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CONSIDERACIONES SOBRE LA INSERCIÓN

INTERNACIONAL DEL COMPLEJO SOJERO:


¿UNA ECONOMÍA DE ENCLAVE “SUI GENERIS”
DEL SIGLO XXI?

Jose Pierri y Marcelo Abramovsky

Introducción

El fenómeno del “boom sojero” es hoy centro del debate político


sobre el modelo económico a desarrollar en el país. Ha generado fuertes
debates sobre sus consecuencias ecológicas, sanitarias y sociales, pero
no abundan trabajos que lo conceptualicen ni aquellos que definan
la modalidad de inserción en la economía mundial originada por ese
modelo productivo.
De manera intuitiva la mayoría de la población y los estudiosos
entiende que desde la década del ´90 estamos viviendo una nueva
agricultura. Nuevos destinos de exportación, la instalación de las mayores
plantas aceiteras del mundo en cercanías de Rosario, la concentración en
un puñado de empresas multinacionales y alguna nacional del negocio
sojero, la revolución tecnológica del conjunto Soja RR/glifosato/siembra
32 Documentos del CIEA Nº6

directa y el crecimiento vertiginoso del área cultivada de soja- marginal


hace treinta años y hoy cercana al 60% del total dedicado a los granos -,
permiten suponer que estamos en presencia de cambios estructurales en el
agro nacional. ¿Qué diferencia tiene esta agricultura que utiliza recursos
tecnológicos en semilla y herbicidas patentados en el exterior y que por su
uso Monsanto pretende cobrar anualmente los derechos de resiembra de la
Soja RR –tal como lo hace en los Estados Unidos -, vulnerando los derechos
tradicionales del agricultor sobre la semilla cultivada en su explotación?
En el mismo sentido se presenta el interrogante sobre cómo definir un
complejo productivo en un 100% dedicado a la exportación y controlado
en más de un 80% por una decena de empresas multinacionales –salvo
alguna nacional – que desde los años ´90 desplazaron a los principales
operadores nacionales –cooperativas, Juntas Nacionales de Granos,
empresas nacionales regionales – del negocio de la producción de aceite y
comercialización externa de la soja y sus derivados.
Una manera de comenzar a intentar definir lo nuevo es apelar al
concepto de economía de enclave, creado hace unos cincuenta años por
la corriente económica estructuralista integrada -entre los más conocidos
-, por los brasileños Celso Furtado y Fernando Henrique Cardoso y en
nuestro país por el Dr. Aldo Ferrer. Utilizaban el concepto para estudiar
los sistemas productivos de países de América Latina caracterizados por la
monoproducción de algún cultivo de plantación u originado en la minería
a comienzos del siglo XX.
Sólo un desinformado puede permitirse pensar que este trabajo
pretende asimilar de manera absoluta a economías monoproductivas de
fines de aquella época con las mucho más complejas y diversificadas de
la Argentina actual. Lo que se pretende es intentar comenzar a explorar
una definición que permita mejorar el diseño de políticas económicas que
administren en beneficio del país el boom sojero y logre la inclusión de esa
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 33

producción en un proyecto económico nacional.


En ese sentido este trabajo intenta identificar qué aspectos del
complejo sojero se corresponden con el concepto tradicional de “economía
de enclave”. Parte de describir y cuantificar distintos aspectos del
complejo, las causas y efectos de la adopción del llamado “paquete sojero”
(semilla genéticamente modificada –SGM-, la siembra directa y uso del
glifosato), la conformación e importancia de las empresas proveedoras de
esos insumos agrícolas y su relación con el proceso de agriculturización
y sojización. Aborda, también, la influencia que tuvieron los cambios en
el mercado mundial y el papel de las grandes empresas transnacionales
aceiteras y comercializadoras de granos como factores inductores de la
sojización de la agricultura nacional.

Principales transformaciones en la producción agrícola 1980/2010

En las últimas tres décadas se produjo un sostenido crecimiento


de la producción de cereales y oleaginosas definido por diversos autores
como un proceso de agriculturización del agro nacional. La intensidad y
profundidad de la transformación agrícola fue producida y acompañada
por profundos cambios en la tecnología de producción y en los tipos de
empresas y explotaciones agropecuarias, en el complejo agroindustrial
aceitero y en la comercialización interna y externa de las principales
producciones de granos en nuestro país.
La producción de granos se elevó desde cifras menores a las 30
millones de toneladas anuales en la década iniciada en 1980 hasta cifras
que rondan las 100 millones de toneladas en las últimas cosechas. El
cultivo que, largamente, constituyó la principal fuente de crecimiento
fue el de soja. En la campaña 1980/81 se producía algo menos de
2.000.000 de tn., en la campaña 1990/91 10,7 millones, en la del 2000/01
26,8 millones y se calcula que en la actual campaña se superarán las 54
34 Documentos del CIEA Nº6

millones de tn. de producción de ese grano. La cantidad de hectáreas


sembradas y el volumen de la producción de soja en el presente superan
ampliamente el total de las áreas y volúmenes del total de producción de
granos de tres décadas atrás.
Patricio Lamarca y Marcelo Regunaga1 destacaron un aspecto que
explica la fuerte expansión de la soja: la producción y comercio mundial de
granos que tradicionalmente se orientaba a los cereales comenzó a partir
de los ´80 a centrarse en las oleaginosas, cuestión vinculada básicamente
al aumento exponencial de la importación de granos y aceite desde países
de extremo oriente, convirtiéndose China, India, Bangladesh, Pakistán,
Irán y otros en los principales destinos mundiales.
La rápida sojización de la década ´90 fue acompañada por un fenómeno
también observable en el conjunto de los complejos agroindustriales; la
progresiva determinación y control de esos complejos por parte de grandes
empresas transnacionales especializadas en el procesamiento industrial y el
comercio interno e internacional de alimentos.

Complejos y sistema agroalimentario

Miguel Teubal analizó la transformación de los complejos


agroalimentarios en las últimas décadas en nuestro país y su relación con
la globalización económica mundial. Señaló como característica saliente
el creciente control sobre cada una de las etapas del proceso productivo
primario, la industrialización y el comercio interno y externo por parte de
grandes empresas transnacionales:

“La expansión agroindustrial a escala mundial tiene que


ver con la expansión a lo largo y ancho del globo terráqueo, de

1 Patricio Lamarca y Marcelo Regunaga. La comercialización de granos en la


Argentina. Buenos Aires, Legasa, 1990.
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 35

grandes empresas agroindustriales transnacionales. Esta expansión


va acompañada por procesos de articulación agro-industrial – la
conformación de auténticos complejos agroindustriales- que le
permiten a esas empresas incidir o incluso controlar estrechamente
la producción, comercialización, procesamiento industrial y
distribución final de productos de origen agropecuario”2.

