Biomecanica Adecuada para El Kinesiologo
Biomecanica Adecuada para El Kinesiologo
Biomecanica Adecuada para El Kinesiologo
El kinesiólogo hace uso extenso de los antebrazos, muñecas, manos, dedos, pulgares, rodillas y
pies para proporcionar la fuerza de compresión. Dada esta diferencia, el seguimiento de las
recomendaciones estándar suministradas a la mayoría de los profesionales para uso seguro de
su cuerpo, tiene poca utilidad para el kinesiólogo. De hecho, intentar modificar estas formas
de biomecánica puede causar lesiones en el kinesiólogo.
Los kinesiólogos, deben tener en cuenta sus tipos corporales y limitaciones musculo
esqueléticas. Cuatro conceptos básicos respecto a la biomecánica son comunes a todas las
técnicas utilizadas para aplicar fuerza de compresión contra los tejidos corporales durante el
masaje: o Transferencia de peso. o Perpendicularidad. o Afianzamiento de las articulaciones. o
Mantenimiento de la espalda recta.
En posición de bipedestación, la pierna delantera está con la rodilla en flexión relajada, con el
pie lo suficientemente avanzado como para quedar por delante de la rodilla. La pierna trasera
está estirada, las caderas y los hombros alineados de tal manera que la espalda esté recta. La
transferencia ocurre retirando el peso de la pierna delantera y moviéndolo al talón de las
manos, pulgares, o cualquier parte del brazo que esté usándose para aplicar presión. La
presión aumenta o disminuye alejando o acercando la pierna trasera del paciente. El peso del
cuerpo se distribuye al talón de la pierna que soporta el peso, no a los dedos del pie. La
perpendicularidad, es un concepto importante que asegura que la presión se aplica profunda y
directamente sobre los tejidos. La línea desde los hombros al punto de contacto (por ejemplo,
antebrazo o talón de la mano) debe estar en 90° con el plano del punto de contacto sobre el
cuerpo del paciente. La alineación de las articulaciones por encima de las otras es esencial para
los conceptos de perpendicularidad y transferencia de peso. El cuerpo del kinesiólogo debe
estar en línea recta desde los pies y desde ahí los hombros a los antebrazos, o hacia el codo
actuando con extensión de hombro, a las palmas de las manos. El tobillo, rodilla, cadera y
pierna trasera y la columna vertebral están alineados. El hombro está alineado con el codo,
que a su vez está alineado con las muñecas. El afianzamiento de las articulaciones de esta
manera permite que la presión vaya directamente sobre el cuerpo del paciente, sin esfuerzo,
ya que el centro de gravedad se mueve hacia delante.
Otro componente esencial de la biomecánica es mantener la espalda recta y una pierna que
soporte la presión. Si la espalda no está recta, el kinesiólogo finalmente acaba empujando con
la parte superior del cuerpo en vez de utilizar la sensación de transferencia de peso, menos
esforzada. El peso del kinesiólogo debería soportarse con la pierna posterior y el talón. Al
principio, esto puede parecer incomodo; sin embargo, algunos de los mayores músculos del
cuerpo están en las piernas. Si se soporta el peso sobre la espalda, el cansancio aparece más
rápidamente y, finalmente, el dolor puede ser debilitante. Se considera que los músculos del
dorso, especialmente los del abdomen, son el núcleo. Es necesaria la estabilidad del núcleo,
para la estabilidad de la espalda.
Aquel kinesiólogo que no hace hincapié en su biomecánica, frecuentemente siente los efectos
en el cuello y hombro, muñeca y dedo pulgar, parte inferior de la espalda, rodilla, tobillo y pie.
Las recomendaciones siguientes son métodos para proteger el cuerpo del kinesiólogo: Cuello y
hombros: con mucha frecuencia, los problemas del cuello y los hombros son consecuencia de
que el kinesiólogo usa la fuerza con la parte superior del cuerpo para empujar y ejercer presión
en el masaje. Estos problemas pueden evitarse si se aprende a usar la acción de palanca y la
inclinación con el peso corporal para ejercer la presión. Los brazos y las manos del kinesiólogo
deben estar relajados mientras se da el masaje porque la tensión en esas zonas se traslada a
los hombros y el cuello.
