Guerra Civil Transicion Democracia

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LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)

El intento de establecer un régimen democrático en España, la II República (1931-1936), que


realizara las reformas políticas, sociales y culturales que necesitaba el país fracasó debido a la
oposición de las clases dominantes, que pretendían mantener sus privilegios, y a un contexto
internacional desfavorable (crisis de 1929, auge del fascismo y del comunismo frente a la
democracia), problemas que explican una degradación de la convivencia política y social cuya
consecuencia será el estallido de la Guerra Civil en 1936. Ésta ha sido objeto de muy variadas
interpretaciones, destacando las que la consideran como un producto de la lucha de clases y las
que la consideran un enfrentamiento entre democracia y fascismo, un prólogo de la IIGM.

2. LA SUBLEVACIÓN MILITAR Y LA DIMENSIÓN INTERNACIONAL DE LA GUERRA


2.1. Del Golpe Militar a la Guerra Civil.
Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, el Ejército y las fuerzas
políticas de derecha se deciden por un golpe de Estado que acabara con las reformas
republicanas de manera definitiva. El general Mola, director del golpe desde Navarra, desechó
cualquier acción inmediata sobre Madrid y preparó una sublevación militar simultánea en
diferentes guarniciones adictas (Mola en Navarra, Franco en Canarias-Marruecos, Goded en
Baleares y Queipó de Llano en Sevilla), pretendiendo un golpe rápido. La sublevación se inicia
en Marruecos el 17 de julio de 1936, extendiéndose a la Península el día siguiente. Es apoyada
en las regiones de ideología predominantemente conservadora (Navarra, Castilla-León y Galicia)
y también domina las principales ciudades de Andalucía occidental y Zaragoza, ya que las
autoridades republicanas se negaron en ellas a armar a las milicias obreras. Por el contrario,
fracasa en la Cornisa Cantábrica, Levante y Madrid por la acción de las masas obreras, en estos
casos armadas por las autoridades republicanas, y la lealtad de las fuerzas de orden público. Lo
que se inicia como un golpe de Estado se convierte en una Guerra Civil.

2.2. Dimensión Internacional de la Guerra.


Desde los primeros momentos la guerra tomó un carácter internacional: el gobierno republicano
solicitó la ayuda de las potencias democráticas, Francia y Gran Bretaña; y los sublevados la de
las fascistas, Alemania, Italia y Portugal. Ni Francia ni Gran Bretaña apoyaron a la República ante
el temor al desencadenamiento de un conflicto mundial (política de apaciguamiento con
respecto a la Alemania nazi) y por el matiz revolucionario del Frente Popular. Ante ello, optaron
por una política de neutralidad, firmando en agosto de 1936 con Alemania, Italia y la URSS el
Comité de No Intervención. Desde el primer momento, las potencias fascistas hicieron caso
omiso del acuerdo, como haría luego la URSS, lo que dejó en desventaja al bando republicano.
La ayuda recibida por la República se limitó a la del México presidido por Lázaro Cárdenas, poco
efectiva por su lejanía, y la de la URSS, que envió gran cantidad de armamento y una valiosa
asistencia técnica y logística a cambio de las reservas de oro del Banco de España y de un
aumento de su influencia política y del PCE. Además, se formaron las Brigadas Internacionales,
nutridas de voluntarios europeos y norteamericanos, sobre todo comunistas. Contaron con unos
60.000 miembros que influyeron positivamente en la moral republicana, pero fueron muy
diezmadas, disolviéndose a finales de 1938. La ayuda recibida por los sublevados fue bastante
mayor, contando con la ayuda económica y militar (soldados y armamento) de la Italia de
Mussolini, la Alemania de Hitler y el Portugal de Oliveira Salazar. Esta ventaja internacional es
una de las claves para entender el triunfo franquista en la guerra.
3. DESARROLLO MILITAR
3.1. La Guerra de Columnas (julio-noviembre de 1936).
El objetivo de los sublevados fue la ocupación de Madrid a través del traspaso del ejército de
Marruecos, dirigido por Franco, a la Península. La operación, llevada a cabo por la aviación
alemana, fue facilitada por el desorden en el bando republicano, que carece de un verdadero
ejército regular: milicias populares formadas por militantes de partidos y sindicatos de izquierda,
indisciplinadas e ineficaces ante un enemigo organizado. La victoria se escapa a los rebeldes por
la falta de apoyo de Mola desde Navarra, por el paso lento por el estrecho y por la táctica de
Franco de realizar un avance lento que fuera asegurando la retaguardia con una feroz represión.
Franco ocupa Andalucía occidental, Extremadura y libera el alcázar de Toledo, mientras que los
generales republicanos Miaja y Rojo organizan la defensa de la capital.

