accionante sino que lo único que se lograría es que desapareciera la
norma que acepta el derecho al crédito fiscal en los casos, condiciones y
actividades reguladas en el artículo 152 del Decreto 10-2012 del Congreso de la
República. Solicitó que la acción de inconstitucionalidad general parcial sea
declarada sin lugar. D) El Ministerio Público indicó que: i) el argumento que
formula la accionante para impugnar el artículo 151 de la Ley de Actualización
Tributaria no refleja las violaciones que denuncia, ya que, precisamente, conforme
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dos Cámaras del Congreso, de que (la expedición de) una ley se encuentra dentro
del poder que se le delegó o es necesario y conveniente a su ejercicio.” (Caso
United States contra Five Gambling Devices, Survivors). Otros tribunales, como el
alemán o el francés, reconocen igual principio de favor a la legitimidad
constitucional, en tanto, del análisis, no surja una posición diferente en un caso
específico. El Tribunal Constitucional de España, al efecto, asentó: “La presunción
de constitucionalidad de normas con rango de ley no puede desvirtuarse sin un
mínimo de argumentación y no caben impugnaciones globales y carentes de
una razón suficientemente desarrollada.” Sentencia cuarenta y tres / un mil
novecientos noventa y seis (43/1996). En las sentencias once / un mil novecientos
ochenta y cuarenta y tres / un mil novecientos noventa y seis (11/1981 y 43/1996),
señaló la obligación de los reclamantes de “colaborar con la justicia del Tribunal en
un pormenorizado análisis de las graves cuestiones que se suscitan.” (El
énfasis es añadido por esta Corte).
- III -
En el presente caso, Cámara Guatemalteca de la Educación promueve
acción de inconstitucionalidad general parcial contra los artículos 151 y 152 del
Decreto 10-2012 del Congreso de la República de Guatemala, Ley de
Actualización Tributaria, los cuales contienen reformas al numeral 1º. del artículo
8º. y al primer párrafo del artículo 16, ambos de la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, respectivamente.
Denuncia la solicitante que tales normas violan el preámbulo y los artículos
2º., 3º., 4º., 15, 44, tercer párrafo, 73, 118, 119, literales a) y b), 175 primer parte,
204, 239 y 243 de la Constitución Política de la República de Guatemala. Los
argumentos sobre las violaciones denunciadas quedaron reseñados en el
apartado de fundamentos jurídicos de la impugnación, de esta sentencia.
Respecto de los motivos jurídicos en que descansa la presente acción
constitucional, esta Corte se pronunciará, en primer término, sobre el
cuestionamiento del artículo 151 del Decreto 10-2012 del Congreso de la
República de Guatemala, Ley de Actualización Tributaria, denunciado como
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inconstitucional por la supuesta violación a los artículos 2º., 3º., 15, 118 y 119,
literales a) y d), y el principio de supremacía constitucional consagrado en los
artículos 44, tercer párrafo, 175, primera parte y 204, todos de la Constitución
Política de la República de Guatemala. En seguida, la Corte pasará al examen de
la impugnación del artículo 152, también del Decreto 10-2012 del Congreso de la
República de Guatemala, Ley de Actualización Tributaria, por la denuncia de
transgresión al Preámbulo y los artículos 4º., 73, 118 y 119, literal d).
A) Artículo 151 impugnado
Con relación al artículo 151 del Decreto 10-2012 del Congreso de la
República, el argumento inicial gira en torno a la afirmación de que el artículo 151
impugnado viola el principio de supremacía constitucional establecido en los
artículos 44, tercer párrafo, 175, primera parte y 204, en armonía con el artículo
73, todos de la Constitución Política de la República de Guatemala, por
contradecir flagrantemente la exención de toda clase de impuestos y arbitrios,
contenida en la última disposición citada, determinada a favor de los centros
educativos privados, y porque, a su juicio, del texto de la norma impugnada se
desprende que la amplia exención antes relacionada ha quedado arbitrariamente
limitada a la matrícula de inscripción, las colegiaturas y los derechos de examen,
con agravante de reducirla a los cursos que aquellos tengan autorizados por la
autoridad competente.
Por otro lado, señala que la norma impugnada –artículo 151– contradice el
Preámbulo y los artículos 2º., 3º. y 15 constitucionales, al afectar el valor
“seguridad”, y conculcar en perjuicio de los centros educativos privados, derechos
adquiridos expresamente como resultado de la exención tributaria establecida a
favor de los mismos en el artículo 73 del Magno Texto.
