Monografía - Grupo 2

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I

UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:

TIPOS DE SERVICIOS PÚBLICOS

ASIGNATURA : REGULACIÓN DE SERVICIOS PÚBLICOS


SECCIÓN : 12C
DOCENTE : JURADO PALMA JIMMY DANIEL
INTEGRANTES DEL GRUPO 2:

 Canahuiri Ccolque, Piero Abad


 Guzmán Farfán, Adolfo
 Mendoza Quispe, Ángela Zoraida
 Ortega Pastor, Feyman Miller
 Pareja Pimentel, Mayte Fátima
 Tupacyupanqui Zuniga, Albina
 Zambrano Florez, Edson Adrián

CUSCO – PERÚ

2024
II

ÍNDICE

ÍNDICE.................................................................................................................. II

INTRODUCCIÓN.................................................................................................IV

CAPITULO I: ANTECEDENTES...........................................................................1

1.1 El origen conceptual de servicio publico......................................................2

1.1.1. La Teoría de la Soberanía.................................................................2

1.1.2. La Teoría del Servicio Público...........................................................3

1.1.3. El concepto de servicio público en la jurisprudencia francesa.}........6

1.1.4. La primera crisis conceptual................................................................8

CAPÍTULO II: SERVICIOS PÚBLICOS EN LATINOAMÉRICA.............................9

2.1. Los servicios públicos en ciudades: la situación latinoamericana..............9

2.2. Las ciudades latinoamericanas y sus servicios públicos..........................12

2.2.1. Los problemas de las ciudades..........................................................12

2.2.2. Los servicios públicos: su cobertura y las políticas emergentes........13

2.2.3. Un enfoque de análisis social y urbano..............................................15

2.3. Los principales problemas de los servicios públicos en Latinoamérica.


17

CAPITULO III: LOS SERVICIOS PUBLICOS EN EL PERÚ...............................24

3.1. La Administración Pública en el Estado de Derecho................................24

3.2. Creación de los Servicios Públicos...........................................................26

3.3. Características de los Servicios Públicos.................................................26

3.4 Clasificación de los Servicios Públicos en el Perú.....................................27

3.4.1. Esenciales y no esenciales................................................................27

3.4.2. Permanentes y Esporádicas..............................................................29


III

3.4.3. Desde el punto de vista de la naturaleza de los servicios..................30

3.4.4. Servicios públicos obligatorios y optativos.........................................31

3.4.5. Por la forma de prestación de servicios.............................................31

CONCLUSIONES................................................................................................32

BIBLIOGRAFÍA................................................................................................... 34
IV

INTRODUCCIÓN
El concepto de servicio público, aunque puede parecer una noción simple y
clara, ha sido objeto de un profundo escrutinio y análisis a lo largo de la historia, tanto a
nivel teórico como práctico. Desde sus orígenes conceptuales hasta su aplicación en
diferentes contextos jurídicos y socioeconómicos, el servicio público ha sido una pieza
fundamental en la configuración y funcionamiento de las sociedades modernas.

En el presente trabajo, nos proponemos explorar exhaustivamente el tema del


servicio público, desde sus fundamentos conceptuales hasta su aplicación práctica en
América Latina y específicamente en el contexto peruano. Para ello, dividiremos
nuestra investigación en tres capítulos que nos permitirán abordar de manera integral
este tema de vital importancia para el desarrollo y la organización de las sociedades
contemporáneas.

En el primer capítulo, nos sumergiremos en el origen conceptual del servicio


público. Exploraremos las teorías de la soberanía y del servicio público, así como el
concepto de servicio público según la jurisprudencia francesa. Además, analizaremos
la primera crisis conceptual que enfrentó este concepto y cómo esto ha impactado en
su evolución a lo largo del tiempo.

En el segundo capítulo, nos adentraremos en la situación de los servicios


públicos en América Latina, centrándonos especialmente en las ciudades de la región.
Abordaremos los problemas que enfrentan estas urbes en relación con la prestación de
servicios públicos, así como las políticas emergentes destinadas a mejorar su cobertura
y calidad. Asimismo, examinaremos los principales problemas que afectan a los
servicios públicos en la región, ofreciendo un análisis detallado de su situación actual.

Finalmente, en el tercer capítulo, nos enfocaremos en el caso específico del


Perú. Analizaremos la administración pública en el marco del Estado de Derecho, así
como la creación, características y clasificación de los servicios públicos en este país.
Exploraremos las diferentes categorías de servicios públicos, desde su naturaleza
hasta su forma de prestación, con el objetivo de comprender mejor su funcionamiento y
su impacto en la sociedad peruana.
1

CAPITULO I: ANTECEDENTES
Si una persona nos consulta acerca de los permisos que requiere para abrir una
bodega en el Perú, probablemente le digamos que no necesita más que una licencia de
funcionamiento municipal. Si esta misma persona nos consulta acerca de los permisos
que requiere para abrir una panadería o una farmacia, probablemente requiera,
además de una licencia de funcionamiento, de un registro sanitario, o una autorización
de la Dirección General de Medicamentos y Drogas, que pueden ser no tan
complicadas de obtener, en función de los requisitos necesarios para su otorgamiento.

Sin embargo, tales requisitos pueden resultar cada vez más exigentes, en
función de la actividad que se pretender realizar, y para la cual se solicita la
autorización. Así, si se nos consulta acerca de los permisos que se requiere para abrir
un grifo, un casino, un banco o una empresa de seguros, seguramente la obtención de
cada una de las autorizaciones estará sujeta al cumplimiento de una serie de requisitos
mucho más estrictos y exigentes que los requeridos para la apertura de la bodega, la
panadería o la farmacia.

A medida que las actividades que se realizan en el mercado comprometen en


mayor medida la vida, la salud o la seguridad física o financiera de las personas, el
Gobierno interviene con mayor intensidad en regular el acceso y permanencia de
aquellos interesados en prestar tales actividades en el mercado. No obstante, la
función del Gobierno respecto a este tipo de actividades es simplemente de control,
supervisión y fiscalización, y no cuenta con facultades que le permitan negar el acceso
al mercado a quienes cumplan con los requisitos legales exigidos para ello.

Empero, sí existen ciertas actividades respecto de las cuales el Gobierno cuenta


con la facultad de negar el acceso al mercado a quienes pretenden ingresar al mismo,
condicionando dicho ingreso al otorgamiento previo de una concesión, aun cuando se
cuente con todos los requisitos exigidos por la legislación vigente. Estas actividades
son conocidas como servicios públicos, cuyo concepto ha sido, quizás, uno de los más
discutidos por la doctrina del Derecho Administrativo hasta el día de hoy.
2

La necesidad de determinar qué actividades deben calificar como servicios


públicos, a efectos de determinar la injerencia y facultades del Gobierno, respecto de
estas actividades económicas que se desarrollan en el mercado, aparece a menudo
entre legisladores, jueces, juristas y abogados. Comprender, pues, la importancia de
esta elemental figura en el Derecho requiere abocarse al estudio de su origen y
evolución conceptual, arribar luego al estudio de las más importantes teorías que han
intentado definirlo, y obtener de ellas nuestras propias conclusiones.

1.1 El origen conceptual de servicio publico


Cualquiera que intente profundizar en el estudio del servicio público, tendrá que
remontarse necesariamente a sus orígenes. Tendrá que recurrir a autores franceses de
comienzos del siglo XX, como Dugüit, Jéze y Bonnard, principales exponentes de la
Escuela de Burdeos, quienes fueron los primeros en proporcionar al Derecho una
definición del concepto de servicio público en un sentido técnico. Efectivamente, en un
sentido técnico, el concepto de servicio público aparece originariamente, en Francia,
como el elemento fundamental de la teoría del servicio público, que vino a revolucionar
el Derecho Administrativo, y a hacer a un lado el tradicionalismo francés representado
en la teoría de la soberanía. Para entender este concepto en sus orígenes, es preciso
referirnos, pues a estas dos teorías:

1.1.1. La Teoría de la Soberanía.


Esta teoría, arduamente defendida por Hauriou, sirvió tradicionalmente al
Derecho francés para distinguir el ámbito de aplicación del Derecho Público del
Derecho Privado, y la consecuente competencia jurisdiccional de los tribunales
administrativos y de los tribunales civiles.

