Apuntes Poesía Generación Del 27

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LA POESÍA DEL GRUPO POÉTICO DEL 27: ETAPAS, AUTORES Y OBRAS

REPRESENTATIVOS.
En el ámbito artístico del siglo XX, se destacan movimientos intensos pero efímeros, influenciados
por eventos sociopolíticos y históricos. España, en particular, experimenta la Guerra Civil, la
dictadura de Franco y la transición a la democracia, eventos que delimitan su realidad artística en
ese siglo.
Desde finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil, en España se suceden movimientos artístico-
literarios como el Modernismo, Generación del 98, Novecentismo, Vanguardias y Generación del
27, conformando la Edad de Plata de la literatura española. En poesía del siglo XX, se distinguen
dos etapas: la primera abarca el modernismo y noventayochismo, y la segunda incluye el
Novecentismo y las vanguardias.
En la década de los veinte, surge la destacada Generación del 27 en la poesía española. Su nombre
proviene de la conmemoración, en 1927, del tricentenario de la muerte de Góngora, al que
consideraban su principal referente poético. Entre sus prominentes poetas se encuentran Pedro
Salinas, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Dámaso Alonso,
Vicente Aleixandre y Gerardo Diego.
La Generación del 27, destacado grupo de poetas, compartió amistad, convivencia en la Residencia
de Estudiantes, y publicación en revistas. Eran académicamente formados, abiertos y progresistas,
apoyando la Segunda República, lo que les costó muertes y exilios tras la Guerra Civil.

CARACTERÍSTICAS POÉTICAS DE LA GENERACIÓN DEL 27


1.- MEZCLA DE TRADICIÓN Y NOSTALGIA:
El grupo nació en el mismo periodo en que en Europa triunfaban los ismos, con la diferencia de
que este no rompió con el pasado sino que mezcló la tradición con las vanguardias, rescatando del
pasado los valores líricos más valiosos e integrándolos con los actuales. Por eso, en sus poemas se
encuentran desde la sencillez lírica hasta influencia surrealista en un difícil equilibrio. Esta
integración se concreta en:
- Admiración por clásicos como Manrique o Góngora junto con el gusto por Bécquer y Rubén
Darío.
- El interés por la poesía contemporánea: Juan Ramón Jiménez abre el camino de la poesía pura y
Gómez de la Serna el de la experimentación.
- El empleo de formas métricas clásicas como el soneto o el romance junto con el verso libre.
- La combinación de poesía popular y culta: La lírica popular es notable en autores como Lorca o
Alberti, mientras que la poesía culta destaca en poetas como Salinas, Guillén y Aleixandre.
2.- TRAYECTORIA COMÚN:
Se trazan tres etapas en la trayectoria del grupo:
- Poesía pura: Hasta 1929 rechazan temas humanos y consideran el poema como un medio para
evocar emociones intelectuales. La metáfora y la imagen son pilares en su composición,
influenciada por Juan Ramón Jiménez. También cultivan su interés por la poesía popular.
- Surrealismo y rehumanización: A finales de los años veinte, incorporan el surrealismo,
expresando lo imaginativo y lo inconsciente con un lenguaje sorprendente y controlado.
Aleixandre, Alberti, Cernuda y Lorca reflejan esta influencia. Con el surrealismo, la poesía
redescubre los conflictos humanos y critica el mundo exterior, rehumanizándose al vincular el
poema con la realidad envolvente.

- La Guerra Civil en 1936 afecta a la Generación del 27. Lorca muere fusilado, los demás se
exilian. Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre se quedan en España, influyendo en
la poesía de posguerra. Recuperan su voz, adaptándola a las nuevas circunstancias. Acercándose
cada vez más al final de sus vidas, la vejez, soledad y nostalgia tiñen sus poemas.

