Perdon Matute
Perdon Matute
Perdon Matute
Rompehielos:
Dos buenos amigos que eran jubilados y salían a pescar de dos a tres veces por
semana, en unos de los viajes uno de los dos decidió quitarse su placa de dientes y la
puso en el asiento trasero de su bote y siguieron pescando. Después de un tiempo el
otro hombre noto las placas y decidió jugarle una broma, así que las agarró y las puso
en su bolsillo, entonces saco sus placas y las puso en el lugar donde estaban las otras.
El hombre se volteo a tomas sus placas y trato de ajustarlas un poco, al ver que no le
quedaban bien se las saco, volteo a ver a su amigo y le dijo: “Sabes, estas cosas
nunca me han quedado bien y ya nos las aguanto” acto seguido las tiro en el lago. El
amigo se quedo impactado viendo sus placas en el fondo el lago y dijo: “sabes, a mi
tampoco me han quedado bien estas cosas” e hizo lo mismo, las agarro y las tiro al
agua. Si estos dos hombres hubieran dicho lo que hicieron ese día, tendrían que
haberse otorgado perdón uno al otro, no se sabe si alguna vez se lo dijeron; pero pudo
haber arruinado una amistad de bastantes años si uno de los dos no hubiera tomado la
decisión de perdonar.
Quienes se sienten perdonados: es lo 1ro que hace Dios con nosotros, después el
nos enseña a que nosotros lo hagamos también con los que nos ofenden o pidamos
perdón cuando nosotros ofendemos.
Hoy vamos a aprender lo que es el perdón y la libertad que trae a nuestras vidas.
3. Que no es perdón? Es ignorar, omitir, tolerar, excusar, pasar por alto o cerrar mis
ojos a la falta que otra persona haya cometido en mi contra. No es dejar que el tiempo
pase luego de que la ofensa haya sido cometida
DINAMICA
En una hoja escriban:
1. Las personas que les han herido o rechazado
2. Todas las personas a las cuales nosotros hemos herido o rechazado
Normalmente la lista 1 es la más larga, ya que nos damos cuenta más del daño que
nos han hecho del que nosotros hacemos. Pero así como las personas de la lista 2 lista
nos piden que los perdonemos, así los que nos han ofendido también merecen que tú
los perdones.
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Los dos deudores
En Mateo 18.23-35 se narra la historia de los dos deudores, que Jesús contó para
ilustrar la importancia del perdón. Cuenta que el Señor quiso hacer cuentas con sus
siervos, tal y como Dios quiere hacer cuentas con nosotros. Uno de ellos le debía
10,000 talentos, los cuales no podía pagarle y le rogó que tuviera misericordia de él y
el Señor lo perdonó. Veamos que significan esos talentos
10,000 talentos = 54, 000,000 de días de trabajo, o más 147,495 años continuos
de trabajo. Esos 54 millones de días o 147,000 años representan la calidad de
ofensa que hicimos contra Dios al pecar y el pago de todos nuestros pecados:
cometidos de fornicación, adulterio, idolatría, borracheras, ofensas, celos, pleitos,
divisiones, etc., etc., etc.
Ese siervo hubiera pasado trabajando todos los días de su vida tratando de pagar la
deuda, y no hubiera ni quedado cerca de cancelar el 1% de ésta.
Éste siervo que fue perdonado, cuando halló a un consiervo que le debía 100
denarios que le pidió que le tuviera paciencia, no quiso y lo echó en la cárcel para
que le pagara. Lo que debía el consiervo era equivalente:
1 denario = 1 día de trabajo; por lo que
100 denarios = 3 meses y 10 días de trabajo
El no hizo misericordia a otro que le debía mucho menos en comparación lo que su
Señor le había perdonado. Así es una persona que no perdona a un hermano pero
pide el perdón de Dios.
TIPS
Si tú no pides perdón se llama endiosamiento: soy Dios, soy perfecto y no debo
pedir perdón.
Cuéntales tu testimonio de cuando tu perdonaste.
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No esperemos a que la persona que fue ofendida se arrepienta de lo que hizo,
nuestro trabajo es perdonar sin esperar nada a cambio, sino es ganancia.
Perdonar significa no recordar activamente, tratar cada ofensa como si nunca antes
hubiera sucedido y no mencionar de nuevo las ofensas pasadas que han sido
perdonadas.
El perdón nunca es un sentimiento: es una decisión y por consiguiente una acción.
Recuerda que una ofensa es ofensa cuando tú la tomas como tal.
Perdonar es posible por medio del poder de Dios y el nos capacita para perdonar,
pero debemos tomar la decisión.
Cuando digo no puedo perdonar es como si estuviera diciendo no voy a perdonar
Proceso de Ministración
¿Como perdonar?
a. Tomar la decisión
b. Pedirle a Dios que nos muestre como El ve al ofensor
c. Confiésalo como algo que ya esta hecho, ya perdone
d. No traer a la memoria la ofensa olvidada
e. Siembra buena semilla y habla la Palabra de Dios, en lugar del problema
f. BENDICE al que has perdonado, menciona el nombre
Llevar a la gente a que cierre sus ojos y que medite cuales son las ofensas, lo que la(s)
personas les hicieron y los nombres de ellas, que sentimientos esta ofensa causo en
ellos: vergüenza, depresión, dolor, odio, si se sintieron deshonrados, utilizados,
engañados o ridiculizados; como le ha afectado en su vida: con tus relaciones
sociales, en lo espiritual, en lo financiero, conyugal, físico, etc. Y por ultimo; que
sentimientos negativos ha traído a tu vida el no perdonar: depresión, amargura,
murmuración, calumnias, ira, pleitos, etc. Ahora es el tiempo que ellos tomen hoy una
decisión, la de perdonar hoy a todas esas personas que te han hecho daño. Recuerda
no vas a sentir hacerlo, debes levantarte hoy y sacar todo ese dolor que has guardado
por años. Quiero que hagas algo conmigo, que repitas el nombre de la persona que te
daño y que lo digas en voz alta y luego dices así: Perdono a fulanito y lo bendigo en el
nombre de Jesús, no para hasta hacerlo, al principio vas a sentir que no puedes, que
tu boca no puede hablar, pero es necesario que lo hagas no solo una vez sino hasta
que sientas que dentro de ti se libera el perdón, si necesitas ayuda levanta tu mano te
van a llegar a ayudar.
