La Época Clásica: Platón y Aristóteles
La Época Clásica: Platón y Aristóteles
La Época Clásica: Platón y Aristóteles
Introducción
La filosofía griega tuvo una gran influencia en la manera en que, en Occidente, entendemos y nos
relacionamos con el mundo. Esta lectura buscará explorar y analizar las ideas fundamentales de
los filósofos más importantes de la antigüedad. Anhelaremos no solo aprender sobre estas ideas,
sino también reflexionar sobre ellas y comprender su relevancia e impacto en la sociedad
contemporánea.
Muchas veces nos preguntamos de dónde vienen las ideas éticas de nuestra sociedad y las
construcciones políticas o las formas de gobierno, ideas que han moldeado el mundo en el que
vivimos hoy. En el recorrido por la presente lectura, iremos resolviendo estas cuestiones.
Tienen los rasgos del ser de Parménides. Son individuos concretos, están sometidos al devenir y
al cambio.
Refieren al devenir de Heráclito.
1
“La metafísica es el área de la filosofía centrada en el ser, analiza los principios, las propiedades y la naturaleza de la realidad
que resultan inaccesibles a través de la experiencia” (Peréz Porto y Merino, 2022, https://shorturl.at/qEM79). (Lectura 1)
2. La alegoría de la Caverna
En la alegoría de la caverna,
Platón desarrolla una compleja teoría del conocimiento y la realidad: unos prisioneros
encadenados en una cueva desde su niñez ven en la pared interior las sombras de ciertas
figuras que van de un lado a otro. La caverna representa el mundo del devenir, del cambio
constante, de la experiencia; el mundo fuera de la caverna, es el ser inmutable, objeto
puro del pensamiento. Los prisioneros son el equivalente a aquellos que adquieren solo
opiniones acerca de las cosas corrientes, incluida la justicia. (Hoffe, 2003, p. 47)
Figura 1: Grados del conocimiento
A continuación, graficamos los grados del conocimiento según Platón, comenzando por el más
básico (la imaginación) hasta llegar al grado más elevado (el conocimiento de las ideas).
Las personas dentro de la cueva, caracterizadas como prisioneros, se hallan en el primer peldaño
del conocimiento (la mera opinión o conjetura).
El camino hacia el auténtico conocimiento, el ascenso a la verdad, les resulta tan doloroso
como la salida a la luz clara después de una prolongada oscuridad. Como este camino
tiene tres etapas más, la subida desde la oscuridad de la conciencia prefilosófica consta
en total de cuatro fases o grados del conocimiento.
La respuesta dada por Platón a la pregunta «¿cuál es la finalidad de la justicia?» [es que la
justicia nos sirve a todos]. Pues solo los justos llevan una vida de mutua confianza y
cuentan —además de con su propia estima— con la estima de aquellos a quienes
consideran importantes. El injusto, en cambio, vive en discordia tanto con su prójimo como
consigo mismo, pues sus apetencias contradictorias luchan unas contra otras.
Y, para lograr el bienestar, no basta solo con la justicia. La vehemencia del deseo exige,
además, la templanza, ante los peligros es necesaria la fortaleza y, para actuar
correctamente, se requiere prudencia. Estas virtudes constituyen el cuarteto de las
llamadas «virtudes cardinales». Quien las posea, será un hombre excelente en todo.
Veamos cómo se relacionan las virtudes y los diferentes estamentos en una sociedad.
Virtudes Estamentos
Prudencia Filósofos
Para que una comunidad sea gobernada con justicia, sus gobernantes deberán ser justos.
Por este motivo, y porque la prudencia es constitutiva del filósofo, Platón [sostiene que los
filósofos deben ser los reyes de los Estados]. Los filósofos reyes necesitan, además de
una educación intelectual, la formación del carácter, plasmada en la posesión de las cuatro
virtudes cardinales.
Platón no se fía únicamente de la educación y de las posibles dotes personales, sino que
adopta además disposiciones institucionales: para que el ansia de enriquecimiento o la
preocupación por sus familias no desvíen a los gobernantes o a los funcionarios del
servicio al bien común, [se les debe prohibir] la propiedad privada, el matrimonio y la
familia. [También a los guardianes o guerreros]. (Hoffe, 2003, pp. 49, 50)
El Estado es para Platón la gran organización del hombre en su marcha hacia el bien. El
cuidado de las cosas materiales, del trabajo, de la economía, del orden social, del poder
exterior e interior, todo esto es cosa natural, pero no es un fin en sí, antes está al servicio
del ser racional que es el hombre. (Hirschberger, 2012, pp. 65, 66)
Así halló Platón las formas del Estado que se muestran en la siguiente tabla.
