Nosferatu 014-015 011
Nosferatu 014-015 011
Nosferatu 014-015 011
Revista de cine
(Donostia Kultura)
Título:
Todos eran sus hijos: Ray Hanyhausen
Autor/es:
Torres, Sara
Citar como:
Torres, S. (1994). Todos eran sus hijos: Ray Hanyhausen. Nosferatu. Revista de
cine. (14):70-78.
Documento descargado de:
http://hdl.handle.net/10251/40891
Copyright:
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las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones de la Universitat Politècnica de
València.
Entidades colaboradoras:
La isla misteriosa
(Mysterious l sland,
1961 ),
de Cy Endfie/d
~.
1
[
!
.
~ Todos eran sus hijos:
Ray Harryhausen
Sara Torres
.....
E n la galaxia cinematográ-
fica, las primeras estre-
llas no del todo fugaces
que brillaron fueron los actores
de las películas en que partici-
pan. Pero se trata de una con-
quista reciente. Hace unas déca-
das, los nombres de Willis
Ray Harryhausen pertenece a la
mejor cosecha de comienzos de
los años veinte, como sus amigos
y colegas de entusiasmo por la
y actrices. Más tarde comenza- O'Brien o Ray Harryhausen sólo fantasía científica Ray Bradbury
ron a hacerse populares algunos eran conocidos por un puñado y Forrest J. Ackerrnan. Cuando
directores. Después le tocó el de aficionados fanáticos al me- tenía trece años vio una de las
tumo a los productores con ma- jor cine fantástico: ¡todavía en películas milagrosas de la histo-
yor carisma. Pero hubo que es- los títulos de Hace un millón de ria del cine, King-Kong (King-
perar algo más hasta que los ma- años (One Million Years B. C., Kong, Emest B. Schoedsack y
gos responsables de las ilusiones Don Chaffey, 1966) se denomi- Merian C. Cooper, 1933), pero
sorprendentes o terribles, los ge- na al responsable de los efectos en lugar de fijarse exclusiva-
niales artesanos creadores de los especiales con el pintoresco mente en los nombres de Fay
efectos especiales se convirtie- nombre de Harry Hausen, algo Wray o de Bruce Cabot buscó en
ran en figuras públicamente re- así como decir que el protago- el genérico al padre de la gran
conocidas por los espectadores. nista de Rambo (Rambo, Geor- criatura: Willis O'Brien. Y es
Hoy ya es algo aceptado que ge Pan Cosmatos, 1985) fue Sta] que los fantásticos paisajes y los
grandes hechiceros de los FX Lone! Sin embargo, pocos nom- seres imposibles de esa película
como Cario Rambaldi o Stan bres en la historia del cine mere- coincidían con su afición más
Winston merecen ser destacados cen ser recordados con mayor enraizada. Desde niño, Ray Ha-
en los títulos de crédito con le- afecto que el del fantástico in- rryhausen había disfrutado con
tras de no menor tamaño que el ventor de tantas criaturas mara- los dioramas y ya en el colegio
de los protagonistas o directores villosas. había realizado una curiosa ma-
queta tridimensional de la costa formaron los Lucas, Spielberg, fuesen tan costosas como hoy en
californiana. Le apasionaban los loe Dante, etc... dia...). Las ilusiones de ambos te-
decorados fantásticos y las cria- nían que ver con el cine: Brad-
turaS antediluvianas que el ojo Pues bien, en esa convención de bury aspiraba a escribir alguna
humano nunca pudo contem- Los Angeles Ray Harryhausen vez un gtrión que fuese repre-
plar, por lo que ver King-Kong conoció a otros dos muchachos sentado por Orson Welles y el
fue como efectuar una excursión que debían ser ya amigos y cóm- otro Ray deseaba realizar los