Consejo para las oyentes: no le digas a la persona que te dañó o hirió, que tu en el
encuentro le perdonaste por TODO el daño que te hizo, el perdonar a alguien no
requiere que sea informado, esto va a crear mayor conflicto, a menos que esta
persona reconozca que lo hirió, entonces si se le extiende el perdón sin echar en cara
la herida que su acto le causo. De lo contrario este perdón genuino va atraer una
libertad en su vida. Tu actitud va a determinar si lo perdonaste o no, debes de
demostrar con hechos no con palabras. Así mismo cuando hay un perdón no
necesariamente debe de haber una reconciliación con la persona que te hirió por
ejemplo:
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1. Si tu padre o alguna persona te hirió mucho y ya esta muerta, tu vas a
perdonar pero no puedes volver a llevar una relación con el ( ella) pues
por lógica ya que esta muerta
El perdón 2
Aquí Se narra la historia de los dos deudores, que Jesús contó para ilustrar la
importancia del Perdón.
1. “Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer
cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas le fue
presentado uno que le debía diez mil talentos” Mateo 18:23-24.
Esta escritura Cuenta que el Señor quiso hacer cuenta con sus siervos, tal y
como Dios quiere hacer cuentas con nosotros. Uno de ellos le debía 10,000
talentos.
Veamos que significaban esos 10,0000 talentos que debía este hombre.
1 talento = 5,400 días de trabajo (Por regla de tres: 21,600 grs de plata de un
talento /4 grs. De Plata de un día de trabajo). O más de 14 años de trabajo.
Por lo que:
10,000 talentos = 54, 000,000 de días de trabajo, o mas de 147,495 años de
trabajo.
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2. “A este como no pudo pagar, ordeno su señor venderle, y a su mujer e
hijos, y todo lo que tenía, para que se pagase la deuda” Mateo 18:25.
Ese ciervo hubiera podido pasar trabajando todos los días de su vida tratando
de pagar la deuda, y no hubiera ni llegado cerca de pagar el 1% de esta. Ni
aun hubiera alcanzado el trabajo de todos sus familiares ni el de sus
descendientes por muchas generaciones para pagar toda la duda.
¿Podrías tu pagar los pecados que has cometido? Así como para este siervo era
imposible pagarle a su Señor a nosotros nos seria imposible pagar todas las
averías que hemos cometido.
Muchos creen que por obras podrán ser perdonados de todos sus pecados, pero
solo la gracia del Señor nos puede perdonar, pues de otra forma hubiera sido
imposible. Dios es misericordioso.
Aquel siervo fue perdonado y liberada su familia, porque el Señor fue movido a
misericordia. La salvación es tan cara que nadie la puede comprar y solo se
puede recibir gratuitamente. Ninguno de nosotros podía pagar su deuda pero el
en su misericordia nos perdono.
4. “Pero saliendo aquel siervo, hallo a uno de sus consiervos, que le debía
cien denarios; Y Haciendo de él, le ahogaba, diciendo: págame lo que
me debes, entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba
diciendo: te paciencia con migo, y yo te lo pagare todo. Mas el no quiso,
sino fue y le echo a la cárcel, hasta que pagase la deuda”.
Casi siempre nos despachamos con la cuchara grande, Pedimos perdón pero
nunca lo damos, gozamos de la misericordia pero pedimos que se nos haga
justicia.
Este siervo que fue perdonado, cuando hallo a un consiervo que le debía 100
denarios que le pidió que le tuviera paciencia, no quiso y lo echo n la cárcel
para que le pagara.
Es importante notar que la Biblia dice “Mas el no quiso” Querer es poder dice un
dicho bien dicho, y este es el caso del perdón. No es una emoción, no es una
unción, es una decisión de nuestra voluntad.
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5. “Viendo sus conciervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y
fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. Entonces
llamándole su señor, le dijo: siervo malvado, toda aquella deuda te
perdone, porque me rogaste. ¿No deberías tú también tener
misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Mateo
18:321-33.
Le dijo que debía haber perdonado como el mismo fue perdonado (Colosenses
3:12-13) Debemos dar de gracia lo que de gracias recibimos.
La falta de perdón trae más sufrimiento. Al único que le estas haciendo daño
con no perdonar es a ti mismo. Si ya te hirió la ofensa, no te lastimes mas no
perdonando.
La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas, pero que
finalmente nos termina envenenando.
A este siervo malo aunque ya se le había perdonado la deuda tuvo que pagarla
de nuevo.
7. “Así también ara mi Padre celestial con vosotros sino perdonáis de todo
corazón cada uno a su hermano sus ofensas”
Lucas 6:37-38 dice: Que con la misma medida que medimos seremos medidos
Perdona para que puedas ser perdonado, recuerda que con la vara que midas
serás medido.
“en una Parte Padre Nuestro Dios nos dice: Perdona nuestras ofensas así como
nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Perdonar es una decisión que deja
en libertad tu corazón, y deja limpia toda herida, la amargura en ti ya no
reinara. Si tu quieres experimentar el perdón del Señor debes primero
perdonar.
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