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LA COMUNICACIÓN

HERRAMIENTAS TEÓRICAS DE UNA PRÁCTICA COTIDIANA

Según el modelo del lingüista Roman Jakobson, el proceso de la


comunicación lingüística implica seis factores constitutivos que lo
configuran o estructuran como tal. Todos los elementos siempre están
presentes en cada situación de comunicación, y si varía alguno varía
también la situación comunicativa.

• El emisor (destinador o enunciador) es quién emite el mensaje.

• El receptor (destinatario o enunciatario) es quién recibe el


mensaje.

• El mensaje es la experiencia que se recibe y transmite con la


comunicación. Para que el mensaje llegue del emisor al receptor se
necesita además de un contexto, en el cual se tomarán en cuenta no
solo las variables espacio temporales sino también la situación
política, social, económica y cultural.

• Respecto al código, podemos definir diversas esferas que lo


componen:

− La esfera lingüística refiere a la lengua natural. Ello determina


si podemos decodificar o no una situación de comunicación a partir
del conocimiento de un determinado lenguaje.

− La esfera sociocultural comprende los conocimientos que tenemos


acerca del mundo y de la cultura. Es posible pensarlo como un
conocimiento de diccionario o de enciclopedia.

− La esfera ideológica es la que modela nuestra interpretación del


mundo y comprende tanto los sistemas de creencias y valores que se
identifican con el llamado “sentido común” como sistemas
interpretativos más formalizados e institucionalizados: las teorías.

− La esfera retórica comprende los conocimientos que tiene un


hablante/escritor acerca de las distintas clases de textos que
conforman el universo discursivo de una cultura. En este sentido,
existe una estructura interna (que veremos como tipos textuales) y
una estructura externa (que veremos como géneros discursivos).

• El canal permite establecer y mantener la comunicación entre


emisor y receptor. Un canal puede ser por ejemplo la palabra hablada
(auditivo) o la palabra escrita (visual).

Este modelo permite establecer seis funciones esenciales del


lenguaje inherentes a todo proceso de comunicación lingüística,
orientadas directamente a los seis factores mencionados en el modelo
anterior:

1. Emotiva: centrada en el emisor quien pone de manifiesto emociones,


sentimientos, estados de ánimo, etc. Un caso evidente es cuando se
utiliza el yo o el nosotros. En el discurso político es habitual
encontrar esta predominancia.

2. Conativa: centrada en el receptor o destinatario. El hablante


pretende que el oyente actúe en conformidad con lo solicitado a
través de órdenes, ruegos, preguntas, etc. Un ejemplo pueden ser las
situaciones de mando en las que se dan órdenes para ejecutar una
acción (“saquen una hoja”, para una evaluación sorpresa).

3. Referencial: Esta función se centra en el contexto entendiendo


este último “en sentido de referente y no de situación”. Se
encuentra esta función generalmente en textos informativos,
narrativos, etc. Las noticias o los relatos históricos son casos
tíìcos.

4. Metalingüística: se utiliza cuando el código sirve para referirse


al código mismo. El metalenguaje es el lenguaje con el cual se habla
del lenguaje. Un ejemplo es el diccionario, en el que se focaliza en
el significado de la propia palabra.

5. Fática: se centra en el canal y trata de todos aquellos recursos


que pretenden mantener la interacción. El canal es el medio
utilizado para el contacto. Por ejemplo en una conversación
telefónica cuando decimos “¿me escuchás?”, significa que estamos
verificando que el canal funciona.

6. Poética: se centra en el mensaje. Se pone en manifiesto cuando la


construcción lingüística elegida intenta producir un efecto especial
en el destinatario: emoción, entusiasmo, etc. Es decir, estamos
pensando en el modo enunciativo para comunicar (pero no por ello se
relaciona con la poesía).

Según las funciones recién mencionadas, podemos completar el esquema


de comunicación del siguiente modo:
Guía de preguntas para analizar una situación de
comunicación

DESTINADOR:

- ¿Cuál es su área de conocimiento?

- ¿Qué elementos textuales /paratextuales lo indican?

DESTINATARIO:

- ¿A qué porción de la población se dirige el emisor? ¿Qué


características tiene ese público?

- ¿Qué elementos textuales /paratextuales lo indican?

CONTEXTO:

- ¿La emisión y la recepción es simultánea o diferida?

- ¿Cuál es el contexto institucional / académico / político / social


/ económico / cultural en el que se produce este texto?

- ¿Qué elementos textuales /paratextuales lo indican?

MENSAJE:

- ¿Cuál es el tema central del texto?

- ¿Cuál es la función predominante (a qué factor de la comunicación


se orienta predominantemente el mensaje)? ¿Por qué?

CANAL:

- ¿Es visual y escrito?

- ¿Cuál es el soporte que contiene este mensaje? (libro y tipo de


libro, o capítulo, o fragmento / artículo periodístico, etc.)

CÓDIGO:
1) ¿Cuál es el aspecto lingüístico del código? ¿Hay marcas textuales
que indiquen referencias extra-textuales? (Comillas, itálica,
tipografía, etc.)

2) ¿Cómo funciona el nivel sociocultural del código? ¿Qué


conocimientos

socioculturales (enciclopédicos / de diccionario) debe poseer el


destinatario? ¿Por qué? (Ejemplos)

3) ¿Cómo funciona el aspecto ideológico del código? ¿Existen rasgos


de alguna perspectiva teórica? ¿Cuáles? (Ejemplos)

4) En cuanto al aspecto retórico del código: ¿Cuál es la estructura


interna en que el texto se organiza? ¿Por qué? / ¿Cuál es la
estructura externa (o género

discursivo)? ¿Qué elementos lo indican?

Ejercicios obligatorios: cada uno de ellos posee diferentes objetivos.

Ejercicio 1: Escribir la autobiografía de artista

Ejercicio 2: Realizar su Curriculum Vitae de artista

Ejercicio 3: Relato de una situación de comunicación con identificación de


elementos teóricos. El ejercicio consiste en relatar una situación de
comunicación sencilla y reconocer todos los elementos del esquema de
comunicación que propone Jackobson.

El primero y el segundo ejercicio consisten en re-transformar la


presentación realizada por ustedes en el foro. En el primero el estilo será
narrado y a la vez tendrán que seleccionar, re-relatar y completar solo
vinculado a lo artístico. En el segundo en cambio, se trata de reducir la
información relevante para listar de forma tal que se convierta en un
curriculum vitae, el cual puedan ir completando a lo largo de su vida para
presentar en los diferentes ámbitos en que lo necesiten (por ejemplo
entrevistas laborales o becas universitarias). Les dejo un link en el que
podrán encontrar un modelo y algunas explicaciones al respecto:
https://www.modelocurriculum.net/profesiones/artista.