3.2. Guerra Total (noviembre 1936-enero 1939).


Esta etapa se caracteriza por la ayuda exterior a ambos bandos y el paso a las grandes ofensivas
y contraofensivas. La guerra adquiere un carácter moderno (aviación, tanques, guerra total,
guerra psicológica) como precedente de la II Guerra Mundial. Grandes operaciones militares:
- Ofensiva de Franco sobre Madrid (noviembre de 1936-marzo de 1937): fracasa en las
batallas del Jarama y Guadalajara.
- Ocupación franquista de Málaga.
- Ofensiva del Norte (mayo-octubre de 1937): ocupación de la Cornisa Cantábrica, frente
a la que fracasa la contraofensiva republicana en Brunete.
- Ofensiva del Mediterráneo (octubre de 1937-enero de 1939): tras la ocupación
republicana de Teruel, Franco realiza una contraofensiva que llega a Castellón, dividiendo así la
zona republicana en dos. La contraofensiva republicana de verano de 1938 en la batalla del Ebro
fracasa, lo que provoca la caída de Cataluña en enero de 1939.

3.3. El final de la Guerra (enero-abril 1939).


Tras la pérdida de Cataluña, el bando republicano pierde toda esperanza de continuar la guerra.
En Madrid se forma una Junta de Defensa presidida por el coronel Casado cuya misión sería
negociar una rendición honrosa, pero Franco impone la rendición incondicional. Los frentes se
desmoronan y el 1 de abril de 1939 Franco emite su último parte de guerra.

4. EVOLUCIÓN INTERNA DE CADA BANDO. 4.1. La evolución de la zona republicana.


- Caos inicial y gobierno de Giral (julio-septiembre de 1936): dimisión de Casares Quiroga por
negarse a entregar armas a los militantes de izquierdas para hacer frente al golpe, a lo que sí
accede el nuevo gobierno de Giral; se derrumban las instituciones y el Estado desaparece a favor
de comités sindicales que toman medidas revolucionarias (represión contra los militares
sublevados, Iglesia, clases altas, políticos de derechas, colectivización de tierra, comercios e
industrias, control del mercado), sobre todo, en las zonas de Cataluña, el Levante y Aragón.

- Gobierno de Largo Caballero (septiembre de 1936-mayo de 1937): recuperación de la


autoridad estatal a través de la formación de un nuevo gobierno, que incluía a todos los partidos
y sindicatos de izquierda y se traslada a Valencia, el restablecimiento de la administración estatal
y de la conversión de las milicias populares en un ejército regular (Ejército Popular).
Enfrentamientos entre los grupos que defendían la revolución (CNT-FAI, POUM) y los que
defendían que primero había que ganar la guerra, lo que dependía de un mantenimiento del
régimen republicano para conseguir ayuda de las democracias europeas (PCE y republicanos).
Ambas corrientes se enfrentan en los sucesos de mayo de 1937 en Barcelona, lo que provoca la
caída del gobierno.
- Gobierno de Juan Negrín (mayo de 1937-marzo de 1939): se refuerza aún más la autoridad
gubernamental con el apoyo de los comunistas, cuya influencia crece de manera destacada
(desarticulación del Consejo de Aragón, eliminación de colectividades, represión contra el
POUM, salida de los anarquistas del gobierno). Defensa de la resistencia a ultranza esperando
que se desencadenara un conflicto internacional entre las potencias democráticas y fascistas
como única salvación para la República (programa de los “Trece puntos de Negrín”).

- Junta de Defensa (marzo de 1939): ante la creciente influencia comunista y la consideración de


que cualquier resistencia era inútil, el coronel Casado da un golpe de estado contra el gobierno
de Negrín con apoyo de parte de los socialistas, los anarquistas y los republicanos e inicia las
conversaciones de paz con Franco, que exige la rendición incondicional, como hemos visto.

