El Mutuo Mercantil
El Mutuo Mercantil
El Mutuo Mercantil
1. INTRODUCCION.
2. CONCEPTO.
3. FUNCION ECONMICA.
4. CARACTERISTICAS.
3 M.P. Jos Fernando Ramirez Gomez. Sentencia de 27 de Marzo de l.998. Exp. 4798.
Co.). Si con tal procedimiento tampoco se encuentra la solucin, debe
acudirse a la costumbre, que de reunir las condiciones sealadas por el
art. 3 ejsdem, tiene la misma fuerza normativa de la ley mercantil y por
ende resulta de aplicacin preferente a las normas del derecho civil, a las
cuales el art. 2 permite acudir para llenar las deficiencias del derecho
mercantil positivo o consuetudinario, pero por virtud de aplicacin
subsidiaria. Sin embargo, cuando es la misma ley mercantil la que de
manera expresa invoca la regulacin de la ley civil, la aplicacin de sta
no es subsidiaria, sino principal y directa, por lo que pudiera denominarse
mercantilizacin de la norma civil, ya que se da una integracin o reenvo
material de normas.
Para los partidarios de la tesis del mutuo, como contrato consensual, habra
que agregar que sera bilaterial, pues el mutuante se obligara a entregar,
como efecto surgido de la celebracin del contrato.
Ese salvo pacto en contrario, se puede referir a que las partes estipulen que
no habr intereses en ese mutuo o que los intereses debidos no sean los
legales, sino los que estipulen las partes.
Es evidente que si hago uso de la aceleracin del plazo, y doy por vencido
el plazo de la obligacin, es a partir de ese momento que corren los
trminos de prescripcin o caducidad; lo contrario, sera un absurdo, pues
partir de ese momento puede hacer el cobro al deudor por la totalidad y
corren intereses de mora.
Para que ello no suceda, tendra que ocurrir que las partes mutuante y
mutuario pacten expresamente que dicho ttulo valor se entrega en garanta
y que no tiene como objeto, pagar la obligacin de restitucin que tiene el
mutuario.
a). Intereses legales. Los intereses legales mercantiles son aquellos cuya
tasa aparece determinada por la ley mercantil.
Nos interesa saber cul es la limitacin que tienen los contratantes para
pactar intereses, y para dar una respuesta adecuada nos debemos referir
independientemente al rgimen civil y al rgimen mercantil, pues cada uno
nos ofrece respuesta diferente.
En materia civil hay una norma supremamente clara y expresa que no deja
duda sobre cul es el lmite que la ley seala a las partes para estipular
intereses y es el artculo 2231 del Cdigo Civil que a la letra dice: El
inters convencional que exceda de una mitad al que se probare haber sido
inters comente al tiempo de la convencin, ser reducido por el juez a
dicho inters corriente, si lo solicitare el deudor.
Para dar un concepto sobre intereses civiles podemos decir que son los que
consagra el Cdigo Civil para los negocios jurdicos civiles, como por
ejemplo cuando regula el contrato de mutuo, en este evento, dice la ley
civil que, pueden consistir en dinero o en cosas fungibles (artculo 2230
del Cdigo Civil).
Hay que advertir que la norma civil antes referida no distingue si se trata de
intereses de plazos o intereses de mora. El citado artculo 2231 se refiere
simplemente al lmite para estipular intereses, sin hacer distincin entre
intereses de plazo e intereses de mora.
Artculo 884 del Cdigo de Comercio, modificado por la Ley 510 de 1999:
La oscura redaccin del original artculo 884 del Cdigo de Comercio, dio
lugar a mltiples interpretaciones desde que comenz la vigencia del
cdigo. Una cosa dijo la Superintendencia Bancaria ahora Superfinanciera,
ella misma modificaba su criterio; otra cosa han dicho los departamentos
jurdicos de los bancos y las entidades financieras; otra ha dicho la Corte
Suprema de Justicia y otras dicen los diferentes estudios de la materia. El
8 El Artculo 883 del Cdigo de Comercio derogado Ley 45 de 1990 deca: El deudor estar
obligado a pagar los intereses legales comerciales en caso de mora y a partir de sta, como se determina
en el artculo siguiente.
texto reformado no supera del todo las discusiones que se plantearon con el
texto original, pues sigue la duda de cual es el lmite para pactar intereses
durante el plazo9.