El tercer ejercicio pretende que, a partir de una situación de comunicación


sencilla (que puede ser real o inventada, es completamente libre) ustedes
puedan reconocer los diferentes elementos de la comunicación propuestos en
el esquema presentado. Ejemplos: una charla con amigos, relato de una
conversación con un desconocido, relato de mi primer día de escuela, etc.
LOS GÉNEROS DISCURSIVOS

Denominamos géneros a formas de discurso estereotipadas, es decir,


que se han fijado por el uso y se repiten con relativa estabilidad
en las mismas situaciones comunicativas. Por ello, son formas
reconocibles y compartidas por los hablantes, quienes identifican
los géneros sobre todo por su formato externo y por el contexto en
que se suelen producir; cada género discursivo responde a la
necesidad de conseguir de forma satisfactoria una intención
comunicativa determinada. Son los géneros discursivos los que
distinguen una carta comercial, un sermón, una noticia periodística,
una receta, una conferencia, un brindis, un contrato o una
entrevista radiofónica, por ejemplo.

Los textos que pertenecen a un mismo género discursivo se han


desarrollado históricamente en una comunidad de hablantes, dentro de
un ámbito social o profesional, y comparten una misma forma de
organizar la información y un mismo conjunto de recursos
lingüísticos (registro, fraseología, etc.). El uso de los
conocimientos lingüísticos y discursivos típicos de un género es
convencional, esto es, está estandarizado y viene establecido por la
tradición.

La noción de género se remonta a la Antigüedad clásica. La retórica


griega establecía, como respuesta a las necesidades de administrar
la vida de la ciudad y los conflictos comerciales, tres grandes
géneros de discurso: el género deliberativo para la asamblea, el
género judicial para el tribunal y el género epidíctico para las
ceremonias. En la tradición de la crítica literaria se han elaborado
clasificaciones para los textos literarios, atendiendo a criterios
diversos: según la composición, la forma y el contenido (se
distingue entre poesía, teatro, novela y ensayo); según el modo de
concebir la representación de la realidad (géneros románticos,
realistas, naturalistas, surrealistas, etc.); o según la
organización enunciativa de los textos (géneros fantásticos,
autobiográficos, novela histórica, etc.).
En el análisis del discurso y la lingüística del texto, se aplica el
concepto de género para la descripción de los textos en general, y
no sólo los literarios. M. Bajtín (1952-53), desligandose de la
tradición literaria, plantea de forma novedosa el estudio de los
géneros discursivos en relación con las que él llama «esferas de
actividad social» de cada comunidad de hablantes. Según este
lingüista ruso, la riqueza y diversidad de los géneros discursivos
es inmensa, porque las posibilidades de la actividad humana son
inagotables y en cada ámbito de uso (comercial, científico,
familiar, etc.) existe un amplio repertorio de géneros discursivos
que se diferencia y crece a medida que se desarrolla y se hace más
compleja cada situación de comunicación. En este sentido, Swales
(1990) y J. M. Adam (1999) han destacado el carácter histórico y
cultural de los géneros discursivos: por un lado, los géneros pueden
cambiar y desarrollarse para responder a los cambios sociales (ello
explica, por ejemplo, la aparición de géneros nuevos, como los
géneros electrónicos: chat, foro de discusión, etc.); por otro lado,
en cada cultura las características discursivas y lingüísticas de un
mismo género pueden variar (es el caso de la entrevista
televisiva,un género muy marcado culturalmente).

Los criterios que se han utilizado en la lingüística del texto y el


análisis del discurso para clasificar los géneros discursivos varían
según el punto de vista teórico adoptado. Una distinción establecida
en la lingüística textual es la que diferencia entre géneros
discursivos

(también llamados clases textuales en la lingüística germánica) y


tipos de texto. Los tipos de texto son formas textuales definidas
por sus características internas (estructurales y gramaticales),
resultado de una conceptualización que persigue clasificar los
textos en un sistema tipológico cerrado. En cambio, los géneros
discursivos se definen pragmáticamente según parámetros externos, es
decir, contextuales (propósito comunicativo, papel y estatus del
emisor y del receptor, tipo y modo de interacción) y, a diferencia
de los tipos de texto, no constituyen un repertorio cerrado de
formas, sino que los géneros están abiertos, como se ha dicho, a los
cambios sociales y culturales.

Para la didáctica de segundas lenguas, dos tipos de descripción son


relevantes:

• caracterizar rasgos textuales típicos o convencionales de cada


género discursivo (tipo de información, organización del contenido,
marcas de emisor y receptor, registro, etc.), rasgos recurrentes y
reconocidos por los participantes en una determinada actividad
comunicativa; ello permite identificar correlaciones entre forma
lingüística-función discursiva pedagógicamente útiles;

• explicar esta caracterización en el contexto tanto de las


restricciones socioculturales como de las restricciones cognitivas
que operan en cada ámbito de uso, en el sentido de que en cada
cultura y comunidad de hablantes un mismo género discursivo (un
testamento, una entrevista televisiva, un examen, por ejemplo) puede
presentar unas normas o reglas formales y temáticas distintas a las
fijadas por el uso en otro contexto sociocultural.

En la aplicación docente, el aprendizaje de una L2 a partir de los


géneros discursivos tiene ya una tradición en el campo de la
enseñanza de la lengua para fines específicos. Se han llevado a cabo
propuestas de programas concretos relacionados con actividades
sociales y profesionales determinadas, como la actividad comercial,
científica o económica.

En el Marco común europeo de referencia para las lenguas se


especifican las situaciones que el aprendiente habrá de resolver
lingüísticamente y también los lugares, instituciones/organismos,
personas, objetos, acontecimientos y acciones en que podrá estar
implicado. En función de estos factores caracterizadores de los
géneros discursivos, el Marco establece para la
enseñanza-aprendizaje de una L2 cuatro ámbitos de uso:

• el ámbito personal, en el que los hablantes se comunican con


géneros como la conversación, las cartas personales, la publicidad
comercial, el diario, etc;

• el ámbito público, caracterizado por el uso de avisos públicos y


carteles, etiquetas y envases, anuncios, reglamentos, contratos,
etc.;

• el ámbito profesional, en el que la comunicación se realiza a


través de cartas comerciales, notas e informes, instrucciones de
uso, tarjetas de visita, etc.;

• y el ámbito educativo, en el que las formas típicas de


comunicación son, entre otras, los libros de texto, artículos de
investigación, resúmenes, diccionarios, etc.

Fuente:

https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccion
ario/generosdiscursivos. htm

Ejercicio 4:reescribir la situación de comunicación realizada en


el ejercicio 3 como si fuera una noticia informativa. Si es
necesario se le puede agregar algún dato para completar las
preguntas necesarias.
EL PARATEXTO

Podría decirse que el paratexto es lo que queda de un libro u otro


tipo de publicación sacando el texto principal. Entonces, el
paratexto es todo aquello que acompaña y rodea al texto (para en
griego significa “junto a”, “al lado de”) y que lo transforma en
publicación y le permite circular públicamente.

Se considera componente del paratexto de un libro, diario o revista,


disco de música, película, etc., tanto a la tapa, la contratapa, la
solapa y las ilustraciones, como al diseño gráfico y tipográfico, el
formato y el tipo de soporte material del texto (tipo de papel,
formato de grabación, etc.).