Siempre recordar, que las articulaciones deben estar alineadas y estabilizadas de tal manera
que la fuerza se distribuya fácilmente desde el peso corporal a través de la estructura articular
para producir la fuerza de compresión.
Muñecas y manos: el kinesiólogo debe proteger sus muñecas evitando el desarrollo de fuerzas
excesivas compresivas en los métodos de masaje. Utilizando el ángulo apropiado de las
muñecas y permaneciendo detrás del golpe del masaje se protegen las muñecas. Las muñecas
y las manos tensas contribuyen también a los problemas de los hombros. Siempre es
importante mantener una mano y una muñeca relajada mientras se da el masaje.
Zona Lumbar: algunas de las causas de los problemas lumbares incluyen flexionarse
inapropiadamente, posiciones estáticas flexionadas, girarse, posición inapropiada de las
rodillas y los pies, doblar los codos y alcanzar un área con el brazo en vez de mover los pies
hacía el área cuando se da un masaje.
El kinesiólogo debe aprender a mantener recta la parte inferior de la espalda y evitar doblarse
y curvarse por la cintura mientras está trabajando. Mantener una línea estable de la columna
vertebral ayuda a prevenir este problema. El cambio frecuente de postura del cuerpo del
kinesiólogo ayuda, también a proteger la parte inferior de la espalda, lo mismo que aprender a
echarse hacia atrás durante el estiramiento. EL uso de la postura erguida asimétrica, la
posición normal de rodilla inmovilizada en la extremidad que soporta el peso, y las variaciones
utilizando un taburete bajo o alto suministran protección a la espalda. La parte inferior de la
espalda queda, además, protegida evitando girarse y hacer maniobras de alcance mientras se
trabajan y, también, manteniendo el punto de contacto con el paciente por debajo de la
cintura del kinesiólogo.
Las articulaciones del brazo deben quedar alineadas eficazmente manteniendo el codo recto.
Si el codo esta doblado, hay tendencia a curvar la cintura y acomodarse en la parte inferior de
la espalda.
Rodillas: los problemas en estas, pueden evitarse respetando el diseño básico de estabilidad
de la rodilla y cambiando frecuentemente el peso de un pie al otro. La posición erecta más
eficaz implica la posición de bloqueo de rodilla en los últimos 15° de extensión en la pierna
trasera que soporta el peso. Esta posición suministra la menor fuerza compresiva en la cápsula
de la rodilla y la menos acción muscular para la estabilidad. Según se flexiona la pierna, las
fuerzas compresivas aumentan en la cápsula articular, y aumenta la acción muscular para la
estabilidad.
Tobillos y pies: la bipedestación asimétrica, con un pie por delante del otro, es la más eficaz. El
peso se desplaza de un pie al otro en un mecanismo de conservación de energía. Estar de pie
simétricamente, con el peso igualado en ambos pies, cansa, interfiere con la circulación, y
debería evitarse. Otra forma de proteger a los tobillos y los pies, es sentándose para dar el
masaje, cuando sea posible.
Esto se consigue desplazando el centro de gravedad del cuerpo de tal manera que el punto de
equilibrio se desplace al punto de contacto entre la mano del kinesiólogo y el cuerpo del
paciente. Es importante redistribuir la masa corporal y cambiar la localización del centro de
gravedad corporal hacia delante.
El masaje utiliza primariamente la fuerza general producida hacia delante y hacia abajo, con el
contado de 90° contra el cuerpo. La combinación de una inclinación de 45° respecto a los
contornos del cuerpo del paciente más un ángulo de 45° de fuerza utilizada durante la
biomecánica da lugar a un contacto de 90°. Por lo tanto, es necesario redistribuir el centro de
gravedad y la fuerza del peso manteniéndola sobre el pie posterior, la rodilla y la columna
lumbar rectas, la distribución del peso originándose en el abdomen, y el punto de equilibrio en
el momento de contacto con el objeto. Las articulaciones de la muñeca, brazo, hombro
columna lumbar, cadera, rodilla que soporta el peso, y el tobillo están alineadas para un
suministro eficaz de la fuerza. A medida que se separan las piernas, la base de apoyo del
cuerpo se amplía. El brazo que genera está en posición opuesta a la pierna que soporta el
peso, lo que permite un control del equilibrio apropiado y evita que el cuerpo se gire al nivel
de la columna escapular y pélvica. La cintura escapular debe quedar alineada con la cintura
pélvica, con la cabeza levantada y los ojos hacia delante. Lo importante es que el kinesiólogo
aprenda a estar relajado y cómodo cuando da el masaje.
