Violinista en El Tejado - 50 Años en La Gran Pantalla

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EL VIOLINISTA EN LA GRAN PANTALLA

50 AÑOS SIN DESCUIDAR EL EQUILIBRIO

por Miguel Korytnicki

Obtuvo, entre otros premios y nominaciones,


el Oscar a la mejor fotografía, mejor banda
El Violinista en el Tejado fue estrenada en sonora y mejor sonido, siendo también
cines el 3 de noviembre de 1971 por United nominada en las categorías de mejor película,
Artists con gran éxito comercial y de director, actor (Topol), actor secundario
público. Los críticos elogiaron tanto la (Leonard Frey) y dirección artística.
dirección de Jewison, el guión, como también
las actuaciones del elenco – particularmente la
de Topol en el papel de Tevye. Recaudó más Fue galardonada con los Globos de Oro a la
de U$D 40 millones en ese año, convirtiéndose mejor película y mejor actor (Topol), habiendo
en la película más taquillera de 1971, sito candidata al mejor director y mejor actor
superando a Contacto en Francia, Verano del secundario (Paul Mann). Topol obtuvo
42, Los Diamantes son Eternos, y Harry el también el David de Donatello al mejor actor
Sucio. extranjero por su impactante interpretación.
En el otoño de 1960, el letrista Sheldon sentimiento y el tono del material original, sin
Harnick había recibido una copia de la novela prescindir del ingenio y el humor.
de Sholem Aleijem "Estrellas Errantes", que
trataba sobre un grupo de teatro ambulante
“No teníamos idea de lo que sucedería con este
idish en Europa del Este, y luego de su lectura
pensó que podría ser la base de una buena proyecto. Lo que tenía de especial era nuestra
comedia musical. Lo mismo opinó el conexión personal y familiar con la esencia del
compositor Jerry Bock – su antiguo y habitual contenido". Así se expresó Jerry Bock antes de
colaborador - con quien habían escrito y proponerle a Harold Prince que produjera el
musicalizado “Fiorello!”, ganadora de los espectáculo.
premios Pulitzer y Tony ese mismo año.
Ambos conformaban un destacado equipo del
teatro musical de la década de 1960 y la “Es maravilloso, pero no puedo hacerlo
temática de sus obras se centraba porque soy un judío alemán y no entiendo este
principalmente en la gente común y en la forma comportamiento social y no creo que pueda
que se enfrentaban la desgracia. ponerlo en el escenario” – manifestó Prince
inicialmente, aunque luego cambió de opinión.

Cuando llevaron la idea al dramaturgo Joseph Sugirió que el coreógrafo y director Jerome
Stein, el mismo opinó que tal vez la historia Robbins – nacido Jerome Rabinowitz en
fuera demasiado extensa y que involucrara a un Nueva York e hijo de inmigrantes ruso-judíos
elenco demasiado numeroso. Lejos de - se involucrara "para darle universalidad a la
desalentarlos, les propuso utilizar los cuentos propuesta, más allá de una audiencia
cortos de Tevye el Lechero del mismo autor, encapsulada”. En la comunidad artística,
con los que estaba bien familiarizado, ya que Robbins tenía una reputación de sólida
su padre se los había leído en idish cuando determinación e imaginación desinhibida que
Stein era niño. sobrepasaba los límites de las convenciones y
la ortodoxia, lo que sumado a su exigencia y
afán de perfeccionismo resultó en un
Los tres hombres relataron posteriormente que invalorable aporte al éxito del proyecto.
cuanto más leían las historias, más
emocionados se sentían. En marzo de 1961 La “tradición” no existía en los primeros
tuvieron la primera reunión formal para borradores, y cuando Robbins preguntó de que
discutir seriamente la posibilidad de adaptar se trataba la obra, recibió como respuesta que
las mismas al formato escénico. Seleccionaron giraba en torno a un lechero y sus cinco hijas.
tres monólogos aislados en los que Tevye “No, eso no le da atractivo ni poder a la
relata las aventuras románticas de sus hijas y historia”, replicó. Cuando Bock y Harnick
fijaron un primer objetivo: que fueran la base replicaron que todo giraba en torno a la
para una pieza teatral sobre los males de los búsqueda del balanceo entre la disolución de
prejuicios y la importancia de mantener una una forma de vida y la tradición, el argumento
vida comunitaria cálida y solidaria a pesar de convenció inmediatamente al equipo y
una opresión severa. Y que el relato dramático potenció el objetivo del proyecto.
conservara en lo posible el profundo
El Violinista, pintura de Jaime Kleist

Un violinista en el tejado… Suena loco, no?