4.2. La evolución de la España franquista.


Aunque Mola era el director del golpe militar y éste debía ser luego comandado por Sanjurjo,
ambos mueren en accidentes de aviación, lo que deja a Franco como líder indiscutido del golpe.
Régimen militar férreo: represión brutal, indiscriminada y dirigida por el Estado. Todos los
poderes recaen en la Junta de Defensa Nacional, que nombra a Franco jefe del Estado y
Generalísimo de los ejércitos el 1 de septiembre de 1936. Frente a los problemas internos de los
republicanos, en el bando franquista predominó la unidad: Franco acaba con la rivalidad entre
tradicionalistas y falangistas mediante el Decreto de Unificación de abril de 1937 que crea un
partido único (FET de las JONS). Ese mismo año consigue el apoyo oficial de la Iglesia católica
mediante una carta pastoral colectiva del episcopado español que da a la guerra el carácter de
Cruzada. En enero de 1938 Franco forma su primer gobierno y adopta el título de Caudillo.

5. CONSECUENCIAS DE LA GUERRA
- Demográficas: elevado número de muertos: 160.000 en operaciones militares, 129.000 por la
represión de ambos bandos y 169.000 por diversas penalidades (bombardeos, enfermedades,
hambre). A ello hemos de unir el exilio de casi medio millón de republicanos, la fuerte represión
que sigue aplicando el régimen y el descenso de la natalidad durante el conflicto.
- Económicas: fuerte crisis económica por el descenso demográfico ya visto y la destrucción de
infraestructuras durante el conflicto.
- Políticas: la victoria de Franco supuso el establecimiento de una dictadura militar próxima al
fascismo.

6. CONCLUSIONES
- El bando franquista vence gracias al apoyo de las potencias fascistas frente a la no intervención
de las democracias occidentales y la condicionada ayuda soviética, y gracias también a su unidad
frente a la conflictividad interna que sufre el bando republicano durante todo el conflicto. La
victoria de Franco no supuso la paz entre los dos bandos, estableciéndose un régimen dictatorial
que gobernará el país durante casi 40 años, durante los cuales los vencidos sufren la represión,
la marginación y el exilio.
LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA
Llamamos “transición” al proceso de desmantelamiento de la dictadura franquista y su
sustitución por una democracia. En sentido estricto, comienza con la muerte de Franco, en 1975,
y termina con la aprobación de la Constitución, 1978. No obstante, algunos adelantan su
comienzo a 1969 (Ley de Sucesión); o a 1973 (el asesinato de Carrero Blanco). En cuanto al fin,
algunos apuntan como más importante la fecha de 1982, con la llegada del PSOE al poder,
alegando para ello dos motivos:

- La alternancia en el poder, signo de la estabilidad democrática.


- En 1978, aún quedaba pendiente resolver: la crisis económica, el funcionamiento de las
instituciones, la organización territorial del Estado, etc.

En 1975, los indicadores económicos colocaban a España entre los doce países más
industrializados del mundo, algo impensable tan solo 25 años atrás. Dos días después de la
muerte de Franco, el 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos I es proclamado Jefe del Estado.
Arias Navarro, confirmado como Presidente del Gobierno, nombra un nuevo Gabinete, con José
María de Areilza y Fraga como personalidades destacadas. Pero pronto se vio que el nuevo
Gobierno no sería capaz de llevar a cabo cualquier reforma democrática, pues se limitó a aprobar
una ley de asociación muy restrictiva.