De acuerdo con esta teoría, la actuación del Gobierno podía darse en dos
esferas distintas, en una primera, dotado de un poder soberano ius imperium; y,
en una segunda, desprovisto de él. En el primer caso, se decía, el Gobierno
ejercía actos de autoridad, mientras que, en el segundo, ejercía tan sólo actos
de gestión.
3

 Los actos de autoridad. La teoría de la soberanía definía los actos de


autoridad, como todos aquellos realizados por el gobierno en ejercicio de un
poder soberano, que distinguía precisamente su actuación de la de los
privados. De esta manera, la función legislativa, la labor de policía, la defensa
nacional y todas aquellas actividades que requiriesen de un poder soberano
para poder ser ejercidas en la sociedad, calificaban como actos de autoridad.
En tanto actos emanados de un poder soberano, característico solamente del
Gobierno, los actos de autoridad debían ser sometidos al Derecho Público y
a la competencia de los tribunales administrativos.
 Los actos de gestión. En contraposición a los actos de autoridad, los actos de
gestión eran aquellos a través de los cuales el Gobierno actuaba deprovisto
de su ius imperium, cual si fuese un particular más en la sociedad. A través
de dichos actos, el Gobierno intervenía en la sociedad para ejercer funciones
y cumplir obligaciones, que no requerían de una actuación soberana. Así,
calificaban como actos de gestión, entre otros, la suscripción de
determinados contratos, o el otorgamiento de indemnizaciones por daños
derivados de su responsabilidad civil. Se trataba, pues, de actos que, si bien
eran llevados a cabo por el Gobierno, se encontraban sujetos al Derecho
Privado y sometidos a la competencia jurisdiccional de los tribunales civiles.

1.1.2. La Teoría del Servicio Público.


Contra la teoría de la soberanía, se alzó la teoría del servicio público
postulada originariamente por Dugüit, un socialista utópico que creía en la
igualdad social y económica de los hombres, y anhelaba una sociedad más
justa, inspirada en valores de igualdad y de solidaridad social. Dugüit concebía a
la teoría de la soberanía como un rezago de las monarquías absolutistas, donde
el ius imperium era un concepto que tuvo origen en una mentalidad
religiosamente sumisa, que veía en la imagen del rey la imagen de un dios cuya
voluntad había que obedecer. Sin embargo, una vez desaparecido el
absolutismo monárquico, debía también desaparecer el concepto de soberanía.
4

En consecuencia, para Dugüit, no era posible distinguir entre actos de


autoridad y actos de gestión inspirados en la idea de la soberanía, ya que el
concepto de soberanía resultaba tan absurdo como la idea misma de Gobierno.
Bajo esta concepción, Dugüit atacó las bases del sistema liberal que gobernaba
Francia desde la revolución, y criticó los principios fundamentales de este
régimen, a saber, el individualismo, en virtud del cual se concebía al hombre
como un ser con derechos independientes y por encima de la sociedad; y, la
libertad, que permitía al hombre ejercer los derechos que le eran reconocidos en
armonía con los derechos de las demás personas.

Así, para Dugüit, "la noción de un poder que pertenece a una persona
para imponer a otra su propia personalidad es una noción del orden metafísico,
que no debe tener lugar en la organización positiva de las sociedades
modernas" (Dugüit, 1975)

 La regla de conducta social. Para Dugüit, los hombres en una sociedad


carecían de derechos y tenían sólo obligaciones que cumplir. Obligaciones
indispensables para hacer viable la interdependencia social, en virtud de la
cual se hace posible la unión y la convivencia humana. De esta manera,
señalaba Dugüit, "los hombres, pues, están sometidos a una regla social
fundada sobre la interdependencia que los une. Esta regla es preciso y
necesario que exista. Así, el hombre moderno puede fundar todo el sistema
político y social sobre el postulado de una regla de conducta que se impone a
todos. Esta regla de conducta no es una regla moral, sino una regla de
Derecho " (Dugüit, 1975)
Considerando la igualdad como un valor fundamental en la sociedad,
Dugüit sostenía que todos los hombres estaban sometidos a una regla de
conducta social, y que tenían todas las mismas obligaciones que cumplir. En
consecuencia, siendo todos iguales ante todos, y con obligaciones
semejantes, mal podía aceptar el autor la idea de un Gobierno que tuviese
poderes soberanos distintos a los del resto de la sociedad, como sostenían
aquellos seguidores de la teoría de la soberanía.
5

Sin embargo, Dugüit no era ajeno a la realidad. Entendía que en la


sociedad había hombres más poderosos que otros y a esos hombres los
llamaba gobernantes. No obstante, los gobernantes, para Dugüit, no tenían
poder soberano alguno. Se trataba sencillamente de hombres que, por
distintas razones o circunstancias de hecho, ostentaban más fuerza y poder
que los demás, pero se encontraban sometidos a la misma regla de la
interdependencia social que el resto de la colectividad. Los gobernantes, al
igual que el resto de los hombres, tenían también obligaciones que cumplir
en función a esa fuerza superior que habían adquirido. Estos hombres,
agregaba Dugüit, "individuos o grupos, que monopolizan la mayor fuerza, no
tienen ningún derecho. Pero miembros de la sociedad, están sometidos a la
regla de derecho; y como tales miembros, están obligados a emplear la
mayor fuerza de que disponen en asegurar el respeto, y la aplicación de la
regla de Derecho" (Dugüit, 1975).
 La función de los gobernantes. Así, la función de los gobernantes estaba
orientada a velar porque los individuos sigan los patrones que la regla de
Derecho les imponía, pero, además, a cumplir con las obligaciones que les
eran propias en mérito de aquella fuerza que poseían. Esas obligaciones
consistían en la realización de actividades destinadas a satisfacer
necesidades de interés social, y requerían estar sometidas a un régimen
jurídico especial de Derecho Público.
En este orden de ideas, mientras las obligaciones de los sujetos
privados se encontraban sometidas al Derecho Privado, las obligaciones de
los gobernantes se encontraban sujetas al Derecho Público. A estas últimas
obligaciones, Dugüit las denominó servicios públicos. La noción de servicio
público sustituye así a la noción de soberanía como elemento de deslinde
entre el ámbito de aplicación del Derecho Público y del Derecho Privado, y la
consecuente competencia jurisdiccional de los tribunales administrativos y de
los tribunales civiles. De esta manera, el concepto de servicio público fue
definido por Dugüit como, "toda actividad cuyo cumplimiento debe ser
regulado, asegurado y fiscalizado por los gobernantes, por ser indispensable
6

a la realización y al desenvolvimiento de la interdependencia social, y de tal


naturaleza que no puede ser asegurado completamente más que por la
intervención de la fuerza gobernante" (Dugüit, 1975).
En este sentido, si bien se trataba de servicios que debían ser
asegurados por el Gobierno, ello no implicaba que el Gobierno debiese
prestar directamente el servicio, sino que podía delegar tal función al sector
privado manteniendo siempre, claro está, facultades de regulación y
fiscalización. No se requería, pues, que la actividad fuese prestada
necesariamente por los gobernantes para estar ante un servicio público.
Bastaba que se tratase de una actividad que debía ser regulada, asegurada y
fiscalizada por ellos, con independencia de quién fuera el prestador de la
misma. Podía tratarse, entonces, de una actividad prestada por un sujeto
privado, siempre que se encontrase sometido a la regulación y fiscalización
de los gobernantes bajo un régimen de Derecho Público. De esta manera, si
bien resultaba un concepto bastante amplio, se trataba para Dugüit de un
concepto objetivo, es decir, sólo calificaban como servicios públicos aquellas
actividades indispensables para la satisfacción de intereses y necesidades
sociales, que como tales requiriesen de la regulación, fiscalización y
aseguramiento de los gobernantes.

1.1.3. El concepto de servicio público en la jurisprudencia francesa.}


a. Aporte de Duguit
La contribución de Duguit al concepto de servicio público en la jurisprudencia
francesa consistió en establecer una nueva base para determinar qué actividades
debían regirse por el Derecho Público y ser juzgadas por los tribunales administrativos.
En lugar de basarse en la distinción tradicional entre actos de autoridad y actos de
gestión, se adoptó el concepto de servicio público como criterio principal. Esta
perspectiva marcó un distanciamiento temporal de la teoría de la soberanía en la
jurisprudencia francesa, ya que se optó por la propuesta de Duguit para determinar
tanto el marco legal aplicable a los actos gubernamentales como la jurisdicción
competente para su evaluación. (Molina, 2001)
7

b. Caso de "arret Blanco"


El caso conocido como "arret Blanco", ocurrido el 8 de febrero de 1873, se
refiere a una demanda presentada por el padre de una niña, Inés Blanco, quien fue
atropellada por un vehículo perteneciente a una fábrica estatal de tabacos en Burdeos.
La demanda del padre buscaba una compensación por la muerte de su hija y fue
presentada ante los tribunales civiles franceses. Sin embargo, el Tribunal de Conflictos
francés determinó que la producción de tabaco por parte del Estado se consideraba un
servicio público, por lo que la demanda debía ser tratada por los tribunales
administrativos bajo las leyes del Derecho Público.