Pero aquí en nuestro pequeño pueblo de Anatevka, podríamos
decir que todos somos como violinistas en el tejado,
tratando de arrancar de nuestro instrumento
melodías agradables, sin caer y rompernos el cuello.
No es nada fácil.
Ahora, ustedes se preguntarán…
¿Por qué quedarse allá arriba, si es tan complicado?
Nos quedamos porque Anatevka es nuestro hogar.
¿Y cómo mantenemos el equilibrio?
Eso se los puedo decir en una palabra.
¡Tradición!

El título de la obra se inspiró en una pintura de parcialmente – por inmigrantes judíos de


Marc Chagall, un pintor conocido por su primera y segunda generación y éste no fue la
interpretación de las dificultades y la excepción, pero prácticamente ninguno de
conmoción de la vida judía. Esta pintura - que ellos había tenido temas o personajes
representa a un violinista de ojos ovalados reconociblemente judíos.
aparentemente colgando en el espacio sobre
los techos de una aldea campesina - también
tuvo una gran influencia en el diseño de la Después de décadas de paulatina asimilación y
escenografía de Boris Aronson para la tras el trauma aún fresco del Holocausto, a
producción original. mediados de los años sesenta los judíos
estadounidenses se sentían más seguros en la
Casi todos los musicales de Broadway en su vida cívica y cultural de su nación y la
época dorada fueron escritos – total o nostalgia les facilitaba volver a visitar sus
raíces. Y qué mejor manera que hacerlo a Unidos. Tres años más tarde se llegaría a los 35
través del entretenimiento, tanto dentro de su millones de personas en 32 países diferentes.
propia comunidad como en un marco más
amplio.
El rodaje principal se realizó en Inglaterra y la
mayoría de las tomas exteriores fueron hechas
No sería hasta el 22 de setiembre de 1964 que en Lekenik, en la actual Croacia, donde se
se ofrecería un retrato completo de la reprodujo la ficticia aldea de Anatevka. La
experiencia judía en el escenario, y esto se autenticidad de la ubicación permitió la
plasmó con el estreno del Violinista en el filmación en casas, callejuelas y paisajes tal
Tejado, una obra de transición a la vez de ser como estaban, sin necesidad de envejecerlos
el último de los musicales “clásicos” y que se para recrear el ambiente de Ucrania de fines del
transformó en una de las historias más exitosas siglo XIX. El director de fotografía Oswald
y duraderas de Broadway, luego de una serie Morris quería que la película conservara una
ininterrumpida de 3.242 representaciones tonalidad “terrosa”, para poder comunicar
hasta el año 1972. mejor el color y la percepción de la tierra, así
que colocó una media de nylon sobre el lente
de la cámara en todas las tomas.
El guión final fue dedicado "a nuestros
padres". Prince dijo más tarde que el musical
fue "claramente concebido" por Stein, Bock y Orson Welles, Anthony Quinn y Marlon
Harnick "como una especie de San Valentín Brando fueron algunos de los muchos actores
para sus abuelos". que rechazaron el papel de Tevye, el principal
protagonista. Frank Sinatra, Walter Matthau y
Danny Kaye, a través de sus representantes,
Robbins y sus colaboradores convirtieron las
también mostraron interés en el mismo.
historias de Tevye en una propuesta amigable
para el público, con un libreto sensibilizador,
una partitura excepcional y una coreografía Una de las creaciones más originales de
superlativa que logró traducir las costumbres Sholem Aleijem y posiblemente el personaje
provinciales del “shtetl” al lenguaje idealizado literario judío más popular desde la Biblia,
del escenario y que – inevitablemente – Tevye fue creado por su autor a mediados de la
emprendería el esperado camino a la gran última década del siglo XIX a la imagen liberal
pantalla cuando la obra aún permanecía en de la época. Su intención era mostrar hasta
cartelera, trascendiendo culturas y dónde podía ceder un judío tradicionalista para
generaciones y alcanzando un éxito sin adaptarse a los cambios en todos sus matices,
precedentes. en especial en un momento de gran
incertidumbre para las comunidades europeas.
El director y productor canadiense Norman
Jewison asistió a esta representación teatral A lo largo de la película Tevye habla con Dios
sin imaginar que cinco años después le y directamente con los espectadores,
ofrecerían dirigir la adaptación rompiendo la “cuarta pared” e involucrando al
cinematográfica. público con lo que sucede en el escenario. En
estos monólogos Tevye reflexiona sobre la
tradición, las dificultades de ser pobre, el
En julio de 1968 fueron adquiridos los
constante temor de los habitantes de Anatevka
derechos para llevar al cine la obra musical,
al hostigamiento de sus vecinos no judíos y a
que para entonces había sido vista por 5
la importancia de la familia.
millones de espectadores tan sólo en Estados
Un hombre bondadoso que cita tribulaciones de sus propios antepasados
constantemente las Escrituras ya sea fielmente recientes y reconstruir con mayor o menor
o de acuerdo a su impronta, Tevye observa grado de probabilidad su particular origen
impotente cómo sus hijas eligen maridos que histórico europeo.
representan las corrientes más poderosas de la
modernidad: un agitador socialista, un
Muchos seguidores de la obra de Broadway se
humanista gentil, un humilde sastre. Es su
mostraron molestos por el hecho de que Zero
mundo secular, no el basado en la fe, el que
Mostel, que había interpretado a Tevye en los
sobrevivirá a la confusión y persecución que la
escenarios teatrales, no fuera elegido para
historia tiene reservada para estos personajes y
protagonizar la película. Es cierto que el
sus contrapartes de la vida real por igual.
mismo tuvo ásperas discusiones con Robbins
debido a sus reiteradas improvisaciones fuera
De hecho, esta relación dialéctica compleja del libreto, pero la decisión corrió por cuenta
entre lo viejo y lo nuevo ha estado en el de Jewison.
corazón de la memoria colectiva judía durante
no poco tiempo. Y por supuesto, la imagen del
Si bien había visto actuar a Topol - de tan sólo
shtetl en la memoria judía moderna es en sí
36 años - en la película “Sallah” (nominada al
misma una singular construcción literaria, uno
Oscar en 1964 como mejor film extranjero),
de los grandes inventos de la literatura idish, ya
decidió elegir al actor israelí impactado por su
sea representado como un paisaje simbólico o
caracterización de Tevye en la producción
como un paraíso perdido. Es tan expresivo y
teatral londinense.
reactivo como los judíos que lo habitaron.