DE LA MUERTE DE FRANCO AL PRIMER GOBIERNO DE SUÁREZ


Fue la oposición la que tomó la iniciativa de impulsar movilizaciones que, bajo la consigna de
“ruptura democrática”, iniciara un proceso constituyente: debía constituirse un gobierno
provisional que convocara elecciones, de las que debían salir unas Cortes que elaboraran una
Constitución. La Junta Democrática, constituida en torno al PCE en 1974, y la Plataforma de
Convergencia Democrática, que tenía como eje al PSOE y se había constituido en 1975, se unen
formando Coordinación Democrática (conocida como “platajunta”). Las huelgas y
manifestaciones crearon en la calle un clima que influiría notablemente en las decisiones del
Gobierno Arias. Los conflictos tenían muchas veces origen económico, pero no eran ajenos a la
situación política. En marzo, una huelga general en Vitoria acabó con cinco muertos por disparos
de la policía, y dos meses más tarde, un enfrentamiento entre grupos carlistas provocó dos
muertos en Montejurra. En el verano del 76, la situación no parecía tener salida. Un sector
importante del franquismo, los llamados inmovilistas o bunker, no aceptaba ninguna reforma;
la oposición no tenía fuerza para imponer su opción de ruptura. Otro sector del franquismo,
preocupado por la incapacidad de Arias y alentado por el propio Rey, optó por una vía,
indeterminada a estas alturas, que consistía en promover una reforma que partiera de las
propias leyes franquistas y que evitara la ruptura propugnada por la oposición.

DEL PRIMER GOBIERNO DE SUÁREZ A LAS ELECCIONES DE JUNIO DEL 77


El 30 de junio del 76, dimitió Arias Navarro, en parte forzado por el propio Rey, que necesitaba
tomar medidas que dieran estabilidad a la monarquía. El elegido para sustituir a Arias fue Adolfo
Suárez, un político joven, que había sido Ministro del Movimiento pero que conectaba con los
deseos de Juan Carlos. El clima político comenzó a cambiar: la policía recibió órdenes de ser más
tolerante en las manifestaciones, se iniciaron contactos con la oposición y se aprobó una
amnistía limitada.
En septiembre, presenta Suárez el proyecto de la Ley de Reforma Política (LRP), un breve texto
que proclamaba la democracia como forma de gobierno y preveía la transformación de las
Cortes franquistas en un Congreso y un Senado elegidos por sufragio universal. También
anunciaba unas elecciones en las que podrían participar los partidos políticos. El proyecto de
reforma debía ser dictaminado por el Consejo Nacional del Movimiento y por las propias Cortes
orgánicas. ¿Cómo se explica el apoyo de estos dos órganos, lo que se llamó el "haraquiri"?
Apuntemos cinco razones:
1. El apoyo decidido del Rey.
2. La presión generalizada de la opinión pública: el miedo a la dictadura se iba disolviendo.
3. La propia conciencia en la clase política franquista de que se había llegado al final de una
etapa. Importantes sectores, como el mundo de las finanzas o la Iglesia aceptaban a estas alturas
la posibilidad de un cambio, pero deseaban que fuera controlado.
4. El cambio político se consideraba oportuno para los intereses occidentales. El ejemplo
portugués ahondó la preocupación de potencias como Alemania y E. Unidos.
5. Suárez ofreció a los inmovilistas ciertas garantías, como la no exigencia de responsabilidades
a los implicados en la Dictadura y mantener al PCE en la ilegalidad.

La Ley de Reforma Política fue aprobada en referéndum el 15 de diciembre de 1976 con el 77,4%
de votos a favor, a pesar de que la oposición había propugnado la abstención.
Aunque se había dado un paso legal importante, dificultades graves se manifestaron en los
meses siguientes:
- En enero de 1977, las actividades terroristas (ETA, GRAPO y la extrema derecha) crearon un
clima en el que el retroceso político parecía la salida más probable.
- En abril, el “sábado de gloria”, Suárez tomó la determinación de legalizar al PCE. El entierro de
los abogados laboralistas asesinados en enero había servido para que los comunistas "salieran
a la calle" y, a pesar de que a los militares se les había prometido que el PCE no sería legalizado,
sin duda unas elecciones sin él hubieran carecido de legitimidad.
Estos meses sirvieron también para que se fuera configurando el sistema de partidos, que sólo
adquiriría su primera forma después de las elecciones de junio del 77:
- Alianza Popular, de Fraga, que asumió el papel de vertebrar el franquismo sociológico.
- Unión de Centro Democrático, organizada en torno a Suárez. Agrupaba a liberales,
democristianos, socialdemócratas, etc. Sería el grupo vencedor en las elecciones.
- Partido Socialista Obrero Español (PSOE.
- En Cataluña, el centro político se había agrupado en torno a Pujol y a su Pacte Démocratic per
Catalunya.
- En el País Vasco, el PNV contaba con una sólida implantación. Otros grupos, procedentes, sobre
todo, de algunas escisiones de ETA, completaban el panorama. Euskadiko Esquerra era el más
importante.