En el caso de los libros también se incluyen en la categoría de


paratexto a los prólogos, notas, epígrafes, dedicatorias, índices,
apéndices, resúmenes y glosarios. Esta diferenciación paratextual
está montada en la actividad de los receptores: son las señales que
permiten identificar el tipo de material frente al cual se
encuentra, y a predisponerse correctamente para la recepción. Por
este motivo también cabe aludir a la imagen y a la tipografía, dado
que incentivan a la recepción, a la elección de ese tipo de
material, o simplemente a determinar a qué grupo de lectores está
dirigido.

En efecto, el paratexto ofrece al receptor una primera aproximación


al libro / revista / disco / etc., cuya “lectura” va a iniciar. Una
exploración de sus características le permite formular hipótesis que
anticipan y enriquecen la decodificación. Por esa misma razón,
dentro de la categoría libro se incluyen el prólogo y el epílogo como
parte de los elementos paratextuales.

El prólogo cumple una función informativa e interpretativa respecto


del texto y una función persuasiva o argumentativa, destinada a
captar al lector y retenerlo. No necesariamente es el autor del
libro en cuestión quién lo redacta, sino que puede ser ‘encargado’ a
un especialista reconocido en temáticas afines a la abordada en el
texto.

El epílogo, al igual que el prólogo, cumple funciones


interpretativas y persuasivas. Sin embargo, su posición final en el
conjunto de la obra determina el carácter muchas veces correctivo o
conclusivo de sus interpretaciones y orienta su fuerza persuasiva ya
no a captar la atención del lector -puesto que es de suponer que ha
leído todo el texto- sino a reforzar el compromiso y el acuerdo
entre autor y lector.

Entonces, a partir de los elementos paratextuales podemos elaborar


hipótesis acerca del contenido de un texto, del argumento de una
película, del estilo de un CD, etc.

El camino para realizar una hipótesis de lectura es muy similar al


del análisis de la situación de comunicación. La diferencia
fundamental es que, al analizar sólo los elementos paratextuales, no
tenemos herramientas certeras del texto para realizar afirmaciones.
Por ese motivo, en muchos casos será necesario recurrir a la
estructura verbal condicional (sería…, podría ser…, tendía…, se
trataría de…, etc.). Así, al momento de realizar una hipótesis
podemos tener en cuenta la siguiente guía:
Guía de preguntas para realizar una hipótesis de lectura

DESTINADOR:

- ¿Cuál sería su área de conocimiento?

- ¿Qué elementos paratextuales lo indican?

DESTINATARIO:

- ¿A qué porción de la población puede dirigirse el emisor? ¿Qué


características tendría ese público?

- ¿Qué elementos paratextuales lo indican?

CONTEXTO:

- ¿La emisión y la recepción es simultánea o diferida?

- ¿Cuál sería el contexto institucional / académico / político /


social / económico / cultural en el que se produce este texto?

- ¿Qué elementos paratextuales lo indican?

MENSAJE:

- ¿Cuál podría ser el tema central del texto?

- ¿Cuál podría ser la función predominante (a qué factor de la


comunicación se orientaría predominantemente el mensaje)? ¿Por qué?

CANAL:

- ¿Es visual y escrito?

- ¿Cuál es el soporte que contiene este mensaje? (libro y tipo de


libro, o capítulo, o fragmento / artículo periodístico, etc.)

CÓDIGO:
5) ¿Cuál es el aspecto lingüístico del código? ¿Hay marcas textuales
que indiquen referencias extra-textuales? (Comillas, itálica,
tipografía, etc.)

6) ¿Cómo podría funcionar el nivel sociocultural del código? ¿Qué


conocimientos socioculturales (enciclopédicos / de diccionario)
debería poseer el destinatario? ¿Por qué? (Ejemplos)

7) ¿Cómo funcionaría el aspecto ideológico del código? ¿Existen


rasgos de alguna perspectiva teórica? ¿Cuáles? (Ejemplos)

8) En cuanto al aspecto retórico del código: ¿Cuál podría ser la


estructura interna en que el texto se organiza? ¿Por qué? / ¿Cuál es
la estructura externa (o género discursivo)? ¿Qué elementos lo
indican?

Ejemplo de elaboración de una hipótesis de lectura

(Los datos paratextuales que sustentan lo dicho están entre


paréntesis y subrayados).

Título: Por qué a algunos les gusta el picante


Subtítulo: Alimentos, genes y diversidad cultural
Autor: Gary Paul Nabhan
Traductor: Pedro Chouela
Editorial: Fondo de Cultura Económica
Fecha de publicación: 13/12/2006
ISBN: 978-84-493-2337-9
Formato: 16 x 23
Número de páginas: 180
Lugar de edición: México
Encuadernación: rústica
Colección: Ciencia y tecnología

El emisor de este libro podrá ser un investigador (colección),


probablemente del área de la biología o la tecnología de los
alimentos (colección), aunque también podría tratarse de alguien con
conocimientos en antropología, dado el perfil cultural en el que el
libro anuncia que se centrará (subtítulo).

El receptor debería tener un perfil de adulto, de formación


universitaria, dado que es la instancia en la que la cuestión de la
genética puede ser abordada a nivel científico (subtítulo). No hay
indicadores para establecer a partir de qué nivel universitario se
podría comenzar a decodificar este texto en su totalidad.

En relación con los códigos, en su aspecto lingüístico, si bien se


evidencia que el libro está escrito en lengua castellana, el
paratexto indica que esta edición se trata de una traducción, por lo
que el autor no concibió la obra desde su inicio para
hispanohablantes (traductor). En cuanto al aspecto sociocultural,
volvemos sobre una persona adulta, de formación universitaria, que
posee los conocimientos enciclopédicos suficientes para comprender e
interpretar la información genética/cultural
(subtítulo/editorial/colección). En este mismo sentido, el
destinatario ideal tendrá que decodificar el aspecto ideológico del
código y, aunque no hay elementos paratextuales que lo sustenten,
debería tener conocimiento de las teorías de fondo que estructuran
la discusión de la genética y la diversidad cultural
(subtítulo/colección). Luego, el aspecto retórico de este libro lo
ubica en el género discursivo del libro, y dentro de él en el
subgénero del texto científico-académico (todos los elementos
paratextuales).

El mensaje central abordaría la cuestión de identidad cultural a


través de la alimentación (subtítulo), y su función predominante
sería la referencial, dado que se trata de un texto
científico-académico.

El contexto de producción, diferido, se ubica en el área disciplinar


de la biología y la antropología (subtítulo/editorial/colección).
Por último, el canal es visual y escrito.
Ejercicio 5: Siguiendo el modelo recién propuesto, realizar una
hipótesis de lectura a partir de la siguiente información:

Título: El monje que vendio su Ferrari


Subtítulo: Una fábula espiritual
Autor: Robin Sharma
Editorial: Debolsillo
Fecha de publicación: 10/02/2011
ISBN: 97899871117227
Formato: 16 x 23
Número de páginas: 224
Lugar de edición: Barcelona
Encuadernación: rústica
Colección: Clave autoayuda
RESEÑA CRÍTICA

Si demostrar significa hacer ver al otro que lo que se piensa o dice


es cierto, la reseña crítica es un texto argumentativo cuyo
propósito es demostrar o brindar la mayor cantidad de pruebas al
lector –empleando juicios y argumentos sólidos e irrefutables– para
que éste acepte como verdad el hecho de que leer un libro, ver una
película, una obra de teatro, un espectáculo dancístico o un
musical, bien vale –o no– la pena.

