Cese de Medidas 09.01.07

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA


DEFENSA PÚBLICA
DEFENSORIA PÚBLICA PENAL 12º
DEL AREA METROPOLITANA DE CARACAS
TELEFONOS: 508-17-23/508-12-13

ESCRITO Nº DPP12º-025-2007

CIUDADANO
JUEZ QUINTO (5º) DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCION DE CONTROL DEL
CIRCUITO JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS
SU DESPACHO.-

Yo, MARBELLA DE TESCARI, Defensora Pública Duodécima (12°)


Penal (E) de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
procediendo en este acto en mi carácter de defensora del imputado MAYORA
LINARES YONATHAN, titular de la Cédula de Identidad Nº 12.172.773, según
consta en el expediente signado con el Nº 5C-4253-05, llevado por ese Tribunal a su
digno cargo, muy respetuosamente me dirijo a usted en la oportunidad de ESCRITO
Nº DPP12º-023-2007

CIUDADANO
JUEZ QUINCUAGÉSIMO SEGUNDO (52º) DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCION
DE CONTROL DEL CIRCUITO JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE
CARACAS
SU DESPACHO.-

Yo, MARBELLA DE TESCARI, Defensora Pública Duodécima


(12°) Penal (E) de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
procediendo en este acto en mi carácter de defensora del imputado MANEIRO
JONATHAN ALEXANDER, titular de la Cédula de Identidad Nº 14.595.198, según
consta en el expediente signado con el Nº 52C-2761-04, llevado por ese Tribunal a
su digno cargo, muy respetuosamente me dirijo a usted, en la oportunidad de
exponer y solicitar lo siguiente:

En fecha 26.11.2004 se celebró la Audiencia para Oir al


Imputado, este Juzgado acogió la precalificación dada a los hechos como la
presunta comisión del delito de POSESION ILICITA DE SUSTANCIAS
ESTUPEFACIENTES Y PSICOTROPICAS, previsto y sancionado en el artículo 36
de la Ley Orgánica sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas; asimismo se
acordó medida cautelar sustitutiva de libertad, en conformidad con lo dispuesto en
el artículo 256 numerales 3 y 8 del Código Orgánico Procesal Penal, a saber
presentación semanal por ante el Tribunal y fianza.

En vista de que hasta la fecha ha transcurrido un lapso de tres


(3) años y dos (2) meses aproximadamente, sin que el representante de la Vindicta
Pública haya presentado su acto conclusivo, en conformidad con el artículo 313 de
la Ley Adjetiva Penal, PIDO SE SIRVA ORDENAR EL CESE DE LAS MEDIDAS
QUE RESTRINGE LA LIBERTAD DE MI DEFENDIDO, tal y como lo establece el
artículo 244 del Código Orgánico Procesal Penal que establece:
Artículo 244. De la proporcionalidad. No se podrá ordenar una medida de
coerción personal cuando ésta aparezca desproporcionada en relación con la
gravedad del delito, las circunstancias de su comisión y la sanción probable.
En ningún caso podrá sobrepasar la pena mínima prevista para cada delito,
ni exceder del plazo de dos años.
Excepcionalmente, el Ministerio Público o el querellante podrán solicitar al
Juez de Control, una prórroga, que no podrá exceder de la pena mínima
prevista para el delito, para el mantenimiento de las medidas de coerción
personal que se encuentren próximas a su vencimiento, cuando existan
causas graves que así lo justifiquen, las cuales deberán ser debidamente
motivadas por el Fiscal o el querellante. En este supuesto, el Juez de Control
deberá convocar al imputado y a las partes a una audiencia oral, a los fines
de decidir, debiendo tener en cuenta, a objeto de establecer el tiempo de la
prórroga, el principio de proporcionalidad. (resaltado propio).

