Cs. Sociales
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Estas son las cuales cuyo genoma ha sido modificado mediante ingeniería genética, para
introducir uno o varios genes nuevos o para modificar la función de un gen propio.
Como consecuencia de esta modificación, la semilla transgénica muestra una nueva
característica, dando como resultado una planta con características únicas.
Algunos de los objetivos que engloban el para qué sirven estas semillas son:
Un método para mejorar las semillas comunes, y así obtener mejor calidad en plantas ha
sido la selección y los cruzamientos, complementados con técnicas citogenéticas y
mutagénesis artificial, buscando determinar su genotipo, y generando mejoras externas
como el fenotipo, para que se adapten a las distintas necesidades del hombre, las cuales
son:
Aumentar rendimiento y calidad.
Muchos grupos científicos han mejorado y adaptado las semillas a distintas condiciones
para lograr obtener “Semillas Transgénicas”. Unas de las importantes personas que
intervinieron en este proceso fueron Gregor Mendel y Wilhelm Johansen, los cuales en
1909 nombraron al término “gen” dentro de las leyes. Este término se comenzó a
implementar por agricultores en sus cultivos en la primera parte del siglo XX, ya que
gracias a que los investigadores descubrieron que se podían obtener mutaciones en el
ADN de las plantas, a través de agentes mutágenos físicos o químicos.
Algunos de los países más importantes que utilizan las semillas transgénicas para su
propio beneficio son:
Brasil. 5. India.
Argentina. 6. Paraguay.
Soberanía Alimentaria
¿Qué es la soberanía alimentaria?
¿Cuál es su objetivo?
Su objetivo es la protección del mercado doméstico contra los productos excedentarios,
productos que exceden o sobrepasas a la cantidad necesaria o establecida, que se venden
más baratos en el mercado internacional y contra la práctica del dumping, venta por
debajo de los costos de producción.
Esta utiliza políticas agrarias nacionales, medidas de protección del mercado interno y
estrategias para prevenir el dumping (políticas agrarias nacionales, protección del
mercado interno, prevención del dumping, apoyo a la agricultura sostenible, control
sobre las semillas y recursos genéticos y regulación del comercio internacional).
Para llevarla a cabo esta soberanía se logra mediante la implementación de políticas que
priorizan la producción local de alimentos, regulan las importaciones y protegen a los
agricultores locales de la competencia desleal en el mercado global.
La soberanía alimentaria se relaciona con las semillas, ya que las semillas adquirieron
un interés estratégico en el desarrollo de la agricultura global. En este trabajo se
analizan estos procesos en Argentina y se discuten diversos dispositivos desarrollados
en el país vinculados con esta temática. En particular la ley de semillas y los diversos
intentos por modificarla; las disputas por el cobro de regalías y los contratos bilaterales
entre Monsanto y productores se concluye por un lado que todo avance de la lógica de
apropiación y eliminación de derechos de los agricultores a la resiembra pone en riesgo
nuestra soberanía alimentaria. Por otro lado, se hace necesario un nuevo modelo
agroalimentario basado en la agroecología, con eje en la producción de alimentos sanos
y culturalmente apropiados y en el cuidado de la biodiversidad y los recursos naturales.iii
¿Cómo es en Argentina?
En las últimas décadas, el agro argentino ha sufrido cambios significantes como la
expansión de la agricultura en áreas ganaderas, la desregulación económica y la
adopción del modelo de producción basado en la soja. Estos cambios han llevado a la
centralización de la producción agroalimentaria, afectando la vida de pequeños
productores y reflejando una reorganización territorial en el contexto de la globalización
neoliberal. El articulo examina como estos cambios impactan en el acceso a la
alimentación, influenciados por factores sociales, políticos, económicos y culturales. iv
Guardadores de Semillas
¿Quiénes son?
La práctica de guardar semillas es tan antigua como la agricultura misma, con orígenes
que se remontan a unos 10.000 años, cuando las primeras comunidades humanas
comenzaron a domesticar plantas. Este conocimiento fue transmitido de generación en
generación, estableciendo las bases de la agricultura. En aquellos tiempos, guardar
semillas no solo era una responsabilidad agrícola, sino también una práctica conectada
con la espiritualidad y la cosmovisión de las comunidades. Sin embargo, el concepto de
"guardador de semillas" como figura específica es más reciente, surgiendo en el siglo
XXI en las comunidades latinas. Este término responde a la necesidad de proteger y
valorar las prácticas tradicionales frente a la globalización y la agricultura industrial,
aunque no se conoce la fecha exacta de su origen.