Fracturas de La Diafisis Femoral Final
Fracturas de La Diafisis Femoral Final
Fracturas de La Diafisis Femoral Final
FRACTURAS DE LA DIAFISIS
FEMORAL
INTRODUCCIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
Se puede considerar que la incidencia de este tipo de fracturas se produce con dos
picos bien diferenciados en cuanto a su etiología:
• En los adultos jóvenes, que serán provocadas por lesiones traumáticas de alta
energía, ya sean por accidentes de vehículos a motor, accidentes laborales o
deportivos.
• En los ancianos, en las que el hueso porótico se
lesiona por mecanismos de baja energía.
• La edad de mayor incidencia varía según el sexo:
en los hombres se producen más frecuentemente
entre los 15-24 años de edad, y en las mujeres a
partir de los 75 años.
• Su distribución bimodal tiene dos picos, a los 25
y a los 65 años de edad, con una incidencia
general de ~10 por 100, 000 habitantes al año.
• Además, el 11% afecta a niños menores de 2
años, el 21% entre los 3-5 años, 33% entre los 6-
12 años.
ANATOMÍA
El fémur es el hueso más largo y robusto del cuerpo humano, desempeña un papel
crucial en la movilidad y estabilidad del sistema musculoesquelético. Una
característica importante de la diáfisis del fémur es su curvatura anterior. Como
características generales la cortical medial está sometida a compresión, mientras que
la cortical lateral se encuentra bajo tensión.
Es un hueso largo que esta constituido por un cuerpo o diáfisis que termina en ambas
extremidades por formaciones más o menos voluminosas o epífisis. El cuerpo tiene
tres caras y tres bordes, la cara postero interna es la más ancha y esta cubierta por
el vasto interno y la cara posteroexterna se halla cubierta por el vasto externo y sirve
de inserción del crural. La extremidad superior tiene la saliente denominada cabeza
del fémur unida al cuello anatómico del fémur.
Como todos los huesos largos, el cuerpo del fémur está formado por una vaina gruesa
de tejido óseo compacto que envuelve la cavidad medular. Suele terminar
inferiormente a la altura de la bifurcación de la línea es-pera, y superiormente a nivel
del trocánter menor. Los extremos del fémur se componen de tejido óseo esponjoso
envuelto por una lámina de tejido óseo compacto. La vaina compacta presenta, en la
parte inferior del cuello del fémur, un engrosa-miento denominado originariamente por
Rodet lámina ósea subtrocanteriana. Las trabéculas de tejido óseo esponjoso están
dispuestas de manera que ofrecen la mayor resistencia posible a las presiones
experimentadas por los extremos óseos. Así pues, en el extremo superior se observa
un sistema de trabéculas implantadas oblicuamente sobre la pared compacta del
cuello, que se entrecruzan en ojiva en la unión del cuello con la cabeza, prosiguen su
trayecto y terminan en la superficie articular siguiendo la dirección de los radios de la
superficie esférica.
2. Compartimento medial: contiene los músculos recto interno, aductor largo, aductor corto,
aductor mayor y obturador externo, junto con la arteria y la vena obturatriz, el nervio
obturador y la arteria femoral profunda.
Tras la mayoría de las fracturas de diáfisis del fémur, se produce una lesión de la
vascularización endóstica y una proliferación de los vasos
periósticos, que proporcionan el aporte de sangre necesario
para la consolidación. Durante el proceso de consolidación,
finalmente se restablece la vascularización medular. El
fresado puede lesionar aún más la circulación endóstica,
pero habitualmente se restablece en 3 a 4 semanas.
INERVACIÓN Y LIGAMENTOS
El nervio femoral se origina del plexo lumbar de los ramos anteriores de los nervios
espinales L2-L4. El obturador medialmente, el nervio ciático (tibial) son encargados
de la inervación propiamente.
MECANISMOS DE LESIÓN
• Las fracturas de la diáfisis del fémur en los adultos casi siempre son resultado
de traumatismos de alta energía. Se producen durante accidentes de tráfico,
por armas de fuego o por una caída desde gran altura
.