Como se puede observar, frente a esta pregunta que nos hemos realizado
existe un abanico de criterios y todos con fundamentos muy respetables.
Lo nico que se hizo fue cambiar parte del texto; lo que antes se deca que
el doble del bancario corriente, como lmite para los intereses de mora, se
vario por la expresin una y media vez, que es lo que dice ahora. En lo
dems la norma sigue igual; o hay vaco o hay mala redaccin.
El pas viene entendiendo que es el mismo lmite que existe para la mora,
lo cual no es lgico por lo siguiente:
9 Ver los diferentes criterios en: Arrubla paucar, Jaime Alberto. Rgimen Legal de los Intereses.
Contratos mercantiles. Tomo I Dike. 2006.
una de las partes en el cumplimiento del contrato, como por ejemplo en el
mutuo, son los que se deben por el deudor durante el plazo. Hay lugar a
hablar de estos intereses siempre que no est en mora el deudor de pagar la
obligacin.
Advierte, que cuando se cobren intereses que sobrepasen los lmites fijados
en la ley o por la autoridad monetaria, el acreedor perder todos los
intereses cobrados en exceso, remuneratorios, moratorios, o ambos, segn
el caso, aumentados en un monto igual. Sin duda la mencionada ley
modifica el artculo 884 del Cdigo de Comercio, en lo tocante a este
punto.
El texto original del artculo 884 del Cdigo de Comercio, sealaba como
lmite para convenir intereses de mora, el doble del inters corriente
bancario.
Con la modificacin del texto del artculo 884 que realiza la Ley 510 de
1999 en su artculo 111, se cambia en el texto original la expresin ...ser
del doble... por ser equivalente a una y media veces del bancario
corriente....
1 El mutuo y la tutela.
12 Corte Constitucional, Sentencia No. C-747 de 1999. magistrado ponente Dr. Alfredo
Beltrn Sierra.
cuanto a los crditos para la financiacin de vivienda a largo plazo,
inexequibilidad cuyos efectos se difieren hasta el 20 de junio del ao
2000, como fecha lmite para que el Congreso expida la ley marco
correspondiente.
Sin embargo, sucede algo distinto con las personas que de manera
evidente no hacen parte del grupo anterior descrito, y que ms bien,
se aprovechan de manera abusiva de las facilidades otorgadas por
el Congreso. Por ejemplo, en el caso en el que se logre probar que
los deudores en el proceso ejecutivo no son vctimas de un situacin
macroeconmica y financiera que les impidi pagar cumplidamente
su deuda, sino que incurrieron en mora con el fin de abusar del
sistema y eludir el pago de deudas que tenan la capacidad
econmica de honrar, el juez ha de concluir que stos no son
merecedores de proteccin por va de tutela cuando solicitan que el
juez constitucional ordene la terminacin del proceso ejecutivo que
el juez civil, ante esas circunstancias especficas de comprobada
9. JURISPRUDENCIA
A continuacin se reproduce en extenso, algunas de las jurisprudencias que
han sido citadas en el estudio, por la importancia de los temas que tratan.
17 M.P. Jos Fernando Ramirez Gomez. Sentencia de 27 de Marzo de l.998. Exp. 4798.
posibilidad del contrato all autorizado, por cuanto se estima que ste
slo resulta viable frente a contratos reales o solemnes (Prez Vives), pues
la consensualidad descarta la promesa misma, porque si sta en rigor
debe contener los elementos del contrato prometido, el acuerdo sobre los
mismos necesariamente estara perfeccionando el contrato que se quera
prometer. En otras palabras, la promesa y el contrato consensual
prometido se confundiran. De ah que el ordinal 4 del artculo 89 de la
ley 153 de 1887, expresamente descarte esa posibilidad cuando consagra
como requisito del contrato de promesa, que se determine de tal suerte el
contrato, que para perfeccionarlo slo falte la tradicin de la cosa
(contrato real) o las formalidades legales (contrato solemne), quedando
as excluido el contrato consensual. Con todo, se acota, si en dichos textos
legales se notara un silencio normativo, ste ms que constituir una
aplicacin prctica del principio de la consensualidad que impera en la
formacin de los contratos mercantiles, lo que reflejara sera una laguna,
un vaco del legislador, que debiera llenarse con las reglas sealadas en el
prrafo anterior, reglas que, agotadas en el orden establecido conduciran
de manera ineludible a las normas del derecho comn, contenidas en el
Cdigo Civil, por conducto de las cuales se establecera el contenido
esencial de tal especie de relacin negocial, el cual conllevara
ineluctablemente a la caracterizacin real que antes se indicaba. Empero,
para la Corte tampoco es extraa la teora de la consensualidad que el
recurrente enarbola como pilar de la argumentacin, dentro de la cual la
perfeccin del contrato de mutuo mercantil, requerira del simple acuerdo
de las partes contratantes, acerca del monto del crdito otorgado, el plazo
y las tasas de remuneracin, momento a partir del cual el mutuante queda
obligado a la entrega del dinero. Sin embargo, como ya se anot, la
doctrina nacional especializada, considera que el estado actual de la
legislacin no permite atribuirle al contrato de mutuo mercantil otra
naturaleza distinta a la de contrato real, no slo por el contenido del art.
