Qué Es La Reprogramación Mental

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¿Qué es la reprogramación mental?

La reprogramación cerebral, también conocida como reprogramación mental, es la


capacidad del cerebro de reiniciarse frente a determinadas situaciones.
Lo que debes saber sobre la reprogramación cerebral, es que la mente y el contexto son
los principales creadores de la realidad de una persona. Desde el nacimiento el cerebro
comienza a crear nuevos conceptos derivados de las relaciones familiares o amistades.
Todo eso queda grabado en el subconsciente e impacta en la toma de decisiones durante
toda la vida. Sin embargo, muchas veces los conceptos adquiridos no terminan de encajar
en la mente de una determinada persona y cambiarlos puede que no sea sencillo.
Para la neurociencia, reprogramar la mente en 21 días no solo es posible, sino que
además es recomendado, por sus múltiples beneficios en varios aspectos de la vida. Pero
antes de comenzar con nuestra reprogramación mental, es necesario entender primero el
papel que juega el subconsciente.

Si deseas encontrar qué es lo que se ha forjado en tu cerebro desde que naciste, puedes
optar por:

 Llevar un diario de sueños: anotar cada sueño o pesadilla con todos los detalles
posibles. Luego, cuando te despiertes, trata de analizarlo y ver qué puede significar en
base a tu historia personal.

 Ten en cuenta tus intuiciones: las corazonadas son mensajes que envía el
subconsciente a la mente consciente. Esta información puede dar pistas sobre lo que
hay en él o sobre lo que quiere decirnos.

 Escribe en ayunas: ni bien te despiertes, escribe entre 10 y 15 minutos todo lo que


quieras, sin pensar demasiado. Luego, lee semanalmente lo que has estado escribiendo
cuando te despiertas. Seguramente te sorprenderás con algunos escritos, y podrás
reflexionar sobre tu realidad pasada y presente. Tanto este punto como los anteriores
deben analizarse mediante terapia y con ayuda de un profesional de la salud.
 Respira conscientemente: aprender a relajar la mente a través de la respiración es clave
a la hora de hacer una reprogramación mental. Cuando tu mente esté divagando en
pensamientos negativos, respira profundamente entre 3 y 5 veces. Ahora puedes
retomar tu día.

¿Cómo lograr la reprogramación mental?


La reprogramación mental es posible gracias a algunos pasos que explicaremos a
continuación:
Hazte preguntas

En primer lugar, pregúntate qué conceptos adquiridos pertenecen a tus valores o ideales, y
cuáles han sido impuestos por otras personas durante tu recorrido por la vida.

Cambia tus pensamientos

Cambiar tus pensamientos es usar sugestiones positivas. Por ejemplo, “Yo merezco ser
feliz” o “Yo merezco un trabajo que me llene profundamente”. De esta forma podrás
posicionar tus decisiones en base a las manifestaciones que te estás haciendo
constantemente. Recuerda que a los pensamientos negativos se los combate con
respiraciones profundas y conscientes.

Vive en aquí y el ahora


Parte de la reprogramación cerebral es conectar con lo que acontece en la actualidad.
Vivir en el presente te hará ver y estar dispuesto a nuevas oportunidades. Aprovecha el aquí
y el ahora con los ejercicios de mindfulness, pues de esta forma reducirás la velocidad de
los pensamientos que pasan por tu mente. Elige los que más te gusten y repitelos todos los
días.
Visualiza

Visualízate ahora. Estás dentro de un coche y tienes el control de tus próximas rutas o
caminos. ¿Hacia dónde irás? Imagínate manejando sin miedos ni obstáculos.

Medita

Intenta evitar pensamientos negativos a través de la meditación. No es necesario tener


largas meditaciones, con hacerlo entre 5 y 10 minutos por día es más que suficiente. Esto te
ayudará a hacer más consciente tu respiración.

Beneficios de la reprogramación mental


Como mencionamos anteriormente, la reprogramación cerebral tiene varios beneficios a
nivel personal y profesional. Entre ellos podemos mencionar:
Te conocerás mejor

Reprogramar tu mente te servirá para ser más consecuente con tus actos, pensamientos y
opiniones. Te conocerás mejor. Tendrás conciencia de lo que realmente te importa, y cuáles
son los valores a través de los cuáles quieres vivir en sociedad.

Serás más productivo

Reprogramando tu mente podrás tener estímulos positivos y productivos, lo que te llevará a


obtener resultados constructivos. Al salir de la zona de confort y entrar en una realidad
positiva de autodescubrimiento y construcción, tendrás más oportunidades y mejores
herramientas para tus labores diarias.
Sentirás más confianza en tí mismo

El hecho de reprogramar tu mente te hará sentir más feliz, y esto te brindará más confianza.
Sentirás que, si pudiste con eso, podrás también con otros obstáculos.

