El Grillo Maestro Augusto Monterroso: Objetivo: Aplicar Tipos de Parrafos
El Grillo Maestro Augusto Monterroso: Objetivo: Aplicar Tipos de Parrafos
El Grillo Maestro Augusto Monterroso: Objetivo: Aplicar Tipos de Parrafos
El grillo maestro
Augusto Monterroso
Allá en tiempos muy remotos, un día de los más calurosos del invierno, el Director de
la Escuela entró sorpresivamente al aula en que el Grillo daba a los Grillitos su clase
sobre el arte de cantar, precisamente en el momento de la exposición en que les
explicaba que la voz del Grillo era la mejor y la más bella entre todas las voces, pues
se producía mediante el adecuado frotamiento de las alas contra los costados, en
tanto que los pájaros cantaban tan mal porque se empeñaban en hacerlo con la
garganta, evidentemente el órgano del cuerpo humano menos indicado para emitir
sonidos dulces y armoniosos.
Al escuchar aquello, el Director, que era un Grillo muy viejo y muy sabio, asintió
varias veces con la cabeza y se retiró, satisfecho de que en la Escuela todo siguiera
como en sus tiempos.
En el mundo imaginario y simbó lico del relato, se nos presenta una escena en la que el
Grillo, un maestro respetado en el arte del canto, enseñ a a los Grillitos sobre las técnicas
vocales. Al destacar la superioridad de su propia voz, explica que esta se debe al
frotamiento adecuado de sus alas contra los costados, en contraposició n al canto de los
pá jaros, quienes utilizan la garganta para producir sonidos. Con la presencia del director,
quien asiente con aprobació n, se establece claramente desde el principio que la técnica del
Grillo es la má s eficaz y bella entre todas. Por lo tanto, es ló gico concluir que el método de
canto del Grillo, respaldado por su experiencia y la aprobació n de la autoridad, es el
está ndar superior al que deben aspirar los estudiantes de la Escuela.
Para Definir la Educació n es para mí clave aclarar de antemano que se pueden dar dos
nociones de educació n, tanto pragmá tico-realista como una idealista. La Pragmá tica se
ciñ e simplemente a la educació n como la mera transmisió n de conocimiento, la formació n
de seres rá pidamente ú tiles a un sistema que necesita sujetos disciplinares serviles a los
intereses de la industria, el comercio y el consumo, y, en menor medida, al bien comú n, a
la sociedad. Ahora bien, mi visió n Idealista parte de darle la vuelta a esto, dejar de utilizar
a la educació n como una mera transmisió n de conocimientos y sea la educació n quién
despierte en el estudiante la sed de conocimiento, una educació n filosó fica en la que caben
las preguntas má s bá sicas pero trascendentes de la historia: ¿qué? ¿có mo? ¿cuá ndo?
¿dó nde? ¿por qué?... y podría desarrollar má s pá rrafos acerca de esto.
4. Está usted de acuerdo con que “En la escuela todo siga igual como en los
tiempos remotos” Sustente con argumentos.
Ademá s, en la educació n filosó fica que también propongo, se hace imperante el acto de
contradecirse, pues si nunca nos contradecimos, ¿estamos haciendo filosofía? Si es un
hecho resultante de tener una educació n filosó fica el contradecirnos en algú n momento de
nuestra vida, es entonces también un deber para la educació n y sus formas, ser
cambiantes.