• Las fracturas patológicas, sobre todo en el anciano, suelen localizarse en la
débil unión metafisodiafisaria. Cualquier fractura que no pueda explicarse por
la intensidad del traumatismo debe hacer sospechar una fractura patológica.
• En la actualidad, se ha observado
un aumento en la incidencia de fractura del fémur relacionado con el amplio
uso de bisfosfonatos. Estas fracturas tienen un aspecto «atípico» en las
radiografías, como el engrosamiento cortical lateral, una espiga medial y una
línea de fractura de transversa a oblicua corta.
CLASIFICACIÓN
• La ausencia de traumatismo o la
presencia de un mecanismo de baja
energía deben alertar sobre la
posibilidad de una fractura patológica.
LESIONES ASOCIADAS
-Son frecuentes las lesiones asociadas, que pueden ocurrir hasta en un 5% al 15% de los
casos. Los pacientes presentan traumatismos multisistémicos, de la columna, de la pelvis y
lesiones del miembro inferior ipsilateral.
-El 50% de los pacientes que sufren una fractura cerrada de la diáfisis del fémur tienen
lesiones de los ligamentos y del menisco de la rodilla ipsilateral.
-Se puede presentar lesiones ligamentosas de la rodilla con un 15 al 20%.
• Explorar la región proximal del fémur en busca de una fractura asociada del cuello o
de la región intertrocantérea.
TRACCIÓN ESQUELÉTICA
• Es un sistema de pesos y poleas que sigue el eje longitudinal del hueso que mediante
mecanismos de tracción y contra tracción busca alinear el foco de la fractura.
• Se realiza atravesando el hueso con un clavo rígido y por un estribo hacer la tracción,
por lo general se aplican 1/9 o el 15% del peso corporal del paciente (por lo general
de 10 a 20 kg) de tracción a la extremidad. Deberá valorarse por longitud de la fractura
mediante radiografía lateral.
TRATAMIENTO QUIRURGICO
Este tiene como objetivos la estabilización de la fractura con las mejoras oportunas, es el
tratamiento estándar en la mayoría de las fracturas de la diáfisis del fémur.
ENCLAVADO INTRAMEDULAR.
Principios básicos:
• Desde el punto de vista biológico: debido a la introducción del clavo a foco cerrado se
respeta la vascularización perióstica que favorece la consolidación, reduce el riesgo
de infección y se estimula la osteogénesis mediante el fresado.
• Desde la perspectiva biomecánica: se realiza la osteosíntesis mediante un clavo
hueco colocado en el eje mecánico del hueso favoreciendo una estabilidad que
permite la movilización inmediata y, en algunos casos, se permite la carga precoz.
ENCLAVADO MEDULAR
RETRÓGRADO:
-Se utiliza un clavo retrógrado es la
facilidad para localizar el punto de
entrada adecuado.
-Indicaciones relativas:
• Lesiones ipsilaterales, como fracturas
del cuello del fémur, pertrocantéreas,
acetabulares, de rótula o de la diáfisis
de la tibia.
• Fracturas bilaterales de la diáfisis del
fémur
• Obesidad mórbida, Embarazo.
Contraindicaciones
• Limitación de la movilidad de la rodilla
menor a 60 grados.
• Rótula baja
FIJADOR EXTERNO
-La fijación externa se suele usar para mantener los huesos unidos temporalmente
cuando ha habido lesiones en la piel y los músculos.
VENTAJAS DESVENTAJAS
• No producen lesiones en sitios alejados del foco de fractura, como el cuello del
fémur, el acetábulo o el fémur distal.
REHABILITACIÓN
COMPLICACIONES
• Lesión nerviosa: es poco frecuente porque los nervios femoral y ciático están
rodeados por músculos a lo largo de todo su trayecto en el muslo. La mayoría de las
lesiones se producen como resultado de la tracción o la compresión ejercidas durante
la cirugía.
• Lesión vascular: puede producirse por el anclaje de la arteria femoral en el hiato de
los aductores.
• Refractura: los pacientes están en riesgo de sufrir una nueva fractura durante las
fases precoces de la formación del callo óseo y después de retirar el material de
osteosíntesis. Generalmente, se asocia a la utilización de placas o fijadores externos.