Ausangate - Memorias JMG - Lectura

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 12

Lima, 10 de marzo de 1983 Pva.

83/118

R. P. José María García, S.J.


Parroquia de Santiago Apóstol. Urcos.- Cusco.

Querido Chema:

Empecé a revisar tu manuscrito por ver un poco de qué se


trataba, y me lo he acabado casi de un tirón y sin respirar. Estoy de
acuerdo con Idígoras, es lo más interesante que he leído sobre el tema,
conste que, en Huancayo, me leí completa la colección de "Alpanchis
Futuringa", he leído cosas muy buenas de Marzal y de Mateo, y, por
supuesto, todo lo de la "Familia Sánchez" ... Pero lo tuyo tiene algo
especial que penetra más profundamente el mundo ajeno al que te
acercas y que también penetra más hondamente en uno. Creo que una
de las razones es que tu búsqueda de comprender y entrar en ese mundo
andino, no parte de un científico que se acerca por un tiempo, y con sus
anteojos antropológicos, sociológicos, o teológicos..., sino de un
apóstol amigo que vitalmente necesita ser admitido. Por eso te acercas al
misterio sin ocultar tu desconcierto, y le vas dando vueltas y vueltas
con cariño y humildad, pides permiso, acercas la luz de la fe, de tu fe,
para que te lo ilumine y, tal vez, se lo ilumine a ellos, y presientes que esa
luz puede ayudarles a descubrir una esperanza capaz de dinamizar su vida
cíclicamente estancada.

Hoy, día de paro nacional, he tratado de empezar a dar los pasos


para su publicación, ... y también buscaré la forma de financiarlo. Merece
la pena; te aseguro que si lo hubiera leído estando en Jarpa, hubiera
cambiado muchas maneras de actuar. Por lo pronto hubiera
comprendido que el tiempo que se "pierde", es el que más y mejor se
aprovecha. Que cuando te piden y exigen una cosa que no entiendes y
que juzgas que no puedes hacerla, no hay que estar tan seguro de que
es así... etc.

Bueno, Chema, una felicitación muy de veras y creo que ahora te


conozco cien veces más que por las entrevistas y visitas, y doy gracias a
Dios por todo lo que te ha concedido y eres.

Saludos y pide por mí. Un fraternal abrazo.

Ramón García, S.J.

3
Junio 75.

Llevo acá nueve meses y en realidad no sé dónde estoy parado.


Llegué hasta aquí por una serie de circunstancias imprevistas, de las que
yo creo que me muestran la providencia de Dios. Nunca me llegó cada
circunstancia de la vida antes de que estuviese preparado para asumirla.
Pero ahora todo me parece distinto. Cada día que pasa estoy mas
desconcertado. No entiendo nada, no veo cómo compartir mi sentido
de la vida con este pueblo, mis valores, mi fe o no se corresponden con
el ambiente o no dicen nada.

No puedo reflexionar porque no me lleva a nada, mas bien la


reflexión se me hace enfermiza, no hay datos nuevos y se me anuda
como una camisa de fuerza que me asfixia poco a poco. Ahora llevo
unos días más tranquilo. Me he encerrado en un activismo que me
oculta esta realidad, me defiende y al menos puedo respirar.

En la mañana digo la misa. No me pregunto si la misa para mí es lo


mismo que para las cuatro personas que están ahí abajo. No me
pregunto si lo que hago es un rol dentro del concepto de ellos y yo me
quedo afuera. Y el asunto es que no se trata de una crisis de fe mía, es
simplemente que uno necesita compartir la fe y yo no la comparto
porque no puedo. Ellos comparten su fe, sí, y para ello usan mi rol, mi
poder hacer los ritos que ellos encajan dentro de su universo religioso
y el mío queda como un huérfano errante en busca de hogar. Ya no
me pregunto nada, lo hago, y de ahí a trabajar en la escuela de adultos
hasta las once de la noche. Sentado en Ia mesa programo clases,
proyecto planes, y de vez en cuando doy alguna clase de matemáticas, lo
que ya es nombre para enseñar a sumar y restar. Para qué puedan valer
esos planes, programas o clases, esa es otra cuestión. Debe valer para nada,
si no sé dónde estoy parado supongo que nunca valdrán para nada.