Definió como sistema agroindustrial o agroalimentario a la totalidad


de la producción agropecuaria, su comercialización, procesamiento y
distribución final de un país o región. Afirmó que el estudio del sistema
agroindustrial – más abarcativo que el de cada complejo en particular -,
permite, por ende, observar más claramente los procesos contemporáneos
de concentración y centralización del capital, particularmente en la
comercialización mayorista y minorista.
El autor recuerda el análisis que ya habían expresado Chayanov
y Kautsky, quienes hace ya un siglo afirmaban el progresivo proceso
de subordinación de los campesinos/productores a los intereses de las
grandes empresas comercializadoras. El mercado de algunos productos
agrícolas, en particular los granos, se caracterizó desde fines del siglo XIX
-y se reafirma al estudiar las últimas décadas- por relaciones asimétricas
en que algunas grandes empresas inciden fuertemente o determinan los
volúmenes y formas de la producción, los precios y otras condiciones a
los otros eslabones de los Complejos Agroindustriales (CAI). Teubal a la
vez de definir como asimétricas a las relaciones establecidas entre las
grandes empresas y los productores, destaca el papel de aquellas como
apropiadoras del excedente e inductor de los procesos productivos en cada

2 Miguel Teubal. Complejos y sistemas agroalimentarios: aspectos teórico- me-


todológicos, en Estudios rurales, Teorías, problemas y estrategias metodológicas,
Buenos Aires, La Colmena , 1999.
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complejo agroindustrial:

“En definitiva, quizás la diferencia fundamental de este


enfoque y el de los “agronegocios” es la idea de que las relaciones
entre los agentes que conformas el complejo son asimétricas.
La necesidad de articulación por parte del núcleo del complejo
existe debido a las características de la producción industrial
y a la necesidad de inducir o controlar determinados procesos
productivos, por ejemplo introduciendo especificaciones
tecnológicas en el complejo cervecero acordes a las cambiantes
estrategias empresariales de la principal empresa.” 3

En la dimensión histórica e internacional, Dan Morgan4 describió


de manera vívida y analizó la evolución y el grado de control que las
grandes firmas transnacionales tuvieron sobre el comercio mundial de
granos, subrayando las fuertes vinculaciones del negocio con la evolución
de la política mundial e interna de los Estados Unidos, en particular
después de la 2º Guerra Mundial. Morgan, al igual que muchos autores,
definió al comercio mundial de granos como oligopólico, oscuro y
relativamente poco analizado, destacando en ese sentido las dificultades
para acceder a su estudio a partir de la falta de información ofrecida por
esas grandes firmas.5

3 Teubal. Op. cit, 1999, pág. 106.


4 Dan Morgan. Los traficantes de granos. Editorial Abril, 1984.
5 “En 1975, cuando la subcomisión del Senado norteamericano sobre Corpo-
raciones Multinacionales comenzó a investigar el papel de las compañías en la
política exterior, pidió a las bibliotecas de todo el país que enviaran material sobre
las firmas. Una biblioteca tras otra informó que no existía tal material. El Se-
nador Franck Church diría, refiriéndose a las multinacionales “Nadie sabe cómo
funcionan, cuáles son sus ganancias, cuanto pagan de impuestos y que influencia
tienen sobre nuestra política exterior” Morgan, Op. cit. 1984.
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 37

Por su parte, en un estudio sobre el Sistema Agroindustrial en


Argentina, Graciela Gutman y Pablo Lavarello6 destacaron la concentración
y transnacionalización del sector industrial en la mayoría de los Complejos
Agroindustriales durante la década del ´90. Lo atribuyeron al proceso
de globalización, a los cambios en la tecnología y a los del orden legal
en el país, y destacaron la tendencia de los complejos a volcar partes
crecientes de la producción al mercado externo en momentos (2ª. mitad
de la década del ´90) en que el consumo interno disminuía producto de
la crisis económica y social, invirtiendo de tal manera de modo estructural
el destino tradicional de la producción de alimentos en el país.
Estos enfoques críticos sobre el rol, grado y consecuencias del
control del mercado por parte de las grandes empresas, se diferencia del
de otros autores apologéticos de la gran empresa, que no reconocen como
razón de la preeminencia de éstas el control oligopólico de los mercados,
sino que ven ese predominio como resultado de la mayor eficiencia, sus
economías de escala y, por ende, productividad de las grandes firmas:

“En líneas generales, [...] las empresas que mantuvieron su


liderazgo en sus respectivos sectores fueron aquellas que llevaron
a cabo una estrategia de innovación más o menos continua, basada
en la explotación de sus recursos y capacidades organizativas más
distintivas y en las que la dirección no perdió el control de lo que
sucedía en los diferentes departamentos o divisiones”.7

6 Graciela Gutman y Pablo Lavarello. “Transformaciones recientes de las in-


dustrias de la alimentación en Argentina: transnacionalización, concentración
y (des)encadenamientos tecnológicos”. Revista Interdisciplinaria de Estudios
Agrarios Nº 17, 2002.
7 Jesús Valdaliso y Santiago López García. Historia económica de la empresa,
Barcelona, Crítica, 2000.
38 Documentos del CIEA Nº6

En síntesis, existen distintas interpretaciones sobre las causas y


valoraciones sobre la transformación estructural del Sistema Agroindustrial,
entre los cuales se destaca analizar el efecto de la transnacionalización
sobre el sector y el conjunto de la economía nacional. En ese sentido,
parece volver a cobrar importancia el concepto tradicional de economía
de enclave, utilizado en el pasado para analizar diversas economías
latinoamericanas de comienzos del siglo XX.

El concepto de economía de enclave

El concepto de economía de enclave posee gran significación en los


estudios sobre la historia del agro latinoamericano. En las décadas del ´60
y ´70 fue utilizado para definir diversas economías latinoamericanas de
fines del siglo XIX y principios del XX. En el presente, José César Villaruel8
ha explorado la posibilidad de aplicarlo a algunas producciones de soja en
países sudamericanos en las últimas décadas. Así señala, citando a Ramón
Fogel y Marcial Riquelme:

“El modelo sojero implica una red de relaciones sociales,


económicas y políticas. Su organización adopta diversas expresiones
que dependen de las condiciones históricas de las regiones y de su
inserción en el mercado mundial. El caso de Paraguay difiere del
resto de los países de la región en tanto corresponde al modelo
de “enclave agroexportador” que impide todo desarrollo de base
amplia y que se expande gracias a las semillas transgénicas, el
uso intensivo de agrotóxicos y otros insumos que generan la

8 José César Villarruel, “Agrotóxicos, sociedad civil y política en debate”, VI Jor-


nadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y agroindustriales, Buenos Aires,
Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, N o v i e m -
bre de 2009.
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 39

dependencia de los productores de las multinacionales, que


deciden qué, cómo, y para quién producir”9.

La economía de enclave es definida como la producción u otra


actividad económica localizada en un país subdesarrollado exclusivamente
destinada al mercado externo y controlada por capitales foráneos. A
diferencia de otras actividades no está integrada o lo está muy débilmente,
con el país en que está instalada; es decir no posee similar tecnología,
no integra circuitos económicos internos, tiene nulas o pocas relaciones
económicas con el resto del país en relación a insumos, mano de obra
y, especialmente, su patrón de acumulación es externo al sitio donde
se localiza. La disparidad entre la economía de enclave (más avanzada
tecnológicamente, organizativamente y vinculada a los países de mayor
desarrollo industrial) y el atraso relativo de la estructura económica de los
países en que se localiza fue analizada por numerosos autores provenientes
del enfoque de la CEPAL10 y otros que centraron sus estudios en la Teoría
de la Dependencia11. En el trabajo más difundido de esta corriente,
Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto afirmaron:

