Resumen de Teología Ciencia de La Revelación
Resumen de Teología Ciencia de La Revelación
Resumen de Teología Ciencia de La Revelación
INTRODUCCION A LA TEOLOGIA
La Teología como ciencia
Profesor
P. Juan Manuel Olandía.
Estudiante
Joseph E. Acevedo Rodríguez
El Escorial 2023
INTRODUCCION
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LA TEOLOGÍA COMO CIENCIA (CAPÍTULO III)
Inicia dando lugar a los escritos teológicos que la Iglesia guarda como lo son en san
Ignacio de Antioquía, Justino, Ireneo, etc.
Sus escritos no son como una leyenda que podemos encontrar en un libro de historia o de
una región, sino que estos escritos son de una experiencia que se llama la verdad de la fe,
como lo menciona el libro, si le hubiera preguntado a los Padres de ese momento sobre
la teología, ellos lo responden desde la verdad de la fe en su experiencia, como una
historia de amor que marca un enamoramiento en este trabajo.
La teología como ciencia empezará cuando una reflexión filosófica se constituya como
método de reflexión habitual sobre la revelación cristiana; este trabajo lo vemos en san
Agustín que es el primero que expresó la importancia que tiene la teología cristiana como
un saber o un conocimiento “Deseo conocer a Dios y al alma, nada más, nada más, en
absoluto”. También el primero que, de una manera refleja, llamará ciencia al
conocimiento de Dios y del hombre.
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manipulación/transformación del objeto sino más bien en el saber por el saber. En ese
momento en que el entendimiento se detiene en contemplación gratuita: el momento en
que el entendimiento reconoce la esencia universal de una cosa y la especie y el género a
los que pertenece esta substancia. Este momento contemplativo, previo todavía a la
manipulación del ser, es su definición.
La definición: «Es un discurso que expresa la esencia individual objetiva (de un sujeto)»
El concepto «retrata» la esencia de un sujeto y ayuda a situar a esa esencia en su género
y en su especie. De la definición del juicio se pasa al raciocinio. El alma o núcleo de estas
operaciones mentales es el verbo ser: Un sujeto es aquello que el predicado indica. El
raciocinio consiste en ver cómo las cosas son coincidentes o diferentes en esencia o en
grado.
Deducción: Tiene lugar cuando de los principios ciertos se derivan conclusiones ciertas a
través de la mediación de premisas igualmente ciertas.
Pero tal método contiene elementos inductivos (Newman). Newman procede por
observación y experiencia de la historia concreta. Agustín también procede por inducción.
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Cristo resucitado, clave subyacente (la escatología en la historia), la Eucaristía, la
gracia de la justificación, la Iglesia como cuerpo místico del Cristo Glorioso.
París, sobre todo: grandes maestros: Hugo y Ricardo de San Víctor, Abelardo.
Bajo la protección del rey de Francia y de los Papas Inocencio II y Gregorio IX
(Hugolino).
Oxford, une al tradicionalismo agustiniano el cultivo de la matemática y de las
ciencias positivas. Las ciencias recibidas de los árabes al servicio de la religión.
Salamanca, tres siglos más tarde, la teología como reina de las ciencias. La
filosofía o dialéctica (ancilla theologie).
Métodos: Lectio y Quaestio disputatae.
En la Lectio: se parte de un texto leído, explicado y comentado “la escritura y más
tarde”, las sentencias de Lombardo.
Es necesario que haya una doctrina distancia de las ciencias filosóficas: el nivel de
razón y sacra doctrina (cuyo ámbito es lo revelado). No se oponen razón a escritura. La
escritura muestra un elemento y distinto del saber filosófico, pero se relacionan y la
escritura garantiza la verdad de razón.
La Sacra Doctrina es ciencia, pero sus principios no son evidentes al Teólogo sino a
Dios y a los bienaventurados. Es una ciencia subordinada a la de Dios y los
bienaventurados: por eso hay dos razones:
La basada en principios conocidos por la luz natural del entendimiento.
La basada en principios conocidos por la luz de otra ciencia superior.
La ciencia sagrada procede por los principios conocidos por la luz de una ciencia superior,
cual es la de Dios y la de los bienaventurados. La teología es una ciencia subordinada al
saber de Dios y de los santos, porque cree los principios que Dios conoce y que ha
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revelado al hombre. Aunque, respecto de las otras ciencias humanas, la teología sea la
principal, es sin embargo una ciencia subordinada a la de Dios y de los bienaventurados.1
La Teología tiene unidad: debido a la unidad de su objeto formal: lo revelado por Dios,
aunque su objeto material sea múltiple (acontecimientos de la historia, criaturas en cuanto
ordenadas a Dios.
La Teología es superior a las demás ciencias: por el objeto material y el formal (Dios)
y por su certeza que procede de la revelación. La Iglesia, depositaria de la revelación es
“experta en humanidad” (San Pablo VI ante la ONU).
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TOMÁS DE AQUINO, Summa Theológica, I, q. 1 a. 2 co.