En consecuencia, el Tribunal de Conflictos estableció que "la responsabilidad del


Estado por los daños causados a los individuos como resultado de las acciones de las
personas empleadas en el servicio público no puede regirse por los principios del
Código Civil aplicables a las relaciones entre particulares". Con este fallo, el Tribunal de
Conflictos excluyó la competencia de los tribunales ordinarios para conocer demandas
contra el Gobierno relacionadas con daños sufridos por individuos en actividades
calificadas como servicios públicos. (Mariano, 1968)

c. El caso “arret Terrier"


El caso "arret Terrier", ocurrido el 6 de febrero de 1903, consolidó el precedente
establecido por el "arret Blanco" en los tribunales civiles, esta vez en la jurisprudencia
administrativa. En este caso, el señor Terrier demandó al Gobierno de Saone-et-Loire
para reclamar el pago de una deuda derivada de un servicio que había prestado a la
comunidad al eliminar una plaga de víboras en la ciudad.

El Consejo de Estado francés enfatizó que todo lo relacionado con la


organización y operación de los servicios públicos constituye una actividad
administrativa que cae dentro del ámbito de la jurisdicción administrativa. Este fallo
marcó un punto de inflexión en la jurisprudencia francesa al dejar de lado la distinción
tradicional entre actos de autoridad y actos de gestión, y optar por determinar si una
actividad era un servicio público o no para aplicar el Derecho Público o el Derecho
Privado, y asignar la competencia de los tribunales administrativos o civiles,
respectivamente.
8

Desde entonces, bastaba determinar si una acción gubernamental constituía un


servicio público para aplicar el Derecho Público y la jurisdicción administrativa
correspondiente. Por el contrario, las acciones que no se consideraban servicios
públicos estarían sujetas al Derecho Privado y a la jurisdicción de los tribunales civiles.

Sin embargo, la tarea de determinar qué actividades calificaban como servicios


públicos resultaba complicada y a menudo confusa, ya que las actividades realizadas
por el Gobierno también podían ser llevadas a cabo por el sector privado. Así, la
distinción se basaba en si una actividad era realizada por el Gobierno y requería su
supervisión, independientemente de si el mismo servicio podía ser ofrecido por el
sector privado. Esta situación llevó a una irracionalidad en la teoría del servicio público,
ya que servicios idénticos podían estar sujetos a regímenes jurídicos diferentes
dependiendo del proveedor, ya sea el Gobierno, el sector privado o el sector privado
bajo concesión gubernamental. (Mariano, 1968)

1.1.4. La primera crisis conceptual.


En 1921, se produjo un acontecimiento significativo conocido como el caso "arret
bac d'Eloka", en el cual un fallo del Tribunal de Conflictos marcó un punto de quiebre
en la teoría del servicio público. Esto condujo al retorno a la teoría de la soberanía y a
la distinción entre actos de autoridad y actos de gestión para determinar la aplicación
del Derecho Público y el Derecho Privado, así como la competencia de los tribunales
administrativos y civiles.

a. El "arret bac d'Eioka".


En el caso "arret bac d'Eloka", el Tribunal de Conflictos se declaró competente
para conocer una demanda presentada por una empresa privada llamada Compañía
del Oeste Africano contra el Gobierno de Costa de Marfil. El Gobierno de Costa de
Marfil, ubicado en una colonia francesa en África, había colaborado con empresas
privadas para organizar un servicio de transporte de pasajeros y mercancías a través
de la laguna del Ebrié.

Cuando una embarcación que prestaba este servicio, la d'El o ka, se hundió en la
laguna el 5 de septiembre de 1920, provocando la pérdida de un vehículo propiedad de
la demandante, la Compañía del Oeste Africano solicitó una compensación por los
9

daños ante el Juzgado Civil de Grand-Bassam. El caso fue elevado al Tribunal de


Conflictos, que consideró que la teoría del servicio público era irracional en este
contexto. El tribunal determinó que, dado que el Gobierno de Costa de Marfil estaba
realizando un servicio de transporte bajo condiciones similares a un empresario privado
al trasladar peatones y vehículos a través de la laguna a cambio de un pago, la
autoridad judicial ordinaria tenía competencia para resolver el caso. (Mariano, 1968)

Así, a pesar de que esta actividad del Gobierno podría haber sido considerada un
servicio público según la teoría previa, el Tribunal de Conflictos decidió que la
jurisdicción civil ordinaria era competente debido a las similitudes con los servicios de
transporte operados por el sector privado.

CAPÍTULO II: SERVICIOS PÚBLICOS EN LATINOAMÉRICA

2.1. Los servicios públicos en ciudades: la situación latinoamericana

Es de gran importancia investigar de manera sistemática el tema de los servicios


públicos en las ciudades de América Latina y el Caribe. Existe un creciente interés en
comprender esta área, ya que está estrechamente ligada a aspectos cruciales como la
calidad de vida de las mayorías sociales marginadas, que enfrentan dificultades o
carecen completamente de acceso a estos servicios. Una política dirigida a superar la
pobreza y promover formas mínimas de equidad social debe abordar este problema
con determinación. Gran parte de las reflexiones y propuestas metodológicas y
políticas en este texto buscan abordar específicamente las "cuestiones de acceso", es
decir, la equidad en el acceso a servicios fundamentales como salud, educación,
transporte y recreación, que afectan a una cantidad significativa de familias que están
excluidas de los mismos.

Así también consideramos de gran importancia desarrollar los factores que


contribuyen a la inequidad en el acceso a los servicios públicos. Dentro de este
tenemos se encuentran la segregación socioeconómica, la falta de infraestructura
10

adecuada en áreas periféricas y la insuficiencia de recursos financieros a nivel estatal y


municipal.

La segregación socioeconómica que es un fenómeno arraigado en muchas


ciudades de la región, donde las disparidades en la distribución de la riqueza y las
oportunidades generan una clara división entre áreas urbanas prósperas y zonas
marginales. Considerando que, “la segregación por localización de grupo opera
cuando, en una situación en la que hay varios grupos sociales, uno o más no están
dispersos en el territorio, sino que se encuentran concentrados en una zona
específica”. (Mayorga Henao & Ortiz Veliz, 2020) Y pues, en gran medida, la
segregación en sí es producto de procesos históricos de exclusión y discriminación, se
manifiesta en la concentración de poblaciones con bajos ingresos en áreas periféricas
carentes de servicios básicos adecuados. A su vez, estas áreas suelen carecer de
inversión pública y privada, lo que perpetúa un ciclo de pobreza y marginación.

Aquí debemos tener en cuenta lo que se desarrolla en el artículo titulado


Segregación e inequidad en el acceso a servicios de educación, cultura y recreación en
Bogotá, Colombia en el que se indica lo siguiente, “si la segregación tiene una relación
con las inequidades en el acceso a servicios, y cuál puede ser la influencia que esta
tiene sobre la calidad de vida de los grupos socioeconómicos.” (Mayorga Henao & Ortiz
Veliz, 2020)

Ello quiere decir pues que, la segregación, ya sea por motivos socioeconómicos,
étnicos, o de cualquier otra naturaleza, tiende a crear disparidades en el acceso a
servicios básicos como educación, salud, transporte, entre otros. Esta falta de acceso
equitativo puede exacerbar las desigualdades sociales y contribuir a perpetuar ciclos de
pobreza y marginalización. Además, la calidad de vida de los grupos socioeconómicos
se ve directamente afectada por estas inequidades en el acceso a servicios, ya que
influyen en su bienestar físico, mental y social.

Un claro ejemplo segregación económica puede ser un barrio en el que residen


familias de bajos ingresos, lamentablemente este barrio está separado físicamente de
11

los vecindarios más prósperos por una autopista y carece de acceso directo a servicios
básicos como escuelas de calidad, centros de salud bien equipados y espacios
recreativos adecuados. Es así que, las personas que viven en este barrio enfrentan
barreras económicas y sociales para acceder a servicios básicos, lo que contribuye a
perpetuar su situación de marginalización. Entonces, en este ejemplo, la segregación
socioeconómica se manifiesta en la ubicación geográfica desigual de las diferentes
clases sociales dentro de esa ciudad.