9 Ramón Fogel y Marcial Riquelme (Compiladores). “Enclave sojero. Merma de


Soberanía y Pobreza”. Asunción, Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios,
2005.
10 Aldo Ferrer destaca el papel que la CEPAL, dirigida por Raúl Prebisch tuvo en
la génesis de la teoría del enclave “El estudio De América Latina de 1949 (CEPAL
1951) identificó dos modelos de desarrollo. Por un lado estaba el enclave expor-
tador desvinculado del conjunto de la economía y la sociedad. En este el progreso
técnico penetra solo en el sector vinculado al mercado mundial, mientras que
la mayor parte de la actividad económica continúa operando con las técnicas y
niveles de producción tradicionales”. América Latina y la Globalización, Revista
CEPAL Nº Extraordinario, Santiago de Chile 1998.
11 Entre los numerosos autores afines a la teoría de la dependencia en sus dif-
erentes variantes, ver Celso Furtado. Teoría y política del desarrollo económico.
Siglo XXI, 1968.
40 Documentos del CIEA Nº6

“Parece que el caso más general de formación de


enclaves expresa un proceso en el cual los sectores controlados
nacionalmente, por su incapacidad para reaccionar y competir
en la producción de mercancías que exigen condiciones
técnicas y capitales de gran importancia fueron paulatinamente
desplazados....
...En efecto, a partir del momento en que el sistema
productor ya no puede crecer independientemente de
la incorporación de técnicas y capitales externos o de su
subordinación a sistemas internacionales de comercialización,
el discurso de los productores locales comienza a carecer de
significación en el desarrollo de la economía nacional. En esas
condiciones los productores locales pierden, en gran parte, la
posibilidad de organizar dentro de sus fronteras un sistema
autónomo de autoridad y de distribución de recursos.
En la medida en que las economías locales tendieron a
organizarse en torno a este sistema productivo, presentaron, en
grado elevado, características que hacían compatible un relativo
éxito del sistema exportador con una gran especialización de la
economía y fuertes salidas de capitales. En estos casos el éxito
del crecimiento no siempre logró crear un mercado interno,
pues llevó a una concentración de ingresos en el sector de
enclave.
En estas situaciones de enclave cabe distinguir dos
subtipos: el enclave minero y las plantaciones. Las diferencias
entre ellas radica en que las técnicas y condiciones de
producción tienen consecuencias distintas por lo que la
utilización de mano de obra se refiere a la productividad
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 41

alcanzada y al grado de concentración de capital requerido”12.

Debe destacarse la importancia de las afirmaciones de Cardoso y


Faletto que vinculan las consecuencias de este tipo de economía sobre la
distribución regresiva del ingreso, la disparidad tecnológica y productiva
entre el enclave y el resto de la economía y la pérdida de autonomía en
cuanto a la fijación de la política económica nacional por parte del país
receptor del enclave al señalar que se pierde “la posibilidad de organizar
dentro de sus fronteras un sistema autónomo de autoridad....”, a la vez que
destacan la progresiva supeditación de productores, modos de producción
a la tecnología y redes de comercialización foráneas.

La producción de soja y su contexto institucional en el período 1980/2008

La producción de soja se destina casi enteramente a la exportación.


Sólo en los últimos años se dedica una porción muy menor al mercado
interno. En la década del ´60 la producción mundial era solo de algo más
de 30 millones de tn. y las exportaciones mundiales en forma de grano,
apenas superaban las 10 millones de tn. Los Estados Unidos monopolizaban
las exportaciones en una cifra cercana al 90 %, en tanto países de Europa
Occidental y Japón eran importadores, también de alrededor del 90 % del
total mundial. En la década del ´80 la producción alcanzaba las 80 millones
de tn y el comercio mundial las 25 millones de tn., mientras que hacia el año
2003 se producían en el mundo unas 189 millones de tn. y se comerciaban,

12 Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto. Dependencia y desarrollo en


América latina. México, Siglo XXI, 2002.
42 Documentos del CIEA Nº6

en forma de grano, unas 67,5 millones de tn.13


En ese contexto internacional nuestro país incrementó sus
exportaciones de granos de soja entre 1986 (2,5 millones de tn.) y el año
2007 (11,4 millones de tn.), en aceite de soja (0,6 millones de tn. en 1985/86
a 5,0 millones de tn. en el año 2007) y de harina de soja (3 millones tn.
en 1985 a 27,8 millones de tn. en el año 2007). En dos décadas aumentó
de manera extraordinaria sus exportaciones de grano (tercer exportador
mundial en el año 2007) y en aceite y granos de soja (primer exportador
mundial en el año 2007).
El vertiginoso crecimiento de las exportaciones se vio acompañado
por una serie de cambios estructurales en el sistema de comercialización y
transporte. En el aspecto político institucional en el año 1991 se disolvió
la Junta Nacional de Granos14, entidad que reguló el mercado desde sus
comienzos en la década de 1930 y mediante la ley 24093 del 3/6/1992 se
modificó el sistema portuario nacional, transfiriendo a las provincias la
potestad sobre los mismos y permitiendo, en los hechos la privatización
en su operación. El nuevo marco legal convirtió, en muy breve tiempo,
a las grandes empresas comercializadoras de granos en propietarias de
terminales portuarias bajo la forma jurídica de puertos industriales15,
donde localizaron allí las principales plantas aceiteras.
Cargill posee terminales portuarias en Ing. White (Buenos Aires)
y Puerto Quebracho (Santa Fe); Bunge Argentina en la Terminal 6 en

13 Datos estadísticos y análisis de la producción y comercio mundial en José


Pierri. “El sector externo y la producción de soja en Argentina 1960/2003”, en
Documentos del CIEA Nº2, Buenos Aires, Facultad de Ciencias Económicas de
la Universidad de Buenos Aires, 2004. Debe destacarse que paralelamente au-
mentaba el comercio mundial de aceite y harina de soja.
14 Mediante los decretos 2284 del 31/10/1991 y 2486 del 26/11/1991 el Poder
Ejecutivo dispuso la disolución de la Junta Nacional de Granos.
15 La ley de Actividades Portuarias 24093 y el Decreto ley 769/93 establecen el
marco legal de estos puertos privados que incluyen la actividad industrial.
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 43

San Martín (Santa Fe) y en Ing. White; y Dreyfus en la Terminal Dreyfus


en Gral. Lagos a orillas del río Paraná (Santa Fe). En cada uno de esos
sitios el acceso a esas instalaciones está bajo custodia de la Prefectura
Naval Argentina, situación que muestra la relación particular entre estas
empresas y el Estado, en estos casos, en las jurisdicciones provinciales de
las provincias de Santa Fe y Buenos Aires y custodiados por una fuerza
dependiente del poder ejecutivo nacional.
La relación estrecha entre la política estatal y las grandes empresas
industrializadoras y comercializadoras de granos también se expresa
en la decisión de aumentar el dragado del Río Paraná y concesionar el
mantenimiento de esa vía fluvial desde donde están ubicadas aquellas
instalaciones y hasta su salida al mar. En Enero de 1994 la Secretaria de
Transportes de la Nación llamó a licitación pública con el objeto de lograr
la modernización, ampliación, operación, mantenimiento y señalización
de la hidrovía del río Paraná entre su kilómetro 584 y su desembocadura
en el Río de la Plata. La ganadora fue una empresa mixta de capitales
nacionales y belgas que se comprometió por el contrato a llevar el calado
de la vía a 28 y 32 pies en etapas sucesivas16.
Otra decisión estatal, directamente orientada a favorecer el modelo sojero,
fue tomada en 1994, cuando nuestro país se incorporó a las Actas y Convenios de
la Unión para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV). El Decreto
2183/91 estableció normas que facilitaron la incorporación de nuestro país a
la UPOV creándose el Instituto Nacional de Semilla (INASE). La Secretaria
de Ganadería, Agricultura, Pesca y Alimentación creó la Comisión Nacional
Asesora en Biotecnología Agropecuaria (CONABIA) mediante la Resolución
124/91 y en el sector privado se creó la Asociación Argentina de Protección de