Desde luego si nada cambia tendré que pedir mi traslado a fin de


año a la costa. Y no creo que nada vaya a cambiar, todo este mundo se me
hace impenetrable. Estoy casi recién ordenado, no puedo dejarme
asfixiar hasta el final por gusto y lo peor de todo es que no se me ocurre
nada, me encuentro en la purita calle.

4
Yuthu. 20-8-75.

Más se trata de una experiencia interesante para mí porque ha


sido mi primera salida al campo sin un plan de trabajo. Estuve
acompañando el trabajo de la siembra y tomando la chicha con ellos. Lo
cual parece importante para los campesinos.

Llegué de mañana al tarpuy, lo había prometido cuando me


invitaron. Pero ellos, no creímos que ibas a venir. Hombres, mujeres y
niños en la chacra y sembramos. Les noté alegres por mi presencia y la
noté en mí por estar con el grupo. Hicimos tinka a la tierra y a las
semillas, bebimos chicha y piqchamos coca. Los hombres jugueteaban a
ratos con los niños y todo el tiempo nos haciamos bromas. Casi
acabando todos se pusieron flores en el sombrero, el que era patrón del
trabajo aquel día me abrazó y las colocó en el mío. Al caer ya la tarde
todos en la chacra comimos, primero los hombres sentados en línea, las
mujeres después y el más viejo rezó al Dios del cielo y a la madre tierra
para una buena cosecha.

Ya luego me invitaron a la casa y yo feliz por lo que significaba:


era la primera vez que me invitaban para ir a su casa. No sabía que la
siembra siempre termina en una fiesta donde se baila y se toma para
celebrar la esperanza y ese día además la nueva amistad. Ya dentro caí
en la cuenta y después me lo explicaron, al ver el cañazo y la chicha en
grandes vasijas ya preparadas.

Los niños fuera, en otra casa. Comenzó a correr el trago y la


chicha, bailamos y el baile era mi único escape cada vez que me llegaba
la rueda, y los abrazos con mi hermanito del alma y con mis hermanitas
del alma. Y el sentir apasionada a una de ellas como un hombre puede
sentir a una mujer y el caer de dos hombres vencidos por el sueño y el
quédate a dormir con nosotros que es noche cerrada, y el despedirme
corriendo porque mañana tengo que viajar a primera hora y tengo que ir
al pueblo.

Estos días siguientes los escrúpulos del siglo. Nunca me he


sentido tan mal íntimamente. Me parecía importante todo lo que había
hecho, seguramente por este camino de compartir la vida diaria llegaré a
comprender un poco todo este mundo, pero caramba ¿qué precio debo
pagar por ello?, seguramente ha sido una casualidad con esta mi
primera salida. Lo cierto es que aunque sin comerlo ni beberlo, el abrazo

5
de aquella mujer me lleva estos días haciéndome sentir el más profundo
desprecio por mí mismo.

Otra cuestión es que parece importante el tomar alguna copa


con ellos, cuando sueltan el complejo de inferioridad y dejan salir el
corazón y se sienten iguales y te pueden tutear, si es que quieres ser
uno de ellos, porque resulta que son momentos de encuentro personal.

Wiracochan 30-8-75.

Estuve a decir la misa y me tuve que quedar todo el día a la


fiesta de aniversario. El programa, con lectura del resumen económico
del año que parecía bueno, fue de una demagogia barata casi insufrible.
La fiesta duró hasta las nueve, yo me fui hacia las seis. En la reunión
estaban casi todos los socios con sus mujeres y niños más chicos. El
administrador, su familia y mamá, un ingeniero y un grupo de chicos y
chicas jóvenes de Sinamos venidos del Cusco.

Por lo general se notó gran desprecio de los jóvenes por los


campesinos y un tipo de desprecio manifestado en el manejo, forma de
mandar y poca entidad concedida a los campesinos por parte de los
chicos de Sinamos.