LAS ELECCIONES DE JUNIO DE 1977


La UCD de Suárez fue vencedora, mientras que El PSOE consiguió buenos resultados y se
convirtió, con Felipe González y Alfonso Guerra como principales líderes de la izquierda.
AP, antecedente del actual PP, fracasó, quizás porque los votantes la vieron como una
continuidad del franquismo. El PCE quedó muy por debajo de lo que se esperaba, sobre todo
después de haber sido el grupo que más y mejor luchó contra la dictadura: los líderes históricos
Santiago Carrillo, La Pasionaria y el poeta Rafael Alberti fueron sus diputados más llamativos.
Uno de los primeros asuntos que tuvo que abordar el nuevo gobierno fue el de la grave situación
económica, provocada en 1973 por la subida del precio del petróleo. La inflación estaba por en
encima del 25%, hacía años que se estaba produciendo una verdadera fuga de capitales y las
organizaciones obreras mantenían un alto nivel reivindicativo. El Ministro de Economía, Manuel
Fuentes Quintana había dicho: «Si los demócratas no acaban con la crisis, la crisis acabará con
la democracia». Para poner remedio a la situación, el Gobierno llegó a dos acuerdos con los
partidos políticos que se conocerían, en conjunto como Pactos de la Moncloa. Su contenido,
avalado por los principales partidos y por el sindicato CCOO (UGT y CNT no quisieron firmar),
incluye dos grupos de acuerdos:
- Acuerdos políticos:
- Se suprimió la censura previa.
- Se modificó la legislación sobre secretos oficiales para permitir a la oposición el acceso a la
información imprescindible para cumplir sus obligaciones parlamentarias.
- Se aprobaron los derechos de reunión, de asociación política y la libertad de expresión
mediante la propaganda.
- Se creó el delito de tortura.
- Se reconoció la asistencia letrada a los detenidos
- Se despenalizó el adulterio y el amancebamiento (sexo entre hombre y mujer no casados=
- Se derogó la estructura del Movimiento Nacional.
- Acuerdos económicos:
- Se reconoció el despido libre para un máximo del 5 por 100 de las plantillas de las empresas.
- Se aprobó el derecho de asociación sindical.
- El límite de incremento de salarios se fijó en el 22%
- Se estableció una contención de la masa monetaria y la devaluación de la peseta para contener
la inflación.
- Se reformó la administración tributaria.
- Se tomaron medidas de control financiero a través del Gobierno y el Banco de España ante el
riesgo de quiebras bancarias y la fuga de capitales al exterior.

Los Pactos de la Moncloa ayudaron a mejorar la economía, pero fueron muy criticados por
algunos sectores, incluso dentro de los partidos que como el PSOE o el PCE los habían firmado.
Aunque las Cortes no se habían convocado como constituyentes, el buen resultado de la
izquierda llevó a Suárez a cambiar sus prioridades y poner en marcha el proceso para elaborar
una Constitución. Se optó por un texto de consenso que evitara los problemas que se habían
padecido durante el siglo XIX. Para redactar el texto, se constituyó una “ponencia constitucional”
formada por tres representantes de UCD, y uno del PSOE, AP, PCE y nacionalistas catalanes.

LA CONSTITUCIÓN DEL 78
Era una constitución larga (109 artículos) y rígida, con un proceso complicado para su reforma.
El Título I (derechos y libertades) fue el más discutido:
- Hubo unanimidad en la aconfesionalidad del Estado, aunque reconociendo explícitamente la
influencia de la Iglesia católica.
- Se estableció una amplia y detallada declaración de derechos y libertades. Como asuntos
polémicos, podemos señalar:
- La pena de muerte, que acabó excluyéndose.
- El aborto. Se redactó un texto ambiguo para que cupieran posteriores interpretaciones.
- En materia educativa, se aprobó un texto de consenso.
Título II: Monarquía.
- Definida como parlamentaria, moderadora y arbitral, le corresponden funciones
representativas y de carácter simbólico.

Título III: Poder legislativo.