Si una persona siente y padece que está “trabajando muy tenso” al dar el masaje, algo va mal
con la biomecánica. Si se utiliza una biomecánica apropiada, el kinesiólogo parecerá y se
sentirá relajado mientras da un masaje. Los cambios de equilibrio se utilizan para aplicar
diversos grados de presión, no para endurecer las presiones. De hecho, utilizar una
biomecánica eficazmente elimina la necesidad de empezar para producir una presión
compresiva al dar un masaje.
El kinesiólogo caería hacia delante si su mano se separa del paciente. El centro de gravedad del
kinesiólogo se ha movido hacia delante, no se ha dejado caer entre sus pies. Con el punto de
equilibrio localizado en el punto de contacto con el cuerpo del paciente, el kinesiólogo puede
moverse o retirarse con los movimientos sutiles del cuerpo del paciente. Esto, evitará el uso de
demasiada presión y permite que el paciente dirija el movimiento y la intensidad de presión
del masaje sin sentirse presionado y sujeto a la mesa. El paciente nunca debe sentirse
atrapado por el kinesiólogo.
Presión firme distribuida sobre un área amplia: los pacientes agradecen una presión firme,
uniforme, que se distribuye sobre un área amplia. Cuando el peso del kinesiólogo se mantiene
sobre el pie posterior, los grados de presión son más uniformes; sin embargo, cuando el peso
cambia al pie frontal, la presión se torna más concentrada y desigual y puede resultar
incómoda para el paciente.
Cuidado de kinesiólogo: antes de comenzar la aplicación del masaje, el kinesiólogo debe estar
cómodo y vestido con ropas holgadas, no ajustadas, que no interfieran en el movimiento.
Mesa de masaje: debe tener una altura cómoda, lo que depende del tamaño del cuerpo y el
estilo del kinesiólogo. Un individuo con brazos largos puede necesitar una mesa más baja que
una persona con brazos cortos. Una persona con torso corto, brazos cortos y piernas largas a
menudo, necesita una mesa más alta. Una regla general es que la altura de la mesa debe
alcanzar el trocánter mayor del kinesiólogo. Para los propósitos de inclinarse para ejercer la
presión apropiada, una mesa ligeramente más baja es mejor que una que sea demasiado alta.
Con una mesa baja, en una postura de bipedestación las piernas pueden abrirse para estar más
cómodo, pero las acomodaciones apropiadas son imposibles con una mesa que es demasiado
alta. Los kinesiólogos recurrirán a una fuerza muscular de la parte superior del cuerpo para
aplicar la presión si la mesa es demasiado alta. Si uno tiene la tendencia a inclinarse o curvarse
por la columna lumbar durante la aplicación del masaje, la mesa puede ser demasiado baja y
puede resultar útil elevarla. Esas recomendaciones son solamente iniciales y cada kinesiólogo
debe experimentar para encontrar la altura más cómoda de la mesa. Una mesa de 50 o 60 cm
de ancho proporcionara un espacio adecuado para que el paciente esté echado
confortablemente pero no es demasiado ancha para impedir que el kinesiólogo llegue al
paciente en medio de la mesa. Si el kinesiólogo lleva una mesa portátil, debe prestarse
atención a las biomecánicas utilizadas para levantarla y moverla. El levantamiento de la mesa
se hace partiendo de la flexión de rodillas y caderas y no desde la flexión de la columna
lumbar. Algunos fabricantes de mesas han desarrollado correas para los hombros, bases con
ruedas y otras ayudas para facilitar el transporte de mesas. Estas ayudas permiten redistribuir
la carga del peso. Si se lleva una mesa a un sitio determinado utilizando el brazo izquierdo,
debería retirarse con el brazo derecho. Podría ser nocivo transportar las mesas con un solo
lado del cuerpo solamente.