A la tarde había descontento entre los hombres por falta de


bebida, sólo hay 15 cajas papito y es para los invitados. Practicamente
se hizo todo el día dos grupos, mistis y dirigentes por un lado y
campesinos por otro. Yo en el de aquellos. Los últimos tratando de
emborrachar a los primeros y consiguiéndolo claramente a base de una
chicha en la que pusieron mezclado gran cantidad de trago. Felizmente
tuve oportunidad con la complicidad de algunos campesinos de hacer
pasar varias botellas de cerveza y el padre no toma chicha, decían. Con
todo lo cual pude hacer paraguas en aquel chaparron.

No fue en resumen una auténtica fiesta. El dato es que los


campesinos apenas si tomaron, con el fin logrado de emborrachar a los
otros y quedarse ellos sanos, cuando por lo que voy viendo el objeto de
valor en una fiesta es tomar todos confraternizando. Y un dato curioso
que ya lo he ido viendo otras veces, las mujeres toman practicamente
igual que los hombres, sólo que me parece que aguantan más.

6
seca, sin cantos ni nada, y luego no se quedaba con la gente ni siquiera
un ratito de convivencia. Eso me confirma en la necesidad de quedar
siempre aunque sólo sea un par de días en cada sitio, y si es fiesta pues
a la fiesta, si es trabajo pues al trabajo, y si es entierro pues al entierro.
Debo aceptar sus costumbres, desde sus costumbres, hasta rozar
siquiera esa utopía de que de algún modo sus costumbres, lleguen a ser
mis costumbres. Pero entonces ¿qué hago con mis costumbres y
valores?. Bueno tiempo al tiempo.

Sullumayo. Julio 76.

Comunidad ya de puna. Cultivo de papas y sobre todo criadores


de ovejas y alpacas. Parece que son descendientes de antiguos
pastores de una hacienda. Estan ahora con la disyuntiva de ser
precooperativa o comunidad reconocida. El vivir cada uno apartado de
los demás, de diez a quince minutos de casa a casa, tres horas para ir
de extremo a extremo de la comunidad al paso de ellos, les hace ser
muy individualistas. Eso lo noté en una asamblea qué tuvimos. Además
hay grandes diferencias entre ellos, unos tienen cantidad de ganado y
otros muy poco.

Son muy vivos y despiertos. Estuvieron los de la Reforma


Agraria con los de Sinamos. Les hicieron creer todo el rato que
aceptaban todo lo que les decían según un plan preestablecido. Lo sé
porque estuve presente a la preparación de ese plan. Al final como
estaba previsto, un muchacho hizo un problema y los acuerdos hubieron
de dejarse en suspenso para otra fecha. Se fueron tan contentos pero
estoy seguro que la próxima vez se inventarán otra cosa.

Me han invitado a que me venga con ellos una buena


temporada, pero me asusta el lugar y la altura. Esta soledad de vivir
cada quien tan aislado también me impresiona.

Varios me conversaron del rayo. Me preguntaban qué cosa es el


rayo, y yo les explicaba lo de la electricidad y energía en las nubes y la
tierra y no sé que lios. Bueno eso no les interesa. El rayo es algo así
como divino, distinto de Jesucristo. A su través los apus designan los
paqos. Antes los paqos hablaban con los apus, y eran altomisayoq, no
sé por qué ahora en estos tiempos se cortó ese hablar. Los de ahora no
hablan con los apus y son pampamisayoq. Hay algunos que sin haber

30
No creen que los curas no tengamos relaciones y daban a entender
que mejor que sí. De esa manera estamos más seguros que no van a tocar a
nuestras mujeres y nos podrán aconsejar mejor.

Los paqos: Reciben su poder de los apus. No deben tener


contacto con los curas si donde estos están tienen sus ornamentos
sagrados, aunque no los tengan puestos, porque de lo contrario
perderían sus poderes. Tampoco deben ir a misa porque perderían sus
poderes y si lo hacen deben llevar un pan escondido al pecho, así el pan
oye no el corazón y no pierden su poder. Todo esto me recuerda
cuando aquel curandero no quería entrar donde yo estaba para curarme
al caer del caballo y es que entonces resulta que no era curandero sino
paqo y los ornamentos estaban allí.