- Se establecen dos Cámaras:
- El Congreso, elegido por un sistema proporcional.
- El Senado, elegido por un sistema mayoritario.
- Un rasgo característico es la existencia de leyes "orgánicas", que exigen mayoría
absoluta para ser aprobadas. Son un intento de que el "consenso" fuese permanente.

Título VIII: Organización territorial del Estado.


- Se redactó un texto ambiguo que pudiera solucionar varios problemas al tiempo:
- Satisfacer las reivindicaciones de los nacionalismos históricos.
- Dar respuesta al sentimiento nacionalista que comenzaba a emerger, sobre todo, como
reacción al centralismo.
-Recoge una serie de competencias que son exclusivas del Estado, y otras a las que
pueden acceder nacionalidades y regiones.
- Se establecen comunidades autónomas de dos categorías: Artículo 151 para las comunidades
históricas, y 143 para las demás.

La Constitución de 1978 abrió un periodo de democracia del que aún disfrutamos, habiéndose
constituido en el más largo de la Historia de España. En los últimos años, han surgido voces que
hablan de la necesidad de reformar la Constitución, sobre todo, en dos aspectos: el Senado, para
convertirlo en una cámara territorial que responda a la nueva organización autonómica del
Estado; y la sucesión en la Corona, para suprimir la “preferencia del varón”, poco acorde con las
corrientes actuales de igualdad de la mujer en todos los ámbitos.
LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS
Pese a las dificultades de la crisis económica y de las heridas no cerradas de la Guerra Civil, la
democracia sienta sus bases con la Constitución de 1978 y se consolida definitivamente, tras el
intento de golpe de Estado de 1981, cuando en 1982 alcanza el poder el PSOE de Felipe
González. A partir de entonces se consolida el régimen político democrático, gracias a la
alternancia normalizada de las dos fuerzas políticas mayoritarias, y se registra un fuerte
crecimiento económico y modernización social que ha convertido a España en uno de los
principales países de la Unión Europea.

LAS ELECCIONES DE 1979


Aprobada la Constitución, se planteó de inmediato la convocatoria de elecciones Legislativas.
La campaña electoral fue muy diferente de la del 77 (disminuyeron los mítines y aumentó la
influencia de los medios de comunicación de masas), bien como reflejo de lo que ya comenzaba
a denominarse desencanto, bien porque se caminaba hacia fórmulas similares a los de los países
con mayor experiencia democrática. Los resultados fueron bastante similares a los del 77, con
las siguientes diferencias reseñables:
- Alianza Popular pasó de 16 a 9 escaños.
- El voto nacionalista creció en el País Vasco y Andalucía.
En 1979, también se celebraron elecciones municipales. El resultado fue de triunfo de UCD
frente al PSOE, pero estas cifras resultan engañosas, puesto que la coalición del PSOE con el PCE
permitió al primero gobernar los ayuntamientos de las principales ciudades, como Madrid.

Si en la primavera del 79 la posición de Suárez parecía sólida, en sólo año y medio su progresivo
deterioro le llevó a una dimisión que fue como un anticipo del fin de su partido, la UCD. Entre
los problemas más graves del periodo, cabe señalar los siguientes:
- Rebrote de la crisis económica, por una nueva subida de los precios del petróleo.
- Conflictividad respecto al problema autonómico
- febrero 1980: Referéndum autonómico en Andalucía. UCD defiende la vía del 143, lo que es
interpretado como un agravio respecto a las comunidades "históricas". El gran beneficiado del
error de la UCD fue el PSOE, como se demostraría en las elecciones celebradas a los dos años.
- Las diferencias, quizás más personales que ideológicas, en el seno de la coalición gobernante.
- En el declive de Suárez jugó un importante papel el voto de censura presentado por el PSOE en
mayo de 1980. Al tratarse de uno "constructivo", el gran beneficiado fue Felipe González.
- Como consecuencia final de todo este proceso, Suárez presenta la dimisión en enero de 1981.