También refiere que el artículo 151 objetado viola los principios rectores de
la actividad económica del Estado, según lo dispuesto en los artículos 118 y 119,
literales a) y d), tomando en cuenta que, conforme al artículo 73 de la Constitución
Política de la República, la exención establecida a favor de los centros educativos
privados, por decisión expresa del legislador constituyente, se considera necesaria
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per se y, como tal, deja de ser un acto meramente discrecional, aplicable a casos
futuros cuando sea necesaria.
En primer plano, por relevancia enunciativa de los valores y principios del
orden jurídico, debe examinarse la denuncia de vulneración del Preámbulo de la
Constitución Política de la República de Guatemala. Al respecto, esta Corte ha
determinado que dicho pórtico contiene una declaración de principios en la que se
expresan los valores que los constituyentes plasmaron en el texto, incluyendo,
además, una invocación que solemniza el mandato recibido y el acto de
promulgación de la Norma Fundamental. Tiene gran significación en orden a las
motivaciones constituyentes, pero no contiene una norma positiva ni sustituye la
obvia interpretación de disposiciones claras. Podría, eso sí, tomando en cuenta su
importancia, constituir fuente de interpretación ante dudas serias sobre alcance de
un precepto constitucional. En cualquier circunstancia, se haría necesario ubicar
explícitamente el o los elementos principistas contenidos en el Preámbulo y, luego,
hacer la comparación técnica que revele que la disposición impugnada lo o los
contraviene.
Al efectuar el examen sobre la procedencia de los motivos jurídicos en que
se apoya la impugnación del artículo 151 del Decreto 10-2012 del Congreso de la
República de Guatemala –Ley de Actualización Tributaria–, y la supuesta
transgresión que provoca al artículo 73 constitucional, es necesario resaltar que el
numeral 1º. del artículo 8º. de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, reformado
por el artículo 151 objetado, regula el régimen de las exenciones específicas para
los contribuyentes que generen el pago de dicho impuesto, prescribiendo que no
deben cargarlo en sus operaciones de ventas, como tampoco en la prestación de
servicios: “Los centros educativos públicos y privados, en lo que respecta a
la matrícula de inscripción, colegiaturas y derechos de examen, de los
cursos que tengan autorizados por la autoridad competente.”(El resaltado es
la disposición específicamente cuestionada).
En cuanto a las exenciones como base de recaudación, José Carlos
Bocchiardo en la obra “Tratado de Tributación”, citando a Villegas, refiere que
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artículo 73 del Magno Texto, en armonía con los artículos 4º., 44, 175, 204, 239 y
243 constitucionales, por infringir los principios de igual protección, supremacía
constitucional, equidad tributaria y de legalidad, en virtud de haber establecido una
discriminación expresa en perjuicio de los centros educativos privados, al
excluirlos de la exención antes señalada.
Consideraciones anteriores respecto del citado artículo 151 impugnado, son
atinentes al caso del 152, ambos de la Ley de Actualización Tributaria, por lo que
deben tenerse por expresados en esta análisis.
Con relación a párrafos precedentes, se aprecia que --como es usual en los
planteamientos de inconstitucionalidad-- se invoquen normas de la Constitución
que contienen el principio de constitucionalidad, o sea de su supremacía. Lo
necesario del ejercicio dialéctico que señala la confrontación entre la norma
ordenadora o de protección y las normas de desarrollo es la formulación de una
tesis que demuestre de qué manera se ha producido la infracción denunciada.
Esa situación sucede cuando se invocan artículos que contienen principios
constitucionales (como lo son los invocados por la postulante), los cuales, por su
universalidad y generalidad, no basta que se mencionen sino se hace necesario
que se puntualicen los contrastes que pudieran demostrarse entre la norma
principista y la situación concreta denunciada.
Así las cosas, esta Corte aprecia que existe una deficiencia técnica
contenida en tales argumentaciones, pues la accionante omitió efectuar el
razonamiento jurídico necesario y suficiente que incluya el análisis comparativo
entre las normas impugnadas con las constitucionales que señala como violadas,
cuya enunciación generalizada y principista, obvia para cualquier situación,
requiere que se exprese en concreto y de manera argumental de qué manera
protegen las actividades que el legislador las estimó ajenas y distintas de las
puntualmente exentas de cargas tributarias que el resto de la sociedad tiene que
pagar. De ahí que sólo aludidas las disposiciones constitucionales, sin parificación
a la o las normas legales cuestionadas, no sustituye la indispensable formulación
de tesis argumental que se exige como requisito de fondo para entrar a al examen
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