16 En el presente se sigue considerando la posibilidad de aumentar el calado en


todo el curso del río Paraná hasta su confluencia con el río Paraguay y la de este
hasta el puerto de Asunción. Ver información en la Secretaria de Transporte de
la Nación, Subsecretaria de Puertos y Vías Navegables.
44 Documentos del CIEA Nº6

Obtenciones Vegetales. Finalmente, el 20 de octubre de 1994 se promulgó la


Ley 24376 que ratificó la incorporación de nuestro país a las Actas de creación
de la UPOV y adhirió a su convenio de 1978. Las decisiones de los años ´90
establecieron derechos de propiedad sobre la venta de las semillas patentadas
pero no declinaron el llamado “privilegio del agricultor” (el derecho de
resiembra). En ese marco fue de vital importancia la decisión de habilitar
el uso de la semilla de soja genéticamente modificada (Soja RR) cuando
su uso era resistido y prohibido en toda Europa y países de América del
Sur17.
En trabajos anteriores hemos analizado el carácter “inductor” del
cultivo de la semilla producto de la combinación de la nueva legislación,
el permiso de uso y la generalización del uso gratuito mediante la practica
de la llamada “bolsa blanca”, que permitió la explosiva expansión dentro
del país y hacia los países limítrofes de la semilla RR 18.

Aspectos legales en el uso de biotecnología y agroquímicos

La biotecnología que desarrolló semillas genéticamente modificadas


(GM) ha tenido una amplia difusión en América Latina en la última década.
En el año 2008, se sembraron cultivos genéticamente mejorados en más de
40 millones de hectáreas en la región.
Todos los cultivos de semillas GM fueron desarrollados por empresas
multinacionales privadas. Hasta el momento, ningún sistema nacional de
innovación en América Latina, ya sea público o privado, ha logrado crear

17 Un análisis sobre la legislación de semilla en Estados Unidos y en la Argentina


en José Pierri y Marcelo Abramovsky. “Legislaciones de patentes de semilla y uso
de insumos en la producción de soja en Argentina y Estados Unidos 1990/2006”.
Realidad Económica Nº 244, junio. 2009.
18 Pierri, José y Benavento, Ariel. Influencia externas e internas en el fenómeno
sojero, VI Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios, Facultad de Ciencias
Económicas de la Universidad de Buenos Aires, Noviembre 2009.
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 45

y transferir comercialmente una tecnología desarrollada por el sistema


mismo. Las empresas nacionales de esta región se limitan a adaptar y
transferir características agronómicas deseables a variedades y especies
desarrolladas por las transnacionales19.
Las razones que pudiesen explicar la imposibilidad de crear
autónomamente y distribuir comercialmente semillas GM, parecen ser
según Falck-Zepeda y otros20 “la falta de capacidad en estas región para
evaluar la bioseguridad y la inocuidad de los alimentos, la complejidad de
los procesos regulatorios y el elevado costo de la evaluación de bioseguridad
en cada país”. Otros aspectos a considerar son: la poca capacidad para
negociar y solucionar problemas relacionados con la propiedad intelectual
o con los instrumentos de protección intelectual; establecer alianzas
estratégicas; transferir tecnologías; y mantener el valor agregado en la
cadena agroalimentaria.
Una de las características distintivas de la biotecnología es su
carácter horizontal y dependiente de la interacción de varias disciplinas
científicas básicas (biología, genética, química y bioquímica, fisiología,
etc.) y de su aplicación en diversas áreas dentro de los campos de la salud,
el medio ambiente, la industria manufacturera y la agricultura. Como
consecuencia, es muy difícil que una institución tenga todas las capacidades
que se requieren para llevar adelante proyectos en biotecnología y, por esta
razón, las iniciativas biotecnológicas suelen tener un fuerte componente de
arreglos multi-institucionales, ya sea en términos estratégicos o acotados a
proyectos u objetivos específicos.
Hasta el presente, el surgimiento de la biotecnología como
componente importante del desarrollo tecnológico, está desplazando

19 José Falck-Zepeda, César Falconi, Maria José Sampaio-Amstalden, José Luis


Solleiro Rebolledo, Eduardo Trigo, Javier Verástegui. La Biotecnología Agro-
pecuaria en América Latina. International Food Policy Research Institute, 2009
20 Falck-Zepeda y otros, Op. cit. 2009.
46 Documentos del CIEA Nº6

notablemente el “espacio tecnológico” desde el sector público hacia el


privado. Mientras los bienes públicos tienden a dominar el ámbito de
las tecnologías convencionales –o cuando menos, desempeñan un papel
preponderante– en el ámbito de las nuevas aplicaciones biotecnológicas,
la norma es que las nuevas biotecnologías sean “propiedad” de alguien.
Las cuestiones relacionadas con la propiedad intelectual van más allá de
la protección de variedades y los derechos del obtentor, y entran de lleno
en el tema de las leyes de patentes y su cobertura de procesos y materiales
biológicos, e incluyen los mecanismos y herramientas que se requieren
para hacer cumplir la ley21.
En el presente existe una creciente oposición en países de Europa
y Africa a los cultivos GM, debido a la preocupación de la población
sobre las consecuencias socio-económicas, el medio ambiente y la salud.
Recientemente en la India, se ha dispuesto una moratoria en la siembra
del BT-Brinjal, su primer organismo genéticamente modificado22. Cabe
destacar que el BT-Brinjal (una especie de berenjena a la que se ha
insertado el gen del Bacillus Thuringiensis) es un desarrollo conjunto
de Mahyco, un “joint venture” 50/50 entre Monsanto Company de los
EEUU (la corporación líder en semillas GM) y Maharashtra Hybrid Seeds
Company de la India. El único cultivo GM autorizado para sembrar en la
Unión Europea es el maíz MON810, pero en el presente ya hay seis países
miembros de la UE que lo han prohibido23, debido a serias preocupaciones
ambientales y sanitarias.

21 Pierri y Abramovsky, Op. cit. 2009.


22 Ministry of Environment and Forestry – Decision on Commercialization
of Bt-Brinjal – 9 de febrero de 2010 - http://moef.nic.in/downloads/public-
information/minister_REPORT.pdf
23 Alemania (el país más grande de Europa y el más significativo por su peso
en la Agricultura Europea), Austria, Francia, Grecia, Hungría y Luxemburgo
Memo 10/325 , Oficina de Prensa de la Unión Europea, Bruselas, 13 de julio de
2010
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 47

En los EEUU, Argentina, Brasil, India, Canadá y China, se


cultivaron más del 94 % de los cultivos “GM” en el año 2009. Los tres
primeros países alcanzaban más del 79 % del total. Argentina, Brasil,
Uruguay y otros países de América del Sur, se han convertido en una región
de importancia capital para la producción global de alimentos, así como
también por su singular biodiversidad. Esta región ha sido específicamente
captada por las corporaciones transnacionales del negocio agrícola para la
producción comercial de cultivos GM. La soja GM ha experimentado una
rápida expansión en la última década en América Latina, expandiendo la
frontera agropecuaria, originando que miles de chacareros y población
aborigen fueran desalojados de sus tierras. Asociada a la semilla, en la
última campaña, 350 millones de litros de glifosato fueron aplicados en el
área cultivada con soja GM. Adicionalmente, alrededor de 200 millones
de litros de insecticidas fueron utilizados en dicha área, incluyendo el
altamente tóxico endosulfan. Debe destacarse que este producto ha sido
prohibido en más de 60 países en el mundo24.