La importancia de la reseña crítica se encuentra precisamente en el


empleo de la habilidad y conocimiento, de quien reseña (escritor)
para poder hacer que el lector acepte como ciertos sus juicios
acerca del libro, de la representación teatral, de la película, del
baile o del concierto observado.

¿Qué es una reseña crítica?

De acuerdo con la vigésima segunda edición del Diccionario de la


Real Academia de la Lengua, una reseña se define como una “noticia y
examen de una obra literaria o científica”. Según el autor Francisco
J. de la Torre Zermeño (2008), una “reseña es el examen que se hace
de una obra literaria o científica a fin de dar una noticia crítica
de la misma”.

Conforme a este mismo autor, la reseña se divide en dos:

1. Reseña descriptiva o informativa

2. Reseña crítica o valorativa

Organización textual de una reseña crítica

Como en la mayoría de los procesos de escritura, la reseña crítica


debe tener la estructura planteada a continuación:
1. Introducción o entrada: aquí se puede incluir la referencia
bibliográfica del libro o artículo reseñado –esto también se
acostumbra a escribir al final de la reseña-. La introducción,
generalmente, abarca los primeros párrafos, los cuales brindan un
breve resumen de la obra. De acuerdo con el estilo del autor de la
reseña, en esta parte se puede incorporar su opinión central o
tesis.

2. Desarrollo o cuerpo: dado que la reseña crítica busca, además de


resumir, demostrar una tesis, en el cuerpo del escrito se presentan
todos aquellos elementos contenidos en el libro o artículo que
pueden servir para presentar las pruebas que sostendrán la opinión.
Aquí se hace énfasis en los aciertos y deficiencias de la obra
leída.

3. Conclusión o cierre: es la redacción final – en uno o dos


párrafos – donde, quien reseña, condensa su opinión global frente al
libro o artículo leído y, así, recomendarlo o advertir acerca del
riesgo de leerlo.

Algunas recomendaciones para realizar una reseña:

1. Llevar a cabo una lectura exploratoria del texto a reseñar para


identificar el tema de que trata.

2. Hacer una segunda lectura, de estudio, con el fin de:

− Subrayar las ideas más importantes.

− Anotar comentarios, motivados por diversos aspectos del texto.

− Hacer una pequeña investigación para conocer datos acerca del


autor, como biografía y trayectoria profesional.

3. Investigar también acerca de las opiniones que la obra que se


está reseñando ha merecido por parte de especialistas en el tema.
Ejemplo de reseña

UN MAR DE METALES HIRVIENTES

Crónicas de la resistencia musical en tiempos


totalitarios (1975-1980)

MIGUEL GRINBERG

1ra. Edición: 2015

Editorial: Gourmet Musical

Prólogo: Miguel Grinberg

"La belleza es un mar flagrante de metales hirvientes, y solo es


belleza si el cocinero se aleja prudentemente y sabe las
manipulaciones. Si no sabés los procesos, se convierte en una lava
hirviente que te quema el rostro y te destruye” - Luis Alberto
Spinetta.

Un periodista heterodoxo, en el marco de un diario argentino sujeto


a la censura castrense, halló la manera de expresar casi diariamente
el ansia de libertad y creatividad de una generación de artistas
dispuestos a no ser intimidados por la represión y mucho menos
silenciados por la censura que imperó en nuestro país durante los
años del llamado “terror azul”.

Miguel Grinberg, crítico musical y poeta, especialista en temas


generacionales y movimientos contraculturales, concretó en las
páginas del matutino porteño La Opinión una artesanía de la
expresión indómita, con énfasis en las propuestas libertarias del
rock autóctono y de otras de las músicas renovadoras de la época.

El debut de Serú Giran, la reunión de Almendra, los numerosos


festivales de rock y la actividad de MIA, Los Jaivas, Alas, Nito
Mestre, Raúl Porchetto y tantos otros músicos hoy famosos algunos y
otros ya no tanto; las experiencias de Aquellare, Spinetta y León
Gieco en España, Estados Unidos y Latinoamérica; los nuevos tangos
de Astor Piazzolla y Rodolfo Mederos; la difícil relación de la
música y los medios de comunicación; los altos y bajos de la
industria musical, son solo algunos de los numerosos temas que
abarcan estos textos.

Este libro, recopila por primera vez una selección de críticas,


crónicas, entrevistas y otros textos clave para entender el
desarrollo del periodismo, la cultura y la música popular, así como
de la vida cotidiana durante la última dictadura militar entre 1975
y 1980.

Ejercicio 6: A partir de las siguientes propuestas, realizar una


reseña crítica. La propuesta es que, a partir de las dos opciones
de elementos paratextuales proporcionados elijan solo una.

No deben buscar información anexa, ya que el contenido (aunque sea


inventado por completo) no es relevante: estamos ensayando solo una
estructura. Además, si se concentran solo en los datos que ofrece el
ejercicio podrán trabajar también los elementos paratextuales. Es decir,
trabajen con lo que saben al respecto, y lo que no saben lo inventan.
Simplemente, cualquier cosa que digan no debe contradecir a ningún
elemento paratextual de los aportados. Por ejemplo: The Wall puede ser el
mejor disco de cumbia norteamericana de los ’70, ya que esa afirmación no
contradice a ningún elemento paratextual proporcionado. En cambio, no
podemos decir que es una película, ya que uno de los elementos nos indica
que pertenece a una discográfica.

Título: The wall


Artistas: Pink Floyd
Fecha de publicación: 30/11/1979
Discográfica: Harvest Records
Año: 1979
Duración: 81:20 min.
País: Reino Unido
Título: La historia oficial
Director: Luis Puenzo
Actores principales: Héctor Alterio, Norma
Aleandro, Hugo Arana, Chunchuna Villafañe
Productora: Historias Cinematográfica /
Progress Communications
Año: 1985
Duración: 115 min.
País: Argentina
ORALIDAD Y ESCRITURA

Con frecuencia, la escritura suele ser considerada como un código


secundario cuya función consistiría simplemente en registrar o
reflejar la producción oral. Sin embargo, un análisis de las
características de la oralidad y de la escritura permite ver que no
se trata de una relación de mero reflejo sino de dos tipos de
producción lingüística con especificidad propia.