Como segundo factor se encuentra la falta de infraestructura adecuada en áreas


periféricas que contribuye a la inequidad en el acceso a los servicios públicos. La
planificación urbana deficiente y la falta de políticas de desarrollo inclusivo resultan en
la ausencia de servicios básicos como agua potable, saneamiento, electricidad,
transporte y educación en estas zonas.

Es así que, la falta de acceso a servicios de calidad afecta negativamente la


calidad de vida de los residentes y dificulta su participación plena en la sociedad, todo
esto pues de acuerdo al comentario que realiza Patricio sobre que “la ausencia de una
infraestructura adecuada, así como la provisión ineficiente de servicios de
infraestructura, constituyen obstáculos de primer orden para la implementación eficaz
de políticas de desarrollo y la obtención y mantención en el tiempo de tasas de
crecimiento económico que superen los promedios internacionales, como lo prueban
distintos “cuellos de botella” que es posible apreciar en varios países de la región por
efecto de los déficit de inversión en las infraestructuras de transporte, energía y de
saneamiento.” (Rozas Balbontín, 2011)

Y, como grupo pues concordamos con respecto a la infraestructura puesto que


juega un papel fundamental en el desarrollo económico y social de una región o país.
Siendo así, una infraestructura adecuada en áreas como transporte, energía y
saneamiento no solo facilita la movilidad de bienes y personas, sino que también
impulsa la productividad, promueve la integración regional, y mejora la calidad de vida
de toda la población.
12

En el caso del transporte, una red de carreteras, ferrocarriles, puertos y


aeropuertos eficientes reduce los costos de logística y facilita el comercio tanto a nivel
nacional como internacional. Esto puede atraer inversiones, fomentar la creación de
empleo y promover el crecimiento económico. Por otro lado, la disponibilidad de
energía confiable y accesible es crucial para el funcionamiento de las actividades
económicas y la calidad de vida de las personas. Asimismo, el acceso a servicios
básicos de saneamiento, como agua potable y tratamiento de aguas residuales, es
esencial para la salud pública y el desarrollo humano ya que, no solo previene
enfermedades relacionadas con el agua, sino que también puede mejorar la
productividad y reducir los costos asociados con la atención médica.

Finalmente, un tercer factor es la insuficiencia de recursos financieros tanto a


nivel estatal como municipal limita la capacidad de los gobiernos para proporcionar
servicios públicos adecuados a toda la población. La asignación insuficiente de fondos
para sectores clave como salud, educación e infraestructura dificulta la expansión y
mejora de los servicios, especialmente en áreas con altos índices de pobreza y
marginalización. Esta falta de inversión perpetúa las desigualdades existentes y
dificulta el progreso hacia una sociedad más equitativa y justa.

2.2. Las ciudades latinoamericanas y sus servicios públicos


2.2.1. Los problemas de las ciudades
Las ciudades de América Latina presentan una gran cantidad de
problemas: crecimientos inorgánicos, segregación social, compromisos
ambientales de aire y aguas, violencia e inseguridad ciudadana, dificultades
institucionales y grandes déficit de protagonismo y participación social. Diversos
estudios dan cuenta de esta problemática múltiple y de creciente complejidad. Las
políticas y programas de acción en distintas líneas muestran éxitos limitados. Aun
reconociendo la gran “heterogeneidad” de ciudades, ya sea que se las clasifique
por tamaño, funcionalidad o influencia territorial, los problemas adoptan ciertos
patrones comunes: una urbanización precaria en muchos de sus territorios,
niveles crecientes de desigualdad social y muy fuertemente diferenciado acceso a
las oportunidades sociales, y severos y acumulativos compromisos ambientales.
13

Excepcionalmente hay ciudades latinoamericanas que han superado algunos de


estos rasgos comunes y que mediante políticas persistentes integrales han
progresado significativamente.1 Sin embargo, la norma general es el agravamiento
o persistencia de los problemas y las insuficiencias estructurales antes
consignadas.

Entre los problemas principales de las ciudades está su inorgánica


expansión, la que además de deteriorar el entorno medioambiental, provoca una
diferenciación social cada vez más manifiesta y eleva de modo creciente los
costos operacionales de la ciudad y de los ciudadanos. Así ocurre fuertemente
con la necesaria expansión de la red de transporte público, cada vez más
extensa, más cara en su operación y donde el ciudadano es afectado en su
calidad de vida al comprometer casi la cuarta parte de sus ingresos y de su
jornada laboral efectiva al desplazamiento en transporte de discutible calidad.
Existen estructuras urbanas en las que se viaja cada vez más, fruto de esa
expansión urbana sostenida y de la segregación social. Los avances en la
estructuración de barrios completos son menores y la insuficiencia de
urbanización básica, y sobre todo de servicios esenciales, es manifiesta.

En esa perspectiva de análisis está el planteamiento del problema de los


servicios públicos en las ciudades latinoamericanas. Puede haber una
aproximación a esta problemática desde la normativa y las políticas urbanas,
desde la base y estructura económica, desde el transporte y la red urbana o
desde la pobreza o la desigualdad social. Este planteo “desde los servicios
públicos” se suma necesariamente a estas otras perspectivas de análisis. (Cortes,
Albuquerque, & Aghón, 2001)

2.2.2. Los servicios públicos: su cobertura y las políticas emergentes


Los servicios públicos que acogen la atención preferencial son la educación
pública, la salud pública, la justicia y los servicios generales que provee el Estado
1
El caso más conocido es Curitiba en Brasil, pero es posible agregar experiencias interesantes como el
Sistema de Transporte Milenium en Bogotá y los recientes avances en el transporte público de Santiago
de Chile en vías reversibles, exclusivas y segregadas. El caso de Santo André en Brasil, cercano al Gran
São Paulo ha sido objeto de recientes análisis relevantes.
14

en los niveles central, regional y municipal. Servicios tales como el agua potable,
el alcantarillado, el tratamiento de aguas servidas, la recolección y procesamiento
de los residuos sólidos, los cementerios, los registros civiles, los servicios
tributarios y la seguridad ciudadana. (Ahumada , 1993)

Se está frente a un muy variado tipo de servicios públicos, muchos de ellos


tradicionalmente administrados y gestionados por el Estado Central o por el
municipio. En prácticamente todos los casos, es posible apreciar a escala
latinoamericana, una notable evolución tecnológica, insertos en un debate
francamente abierto sobre las responsabilidades públicas y de gestión privada, de
marcos regulatorios y de transición creciente hacia la gestión de los agentes
particulares. Al interior de esos enfoques es posible observar tres tipos de
afirmaciones:

 Existe una idea de innovación y cambio, un lenguaje de cierta


modernidad que atraviesa la temática, esencialmente referido a una
nueva manera de conceptualizar y trabajar con el usuario de estos
servicios, mejorar su accesibilidad y entregarlos a través de tecnologías
y procedimientos más eficaces.
La idea dominante, es que la gestión y administración de servicios
públicos puede y debe ser elaborada de un modo diferente, que no es
posible seguir “del mismo modo”, que es imprescindible un cambio y que
ese cambio no es sólo tecnológico e informático, sino que se expresa
incluso en la diversidad “conceptual” con la que debe enfrentarse la
temática.

 Está presente también una noción más abierta a la participación de


agentes privados en la prestación de estos servicios. Desde un punto de
vista más general, se puede acoger aquí desde la privatización de
activos y el traspaso de responsabilidades desde lo público a lo privado
hacia formas asociativas entre ellos, especialmente a través de las
concesiones reguladas a operadores privados. Esta perspectiva no se
reduce a la “mera privatización” y ofrece una amplia gama de
15

alternativas, como muestra la experiencia chilena en la energía eléctrica,


el agua, las carreteras interurbanas y hasta las vías urbanas.
Esta idea de asociación con privados o de acción privada directa, es
quizás la noción dominante respecto de los servicios públicos que
puedan “tarificarse” y respecto de los que es posible encontrar mercados
adecuados. Existen servicios de infraestructura como las obras de
canalización de las aguas lluvias en donde es complejo establecer un
buen y justo régimen de tarifas. Por otra parte, también es necesario
considerar que el funcionamiento eficaz de los mercados y las tarifas
pueden establecer subsidios al consumidor en determinadas
circunstancias sociales.
 El esquema persistente de los servicios públicos como responsabilidad
exclusiva del Estado, atendiendo los niveles de desigualdad social
existentes y el rol compensador ineludible del Estado, pero que
crecientemente se ha abierto hacia formas más activas de
responsabilidad regional y municipal. Este enfoque se encuentra más
establecido en el debate latinoamericano sobre la salud y la educación,
más que en la administración de la justicia y el área de las “estrictamente
indelegables” responsabilidades sobre seguridad ciudadana y orden
público.
Este debate va aparejado al rol crecientemente importante del
municipio como instancia de mayor responsabilidad institucional
descentralizada y de alta legitimación democrática.