Corporaciones en el Mercado Mundial de Agroquímicos y Semillas

Los montos de ventas mundiales de agroquímicos han aumentado


sensiblemente en las últimas décadas. Las ventas de las 10 empresas más
grandes del sector alcanzaron los u$s 34.396 millones, lo que equivalió al
89 % del mercado mundial total.
Las seis mayores empresas alcanzaron ventas por unos u$s 28.800
millones, el 75 % del total del mercado mundial. Y las cuatro primeras
tuvieron en el 2007 un crecimiento en sus ventas de dos dígitos. Estas diez
empresas están instaladas en la Argentina.

24 Endosulfan around the world – Pan North America, Pesticide Action Network,
Junio de 2010, www.panna.org/node/1686. Señala las razones de la prohibición en
esos países.
48 Documentos del CIEA Nº6

Cuadro 1. Empresas más importantes en el sector de agroquímicos en el año 2007


(ventas en millones de dólares estadounidenses).

Empresa Ventas (USD) Participación (%)


1.Bayer (Alemania) $7,458m 19%
2.Syngenta (Suiza) $7,285m 19%
3.BASF (Alemania) $4,297m 11%
4.Dow AgroSciences (EEUU) $3,779m 10%
5.Monsanto (EEUU) $3,599m 9%
6.DuPont (EEUU) $2,369m 6%
7.Makhteshim Agan (Israel) $1,895m 5%
8.Nufarm (Australia) $1,470m 4%
9.Sumitomo Chemical (Japón) $1,209m 3%
10.Arysta Lifescience (Japón) $1,035m 3%

Fuente: Agrow World Crop Protection News, August 2008.

Bayer, la mayor empresa de agroquímicos en el mundo es la séptima


mayor empresa en el negocio de las semillas, Syngenta, la segunda mayor
empresa de agroquímicos es también la tercera empresa en semillas,
Monsanto, la mayor empresa en el negocio mundial de las semillas es
la quinta empresa en el negocio de agroquímicos y DuPont, la segunda
mayor empresa en el negocio de semillas es la sexta empresa en el negocio
de agroquímicos. Datos que demuestran la profunda interrelación entre
los negocios de semillas y agroquímicos, aspecto que se ha potenciado
desde la aparición de las Semillas GM.
De estas empresas solo Land 0’Lakes y Sakata no tienen oficinas
en la Argentina. BASF, Syngenta, Bayer, Dow y DuPont han comenzado
a competir para cubrir el hueco que deja el glifosato, un espacio que
crece aceleradamente, ya que al menos 14 especies de malezas en los 5
continentes han desarrollado resistencia debido a su masiva aplicación25.

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Chemical and Engineering News, 2008
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 49

Los gigantes del negocio de agroquímicos prefieren describir los problemas


de resistencia como una “oportunidad de negocios”, según las palabras del
CEO de Syngenta Crop Science, John Atkin. “La resistencia es en realidad
saludable para nuestro mercado, pues nos obliga a innovar”26

Cuadro 2. Empresas más importantes en el mercado mundial de semillas año 2006


(ventas en millones de dólares estadounidenses)

Empresa Ventas (USD)


1.Monsanto (EEUU) $4,028m
2. Dupont (EEUU) $2,781m
3. Syngenta (Suiza) $ 1,743m
4. Groupe Limagrain (Francia) $ 1,035m
5. Land O’ Lakes (EEUU) $ 756m
6. KWS AG (Alemania) $ 615m
7. Bayer Crop Science (Alemania) $ 430m
8. Delta & Pine Land (EEUU) $ 418m
9. Sakata (Japón) $ 401m
10. DLF-Trifolium (Dinamarca) $ 352m

Fuente: ETC Group - http://etcblog.org/2007/04/30/top-ten-seed-companies-2007/

En síntesis, existe un control sobre la creación de las semillas GM


y de los agroquímicos asociados a las mismas, por parte de un grupo
pequeño de grandes firmas transnacionales. Las empresas locales de países
subdesarrollados solo se limitan a hacer adaptaciones de la tecnología
propiedad de las grandes empresas.

Efectos sobre la salud

Los estudios sobre el glifosato, el agroquímico asociado a las

26 Entrevista del 30 de mayo de 2008. http://www.agropages.com/feature/1213.htm


50 Documentos del CIEA Nº6

semillas GM y sus efectos sobre la salud son relevantes. Mabel Burger y


Salomé Fernández sostienen que quedó demostrada “la absorción cutáneo
mucosa del agroquímico, evidenciada por la presencia de síntomas
locales y sistémicos en los casos estudiados” y señalaron la “existencia de
síntomas neuromusculares para los cuales no han encontrado explicación
fisiopatológica”27.
Por su parte, Sophie Richard afirmó que los residuos del glifosato
pueden, ingresar a la cadena de la alimentación y que algunas trabajadoras
rurales que lo aplicaban han presentado problemas en el embarazo. El
glifosato es tóxico para la placenta humana luego de 18 horas con
concentraciones menores que las utilizadas en el uso agrícola y su efecto se
incrementa con la concentración o con la acumulación en el tiempo o con
la presencia de los adyuvantes. Los autores sugieren “que la presencia de
los adyuvantes del Roundup aumentan la biodisponibilidad del glifosato
y su bioacumulación”28.
La preocupación por el uso del glifosato y otros agroquímicos
motivó que en la Argentina, el 19 de enero de 2009, se dictase el Decreto
21/2009, a través del cual se creó la Comisión Nacional de Investigación
sobre Agroquímicos (CNIA) para la prevención, asistencia y tratamiento
de casos que afecten la salud de la población y el ambiente por efecto de
productos agroquímicos.
El Decreto 21/09, en sus considerandos hace mención especial
al Barrio Ituzaingó Anexo, lugar y caso de contaminación por las

27 Exposición al herbicida glifosato: aspectos clínicos toxicológicos, Dras. Mabel


Burger, Salomé Fernández, Departamento de Toxicología de la Facultad de Me-
dicina, Universidad de la República. Montevideo, Uruguay. Rev Med Uruguay
2004; 20: 202-207
28 Differential effects of glyphosate and Roundup on human placental cells and
aromatase. Sophie Richard, Safa Moslemi, Herbert Sipahutar, Nora Benachour,
Gilles-Eric Seralini. Environmental Health Perspectives. doi:10.1289/ehp.7728,
24 de febrero de 2005.
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 51

fumigaciones con glifosato en zonas urbanas. Tras diez años de denuncias


de los habitantes del mencionado barrio de Córdoba, rodeado de campos
de soja, la Justicia prohibió fumigar con agrotóxicos las cercanías de zonas
urbanas (de cinco mil habitantes, 200 padecen cáncer; todas las familias
tienen un enfermo)29.
Ese mismo año, la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas
inició una acción de amparo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
solicitando medidas en protección del ambiente y la salud ante las gravísimas
y generalizadas consecuencias en los ecosistemas y la población por la
utilización de este agrotóxico. Los demandados fueron al Estado Nacional y
las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. A la empresa Monsanto,
principal comercializadora del herbicida a base de glifosato, se la cita como
“tercero interesado”30.
La CNIA presentó en julio de 2009 un informe denominado “Evaluación
de la información científica vinculada al glifosato en su incidencia sobre la
salud humana y el ambiente”31. Dicho informe menciona que “En base a
la información relevada a la fecha del presente estudio, cabe concluir que
bajo condiciones de uso responsable (entendiendo por ello la aplicación de
dosis recomendadas y de acuerdo con buenas prácticas agrícolas) el glifosato
y sus formulados implicarían un bajo riesgo para la salud humana o el
ambiente”[…] “Ello sin perjuicio de la necesaria ejecución sostenida en el
tiempo de controles sistemáticos sobre los niveles residuales del herbicida
y los compuestos de degradación en alimentos....”
En consecuencia, aún no existe, pese a que su uso es masivo, una

