Pagares Hipotecarios 42407
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FÓRMULAS Y PRÁCTICAS
NOTARIALES
PAGARÉS HIPOTECARIOS(*)(1071)
2. REQUISITOS
3. LA INDIVISIBILIDAD DE LA HIPOTECA
REVISTA DEL NOTARIADO
Colegio de Escribanos de la Capital Federal
El artículo 3112 del Código Civil consagra este principio al enunciar - "La
hipoteca es indivisible; cada una de las cosas hipotecadas a una deuda y
cada parte de ellas están obligadas al pago de toda la deuda y de cada
parte de ella".
Para analizar esta característica de la hipoteca, Salvat lo estudia en primer
lugar, con relación a la cosa o cosas hipotecadas y en segundo término, con
relación al crédito que la hipoteca garantiza.
Es indudable que en lo que hace al primer punto, el inmueble hipotecado
aunque se halle pagada parcialmente la deuda que dio origen a esta
garantía, continúa afectado al pago total de la obligación, la hipoteca queda
subsistente hasta su total cancelación, aunque el inmueble haya sido
dividido entre varios copropietarios. Si son varias las cosas hipotecadas, la
ley dispone que cada una de ellas está obligada al pago de la totalidad de
la deuda y el acreedor cuya hipoteca se extiende a varios inmuebles tiene
derecho a elegir cualquiera de ellos para ser pagado con su valor de la
totalidad de su crédito, aunque sobre él se hubiesen constituido
posteriormente otras hipotecas. Afirma que no se trata de una indivisibilidad
de carácter esencial, como ocurre con la indivisibilidad en materia de
servidumbre. La indivisibilidad de la hipoteca, por consiguiente, es un
carácter inherente a la naturaleza de ella, establecida consultando el interés
del acreedor, pero las partes pueden aceptar la división de la hipoteca, del
mismo modo que la garantía de evicción, inherente a la naturaleza de los
contratos de venta, puede ser renunciada por el comprador. Las
convenciones tendientes a renunciar a la indivisibilidad de la hipoteca, por
lo mismo que no comprometen principio alguno de orden público, ni las
buenas costumbres, serían plenamente eficaces, añadiendo que las
mismas deben ser expresas.
Con relación al crédito, opina que el carácter indivisible de la hipoteca, no
afecta ni modifica en lo más mínimo el carácter divisible del crédito al cual
sirve de garantía, porque la hipoteca es un simple accesorio y este último es
lo principal(10)(1081).
El mismo Vélez Sársfield en la nota al artículo 3112 nos dice que "la
hipoteca es un accesorio de la obligación del deudor y no puede, por lo
tanto, alterar la naturaleza de la obligación principal... La indivisibilidad no
impide la división de la obligación principal". Así lo ha entendido nuestra
jurisprudencia, sentando en sus fallos el principio de que la indivisibilidad de
la hipoteca continúa intacto aun cuando el crédito asegurado sea divisible, y
en resolución dictada por la Cámara 1ª en lo Civil y Comercial de La Plata el
28 de octubre de 1965, se establece que "cada uno de los acreedores
hipotecarios puede reclamar individualmente el pago y la ejecución de la
garantía, por el importe que se le adeuda".
4. JURISDICCIÓN COMPETENTE
5. TRANSFERENCIA
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Colegio de Escribanos de la Capital Federal
El artículo 3202 del Código Civil estatuye que "si la deuda por la cual la
hipoteca ha sido dada, debe pagarse en diferentes plazos y se han dado al
efecto letras o pagarés, estos documentos y sus renovaciones deben ser
firmados por el anotador de hipotecas para ser tomados en cuenta del
crédito hipotecario, y con ellos el deudor o un tercero, cuando estuviesen
pagos en su totalidad, pueden solicitar la cancelación de la hipoteca. El
anotador de hipotecas debe mencionar la fecha del acto de donde se
derivan esos instrumentos".
Evidentemente en este caso, el legislador ha querido establecer que la
posesión de los pagarés detentada por el deudor, presupone su pago, de
acuerdo a la norma general consagrada en el artículo 878 del Código Civil,
que dice: "Siempre que el documento original de donde resulte la deuda, se
halle en poder del deudor, se presume que el acreedor se lo entregó
voluntariamente, salvo el derecho de éste a probar lo contrario".
