El Principio Vicario. Por Qué y para Qué Murió Cristo
El Principio Vicario. Por Qué y para Qué Murió Cristo
El Principio Vicario. Por Qué y para Qué Murió Cristo
Gabriel Ferrer
Yolanda Rodríguez
Ediciones Berea
Catalogación en la publicación. Ediciones Berea.
El principio vicario: Por qué y para qué murió Cristo /
Ferrer Ruiz, Gabriel – Rodríguez Cadena, Yolanda. Ediciones Berea. 2024.
Barranquilla, Colombia.
99 páginas, Ilustraciones.
Incluye referencias bibliográficas.
Tamaño: 9,8 MB
ISBN: 978-628-96168-6-6
1. Escatología
Ediciones Berea
Primera Edición:
Agosto de 2024
ISBN 978-628-96168-6-6
Diseño y Diagramación:
Ministerio Berea Barranquilla
Portada:
Ministerio Berea Barranquilla
El contenido de esta edición no puede ser copiado ni reproducido parcial o totalmente, sin
autorización de sus autores y de la editorial. Las citas bíblicas son tomadas de la versión Reina-
Valera 1960 TM ® (RVR60) de Sociedades bíblicas unidas, a menos que se indique lo contario. Las
palabras en negrita, dentro de los versículos, indican que son resaltados de los autores; y los
términos en hebreo y griego en corchetes dentro de los versículos son agregados de los autores.
INTRODUCCIÓN ................................................................................... 5
INTRODUCCIÓN
El principio vicario nació en el corazón del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo y fue decidido en el consejo divino de la gloriosa Trinidad, cuando
determinaron crear al hombre y a la mujer. El principio vicario es el
resultado de la sabiduría excelsa de Dios que planeó una descendencia
viva, santa multiplicada eternamente.
En este poderoso libro El principio vicario: Por qué y para qué murió
Cristo, el lector tendrá la certeza y la convicción de que la obra vicaria
de Cristo tiene como fin último la descendencia santa, viva, multiplicada
eternamente, por los siglos de los siglos, de generación en generación,
que alabará a Dios en espíritu y en verdad en el Reino Eterno,
inconmovible, glorioso y poderoso, preparado por el Rey para sus ríos
de adoradores.
Berea 6
¿Qué es el principio vicario?
CAPÍTULO 1
¿QUÉ ES EL PRINCIPIO VICARIO?
Uno de los pasajes que hace énfasis en la sustitución que Cristo llevó a
cabo por nosotros es Isaías 53: 4-6:
4
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros
le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
5
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo
de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
6
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino;
mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Tabla 1
Cristo nuestro sustituto
Berea 6
¿Qué es el principio vicario?
16
Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia
de Abraham.
17
Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser
misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los
pecados del pueblo.
18
Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a
los que son tentados.
11
Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por
el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta
creación...”
Tabla 2
Berea 8
¿Qué es el principio vicario?
Berea 10
¿Qué es el principio vicario?
CAPÍTULO 2
EL PRINCIPIO VICARIO Y LA OBRA REDENTORA DE CRISTO
Berea 12
El Principio vicario y la obra redentora de Cristo
Ahora bien, se podría objetar que el Señor es Dios y por ello encarnó
de esta manera. Pero esto contraviene las dos naturalezas del Señor
Jesús, quien fue cien por ciento hombre y cien por ciento Dios. Negar
que Cristo fue cien por ciento humano y que como hombre venció la
tentación y la muerte, es invalidar su obra redentora, porque la Biblia
dice que fue necesario que Él fuera en todo semejante a sus hermanos
(Heb 2: 17); por ello, es llamado el postrer Adán (1 Co 15: 45).
4
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros
le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
5
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo
de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
6
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su
camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
1
Para un estudio profundo de la Perversa, ver: Ferrer, R., Rodríguez, Y. (2023). Los nombres de la
Perversa https://www.ministeriobereabarranquilla.com/palabra-profetica
Berea 14
El Principio vicario y la obra redentora de Cristo
20
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es
hecho.
21
Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la
resurrección de los muertos.
22
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán
vivificados.
23
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de
Cristo, en su venida.
Cristo resucitó glorificado y ascendió al Cielo para que todos los que se
arrepienten de sus pecados, creen y permanecen en Él puedan hacer
lo mismo. De esta manera, también opera la sustitución o el principio
vicario.
Berea 16
El Principio vicario y la obra redentora de Cristo
20
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas
hechas, de modo que no tienen excusa.
21
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron
gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue
entenebrecido.
22
Profesando ser sabios, se hicieron necios…
6
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos,
y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio
también a su marido, el cual comió, así como ella.
18
Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo,
hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.