29 “El veneno que asoló el barrio de Ituzaingó”. Página/12, 12 de enero de 2009,


http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-118075-2009-01-12.html
30 Amparo ante la Corte Suprema por Agrotóxicos , Asociación Argentina de
Abogados Ambientalistas, 28 de abril de 2009. http://www.aadeaa.org.ar/casu-
sa_gilosafato.html
31 http://www.msal.gov.ar/agroquimicos/pdf/INFORME-GLIFOSATO-2009-
CONICET.pdf
52 Documentos del CIEA Nº6

indiscutible opinión internacional sobre los efectos sobre la salud humana


del uso del conjunto semilla GM/glifosato/coadyugantes, destacándose las
opiniones adversas de distinguidos especialistas e instituciones europeas y
de la justicia argentina, que fundamentan el doble Estándar que sobre su
uso existe entre los países de la Comunidad Europea y nuestro país.

Consecuencias económicas y sociales en el agro del modelo sojero.

El cultivo se expandió por sobre otras actividades agrarias,


particularmente después de 1996, debido, principalmente, a su mayor
rentabilidad producto de lo que se dio en llamar el “paquete sojero”. A
partir de esa fecha se liberó la siembra de la soja GM, se difundió el sistema
interdependiente entre la semilla GM, el glifosato y la práctica asociada de
la Siembra Directa. Esta “triada” sumada a la alta y creciente demanda desde
países de oriente fueron las razones principales de las altas ganancias en la
producción de soja respecto de otras actividades32. La alta rentabilidad se
logró a partir de la disminución de gastos, en especial de laboreo, producto
de la alta tecnificación, derivada de la aplicación del herbicida. La nueva
modalidad de producir implicó el uso de maquinas de siembra directa, la
fumigación -generalmente aérea- y la utilización de máquinas cosechadoras
de gran tamaño, y originó, por lo tanto, mayor necesidad de inversión, poco
accesible para muchos productores chicos que optaron por contratar esas
labores a empresas especializadas. La no utilización del “paquete” eliminaba
las ventajas de los menores costos que hacían a la alta rentabilidad del cultivo

32 Un análisis de las causas de la alta rentabilidad en la producción de soja en José


Pierri y Ariel Benavento. Influencias externas e internas en el fenómeno sojero.
VI Jornadas de Estudios Agrarios y Agroindustriales, Buenos Aires, Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, 2009.
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 53

frente a los demás principales cultivos de granos en el país33.


Otro aspecto fue el desplazamiento de otras actividades agrarias.
La alta rentabilidad de la soja motivó el paulatino uso de tierras antes
utilizadas en otros cultivos de granos o en actividades pecuarias de
menor atractivo. Desde fines de los años ´90 numerosos tambos cerraron
o disminuyeron su actividad y sus tierras se destinaron al cultivo que
estableció lo que se denominó la “Renta Reina” y la ganancia esperable.
De igual manera, el rodeo vacuno cedió espacio en un período en que
arrastró un clásico problema de acceso al mercado mundial de carnes no
aftósico, el de mayores precios y de mayor dinamismo en la demanda.34
Un aspecto directamente vinculado con el anterior fue el
desplazamiento de producciones agrícolas regionales y el avance del
cultivo de soja en provincias tradicionalmente no especializadas en
el cultivo de granos. Así, en el caso del Chaco disminuyeron las áreas
sembradas de algodón, en Tucumán el cultivo de caña de azúcar perdió
terreno frente a la soja y Santiago del Estero, Salta, Catamarca aumentaron
muy fuertemente su cultivo en muy poco tiempo.
Un aspecto muy llamativo del “boom” de la soja e ilustrativo a
los fines de este trabajo, fue, que en estas décadas de sucesivos récord
de producción de granos se produjo simultáneamente la desaparición
de miles de explotaciones agropecuarias. Se calcula que entre el Censo
Agropecuario de 1988 y el del año 2002 desaparecieron unas 200.000
explotaciones, fenómeno cuya contracara fue la sensible concentración
del uso de la tierra. Muchas de aquellos productores endeudados en

33 Ver la revista Márgenes Agropecuarios, publicación periódica que muestra en


sus páginas las distintas rentabilidades por cultivo y por tipo de explotación y
decisión productiva.
34 Una descripción del problema en José Pierri, La historia y la renta en la
cuestión ganadera actual y ¿Es la baja del consumo la solución del problema de la
carne? Buenos Aires Económico 23 de marzo de 2010 y 4 de abril de 2010.
54 Documentos del CIEA Nº6

los años ´90 vieron rematados sus campos originando un fenómeno de


organización novedoso, el del llamado “Movimiento de Mujeres en Lucha”,
que bregaron con dispar resultado por evitar los remates de sus tierras.
A partir del año 2002 con el cambio de política económica, en
particular con el abandono del sistema de Convertibilidad de la moneda
con tipo de Cambio Fijo, la situación del sector mejoró sustancialmente,
disminuyendo el alto endeudamiento bancario del sector a la par
que se producía un incremento sustancial de la rentabilidad de las
explotaciones. A pesar de la nueva situación algunas opiniones señalan
que la disminución del número de explotación prosigue, probablemente
a partir de la generalización del arriendo de los campos a pools de siembra
o mediante tradicionales contratos a otros productores propietarios o
grupos de inversores de las localidades vecinas.
Otro aspecto vinculado con el anterior es la fuerte disminución
del número de trabajadores rurales que ha llevado a algunos autores
a definir la nueva situación como propia de un “desierto verde”, con
extraordinarias producciones conviviendo con el despoblamiento de
la tierra. La producción mediante el paquete sojero requiere muy poca
mano de obra en comparación con otras producciones de granos y, en
especial, con otras actividades agrarias. Las labores de tambo, ganadería,
producciones de algodón, caña de azúcar son, con las variaciones de cada
caso, más demandantes de mano de obra que la del nuevo cultivo.
Finalmente, otro aspecto de interés es el riesgo en la soberanía
alimentaria del país. El cultivo de soja se destinó exclusivamente al
mercado externo, desplazando actividades agrarias destinadas al consumo
doméstico, poniendo en riesgo el abastecimiento de artículos como el
trigo, carne vacuna, algodón.
El riesgo no sólo se centra en la posibilidad de faltante de producción
de algunos de esos consumos nacionales sino que tiene como un aspecto
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 55

más inmediato, el del costo de esos alimentos o insumos industriales en


el país. Ya definimos a la renta sojera como la “reina de las rentas” 35 en
tanto determina las expectativas de renta de toda la tierra (de acuerdo
a sus diferentes calidades) en el país, e indirectamente los niveles de
ganancia en todas las otras actividades agrarias del país, obrando, en
consecuencia como factor inductor del aumento de los precios internos
de los alimentos.