La mente no se programa de la misma manera que un ordenador o una máquina. Sin


embargo, se pueden utilizar diferentes técnicas y estrategias para influir en la forma en que
pensamos, sentimos y actuamos. Algunas formas de "programar" la mente de manera
positiva incluyen:
1. Práctica de la atención plena: La meditación y la atención plena pueden ayudar a entrenar
la mente para enfocarse en el presente y reducir la ansiedad y el estrés.
2. Visualización: Imaginar escenarios positivos y visualizar el éxito puede ayudar a
programar la mente para lograr metas y objetivos.
3. Afirmaciones positivas: Repetir afirmaciones positivas sobre uno mismo puede ayudar a
cambiar patrones de pensamiento negativos y fortalecer la autoestima.
4. Educación y aprendizaje continuo: Exponerse a nuevas ideas, perspectivas y
conocimientos puede ampliar la mente y mejorar la capacidad de pensar de manera creativa
y crítica.
5. Establecer metas claras y realistas: Tener objetivos concretos y alcanzables puede
motivar a la mente a trabajar de manera enfocada y disciplinada. Es importante recordar
que cada persona es única y lo que funciona para una persona puede no ser efectivo para
otra.
Es recomendable experimentar con diferentes técnicas y encontrar las que mejor se adapten
a tus necesidades y objetivos. Además, es fundamental tener en cuenta que la mente es un
órgano complejo y que a veces es necesario buscar ayuda profesional si se experimentan
problemas de salud mental.

Qué tipos de aprendizaje existen en el aula


A lo largo de la historia, grandes figuras de la psicología como Pavlov o Bandura se
han dedicado a entender el aprendizaje, qué es y cómo se construye, y gracias a
todos esos estudios hoy sabemos que no solo se aprende estudiando.

Y es que eso de que sólo puedes aprender rodeado de libros ya no es esa verdad
absoluta que todos pensábamos hasta hace unos años. Como explica el portal
educativo Universia, numerosos estudios han ido confirmando que, efectivamente,
existen hasta 13 tipos de aprendizaje con los que adquirir conocimientos, cada uno de
ellos implicando formas de estudio diferentes.

Lo importante de esto es que estos 13 tipos de aprendizaje suponen una adaptación


del proceso de adquisición de conocimientos a las necesidades y preferencias
de los alumnos. Se acabó eso de pensar que uno no sirve para los libros, si tienes
muchas formas más de aprender el mismo contenido.
En este sentido, estas 13 formas diferentes de aprender son:

1. Aprendizaje implícito
Este aprendizaje es el que ocurre, sin que nos demos cuenta, de una forma no
intencional y que da como resultado conductas automáticas como hablar o caminar.
De todos los tipos de aprendizaje, este es el primero en existir.

2. Aprendizaje explícito
Se trata de un tipo de aprendizaje que requiere la activación de los lóbulos
prefrontales de nuestro cerebro y que se caracteriza por ser intencional y
consciente, es decir, en este caso, el alumno tiene intención de aprender.

3. Aprendizaje asociativo
¿Te suena el perro de Pavlov? Esta es una de las teorías que explican el aprendizaje
asociativo, o cómo las personas asocian un estímulo a otro estímulo o
comportamiento. Aunque esta forma de aprender requiere mucho trabajo, es uno de
los tipos de aprendizaje más ricos, profundos y con mejores resultados.

4. Aprendizaje no asociativo
Al contrario de lo que sucede con el aprendizaje asociativo, el no asociativo consiste
en cambiar nuestra respuesta a un estímulo por ser repetitivo y continuo, es
decir, por estar acostumbrados a él. Este aprendizaje se relaciona principalmente con
la sensibilidad y las costumbres, por eso podemos distinguir dos formas: la
habituación y la sensibilización.

5. Aprendizaje significativo
El aprendizaje significativo es conocido como uno de los tipos de aprendizaje más
efectivos, y consiste en establecer relaciones entre los conocimientos nuevos y
los que ya se tenían. En este artículo te dejamos algunas estrategias para alcanzar
este tipo de aprendizaje en el aula.

6. Aprendizaje cooperativo
Este es uno de los tipos de aprendizaje más utilizados en las aulas. En este caso se
trata de aprender tanto con los propios conocimientos como con los de los demás, es
decir, de forma cooperativa y trabajando en grupos de un máximo de 5
personas, donde cada miembro tiene un rol y unas tareas concretas.

