La Lectura
La Lectura
La Lectura
atraviesan todas las prácticas discursivas propias de la cultura académica: la investigación, las
conferencias, los coloquios, los diálogos entre pares, los exámenes, las tesis de grado, los
ensayos y artículos científicos. Las tres designan acciones o prácticas concretas, que ocurren en
contextos de aprendizaje y con fines específicos: presentar un examen, hacer una exposición
en
clase, sustentar una tesis, publicar los resultados de una investigación o participar en un
debate.
Lo importante no es la lectura o la escritura per se, sino lo que los profesores y estudiantes
hagan con ellas, la forma como se apropian y utilizan los textos de lectura o sus producciones
escritas para pensar y aprender mejor. Más que sustantivos, que designan conceptos
lingüísticos
abstractos u objetos de estudio, sería más exacto traducirlas a sus formas verbales: leer,
escribir,
hablar.
La producción escrita sigue siendo uno de los criterios principales para evaluar el desempeño
de
académica, así como las diferencias que se observan en su desempeño, tienen su raíz en un
En este sentido, se puede decir que la universidad constituye una auténtica comunidad textual,
entendida como aquélla que gira alrededor de la producción, recepción y el uso social de
textos,
cuyos significados están mediados por prácticas sociales, e intercambios comunicativos. Una
comunidad cada vez más heterogénea, formada por grupos de personas con intereses
Visto en este contexto, el ingreso del estudiante a la universidad supone una adaptación a
inmigrante que llega por primera vez a un país desconocido, la entrada del estudiante a la
universidad significa una iniciación a los lenguajes propios de las disciplinas, constituidas no
sólo por un corpus de conceptos y modelos metodológicos, sino también por un repertorio de
leer y escribir, y sin las cuales un estudiante quedaría desarmado para entrar a formar parte de
la
cultura académica. Hacerse parte de esta comunidad supone aprender su idioma, sus códigos
y
sus hábitos característicos, sin que ello signifique que el estudiante tenga que abandonar del
La lectura en la universidad es no sólo más extensiva —un volumen, una diversidad textual y
una red de relaciones intertextuales mucho más amplias — sino también más intensiva, en
razón a que la densidad y complejidad de los textos exigen del estudiante un mayor rigor y
profundidad analítica. No se limita a los textos asignados por los profesores, sino que exige la
críticamente.
Leer es una forma de participar en el proceso por el que se construye el conocimiento. Más
que
una habilidad técnica o un acto individual, la lectura es una forma de compartir los
paradigmas,
las representaciones y los modelos de interpretación propios de las ciencias, entablar una
conversación con los mejores maestros de todos los tiempos y hacernos partícipes de su
con los autores, sin la necesaria mediación del profesor; le enseña estrategias para
autorregular
lectura es, en suma, una contraseña que lo hace miembro activo de una comunidad textual y le
permite entrar en diálogo con la tradición académica, no con una actitud obediente y
receptiva,
sino en una relación creativa, ―de reciprocidad dinámica, de respuesta a la vida del texto.‖
(Steiner, 1997)
texto escrito constituye un ―objeto mejorable‖ (Wells, 2001), que le ayuda al estudiante a
tomar
una mayor conciencia del proceso por el que construye significados, a explorar nuevas ideas,
detenerlas en el tiempo para someterlas a un análisis más riguroso, hacer explícitas sus
relaciones y descubrir ideas de las que no tenía una total conciencia, antes de empezar a
componer el texto escrito. Gracias a la escritura las ideas, ―congeladas‖ en el texto, pueden
ser
produjeron; este distanciamiento que la escritura propicia encierra un enorme potencial para
el
desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes. Por otra parte, las exigencias propias de
la
escritura científica2
de acuerdo con la estructura discursiva y las convenciones propias de los géneros académicos.
Una implicación de esta función generativa que tiene el lenguaje escrito es que su enseñanza
no
puede limitarse a impartir un conjunto de pautas y requisitos formales que todo estudiante
debería seguir para aprender a ―escribir bien‖. Este enfoque es el responsable de que muchas
2 Hablamos de escritura científica para nombrar el tipo de discurso que mediatiza y que abarca
todos los ámbitos
gramaticalmente correctas y en una práctica poco reflexiva que, además de resultar muy poco
importante. Sin embargo, este enfoque también corre el peligro de convertir la escritura
excesiva por cumplir con las exigencias del género termina por restarle importancia a los
Los géneros textuales que la academia ha heredado emergieron en momentos particulares del
Puesto que estas circunstancias cambian con el tiempo y la misma evolución de la ciencia, los
géneros textuales, como producto que son de de estas dinámicas sociales, también están
llamados a evolucionar (Bazerman, 1988). Además del aprendizaje de los géneros académicos
escribir ciencia, con las que se sientan mucho más identificados y a través de las cuales se
atrevan a hacer oír su propia voz. Esta tarea se hace mucho más imperativa en medio de una
comunicación.