Conviene “expandir” la idea municipal a la de la gestión regional,


entendiendo que ella puede ser también de “asociaciones municipales”
en áreas metropolitanas o zonas rurales de población dispersa donde la
capacidad institucional del municipio único es muy débil.

2.2.3. Un enfoque de análisis social y urbano


Se reconoce la existencia de esta problemática de la provisión,
administración y gestión de los servicios generalmente asumidos como públicos.
16

Se quiere “plantear” este debate, con sus aportaciones conceptuales y


metodológicas, en las ciudades latinoamericanas. Se quiere “estudiar” el modo en
que los servicios educativos ejercen influencia en el ordenamiento y funcionalidad
de las ciudades. Se quiere “ver” la manera en que un sistema de gestión de salud
pública integrado condiciona, y hasta determina, “lógicas de ciudad”. Se quiere
“observar” la manera en que la incorporación de capital y gestión privada en los
servicios de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas servidas afecta
una “forma de hacer ciudad”.

Se quiere hacer planteando un esquema metodológico y organizando


algunas relaciones principales. Se hará a partir del reconocimiento de ciertos
problemas “más demostrados”, pero abiertos a nuevas “perspectivas”. El objetivo
es postular “una nueva mirada” (un enfoque) en esta temática poco habitual
desde la perspectiva del análisis urbano, territorial y social.

Los problemas de localización de los servicios públicos son los que


aparecen de modo más evidente. Esto es nítido en Santiago de Chile, que duplica
su extensión urbana efectiva en la década de los ochenta y que “crea” barrios
desurbanizados, desestructurados y globalmente deficitarios en materia de
servicios. Ni las poderosas intervenciones públicas en servicios esenciales, ni los
incrementos de inversión privada de los noventa, logran afectar un patrón aún
prevaleciente de “zonas precarias”. En dicho caso también se expone (y en
ocasiones algunos investigadores demuestran) el notable crecimiento de los
viajes ya sea al trabajo, la educación y los servicios públicos y privados. Se va
asentando en consecuencia una “forma de ciudad” socialmente compleja, costosa
en términos de transporte y provisión de servicios y socialmente ineficiente.

Este tema ha sido tratado, por ejemplo, en un evento que organizó el


Municipio de Santiago (1997), donde un espectro variado de visiones políticas y
profesionales concuerdan del nivel de alta complejidad que enfrenta Santiago y
las ciudades latinoamericanas y se plantea una extensa cantidad de propuestas
en distintas líneas. Las exposiciones del Gobernador de Panamá, sobre
promoción del desarrollo económico y social y del alcalde de Buenos Aires sobre
17

gestión urbana y planificación estratégica, son particularmente destacables.


(D'Andrea, 2001)

En este importante evento se destacaron también las significativas


insuficiencias que han tenido las políticas públicas en las últimas décadas en
América Latina. Acentuadas por un marcado formalismo y fundadas en
experiencias internacionales muy poco aplicables a la realidad, se han
desarrollado políticas e instituciones urbanas de muy dudoso efecto, que han
concentrado esfuerzos en materias de diagnóstico y que han mostrado tremendas
debilidades en la definición y continuidad de políticas efectivas.

En las posteriores notas se tratará de avanzar en ésta y otras direcciones.


En el siguiente capítulo se sintetiza la problemática de los servicios públicos en
las ciudades y, en el último, se hará referencia al carácter y sentido de las
políticas y las propuestas de acción.

2.3. Los principales problemas de los servicios públicos en Latinoamérica.


2.3.1. La acumulación de déficit en acceso y calidad.
Los servicios públicos son esenciales para garantizar el bienestar y la calidad
de vida de la población en cualquier sociedad, para (Pavanelli) en relación a lo
mencionado comenta: “Todos nosotros, al margen de cuánto dinero ganemos,
necesitamos determinadas cosas para llevar una vida que merezca la pena: un techo
bajo el que cobijarnos, alimentos nutritivos, educación, gente que cuide de nosotros
cuando no podamos hacerlo” (p.5). En muchas partes de Latinoamérica, existe un
preocupante déficit tanto en el acceso como en la calidad de estos servicios. Este
fenómeno presenta desafíos significativos que afectan a comunidades enteras, desde
áreas urbanas densamente pobladas hasta regiones rurales remotas y esto no tiene
que ser determinado por la económica ni el estado social.

2.3.2. Factores que contribuyen al déficit en acceso y calidad


a) Limitaciones de recursos: En muchos países, especialmente en desarrollo, la falta
de recursos financieros, tecnológicos y humanos limita la capacidad del gobierno
para proporcionar servicios públicos adecuados.
18

b) Corrupción y mala gestión: La corrupción y la mala gestión pueden socavar los


esfuerzos para mejorar los servicios públicos al desviar recursos y generar
ineficiencias en la prestación de servicios.
c) Desigualdades socioeconómicas: Las disparidades en la distribución de la riqueza
y el acceso a oportunidades pueden resultar en una distribución desigual de los
servicios públicos, dejando a las comunidades marginadas con un acceso limitado.
d) Conflictos y crisis humanitarias: En áreas afectadas por conflictos armados,
desastres naturales o crisis humanitarias, los servicios públicos suelen colapsar o
volverse inaccesibles, dejando a las poblaciones vulnerables sin apoyo vital.

2.3.3. Consecuencias del déficit en acceso y calidad


a) Impacto en la salud: La falta de acceso a servicios de salud adecuados puede
resultar en un aumento de enfermedades prevenibles y una menor esperanza de
vida.
b) Brechas educativas: La calidad deficiente de la educación puede perpetuar ciclos
de pobreza y limitar las oportunidades de desarrollo personal y económico.
c) Desplazamientos y migraciones: La falta de servicios básicos en ciertas áreas
puede provocar desplazamientos internos o migraciones masivas en busca de
mejores condiciones de vida.
d) Inestabilidad social y política: La privación persistente de servicios públicos puede
generar resentimiento social y alimentar tensiones políticas, contribuyendo a la
inestabilidad y conflictos internos.

2.3.4. Estrategias para abordar el déficit en acceso y calidad


a) Inversión en infraestructura: Se requiere una inversión significativa en
infraestructura básica para garantizar el acceso universal a servicios como agua
potable, saneamiento, electricidad y transporte.
b) Transparencia y rendición de cuentas: La transparencia en la gestión de los
recursos públicos y la rendición de cuentas son fundamentales para prevenir la
corrupción y mejorar la eficiencia en la prestación de servicios.
19

c) Enfoque en la equidad: Es necesario adoptar políticas que aborden las


desigualdades socioeconómicas y garanticen que los servicios públicos lleguen a
todas las comunidades, especialmente a las más marginadas.
d) Cooperación internacional: La colaboración entre países y organizaciones
internacionales puede ayudar a movilizar recursos y conocimientos para abordar
los déficits en acceso y calidad de los servicios públicos a nivel global.

2.3.5. Problemas severos de desigualdad e integración social.


Los servicios públicos enfrentan desafíos significativos relacionados con la
desigualdad y la integración social. La desigualdad se manifiesta en el acceso
desigual a servicios básicos, como salud, educación y agua potable, afectando
especialmente a grupos marginados y de bajos ingresos. Al respecto (Oxfam
Intermón) precede que: “Es una circunstancia socioeconómica en la que un colectivo
o comunidad son tratados de manera diferente por los demás sujetos o grupos de su
entorno.”. La disparidad socioeconómica en la calidad de los servicios agrava esta
brecha, dejando a comunidades vulnerables con servicios deficientes. Esta exclusión
social perpetúa la marginalización y dificulta la integración de grupos minoritarios.
Estos problemas socavan la cohesión y estabilidad comunitaria, resaltando la
necesidad de políticas que promuevan un acceso equitativo y una calidad uniforme en
los servicios públicos para construir sociedades más inclusivas y justas.