19
Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito
está: El prende a los sabios en la astucia de ellos.
20
Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.
2
… para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas
las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre,
y de Cristo,
3
en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del
conocimiento.
Dios hizo la creación con su sabiduría; así lo afirma el Salmo 104: 24:
“¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con
sabiduría; / La tierra está llena de tus beneficios.” (Cf. Job 38: 36-37; Pr
3: 19; 30: 3-4).
Berea 18
El Principio vicario y la obra redentora de Cristo
4
… porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los
pecados.
5
Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; / Mas
me preparaste cuerpo.
6
Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
7
Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, / Como en el
rollo del libro está escrito de mí.
Ahora bien, Cristo encarnó, tomó cuerpo, se hizo siervo, pero nació
santo y vivió santo, nunca pecó, ¿Cómo podría entonces hacer algo
para quitar el pecado de todos los seres humanos, si Él mismo no tenía
pecado?
Pero hay algo más: ¿Cuál era la manera como el pecado podía ser
quitado de en medio?
3
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne…
Sin embargo, hay algo más: Cristo al morir solucionó el problema del
pecado, pero ¿Cómo se solucionaría la muerte que es la paga del
pecado? ¿Cómo se eliminaría la muerte en los seres humanos?
Berea 20
El Principio vicario y la obra redentora de Cristo
5
Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así
también lo seremos en la de su resurrección…
31
Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho,
y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas,
y ser muerto, y resucitar después de tres días.
16
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó;
17
y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.
18
Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron.
19
Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de
conmiseración de todos los hombres.
20
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es
hecho.
30
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios
sabiduría, justificación, santificación y redención;
31
para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
Berea 22
El Principio vicario y la obra redentora de Cristo
3
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a
Jesucristo, a quien has enviado.
4
Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
5
Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo
antes que el mundo fuese.
24
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén
conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde
antes de la fundación del mundo.
26
y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, /
Que apartará de Jacob la impiedad.
27
Y éste será mi pacto con ellos, / Cuando yo quite sus pecados.
28
Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en
cuanto a la elección, son amados por causa de los padres.
29
Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.
Berea 24
El Principio vicario y la obra redentora de Cristo
30
Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero
ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos,
31
así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia
concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia.
Pablo utiliza una bella metáfora para ilustrar esta relación entre la Iglesia
e Israel con el árbol de olivo y sus ramas; dice que el Señor es el buen
olivo, los gentiles son las ramas del olivo silvestre, la humanidad; los
judíos son las ramas naturales que pertenecen al buen olivo, pero por
su incredulidad fueron desgajadas, arrancadas. Los gentiles que se
convirtieron y pasaron a ser la Iglesia, siendo ramas del olivo silvestre,
fueron injertados contra naturaleza en el buen olivo. Leamos Romanos
11: 16-19:
16
Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa,
también lo son las ramas.
17
Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has
sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica
savia del olivo,
18
no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz,
sino la raíz a ti.
19
Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado.
Figura 1
Los gentiles e Israel.
25
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis
arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento
en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles…”.
Cuando Pablo dice “hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles”,
se está refiriendo a cuando se convierta el último gentil que formará
parte de la Iglesia, pues es necesario que se complete esta nación
santa, lo cual está a punto de acontecer y cuando ocurra, sonará la
trompeta para el Arrebatamiento.
Berea 26
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
CAPÍTULO 3
EL PRINCIPIO VICARIO Y LAS PROMESAS ETERNAS PARA LOS
HIJOS DE DIOS
15
Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
16
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que
hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
17
Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
¿Por qué entonces la Biblia afirma que el Señor Jesucristo obtuvo todo
después de consumar su obra redentora? (Heb 2: 7-9). La Biblia nunca
se contradice, por tanto, la respuesta a la pregunta es la siguiente: Por
su pecado, Adán perdió lo que Dios le había dado, la descendencia
Cristo venció como hombre para que los seres humanos que se
conviertan en hijos de Dios, al recibirle y creer en Él, puedan recibir la
herencia eterna, incorruptible, incontaminada e inmarcesible; leamos 1
Pedro 1: 3-4:
3
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande
misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de
Jesucristo de los muertos,
4
para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los
cielos para vosotros,
Uno de los objetivos del principio vicario es que el ser humano reciba
salvación, naciendo de nuevo en Cristo Jesús (1 P 1: 3), por cuanto
Cristo resucitó; y al volverse hijos de Dios, el creyente recibe la herencia
incorruptible, incontaminada e inmarcesible, como dice 1 Pedro 1: 4,
Berea 28
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
que son las promesas de los pactos, pues Cristo vino a cumplir el Nuevo
Pacto, mediante el cual confirmó dichas promesas (Ro 15: 8), a fin de
que las recibamos cuando seamos como Él, sin pecado y sin muerte,
cuando seamos transformados y tengamos el cuerpo a la semejanza de
la gloria suya, como dice Filipenses 3: 21:
21
el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante
al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo
todas las cosas.