De alguna manera el cura y el paqo se oponen, sus poderes son


de distinto orden. Desde luego una persona no puede ser las dos cosas, una
anula a la otra. Es posible aunque no se concibe cómo, que un paqo pase
a ser cura y al revés.

El paqo acude a las casas para los despachos relacionados con las
enfermedades y adivinaciones, cuando hay que alcanzar a los apus, para
solucionar mal de ojo y todas esas cosas. Y a veces aunque no es
necesaria su presencia, para los despachos de la fecundidad, la tierra y
así. Una vez que en la casa donde los apus indican el cerro apropiado,
suben a ese cerro, y si el paqo es altomisayoq, se invoca a tres apus
que vienen y hablan, nosotros los hemos escuchado. Se les ponen
viandas, incluso nectarin y cocacola. Y más luego los restos de las
viandas y los cascos vacíos aparecen dispersos, después que los han
ingerido los apus.

Sus servicios son muy requeridos e invalorables porque están en


conexión con la vida diaria, mientras que los servicios del cura no
tanto. Los paqos también pueden rezarle a los muertos. Los apus por
ser dioses secundarios están cerca, viven en los cerros, y el Dios
creador lejos vive. Aunque, me imagino que por unión coyuntural
tardía, los apus siempre hablan de que hay que rezarle al Dios creador
cristiano y que El es superior a ellos.

Cualquier bautizado puede recibir la llamada para ser paqo.


Estando solo en el cerro recibe tres descargas de rayo. Es fundamental
que esté sólo. Si no estuviera bautizado el rayo le absorbería por ser

46
Un asunto de padrinos. En un matrimonio se han peleado los
ahijados con los padrinos el mismo día de la boda religiosa. El asunto es que
los padrinos se confesaron, con lo que han descargado sus pecados sobre
los ahijados y les han salado el matrimonio. Al calor de las copas y
animados por sus padres, los ahijados frenéticos se han ido sobre los
-
padrinos. Hoy todos arrepentidos han venido para que yo arreglase el
asunto. Vaya problema, porque al final de todo mi rollo y tras
abrazarse como reconciliación, me daban el chicote para que les
ayudase a hacer su penitencia. Al final les dio los chicotazos el ecónomo
de la capilla, pero no quedaron muy conformes. Otra vez que no me
pille de sorpresa, si así es la costumbre tendré que hacerlo yo, qué
remedio.

Llampa. Diciembre 77.

La comunidad está al final de una buena subida, en una


quebrada arisca y sin embargo bellísima. Es la primera vez que vengo y me ha
caído muy bien por lo abierto de las gentes. Las gentes hablan mirándote
a los ojos y no como en otros lados que te dirigen la vista haciendo una
elipse hacia abajo que luego sube hacia arriba. Siempre han sido
comunidad libre. Voy viendo que hay una diferencia notable en la
sicología entre los que dependieron de haciendas y los que siempre
fueron independientes.

Acostumbran ir a Qoyllorit’i y a la Virgen de Allaq, que es


muy milagrosa. Tienen las dos demandas y hay una en piedra chiquita.
Se reunió toda la comunidad. Desde el comienzo las gentes me hicieron
estar con ellos, no pretendieron segregarme como en otros sitios hacen
hasta que te van conociendo.

Ayer al atardecer me estuvo leyendo la coca un especialista, creo


que medio paqo por aprendizaje. La coca puso en el doblez de una
qeperina, hay que poner bastante, y luego todo doblado se pasa la mano
bien firme por encima, cada vez que se levanta las hojas aparecen en
diferente situación. Primero miró si yo me tomaba aquello a juego, porque
si era así no podía seguir adelante. Su primera sorpresa fue que la coca
decía que siguiese. En realidad todo el tiempo se sorprendió él más que
yo. Me dijo varias cosas, que yo quería servir al campesino, que hasta
ahora estaba caminando como a ciegas pero que lo lograría. Que tengo
gran interés en saber cosas del campesino y que llevo tiempo mirando. Y

48
lo que ya le descuadró del todo, que tengo cualidades para leer la coca,
que alguna vez alguien me ha estado enseñando algo, lo que me hizo
recordar lo de Ttiomayo. Y así fue poco a poco diciendo una serie de
cosas. Lo que ya sí me sorprendió a mí, es que dijo que llegaré a
hablar el qechua correctamente, ya me gustaría ya, pero a la vista de
la lentitud de mis progresos ya me parece más difícil.