Tendencias y problemas actuales de las exportaciones del complejo sojero

Las estadísticas muestran que la exportación de soja grano entre


2009 y 2008 cayó de 11,7 a algo más de 4 millones de toneladas, pero se
vaticina un aumento sostenido en la campaña 2010/201136, habida cuenta
del pronóstico de cosecha record de la campaña.
Según los datos de la Cámara de la Industria del Aceite de la
República Argentina en 2009 se molieron 29 millones de toneladas de
granos de soja, un 2,5 % menos que en el 2008 y un 7% menos que 2007.
La merma estuvo asociada a la sensible caída en las ventas al exterior: en
2009 se exportaron 4,4 millones de toneladas de aceite (10% menos que
2008 y 31% menos que 2007). De harina de soja, en 2009 se exportaron
21,6 millones de toneladas (7% menos que 2008 y 17% menos que 2007).
La capacidad ociosa de las plantas aceiteras cercanas a Rosario,
el mayor polo sojero exportador del mundo, aumentó a 42% en el año
2009, casi el doble que en 2008.
La caída en las exportaciones de aceite y harina parecen comenzar
a mostrar dificultades para acceder al principal destino de las ventas

35 Idem.
36 Los datos sobre exportación se obtienen en los anuarios del INDEC.
56 Documentos del CIEA Nº6

de aceite. En un trabajo de Mark Ash37 del año 2001 ya se mencionaba


esas dificultades, al señalar que Estado chino (que en el año 1995 había
quitado presiones para mantener bajas las cuotas de importación de
aceite) a partir de la crisis económica asiática de 1998 (que provocó
fuertes pérdidas en las plantas de molienda de oleaginosas de propiedad
estatal china) tendió a favorecer la importación del grano de soja para
su molienda local, obstruyendo las de aceite38.
El peligro potencial para las exportaciones de aceite se confirmaron
en este año 2010, cuando el gobierno chino decidió suspender las
compras provenientes de Argentina, aduciendo razones sanitarias,
consistente en porcentajes mayores a los permitidos de solventes según
la autoridad china.
Por lo señalado anteriormente queda claro el carácter
dependiente del complejo sojero nacional respecto de decisiones de
política económica en los principales países de importación – en este
caso China -, tanto para acceder al mercado (año 1995) como para
enfrentar dificultades en el acceso de ventas de aceite a partir de 1998,
profundizadas en la actualidad.
Las decisiones del gobierno chino y eventualmente de algún otro
principal destino tienen fuertes consecuencias sobre el complejo en
nuestro país. La apertura de los mercados de extremo oriente aceleraron
el extraordinario “boom” en la producción de granos, la instalación
en muy poco tiempo de la industria aceitera más grande del mundo
principalmente en las cercanías de Rosario, aprovechadas y llevadas
adelante por las más grandes empresas transnacionales dedicadas al
negocio mientras que en el presente, la decisión de China de prohibir

37 Mark Ash. El mercado mundial de aceites y grasas: presente y pasado.


En Aceites y Grasas Junio/2001, publicación de la Asociación Argentina de
Aceites y Grasas.
38 Ash. Op. cit, 2001.
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 57

la importación de aceite parece “moldear” al complejo, induciendo a


que Argentina exporte granos, reprimarizando su economía.
Es así, que el actual complejo sojero, más allá de una cantidad de
fenómenos nuevos asociados -plantas aceiteras, semilla GM, siembra
directa, etcétera- adquiere formas propias del pasado, en época del Modelo
Agroexportador, participando en la división internacional del trabajo como
simple proveedor de materias primas, si es que no se modifica esa tendencia
mediante una definida política de desarrollo nacional.

El boom sojero, el modelo económico y el conflicto político del 2008

Un aspecto de singular importancia para definir el carácter de


economía de enclave de alguna producción es determinar su grado de
influencia sobre el modelo económico de un país. Cardoso y Faletto,
además de subrayar como consecuencias de la economía de enclave
la distribución regresiva del ingreso y la disparidad tecnológica y
productiva entre el sector y el resto de los sectores productivos,
señalan la pérdida de autonomía en el establecimiento de la política
económica nacional por parte del país receptor del enclave: [afirman
que se pierde] “la posibilidad de organizar dentro de sus fronteras un
sistema autónomo de autoridad […]”.
En marzo del año 2008 dio comienzo la mayor expresión de protesta
social y política de la última década y quizás de la historia agraria argentina
desde 1930 hasta el presente. Durante cuatro meses las principales
entidades representativas del agro y productores, transportistas, vecinos
de los pueblos cortaron la circulación en las rutas estableciendo de hecho
un doble poder político en el país, con el apoyo de una parte considerable
de la ciudadanía en las principales urbes. Las entidades representativas
del sector y miles de productores agropecuarios asumieron, de hecho, la
potestad de definir quienes podían circular por las rutas del país y quienes
58 Documentos del CIEA Nº6

y que productos alimenticios se podían comerciar. La representación


corporativa impuso la caída del Ministro de Economía, bloqueo la
aprobación de la Resolución Nº 125 de la Secretaria de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentación y debilitó fuertemente la estabilidad
del gobierno nacional, recién elegido39.
El conflicto giró en torno de la oposición de los productores
de soja al aumento del gravamen que bajo la forma de retención a
las exportaciones del grano y sus subproductos intentó establecer la
citada Resolución.
El poder del sector y la dinámica de los acontecimientos llevaron
a que la protesta fuese mucho más allá del lógico enfrentamiento
basado en defender intereses. En la práctica y en algunos discursos se
propuso otro modelo económico en el cual el sector agrario pampeano
sería el principal motor y se discutía la legalidad de la acción del estado
en fijar políticas económicas intervencionistas.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina Luciano Miguens
llegó a señalar en el acto de protesta agraria realizado junto al Monumento
a la Bandera en Rosario el 25 de mayo del año 2008, “el campo no pelea
por unos puntos de retención, sino por una forma de vida”.
La fecha clave en la historia argentina y el lugar donde se produjo
la concentración, de fuerte contenido simbólico para la nación, a lo que se
sumó la invocación a defender “una forma de vida”, demostraba que ese
mensaje parecía tener como objetivo, y así podía ser comprendido por la
población, metas mucho más profundas que un simple reclamo económico
de sector. En igual sentido, la fuerte concurrencia al acto de dirigentes

39 Debe recordarse que la asunción a la Presidencia de Cristina Fernández fue


solo cinco meses antes.
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 59

políticos y gremiales de la más diversa orientación ideológica40 demostraba


el poder de convocatoria del sector agrario que los encolumnaba detrás de
sus planteos en ese momento fundacional.
La dureza del enfrentamiento llevó a plantear por diversos analistas
la posibilidad de remover al gobierno nacional, cuestión que fue negada
por las entidades agrarias pero, sin dudar, la eventualidad de alguna
especie de “golpe institucional” fue parte del imaginario de la opinión
pública durante todo el año 2008 y parte del 200941, alentando también
esta visión, la peculiar actitud del Vicepresidente de la Nación, que a
partir del conflicto se convirtió en unos de los principales opositores al
gobierno que integraba.
El sector agrario se convirtió a partir del conflicto y por el término
de aproximadamente un año, en el aglutinador de todas las fuerzas de
oposición política. Se evaluó la posibilidad de crear un “partido del campo”
y, finalmente, el sector logró integrar en las nóminas de legisladores
nacionales y provinciales de diversos partidos políticos a reconocidos
dirigentes de entidades agrarias.
El rol de principal actor de la oposición se confirmó al asumir los
nuevos diputados y senadores en diciembre del año 2009. En esa fecha,
también de alto contenido político nacional, fueron las entidades agrarias
las que convocaron a todo el arco opositor a un acto el 9 de diciembre del
año 2009 en la Ciudad de Buenos Aires, en las inmediaciones de la sede de la