comunicación de una manera mucho más dramática que cualquier otra tecnología, desde la
invención de la imprenta (Bolter, 1991; Landow, 1995; Chartier, 1996, 1997; Grafton, 2007). El
paso del texto impreso al texto digital ha hecho que un mayor número de lectores tengan
acceso
a un volumen de información antes nunca imaginada. Google, para mencionar tan sólo uno de
los proyectos más ambiciosos, está trabajando en un índice comprensivo de todos los libros
publicados hasta ahora, que les permita a los lectores realizar búsquedas y ver el texto
completo
de los que no estén protegidos por el copyright. El Google Library Project ha comenzado a
idea es que, en el lapso de unos cuantos años, todos los libros existentes se conviertan en ―un
Este aumento exponencial en la circulación de conocimientos les exige a los estudiantes, más
y para moverse con fluidez a través de diferentes tipos de textos. En lugar de limitarse a
tendrá que convertirse por necesidad en un lector estratégico, capaz de trazar mapas y
encontrar
sus propias rutas para navegar sin extraviarse por este mar de información.
3 La información está tomada del artículo ―Digitization and its discontents‖, de Anthony
Grafton, publicado en la
Cada tecnología de la escritura determina una comprensión particular sobre lo que significa
leer
y escribir. El libro impreso reforzó el uso de una escritura estable, en la que el autor ejerce un
control total sobre su texto: una vez éste ha puesto el punto final, nadie puede cambiar el
escrito
textura, que se caracteriza por su fluidez y movilidad, y por propiciar una relación mucho más
interactiva entre autor y lector. Ahora cualquier lector puede convertirse en un lector-escritor,
rompiendo así la brecha histórica que ha separado al autor y al lector. (Bolter, 1991).
Más que una unidad con una estructura verbal completa, el texto electrónico está compuesto
por
una serie de unidades verbales y no verbales independientes; sus distintos elementos
configuran
interconectadas en los que las voces individuales terminan por mezclarse para formar textos
dinámica característica del discurso oral. De un acto solitario, la escritura se está convirtiendo,
cada vez más, en una creación colectiva. Todo esto nos obliga a redefinir nociones
tradicionales
como las de autoría, voz, género, estructura y coherencia textual, que en los textos digitales
Por otra parte, las tecnologías emergentes están dando origen a textos y formas multimodales
de
comunicación. El texto verbal y la imagen se interpenetran hasta tal punto que es imposible
saber hasta llega uno y dónde comienza el otro. En los chats, el discurso escrito adquiere
más dinámica cuando toma la forma de un intercambio con otros lectores, vía e-mail. Los
programas para hacer presentaciones visuales, como Power Point o Flash Media están
La información circula cada vez más a través de distintos medios. Estos cambios ya empiezan a
información verbal, los libros de texto vengan acompañados de un CD-ROM con imágenes fijas
o móviles, video clips, voz, sonido y tutoriales interactivos. En este nuevo contexto de
comunicación la noción de género, entendido como una estructura estática que se define
solamente por sus características formales, tiene que cambiarse por una concepción más
aprovechar las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y responder a situaciones
Estos cambios están llamados a causar efectos mucho más profundos entre los llamados
―nativos digitales‖, como se ha dado en denominar esa generación que creció desde muy
diferente al de sus profesores: la generación a la que pertenecen los estudiantes que estudian
metodologías que hemos venido utilizando desde hace años para enseñarlas.
La importancia que han venido ganando en las últimas décadas la investigación y el debate
más profunda del problema y ha empezado a motivar a las universidades para estudiarlo y
pensar estrategias para su solución. Sin embargo, este reconocimiento que, con razón, ha ido
ganando el lenguaje escrito no debería significar un olvido de la función fundamental que tiene
La exposición y la discusión oral siguen siendo un método muy efectivo para comunicar el
comunicativas que ocurren en el aula de clase se realizan cara a cara, a través del discurso oral.
ella precede y acompaña todo el proceso de preparación, interpretación y crítica de los textos
escritos. No hay que olvidar que la formación en las artes de la palabra fue uno de los pilares
Media, hasta el siglo XIX, cuando la retórica quedó borrada para siempre de los currículos
palabra escrita sobre la hablada, ha contribuido a desdibujar este papel clave que tiene el
La teoría de la superioridad de la escritura sobre el habla cuenta con una larga tradición en la
historia de la cultura. De acuerdo con esta teoría, fue el paso de la oralidad a la escritura el que
hizo posible el acceso a las formas más avanzadas del pensamiento racional. Esta creencia ha
sido puesta en duda recientemente por algunos investigadores (por ejemplo Olson, 1994,
Feldman, 1995) que postulan la existencia de formas complejas de discurso y modos de
pensamiento altamente avanzados en las culturas orales, lo que nos obliga a revaluar por la
idea
de que las culturas que no utilizan la escritura sólo pueden alcanzar formas de pensamiento
elementales o rudimentarias.