En la tarde llevaron las cruces que habían escuchado su misa a


los distintos cerros donde tienen sembradas las papas. Hay una principal
que se ubica en el cerro por donde entra el granizo, las demás son
menores y dependen de ésta. Entre todas crean como un manto de
protección, cubren, por decirlo así, a la mamá tierra y la defienden. No sé
si es imaginación mia que tendré que ir viendo con más calma, pero en
el penetrar la cruz que es macho, a la tierra que es hembra, hay una
simbología que me parece interesante.

Llegada la noche se vinieron las doce autoridades a


acompañarme en la casa del ecónomo. Extendieron todo de pellejos
para dormir y una vez alistado me preguntaron si había traido mi
cabecera. Bueno, me dije, no suelo caminar con una almohada bajo el
brazo. Cuando les dije se reían y entonces sacó cada uno su botella de
bajo las frazadas. Tuve que hacer comprar mi cuartillita. Nunca me
habían dicho con tanta libertad. Pero si su costumbre es así en sus
fiestas y yo estaba dentro del grupo, era lógico que me reclamasen. Me
gustó su franqueza y confianza. Después de conversar un rato, me puse
a dormir. Ellos se siguieron toda la noche. No bien los dos últimos
se pusieron a dormir, creí que ya podría hacerlo yo también, pero ahí
mismo se levantó ya el primero. Eran las cuatro. Abrió la puerta, desde
donde hizo sus oraciones, ya es día y nos dio los buenos días a todos.
Yo protesté contestando buenas noches. Ni modo porque uno a uno se
levantó todo el mundo.

Después uno se disfrazó de mujer y se puso una máscara de pellejo


de oveja y con otro de pareja, fueron a recorrer las casas cantando un
canto de las solteras. Es una costumbre muy antigua que hacemos los días
antes de Navidad.

Los despachos deben hacerse alrededor de la luna llena, pero


siempre antes, no después. Supongo que influye el que los días antes la
luna sale pronto y así hay luz para caminar al cerro. Aunque también
es un tiempo de más vida, porque las plantas desarrollan más con la

49
En la tarde hice carrera de caballos con Benito. Le gané pero es
que se cayó, y cómo ví que no le pasó nada, le dí fuerte a mi caballo.
Fue bonito y nos reimos todos cuando llegó estaba de cólera por haber
perdido.

Al regresar al pueblo con Máximo, las gentes me preguntaban,


¿te han tratado bien?. Y a Máximo, ustedes son medio salvajes y al padre
hay que tratar bien. Arriba todo el mundo tranquilos. Abajo otra vez
cada uno en su rol. Nos miramos Máximo y yo. Bajé del caballo y me
puse a caminar a su lado, sube padre, mejor así ¿no?, sí papá mejor así,
y ya conversando entramos al pueblo. Me revientan todos estos
protectores de nuestro padre, está bien, pero a mí me parece que
defienden una clase, unos privilegios, y yo soy de "nuestra clase". No
quise ni pensar lo que les habrían dicho a las gentes si supiesen que uno
para defenderme dijo que yo era medio indio. Les hubieran dicho de
todo y a mí me dio alegría que me lo dijeran. Decididamente, los
hombres sabemos complicar lo más sencillo de la vida y lo más grande, ser
hombres.

Chillihuani. Enero 79.

Me moría de ganas de conocer este sitio. Así que cuando me


avisaron faltó tiempo para aceptar. El camino al principio, un todo de
maíz y agua. Después se va cerrando la quebrada hasta que se pasa un
estrecho, dos rocas, el camino, el río. Se abre luego a cinco quebradas
inmensas, como si la mano de Dios hubiese descansado un ratito y al
apoyarse creó aquello. Un momento en la capilla sobre una lomadita y
subimos a la casa de Agustín, arriba todavía, dos horas, lluvia, granizo
y al fin las nieves eternas. Nevó toda la noche. A la mañana bajamos en
grupo. Yo en caballo. Corríamos a ver quién ganaba. Imposible. Si ellos se
cansaban el caballo no caminaba y si se cansaba el caballo ya ellos
también paraban. Bendecimos la casa de uno al pasar. Me regaló una
chuspíta. No pues papá, mucho es, pero me dijo las palabras mágicas:
mi cariño es. Ya sé que con eso la batalla está perdida. Inútil discutir
más. Ya pues, vamos no más.