En este sentido, es preciso mencionar la jurisprudencia que en


forma pacífica y reiterada ha mantenido la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia. Así tenemos que con ponencia del Magistrado Pedro Rafael
Rondón Haaz, en sentencia dictada el 17.07.02, en el amparo intentado por Miguel
Angel Graterol Mejías, expediente Nº 01-2771, dijo:

“Por otra parte, estima esta Sala que el pronunciamiento que emitió por la
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Mérida trae
implícito un pronunciamiento sobre el fondo de la causa principal, ello en
razón de que determinó que el estar sujeto a una medida preventiva
privativa de libertad por un lapso muy superior a los dos años no es
desproporcionado, dada la pena promedio aplicable al imputado, lo cual
configura un inadmisible pronunciamiento adelantado de culpabilidad. Así
se declara.
No quiere esta Sala dejar de aclararle a la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Mérida el significado del principio de
proporcionalidad en la aplicación de las medidas de coerción personal, que
establece el artículo 253 (hoy 244) del Código Orgánico Procesal Penal. Dicho
principio se refiere a la relación que debe existir entre la medida de coerción
personal a ser impuesta, la gravedad del delito que se imputa, las
circunstancias de su comisión y la sanción probable. Es decir, ante la posible
comisión de un hecho punible por parte de un individuo determinado, el
juzgador debe valorar los anteriores elementos y, con criterio razonable,
imponer alguna de dichas medidas; ello para evitar que quede enervada la
acción de la justicia. No obstante, tal providencia debe, necesariamente,
respetar los límites que contiene el artículo 244 del Código Orgánico
Procesal Penal, antes artículo 253, la cual es la garantía que el legislador le
ofrece al imputado de que no estará sometido indefinidamente a medida
de coerción personal alguna, sin que en su contra pese condena firme, pues
determinó que dos años era un lapso más que razonable –aun en los casos
de los delitos más graves- para que en la causa que se siguiera en su contra,
se hubiera producido pronunciamiento de una decisión definitivamente
firme. (resaltado propio)

Manteniendo su criterio con respecto a las medidas que


restringen o limitan el Derecho de Libertad, la Sala Constitucional, con ponencia del
Magistrado Pedro Rafael Rondón Haaz, amparo incoado por Dilia Cacique,
expediente Nº 04-1304, que sentó:

“Estima la Sala oportuna la ratificación de lo que se dijo en sentencia n° 1626,


del 17 de julio de 2002, (Caso: Miguel Ángel Graterol Mejías); ello, en
relación con el principio de proporcionalidad en la aplicación de las medidas
de coerción personal:

“Dicho principio se refiere a la relación que debe existir entre la medida de


coerción personal a ser impuesta, la gravedad del delito que se imputa, las
circunstancias de su comisión y la sanción probable. Es decir, ante la posible
comisión de un hecho punible por parte de un individuo determinado, el
juzgador debe valorar los anteriores elementos y, con criterio razonable,
imponer alguna de dichas medidas; ello para evitar que quede enervada la
acción de la justicia. No obstante, tal providencia debe, necesariamente,
respetar los límites que contiene el artículo 244 del Código Orgánico
Procesal Penal, antes artículo 253, la cual es la garantía que el legislador le
ofrece al imputado de que no estará sometido indefinidamente a medida
de coerción personal alguna, sin que en su contra pese condena firme, pues
determinó que dos años era un lapso más que razonable –aun en los casos
de los delitos más graves- para que en la causa que se siguiera en su contra,
se hubiera producido pronunciamiento de una decisión definitivamente
firme”.
Por otra parte, debe esta Sala aclararle a la primera instancia constitucional
que el límite de dos años no está referido a la duración del proceso penal,
que puede efectivamente alargarse por las incidencias propias del mismo,
sino con la duración de la medida de coerción personal; entre ellas la de
detención judicial preventiva. En este sentido ha dicho la Sala que el
derecho a la libertad personal no se viola solamente cuando se priva de
libertad a un ciudadano, sino también cuando el ejercicio de ese derecho
resulta restringido más allá de lo que la norma adjetiva indica, como es el
caso que nos ocupa. (resaltado propio)

Petición que hago en conformidad con los artículos 51, 26 y 49


numerales 1, 2 y 3 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
que garantiza los derechos de petición, tutela judicial efectiva, y debido proceso que
contiene el derecho a la defensa, presunción de inocencia y derecho a ser oído, en
relación con los artículos 1, 8, 9 y 243 del Código Orgánico Procesal Penal.

Es Justicia que espero en la ciudad de Caracas, a los veinticinco


(25) días del mes de enero de dos mil siete (2007).

____________________________________________________
DRA. MARBELLA DE TESCARI
DEFENSORA PÚBLICA 12º PENAL (E)

EXP Nº 52C-2761-04
DP Nº 468-04

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