Las siguientes reglas generales se aplican a la biomecánica: El cuerpo del kinesiólogo debe
estar bien alineado, con los pies separados para el apoyo. El brazo que produce la presión
hacia abajo está en posición opuesta a la pierna posterior que soporta el peso. El peso
corporal se mantiene en la pierna posterior y pie: se concentra en el talón, y el cuerpo del
paciente del kinesiólogo. Esta posición proporciona una acción de palanca adecuada. Poner el
peso en la pierna delantera y colocar el cuerpo del paciente directamente bajo presión no da
lugar a acción de palanca, por lo tanto, toda la presión resulta de empujar con los músculos de
la parte superior del cuerpo en vez de utilizar el peso del cuerpo. La pierna frontal, que no
soporta peso, se utiliza para modular los niveles de presión y para proporcionar alguna
estabilidad. El kinesiólogo debe ser capaz de levantar la pierna delantera y mantenerla en un
punto de equilibrio estable en el punto de contacto paciente-kinesiólogo. Es fundamental que
el kinesiólogo utilice el peso corporal. Aunque la fuerza muscular no es un factor decisivo, es
esencial para la acción de palanca. Habitualmente el cuerpo se sitúa detrás de la mano que
hace el movimiento. El kinesiólogo ha de poder descender el brazo hasta un ángulo de 45° a
60° y ver el punto de contacto con el paciente. Si el ángulo es de 90°, el kinesiólogo se sitúa por
encima de la mano, con lo que se producirá tensión muscular en el brazo. Si el kinesiólogo
tiene tendencia a empujar para aplicar la presión, una buena técnica práctica es levantar el
brazo que no trabaja por encima de la cabeza, levantar el pie adelantado del sujeto y
mantener la cabeza elevada para evitar empujar y favorecer la acción de palanca. Las
muñecas y las manos siempre estar relajadas. Las tensiones en estas áreas se transfieren al
hombro y puede dar lugar a problemas de hombro y cuello. Debe evitarse el uso de dedos y
pulgares. Estas articulaciones no están hechas para fuerza de compresión, y la articulación en
silla de montar (articulación trapezo-metatarsiana del pulgar) no puede estabilizarse
fácilmente. La mayoría de los métodos de masajes se realizan utilizando toda la mano. Es
importante el uso creativo de la palma de la mano. Las manipulaciones que implican agarrar,
como el petrissage, sobrecargan las manos. El kinesiólogo sigue los contornos naturales
(prominencias y valles) del cuerpo y utiliza diversos métodos de colocación del cuerpo del
paciente. Esto permite que el kinesiólogo se incline “hacia arriba” para proporcionar la presión
o, a la inversa, se deslice “hacia abajo” sin ejercer presión para moverse a un nuevo sitio en
tanto que protege los hombros. La inclinación mantiene relajada la parte inferior de la
columna lumbar. No intente aplicar presión en el desplazamiento hacia abajo. La presión se
aplica mejor cuando uno se inclina hacia arriba. El segmento del cuerpo que actúa debe
mantenerse formando un ángulo de 45-60 con respeto al kinesiólogo y un ángulo de 90° con
respeto del cuerpo del paciente. La cadera, el hombro y el sitio de contacto del paciente
forman un triángulo equilátero. Extenderse más allá puede producir distensión en la zona
lumbar y desplazamiento del peso a el pie delantero, esto requiere el uso de fuerza de la parte
superior del cuerpo para ejercer presión, lo que fija al paciente en la mesa. El ángulo del
hombro debe ser de 45-60° y permanecer fijo. El movimiento hacia delante se consigue
desplazando todo el cuerpo con una Inclinación uniforme. Cuando el ángulo aumenta más de
60°, el peso tiende a desplazarse desde al pie trasero al delantero y la presión empieza a
transmitirse al paciente. Cuando esto sucede, el kinesiólogo debe dar un paso hacia adelante
sin aproximarse a la mesa y, entonces, redistribuye el apoyo del peso a la pierna posterior. La
hiperextensión de las muñecas o rodilla puedo producir daño, La rodilla que soporta peso se
mueve 'en una posición normal de rodilla bloqueada, esto no es hiperextensión. El ángulo de la
muñeca nunca debo ser menor de 110° para evitar la compresión de nervios en la muñeca.