al país de sus anhelos. Por aque- plices suyos a lo largo de toda la mejores efectos especiales nllilca
lla época construyó también la vida: Ray Bradbury y Forrest J. vistos, sobre todo quería ser el
que debió ser su primera criatu- Ackerman. Intercambiaron sus padre del mejor dinosaurio cine-
ra: un terrible oso de las caver- inquietudes y decidieron apo- matográfico de todos los tiem-
nas compuesto a partir de un yarse mutuamente: Bradbury es- pos. Años después, ambos cum-
viejo abrigo de pieles de su ma- cribía, Harryhausen dibujaba y plieron en cierta forma sus aspi-
dre, sustentado por una armazón Forry Ackerman quería editar- raciones, porque Bradbury fue
de madera revestida de goma es- les a ambos y a todos los que guionista de Moby Dick (Moby
puma. Más tarde comenzó a per- fueran como ellos. En la primera Dick, John Huston, 1956) y es-
geñar esqueletos de dinosaurios revista que éste fundó, lmagina- cribió el comentario de Rey de
a partir de los que veía en los tion (precedente de su luego mí- Reyes (King of Kings, Nicholas
museos de Ciencias Naturales. tica Famous Monsters of Mons- Ray, 1961), películas en las que
No olvidemos que Harryhausen terland, se publicaron relatos de participó diciendo frases por él
había nacido en Los Angeles, en Bradbury con ilustraciones de escritas el inmenso W elles,
cuyos enormes depósitos de brea Harryhausen. Pero la amistad mientras que Harryhausen llevó
se encontraron en perfecto esta- entre los dos Ray iba más lejos: al mundo del celuloide los me-
do de conservación tantas bestias mantenían larguísimas conver- jores dinosaurios nllilca vistos...
y plantas prehistóricas ... saciones telefónicas comunicán-
dose sus proyectos (más tarde,
hasta Parque Jurásico (Jurassic
Park, Steven Spielberg, 1993).
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A los diecisiete años asistió a Harryhausen se ha felicitado pú- Y está claro que tampoco las L:r:J
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una convención de los pioneros blicamente de que por entonces criaturas de Spielberg hubieran
aficionados a la ciencia-ficción
que tuvo lugar en Los Angeles,
las conferencias telefónicas no sido posible sin el precedente
::2
California, su propia ciudad na- ;xp-
tal. En aquel final de los años
treinta, la ciencia-ficción era en :r:J
USA algo más que una moda li-
e ::2
teraria: algo así como LUla reli-
gión light juvenil y vanguardis- e ~
ta. D e ella surgieron algunos de e :)
·~
los grandes guionistas cinemato-
gráficos que trabajaron con los
Corroan, Hitchcock, etc... co-
mo Richard Matheson o Robert
Bloch, ambos pertenecientes a
lo que podríamos llamar la pri-
mera generación post-Lovecraft.
Buena parte del éxito popular
del cine americano y de su afian-
zamiento como arte a la medida
de los jóvenes se debe a la aten-
ción que dedicó desde sus co-
mienzos al género de la ciencia-
ficción, olímpicamente desdeña-
do por lo general en la "realista"
Europa. Y ello no por medio de
superproducciones de alto pre-
supuesto, sino principalmente a
través de modestas pero inge-
niosas piezas de la serie B y aun
de series televisivas en las que se Ray Harrylw usen
anterior de los hijos mtificiales Ray cursó las asignaturas de es- ron conversación y resultó que
de Harryhausen. Tal como en las cultura, fotografía y drama. Por la muchacha había trabajado
especies biológicas, también en- entonces flojeó en el estudio de como script en el mítico filme.