2.3.6. Complejas inercias e ineficacias institucionales.


En Latinoamérica, los servicios públicos son vitales para el desarrollo y el
bienestar de la población. Sin embargo, la región enfrenta una serie de desafíos
complejos relacionados con las inercias e ineficacias institucionales que obstaculizan
la prestación adecuada de estos servicios, referente a este punto (Antunez, 2003) nos
da a conocer lo siguiente: “Se trata de instituciones con fuertes grados de
superposición, con competencias insuficientes establecidas y donde se acumulan
inercias e insuficiencias de alta significación.” (p.17). La falta de competencia incluida
con la corrupción dentro de estas instituciones hace que exista complejidad en la
aplicación de los servicios públicos en las muchas instituciones, en los últimos años
20

se fue promoviendo diferentes argumentos jurídicos con el único fin de brindar un


eficiente servicio público.

 Inercias Institucionales:
- Exploración de las inercias institucionales arraigadas en la burocracia y la falta
de adaptación a cambios sociales y tecnológicos.
- Inercias que dificultan la innovación, la eficiencia y la mejora continua en la
prestación de servicios públicos.
- Impacto de estas inercias en la calidad, accesibilidad y equidad de los servicios
para la población.

 Ineficacias Institucionales:
- Análisis de las ineficacias institucionales que generan corrupción, falta de
transparencia y mal uso de recursos en la gestión de servicios públicos.
- Examen de los problemas de coordinación entre diferentes niveles de gobierno
y entre entidades públicas y privadas.
- Evaluación de las consecuencias sociales y económicas de estas ineficacias en
términos de desigualdad, exclusión y falta de desarrollo.

 Propuestas y Recomendaciones:
- Exploración de posibles soluciones para superar las inercias e ineficacias
institucionales en la provisión de servicios públicos en Latinoamérica.
- Recomendaciones para fortalecer la gobernanza, la transparencia y la rendición
de cuentas en la gestión de estos servicios.
- Propuestas de políticas públicas que fomenten la innovación, la participación
ciudadana y la eficiencia en la prestación de servicios públicos.

2.3.7. Ineficiencias críticas de financiamiento.


los servicios públicos enfrentan numerosos desafíos, entre ellos, ineficiencias
críticas en el financiamiento que obstaculizan su adecuada prestación. Estas
ineficiencias tienen un impacto significativo en la calidad, accesibilidad y sostenibilidad
de los servicios esenciales para la población. A continuación, se destacan algunas de
21

las ineficiencias más críticas en el financiamiento de los servicios públicos en la


región.

 Bajos Niveles de Inversión Pública:


Muchos países latinoamericanos destinan una proporción insuficiente de su
presupuesto a la inversión en infraestructura y servicios públicos.

La falta de inversión adecuada limita la capacidad de expandir y mejorar la


calidad de los servicios, lo que resulta en deficiencias en áreas como salud,
educación, transporte y saneamiento.

 Dependencia de Ingresos Volátiles:


Algunos países latinoamericanos dependen en gran medida de ingresos
volátiles, como los provenientes de la exportación de recursos naturales o los
impuestos sobre productos específicos.

Esta dependencia hace que el financiamiento de los servicios públicos sea


vulnerable a las fluctuaciones económicas y a la volatilidad de los precios
internacionales, lo que dificulta la planificación a largo plazo y la sostenibilidad
financiera.

 Evasión Fiscal y Corrupción:


La evasión fiscal y la corrupción socavan los ingresos fiscales disponibles para
financiar los servicios públicos.

La falta de transparencia y rendición de cuentas en la gestión de los recursos


públicos contribuye a la pérdida de fondos que podrían destinarse a mejorar los
servicios y ampliar su cobertura.

 Desigualdades en la Distribución del Gasto Público:


En muchos países latinoamericanos, existe una distribución desigual del gasto
público, con una asignación insuficiente de recursos a áreas críticas como la
educación y la salud en comparación con otros sectores.

Esta desigualdad contribuye a ampliar las brechas sociales y económicas, ya


que los grupos más vulnerables tienen un acceso limitado a servicios de calidad.
22

2.3.8. Participación variada y compleja de agentes privados


La participación de agentes privados en la prestación de servicios públicos es
un fenómeno cada vez más común en todo el mundo, y Latinoamérica no es una
excepción. Esta participación se manifiesta de diversas formas y abarca una amplia
gama de sectores, desde la energía y el transporte hasta la salud y la educación.

En primer lugar, es importante destacar que la participación de agentes


privados puede adoptar múltiples modalidades, que van desde contratos de concesión
y asociaciones público-privadas (APP) hasta la externalización de servicios y la
provisión directa por parte de empresas privadas, por lo mencionado (EsadeGov,
2020) dentro del artículo de investigación de Mac Esteve refiere: “La participación del
sector privado en la prestación de servicios públicos es la idea de que contribuye a
aumentar la eficiencia del servicio… se argumenta que las organizaciones privadas
proporcionan mejores resultados.”. Cada modalidad tiene sus propias ventajas y
desafíos, y su elección depende del contexto específico y los objetivos de política de
cada gobierno, mismos que se estructura por la ética de los profesionales que
manejan estos aspectos importantes.

así mismo la participación de agentes privados en los servicios públicos puede


ofrecer beneficios significativos, como la introducción de eficiencia, innovación
tecnológica, y una mayor capacidad de inversión. Sin embargo, también plantea
desafíos importantes, como la necesidad de regular adecuadamente la participación
privada para garantizar la protección de los derechos de los usuarios, la equidad en el
acceso a los servicios, y la rendición de cuentas.

2.3.9. Debilidades de participación y gestión ciudadana.


Las debilidades en la participación y gestión ciudadana en los servicios
públicos son un obstáculo importante para la construcción de sociedades inclusivas y
democráticas. Algunas de estas debilidades incluyen:

 Falta de información
Muchas veces, los ciudadanos carecen de acceso a información transparente y
completa sobre los servicios públicos, lo que dificulta su capacidad para participar de
manera informada en la toma de decisiones relacionadas con dichos servicios.
23

 Barreras de acceso
La participación ciudadana puede estar limitada por barreras físicas, sociales o
económicas que excluyen a ciertos grupos de la población, como personas de bajos
ingresos, comunidades rurales o personas con discapacidades, de involucrarse en
procesos de consulta y toma de decisiones.

 Falta de canales de participación efectivos


A menudo, los mecanismos formales de participación ciudadana en la gestión
de servicios públicos son limitados o poco efectivos. Esto puede deberse a la falta de
espacios institucionales adecuados para la participación, así como a la falta de
voluntad política para involucrar genuinamente a los ciudadanos en la toma de
decisiones.

 Desigualdad de poder
Existe una desigualdad de poder entre los ciudadanos y las autoridades
responsables de la gestión de los servicios públicos, lo que puede dificultar que los
ciudadanos influyan en las decisiones que afectan sus vidas.

 Falta de capacitación y conciencia


La falta de capacitación y conciencia sobre los derechos ciudadanos y los
procesos de participación puede limitar la capacidad de la población para involucrarse
de manera efectiva en la gestión de los servicios públicos.

 Falta de mecanismos de rendición de cuentas


La falta de mecanismos efectivos de rendición de cuentas puede socavar la
confianza de los ciudadanos en las autoridades responsables de la gestión de los
servicios públicos, lo que a su vez puede afectar negativamente su disposición para
participar en dichos procesos.

En conjunto, estas debilidades en la participación y gestión ciudadana en los


servicios públicos pueden perpetuar la exclusión social, la desigualdad y la falta de
responsabilidad, lo que socava la calidad y la equidad de los servicios prestados. Es
fundamental abordar estas debilidades mediante la implementación de políticas y
24

medidas que promuevan una participación ciudadana significativa, inclusiva y efectiva


en la gestión de los servicios públicos.

CAPITULO III: LOS SERVICIOS PUBLICOS EN EL PERÚ


3.1. La Administración Pública en el Estado de Derecho
El concepto de servicio público se plantea en el marco de un esquema más
general: el de los fines del Estado”, y estos propósitos, como es evidente, no pueden
ser identificados sin observar los fines de la administración pública. Ahora bien, la
“administración pública” puede ser comprendida en dos distintas acepciones, que
dependen fundamentalmente de la concepción de Estado que se maneje. Así, por un
lado, puede hablarse de una administración pública del Estado de Policía y, por otro
lado, una administración pública del Estado de derecho. A continuación, trataremos las
expresiones de administración pública antes mencionadas. (Reyna Alfaro, 2008)

a) La Idea de Administración Pública En El Estado De Policía (Polizeistaat) En el


Estado de policía (Polizeistaat), característico de las monarquías absolutas y los
Estados totalitarios, la administración pública es objeto de respeto, de adulación por
parte del ciudadano; es una especie de tótem al que el ciudadano debe idolatrar y
guardar reverencia. En este modelo estatal los ciudadanos —carentes de derechos
frente al Estado— deben seguir sus fines, en cuya virtud el Estado cuenta, para tales
propósitos, con ilimitado poder.