La primera gran diferencia entre ellas deriva de los contextos en


los que se desarrollan. En la comunicación oral los participantes
comparten un mismo contexto espacio-temporal (o, al menos,
temporal): la oralidad requiere de la actividad simultánea de los
interlocutores. En esta forma de interacción los gestos, las
miradas, los silencios que acompañan a la palabra permiten al
hablante evaluar el efecto que causa en el destinatario y, gracias a
esta retroalimentación, puede regular su discurso a medida que lo va
produciendo. La comunicación escrita, en cambio, se da en forma
diferida y a distancia. Se trata de una comunicación “en ausencia”
del destinatario. Por esta razón el escritor debe crear una imagen
virtual del lector, que le servirá de orientación a lo largo del
proceso de escritura. Por otra parte, el hecho de que escritor y
lector no comparten un mismo contexto situacional, es decir, que no
están en contacto directo, exige al texto escrito un mayor grado de
explicitación dado que el lector no cuenta con la posibilidad de
preguntar o pedir explicaciones al autor, y el texto, entonces, debe
“valerse por sí mismo” para poder ser comprendido.

El discurso oral se despliega en el tiempo y, por lo tanto, está


necesariamente vinculado a la sucesión y la linealidad. A diferencia
de lo que sucede con un escrito, por el que la vista puede
desplazarse en diferentes direcciones y al ritmo impuesto por el
lector, el oyente no puede “recorrer” distintas secciones del
discurso para detenerse en alguna en particular o encontrar una
frase que desee volver a escuchar. Incluso con los medios de
grabación modernos, el discurso sigue estando cautivo del hilo
temporal y, por ende, de la sucesión. La escritura, en cambio, al
fijar la palabra en el espacio, la libera del tiempo y permite a los
sujetos volver una y otra vez sobre las ideas objetivadas por los
signos gráficos.

Desde el punto de vista de la producción, la urgencia que impone al


hablante la situación de comunicación oral muchas veces no le da
tiempo suficiente para encontrar la forma más apropiada. La
limitación temporal incide sobre la capacidad de memoria tanto del
productor como del destinatario y esto influye, por ejemplo, sobre
la selección de palabras, que evidencian menor precisión, más
ambigüedad, y la construcción de las oraciones, que suelen ser más
breves y menos complejas que en un escrito y tienden a acumular las
unidades de información en lugar de establecer relaciones explícitas
entre ellas. Además, diversos factores pueden afectar la producción
(distracción, errores, vacilaciones, problemas de articulación,
cambios de estrategia sobre la marcha) que fracturan el hilo del
discurso. Es por esto que el discurso oral es siempre provisorio, se
muestra “en proceso” y, por lo tanto, revela las “imperfecciones”
típicas de esta forma de textualidad: repeticiones innecesarias,
falsos comienzos, frases inconclusas, debilitación de la coherencia,
entre otros rasgos.

La escritura, en cambio, permite al productor tomar decisiones más


reflexivas sobre la elaboración del discurso. Al no estar urgido por
la necesidad de producir espontáneamente, el escritor puede tomarse
el tiempo necesario para planificar el texto y articular sus ideas
con mayor precisión. Como consecuencia, en un escrito las conexiones
lógicas entre las proposiciones suelen ser explícitas, el
vocabulario más rico y variado, y la sintaxis

considerablemente más compleja ya que, por otra parte, el escritor


sabe que su lector podrá derivar por el texto según sus necesidades
y releer aquellos pasajes más exigentes. Finalmente, la oralidad y
la escritura deben también sus rasgos distintivos a la naturaleza
del canal en el que se materializan. El significante de la oralidad
es el sonido, aunque la comunicación oral también se apoya en una
serie de signos paralingüísticos percibidos a través de la visión
(gestos, miradas, movimientos corporales) que completan el mensaje.
El escrito se vale únicamente de la materia gráfica que se asocia a
sistemas como el de la ortografía y la puntuación, destinados en
parte a representar visualmente algunas de las características de la
oralidad (como sucede con los signos de interrogación y exclamación,
por ejemplo) y a orientar la actividad de lectura e interpretación
del texto.

Ejercicio 7: La siguiente transcripción corresponde a un fragmento


de una entrevista al escritor argentino Marcelo Cohen realizada en
diciembre de 2004. Transformar este fragmento de discurso oral en
un texto escrito para ser leído: agregar todas las marcas gráficas
necesarias (signos de puntuación, acentos, mayúsculas) y eliminar
las huellas de oralidad.

Leer y escribir

corrijo mucho pero corrijo mientras escribo es decir me


gusta tardo mucho en que la frase alcance lo voy a decir un
poco ampulosamente la plasticidad no que que quiero y creo
que lo que no queda bien escrito es muy dificil de corregir
por eso despues porque obedece al momento hay en la
escritura un vinculo casi como con el presente como que es
como de sensacion termica me gusta mas leer que escribir
pero pero no puedo estar sin escribir no puedo estar sin
ninguna de las dos cosas y he notado que me pongo que si no
leo me pongo triste me aburro de mi mismo pero si no
escribo me pongo cascarrabias nunca se me ocurre una
anecdota y despues le adjudico un paisaje determinado todo
surge con su paisaje quiero decir paisaje personajes
acontecimiento nacen en mi juntos en una especie de
pelotita que se puede devanar el devanado la puesta la
puesta en hilo es la narracion.

La grabación de esta entrevista puede escucharse en:

http://audiovideotecaba.com/obra-en-construccion-marcelo-co
hen/
Contestar entre todos: ¿Qué signos de puntuación emplearon en la
reescritura? ¿Cuáles de ellos manifiestan actitudes del hablante?
¿Cuáles son esas actitudes?

Para continuar abordando la importancia de la puntuación, leemos el


siguiente fragmento de Perdón, imposible de José Antonio Millán

Aunque llevamos siglos sumergidos en una cultura de la palabra


escrita, la lengua comenzó siendo algo oral, materia hablada, y la
cadena de sonidos que la constituye necesita interrupciones que por
una parte permiten respirar al hablante y por otra van dotando de
sentido, de ritmo y hasta de música al texto.

Pero eso no es todo: hace casi exactamente quinientos años Antonio


de Nebrija (que escribió la primera gramática del castellano) se
expresaba así:

Lo mismo que en la lengua hablada es necesario realizar ciertas


pausas distintivas, para que el oyente perciba las distintas partes
de la frase y para que el locutor, una vez recuperado el aliento,
hable con mayor energía, así, en la escritura, hemos de hacer lo
mismo para resolver ambigüedades, por medio de los signos de
puntuación.

Nos surge aquí una segunda razón para la puntuación: hacer que
pasajes que admitirían distintas lecturas […] se decanten hacia una
de ellas. Como muchas decisiones en el uso de sus signos, esta
función exige que quien escribe se ponga al mismo tiempo en el papel
del que lee. […]

Además, debemos a la puntuación el conocimiento de lo que podríamos


llamar la macroestructura del texto: su división en párrafos, y
dentro de los párrafos en oraciones. Sabemos a través de ella qué
ideas el autor consideró que podía unir (porque eran similares, o
por la relación que mantenían entre sí) y cuáles quiso dejar
aisladas. La puntuación transmite así la estructura lógica del
texto.