tre las especies cinematográficas la anatomía (luego llegaría a ser Conocía por tanto a Willis
hay una indudable evolución ... un auténtico especialista) pero O'Brien y se ofreció a presentár-
en cambio demostró excelentes selo, ofrecimiento que Ray no
Desde pequeño, como hemos di- dotes para la interpretación dra- podía desaprovechar. El encuen-
cho, Harryhausen se interesó por mática, hasta el punto de que se tro debió ser extraordinaliarnen-
el dibujo y los seres fantásticos. pensó en él como un futuro gran te cordial porque Han-yhausen,
Sus padres, Fred y Martha, apo- actor. Sin embargo sólo muchos que como toda persona decente
yaron todo lo posible su voca- años más tarde utilizaría sus re- es hombre de lealtades, ha guar-
ción, por medio de una buena cursos interpretativos y de modo dado toda su vida una auténtica
formación cinematográfica (de muy breve, en su discreta apari- veneración por este maestro de
la que no podían estar ausentes ción-homenaje en la pelíc ula la animac ión cinematográfica
j oyas tan de s u gusto como Espías como nosotros (Spies (cuya existencia personal estuvo
Metrópolis /Metropolis, Fritz Like Us, 1985) de John Landis. marcada por tenibles tragedias
Lang, 1926, o El mundo per- familiares): el libro prologado
dido{The Lost World, Harry O. En la doble banda sonora del por Ray Bradbury en el que el
Hoyt, 1925, con efectos espe- laser-disc de Jasón y los Argo- otro Ray cuenta película a pelí-
ciales de Willis O'Biien, basada nautas (Jasmz and the Argo- cula cómo hizo todos sus traba-
en la novela de Conan Doyle y natas, Don Chaffey, 1963), el jos viene encabezado por una
anterior en ocho años a King- propio Harryhausen cuen ta gran fotografía del viejo Willis
Kong), visitas frecuentes a mu- cómo cierto día se encontró con O'Brien acompañada de una ca-
seos y matriculándole en "Los una chica que estaba leyendo un riñosa dedicatoria de su agrade-
Angeles City College", donde libro sobre King-Kong. Traba- c ido discípulo. ¿Discípulo? Lo
fue HatTyhausen, desde luego,
pero en el sentido en que Leo-
nardo o Rafael pueden ser consi-
derados corno "discípulos" de
G iotto: es decir, corno quien
ry aprovecha el punto de partida
magistral que se le ofrece para
llevar un movimiento artístico a
su más alta cima.
S~
que las patas de un estegosaurio las escenas de los dinosaurios combate entre un triceratops y ·~
tentativo que había fabricado fueron las que con más fuerza un tiranosaurio, peterodáctilos,
''parecían salchichas". Harry- captaron la atención de Ha- brontosauri.os y una estampida
hausen tuvo también sin embar- rryhausen: ya hemos dicho que de dinosaurios provocada por
go otros maestros: en 1940 co- era hombre de irreductibles fi- una erupción volcánica, que aca-
noció en Hollywood a George delidades. Pero de nuevo se ha- ban achichaJTados entre la lava y
Pal, el estupendo animador que bían de cruzar los dibujos ani- que fue considerado en su día
m ás tarde produciría pelícu- mados en su camino, porque excesivamente brutal por los po-
las tan permanentemente reco- mientras trabajaba con ahínco litically corree! del momento,
mendables como La guerra de en su "Evolution" asistió a la que ya los empezaba a haber.
los mundos (The War of the proyección de Fantasía (Fanta- Pero también aparece por pri-
Worlds, Byron Haskin, 1953) o sia, Ben Shardsteen, 1940) de mera vez la tierna escena del na-
Cuando los mundos chocan Walt Disney. Allí encontró, cimiento de un dinosaurio rom-
(When Worlds Collide, Rudolph acompañada de la música de "La piendo la prisión de su huevo,
Maté, 1951 ). Sería George Pal consagración de la primavera" que recibe su debido homenaje
quien proporcionaría a Ha- de Stravinsk y, la realización con en el admirable Parque Jurási-
rryhausen sus primeras ocasio- dibujos animados de lo que él co de Spielberg.
nes de trabajar remuneradamen- quería hacer con sus maquetas y
te en lo que le gustaba, al incor- una buena realización además, Pero antes de todo eso tuvo lu-
porarle a su serie televisiva de por lo que abandonó su proyec- gar otro combate entre titanes,
esta vez no prehistóricos sino ne la oportunidad que andaba de los cuales es el can1peón Pri-
pero que muy históricos: la Se- buscando, de manos de su amigo mo Camera, la destrucción de la
gunda Guerra Mundial. Ha- y maestro Willis O'Brien: los sala por la enonne bestia humi-
rryhausen cumplió sus deberes efectos especiales de la película llada, el combate con los leones,
militares en la annada america- El gran gorila, una secuela más etc ... están realizadas con autén-
na y allí conoció a otro de esos bien light de King-Kong reali- tica maesttía, aunque aquí y allá
amigos cuya fidelidad debía zada por el mismo equipo de la el oj o muy atento y sobre todo la
acompañarle durante muchos obra maestra original: el pro- moviola puedan captar algún in-
años: el productor Charles H. ductor Merian C. Cooper, el di- evitable fallo.
