Serie El Reino de Dios 18
Serie El Reino de Dios 18
Serie El Reino de Dios 18
el perdón es una decisión, es la acción de decidirme a soltar lo que me está afectando y dañando, es
renunciar a todo derecho que tengo de que se haga justicia, es el primer paso para la reconciliación
conmigo mismo.
Al hablar del perdona no podemos dejar este verso que el Señor nos dio, en ocasiones nos sentimos tan
justos que pensamos que podemos sorprender a Dios, pero en este caso el sorprendido fue otro, el
Señor nos lleva en el área del perdón a un nivel muchos más alto.
El hombre y la mujer espirituales, es decir que caminan en la ley del Perdón entienden que todo les
ayuda a bien. Ahora para muchos es complicado entender porque hay situaciones de tano dolor en sus
vidas, y a la verdad quizás aquí todos hemos pensado “yo no merezco esto” pero a la verdad he
aprendido que todo debe ayudar para mi crecimiento y fortalecimiento en Dios, este José sí que nos
puede dar clases sobre ser maltratado, pero a pesar de eso el vio más allá y vio el propósito de Dios en
todo ese asunto.
Quiero hoy decir algo, muchos se han quedado mirando solo el dolor, pero pocos se han puesto a
mirar el propósito de cada una de las situaciones y es por eso que no han podido avanzar.
Voy a decir algo muy duro pero que a la verdad es muy real, al cargar con tanto dolor y al negarme a
perdonar, lo que en verdad estoy haciendo es permitiendo que mi corazón se esté volviendo como de
piedra, es decir estoy empezando a parecerme al que me daño, al que me ofendió, pues si obro de esa
manera, en no perdonar, sería igual a mi ofensor.
Para empezar a ser transformado en esta área necesita tener la valentía de confesar su amargura al
Señor, descargar todo ese resentimiento delante del Señor, todo ese dolor que lo embarga debe ir
ponerlo en la cruz, allí esta su sanidad, su liberación, no hay otro lugar, no hay ningún refugio tan
efectivo como la cruz.
Ahora esto va un poco más allá, el primer paso para poder perdonar es el recibir el perdón, muchas
personas no pueden perdonar simplemente porque se rehúsan a recibir el perdón que por su gracia
divina él nos entrega, debemos entender que él nos perdona, no por nuestras bunas acciones, no, él lo
hace por el amor que nos tiene, es por eso que nos da de su perdón. Llego la hora de asimilar y recibir
su perdón, no hay nada tan malo que usted haya hecho que él no pueda perdonar, y por mas bueno que
sea siempre va a necesitar del perdón, entonces hoy de ese primer paso.
Recuerdo que la semana pasada les dije que tenía un conflicto con respecto a que, si debo olvidar la
ofensa, ya que Dios perdona y olvida, creo que tengo la respuesta a dicha situación. Vayamos a
Salmo 103:10 RV
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a
nuestros pecados.
Noto, él no nos paga según nuestros pecados, para muchos sería muy bueno que el Señor cogiera un
borrador celestial y quitara toda marca de dolor en nuestra vida, pero a la verdad eso no es así, si nos
olvidáramos del dolor que hemos pasado, entonces como podríamos sentir compasión por
aquellos que pasan por ese mismo dolor.
Entonces el perdón es no pagar conforme al pecado que el ofensor hizo contra mí, es dejar libre a
mi ofensor y dejarlo en las manos del Señor quien es el que verdaderamente hará justicia.
Voy a enseñarle algo más, muchos piensan que, al soltar el perdón, automáticamente el dolor se quita,
pero a la verdad no es así, el perdón es la cuota inicial de la sanidad y restauración total. Pero para
llegar a esa plena sanidad se requiere de un proceso.
Algo más, el perdón cuesta mucho, si cuesta mucho, requiere el aceptar el costo del pecado de
otro.
Ejemplo de préstamo. Alguien tuvo que pagar, alguien tuvo que asumir el costo, tal cual es el
perdón es soltar, perdonar una deuda que alguien tenía conmigo, es lo que Cristo hizo con
nosotros, nos quitó el peso de la deuda que cargábamos a nuestra espalda.
Mateo 18:31-34
31 viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor
todo lo que había pasado. 32 entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella
deuda te perdoné, porque me rogaste. 33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu
consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 34 entonces su señor, enojado, le entregó a los
verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
Muchos hoy están pagando sus deudas en calabozos, muchos verdugos están cobrando deudas
pasadas. Nos podemos ahorrar tanto sufrimiento y dolor, solo con el acto de perdonar.
Algo más con respecto al perdón, la orden del señor es perdonar, es obvio que en ocasiones será muy
complicado restablecer la relación que antes se tenía, perdonar no conlleva a tener que volver los
mejores amigos de los que nos han ofendido, el ideal sería restablecer amistades y vínculos familiares,
pero eso solo es parte del proceso.
Isaías 43: 25
» Yo, sí, yo solo, borraré tus pecados por amor a mí mismo y nunca volveré a pensar en ellos.
aquí hay algo muy especial, el perdón viene porque nos amamos a nosotros mismos, esa es la
enseñanza que el Señor no da, perdonamos no por los demás, perdono porque me amo, y popr tal amor
no es bueno permanecer en dolor.
Quiero hoy ayudarlo en algo, adelantar algo de la tarea que debe empezar a hacer, son personas
a las que debes perdonar.
Dios. Algunos deben perdonar al Señor, no porque el halla pecado, sino por esas veces que creímos que
no obro, las veces que creímos que llego tarde.
A nosotros mismos. Porque nos damos muy fuerte por los errores,
Esposo, esposa. Por esas faltas de respeto, por esas infidelidades, por negarse, por abusos, por
malas palabras.
Hermanos de sangre.
Exnovio, exnovia, por jugar con sus sentimientos, por haber sido decepcionados.
Hijos, porque no actúan como quieres, porque te han decepcionado, porque no recibes honra de
ellos.
No hay ningún argumento para no perdonar, no puedes seguir viviendo atado a un dolor que
nada bueno te trae, hoy es el día de decidir perdonar y empezar el proceso de sanidad.
Esta ley del perdón es una de las que mas sanidad trae para los habitantes del Reino.