Esta promesa futura de que Dios sea nuestro Padre y nosotros sus hijos
atraviesa todas las Escrituras; también aparece con la expresión “Ellos
serán mi pueblo y yo seré su Dios”, en tiempo futuro; detengámonos un
poco en esta promesa observando algunos pasajes de la Biblia (Ferrer
y Rodríguez, 2021, pp. 503-508):
- Jeremías 24: 7:
7
Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por
pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón.
- Jeremías 31: 1:
1
En aquel tiempo, dice Jehová, yo seré por Dios a todas las familias de Israel, y
ellas me serán a mí por pueblo.
33
Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,
dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a
ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Berea 30
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
23
Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas
sus rebeliones; y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los
limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios.
26
Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y
los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre.
27
Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me
serán por pueblo.
- Romanos 9: 23-26:
23
y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de
misericordia que él preparó de antemano para gloria,
24
a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino
también de los gentiles?
25
Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, / Y a
la no amada, amada.
26
Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, / Allí serán llamados
hijos del Dios viviente.
En el versículo 24, Pablo dice que tanto los judíos como los gentiles,
nosotros, tenemos la promesa de ser llamados pueblo de Dios y que el
Señor sea nuestro Dios; seremos hijos del Dios viviente; esto es en el
Reino Eterno para todos los salvos; pero la Iglesia tendrá esta bendición
el día del Arrebatamiento.
- 2 de Corintios 6: 14-18:
14
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo
tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
15
¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
16
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el
templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, / Y seré su
Dios, / Y ellos serán mi pueblo.
17
Por lo cual, / Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, / Y no toquéis
lo inmundo; / Y yo os recibiré, /
18
Y seré para vosotros por Padre, / Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el
Señor Todopoderoso.
Berea 32
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
- Hebreos 8: 10
10
Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel / Después de aquellos
días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, / Y sobre su corazón las
escribiré; / Y seré a ellos por Dios, / Y ellos me serán a mí por pueblo…
1
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra
pasaron, y el mar ya no existía más.
2
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios,
dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
3
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará
con ellos como su Dios.
Juan reitera la promesa del Señor que encontramos en Ezequiel 37: 26-
27. Solamente en el Reino Eterno, reino de vida, se cumplirá la promesa
de que todos los salvos en Cristo sean hijos de Dios directos y para
siempre, porque Dios es Dios de vivos y no de muertos; esto le
respondió el Señor a los saduceos, pero ellos no entendieron esta
verdad poderosa. El Señor Jesucristo les enseñó que vendrá un tiempo
sin muerte, un tiempo eterno de vida, un reino sin muerte, un reino lleno
de vida, donde gobernará el Dios de la vida, el Dios que es Dios de vivos
porque la muerte nunca estuvo en sus planes; pero el pecado del
hombre la introdujo en la creación; no obstante la muerte nunca pudo ni
podrá truncar los planes, propósitos y promesas de Dios los cuales
fueron puestos por Él dentro de pactos eternos bajo juramento por Sí
mismo, para sacar a la luz la vida y la inmortalidad por el Evangelio (2
Ti 1: 10) que el Hijo de Dios reveló a su tiempo, pero que estaba
planeado desde antes de la fundación del mundo por el glorioso Dios
Trino.
4
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá
más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Berea 34
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
1
Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de
júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la
desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová.
2
Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas;
no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.
3
Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu
descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.
4
No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás
afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de
tu viudez no tendrás más memoria.
5
Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu
Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
25
Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual,
pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud.
26
Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.
27
Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz; Prorrumpe en
júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto; Porque más son los hijos de la
desolada, que de la que tiene marido.
28
Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.
Berea 36
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
19
La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro
del velo,
20
donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para
siempre según el orden de Melquisedec.
9
y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus
sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de
todo linaje y lengua y pueblo y nación;
10
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la
tierra.
Es impactante ver que Dios nos otorga esta promesa del gobierno, con
reinado y sacerdocio, y es el mismo Cristo quien nos hace recibir dicha
promesa, mediante el principio vicario. Jesús entró como sumo
19
Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la
sangre de Jesucristo,
20
por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
21
y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
22
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los
corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
En este pasaje se afirma que a través de Cristo podemos entrar al Lugar
Santísimo; y esto se ha interpretado solamente como nuestra entrada
al Cielo; pero el contenido de la promesa es mayor, pues el Señor está
afirmando que, así como Él es Sumo Sacerdote, nosotros también; ya
que en el Antiguo Testamento, únicamente los sumos sacerdotes tenían
acceso al Lugar Santísimo; y en Hebreos 10: 19 dice que tenemos
libertad para entrar.