Si un Estado es dirigido por los mejores espiritual y moralmente, nos hallamos ante una
aristocracia; si el gobernante es solo uno de estos mejores, entonces tenemos una
monarquía. Si no gobiernan los que son realmente mejores, sino los ambiciosos, que se
creen superiores por su valor y resolución, por ser buenos cazadores, deportistas y
soldados, hombres prácticos de acción, duchos en la táctica o arribistas ingeniosos,
entonces se trata de una timocracia.
De los tres sectores del alma, razón (aristocracia), ánimo (timocracia) y apetitos del alma
(el pueblo), este último ha logrado ahora pasar al primer término. Pero si este sector se
apodera completamente del campo, de modo que cada ciudadano, «sin reconocer orden ni
sujeción al deber, pasa la vida conforme a su gusto y su capricho, llamando a esto vida
amable, libre y beata» (República, 561) entonces nos hallamos con la democracia.
(Hirschberger, 2012, p. 68)
Entonces, ¿la democracia no es la mejor forma de gobierno?
3. Aristóteles
Aristóteles (384-322 a. C.) nace en Estagira de Tracia (Macedonia). Era hijo de Nicómaco, un
médico del rey de Macedonia. A la edad de diecisiete años, fue a Atenas a cursar estudios en la
Academia, la escuela de Platón, donde a lo largo de veinte años estuvo en constante relación con
este. Luego de la muerte de su maestro, creó su escuela, el Liceo, y desarrolló sus propias ideas
filosóficas, dejando el idealismo platónico. Un dato relevante en su historia es el de haber sido el
maestro de Alejandro Magno desde su adolescencia.
Las obras que conservamos de Aristóteles, al ser resúmenes de las lecciones impartidas en el
Liceo, no fueron destinadas al gran público, como los diálogos platónicos.
“La ciencia (episteme) se diferencia de la simple experiencia por el hecho de preguntar «¿por
qué?» Como respuestas pertinentes, se deben entender todos los factores que causan la
existencia de un objeto” (Hoffe, 2003, p. 57). La sabiduría (sophia) es el conocimiento de las
primeras causas, “por ella [Aristóteles] entiende el grado más elevado del saber que reconoce los
primeros motivos y principios” (Hoffe, 2003, p. 58).
Hemos visto que, para conocer algo, tenemos que preguntarnos por sus causas. Ahora nos
adentraremos en la metafísica.
Aristóteles sitúa en la cima de todo el saber una disciplina que se considerará, durante
muchos siglos, la reina de las ciencias: la metafísica [o filosofía primera]. El término no
procede de Aristóteles, sino de uno de los editores posteriores de su obra, y significa ‘más
allá (meta) de las cosas de la naturaleza (physika)’. (Hoffe, 2003, p. 58)
La metafísica se ocupa del ser en cuanto es y de las causas primeras; y aquí nos detendremos en
su noción de sustancia.
Aristóteles sostiene que la sustancia está presente en todos los modos del ente; siendo la
sustancia el ser en sí. Por sí misma, la sustancia es invisible e inaccesible a los sentidos, ya que
estos captan lo sensible y variable. La sustancia solo es concebida intelectualmente y es sensible
por accidente. Por ejemplo, de una rosa percibimos su color y olor, que son sus accidentes, pero
no podemos percibir, con nuestros sentidos, su sustancia o la cosa en sí.
Sustancias segundas
“Finalmente, Aristóteles desarrolla la metafísica como ciencia del ser eterno e inmóvil, al que se
debe en última instancia todo movimiento en la naturaleza” (Hoffe, 2003, p. 60). Como indica
Hoffe (2003), Aristóteles sostiene que el cosmos es un sistema cerrado, finito, eterno y ordenado,
donde existe un ser eterno e inmóvil que mueve todo el universo. Este ser eterno no posee los
atributos de omnipotencia, omnisciencia y bondad absoluta, no es un ser personal (p. 60). Es “un
espíritu puro que no se preocupa de los asuntos humanos ni de las demás cosas del mundo.
