La Entrevista de Juego (Manual)
La Entrevista de Juego (Manual)
La Entrevista de Juego (Manual)
Elika Capnikas
El juego es una actividad espontánea que se inicia desde los primeros meses del niño
y dura toda la vida. Como plantea Flesler (2007), para el ser humano, el juego es uno de los
máximos goces de la existencia. Ya Freud (1908) nos decía que el juego para el niño es algo
muy serio, es la ocupación más intensa del niño, donde invierte grandes cantidades de afecto.
Los niños juegan para aprender, para comunicarse, para elaborar conflictos
emocionales o simplemente porque es una actividad gratificante y placentera. Los niños
necesitan jugar porque es saludable. El juego es un “trabajo” placentero, trabajo psíquico que
reúne el penar con el gozar, el esfuerzo con la satisfacción.
Para Freud (1920), el juego se relaciona con el principio de placer y con la
compulsión a la repetición, con la tendencia al goce y a la reducción de las tensiones.
La actividad lúdica es efecto de un pensamiento inconsciente y que responde a leyes del
proceso primario como los sueños y los actos fallidos. (Freire de G., 1986)
El juego es parte de la estructuración psíquica del niño. Dice Casas de Pereda (1999)
que hay un niño que a través del juego, que es su modo de ser siendo, se va haciendo con el
otro, que lo mira ser y hacerse. Imitar, disfrazarse de otro, jugar a ser otros en las variables de
cada cultura, son entrenamiento de trabajo de estructuración psíquica.
El niño en su desamparo inicial, necesita de otro para ir constituyéndose como sujeto
psíquico. La mirada, la voz, el sostén, acompañan las necesidades básicas de alimentación,
cuidado, abrigo, envolviendo al bebe en un manto protector, que le va devolviendo como en
espejo, su ser humano en el mundo. Intuitivamente los padres lo hacen jugando. Para eso, es
necesario de otro madre-padre que esté disponible pero no avasalle, que ponga un tiempo, un
ritmo, para que pueda empezar a representarse la ausencia, germen del pensamiento y juego
simbólico (Press, 2012).
El vínculo madre-bebé es imprescindible para pensar la construcción psíquica del
individuo. Casas de Pereda (1992a) entiende que generalmente la primer persona que juega
con el niño es la madre, quien le enseña (sin ser consciente de ello) a jugar el juego de
presencia-ausencia. Este juego pone en marcha el deseo promoviendo mecanismos de defensa
y también generando marcas y simbolizaciones. Este tipo de juegos inaugura una larga serie
de los cuales forman parte el fort-da y la escondida entre otros. El juego es también un modo
de aprendizaje, el niño realiza una puesta en escena, jugando, y a la vez que va
estructurándose, va creando el mundo.
Winnicott (1971) menciona que el niño pasará de la ilusión omnipotente de crear el
mundo a poder lograr una adaptación lo más creativa posible, por lo que es esa adaptación
progresiva lo que le permitirá apropiarse del mundo que lo rodea.
El niño va a poder aprehender el mundo representándolo, simbolizándolo, y el proceso
de pensar se va dando desde el poder representar. Jugando el niño va a la vez que
representando, haciendo propio los conocimientos del otro.
Por otro lado, el niño estructura su coordinación perceptivo-motriz y las nociones de
tiempo y espacio a través de la actividad lúdica.
El juego cumple también una función elaborativa, al jugar el niño puede elaborar
conflictos, hacer activo lo que vivió pasivamente, a la vez que va produciendo nuevos
sentidos.
El juguete por su tamaño, por ser algo propio y permitido, le da la posibilidad al niño
de ejercer dominio sobre él, convirtiéndose por esto en el instrumento más adecuado para
revivir los objetos reales y poder allí dominar situaciones penosas o difíciles para él. Jugando,
desplaza al exterior miedos y angustias internas, situaciones que por lo general resultan
intolerables para su yo, débil aún por no estar aun totalmente estructurado (Freire de G.,
1986)
Viñeta clínica:
En este caso se presenta una mamá a la consulta, que manifiesta tener ciertas
inquietudes sobre su hijo de once años, que se encuentra un tanto distraído tanto en su casa
como en el ámbito escolar. Plantea que su hijo en reiteradas ocasiones “miente”, al parecer es
algo que le preocupa mucho y que junto con su pareja hacen gran hincapié en que no lo haga,
ya que no entienden a qué se deben sus mentiras.
La madre relata que su hijo no sabe aún quien es su padre, que las veces que ha
preguntado por él, le han dicho distintas versiones, algunas como que ha muerto, y otras
respuestas han sido “cuando seas más grande vas a entender”. Todos saben en el entorno
familiar quien es el papa del niño y los motivos por los cuales no está presente (motivo
vergonzoso y doloroso a nivel familiar) menos él.