La experiencia cotidiana nos enseña que, más que formas discursivas opuestas, el texto escrito
y
el discurso hablado funcionan de manera complementaria, cada uno con sus propias
especificidades y funciones diferentes. Se escribe para preparar una exposición oral o una
conclusiones de los debates, las discusiones y otras tantas instancias en las que interactuamos
complejo o pueden servir como punto de partida para la escritura de un texto que los
estudiantes redactan como resultado de un trabajo cooperativo. Sin embargo, las situaciones
en
las que mejor podemos constatar la relación dinámica que existe entre el habla y el texto son
ellos.
lenguaje, del Ministerio de Educación Nacional, estas competencias incluyen, entre otras,
cohesión y pertinencia del texto; tener en cuenta reglas sintácticas, semánticas y pragmáticas
en
argumentativo, en los que desarrolla sus ideas con rigor y atendiendo a las características
comunicativa y al sentido global del texto leído; relacionar su significado con los contextos
construir reseñas críticas y asumir una actitud crítica frente a los textos que escribe y elabora,
y
Si bien estos estándares constituyen una propuesta muy valiosa en cuanto al desarrollo ideal
de
la competencia comunicativa, sin embargo, tanto la experiencia de los docentes como algunas
investigaciones (Moreno, 2008, Madiedo, 1995) sugieren que por lo menos las dos terceras
estas competencias, como para responder a las exigencias propias de los estudios
universitarios.
Sin ir tan lejos, quienes trabajamos como docentes universitarios sabemos por experiencia que
muchos de nuestros estudiantes tienen serias dificultades para comprender y producir textos
académicos; exponen sus ideas de forma aislada y esquemática; no desarrollan un plan previo
ni
o transcriben literalmente de los textos que leen, sin una apropiación y valoración crítica, y sin
comunicar sus ideas oralmente con seguridad, precisión y propieda,d, como para escuchar con
atención, respetar y tener en cuenta los argumentos y las opiniones de sus interlocutores y, de
este modo, participar en el proceso de construcción del conocimiento a través del diálogo vivo
con diferentes formas de pensar. No obstante, a pesar del papel fundamental que tiene la
oralidad en la educación superior, son escasas las universidades que ofrecen estrategias
explícitas para la formación de la expresión oral de los estudiantes, una competencia que
resulta
En otros países, el panorama no es muy diferente. Por ejemplo, en una investigación sobre la
escritura de los
errores en las relaciones anafóricas que llevan a perder la continuidad, falta de integración de
las secuencias
textuales, ausencia de párrafos introductorios y finales, entre los más frecuentes, dificultad
para establecer distancia
de la propia producción textual y considerar el texto como objeto que se construye para un
uso social determinado
crucial no sólo para sus estudios, sino también para el ejercicio profesional y para participar
El reconocimiento de estos problemas, así como la toma de conciencia sobre la función crítica
desarrollo de la competencia oral y escrita, como una condición para el desarrollo de las
demás
De las reflexiones anteriores se derivan unas primeras consideraciones que pueden ayudar a
universidad.
(a) La capacidad para comunicarse oralmente y por escrito es una de las competencias
críticas en la educación universitaria, entendidas como un conjunto de habilidades y
hábitos mentales que forman parte del capital intelectual de los estudiantes y
datos se hayan olvidado. Tienen por objeto el saber-cómo más que el saber-qué se
aprende, y constituyen una condición sine qua non para los demás aprendizajes. La
competencia oral y escrita es, también, una competencia transversal, pues su desarrollo
(b) El lenguaje oral y escrito son un instrumento esencial para el aprendizaje y una
(c) La formación de la competencia para leer, escribir y expresarse oralmente debe ser uno
formación básica que los estudiantes han recibido en el colegio es una base importante,
(d) La lectura, la escritura y la expresión oral no son habilidades genéricas, que puedan
conocimiento, sino como un componente constitutivo de ellas. Por lo tanto, más que el
explican su funcionamiento, su evaluación debería tener por objeto sus usos sociales y el
dominio de las principales formas discursivas, de acuerdo con las intenciones del
hablante y las situaciones concretas en las que ocurren las interacciones comunicativas.
(f) Aunque la cultura universitaria privilegia el discurso académico sobre otras formas
grandes obras del pensamiento y el contacto con otro tipo de géneros, prácticas
representación, por el contrario, son sólo un componente más del variado repertorio de
herramientas simbólicas que median los distintos modos de actuar de los seres humanos.
mucho más amplia —una perspectiva semiótica— que reconoce la posibilidad que tiene
para construir la realidad y para interactuar con otros, en situaciones y con propósitos
diferentes.
condición de medios para acumular información o para rendir cuentas del conocimiento
adquirido en la universidad sino, ante todo, como instrumentos poderosos para producir y
contribuir al logro de estos fines académicos, la capacidad para comunicar las ideas de una
manera clara y convincente en forma oral y escrita constituye, además, una condición
ciudadanía responsable.