En el ámbito funcionarial, esta idea trasciende tanto a las relaciones internas del
funcionario público (con el Estado) como a sus relaciones externas (con los
administrados), caracterizadas por la idea de sujeción hacia la administración. Una
relación de este tipo (de sujeción) se vincula al carácter marcadamente intervencionista
del Estado totalitario. Es lógico que si se quiere desarrollar una mayor cantidad de
funciones resulta indispensable asegurar la realización de éstas a través de una
vinculación estricta y radical hacia los intereses estatales. En sus relaciones internas el
ejercicio de la función pública supone la exigibilidad de satisfacer al mayor grado
posible los intereses de la administración; mientras que, en el ámbito de las relaciones
externas, el funcionario público —como extensión del poder del Estado— cuenta con
amplias facultades coactivas.
25

b) La idea de administración pública en el Estado de derecho (Rechtsstaat)

En el Estado de derecho (Rechtsstaat) la función pública no es más la


plasmación de una especial relación de sujeción del administrado con la administración
pública, en virtud de la cual los administrados no son ya objetos de poder, sino
ciudadanos.6 En el Estado de derecho, la administración pública asume un papel
destinado a la satisfacción de los intereses de la ciudadanía. La administración pública
cumple un rol prestacional a favor del ciudadano, que a través de la administración
puede ver satisfechas sus necesidades básicas. (Reyna Alfaro, 2008)

Es necesario recordar que a partir de los términos del artículo 43 constitucional


nuestro país reconoce la forma de Estado de derecho, social y democrático. A partir de
dicha referencia se puede ya advertir que la función que satisface la administración
pública es eminentemente prestacional, con lo que la administración pública termina
siendo instrumentalizada. Esta afirmación se muestra coherente con los términos del
artículo 39 de la Constitución. Pues bien, esta instrumentalización de la administración
pública no puede ser objetada por el Estado de derecho; por el contrario, “el Estado de
Derecho no puede prescindir del funcionamiento ni de la instrumentalización de la
Administración en orden a prioridades, me refiero en concreto a los intereses
generales”. (Reyna Alfaro, 2008)

Si asumimos que la administración pública cumple fundamentalmente objetivos


prestacionales, entonces debemos asumir necesariamente que cumple con prestar
servicios de naturaleza pública, esto es, servicios públicos. Justamente la noción de
servicios públicos ha permitido — como adecuadamente menciona Palomar Olmeda—
“romper con el esquema del estado gendarme, guardián del orden público, que dejaba
la satisfacción de las necesidades públicas al juego libre de las fuerzas sociales”.

Pero esta vinculación de la idea de administración y función pública con el


modelo estatal de derecho permite adicionalmente justificar la necesaria relación entre
el ejercicio de la función pública con la realización de los derechos fundamentales de
los administrados. En el derecho administrativo del Estado de policía —indica Mayer—
se planteaba una suerte de eufemismo, en la medida en que la realidad mostraba que
“no existe derecho cuando se trata de relaciones entre Estado y súbdito”, en la
26

actualidad, sin embargo, las relaciones internas y externas de la administración pública


se ven necesariamente rodeadas de ese halo de garantías implícito en la idea del
Estado de derecho.

El concepto de administración pública toma como punto de referencia la


concepción prestacional y, por lo tanto, de realización de los derechos fundamentales
de los ciudadanos por parte de la administración pública, pues como dice Buompadre:
“El Estado nace y se justifica para el servicio de los individuos. Fuera de esta
consideración se transforma en un ente distinto, y, desde luego, muy peligroso”.

3.2. Creación de los Servicios Públicos


La creación de los servicios públicos procede por disposiciones de la
Constitución Política o por previsiones de ley. Crear un servicio público significa que el
Estado ha decidido suministrar prestaciones directa o indirectamente a la colectividad,
bien sea que el Estado asuma la administración, la gerencia o el manejo de una
actividad para satisfacer de manera regular y continua cierta categoría de necesidades
de interés colectivo teniendo la iniciativa y el control sobre esta prestación a cargo de
las particulares. (Reyna Alfaro, 2008)

Gastón Jèze nos dice sobre la creación de un servicio público: “habrá servicio
público siempre que la administración satisfaga necesidades de interés general,
mediante el procedimiento del servicio público, que implica un régimen jurídico especial
de derecho público. Para la creación de los servicios públicos deben tomarse las
previsiones legales pertinentes a fin de prever en la Ley del Presupuesto General de la
República, en leyes especiales y ordenanzas regionales y municipales, las partidas
necesarias para su organización y funcionamiento ininterrumpidos.

3.3. Características de los Servicios Públicos


Según la doctrina y el ordenamiento jurídico que los rige, los rasgos más
resaltantes de los servicios públicos pueden explicarse de la siguiente manera:

A. “Son actividades en las cuales no siempre hay competencia, y normalmente


están sujetas a regulación gubernamental en pro de la protección del interés público”.
27

B. Algunos servicios públicos pueden funcionar de modo más eficaz como


monopolios (como el agua y desagüe); sin embargo, esto hace que la contribución de
los monopolios de servicios públicos al bienestar general sea en muchos casos
compelida mediante regulaciones más que voluntarias.

C. “La regulación de estos servicios proviene del interés público por sus
actividades, y se traduce principalmente en control de tarifas y servicios”.

D. “Debe funcionar de manera permanente, es decir, de manera regular y


continua, para que pueda satisfacer necesidades de las comunidades por sobre los
intereses de quienes los prestan”.

E. A menudo hay conflicto entre el interés público y privado en lo que respecta a


los servicios públicos. Esto se debe a la diferencia entre el objetivo principal entre las
empresas privadas (maximizar sus utilidades) y el del interés público (servicio
adecuado al precio más bajo posible).

F. “La prestación del servicio público no debe perseguir principalmente fines de


lucro; se antepone el interés de la comunidad a los fines del beneficio económico de
personas, organismos o entidades públicas o privadas que los proporcionan”.

G. “Su prestación puede ser hecha tanto por un organismo público como por
particulares, pero su bajo la autorización, control, vigilancia, y fiscalización del Estado,
con estricto apego al ordenamiento jurídico pertinente”. (Reyna Alfaro, 2008)

3.4 Clasificación de los Servicios Públicos en el Perú


En la búsqueda y recopilación de información tanto en la doctrina como en la
literatura, se puede encontrar diversas formas de clasificación respecto a los Servicios
Públicos, que atienden a distintos criterios que han permitido distinguirlos según las
peculiaridades que pueden ofrecer. Pero también, debemos mencionar que estas
clasificaciones no revisten toda la misma importancia, e incluso algunas de ellas
aparecen como superficiales y no engloban la connotación primordial que merecen.
Dicha clasificación podemos resumir de la siguiente manera.
28

3.4.1. Esenciales y no esenciales


Esenciales, se pondría en peligro la existencia del mismo Estado si aquellos no se
prestasen: defensa nacional, seguridad interna, educación, salud. Los no esenciales; a
pesar de satisfacer necesidades e interés general, su existencia o no prestación no
pondrían en peligro la existencia del Estado; se identifican por exclusión de los
esenciales. (Reyna & Ventura, 2008)

Es decir, son esenciales aquellos servicios que tienden a la satisfacción de


necesidades básicas, tanto para los individuos como para la comunidad considerada
como tal, siendo indispensables para su subsistencia individual o colectiva. Y son no
esenciales o secundarios, aquellos servicios que tienden a la satisfacción de
necesidades que no obstante ser importantes o necesarias y convenientes, no reúnen
aquella condición de ser indispensables. Son servicios esenciales los relativos a la
defensa nacional, la policía, la justicia etc.; mientras que son no esenciales o
secundarios los referentes a la beneficencia, etc.

3.4.1.1. Salud
 MINSA
El Ministerio de Salud tiene la misión de proteger la dignidad personal,
promoviendo la salud, previniendo las enfermedades y garantizando la atención integral
de salud de todos los habitantes del país; proponiendo y conduciendo los lineamientos
de políticas sanitarias en concertación con todos los sectores públicos y los actores
sociales.