Como «pensamiento del pensamiento» el espíritu depende solo de sí mismo” (Hoffe, 2003, p. 60).
Y no es movido por ninguna otra cosa, es el motor de la totalidad de la naturaleza, es acto puro.
4. La Ética aristotélica
Para Aristóteles, la ética y la política constituyen conjuntamente la «filosofía de los asuntos
humanos».
La felicidad es una actividad del alma conforme a la virtud perfecta, es un hábito que consiste en
elegir el término medio entre los extremos, “lo cual no significa mediocridad, sino un equilibrio
entre los vicios de los extremos” (Caldeiro, s.f., https://shorturl.at/MUWXY). Por ejemplo, la
valentía es un justo medio entre la temeridad y el miedo; la modestia es el término medio entre la
timidez (el defecto) y la imprudencia (el exceso).
La felicidad puede y debe trabajarse. No es una suerte que debamos al azar o a algún
poder externo, sino una «dicha, producto del esfuerzo» de la que es responsable uno
mismo. La felicidad producto del esfuerzo consiste en una vida buena en general, en una
vida lograda. (Hoffe, 2003, p. 62)
La virtud, entonces, se adquiere a través del ejercicio y el hábito, es decir, que para que un
hombre se haga justo, es menester que practique la justicia. Aristóteles considera que
nadie se hace justo por "naturaleza" (aunque una predisposición natural sea importante) ni
tampoco resulta suficiente la enseñanza. (Caldeiro, s.f., https://shorturl.at/MUWXY)
“La felicidad compete en mayor medida a una vida dedicada a la ciencia y la filosofía, a la theória
al servicio de la filosofía fundamental, pues ahí es donde el ser de la persona alcanza su
perfección” (Hoffe, 2003, p. 62).
En resumen, el fin del hombre es alcanzar la felicidad. Para ello, tiene que ejercitar las virtudes
que consisten en un término medio entre el defecto y el exceso. La mayor virtud es la justicia.
La política
Al comienzo de la Política, Aristóteles desarrolla la tesis de que el ser humano es por
naturaleza un animal político. Con esta fundamental proposición de antropología política,
no está afirmando que el ser humano sea político por nacimiento o que llegue a serlo en
función de un proceso de desarrollo puramente biológico.
Al contrario, el ser humano debe poder desarrollar sus intenciones [en plenitud], sus dotes
y oportunidades fundamentales en una polis. Es decir, en una comunidad de personas
libres e iguales, determinada por la idea de la justicia, [pues, al ser el único animal con
capacidad del hablar, solo la puede desarrollar en comunidad]. Sin embargo, una gran
parte de la población, como las mujeres y los esclavos, se halla excluida de la comunidad
de los libres. (Hoffe, 2003, p. 63)
Tabla 5: Organización de la polis
Vemos la organización social de la polis según la realización de trabajo y el tiempo libre. Quienes
se podían dedicar a los asuntos de la polis eran los hombres libres.
Sacerdotes.
Magistrados.
Seres sin derecho: carecen de tiempo para la vida teorética.
Artesanos, labradores y mercaderes.
Son necesarios para realizar el trabajo.
Esclavos y mujeres.
En la Política,
Aristóteles desarrolla los rasgos básicos de la economía, discute algunas teorías
constitucionales y constituciones políticas conocidas, estudia distintas formas de
democracia y aristocracia, y propone una constitución mixta, la Politeia.
La teoría aristotélica de las tres formas de Estado buenas o degeneradas tiene especial
importancia en el pensamiento político occidental: una Constitución mala solo sirve a los
intereses de los gobernantes; una buena, al bien común.
Formas de gobierno que tienden al bien común Degeneran en las siguientes formas
La aristocracia.
La república.
La demagogia.
Referencias
Caldeiro, G. (s.f.). Ética aristotélica. Idoneos.
https://filosofia.idoneos.com/328313/#:~:text=La%20virtud%20entonces%2C%20se%20adquiere,t
ampoco%20resulta%20suficiente%20la%20ense%C3%B1anza
Hoffe, O. (2003). Breve historia ilustrada de la filosofía. El mundo de las ideas a través de 180
imágenes. Península
Pérez Porto, J. y Merino, M. (12 de octubre de 2022). Metafísica - Qué es, tipos, definición y
concepto. Definicion.de. https://definicion.de/metafisica/