1169 del C. de Comercio, atrs referido, sino por la clsica preceptiva del
Cdigo Civil, a donde se llega. (Rodrguez Azuero, Contratos Bancarios,
pg. 308 y 309; Bonivento Fernndez, Los principales contratos, pg.
336).
Es as como con arreglo a los artculos 2221 y 2222 del Cdigo Civil,
El mutuo o prstamo de consumo es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra cierta cantidad de cosas fungibles con cargo de restituir
otras tantas del mismo gnero y calidad, negocio jurdico, expressis
verbis, que No se perfecciona sino por la tradicin, y la tradicin
transfiere el dominio (Se subraya), normas que preservan - en lo
fundamental - las directrices romanas en materia de los contratos reales,
en general, y las trazadas para el contrato de mutuo, en particular, segn
ya se anticip, amn de las orientaciones francesas, en especial las que
emergieron - en el derecho pre-revolucionario o francs histrico - de J.
Domat y R.J. Pothier y, posteriormente, las consignadas en el Cdigo
Civil de Napolen (art. 1.892), criterio ste acorde, adems, con el ideario
de las ms descollantes escuelas medievales (Glosadores, Comentaristas -
o Post-Glosadores - y Canonistas) que, en el tpico de la entrega de la
cosa, acompaada de su tradicin, permanecieron fieles a la dogmtica
romana, lo que explica que don Andrs Bello, seducido por tan frrea
concepcin, haya mantenido el mismo pensamiento basilar, no empece
haber conocido una postura divergente, particularmente la adoptada por
don Florencio Garca Goyena, reflejada en su clebre proyecto de Cdigo
Civil Espaol del ao de 1851 (esquema consensualista puro, art. 978), a
la par que la pregonada, incluso con antelacin, por militantes de la
conocida Escuela Clsica del Derecho Natural, ambas morigeradas
ulteriormente, en guarda de preservar la categora de los negocios reales
(culto al denominado dogma de la realidad).
Desde los albores del derecho romano clsico y tambin dentro del
marco del derecho Justinianeo, en efecto, gracias al aporte primigenio del
togado Celso (Digesto 41, 2, 18), se entendi que la tradicin no deba
concebirse exclusivamente como una dacin real de posesin material
(traditio est datio possessionis), por lo que buena parte de sus
jurisconsultos, impregnados por una idea ms inmaterial, a fuer que
espiritual, se dieron a la tarea de suavizarla y enriquecerla con diversas
modalidades calificadas como fingidas - figuradas o fictas - que, en
buena hora, luego de haber transitado por las escuelas jurdicas del
derecho medieval - y muy especialmente por el derecho positivo espaol
bajo-medieval: Siete Partidas, etc. -, se incorporaron en los trabajos pre-
legislativos encomendados al seor Bello, quien en uno de sus proyectos -
el de 1853, art. 822 -, expresamente seal que La tradicin puede ser
real o simblica (Se subraya. Obras completas. T. XIV. La Casa de Bello.
Caracas. Pg. 463), entendimiento ste que qued paladinamente
plasmado, por va de dicientes ejemplos, en el artculo 754 del Cdigo
Civil Colombiano (684 del C.C. Chileno), complementado, en lo
pertinente, por el artculo 923 del Cdigo de Comercio, como expresiones
o formas alegricas que tenan el mismo efecto asignado a la tradicin
real - material o manual -.