28
Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del
Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también
os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Berea 38
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
12
Y pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, para piedras memoriales
a los hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos delante de Jehová sobre
sus dos hombros por memorial.
32
A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le
confesaré delante de mi Padre que está en los Cielos.
9
Les ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el
sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.
Es necesario que nos detengamos en este punto, por cuanto dice que
Aarón y sus hijos tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Esto se
reitera en Éxodo 40: 13-15:
13
Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás,
para que sea mi sacerdote.
14
Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas;
15
y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les
servirá por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones.
11
Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el
pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote,
según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
12
Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley;
13
y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar.
14
Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada
habló Moisés tocante al sacerdocio.
Berea 40
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
Dice Pablo que con Cristo se levantó un sacerdote distinto, que no fue
constituido conforme a la Ley del mandamiento acerca de la
descendencia, refiriéndose a la herencia del sacerdocio de Aarón en
sus hijos y en sus generaciones subsiguientes. Y esto aconteció porque
Cristo, como Sumo Sacerdote eterno según el orden de Melquisedec,
no tuvo genealogía, ni padre, ni madre, por cuanto es Dios. Hebreos 7:
2 al 3 dice:
2
a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa
primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz;
3
sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida,
sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
16
no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia,
sino según el poder de una vida indestructible.
La pregunta que surge es, ¿por qué Cristo fundó un nuevo sacerdocio?
El mismo libro de Hebreos nos responde la pregunta; leamos Hebreos
7: 23:
23
Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no
podían continuar…
18
Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y
vino;
19
y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los Cielos
y de la tierra;
20
y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio
Abram los diezmos de todo.
Berea 42
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
pacto será en el Reino Eterno, por causa del sumo sacerdote de los
bienes venideros, Jesucristo, según el orden de Melquisedec. Este
orden sacerdotal fue profetizado en el Salmo 110: 4; leamos:
4
Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre Según el orden
de Melquisedec.
24
mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
25
por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a
Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
26
Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado
de los pecadores, y hecho más sublime que los Cielos;
27
que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer
primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto
lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
28
Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del
juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.
1
Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo
sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los Cielos,
2
ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y
no el hombre.
3
Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios;
por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer.
4
Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún
sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;
5
los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le
advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las
cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.
Berea 44
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
10
Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas
las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase
por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
11
Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual
no se avergüenza de llamarlos hermanos,
12
diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la congregación te
alabaré.
13
Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de nuevo: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.
20
Así ha dicho Jehová: Si pudiereis invalidar mi pacto con el día y mi pacto con la
noche, de tal manera que no haya día ni noche a su tiempo,
21
podrá también invalidarse mi pacto con mi siervo David, para que deje de tener
hijo que reine sobre su trono, y mi pacto con los levitas y sacerdotes, mis ministros.
22
Como no puede ser contado el ejército del Cielo, ni la arena del mar se puede
medir, así multiplicaré la descendencia de David mi siervo, y los levitas que me
sirven.
El Señor habla del Nuevo Pacto, del pacto eterno, el cual es imposible
que se invalide, como es imposible que se invalide el pacto del Señor
con la creación que hizo en Edén y que ratificó en el Pacto Noémico. El
Señor dice que nunca faltará la descendencia de David para reinar
sobre Israel, lo cual forma parte del Pacto Davídico; pero tampoco se
puede invalidar el pacto con los levitas y sacerdotes, sus ministros,
refiriéndose a las promesas del sacerdocio perpetuo; en el versículo 22,
el Señor reitera la multiplicación de la descendencia de David y la de los
Berea 46
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
8
Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para
holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo.
9
Y la descendencia de ellos será conocida entre las naciones, y sus renuevos en
medio de los pueblos; todos los que los vieren, reconocerán que son linaje bendito
de Jehová.
6
Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis
llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes.
7
En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus
heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo
gozo.
Berea 48
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
1
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de
corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
2
a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios
nuestro; a consolar a todos los enlutados;
3
a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de
gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán
llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
Estas son las mismas palabras que el Señor Jesucristo citó al inicio de
su ministerio; leamos Lucas 4 del 16 al 21:
16
Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga,
conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
17
Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar
donde estaba escrito:
18
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
1
Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que
salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha.
2
Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto
un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará.
3
Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano
del Dios tuyo.
