Cese de Medidas 09.01.07
Cese de Medidas 09.01.07
Cese de Medidas 09.01.07
ESCRITO Nº DPP12º-025-2007
CIUDADANO
JUEZ QUINTO (5º) DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCION DE CONTROL DEL
CIRCUITO JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS
SU DESPACHO.-
CIUDADANO
JUEZ QUINCUAGÉSIMO SEGUNDO (52º) DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCION
DE CONTROL DEL CIRCUITO JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE
CARACAS
SU DESPACHO.-
“Por otra parte, estima esta Sala que el pronunciamiento que emitió por la
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Mérida trae
implícito un pronunciamiento sobre el fondo de la causa principal, ello en
razón de que determinó que el estar sujeto a una medida preventiva
privativa de libertad por un lapso muy superior a los dos años no es
desproporcionado, dada la pena promedio aplicable al imputado, lo cual
configura un inadmisible pronunciamiento adelantado de culpabilidad. Así
se declara.
No quiere esta Sala dejar de aclararle a la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Mérida el significado del principio de
proporcionalidad en la aplicación de las medidas de coerción personal, que
establece el artículo 253 (hoy 244) del Código Orgánico Procesal Penal. Dicho
principio se refiere a la relación que debe existir entre la medida de coerción
personal a ser impuesta, la gravedad del delito que se imputa, las
circunstancias de su comisión y la sanción probable. Es decir, ante la posible
comisión de un hecho punible por parte de un individuo determinado, el
juzgador debe valorar los anteriores elementos y, con criterio razonable,
imponer alguna de dichas medidas; ello para evitar que quede enervada la
acción de la justicia. No obstante, tal providencia debe, necesariamente,
respetar los límites que contiene el artículo 244 del Código Orgánico
Procesal Penal, antes artículo 253, la cual es la garantía que el legislador le
ofrece al imputado de que no estará sometido indefinidamente a medida
de coerción personal alguna, sin que en su contra pese condena firme, pues
determinó que dos años era un lapso más que razonable –aun en los casos
de los delitos más graves- para que en la causa que se siguiera en su contra,
se hubiera producido pronunciamiento de una decisión definitivamente
firme. (resaltado propio)
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DRA. MARBELLA DE TESCARI
DEFENSORA PÚBLICA 12º PENAL (E)
EXP Nº 52C-2761-04
DP Nº 468-04