Vélez Sársfield tomó el texto del artículo 3202 del Código de Luisiana, si
bien en gran medida se apartó del mismo, ya que el artículo 3346 de dicho
Código dispone que "el notario que recibe un acto, en virtud del que se han
dado en pago billetes a a l orden, debe firmarlos e indicar la causa. El
deudor puede, si ha pagado esos billetes, hacerse dar por el notario un
certificado en el que eso conste. Con la presentación de ese certificado, el
conservador de hipotecas debe cancelar la inscripción hasta el valor de la
suma pagada". Y en el 3348 expresa: "El conservador a quien se hubieran
presentado alzamientos parciales resultantes de pagos hechos a cuenta de
una deuda con privilegio o hipoteca, deberá hacer mención de esos
alzamientos parciales al margen de la inscripción del acto de que deriva
ese privilegio o esta hipoteca; pero no deberá cancelarlos definitivamente
hasta que se haya acabado de pagar enteramente la deuda por que se
suscribió el acto".
Según surge de la lectura de estas disposiciones legales, nuestro artículo
difiere de su fuente en cuanto a quién debe suscribir los pagarés para
identificar su fecha y contenido.
Del mismo modo, a los efectos de su cancelación ¿ante quién deben
presentarse los documentos pagados? El Código de Luisiana nos
demuestra que se presentan ante el notario y éste expide un certificado en
que consta que se ha satisfecho su importe y con él, el anotador registrará
su cancelación. De nuestro artículo 3202 no se deja entrever este tipo de
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procedimiento. Bastará con que el deudor presente al Registro la totalidad
de los pagarés para que éste proceda a su cancelación, sin necesidad de
ninguna otra formalidad.
Como señala Lafaille, "el título habilitante consiste en los propios
documentos, sin necesidad de escritura extintiva para que conste el pago.
Se acompaña un título emanado del propio Registro"(24)(1095).
Al registrador le resultará por demás fácil y sencillo verificar que los
instrumentos que se le presentan son los mismos que registró al constituirse
la garantía y si han cubierto parcial o totalmente la deuda.
No obstante, es común en nuestra provincia, que el titular del dominio de un
inmueble adquirido con saldo de precio por el cual se constituyó hipoteca
instrumentada en pagarés, al haber cancelado su importe, concurre a la
escribanía con la totalidad de estos documentos y solicita al notario labre
una escritura pública en la que conste la cancelación, a fin de ser
presentada ante el Registro conjuntamente con los pagarés hipotecarios
para que se tome razón de ello.
En cuanto a quién puede solicitar la cancelación, la ley dice "el deudor o un
tercero" y este tercero puede ser el tercer poseedor del inmueble
hipotecado (caso de compraventa con cargo de deuda hipotecaria), el
último endosatario e inclusive un simple gestor de negocios que presente la
totalidad de los pagarés y así lo resolvió la Suprema Corte de Justicia de
Mendoza, manifestando que "la cancelación de la hipoteca puede solicitarla
un gestor de negocios, siempre que acredite los extremos
exigidos..."(25)(1096).
Una vez registrada la cancelación, el anotador devuelve los documentos con
nota de que así se ha hecho. No obstante, sería conveniente, en tutela de la
seguridad y responsabilidad de los registradores, que ellos queden
archivados acreditando la causa de la extinción de la hipoteca. Por último,
en caso de extravío de los pagarés y estando ausente el acreedor, no queda
otra vía que la judicial para peticionar la cancelación.
Concretando, diré que el único requisito para que proceda la extinción
definitiva de la hipoteca constituida con pagarés, es la presentación por
parte del deudor o un tercero, ante el Registro de Hipotecas, de la totalidad
de los documentos suscriptos, constando en ellos la inscripción
correspondiente. No presentándose todos, el registrador tomará razón de
los presentados anotándolos en el asiento respectivo, pero no cancelará la
hipoteca, que quedará subsistente hasta tanto se acredite el pago total de la
deuda.
7. ESQUEMATIZACIÓN
8. CONCLUSIONES
JURISPRUDENCIA
I SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA. CESIÓN DE CUOTAS:
Inscripción en término. Improcedencia del embargo
DOCTRINA: 1) La inscripción solicitada dentro del plazo por el artículo 39 del Código
de Comercio debe llevar la fecha de presentación.
2) No es procedente, por tardío, el embargo trabado con posterioridad sobre las cuotas
del cedente.
Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Mar del Plata, Sala 1ª'. AUTOS:
O.K. 3 SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA s/Inscripción de su
modificación.
II. Les asiste razón por los siguientes motivos: 1) La inscripción fue
solicitada en término, conforme lo dispone el artículo 39 del Código de
Comercio.