Guerra Civil
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CONTEXTO INTERNACIONAL
Tras la I Guerra Mundial tuvo lugar en Europa Occidental una crisis del sistema
democrático como consecuencia de la incapacidad de los políticos democráticos para
evitar la Gran Guerra. Tras esta se empezaron a hacer atractivos otros sistemas políticos
autoritarios basados en el partido único. Las masas, desconfiadas ante las democracias
liberales se dejaron atraer por los radicalismos de izquierda y derecha.
En 1929 tuvo lugar la Gran Crisis, que provocó una radicalización de la vida política y de
la opinión pública que, en Alemania, derivó en el ascenso de Hitler al poder en 1933. Desde
ese momento se produjeron una serie de conflictos que, pasando por la Guerra Civil
Española, desencadenaron en la Segunda Guerra Mundial.
Ese radicalismo se trasladó a la calle. El Frente Popular, que había triunfado, abrió las
cárceles donde estaban los detenidos de la revolución de octubre, quienes fueron acogidos
como héroes. Comenzaron a ser frecuentes los enfrentamientos entre militantes radicales
tanto de izquierda como de derecha, que sobre todo de febrero a junio de 1936, estos
enfrentamientos dejaron un gran número de víctimas, conociéndose este periodo como “La
Primavera Trágica”. El deterioro del orden público, fue aprovechado por ciertos círculos
para justificar la intervención militar, aunque en realidad las causas eran el descontento
por las reformas.
SUBLEVACIÓN MILITAR
El objetivo de Emilio Mola, quien estuvo al frente de la sublevación, era dar un golpe
rápido, pero no lo consiguió y desembocó en la larga e intensa guerra civil española.
El País Vasco (excepto Álava), Asturias (excepto Oviedo) y las regiones de Valencia y
Murcia, también se mantuvieron republicanos, bien por causas ideológicas o por la
promesa de la república de aprobar su Estatuto de Autonomía (País Vasco).
Andalucía, que principalmente era de izquierdas, quedó dividida en dos. Los sublevados
encabezados por Queipo de Llano tomaron el poder en Cádiz y Sevilla, arrastrando a
Granada, Córdoba y Huelva. Málaga, Almería, Jaén y parte de Granada quedaron bajo el
poder de la República.
GUERRA de COLUMNAS
Durante los tres años que dura la guerra se distinguen varias fases. Al principio los
generales sublevados intentaron tomar Madrid para que el ejército operase mediante
pequeñas columnas aprovechando la desorganización del ejército republicano. Sin
embargo, los republicanos salieron victoriosos debido a la escasez de recursos del general
Mola, pues la mayor parte del ejército estaba en Marruecos, que con ayuda de la aviación
italiana y la flota alemana lograron pasar a Andalucía.
En Extremadura, los sublevados al frente de Juan Yagüe tomaron Badajoz, pero tuvieron
que desviarse a Toledo para liberar el Alcázar, donde resistía José Moscardó. Esto permitió
a los generales republicanos José Miaja y Vicente Rojo reorganizarse y detener las
columnas a las puertas de Madrid. El frente quedó estabilizado en Toledo y nació el lema de
“No pasarán”. El gobierno republicano se trasladó a Valencia.
industriales. Los sublevados, tras derrotar el conocido “Cinturón de hierro” (línea defensiva
en Bilbao para evitar el avance de los sublevados, inspirado en la línea Maginot), tomaron
Bilbao y Santander. El general Vicente Rojo, jefe de estado mayor republicano, con la
intención de frenar al ejército franquista en el Norte, ayudado por tanques rusos inició la
contraofensiva de Brunete (Norte de Madrid), pero fracasó. En Andalucía las columnas
italianas tomaron Málaga y se estabilizaron los frentes.
ESPAÑA FRANQUISTA
En la zona franquista el régimen militar impuso un duro control, cuyas víctimas fueron
los sospechosos de izquierdismo como Lorca, Companys, Miguel Hernández… El poder se
concentró en Francisco Franco, que fue nombrado jefe de estado y “Generalísimo” el 1 de
octubre de 1936. Se creó un partido único, la “Falange española y de las JONS”, que acabó
con la rivalidad entre tradicionalistas y falangistas. El 30 de enero de 1938 fue proclamado
Caudillo. El general Francisco Franco no llegó a formar un Estado fascista como tal, pero
ejerció con mentalidad militar, un poder personal ilimitado, además de contar con el apoyo
de la iglesia.
juntos; Se devolvieron las tierras a sus propietarios; Se reemplazó la legislación sálica por
una católica. En 1937 los obispos españoles mediante una carta pastoral colectiva daban a la
guerra el carácter de “cruzada”.
APOYOS INTERNACIONALES
A la Guerra Civil española, se sumaron ciertos países que ayudaron a un bando u otro en
función de su ideología. Los republicanos solicitaron la ayuda de Francia, Gran Bretaña y la
URSS, mientras que los sublevados solicitaron apoyo a Italia y Alemania. Gran Bretaña,
preocupada por el riesgo de que Gibraltar se viese amenazada y de que el conflicto
derivase en una guerra mundial creó un “Comité de no intervención” donde las principales
potencias europeas como GB, Francia, Alemania y la URSS entre otros países se
comprometieron a no participar en la guerra, aunque esta medida fue ineficaz pues la URSS
prestó ayuda a los republicanos y Alemania e Italia a los sublevados.
EEUU, con Roosevelt a favor de la república, se interesó en cubrir la guerra desde ambas
perspectivas y aunque la ley de neutralidad impedía vender armas a países en guerra, esta
ley no fue un impedimento para realizar negocios. Por ejemplo la empresa petrolera Texas
Oil Company surtió a Franco con todo el petróleo que necesitó.
APOYO A LA REPÚBLICA
El gobierno Francés de León Blum ayudó a los republicanos de manera intermitente y
reducida por la presión de los británicos y franquistas. México mostró su apoyo hacia la
república, aunque su apoyo fue mínimo. La URSS por su parte, sí mostró un gran apoyo a
los republicanos. Ofreció aviones, carros de combate, las Brigadas Internacionales. Cabe
destacar que la república tuvo que pagar por adelantado, lo cual obligó a los republicanos a
darle a la URSS gran parte de las reservas de oro de España.
APOYO A FRANCO
El apoyo que recibió Franco fue más eficaz. Recibió apoyo de Italia por su ideología y por
motivos estratégicos, envió aviones, carros de combate y voluntarios, “flechas negras” y
“flechas azules”. Alemania sobre todo por motivos estratégicos ayudó enviando a la Legión
Cóndor, aviones y materiales bélicos y técnicos entre otros. También recibió ayuda de
Portugal, que contribuyó desde el punto de vista logístico y de abastecimiento, además de
ofrecer el apoyo de los “Viriatos”, unos voluntarios portugueses. Voluntarios irlandeses
también apoyaron a los nacionales.
COSTES y CONSECUENCIAS
Los tres años de esta guerra entre españoles fueron destructivos, más de medio millón
de fallecidos, millones de heridos y miles de exiliados, además de la disminución de las
tasas de nupcialidad y natalidad. Por no hablar de las secuelas psíquicas y morales
comentadas al principio y un duro periodo de postguerra.
Todo esto provocó: Mucha pobreza y hambruna, dando nombre a los años 40 como
“años del hambre”; Un estancamiento económico desde 1935 hasta principios de 1950.
Además, la victoria del bando nacional supuso una dictadura militar durante casi 40 años
que provocó la pérdida de libertades y la persecución de cualquier forma de crítica.