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El régimen alimenticio debido
Escrito Por: Elena de White. EL RÉGIMEN ORIGINAL
Escogido Por el Creador
• Para saber cuáles son los mejores comestibles tenemos que estudiar el plan original de Dios para la alimentación del hombre. El que creó al hombre y comprende sus necesidades indicó a Adán cuál era su alimento. “He aquí—dijo—que os he dado toda planta que da semilla..., y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os será para comer”. Génesis 1:29.
Dios dio a nuestros primeros padres los alimentos que él
se propuso que debía comer la raza humana. Era contrario a su plan quitar la vida de ninguna criatura. Un llamado a regresar El Señor se propone que su pueblo vuelva a vivir a base de frutas, hortalizas* y cereales sencillos... Dios les proveyó a nuestros primeros padres los frutos en su estado natural.— (Escrito en 1890) E. from U.T. 5, 6
Si se descarta la carne, si el gusto no es educado en esa
dirección, y si se estimula el apetito por las frutas y los cereales, pronto ocurrirá lo que Dios quiso que fuera en el principio. Su pueblo no usará nada de carne.— El régimen sencillo Una ayuda para lograr una percepción rápida Si hubo alguna vez un tiempo en que la alimentación debía ser de la clase más sencilla, es ahora.—Joyas de los Testimonios 1:259 (1869). Dios quiere que los hombres cultiven la fuerza del carácter. Los que son meramente contemporizadores no son aquellos que recibirán una rica recompensa día tras día. El quiere que los que trabajan en su causa sean hombres de aguda inteligencia y rápida percepción. Deben ser temperantes en el comer; los manjares suculentos no deben encontrar lugar en sus mesas; y cuando al cerebro se lo carga constantemente y hay falta de ejercicio físico, deben comer con frugalidad, aun tratándose de alimentos sencillos. El régimen sencillo Ahorrando mucho sufrimiento Ud. necesita llevar a la práctica la reforma pro salud en su vida; negarse a sí mismo en el comer y beber para la gloria de Dios. Absténgase de los deseos carnales que batallan contra el alma. Necesita practicar la temperancia en todas las cosas. He aquí una cruz que Ud. ha rehuido. El conformarse a un régimen sencillo, que lo preserve en la mejor condición de salud, es la tarea que le corresponde.
La recompensa de la perseverancia. Las personas acostumbradas a un régimen
fuerte y muy estimulante tienen el gusto pervertido y no pueden apreciar de buenas a primeras un alimento sencillo. Se necesita tiempo para normalizar el gusto y para que el estómago se reponga del abuso. Pero los que perseveren en el uso de alimentos sanos, los encontrarán sabrosos al cabo de algún tiempo. Podrán apreciar su sabor delicado y los comerán con deleite, prefiriéndolos a las golosinas malsanas. Y el estómago, en condición de salud, es decir, ni febril ni recargado, desempeñará fácilmente su tarea.—El Ministerio de Curación, 229 (1905). Un régimen alimenticio adecuado La generosa provisión de Dios Dios le ha provisto al hombre abundantes medios para satisfacer un apetito no pervertido. Ha extendido delante de él los productos de la tierra: una variedad abundante de alimentos que son deliciosos al paladar y nutritivos para el sistema. Nuestro benévolo Padre celestial nos dice que podemos comer libremente de ellos. Las frutas, los cereales y las legumbres, etc (…) En los cereales, las frutas, las verduras y legumbres y los frutos oleaginosos o nueces han de encontrarse todos los elementos alimenticios que necesitamos. Si acudimos al Señor con sencillez de mente, él nos enseñará cómo preparar alimentos sanos, libres de la corrupción de la carne usada como alimento.— Un régimen alimenticio adecuado Un régimen pobre desacredita la reforma pro-salud. Algunos de nuestros hermanos se abstienen concienzudamente de comer alimentos impropios, y al mismo tiempo, por descuido, dejan de comer los alimentos necesarios para el debido sostén del cuerpo. Nunca presentemos un testimonio negativo contra la reforma pro salud por no usar alimentos sanos y apetitosos en lugar de los artículos perjudiciales que hemos descartado. Debe emplearse mucho tacto y discreción en la preparación de alimentos nutritivos que ocupan el lugar de los que han constituido el régimen de muchas familias. Este esfuerzo requiere fe en Dios, fervor de propósito, y la voluntad de ayudarse mutuamente. Un régimen que carezca de los debidos alimentos nutritivos atrae reproche a la causa de la reforma pro salud. Somos mortales, y debemos suplirnos de alimentos que le proporcionen el debido sostén al cuerpo.—Carta 135, 1902. El régimen en diversos países Se necesita tacto al enseñar la reforma pro salud A fin de realizar nuestra obra de una manera directa y sencilla debemos reconocer las condiciones a las cuales está sujeta la familia humana. Dios ha hecho provisión para los que viven en diferentes países del mundo. Los que quieren ser colaboradores con Dios deben considerar cuidadosamente cómo enseñan la reforma pro salud en la gran viña de Dios. Deben avanzar con cuidado al especificar qué alimentos deben consumirse y qué alimentos no deben usarse. El mensajero humano debe unirse al Ayudador divino al presentar el mensaje de misericordia a las multitudes que Dios quiere salvar. El régimen en diversos países Seguridad de ayuda divina
El Señor quiere que en todo lugar se
estimule a hombres y mujeres a desarrollar sus talentos en la preparación de alimentos sanos con los productos naturales de su propia región. Si miran a Dios y ejercen su habilidad e ingenio bajo la dirección de su Espíritu, aprenderán a transformar los productos naturales en alimentos sanos.
Sábado 22 de Junio - Estableced Nuevas Instituciones. - Obra Médico-Misionera - El Pueblo de Dios Valora Su Salud - Volved A La Dieta Original - Tiempo para Ayunar y Orar