Schneer, con quien colaboró en rector Emest B . Schoedsack e
una serie de documentales de incluso el actor Robert Arms- Hasta aquí Harryhausen no ha-
animación para el entrenamien- trong, que seguía siendo aquí bía hecho sino trabajar a la som-
to de las tropas. Esa colabora- también un promotor artístico bra de George Pal, primero, y de
ción debía perpetuarse a lo largo con pocos escrúpulos aw1que a Willis O'Brien después. Pero en
de más de veinte años y en pelí- fin de cuentas de buen corazón. 1953 despega por fin con alas
culas de signo muy diferente... Este filme, de tono frecuente- propias, volando además en
Acabada la contienda, Ha- mente humorístico y a veces un compañía de uno de sus mejores
rryhausen aprovechó para viajar poco sensiblero atmque siempre amigos: Ray Bradbury. De los
por el mundo antes de regresar a digno, es la coronación del stop- varios rel atos protagonizados
su natal California. Visitó luga- motion a la manera de Willis por dinosaurios que ha escrito
res exóticos como las ruinas ma- O'Brien, antes de que fuese per- este autor, hay uno particular-
yas de Chichen-ltza, en Yucatán, feccionado por Harryhausen. mente emocionante que narra el
una de esas concentraciones de Los movimientos del gorila fi.te- encuentro del último dinosaurio
viejos edificios ciclópeos que ron estudiados a base de nume- con un faro solitario, cuya sirena
luego aparecerán en los decora- rosas fotografías tomadas del en la niebla toma por una llama-
dos de algunas de sus películas. más grande de estos antropoides da de apareamiento. Bradbury
que podía contemplarse en e l logra dar en este breve cuento
De vuelta en Hollywood, Ha- zoológico de Chicago. Las esce- una impresión desolada y desga-
rryhausen realiza sus últimos nas del enfrentamiento en el tea- rradora que puede convertirse
cuentos animados para televi- tro en una espectacular sogatira en metáfora de la ambigua rela-
sión hasta que finalmente obtie- con los diez forzudos, el último ción de miedo y deseo que vin-
cula al hombre moderno con la distinguen entre el alosaurio de lo que deberían meditar quienes e ~
1
técnica. Los productores se inte- The VaUey of Gwa ngi (James piensan que el éxito de las pelí- t::r:j
e·~
resaron por llevar el cuento a la O'Connelly, 1969) y un tirano- culas americanas se basa siempre
pantalla, aunque en el trayecto saurio o entre el estyracosauro en la sobreabundancia de medios
perdió sutilezas metafisicas y de la misma película y un trice-
~
económicos). Por lo demás, I t
ganó los sobresaltos de un reJa-
to de aventuras. La película se
ratops, Harryhausen siempre ha
sido muy cuidadoso respecto al
Carne from Ben eath the Sea es
un trabajo excelente: el pulpo
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llamó El monstruo de tiem- tipo exacto de animal cuya ma- está cuidadísimo tanto en moví- ~j
pos remotos (The Beast fi"om queta realizaba. Sin embargo, en mientes como hasta en la visco-
20.000 Fathoms, Eugene Lou- El monstruo de tiempos remo- sidad de su piel, lograda gracias e ~
rié, 1953) y en ella Harryhausen tos, prefirió inventarse un dino- a un revestimiento de glicerina, e ~
patentó su propio sistema de o en las turbulencias acuáticas
animación, llamado Dynama-
saurio distinto a todos los cono-
ciclos en paleontología, para que que produce a su alrededor, for-
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tion, que fue perfeccionando ello aumentase la sensación de madas merced a la utilización ·~
película tras película: consistía alarma en los espectadores. de espuma sintética. Como el
en la proyección frontal en una También tuvo que tomarse algu- "sexópodo" ataca San Francisco,
pantalla blanca de la película to- nas libertades en su siguiente pe- no podía dejar de enfrentarse
mada a las maquetas animadas, lícula, It Carne ft·om Beneath con el famoso Golden Gate;
frente a la cual actuaban los ac- the Sea (Robert Gordon, 1955), pero las autoridades de la ciudad
tores humanos. La superposi- para la que inventó uno de sus no estaban dispuestas a que su
ción final de ambos planos per- mejores monstruos pero algo emblemático puente fuera des-
mitía una interacción de actores irregular: se trata de un pulpo truido ni siquiera en una ficción
y maquetas más perfecta que gigante con sólo seis tentáculos cinematográfica, de modo que
todo lo logrado hasta entonces. en lugar de los ocho reglamenta- no pudieron hacerse tomas rea-
Algunas escenas, como la des- rios que posee cualquier octópo- les y hubo que sustituirlo total-
trucción p1imera del faro por el do que se respete. Este "sexópo- mente por una maqueta.