"Sentía que Tevye debía ser interpretado por


El destino de Tevye y su familia ha llegado a
alguien que en sus propios antecedentes, en su
servir a muchos para redibujar las probables
corazón y alma, perteneciera a la primera o
segunda generación de judíos rusos, o tan palabras de Elie Wiesel: “lo opuesto al amor
cercano a lo mismos que pudiera sentirse no es el odio, es la indiferencia”.
como uno de ellos, ya que Sholem
Aleijem escribió acerca de un grupo de
Y el Violinista en el Tejado sigue y seguirá
personas muy concreto. Este sentimiento me
siendo un fabuloso antídoto contra la apatía y
condujo al área de un actor europeo. No
la intolerancia, tanto en su primitiva e
quería que tuviera que retroceder más allá de
inspiradora versión de 1939 con Maurice
su propio padre, tanto desde el punto de vista
Schwartz, en la central y clásica de 1971 con
étnico como emocional", manifestó Jewison,
Topol, en la remake en curso, o en todas las
quien a pesar de su apellido no es judío.
que con certeza vendrán en el futuro y serán
compartidas con las nuevas generaciones.
Cincuenta años han pasado ya, y –
simultáneamente con el anuncio de MGM de
Por todas ellas, Lejaim!
estar preparando una nueva producción del
film como un “brindis a la vida” en estos
difíciles tiempos – bien vale recordar las
NOTAS ACCESORIAS

1. El SHTETL
2. SHOLEM ALEIJEM

El SHTETL

Con este término se identifica comúnmente al pequeño pueblo de Europa del Este anterior a la
Segunda Guerra Mundial, con una importante población judía de habla idish. Fue básicamente un
tipo de asentamiento definido por una comunidad compacta, diferenciada de sus vecinos campesinos
- en su mayoría gentiles - por religión, ocupación, idioma y cultura.

Cada uno era parte de un sistema económico local y regional que abarcaba otros shtetlej y ciudades
provinciales, que a pesar de su diversidad eran muy diferentes de los tipos anteriores
de asentamientos de la diáspora judía en Babilonia, Francia, España o Italia. En esos otros países, los
judíos habían vivido dispersos entre la población general o, por el contrario, habitaban una sección
específica de la ciudad o una calle judía. Raramente formaban una mayoría. Sin embargo, en los
shtetlej - donde a veces constituían el 80% de la población que oscilaba entre varios cientos y algunos
miles de habitantes - los judíos ocuparon la mayor parte del pueblo, especialmente las calles
agrupadas alrededor del mercado central. Los menos privilegiados vivían alejados del centro y a
menudo se concentraban en las calles periféricas, para estar más cerca de la tierra que cultivaban.