EL 23 DE FEBRERO DE 1981
Durante la transición, el Ejército era un estamento potencialmente peligroso. Tras la depuración
que supuso la GC, constituyó uno de los pilares del franquismo. Hay que reseñar la labor al frente
del ministerio de Defensa del general Gutiérrez Mellado, cuya política se centró en:
- Los militares debían alejarse de la política.
- Se realizaron esfuerzos de modernización: reforma del Código de Justicia Militar,
rejuvenecimiento de los mandos, planes para la actualización del armamento, relegación a
puestos secundarios de los supuestamente más peligrosos, etc.

En los últimos meses de 1980, el clima de crisis del gobierno Suárez favoreció la conspiración.
Sobre las 6 de la tarde del 23 de febrero, el Congreso, que esta estaba reunido para votar la
candidatura de Leopoldo Calvo Sotelo a la Presidencia del Gobierno, fue asaltado por un grupo
de guardias civiles, mandados por el teniente-coronel Antonio Tejero. Era el punto de partida
de un plan que pretendía acabar con el sistema democrático. Aunque la conspiración incluía el
levantamiento contra el orden establecido de diversas unidades militares, sólo Jaime Milans del
Bosch –Capitán General de Valencia-sacó los tanques a la calle.
El secuestro de los diputados duró toda la noche, pero a medida que pasaban las horas, y sobre
todo después de la aparición del Rey en televisión desautorizando la intentona, su fracaso
parecía claro. A media mañana del día 24, Tejero firmó su rendición y los secuestrados pudieron
recobrar la libertad.
Para el historiador Javier Tusell, las causas del fracaso son las siguientes:
1. La actuación del Rey, determinante para sacar de dudas a algunos militares indecisos.
2. Los mandos militares que ocupaban puestos decisivos optaron por la legalidad constitucional.
3. Las deficiencias mismas de la conspiración, que carecía de un plan coherente.
4. El hecho de que la intentona fuera conocida inmediatamente, incluso vivida en directo pues
la sesión del Congreso estaba siendo retransmitida por radio y televisión. El clamor popular
contra el golpe quedaría patente en las manifestaciones de los días posteriores.
Como consecuencias, a mayor o menor plazo, del golpe, podemos apuntar las siguientes:
- Quedó desprestigiado cualquier nuevo intento de golpe militar.
- La figura del Rey salió fortalecida.
- Facilitó la victoria socialista en las elecciones del año siguiente.

LOS GOBIERNOS DEL PSOE (1982-1996)


Leopoldo Calvo Sotelo sustituyó a Suárez en la presidencia del Gobierno a los pocos días del
intento de golpe. En el deterioro progresivo de la situación política influyeron, entre otros, los
siguientes factores:
- La desunión del partido gobernante, con fugas constantes de militantes y parlamentarios.
- Escándalos sanitarios como el envenenamiento por el aceite de colza, que causa 5000 muertos.
- La entrada en la OTAN, que el PSOE denunciará.
- La discusión de leyes como las del divorcio, las televisiones privadas y la autonomía
universitaria fue motivo de enfrentamiento entre los distintos grupos dentro de UCD; solo la
primera se aprobó.
El 27 de agosto de 1982, Calvo Sotelo anuncia la disolución de las Cortes y la convocatoria de
elecciones para el 28 de octubre. La situación del PSOE en estos momentos era ciertamente
privilegiada:
- Había sabido ponerse a la cabeza de todos los descontentos sociales contra el gobierno de
UCD: el tema de la OTAN, la crisis económica, etc.
- Ofrecía una imagen de cohesión interna que contrastaba con la desunión de UCD.
- Su buena posición de salida estaba avalada por los resultados de las elecciones andaluzas.
- Consciente de la probable victoria, el PSOE elabora un programa en el que renuncia a las
definiciones ideológicas y centra su atención en conceptos como la justicia, la libertad, la calidad
de vida y el cambio, palabra que se convierte en verdadero talismán de la campaña.