La puntuación también nos ayuda a saber cuál es la postura del autor


ante lo que dice: si expresa algo con ironía o con escándalo, con
temor, ansiedad o duda, con vacilación, como súplica o con sorpresa,
con pudor, con reticencia o con ánimo de ofender, si habla por sí
mismo o si reproduce las palabras de otro... El problema es que la
lengua escrita no tiene recursos suficientes para recoger con un
signo distinto cada uno de estos matices, ni tampoco abarca todo el
amplísimo abanico de emociones y sentimientos humanos. Como dice un
buen experto en el tema, José Martínez de Sousa: «Por ejemplo, en
esos casos en que decimos: “Lo ha dicho con recochineo”. […] ¿Cómo
se manifiesta el recochineo en lo escrito?». Este es un terreno en
el que ni siquiera los más furiosos experimentalistas del lenguaje
han osado entrar. Hablando de cómo los poetas de vanguardia
abolieron la puntuación […], Borges comentó: «Hubiera sido más
encantador el ensayo de nuevos signos: signos de indecisión, de
conmiseración, de ternura, signos de valor psicológico o musical».
MILLÁN, José Antonio; Perdón, imposible.
Guía para una puntuación más rica y consciente,
Buenos Aires, Editorial del Nuevo Extremo, 2005

Responder:

a) ¿Qué funciones cumple la puntuación, según Millán?

b) En el comienzo del último párrafo, se dice que la puntuación


también nos ayuda a conocer la actitud del escritor respecto del
tema del que se ocupa. Proponer por lo menos tres ejemplos de
enunciados en los que la puntuación transmita algunas de las
posturas a las que hace referencia el texto de Millán.

Para reflexionar acerca de la importancia de la puntuación, veamos


el siguiente caso:
En el mes de septiembre de 2005, cuando el huracán Katrina devastó
la ciudad de Nueva Orleans, el presidente Bush fue a visitar la zona
afectada. En esa oportunidad, un canal de televisión sub-tituló de
esta manera la imagen del presidente en conferencia de prensa:

BUSH: UNO DE LOS PEORES DESASTRES QUE HA GOLPEADO A LOS E.E.U.U

Inmediatamente la imagen se convirtió en una broma que dio la vuelta


al mundo por correo electrónico. ¿Por qué se consideró graciosa esta
imagen? ¿De qué manera se podría transformar el texto para darle una
lectura “seria”?

Y para practicar, trabajamos con la siguiente anécdota que


sigue fue recogida por J.A.Millán en su página web
(http://jamillan.com/perdonimposible/lectopun.htm): Un
hombre rico al morir dejó su testamento escrito de puño y letra. El
texto decía así:

"Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi sobrino Pedro nunca jamás


pagarse la cuenta al sastre nada para los jesuitas todo lo dicho es
mi deseo".

Como el testamento no tenía puntuación, cada uno de los mencionados


intentó salir favorecido puntuándolo según su conveniencia. ¿Cómo lo
hicieron? Escribir las cuatro versiones de los “herederos”.

Y si no quisiera dejar su herencia a nadie, ¿cómo se podría puntuar?


LOS PROCESOS DE LA ESCRITURA

La producción de un texto escrito es el resultado de un proceso que


pone en juego una compleja serie de operaciones, saberes y recursos
lingüísticos y cognitivos del escritor. Desde el punto de vista de
la psicología, el acto de escribir es concebido como una tarea
propia de lo que se conoce como pensamiento creativo, es decir, de
esa facultad inherente a todo sujeto (no solamente a los “creadores”
como Borges o Cervantes sino a todos los seres humanos) a la que
recurrimos cada vez que se nos plantea la necesidad de resolver
problemas de manera no rutinaria o automatizada.

Los problemas para resolver pueden ser de la índole más variada:


desde realizar un reclamo hasta cómo formular y llevar a cabo un
proyecto de investigación científica. Pero aun cuando se trate de
situaciones tan diferentes, estas situaciones “problemáticas” tienen
algo en común: todas parten de la necesidad de alcanzar un propósito
determinado. Para eso, el sujeto necesita, en primer lugar, evaluar
la situación en la que se encuentra, definir el objetivo que se
propone alcanzar y decidir cuáles son los medios de los que dispone
(o que debe procurarse) para cumplir con sus propósitos.

En este marco, entonces, toda tarea de escritura es concebida como


una actividad de resolución de un tipo particular de problema: un
problema retórico (es decir, comunicativo) que comprende,
básicamente, el manejo de un tema, el conocimiento del destinatario
y la determinación de la finalidad del escrito que se va a producir.

Para alcanzar el objetivo que se plantea con su tarea de escritura,


el escritor necesita construir una representación ajustada del
problema retórico al que se enfrenta ya que una evaluación imprecisa
o incompleta conduce a una resolución inadecuada o ineficaz. Si, por
ejemplo, un alumno se encontrara en la necesidad de solicitar un
cambio en los horarios que le han sido asignados en la universidad
y, para conseguirlo, tuviera que enviar una carta al Departamento de
Alumnos, antes de escribir deberá evaluar cómo debe dirigirse a su
interlocutor, qué formas de tratamiento emplear (no es adecuado
encabezar la carta con “Querido Departamento de Alumnos”, por
ejemplo), qué razones son atendibles para lograr que la solicitud
sea respondida favorablemente (un argumento como: “No quiero ir por
la mañana porque me gusta dormir hasta tarde” no sería ni
convincente ni aceptable en esta situación). También, dado que se
trata de una comunicación que se desarrolla en un ámbito
institucional fuertemente regulado, el escritor sabe o debe saber
que es necesario que el pedido se presente en formato carta e
impreso en papel (por el valor documental que se asigna a este
soporte) y que probablemente no alcance con enviar un e-mail
pidiendo el cambio de horario para considerar que el trámite ha sido
realizado debidamente. Todos estos conocimientos y habilidades
respaldan las decisiones que el escritor va tomando a medida que
resuelve su tarea de escritura.

Estructura textual externa e interna

Estructura externa (géneros discursivos)

Pretende reconocer los géneros discursivos (moldes en los que


encajan los textos). Estos se reconocen principalmente por los
elementos paratextuales, es decir por los elementos que advierten a
priori, antes de leer el texto, y que permiten desplegar las
herramientas psicológicas que nos predisponen a decodificarlo de una
determinada forma. Por ejemplo, un titular, una foto y un epígrafe
nos indican que nos enfrentaremos al género discursivo de la prensa,
y sabemos que no nos enfrentaremos a estudios científicos sino a
información con intenciones de objetividad, pero que siempre
resultan de un recorte de la realidad. Un libro, en cambio, nos
predispone psicológicamente a pensar que encontraremos elaboraciones
estudiadas y comprobadas, con las explicaciones y/o argumentaciones
necesarias.

También, dentro de los géneros, podemos encontrar subgéneros. Así,


en la prensa tenemos diversidad ellos, y que dependen
intencionalidad, que puede ser la divulgación científica, el debate,
la información. También dependiendo de la intencionalidad, cada uno
de estos subgéneros se organizará con una determinada estructura
interna.