Berea 50
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
verán nuestra justicia y todos los reyes verán la gloria del Señor en
nosotros. Y agrega Isaías la promesa del nombre nuevo que nos será
puesto, que la boca de Jehová nombrará; se cumple aquí la promesa
del Señor Jesucristo, cuando dijo que confesará nuestro nombre delante
del Padre. ¡Qué poderoso y glorioso es saber que el Señor pronunciará
nuestro nombre por la eternidad! Cuando subamos en el Arrebatamiento
lo pronunciará, cuando estemos en la Nueva Jerusalén lo pronunciará
delante del Padre; cuando estemos en el Mileno nos llamará por el
nombre nuevo, cuando nos dé las órdenes del servicio como reyes y
sacerdotes; y por todo el Reino eterno escucharemos nuestro nombre
nuevo en la boca del Dios Todopoderoso; porque el Señor ha dicho que
nuestros nombres nuevos serán de gozo; leamos Jeremías 33: 9:
9
Y me será a mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria, entre todas las
naciones de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago; y temerán y
temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré.
¡Aleluya! Por cuanto seremos los primeros hijos de Sion, los primeros
hijos de Dios directos, nuestros nombres nuevos serán de gozo, de
alabanza, de alegría para nuestro Rey en medio de todas las naciones
de la Tierra. Pronto llegará nuestro doble gozo y nuestra doble alegría;
pronto viene el Rey con todas sus promesas para darlas al que venciere
26
Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre
las naciones,
27
y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como
yo también la he recibido de mi Padre…
Berea 52
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
28
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y
sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los Cielos, y en todas
las bestias que se mueven sobre la tierra.
Nótese el orden de las promesas de este Pacto Edénico que Dios hace
con Adán: la primera promesa es la de la descendencia santa, cuando
dijo “fructificad y multiplicaos”; ya hemos dicho que esta promesa le fue
dada a la Iglesia en Apocalipsis 2: 7, cuando habla de comer del árbol
de la vida; en segundo, lugar, en Génesis 1: 28 se reitera la promesa de
la descendencia cuando dice “llenad la tierra”, pero también Dios da la
promesa de la heredad de la tierra, relacionada con dichas promesas
de la descendencia y del gobierno, la cual aparece en Génesis 1: 28,
cuando dice “sojuzgar y señorear”. Vamos a detenernos en estos dos
mandatos: “sojuzgad” y “señoread”.
El diablo creyó que era más sabio que Dios y, al enterarse de que todo
había sido puesto bajo los pies del primer Adán, que el Señor le había
dado el gobierno, la autoridad y dominio sobre todo, el diablo ideó y
ejecutó el plan de engañarlo y hacer que Adán pecara con la
desobediencia; de esta manera, el pecado y la muerte entraron a Adán
y este quedó bajo la esclavitud del diablo, pasó a ser siervo y Satanás
pasó a ser su señor; con esto, todo lo que Dios le dio al primer hombre
pasó a estar bajo el dominio de Satanás. El ser humano quedó
destituido de la gloria de Dios y perdió toda autoridad sobre la creación;
desde ese momento toda la descendencia de Adán, que es la
humanidad multiplicada durante estos 6000 años, no ha podido
gobernar, sino que Satanás ha sido el príncipe de este mundo (Jn 12:
31; 14: 30; 16: 11; Ef 2: 2). Esto explica la historia de las naciones, sus
gobiernos marcados por el pecado, la injusticia, la muerte, el dolor, las
guerras, por la lucha por el poder en todos los países del mundo. El ser
humano ha creído que puede gobernar las naciones sin Dios y sin la
Palabra de Dios; ha negado a Dios, se ha levantado contra Dios y se ha
levantado contra su Palabra, la Biblia; por eso es que se han aprobado
leyes, como el aborto, en contra de la Palabra de Dios.
Berea 54
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
el mundo; pero la Iglesia santa sin mancha y sin arruga ejercerá ese
gobierno, ese dominio, esa autoridad que nunca había podido tener el
ser humano; y esto se debe a que la Iglesia santa será resucitada y
glorificada; la naturaleza pecaminosa, el viejo hombre, saldrá para
siempre de nuestros cuerpos y la muerte será absorbida en victoria por
la vida eterna. Al no tener más pecado ni muerte, recuperaremos la
capacidad de sojuzgar, de señorear, de gobernar, de dominar, de
ejercer la autoridad, y por eso a la Iglesia santa, formada por los que
perseveran hasta el fin, tendrá esta poderosa promesa.
La pregunta que es necesario que nos hagamos es: ¿Por qué la Iglesia
santa, resucitada y glorificada podrá recuperar el dominio, la autoridad,
el gobierno que perdió el primer Adán? La respuesta se encuentra en
Cristo el segundo Adán; veamos:
Por causa de ser totalmente santo, de nunca haber sido esclavo del
pecado, de la Perversa (la naturaleza de pecado), Cristo venció la
muerte, por cuanto esta es la paga del pecado personal y Cristo nunca
lo tuvo; no obstante, sí cargó de manera sustituta (de manera vicaria) el
4
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?