dinosaurio y las últimas en la do" tenía gracias a su limitación
montaña rusa del par que de menos problemas de animación, It Carne from Beneath the Sea
atracciones están particularmen- lo que abreviaba el tiempo de supuso el reencuentro de Ray
te conseguidas. rodaje y abarataba su costo (no con su ex-compañero de "mili"
olvidemos que las películas de Charles H. Schneer y con la pro-
A diferencia de algunos de sus Harryhausen tuvieron casi siem- ductora Columbia Pictures, con
comentadores y criticos, que no pre presupuestos muy modestos, quienes colaboraría en las si-
guientes dos décadas. Su próxi- mente en España) y Simbad y la ción italiana, especialmente sus
ma tarea conjunta fue E a r th princesa (The Seventh Voyage escenas en Roma: el Ymir pelea
vers us the F lyi ng Sa ucers of Simbad, Nathan Juran , contra la adversidad en el tem-
(Fred F. Sears, 1956), la única 1958). En ambos casos tuvo el plo de Satumo, derrota a un ele-
ocasión en la carrera de Ha- apoyo de otro colaborador ex- fante ante la pue1ia de la Galería
nyhausen en que hizo una pelí- cepcional: el di rector Nathan Borghese y perece en lo alto de
cula "sin m onstruos" (los robots Juran, uno de esos excelentes ar- las m inas del Coliseo, en un fi-
alienígenas son hombres enfun- tesanos capaz de hacer con pri- nal que no puede no recordar el
dados en escafandras especiales). mor lo mismo una serie B fan- memorable de King-Kong.
Pero en cambio los platillos vo- tástica que un western. En la pri-
lantes que animó en el filme son mera de las dos, una nave de ex- Si alguna película ha captado de
tan perfectos que se les puede to- ploración espacial regresa de su veras la magia de Las Mil y una
mar por naves lo suficientemen- viaje interplanetario con un solo Noches , ésa es Simba d y la
te enormes como para derribar superviviente humano y un ser princesa. Reúne un excelente
el Capitolio, cuando en realidad de otro planeta, al principio di- argumento, un ma!,rnífico ritmo
son pequeñas maquetas de doce minuto pero que irá creciendo narrativo, criaturas terribles y
pulgadas. El realismo de esta pe- hasta convertirse en un peligro- grotescas, viajes, exotismo y ro-
lícula contribuyó a ensanchar la so gigante. El argumento tiene mance. Abunda en trozos anto-
obsesión por los platillos volan- similitudes con el de otras pelí- lógicos, como los enfrentamien-
tes que se apoderó del mundo culas del mismo género coetá- tos con el Cíclope (sin duda el
entero a poco de finalizar la Se- neas o posteriores, como El ex- "hijo" de Harryhausen que ha
gunda Guerra Mtmdial y que perim ento del doctor Q uater- llegado a hacerse más popular
mereció hasta un curioso estudio m ass (The Quatermass Experi- entre los aficionados) o el duelo
psicoanalítico de Carl Gustav ment, Val Guest, 1955) o Alien, entre Simbad y el esqueleto,
Jtmg. el octavo pasajer o (Afien, Rid- momentos en que el sistema de
ley Scott, 1979), pero la perso- Dynamation alcanza por fin su
A finales de la década de los cin- nalidad del Y mir creado por Ha- maymia de edad. El malvado de
cuenta, la edad de oro de cierto rryhausen resiste todas las com- la película, un ambicioso mago
tipo de cine fantástico, Ha- paraciones. Es una fiera con algo llamado Sokurah, fue interpre-
rryhausen efectuó la animación de lagarto y bastante de gárgola, tado por tm actor inglés amigo
de dos de sus películas más con- a la vez agresivo cuando se le de Harryhausen: Torin Thatcher,
seguidas bajo todos los aspectos: hostiga pero también desvalido que logró componer uno de los
20 M illion Miles to Earth (Na- en el mundo extraño al que ha grandes villanos de la historia
than Juran, 1957) (increíble- venido a parar. Otro de los atrac- del cine. Aunque sin duda el
mente no estrenada comercial- tivos del filme es su ambienta- apellido "Thatcher" ha quedado
ríos con los que todos nos hemos aumentadas: nadie puede dudar un pequeño dinosaurio al que si-
llegado a familiarizar años des- que son mucho más "reales" guen los protagonistas recibe
pués. como dinosaurios los bichos de también su correspondiente ho-
Ray que los tristes lagartos de la menaje en Parque Jurásico.