Estructura interna (tipos textuales)

En la estructura interna debemos reconocer la organización que


predomina en el texto: argumentativa, narrativa, explicativa y
descriptiva.

Por ejemplo, dentro de la prensa encontraremos notas que se


estructuran internamente de diferentes formas, dependiendo del
objetivo. Así, una nota de opinión será predominantemente
argumentativa, una crónica policial será predominantemente
narrativa, una nota de la sección de ciencia será explicativa y una
de la sección de espectáculos descriptiva.

La predominancia en general le pertenece solo a una, pero por


supuesto que pueden coexistir varias estructuras dentro de un mismo
texto. Por ejemplo, la estructura argumentativa puede valerse de
todas las otras para desplegar su desarrollo.

Según J. Adam, las secuencias son unidades mínimas de composición


textual, es decir, conjuntos de enunciados que se organizan de una
manera particular, esta organización hace posible que los
reconozcamos. Las secuencias textuales son seis:

1. Secuencia Narrativa: presenta una sucesión de acciones o eventos


finalizados. Predomina en el cuento o en la novela, pero también en
géneros que no pertenecen a la ficción: crónica periodística,
manuales historia.

2. Secuencia Descriptiva: presenta los rasgos de objetos, personas,


paisajes acciones; no hay "fábula", no se cuenta nada, no hay
progresión causal ni temporal Predomina por ejemplo en el género
guía turística, pero también aparece en pasajes de textos con
secuencia predominantemente narrativa (por ejemplo, en la novela)

3. Secuencia expositivo-explicativa presenta análisis de conceptos,


en general, los textos predomina responden en que una pregunta (que
pues no estar explícitamente formulada), y redactados en presente
están del indicativo porque buscan una ilusión de objetividad: la
explicación se presenta como una verdad no abierta al debate, no se
pretende discutir sino hacer comprender al Interlocutor algo que
desconoce.

4. Secuencia Argumentativa: presenta una postura que el enunciador


sostiene respecto de un tema polémico, intenta convencer a su
interlocutor, y para ello despliega una serie de argumentos; además
intenta demostrar que las posturas de otros enunciadores no son
válidas. Predomina en la nota de opinión y en el ensayo.

5. Secuencia Dialogal: se caracteriza por la alternancia de voces,


se estructura como un diálogo Predomina en guiones de cine o TV,
obras de teatro, la conversación cotidiana y la entrevista

6. Secuencia Instruccional: presenta consejos u órdenes, predomina


el modo imperativo ya que se apela a la 2º persona para que haga o
no algo. Predomina en manuales de USO recetas de cocina,
reglamentos.

Siempre se habla de predominio de una secuencia determinada, porque


a la secuencia dominante puedan subordinarse otras, como vimos en el
caso de la secuencia descriptiva.

En este curso trabajaremos con cuatro: Argumentativa, Explicativa,


Narrativa y Descriptiva.
Ejercicio 8: señalar los elementos que nos permiten determinar
la estructura tanto externa como interna. Señalar cuál es el
tipo textual predominante y marcar fragmentos de los otros
tipos que trabajan como complementarios.

Publicado on abr 24, 2013 por Revista Furias in N° 15, Relatos Miradas
por Mariela Velez

La red social Facebook

Facebook es una red social de la que ya disfrutan mil millones


de habitantes de todo el planeta. Desde sus inicios hace ya
varios años, esta herramienta social ha significado un cambio
muy significativo en lo que a las relaciones personales se
refiere. Facebook ha conseguido, con sus aciertos y errores,
formar parte de nuestra cotidianidad o tal y como afirma su
creador, Mark Zuckerberg "Hacer el mundo más abierto y
conectado".

Pero tal y como he dicho anteriormente, los usuarios de esta


famosísima red social son conscientes de sus virtudes, pero
también de sus debilidades. Por una parte, hay que decir que
Facebook es una plataforma social gratuita de la que puedes
formar parte con sólo tener una cuenta de correo. Además te
permite estar en contacto con personas que en otras
circunstancias difícilmente podrías conocer,relacionarte o
intercambiar todo tipo de información. Otro aspecto positivo
tiene que ver con el hecho de que te permite estar informado de
los acontecimientos más relevantes que ocurren a tu alrededor o
en el mundo. En mi caso debo decir que hace años que uso esta
red social y me ha permitido estar en contacto con muchos
profesionales del mundo de la Educación. Hasta aquí algunos de
los aspectos positivos

que podemos destacar de la red social Facebook. Pero no todo


son ventajas. Todo el mundo sabe que muchos usuarios no tienen
la edad mínima para formar parte de la plataforma. Otros
aspectos negativos son la facilidad con la que pueden suplantar
nuestra identidad y los problemas de privacidad como colgar
fotos sin previa autorización. A estos inconvenientes hay que
añadir los problemas de adicción de esta red social que pueden
provocar problemas de relación o de baja autoestima.

En definitiva, Facebook es una red social que ha llegado y lo


ha hecho para quedarse. Es por ello que son los usuarios los
que deben asumir la responsabilidad de hacer un buen uso. Si es
así, si somos capaces de educar y educarnos en las buenas
prácticas, con toda seguridad las ventajas serán muchísimas más
que los inconvenientes.
CONECTORES Y REFERENTES TEXTUALES

CONECTORES

Los conectores son aquellas palabras o expresiones que se usan para


unir las diferentes partes de una oración. Esta unión debe ser
realizada considerando el sentido de la oración y otros aspectos
como la sintaxis y la ortografía. Es decir, los conectores unen el
texto y sirven para explicar, ejemplificar, justificar, contrastar,
modificar, distribuir o resumir la oración anterior.

CONECTORES CAUSALES: Señalan que lo que sigue es la razón por la


cual se afirma lo anterior (causa).

* Porque / debido a / puesto que / a causa de / pues / ya que / dado


que, etc.

Ej.: No iré a tu cumpleaños porque no me has invitado.

CONECTORES CONSECUTIVOS: Efecto o consecuencia de una causa


mencionada. * Por ello/ por lo tanto/ por eso/ por lo que/ por ende/
por consiguiente/ con que/así es que/ entonces/así, etc.

Ej.: Pedro estudia mucho, por lo tanto, saca buenas notas

CONECTORES ADVERSATIVOS (CONTRASTE): Establecen relaciones de


oposición y/o comparación.

* Pero / sin embargo / no obstante / sino / antes bien / etc.

Ej.: Melanie estudia mucho, sin embargo, no saca buenas notas.

CONECTORES CONCESIVOS: Una negación parcial para el logro de una


acción.

* Por más que / pese a (que) / aun cuando / a pesar de (que) /


aunque, etc.

Ej.: Melanie saca buenas notas, aunque no estudia mucho.

CONECTORES CONDICIONALES: Se trata de un requisito o condición para


que se realice la acción o lo dicho.

* Si / a menos que / salvo que / a no ser que, etc.

Ej.: Si todos tomáramos conciencia, el Perú cambiaría.

No te volveré hablar, salvo que me pidas disculpas.