Si bien sería un gran error ver al shtetl como un universo exclusivamente judío, la cultura idish reforzó
un profundo sentido de diferencia psicológica y religiosa de los no judíos. Repleto de alusiones a la
tradición y a los textos religiosos, acuñó un verdadero tesoro de expresiones idiomáticas y dichos que
reflejaban un fenómeno popular vibrante, inseparable de la fe que cultivaban.

El shtetl también estuvo marcado por una diversidad ocupacional, lo que contribuyó a su vitalidad
social y cultural, conduciendo también a no pocos conflictos de clase y divisiones a menudo
dolorosas.

El idioma idish distingue entre un shtetl (un pueblo), un shtetele (un pequeño pueblo), un shtot (una
ciudad), un dorf (aldea) y un yishuv (un pequeño asentamiento rural). Al definir un shtetl se recurría
a una regla elemental: debía ser capaz de soportar el funcionamiento de la red básica de instituciones
esenciales para la vida comunitaria judía: al menos una sinagoga, una casa de baños rituales,
cementerio, escuelas y un marco de asociaciones voluntarias que realizaran funciones religiosas y
laicas básicas.

Desde mediados del siglo XIX, el shtetl se convirtió también en una construcción cultural y
literaria. Este "shtetl imaginado", a diferencia del "shtetl real", era a menudo exclusivamente judío,
una comunidad de vecinos interconectados y conocidos entre sí que vivía en el espacio y el tiempo
comunitario y que conservaba la vida en un marco tradicional. En la literatura y en el discurso político
y cultural provocó muchas reacciones diferentes que iban desde la parodia y el menosprecio hasta los
elogios al supuesto bastión de idishkait puro, jaqueado permanentemente por los dilemas y traumas
de la modernidad, la revolución y la catástrofe.

Si bien los primeros shtetlej se originaron en Polonia en 1569, el gran pico de su desarrollo se produjo
después de la década de 1650, coincidiendo con un importante aumento demográfico de la judería
local. Con el colapso de la Mancomunidad Polaca a fines del siglo XVIII, la comunidad judía más
grande del mundo pasó a estar bajo el dominio ruso, prusiano y austríaco. La política rusa de la época
oscilaba entre absorber a los judíos a través de la asimilación o frenar sus contactos con la población
nativa. En 1791, Catalina II estableció la Zona de Residencia, que limitó la radicación de la
comunidad judía de Rusia exclusivamente en el territorio de las antiguas provincias polacas. En
vísperas de la Primera Guerra Mundial, cerca del 94 por ciento de los judíos rusos - unos 5 millones
de personas - seguía viviendo allí.

El shtetl se vio debilitado por la emigración de 2 millones de sus pobladores empobrecidos a finales
del siglo XIX y principios del XX, en el trascurso de la Primera Guerra Mundial y a causa de las olas
de pogroms que asolaron Ucrania en 1905 y en 1918-1921. Sin embargo, fue el Holocausto el que
finalmente lo destruyó, perpetuando sin embargo su imagen idílica en la conciencia comunitaria
contemporánea.

Para muchos judíos norteamericanos, la mayoría de los cuales son descendientes de ashkenazíes de
Europa del Este, el shtetl es el mojón que marca su mítico punto de origen: una cultura simple y
realista, guiada por una colorida combinación de religión, tradiciones y sabiduría popular.
SHOLEM ALEIJEM

Nació como Sholem Rabinowitz el 2 de marzo de 1859 en la ciudad ucraniana de Pereyaslav en una
familia de comerciantes de clase media. Pasó una infancia feliz en Voronkov, impregnada de
impresiones y experiencias que luego utilizaría artísticamente, fusionando los recuerdos de su
pequeña aldea en el arquetipo del shtetl literario.

La muerte de su madre y la pérdida del patrimonio familiar truncaron el idilio de la niñez, y tras una
breve estadía con sus abuelos volvió a vivir con su padre y su madrastra. Aunque la familia tenía
antecedentes jasídicos y Sholem recibió una educación tradicional, su padre Nójem – partidario de
la Haskalá – lo animó a aprender ruso y leer libros seculares.

Su carrera como escritor comenzó a principios de la década de 1880 cuando la palabra pogrom fue
acuñada para describir los ataques a los judíos de Rusia occidental. Éstos y las leyes restrictivas que
siguieron con posterioridad a los mismos provocaron la emigración de judíos desplazados de sus
pueblos y ciudades de residencia. A medida que esta dislocación destrozó vidas, también inspiró un
despertar cultural entre los judíos, así como el surgimiento de una corriente de literatura en idish.