En la primera consulta con él, se le ha preguntado con quién vive, cómo está
compuesta la familia, por su escuela. En ningún momento hace referencia a su padre o al
desconocimiento de este. Lo que lleva a tener que indagar sobre qué fantasía tiene creada en
relación a la figura paterna.
En la entrevista de juego, elige uno de los juego de la XO que consiste en obtener
llaves para poder abrir las puertas de algunos pasadizos secretos, y así acceder a ciertos
premios y lograr pasar de nivel.
A lo largo del proceso y a través del juego se vio cierta repetición sobre la elección de
los mismos, en su mayoría el juego de pasar pantallas a través de pasadizos secretos. Se pudo
visualizar que el niño es partícipe de un secreto el cual contiene una parte sumamente
importante de su historia, y se actualiza a través de las mentiras. Secretos que obturan la
capacidad de creatividad y espontaneidad, quedando pegado a la repetición. A la vez que
manifiesta a través del juego un “saber” de algo secreto, necesita de estas llaves que lo
habiliten a preguntar.
Ejercicio clínico
Julián 3 años
Madre: Mi hijo está solo conmigo, este año empezó a ir a la escuela y empezó a preguntar
por el padre. Empezó una escuelita y empezó con tos, tos, e hizo 3 crisis de asma…En la
Sociedad médica me recomendaron que hiciera terapia. Me dijeron que estaba muy mal
criado porque duerme conmigo, y porque si no quiere algo lo dejo… Con el padre estuve 5
años antes que naciera Julián…Me separé del padre cuando quedé embarazada porque era
adicto…No se puede criar a un hijo con un adicto…la decisión de irme de la casa fue mía, él
no se iba a ocupar, entonces me fui a lo de mis padres. Fue duro, yo tenía que pensar en mi
hijo, elegí que mi hijo esté bien… No sé cómo explicarle que el padre no está, es muy
chico… No sé si sería bueno que vea al padre, porque tampoco le va a dar nada… Es re
inquieto, tenés que estar 24 horas atento a él. Una vez me tiró una maceta. Lo rezongo y me
pega él a mí, me dice estúpida… Somos re unidos, a mí también me cuesta mucho separarme.
En la escuela le costó muchísimo adaptarse, le pegaba a los otros niños…
Entrevista de juego
Nos sentamos con la caja en el piso, pero se levanta y se mueve constantemente. Agarra las
maderitas y dice que va a hacer un castillo, que “hay extraterrestres que son malos, quieren
entrar al castillo pero no pueden”. Al castillo le hace muchas puertas y queda bien cerrado
para que no entre nadie. De un lado queda el castillo y del otro unos muñequitos que dice que
son extraterrestres.
En ese momento se angustia y dice que se quiere ir. Le pregunto si quiere que entre la madre
y dice que sí. Entra la madre, se le señala que se siente en un sillón en un rincón del
consultorio. Empieza a hablar y a jugar con Julián, él le lleva muñecos y empiezan a jugar
entre ellos, dejando a la entrevistadora por fuera.
Psicóloga: Parece que Julián juega solo con mamá y yo quedé a un costado
La madre sigue hablando y tomando la iniciativa del juego. Le hago señas como para que no
intervenga y ver por donde sigue Julián. Este me mira y sigue jugando conmigo. Retoma el
juego del castillo y los extraterrestres, dice que los extraterrestres quieren destruir el casillo,
por lo que lo va reforzando con más maderitas “así no pueden entrar”
Cambia de juego, agarra un caballo grande y lo pone en un bolso de plástico. Lo cierra y dice:
“está en una jaula”
Va al pizarrón, dibuja luego algo que parece ser una víbora, le pregunto si le da miedo y dice
que no, “porque la reviento”…luego dibuja rallas que dice ser fantasmas, que “Yo no les
tengo miedo porque los reviento”
Toma los juguetes de doctores y pregunta que es. Saca el termómetro, se toma la temperatura
y le pone el termómetro a la mamá.
Psic: Mamá me contó que estuviste internado, debes haber visto muchos doctores
Jugamos con un muñeco a los doctores, le pone una curita y le da jarabe. “Puaj, es feo” y lo
escupe.
La madre le pide permiso para ir al baño y le dice que vuelve enseguida. El le dice que no,
que no se vaya, y se agarra de la madre. La madre desiste de ir al baño.
Aberastury, A. (1981). Teoría y técnica del psicoanálisis de niños. Buenos Aires: Paidós
Salamanca: Amorú.
(76), 83-94.
Flesler, A. (2007). El niño en análisis y el lugar de los padres. Buenos Aires. Editorial Paidós
Freud, S. (1920/1984). Más allá del principio de placer. En Obras Completas (Vol. 18, pp. 1-
Guerra, V. (2014). Ritmo, mirada, palabra y juego: hilos que danzan en el proceso de
Klein, M (1926). Principios psicológicos del análisis infantil. Buenos Aires: Ediciones
Hormé.