5
Le has hecho poco menor que los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra.
6
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste debajo de sus pies:
7
Ovejas y bueyes, todo ello,
Y asimismo las bestias del campo,
8
Las aves de los cielos y los peces del mar;
Todo cuanto pasa por los senderos del mar.
28
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y
sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los Cielos, y en todas
las bestias que se mueven sobre la tierra.
Se aprecia cómo en el Salmo 8, David se refiere a Adán cuando fue
creado y Dios lo mandó a señorear, dominar, sobre la creación y puso
todo bajo sus pies, pues David dice en los versículos 5 al 8 del Salmo
8:
Berea 56
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
5
… Y lo coronaste de gloria y de honra.
6
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus
pies:
7
Ovejas y bueyes, todo ello,
Y asimismo las bestias del campo,
8
Las aves de los Cielos y los peces del mar;
Todo cuanto pasa por los senderos del mar.
Pero sabemos que Adán pecó; por tanto, cuando dice en el Salmo 8
versículo 4, “Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
/ Y el hijo del hombre, para que lo visites?”, aquí se está refiriendo a
cuando Dios visitó a la humanidad con la primera venida de Cristo, el
segundo Adán, pues antes del pecado cuando el primer Adán
señoreaba, no tenía hijos, los tuvo después del pecado. David habla de
“el hijo del hombre”, refiriéndose a la descendencia caída del primer
Adán; lo que David dice es algo como: ¿Qué es la humanidad, la
descendencia de Adán para que el Señor la hubiera visitado en su
primera venida? Ciertamente no somos nada ni nadie, y no merecemos
nada. El autor del libro de Hebreos se refiere a esto mismo, cuando cita
el Salmo 8 de David; leamos Hebreos 2: 5-9:
5
Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos
hablando;
6
pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo:
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
O el hijo del hombre, para que le visites?
7
Le hiciste un poco menor que los ángeles,
Le coronaste de gloria y de honra,
Y le pusiste sobre las obras de tus manos;
8
Todo lo sujetaste bajo sus pies.
Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero
todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.
9
Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús,
coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por
la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
(i) El primer Adán fue hecho poco menor que los ángeles, y Cristo
también fue hecho poco menor que los ángeles cuando encarnó
en un ser humano.
(ii) El primer Adán, antes del pecado, fue coronado de gloria y de
honra; cuando Dios lo puso a sojuzgar y señorear sobre la
creación; es decir, cuando Dios sometió todo bajo sus pies, le dio
el dominio sobre todo, lo puso a reinar y gobernar. Cristo, como
segundo Adán en su encarnación, fue coronado de gloria y de
honra, cuando resucitó glorificado venciendo a la muerte; y de
esta manera venció al pecado, pues mató al pecado en su carne,
cuando cargó todo el pecado de la humanidad. Cuando Cristo
venció la muerte, obtuvo todo lo que era del primer Adán y obtuvo
el derecho de sojuzgar y señorear sobre la creación; es decir,
someter todo bajo sus pies, tener dominio sobre todo, reinar y
Berea 58
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
5
Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos
hablando;
9
Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús,
coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por
la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
Berea 60
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
8
Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada
dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean
sujetas.
En este versículo 8, dice que todo fue sujetado a Cristo como segundo
Adán y dice que nada dejó que no sea sujeto a Él, pero luego se agrega
que todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas a Cristo. ¿A
qué se refiere esto? Se está refiriendo a que todavía no ha venido el
gobierno de Dios a esta Tierra, y este gobierno llegará con la Segunda
Venida de Cristo, y se ejercerá durante los mil años, El Reino Milenial,
con la Iglesia, cumpliéndose la promesa de Apocalipsis 2: 26, cuando
dice que el que venciere recibirá autoridad sobre las naciones. Durante
estos mil años es que todo será sujeto a Cristo como segundo Adán, a
través de la Iglesia resucitada y glorificada, porque Cristo como Dios
tiene dominio y a Él se le sujeta todo. Lo que dice el autor de Hebreos
es que es necesario que lo que Cristo tomó, lo cual es el dominio y la
autoridad como segundo Adán, como hombre, lo ejerzan los seres
humanos, y esto acontecerá en el Milenio; en este Reino Milenial no
habrá autoridad ni gobierno humano caído, ejercido por la raza adámica
como ha ocurrido durante miles de años. Con la segunda venida de
Cristo, se eliminarán todos los gobiernos humanos que hasta el
momento ha habido en toda la Tierra, cesará el gobierno humano
Berea 62
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
22
y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas
a la Iglesia,
23
la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
18
… y él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, él que es el principio, el
primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
19
por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud…
19
y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
según la operación del poder de su fuerza,
20
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en
los lugares celestiales,
21
sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se
nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
22
y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas
a la Iglesia,
4
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
5
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos),
6
y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús…
Berea 64
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
3
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
Dios nos ha dado toda bendición en los lugares celestiales a través del
principio vicario, de la obra redentora en Cristo, por su resurrección en
la cual se manifestó la supereminente grandeza de su poder, y la
operación del poder de su fuerza. Y este infinito poder fue manifestado
a nosotros, su Iglesia; volvamos a leer Efesios 1: 19-20:
19
y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
según la operación del poder de su fuerza,
20
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en
los lugares celestiales,
18
Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el
siglo, eternamente y para siempre.
