Un Verdor Terrible Febreiro 2024

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DO

SE
E
ntre 1958 y 1973, Alexander Grothendieck reinó sobre las
DE
matemáticas como un príncipe ilustrado, atrayendo a su MO
órbita a las mejores mentes de su generación, quienes STR
postergaron sus propias investigaciones para participar de A
un proyecto tan ambicioso como radical: desvelar las
estructuras que subyacen a todos los objetos matemáticos.

Aunque fue capaz de resolver tres de las cuatro conjeturas de Weil, los mayores enigmas matemáticos de
su época, a Grothendieck no le atraían los problemas difíciles ni le interesaban los resultados finales. Su
afán era alcanzar una comprensión absoluta de los fundamentos.

No le interesaban los números, las curvas, las rectas ni ningún otro objeto matemático en particular: lo
único que importaba era la relación entre ellos.

Su obsesión fue el espacio y una de sus mayores genialidades fue expandir la noción del punto. Ante la
mirada de Grothendieck, el humilde punto dejó de ser una posición sin dimensiones para bullir con
complejas estructuras internas. Donde otros veían algo sin profundidad, tamaño, anchura ni largura,
Alexander vio un universo entero. Desde Euclides no se había propuesto algo tan audaz.

Durante años dedicó toda su energía a las matemáticas, doce horas al día, siete días a la semana. No leía
diarios, no veía televisión ni conocía el cine. Le gustaban las mujeres feas, los departamentos derruidos, las
habitaciones decrépitas.

Trabajaba encerrado en una oficina fría con la pintura descascarada cayendo de las paredes, de espaldas a
la única ventana, con solo cuatro objetos en toda la pieza: la máscara mortuoria de su madre, una pequeña
escultura de una cabra hecha con alambre, una urna llena de aceitunas españolas y un retrato de su padre,
dibujado en el campo de concentración de Le Vernet.

Cuando la guerra terminó Alexander había cumplido diecisiete años. Sobrevivió con su madre en la
extrema pobreza cosechando uvas en las afueras de Montpellier.

Cuando Grothendieck aún era un estudiante de pregrado en la Universidad de Montpellier, su profesor


Laurent Schwartz le pasó un artículo que había publicado hacía poco y que incluía catorce grandes
problemas no resueltos. Su idea era que Alexander eligiera uno de ellos para su tesis de grado.

El joven, que se aburría enormemente en clases y era incapaz de seguir instrucciones, volvió tres meses
después. Schwartz le preguntó cuál había elegido y qué tan lejos había podido avanzar. Alexander lo miró
sin entender. Los había solucionado todos.
COMPOSICIÓN
Un verdor terrible. Do escritor chileno Benjamín Labatut.
Está composto por relatos.
Todos tratan temas científicos incomprensibles, desde un
punto de vista comprensible.
Todos son reveladores, sorprendentes e perturbadores.
Todos nos levan ata os límites da nosa comprensión da
realidade.
Todos amosan a fina liña entre a sensatez e a estupidez.
Todos aclaran dúbidas e, ao tempo, abren interrogantes.
Todos nos levan á escuridade a través da claridade.
INDICACIÓNS
Recomendable para persoas que disfrutan da
lectura, da ciencia, da historia, do ensaio, e, ou, da
intelixencia.
Se quen vai ler non está en ningún deses casos,
mesmo así tamén resulta recomendable.

PRECAUCIÓNS
Léase en posición cómoda e sen obrigas no
horizonte, porque unha vez que se comeza a ler,
é difícil parar.

POSOLOXÍA
Permite administrarse tanto en doses pequenas
(relato a relato) como en dose única (pódese
ler de vez), polo que se recomenda determinar
previamente a dose que se quere, e decidir en
que momento desenvolver a lectura: se se vai
administrar en doses pequenas, débese ler
antes de durmir; se se vai administrar en dose
única, débese ler en fin de semana ou festivo, e
desde pola mañá (prevendo a posibilidade de
preparar bocadillos por se non se quere perder
tempo no xantar).

OUTRAS PRESENTACIÓNS
A bibliografía de Labatut é esta:
La Antártica empieza aquí, 2010
Después de la luz, 2016
La piedra de la locura, 2021
MANIAC, 2023 (860-3/LAB/man)

Tamén podes inxerir outras obras de


divulgación científica. Pregunta na
biblioteca, pérdete polos anaqueis
de 5 ou sorpréndete con algunha
biografía interesante no 92.

RECEITAS DE LECTURA

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