Las gentes esperaban para la misa. Mientras me revestía, la misa


dirás en castellano. En qechua diré. Y así casi media hora. Vale más en
castellano.

69
Igual si digo en qechua. Comencé, las gentes disgustadas ni cantaban
ni rezaban, seguían parados. Sin embargo, uno a uno, dos a dos, se
fueron arrodillando, al ofertorio todos cantaban, rezaban, alguno lloraba.
Hasta acabar ya no quisieron pararse por nada del mundo. También yo
alcancé las nubes, al terminar miré el reloj, habían pasado tres horas
y no las había sentido. Un canto a Dios y un canto al hombre, carajo.

Comiendo ya, vino un grupo, queremos bendición para


nuestras chacras, están enfermas. ¿Han puesto Aldrín?. Ya pues papá,
pero sin bendición no vale. Insistí. Tú no entiendes papá, pon bendición.
Subimos al cerro, bendijimos, uno sacó una vela burda de sebo, la
prendió, la puso en la chacra, nos sentamos todos y tomamos una copa.
El trato se hizo más normal, que tal comunión, eramos un grupo de
hombres reunidos en lo infinito. Caramba que me impresionó el
momento. He visto muchas cosas así, nunca así. Supersticiosos o no, sólo
había dos cosas, el Dios eterno y el hombre de siempre. Demasiado
fuerte, todos hablábamos bajo y a un tiempo. Hay cosas que el hombre no
podemos aguantar así no más. Bajamos, allá quedó la vela al viento y algo
más también.

Arriba, bendije la casa de uno, donde dormí la primera


noche. Algo inaudito. Me trajo un platazo así de carne. Como era
mañanita, no puedo papacho ya otro rato me invitarás. Y así fue.
Acabando la misa, me dí de bruces con mi amigo y su plato. Subí a la
chacra, bajé y el plato. Todos me habían invitado ya no había sitio.
Pero ya se sabe, es mi cariño. A las doce de la noche, le escuché
entrar con su plato. Me hice el dormido, los otros le dijeron no vayas a
despertar. Ya a las cinco y media, la persona que nos dio los buenos días,
él y su plato. Comí algo. Acabé la Misa antes de regresar, y ahí estaba para
que terminase de comer. Lo tremendo es que cada vez, lo había hecho
calentar, que se bajó las cosas desde arriba, dos horas de buen caminar,
ollas, bosta y cuanto hay. Así hubieron varias cosas. Después de eso
¿quién dice que no puedo regresar en Julio?. De un modo u otro
siempre han de quedar vencedores.

Diciembre. 79.

Tercera vez que visito esta comunidad en la que me encuentro


francamente a gusto. No había manera de hacerles entender que no

70
podía quedarme más días. Subí el jueves para bajar el sábado. Pero
conociendo la tozudez de mis compadres, ya debía haber sabido que mi
lucha era inútil, por supuesto que no bajé si no hasta el domingo pasado
el mediodía.

El motivo de la misa que habían pedido estaba relacionado


con las papas. Por un lado que las cruces que van a ser plantadas en los
cerros escuchen su misa, para llevarse la bendición al lugar al que deben
comunicar la benevolencia de Dios. ¿Un matrimonio entre la Cruz y la
pachamama para el bien de sus hijos?.

Por otro lado había muchos kurus en las papas. Por supuesto
que hice mi discursito sobre la bondad de los insecticidas y sus
propiedades para acabar con la plaga. Ya te hemos explicado y no
entiendes nada. Son cosas distintas, insecticidas ya ponemos, la misa es
necesario para que el insecticida no ofenda a la tierra. Sin misa no vale el
insecticida. Y punto, puedes estar discutiendo todo el día. Entre las dos
teorías, la mía no tiene nada que hacer. Simplemente lo mío es
teoría y la suya es comprobación empírica, no, no hay posibilidad.

