Tema 9.restauración. Sistema Canovista 1 1
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CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO
INTRODUCCIÓN
EN ANDALUCÍA.
4. REGIONALISMOS Y NACIONALISMOS
INTRODUCCIÓN
Los dos grandes partidos dinásticos que van a turnarse en el poder fueron:
Cánovas había sido el principal dirigente del Partido Alfonsino que durante
el Sexenio Democrático había defendido la restauración monárquica. Tras
el regreso de Alfonso XII a España lo transformó en el Partido
Conservador, que recogía la herencia de los moderados de los tiempos de
Isabel II. El proyecto bipartidista de Cánovas requería otro partido de
carácter más progresista y él mismo propuso a Práxedes Mateo Sagasta su
formación: el Partido Liberal, nacido de un acuerdo entre progresistas,
unionistas y algunos republicanos moderados.
A lo largo del período que transcurrió entre 1875 y 1898, el turno funcionó
con regularidad: de todas las elecciones realizadas, seis fueron ganadas por
los conservadores y cuatro por los liberales. Pero tras el impacto del
desastre del 98, sobrevino la primera crisis del sistema canovista,
erosionando a los políticos y los partidos dinásticos.
- la abolición de la esclavitud(1888).
Sin embargo, en el seno del partido, una facción liderada por Ramón
Nocedal, hijo del líder carlista Cándido Nocedal, protagonizó una escisión
y fundó en 1888 el Partido Católico Nacional, que dejó de reconocer a
don Carlos como rey, dado que consideraba que éste no apoyaba
suficientemente la política católica impulsada por el papado contra el
liberalismo, y se convirtió en un partido católico integrista.
4. REGIONALISMOS Y NACIONALISMOS
El nacionalismo catalán:
El nacionalismo vasco:
Su gran propulsor fue Sabino Arana, que creyó ver un gran peligro para la
subsistencia de la cultura vasca en la llegada de inmigrantes(maketos)
procedentes de otras regiones de España a la zona minera e
industrial(siderurgia) de Bilbao.
El nacionalismo gallego:
El galleguismo tuvo un carácter estrictamente cultural hasta bien entrado el
siglo XX. Unas minorías cultas empezaron a responsabilizar del atraso
económico a la subordinación política de Galicia, que forzaba a muchos
gallegos a la emigración. En la última etapa de la Restauración, el
galleguismo adquirió un carácter más político y en la década de 1920 se
consolidó el nacionalismo gallego.