LOS AUTORES MÁS RELEVANTES


Pedro Salinas (1891-1951): Es conocido como "el poeta del amor". Su obra abarca influencias
vanguardistas, pero se destaca especialmente en el tema del amor en obras como La voz a ti debida
y Razón de amor. En su etapa de exilio, su poesía refleja los horrores del mundo en Todo más
claro. Sus breves poemas, aparentemente sencillos, están impregnados de un lenguaje casi
coloquial.
Jorge Guillén (1893-1984): Es conocido por una poesía pura e intelectual que prescinde de
elementos decorativos del Modernismo. En su obra principal Aire Nuestro, dividida en Cántico,
Clamor, y Homenaje, refleja tanto emociones líricas como, en el exilio, circunstancias sociales y
políticas. Guillén también publicó Y otros poemas en 1973.
Gerardo Diego (1896-1987): Fusionó en su obra las corrientes vanguardistas con la tradición
literaria española. Desde la vanguardia, exploró una poesía deshumanizada con imágenes
complejas, adoptando el Creacionismo. Empleó el verso libre y eliminó la puntuación. A la par,
abordó temas y formas tradicionales, destacando en obras como Imagen (1922) y Alondra de
verdad (1941).
Federico García Lorca (1898-1936): Destacó en poesía y teatro, fusionó lo culto y popular.
Tematizó la frustración y destino trágico humano. Su estilo combinó formas líricas y clásicas, cante
andaluz y surrealismo. Inició con Libro de poemas (1921) y Canciones (1922), influido por
Bécquer y el Modernismo. Romancero gitano (1928) y Poema del cante jondo (1931) revelaron su
voz poética. Poeta en Nueva York (1929-30) denunció la civilización industrial, con influencia
surrealista, al igual que Diván del Tamarit (1931-1934). Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez
Mejías (1934) destaca entre sus mejores obras.
Vicente Aleixandre (1898-1984): Inicialmente exploró el deseo de fusión humana con la naturaleza,
con influencia surrealista evidente en metáforas irracionales y verso libre extenso en obras como
Ámbito (1928). Destacó con obras surrealistas como Espadas como labios (1932) y La destrucción
o el amor (1935). Tras la guerra, expresó solidaridad y compasión en Historia del corazón (1954).
Dámaso Alonso (1898-1990): Precursor de la poesía pura, destacó con Poemas puros, poemillas de
la ciudad (1921). Su obra cumbre, Hijos de la ira (1944), es un referente posguerra, representando
la "poesía desarraigada", una expresión existencial que busca orden en un mundo caótico. A partir
de 1955, incorporó una religiosidad personal en obras como Hombre y Dios (1955) y Duda y amor
sobre el Ser Supremo (1985).
Luis Cernuda (1902-1963): Aborda en su poesía el enfrentamiento entre el deseo y la realidad,
expresando la frustración de un individuo inadaptado frente a un mundo vulgar. Temas recurrentes
incluyen la añoranza por un entorno más acogedor y el amor. Inspirado por Bécquer, utiliza un
lenguaje conversacional, evitando la grandilocuencia. Su obra, bajo el título La realidad y el deseo,
abarca desde el purismo en Perfil del aire (1927) hasta la expresión surrealista y romántica en Los
placeres prohibidos (1931) y Donde habite el olvido (1934). Desde el exilio, refleja su
distanciamiento en Vivir sin estar viviendo (1944) y Desolación de la quimera (1962).
Rafael Alberti (1902-1999): Abordó diversos estilos, desde lo popular hasta el surrealismo y la
poesía pura. Su obra inicial, Marinero en tierra (1924), fue neopopularista, mientras que Cal y
canto (1929) reflejó influencias gongorinas y surrealistas. Durante la Guerra Civil, produjo obras
como El poeta en la calle (1938). El exilio marcó sus creaciones, destacando títulos como A la
pintura (1948) y Ora marítima (1953). Su producción también incluyó homenajes a Roma y
exploraciones de la nostalgia del exiliado.

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