Para la misa me llevaron a un lugar bellísimo desde donde se


divisa todo el sector. El único punto plano que había. En la mitad hay
un altito, yo creo que "una iglesia", porque evidentemente sugería otras
cosas y de hecho a un costado había una pukara, El recinto
ligeramente rectangular con breves tapiecitas de piedra, no es un
canchón para guardar ganados porque no había restos de
excrementos y lucía un pasto brillante, erguido. La mesa pusieron en el
lado que hay como asientos, que debe ser donde se sientan para hacer
la tomada correspondiente. Y de hecho a mi lado se pusieron los que en
teoría hubiesen presidido la ceremonia. La otra parte fueron los gusanos,
con sumo cuidado sacaron algunos de las chacras cercanas y colocados
en un vaso los pusieron subrepticiamente sobre la mesa para la misa.

Se supone, pues, que la misa era bendición para las cruces y


maldición para los pobres gusanos. Que la misa era vital para sus
subsistencia, viene dado porque luego me regalaron un montón de
cosas: algo de lana, pellejos y alguna chuspita, que entienden esto último
ser de mi agrado desde mi primera visita. Según la inevitable ley de la
correspondencia, igual que recibes debes corresponder. Esta ley funcio-
na siempre, es hermoso no hay duda, pero más hermoso es la ley de la
gratuidad cristiana. Aunque ¿quién ha llegado a entender esa ley desde el

71
Cristo?.

En mi primera visita ocurrió que llegando tuvieron asamblea los


responsables, dejándome dentro de la casa y ellos fuera. Luego entró
una comisión y me dijeron que habían acordado darme un cordero por la
misa de la comunidad, fuera de las de almas y de las de los sectores, pues
esa fecha me iba a quedar una semana recorriendo la zona. Por
supuesto, que incluso en la misa de comunidad pondrían su platita.
Su susto fue mayúsculo cuando les dije que simplemente no estaba de
acuerdo.

Papacito, tu vas a ver, grande es el cordero, macho grande es, no


es chiquito no más, así grandazo, con su lana completa, todo bien. Y
todos descubiertos y muy serios corroboraban, suplicando con su
mirada lo que decía el que hablaba. Bueno miren, si por decir las
misas me tengo que llevar todo eso, me sentiré como ladrón. Del susto
pasaron a estar molestos, protestaron que cómo va a ser mucho, que es
nuestra voluntad, que tenemos hartos corderos, lo que es cierto, que nosotros
podemos otros no podrían, y etcetera, etcetera. Que ese debía llevar,
que ya otro habían degollado para mi alimentación esos días con el
aporte de todos y que no podía hacer desprecio.

Sus protestas eran una mezcla de miedo, porque seguramente


si no quedaba contento no iba a querer regresar y la comunidad les
requintaría por tacaños. Al menos así lo entendí a algunos que
susurraban a mi lado. Miren papacitos lindos, no es desprecio, el
cordero degollado vamos a comer, ya después véan ustedes, yo los
estoy ayudando y ustedes quieren ayudarme a mí también. Claro pues.
Entonces el problema es que en el viaje casi caigo del caballo ¿no es
cierto?. Ríen mientras afirman. Mi "pantalón se ha desgarrado de la
cintura, así que lo que yo necesito ahora no es un cordero sino algo
que me amarre el pantalón, no puedo estar sujetando todo el rato.
Claro. Ya pues, algo para amarrar es lo que me van a dar.
Vuelta se retiraron a conversar y regresando me dicen, cinturón no
hay aquí papá, chumpi no más tenemos y todos están usados, no
podríamos darte algo usado.

Luego de un rato, ya sólo les quedaba el argumento, nos daría


verguenza que usases así como campesino, cuando regreses que
hablarían las gentes. Sólo hubo que aguantar un rato más las ya
débiles protestas, por fin sacaron un chumpi viejo pero todavía

72

También podría gustarte