40 Al acto del 25/5/2010 concurrieron los principales representantes del radi-


calismo, peronismo disidente, del PRO, de la Coalición Cívica, el líder de Unión
Argentina de Trabajadores Rurales y Secretario General de las 62 Organiza-
ciones Peronistas el señor Jerónimo Venegas, representes de las agrupaciones
de izquierda como el MIJP de Raúl Castells, de la Corriente Clasista y Com-
bativa y del Movimiento Socialista de los Trabajadores.
41 En el multitudinario acto que congregó a más de 200.000 personas frente al
monumento de la bandera en Rosario el 25 de mayo del 2008 el presidente de
la Sociedad Rural Argentina señaló en su discurso “Nos quieren demonizar,
considerarnos golpistas y desestabilizadores.”.
60 Documentos del CIEA Nº6

Sociedad Rural Argentina. En ese acto, dirigentes de los principales partidos


de oposición, de la recientemente creada Asociación Empresaria Argentina
y de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas asistieron a los
discursos de los dirigentes de la SRA, Confederaciones Rurales Argentina,
Federación Agraria Argentina y de CONINAGRO. Se confirmaba con el
acto el poder de convocatoria política del sector que parecía subordinar a las
principales fuerzas políticas en un acto de fuerte contenido simbólico.

Reflexiones finales

El análisis de la transformación de la industrialización y


comercialización externa, de la propiedad, evolución y normas legales que
encuadran la tecnología de semillas, los debates políticos y sus modalidades
en la década del ´90 y en los últimos años sobre el modelo de desarrollo
nacional, permite comenzar a explorar la posibilidad de definir el modelo
de producción agrícola basado en la producción de soja tomando como
patrón comparativo el concepto de economía de enclave.
Es indudable que las condiciones económicas, sociales y políticas
actuales ligadas a la producción sojera en la Argentina actual difieren
sobremanera de las que imperaban en época de las tradicionales economías
de enclave definidas por las corrientes estructuralistas en la década del
´60 y ´70. Más allá de esas diferencias, pueden identificarse muchas
características de las economías de enclave aplicables al modelo sojero.
La producción del complejo se destina casi en su totalidad al mercado
externo. Resulta evidente la vinculación entre el aumento de demanda
por parte de países de extremo oriente con la explosión sojera de mediados
de los ´90. En particular llama la atención el grado de dependencia de la
producción de aceite de las decisiones del gobierno chino tanto de abrir
ese comercio como de cerrarlo en el 2010. El control es compartido por
las grandes firmas transnacionales de comercialización e industrialización
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 61

y, en particular, de Monsanto que indujeron mediante la difusión en un


primer momento gratuita de la semilla RR y la instalación de las más
grandes aceiteras del mundo al boom sojero.
El modelo productivo no responde directamente a las necesidades
económico-sociales del país. Así el aumento de la pobreza y la
disminución del consumo de alimentos en la segunda mitad de la década
del ´90 convivieron con sucesivos récord de producción de soja. En
el mismo sentido esos récords, lejos de solucionar, acompañaron el
agravamiento de la situación social rural, aumentando el desempleo en
el país, disminuyendo el número de explotaciones y la mano de obra
rural ocupada. Parcialmente esta dificultad se atenuó por el aumento
de actividades en la producción de maquinaria agrícola (sembradoras,
pulverizadoras y cosechadoras) pero no originó crecimiento de empresas
nacionales en agroquímicos (aumentó la importación o se produjo en
empresas transnacionales instaladas en el país).
Aumentó la dependencia tecnológica del país: las semillas GM se
incorporan como licencias de un pequeño grupo de empresas extranjeras.
La actividad de semilleros locales se limita a realizar adaptaciones sobre
desarrollos de aquellas firmas. Hasta el presente no existe ningún ejemplo
de producción de innovación genética y comercialización proveniente de
alguna empresa nacional pública o privada.
El modelo de acumulación está centrado en las grandes empresas
comercializadoras y/o industrializadoras y hasta el año 2002 se orientaba
a la acumulación en el exterior mediante la fuga de capitales o el aumento
del endeudamiento exterior. La existencia de sobrevaluación y libertad
cambiaria facilitaba la remisión de utilidades, aumentaba el consumo de
bienes importados y, a la vez el endeudamiento y falta de ingreso de divisas
al estado aumentaba la necesidad de financiamiento exterior. A partir del
abandono de la sobrevaluación cambiaria y la imposición de retenciones
62 Documentos del CIEA Nº6

aumentó la capacidad de acumulación por parte de los productores y por


parte del Estado a la vez que se aumentó significativamente la rentabilidad
de distintos sectores ligados a la actividad.
En los primeros años del boom sojero y hasta el 2002, se produjo una
importante disparidad tecnológica entre el complejo sojero y el resto de
la economía nacional. La altísima productividad lograda con el glifosato
y la siembra directa y la instalación repentina de la industria procesadora
más importante del mundo en cercanías de Rosario convivían con la
desaparición de sectores industriales, la falta de competitividad de la gran
mayoría y el abandono o limitación de la investigación en tecnología en el
país, características de un subdesarrollo estructural.
Distribución desigual (regresiva) del ingreso: la alta rentabilidad
producto de los bajos costos de producción y los altos precios de la soja
en el mercado mundial provocaron que convivieran el período con mayor
pobreza de la historia del país con la más alta rentabilidad y precio de la
tierra de los productores sojeros y del suelo en nuestro país.
El aumento vertiginoso y sin regulación de la producción de
soja tiene la capacidad de poner en riesgo la soberanía alimentaria.
No es aventurado suponer que una percepción íntegra de los precios
internacionales desplazaría o encarecería fuertemente las producciones
agrarias destinadas a abastecer de alimentos al mercado interno. Así, tal
como las economías de enclave de antaño, tendría la capacidad de definir
la producción agraria del país, donde convivirían récords de producción
exportable con insuficiencia de alimentos en el mercado interno.
El apartado anterior remite a otra característica de las economías
de enclave: la falta de “la posibilidad de organizar dentro de sus fronteras
un sistema autónomo de autoridad” para definir un modelo económico
nacional. Hasta el año 2002 no existió contrapuesta con algún poder
al modelo de reprimarización del país. A partir de ese año ese modelo
Jose Pierri y Marcelo Abramovsky 63

comenzó a ser impugnado y comenzó a debatirse, en momentos de la


mayor crisis de la historia nacional, el modelo económico del país. El
conflicto se manifestó explícitamente en el año 2008, cuando el núcleo
sojero logró aunar detrás suyo a una parte significativa de la sociedad,
entidades y partidos políticos y ejercer, parcialmente, la potestad respecto
del tránsito en las rutas y el comercio de alimentos y debilitando al
extremo y rechazando de plano las decisiones de política económica de
un gobierno recién electo. A lo largo de todo 2008 y 2009, el complejo
sojero logró liderar la oposición al gobierno y proponer un modelo
económico alternativo.
No se trata de enjuiciar o desestimar de plano la producción de soja,
siendo el cultivo que aseguró mayor rentabilidad y fue motor, junto con
el abandono del sistema del Plan de Convertibilidad de la moneda, del
desendeudamiento de miles de productores en los últimos ocho años. De
lo que se trata, es de integrar al complejo de la soja a un modelo de país
basado en una política integral de desarrollo económico y progreso social
y evitar que algunas de sus manifestaciones se asemejen a las economías
de enclave del pasado.

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