 ESSALUD
El Seguro Social de Salud, EsSalud, es un organismo público descentralizado, con
personería jurídica de derecho público interno, adscrito al Sector Trabajo y Promoción
Social. Tiene por finalidad dar cobertura a los asegurados y sus derechohabientes, a
través del otorgamiento de prestaciones de prevención, promoción, recuperación,
rehabilitación, prestaciones económicas, y prestaciones sociales que corresponden al
régimen contributivo de la Seguridad Social en Salud, así como otros seguros de
riesgos humanos.
29

 SUNASA
La SUNASA o Superintendencia Nacional de Aseguramiento en Salud, es un
Organismo Público, Técnico Especializado, adscrito al Ministerio de Salud, con
personería jurídica de Derecho Público. Tiene autonomía técnica, funcional,
administrativa, económica y financiera, que ejerce las funciones, competencias y
facultades establecidas en la Ley; es una entidad desconcentrada y sus competencias
son de alcance nacional.

3.4.1.2. Seguridad
 MINJUS
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del Perú es el Ministerio encargado de
asesorar al presidente Constitucional del Perú en temas judiciales y de Derechos
Humanos a la Nación.

 MININTER
El Ministerio del Interior del Perú es la Institución Pública encargada del Gobierno
interior del Perú; y del orden interno y público a través de la Policía Nacional del Perú

El 3 de diciembre de 1968, se promulga el Decreto Ley N.º 17271, Ley de Ministerios,


el cual establece que a partir de esa fecha el Ministerio de Gobierno y
Telecomunicaciones se denomina “Ministerio del Interior”.

 INPE
El Instituto Nacional Penitenciario es un Organismo Público Ejecutor del Sector
Justicia, rector del Sistema Penitenciario Nacional, con personería Jurídica de derecho
público y con autonomía económica, técnica, financiera y administrativa. Forma pliego
presupuestario y se rige por el Código de Ejecución Penal y su Reglamento

3.4.1.3 Educación
 MINEDU
El Ministerio de Educación es el órgano rector de las políticas educativas nacionales y
ejerce su rectoría a través de una coordinación y articulación intergubernamental con
30

los Gobiernos Regionales y Locales, propiciando mecanismos de diálogo y


participación.

3.4.2. Permanentes y Esporádicas


Los Servicios Públicos permanentes son los prestados de manera regular y
continua para la satisfacción de las necesidades de interés general. Los esporádicos;
su funcionamiento o prestación son de carácter eventual o circunstancial para
satisfacer una necesidad colectiva transitoria.

3.4.3. Desde el punto de vista de la naturaleza de los servicios


Estos se clasifican en servicios administrativos y servicios públicos industriales y
comerciales; estos últimos específicamente referidos a las actividades de comercio,
bien sea de servicios para atender necesidades de interés general o los destinados con
fines lucrativos y no a satisfacer necesidades colectivas, sino fines empresariales.

a. INDECOPI
Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la
Propiedad Intelectual El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la
Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) fue creado en noviembre de 1992,
mediante el Decreto Ley N° 25868. Tiene como funciones la promoción del mercado y
la protección de los derechos de los consumidores. Además, fomenta en la economía
peruana una cultura de leal y honesta competencia, resguardando todas las formas de
propiedad intelectual: desde los signos distintivos y los derechos de autor hasta las
patentes y la biotecnología.

b. OSIPTEL
Organismo Supervisor de las Inversiones en Telecomunicaciones Somos el
Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones, una entidad
pública descentralizada encargada de regular y supervisar el mercado de servicios
públicos de telecomunicaciones, independiente de las empresas operadoras. El
OSIPTEL está adscrito a la Presidencia del Consejo de ministros.
31

c. OSINERMING
Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería Es el Organismo
Supervisor de la Inversión en Energía y Minería, una institución pública encargada de
regular y supervisar que las empresas del sector eléctrico, hidrocarburos y minero
cumplan las disposiciones legales de las actividades que desarrollan.

d. OSITRAN
Organismo Supervisor de la Inversión en Transportes OSITRAN es el
Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público
creado en enero de 1998. Es un organismo público, descentralizado, adscrito a la
Presidencia del Consejo de ministros, con autonomía administrativa, funcional, técnica,
económica y financiera.

e. SUNASS
Superintendencia Nacional de Servicio de Saneamiento La Sunass es un
organismo público descentralizado, creado por Decreto Ley N° 25965, adscrito a la
Presidencia del Consejo de Ministros, con personería de derecho público y con
autonomía administrativa, funcional, técnica, económica y financiera; cuya función es
normar, regular, supervisar y fiscalizar la prestación de los servicios de saneamiento,
cautelando en forma imparcial y objetiva los intereses del Estado, de los inversionistas
y del usuario.

3.4.4. Servicios públicos obligatorios y optativos


(Reyna & Ventura, 2008)Los Servicios Públicos obligatorios son aquellos que se
encuentran señalados como tales en la Constitución y las leyes, y son indispensables
para la vida del Estado. Los optativos, el orden jurídico los deja a la potestad
discrecional de la autoridad administrativa competente.

3.4.5. Por la forma de prestación de servicios


De acuerdo a (Fernández, 1995) Directos y por concesionarios u otros medios
legales. La prestación de los directos es asumida directamente por el Estado (en sus
tres niveles; nacional, regional o local, o a través de entes descentralizados). Por
concesionarios: no los asume directamente el Estado, los delega; se prestan a través
de concesionarios.
32

CONCLUSIONES
El estudio de los antecedentes revela la evolución conceptual y la importancia
del servicio público en el Derecho Administrativo. Desde sus raíces en Francia, ha sido
fundamental para delimitar la intervención gubernamental en actividades de interés
social, marcando así el rumbo de la regulación y la justicia administrativa.

Como grupo, concluimos que los servicios públicos presentan una importancia
fundamental en toda sociedad en tanto resultan esenciales en la mejora de la calidad
de vida de los individuos. Por ello, la cobertura que estos alcanzan resulta tan
importante como su propia prestación.

Consideramos que, en América Latina, los servicios públicos urbanos enfrentan


muchísimos desafíos como la falta de inversión, corrupción y crecimiento urbano
descontrolado, lo que contribuye a la inequidad en el acceso y resalta la urgencia de
soluciones transparentes y que sean eficaces.

Respecto al problema de los servicios públicos en Latinoamérica es que su


ineficiencia y falta de calidad son resultado de una combinación de factores
estructurales, como la corrupción, la falta de inversión en infraestructura adecuada, la
burocracia excesiva y la falta de regulación efectiva. Estos problemas se ven
exacerbados por desafíos adicionales, como la creciente demanda de servicios debido
al crecimiento demográfico y urbano, así como la vulnerabilidad a desastres naturales y
cambios climáticos.

En Latinoamérica, los servicios públicos enfrentan una serie de desafíos que


afectan su eficiencia, calidad y accesibilidad para la población. Entre los principales
problemas se encuentran la corrupción, la falta de inversión en infraestructura, la
burocracia excesiva, la falta de mantenimiento adecuado, la inequidad en el acceso y la
falta de transparencia en la gestión. Estos problemas contribuyen a la insatisfacción de
33

los ciudadanos y obstaculizan el desarrollo socioeconómico de la región. Para superar


estos desafíos, se requiere un compromiso firme por parte de los gobiernos para
promover la transparencia, la rendición de cuentas, la inversión en infraestructura y la
mejora de la gestión pública, así como la participación ciudadana activa en la vigilancia
y la demanda de mejores servicios públicos.

La transición hacia un Estado de Derecho implica una transformación


significativa, donde la administración pública se convierte en un instrumento para el
servicio de los ciudadanos, distanciándose de la concepción de sujeción y poder
absoluto. Este enfoque prestacional busca cumplir con las necesidades básicas de la
sociedad.

La creación de servicios públicos se rige por disposiciones constitucionales y


legales, con el Estado asumiendo el control para satisfacer necesidades colectivas. Las
características de estos servicios incluyen la regulación gubernamental, la posible
existencia de monopolios, la continuidad operativa, y la priorización del interés público
sobre el lucro.

Finalmente, con respecto a la clasificación de los servicios públicos en el Perú,


va a reflejar la diversidad y complejidad de las necesidades de la sociedad. Desde la
esencialidad hasta la forma de prestación, estos servicios desempeñan un papel
fundamental en el bienestar y funcionamiento del Estado, destacando su importancia
en el desarrollo nacional.
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