Las elecciones de octubre de 1982 darán un vuelco al panorama político en España: el PSOE
logró mayoría absoluta, lo que le permitiría gobernar sin tener que pactar con otras fuerzas. El
PCE, que sólo obtuvo cuatro diputados, fue víctima de la concentración del voto de izquierdas
en el PSOE (el llamado “voto útil”). UCD se desplomó, pasando la mayoría de sus votos a AP.
El primer problema al que se tuvo que enfrentar fue al económico: inflación, déficit público,
deuda exterior... Durante tres años, pusieron en marcha una durísima política de ajuste que tuvo
que incluir una reconversión industrial, principalmente en la metalurgia, el sector naval y el de
los electrodomésticos: se cerraron fábricas o se redujeron drásticamente las plantillas de las
mismas. Esta política, que formaba parte de la tradición de la derecha, desconcertó a muchos
de los votantes socialistas.
La reforma del sistema educativo tenía dos retos: adaptarse a la Comunidad europea y a la nueva
realidad de las autonomías. Llevada a cabo por el Ministro José M. Maravall, se basó en dos
leyes:
la LODE (Ley Orgánica del Derecho a la Educación), que ponía en manos del Estado el control de
los centros concertados; y la LOGSE, que ampliaba hasta los 16 años la escolaridad obligatoria.

La LODE, la despenalización parcial del aborto y otras cuestiones fueron agriando las relaciones
entre el Estado y una Iglesia Católica que todavía no había perdido los privilegios de los que gozó
durante el franquismo. Al final, hubo acomodo mutuo a la situación.
Tras el intento de golpe de Estado de Tejero (23 de febrero de 1981), se imponía la reforma y
democratización del Ejército. Se trataba fundamentalmente de dejar claro que no existía un
poder militar, sino que el Ejército debía estar supeditado al poder civil, que representaba la
voluntad popular expresada en las urnas. Se redujo el número de oficiales y jefes, se modernizó
el armamento, se mejoró la formación, etc.
Importante fue el referéndum celebrado en marzo de 1986 sobre el asunto de la permanencia
de España en la OTAN. España pertenecía a la OTAN por decisión de los gobiernos de UCD, el
PSOE prometió que si ganaba las elecciones sacaría a España de la OTAN. Finalmente, el
Gobierno cambió de opinión y pidió el “Sí” a la permanencia española.
Muy importante en este primer mandato de Felipe González fue la incorporación de España a la
Comunidad Económica Europea. En 1986, 1989 (mayoría absoluta) y 1993 (mayoría relativa) el
PSOE volvería a ganar las elecciones.

El último mandato fue especialmente conflictivo. Surgieron determinados casos de corrupción,


en los que se vieron implicados dirigentes socialistas, y el asunto del GAL, una organización
paraestatal que se dedicó a la “guerra sucia” contra ETA. La oposición del Partido Popular se hizo
más agresiva. Este cúmulo de cosas, unido al desgaste lógico de catorce años de gobierno,
propiciaron la victoria de Aznar y los suyos en las elecciones de 1996.

EL PRIMER GOBIERNO DEL PARTIDO POPULAR (1996-2000)


El Partido Popular, con José María Aznar a la cabeza, ganó las elecciones de 1996. Al no tener
mayoría absoluta, tuvo que apoyarse para gobernar en los nacionalistas catalanes, vascos y
canarios. Como principales aspectos de esta primera legislatura de gobierno del PP, podemos
señalar los siguientes:
- Una política de privatizaciones de empresas públicas, con resultado desigual.
- La economía española logró cumplir el Programa de Convergencia europeo y adopta el euro.
- La política antiterrorista tuvo que hacer frente a la acción incesante de ETA, que tuvo sus
momentos culminantes en el secuestro de José Antonio Ortega Lara (1996) y en el asesinato de
Miguel Ángel Blanco; la acción policial y judicial contra ETA se mantuvo, pero se intentó también
una negociación con la banda terrorista, que acabó en fracaso.
En el año 2000, se celebraron unas nuevas elecciones generales. El PP volvió a ganar, esta vez
con mayoría absoluta.
CONCLUSIÓN
Pese a todas las dificultades, durante la Transición política se establece en España un régimen
democrático que se fue consolidando gracias a la nueva estructura social del país (predominio
de la clase media) y al consenso alcanzado por las principales fuerzas políticas, reflejado en la
Constitución de 1978. Esto último explica que ésta continúe estando vigente en la actualidad sin
apenas reformas de importancia y que, en general, siga siendo considerada como un punto de
encuentro de la mayor parte de las opciones políticas. Se consolida así un periodo de
normalización política, crecimiento económico y modernización social, aunque con los
problemas actuales de la crisis económica y del proceso soberanista catalán.

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