27
y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el Cielo,
sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos
los dominios le servirán y obedecerán.
Berea 66
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
18
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la
potestad [gr. exousia] de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí,
perdón de pecados y herencia entre los santificados.
Estos dos pasajes nos enseñan que, al tener todo Cristo, la primera que
recibirá la capacidad y potestad de señorear y sojuzgar, como Adán al
principio, es LA IGLESIA, por cuanto el Señor es su cabeza y a Él están
sometidas todas las cosas. Y esto acontecerá cuando la Iglesia santa,
sin mancha y sin arruga sea resucitada, transformada y arrebatada, por
cuanto ese día saldrá para siempre de nosotros la muerte y la carne de
pecado; ese día tendremos nuestros cuerpos glorificados, seremos
5
Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos
hablando; 6 pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo:
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
O el hijo del hombre, para que le visites?
7
Le hiciste un poco menor que los ángeles,
Le coronaste de gloria y de honra,
Y le pusiste sobre las obras de tus manos;
8
Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada
dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean
sujetas.
9
Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús,
coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por
la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
2
Consideramos que la epístola a los Hebreos fue escrita por el apóstol Pablo, por las semejanzas
temáticas con sus otras cartas.
Berea 68
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
10
Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas
las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase
por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
27
Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas
las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él
todas las cosas.
28
Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo
se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
Berea 70
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
11
Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual
no se avergüenza de llamarlos hermanos…
29
Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos
conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos
hermanos.
30
Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también
justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.
31
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
32
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”
Berea 72
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
siendo Dios, pero como hombre, de manera sustituta, heredó todo para
otorgarlo a los glorificados; y la promesa principal es la de la
descendencia santa multiplicada eternamente.
18
Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos
primicias de sus criaturas.
22
sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén
la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,
23
a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a
Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,
Berea 74
El principio vicario y las promesas eternas para los hijos de Dios
24
a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que
la de Abel.
Estos primogénitos inscritos en los cielos son los gloriosos, los cuales
se libraron del cuerpo de muerte, de la Perversa vieja naturaleza de
pecado, el viejo hombre, pues ahora están en la Nueva Jerusalén, con
un cuerpo provisional, esperando la resurrección y glorificación de sus
cuerpos, que fueron aguijoneados por la muerte, pero la vencerán
cuando vengan con Cristo y canten el grito de victoria “sorbida es la
muerte en victoria” (1 Co 15: 54). Esto primogénitos ya alcanzaron las
promesas y están a la espera de recibirlas; y por eso están muy
gozosos, porque pronto van a venir.
32
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
CAPÍTULO 4
EL PRINCIPIO VICARIO Y LA PROMESA PRINCIPAL: LA
DESCENDENCIA SANTA MULTIPLICADA ETERNAMENTE
Berea 76
El principio vicario y la promesa principal: La descendencia santa multiplicada
eternamente
Berea 78
El principio vicario y la promesa principal: La descendencia santa multiplicada
eternamente
1
Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo:
Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.
2
Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.
3
Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:
4
He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes.
5
Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque
te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
6
Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
7
Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus
generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia
después de ti.
8
Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la
tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
9
Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena,
morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;
10
porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor
es Dios.
Berea 80
El principio vicario y la promesa principal: La descendencia santa multiplicada
eternamente
Veamos ahora en qué creyó Abraham y por qué le fue contado por
justicia; leamos Génesis 15: 1-6:
1
Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo:
No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
2
Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo,
y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?
3
Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi
heredero un esclavo nacido en mi casa.
4
Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo
será el que te heredará.
5
Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes
contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
6
Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.
1
Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente;
De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca.
2
Porque dije: Para siempre será edificada misericordia;
En los cielos mismos afirmarás tu verdad.
Berea 82
El principio vicario y la promesa principal: La descendencia santa multiplicada
eternamente
3
Hice pacto con mi escogido;
Juré a David mi siervo, diciendo:
4
Para siempre confirmaré tu descendencia,
Y edificaré tu trono por todas las generaciones.