7. Aprendizaje emocional
El aprendizaje emocional ha ido cobrando cada vez más importancia por ayudar a los
alumnos a aprender a identificar y gestionar sus emociones, consiguiendo
grandes beneficios a nivel mental y psicológico, con un mayor bienestar y mejores
relaciones con los compañeros.

8. Aprendizaje observacional
Este tipo de aprendizaje se basa en observar a un modelo para aprender a hacer
una determinada tarea reproduciendo lo que se ha visto.
9. Aprendizaje experiencial
El aprendizaje experiencial es uno de los más profundos y se trata, de hecho, de uno
de los tipos de aprendizajes más antiguos y que más se emplean en la vida diaria.
Este tipo de aprendizaje es especialmente útil para aprender de los errores y
consiste precisamente en eso, aprender a partir de la propia experiencia.

10. Aprendizaje por descubrimiento


El aprendizaje por descubrimiento es un tipo de aprendizaje activo en el que el
alumno descubre y organiza los conceptos para su propio esquema cognitivo,
interactuando con el docente y estableciendo una relación con los conocimientos que
ya tenía.

11. Aprendizaje memorístico


Este tipo de aprendizaje es uno de los que más se utilizaban en educación hasta hace
pocos años, y consiste en memorizar información sin la necesidad de darle
sentido. Aunque esta forma de aprender es bastante criticada por ser todo lo
contrario al aprendizaje significativo, por suerte ahora se conocen otros 12 tipos con
una comprobada efectividad.

12. Aprendizaje receptivo


Se trata de un tipo de aprendizaje pasivo en el que el alumno simplemente recibe la
información que el docente explica. Es un proceso de aprendizaje opuesto al
aprendizaje por descubrimiento.

13. Aprendizaje colaborativo


Mientras en el aprendizaje cooperativo los alumnos eligen el tema a trabajar, el
colaborativo es un tipo de aprendizaje donde a los niños se les asigna una temática
y ellos eligen la metodología que siguen. Se trata de que a través del trabajo en
grupo, cada alumno destaque por sus propias habilidades.

Cómo trabajar los diferentes tipos de aprendizaje


Existen muchas técnicas y programas con las que abordar cada tipo de aprendizaje
concreto, sin embargo, lo principal es observar cómo responden los alumnos a cada
tipo.

Y es que cada alumno necesita un tipo de aprendizaje que se adapte a su


personalidad y necesidades, por lo que es esencial tratar estrategias y actividades
en clase que puedan favorecer el mayor número posible de estilos de
aprendizaje.

Algunas sugerencias para abordar varios tipos de aprendizaje son:

 Plantear un problema
 Método de proyectos
 Juegos de roles
 Trabajos de investigación
 Elaboración de blogs y wikis
 Utilización de plataformas educativas
 Foros de discusión
 Exposiciones

Existen diferentes tipos de ejercicios y actividades que pueden ayudar a programar


la mente de manera positiva. Algunas opciones incluyen:

1. Meditación: La meditación es una práctica que consiste en enfocar la mente en un


objeto, pensamiento o actividad con el objetivo de lograr claridad mental, calma y
bienestar emocional.
2. Mindfulness: La atención plena o mindfulness se refiere a prestar atención de
manera consciente al momento presente, sin juzgar los pensamientos o emociones
que surjan. Esta práctica puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la
concentración.
3. Visualización creativa: Consiste en imaginar escenarios positivos y visualizar el
logro de metas y objetivos. Esta técnica puede ayudar a programar la mente para el
éxito y aumentar la confianza en uno mismo.
4. Ejercicio físico: La actividad física regular no solo beneficia al cuerpo, sino
también a la mente. El ejercicio puede ayudar a liberar endorfinas, reducir el estrés
y mejorar el estado de ánimo.
5. Juegos mentales: Resolver acertijos, rompecabezas, sudokus u otros juegos
mentales puede estimular la mente, mejorar la concentración y la agilidad mental.
6. Aprendizaje de nuevas habilidades: Aprender algo nuevo, como un idioma, un
instrumento musical o una disciplina artística, puede desafiar y estimular la mente,
promoviendo el crecimiento personal y la creatividad.
7. Escritura terapéutica: Llevar un diario, escribir pensamientos y emociones, o
practicar la escritura creativa pueden ser formas efectivas de procesar experiencias,
reflexionar sobre uno mismo y fomentar la autoexpresión.
Estos son solo algunos ejemplos de ejercicios que pueden ayudar a programar la
mente de manera positiva. Es importante explorar diferentes opciones y encontrar
aquellas que mejor se adapten a tus necesidades y preferencias. Además, la
constancia y la práctica regular son clave para obtener beneficios duraderos en el
desarrollo mental y emocional.

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