Hanyhausen animó también dos madrastra Naturaleza. Ante el
películas basadas en la mitología pterodáctilo de Hanyhausen que Cuando Gwangi es por fin des-
griega, Jasón y los argonautas decide alimentar a sus crías con truido, el niño al que ha perse-
y Furia de titanes (Clash ofthe solomillo de Raquel Welch (que guido no puede contener las lá-
Titans, Desmond Davis, 1980), sin duda no es mal bocado) o el grimas: sin saberlo asiste no sólo
que pueden considerarse como clásico duelo entre el triceratops al final de la gran bestia primi-
los peplums con monstruos más y el tiranosaurio (solventado he- genia sino también al de toda
divertidos que jamás se realiza- terodoxamente con la victoria una época de dinosaurios "estilo
ron ... aunque los efectos del del primero), hay que reconocer Harryhausen". No seré yo quien
maestro sean lo más logrado de que el maestro por fin logró su piense que el gran mago de la
un conjunto en el que lo demás deseo de construir los mejores animación no tiene dignísimos y
no está a la misma altura. Pero dinosaurios nunca vistos en la apasionantes continuadores, que
algunos momentos, como el de pantalla hasta esa fecha. Sin em- cuentan sin duda con más sofis-
las Arpías que roban la comida bargo años después ( 1969) se es- ticados recursos tecnológicos
al ciego pueden ser menciona- trenó otra simpática producción pero no merecen reproche por
dos entre lo más conseguido que que es mucho mejor como pelí- ello pues ¿hay algo mejor que
Hanyhausen haya hecho nunca. cula y que merece más conside- poner la tecnología al servicio
Pero por supuesto Ray nunca ol- ración de la que ha recibido en de la imaginación? Sin embar-
vidó su primer y gran amor: los la historia del fantástico: The go, cuando visité hace un par de
dinosaurios. En 1966 construyó Valley of Gwangi. Se trata de años en el Moving Image Mu-
las bestias prehistóricas de Hace un viejo proyecto de Willis seum de Londres la exposición
un millón de años, una película O'Brien, en el que se mezcla la de maquetas de Ray Han·yhau-
rodada en Lanzarote con un película de monstruos con el sen, esos pequeños juguetes algo
guión puramente gutural bastan- western y un estupendo alosau- despeluchados, a veces rotos,
te lelo y con una Raquel Welch rio siembra el terror en una pla- conmovedoramente frágiles,
entre cuyos patentes encantos no za de toros antes de ir a perecer... sentí nostalgia y agradecimien-
figura el de parecer razonable- en el interior de la catedral de to. Son las reliquias del talento y
mente antediluviana. Este filme Cuenca. Por cierto que la prime- el talento y la fantasía, por mu-
mezcla maquetas de Hanyhau- ra aparición de Gwangi, el aJo- cho que se perfeccione la técni-
sen con auténticas iguanas muy saurio, capturando vorazmente ca, nunca pueden pasar de moda.