Al igual que sus contemporáneos Mendele Mojer-Sforim e I.L.Peretz, Sholem Aleijem escribió
originalmente en hebreo, idioma que los maskilim – defensores de la ilustración judía – entendían
como apropiado para la alta y erudita sociedad judía, siendo más sofisticado y menos popular que
el idish. De hecho, cuando Sholem Rabinovitz publicó su primera historia en idish en 1883 utilizó
el seudónimo de Sholem Aleijem para despistar a su padre, ya que supuso estaría molesto por ello.

Fue el punto de partida de su enorme y valiosa producción literaria, publicando varias historias que
completaron 40 volúmenes, así como la serie de Die Yiddische Volksbibliothek (La Biblioteca
Popular Idish).

Sholem Aleijem fue elogiado por los críticos por su capacidad para crear "risas a través de las
lágrimas". El elemento más destacado de la visión cómica judía de Europa del Este fue su capacidad
para aplicar el humor a las situaciones dramáticas más diversas, posibilitando que una visión general
del tema trascendiera el paso del tiempo.

En su prosa combinó los tres enfoques principales del humor judío identificados por Elliott Oring:
el trascendental, el defensivo y el patológico. El trascendental busca definir el humor como una
respuesta a las condiciones a menudo desagradables de la vida judía en Europa del Este, ayudando
al pueblo a sobrellevar las cargas que se le imponen y consolarlo en su sufrimiento.El defensivo -
que hace foco en la autocrítica y la burla de sí mismos, prescindiendo muchas veces del entorno -
ve el humor como una estrategia social preventiva. El patológico se ajusta más a la hostilidad y la
agresión que Freud encuentra en la raíz de todo humor.

En 1890 sufrió grandes reveses económicos y emigró a París, luego a Viena y más tarde a
Czernowitz. En 1893 se estableció en Kiev, donde escribió las primeras historias de Tevye el
Lechero y Menajem Mendl.

En 1903, finalmente, pudo mantenerse exclusivamente de los ingresos provenientes de sus obras.
Sin embargo, la estabilidad no duró mucho. La propia Kiev fue azotada por un pogrom en 1905 y
ya le fue imposible residir y escribir allí. Él y su familia iniciaron el viaje que un millón de judíos
rusos ya habían hecho desde 1880. Partieron hacia América, dejando al resto de su familia en
Ginebra.

Sin embargo – y a pesar de ser calurosamente recibido por la comunidad neoyorquina - pronto
descubrió que no podía mantener a esta familia dividida con sus muy bajos ingresos. La mayoría
de sus obras habían sido pirateadas y muchos de sus lectores las leían en publicaciones que no le
reportaban regalías. Retornó a Europa en 1908, donde emprendió una extensa gira de conferencias
por pueblos y ciudades de Polonia y Rusia, durante la cual contrajo una importante enfermedad
pulmonar, no afectando sin embargo su voluntad de seguir escribiendo.

Sus seguidores, alarmados por su precario estado de salud, recaudaron fondos para ayudar a la
familia. Cuando se declaró la Primera Guerra Mundial, fueron desplazados a Copenhague, sin
ningún otro lugar al que acudir, excepto Estados Unidos. Zarparon rumbo a Estados Unidos en
noviembre de 1914, dejando atrás a su hijo Misha, que padecía un avanzado grado de tuberculosis.

Pasó los dos últimos años de su vida en Nueva York. Muchas de sus obras últimas obras ofrecen
una visión profunda de la generación de inmigrantes en suelo norteamericano. Siguió describiendo
la vida judía con gran afecto, siendo sus representaciones caracterizaciones muy definidas e
incisivas de gente sencilla plagada de problemas para ganarse el pan de cada día, comerciantes,
rabinos, maestros y cantores, todos animados por un humor nacido de la opresión. Durante este
período enfrentó una vez más nuevas dificultades económicas, mientras estaba pendiente por la
salud de su hijo, quien murió en el invierno de 1915.

Sholem Aleijem murió a los 57 años en su apartamento en el Bronx el 13 de mayo de 1916. Fue
honrado con una procesión fúnebre de más de 100.000 dolientes, en una demostración sin
precedentes del tamaño y cohesión de la población de habla idish de Nueva York, unida en su dolor
por la pérdida de un gran creador literario, que acuñó – entre tantísimas reflexiones – la frase que
constituye uno de los pilares de la existencia humana.

"La vida es un sueño para los sabios, un juego para los tontos, una
comedia para los ricos y una tragedia para los pobres"

Setiembre, 2021

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