CONECTORES EXPLICATIVOS: se utilizan para enunciar lo mismo, pero en


términos más simples o técnicos.

* O sea / es decir / en otras palabras / quiero decir / en otros


términos / esto es / a saber, etc. Ej.: América Latina tiene 196
millones de personas que están por debajo de la línea de pobreza, es
decir, un 45.9% vive en una situación indigente.

CONECTORES DE SECUENCIA: Indican una secuencia de ideas o acciones


que se llevan a cabo.

* Luego / antes / después / a continuación, etc.

Ej.: Los alumnos dieron su examen y luego se retiraron.

Primero realizaré las tareas y después descansaré.

CONECTORES DE CONCLUSIÓN (RESUMEN): Indican que se procederá a hacer


una síntesis de todo lo expuesto.

* En resumen / en conclusión / en fin / bueno / a fin de cuentas,


etc.

Ej.: En resumen, el aumento de disponibilidad es una reacción a


estas fuertes presiones que ocurren en determinados períodos.

CONECTORES DISYUNTIVOS: Indican que un elemento excluye al otro; o


que la realización de una proposición excluye el cumplimiento de la
otra.

* O / u / o bien / ya / bien / ya sea, etc.

Ej.: Para irme a mi casa puedo usar dos tipos de transporte, ya sea
el tren 2 o el colectivo.
CONECTORES DE SITUACIÓN: Determinan un lugar específico.

* En medio / afuera / adentro / encima / debajo, etc.

Ej.: Adentro hacía un calor infernal y afuera, un frío sepulcral.

CONECTORES DISTRIBUTIVOS: El predicado abarca dos o más


proposiciones.

* Además… también / No solo… sino que / Asimismo / Igualmente/Además

Ej.: Además de los niños, los adultos y los viejos disfrutaron del
espectáculo.

CONECTORES COPULATIVOS (ADITIVOS): indican adición de elementos.

* y

Ej.: María salió y Juan se quedó

***Los ejercicios de conectores deben hacerse sin mirar inicialmente


las alternativas, sino que se debe tratar de establecer el sentido
de la oración y ubicar un conector posible que complete el sentido
correctamente.

REFERENTES

La referencia textual designa la relación que se establece entre


ciertas unidades o expresiones lingüísticas y un elemento que ya ha
aparecido o aparecerá más tarde en el texto oral o escrito; con ella
se señalan, pues, entidades que se encuentran «dentro del texto»
(referencia endofórica), por contraste con la referencia a entidades
que se encuentran «fuera del texto» (referencia exofórica).

Entonces, la referencia endofórica se presenta cuando la relación se


establece con un referente que está en el mismo texto:

Nos hizo una oferta excelente. En ella describe todas las ventajas
de la alianza. (El pronombre personal ella hace referencia a un
grupo nominal que está presente en el mismo texto: una oferta
excelente)

En cambio, la referencia exofórica se presenta cuando un elemento


del texto alude a factores o situaciones extralingüísticos, es
decir, que no están en el texto sino en el contexto situacional:

Nosotros somos parte esencial de la Universidad Nacional de Quilmes.

(‘Nosotros’, establece una relación con algunos de los elementos de


la UNQ que no están presentes en el texto, como docentes, alumnos,
etc.).

Por último, según la referencia se realice hacia atrás en el texto o


hacia delante se distingue entre referencia anafórica o anáfora y
referencia catafórica o catáfora respectivamente. Las anáforas y
catáforas de un texto pueden señalar tanto a personas u objetos como
al tiempo o espacio creados dentro del tejido discursivo:

Ejemplos:

● Anáfora: Entre los caracteres físicos que contribuyen más a hacer


que una persona resulte atrayente o repulsiva hay algunos que varían
según las modas sociales (Algunos establece una referencia anafórica
con caracteres físicos)

● Catáfora: Todos los empleados les solicitaron las directivas (Les


establece una referencia catafórica con las directivas)

*** Para identificar el referente correcto podemos formular un


interrogante que nos oriente: ¿qué es lo que varía según las modas
sociales? ¿Qué es lo que solicitaron los empleados?

Ejercicio 9: Intercambiar con unx compañerx el ejercicio de


escritura anterior, revisar conectores y referentes y puntuación.
Corregir y/o reescribir las partes que se crean convenientes.
LA ARGUMENTACIÓN

El texto argumentativo tiene como objetivo expresar opiniones o


rebatirlas con el fin de persuadir a un receptor. La finalidad del
autor puede ser probar o demostrar una idea (o tesis), refutar la
contraria o bien persuadir o disuadir al receptor sobre determinados
comportamientos, hechos o ideas.

La argumentación, por importante que sea, no suele darse en estado


puro, suele combinarse con la exposición. Mientras la exposición se
limita a mostrar, la argumentación intenta demostrar, convencer o
cambiar ideas. Por ello, en un texto argumentativo además de la
función apelativa presente en el desarrollo de los argumentos,
aparece la función referencial, en la parte en la que se expone la
tesis.

La argumentación se utiliza en una amplia variedad de textos,


especialmente en los científicos, filosóficos, en el ensayo, en la
oratoria política y judicial, en los textos periodísticos de opinión
y en algunos mensajes publicitarios. En la lengua oral, además de
aparecer con frecuencia en la conversación cotidiana (aunque con
poco rigor), es la forma dominante en los debates, coloquios o mesas
redondas.

Estructura general

INTRODUCCIÓN: Breve exposición en la que el argumentador entrega


antecedentes del tema a tratar e intenta captar la atención del
destinatario.

TESIS: Postura o idea que se defiende con el fin de convencer o

persuadir al destinatario.

CUERPO ARGUMENTATIVO: Razonamientos empleados para convencer al


destinatario o para demostrar la tesis.
ARGUMENTOS: son los por qué de la afirmación.

CONTRA-ARGUMENTO: Postura propia de los detractores de la tesis que


debe ser refutada por el argumentador.

CONCLUSIÓN: Breve recapitulación de lo expuesto o resolución a la


que se ha llegado tras el estudio o análisis de la tesis.

Esquemáticamente, la dinámica argumentativa podría representarse del


siguiente modo:

Ejercicio 10: elegir cuál es la mejor obra de arte de la


humanidad y argumentar por qué. Incluir señalamientos de
explicación, narración, descripción, conectores y referentes.
Ejercicio 11: Reescribir la entrevista Preguntas y respuestas
(Fragmento de "El camino del artista") y crear un texto
argumentativo a partir de la hipótesis: Todas las personas son
creativas.Señalar e incluir:

1. Introducción

2. Dentro de la introducción señalar:

- hipótesis

- contexto.

3. Desarrollo

4. Dentro del desarrollo elaborar y señalar:

- Tres argumentos

- Un contra argumento

- Un fragmento explicativo

- Un fragmento narrativo

- Un fragmento descriptivo

- Dos conectores

- Dos referentes

5. Conclusiones

6. Dentro de las conclusiones señalar en dónde recupera los


argumentos principales y en dónde la hipótesis.

Extensión aproximada: una página

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