Si tú, lector, has sido uno de los que te has dejado engañar; arrepiéntete
y ten el anhelo ardiente que la creación tiene y manifiesta con dolores
de parto; el anhelo de la manifestación gloriosa de los hijos de Dios que
le darán descendencia santa, viva y pura a Dios, para que lo alaben
eternamente y para siempre.
Berea 84
El principio vicario y la promesa principal: La descendencia santa multiplicada
eternamente
10
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando
haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos
días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
11
Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento
justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
Berea 86
El principio vicario y la promesa principal: La descendencia santa multiplicada
eternamente
8
Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo
del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios…
2
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de
todo, y por quien asimismo hizo el universo;
3
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y
quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la
5
Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Mi Hijo eres tú,
Yo te he engendrado hoy,
y otra vez:
Yo seré a él Padre,
Y él me será a mí hijo?
6
Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice:
Adórenle todos los ángeles de Dios.
Berea 88
El principio vicario y la promesa principal: La descendencia santa multiplicada
eternamente
Tabla 3
3
Es claro que cuando Jesús encarnó no dejó de ser Dios; Él fue cien por ciento hombre y cien por
ciento Dios, por tanto, en su encarnación o engendramiento, también debe ser adorado por los
ángeles.
Primero que todo, la comparación que hace el autor del libro de Hebreos
entre los ángeles y el Señor Jesucristo no es con respecto al Señor
como Dios, porque Él es incomparable. Es imposible que se pueda
comparar a los ángeles con Dios, porque el Señor los creó a ellos. En
Isaías 40: 25 dice: “¿A qué, pues, me haréis semejante o me
compararéis? dice el Santo”. Por esta razón es que el autor de Hebreos
hace énfasis en la deidad de Cristo. No obstante, en Hebreos capítulo
1 sí hay una comparación entre Jesús y los ángeles, y esta comparación
es con el Cristo encarnado, el Cristo en su humanidad, y al ser nuestro
sustituto, por su obra vicaria, el autor de Hebreos está finalmente
comparando los hombres salvos con los ángeles.
Berea 90
El principio vicario y la promesa principal: La descendencia santa multiplicada
eternamente
que sería heredero del mundo por la justicia de la fe como dice Romanos
4: 23. Y dentro de la herencia de la que habla el autor de Hebreos está
la del nombre; leamos Hebreos 1: 4:
4
… hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que
ellos.
4
El verbo en griego para “hacer” (“fue hecho”) es ginomai que significa “surgir, ser hecho”.
9
Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios
tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
13
Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, Hasta que
ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
El Cristo vivo está sentado a la diestra del Padre como nuestro Sumo
Sacerdote, como vencedor, garantizando nuestras promesas y herencia
de la descendencia santa multiplicada por la eternidad, la Tierra Nueva
y los Cielos Nuevos y el gobierno eterno con el reinado y el sacerdocio.
El día del Arrebatamiento, el último enemigo, que es la muerte, estará
bajo nuestros pies, por cuanto Cristo, nuestro sustituto, la venció al
resucitar con un cuerpo glorificado incorruptible para nunca más ver
muerte. ¡Aleluya!
Ahora bien, hay algo más: Nuestros nombres serán confesados delante
de los ángeles, porque tenemos más excelente nombre que ellos, por
Berea 92
El principio vicario y la promesa principal: La descendencia santa multiplicada
eternamente
7
Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus
ministros llama de fuego.
14
¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que
serán herederos de la salvación?
5
Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos
hablando;
6
pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te
acuerdes de él, O el hijo del hombre, para que le visites?
7
Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le
pusiste sobre las obras de tus manos…
9
Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús,
coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por
la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
16
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que
hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
17
Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
18
y él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, él que es el principio, el primogénito
de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia.
Berea 94
El principio vicario y la promesa principal: La descendencia santa multiplicada
eternamente
16
Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia
de Abraham.
Berea 96
El principio vicario y la promesa principal: La descendencia santa multiplicada
eternamente
que ahora veamos cómo las siete fiestas fueron cumplidas por Cristo de
manera vicaria, para que su Iglesia las cumpliera de igual manera, pero
también para mostrar el tratamiento del Señor hacia Israel.
Figura 2
Berea 98
Índice de tablas y figuras
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1 Cristo nuestro sustituto ............................................................................... 6
Tabla 2 Expresiones que revelan el Principio vicario en las Escrituras ................... 8
Tabla 3 Cristo como Dios y como hombre ............................................................. 89
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1 Los gentiles e Israel ................................................................................. 26
Figura 2 Fiestas levíticas que cumplió y cumplirá Cristo ....................................... 97
REFERENCIAS
Berea 100
Índice de tablas y figuras