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ciencia a la verdad de aquellas cosas que aparecen con evidencia al entendimiento
humano).
Ciencia en sentido amplio: la Teología es ciencia en sentido amplio, puesto que si bien
su certeza no descansa en la evidencia (que impone su verdad al entendimiento) si se
fundamenta en un conocimiento cierto, aunque sea ajeno. Esta fundamentación produce
un tipo de certeza que hoy reconocemos como “certeza moral”. Dicha certeza moral está
por encima de la simple opinión o de la duda, las cuales no permiten una afirmación
segura.
Enrique concibe la Teología como una aproximación a la divina verdad, hecha a la luz de
Dios. Este acercamiento, al cual el hombre aspira, sin poderlo jamás alcanzar por sí
mismo, tan sólo puede ser alcanzado mediante la iluminación gratuita de Dios mismo que
se da a conocer.
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Christus est». En el Verbo hecho carne confluyen ciencia y sabiduría, y en esta tierra per
ipsum pergimus ad ipsum: porque en la carne de Jesús (que hizo camino en nuestra
historia) reconozco al verdadero hijo del hombre, pero en el Verbo entiendo al Hijo de
Dios. Y así, en Cristo (en Cristo glorioso, podríamos puntualizar) todas las cosas
temporales consiguen establecer su relación con las realidades eternas
El primero en afirmar que la teología no es una ciencia en un sentido pleno fue Gabriel
Vásquez, ya que sus principios no son evidentes para todos (universales) sino solo para
los fieles. esta afirmación produjo varios efectos, dentro de los cuales destaca:
Enrique de Gantes: afirma que la ciencia deriva de principios evidentes. Para él,
los principios de la teología llegan a ser visibles y evidentes gracias a la
iluminación entre la luz de la fe y la luz de la gloria.
Los principios de la teología al ser recibidos por el asentimiento del creyente, hace de la
teología sea una verdadera ciencia para los fieles, pero en sí misma no tiene un estatuto
científico (universalidad). Aunque niega el estatuto científico, afirma con énfasis el
carácter sapiencial de la teología, ya que es una ciencia o arte en la cual no sólo se deducen
conclusiones de los principios, sino que es hábil y experto en los mismos principios.
Vázquez menciona: cada ciencia debe tratar de conseguir un objeto razonable con el
método más adoptado a ese objeto.
Si tomamos muy en cuenta la anterior afirmación, podemos decir que los estudios
teológicos son científicos porque se investigan de manera metódica y se exponen de
manera sistemática el contenido de la religión cristiana, con claro rigor histórico y
racional. Lo científico de la teología queda asegurada por la luminosidad o racionalidad
de su propio objeto, que no es otro sino Dios a quien se le busca en su inicial revelación
en el campo de la historia humana.
La comunidad científica podría admitir que la Teología es una ciencia no solo porque
emplea el método histórico – racional, sino porque se aplica a un objeto razonable con
método de conocimiento proporcionado. Es aquel que adopta como mediación la razón y
la investigación histórica, con la finalidad de descubrir el supuesto conocimiento de la
revelación en la plataforma de observación que es la historia humana.
Vázquez propone la Teología como ciencia sagrada para los creyentes: la Teología sin
negar normativo de las Sagradas Escrituras, podría asumirlas como textos religiosos
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simbólicos, cuya profundización llevara al estudio a una interpretación del ser humano y
de su dimensión espiritual.
Kuhn manifiesta su pensamiento por medio de una tesis sencilla: los miembros de una
comunidad científica dividen un mismo paradigma.
Esto quiere decir que de la entraña de las sociedades actuales brotan una serie de
instituciones dedicadas a la ciencia: Universidades, Institutos Públicos o Privados
dedicados a la investigación, asociaciones de estudios, etc., cuyo conjunto forma la
llamada comunidad científica. Hay algo que les une en un lenguaje común: es el
paradigma científico, el cual está constituido por una constelación de presupuestos,
principios, valores. Métodos, técnicas, etc. Este conjunto de coordenadas sirve para
analizar y dar cuenta de los fenómenos y problemas que estudia la ciencia en una
determinada época.
Cuando Pannenberg habla de Dios como “objeto” de la ciencia, no piensa en Dios como
problema o como una simple hipótesis. La tradición cristiana no concibe a la teología
simplemente como la ciencia de la religión o como el problema de la hipótesis-Dios, sino
como la ciencia de la fe, es decir, como un saber que depende de la auto manifestación de
Dios en la historia y en el hombre.
Pannenberg piensa, desde una postura que puede oscilar entre san Anselmo y Hegel, que
la razón debe repensar lo edificado por la fe, para mostrar su validación racional y para,
de algún modo, explicar lo cognoscible del misterio. Asume en toda su crudeza el
problema de sintetizar de nuevo el saber proveniente de la revelación cristiana con el
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saber proveniente de la razón autónoma e ilustrada por las realidades y por las luces de
este mundo.
Pannenberg postula desde esta perspectiva un lugar entre las ciencias para la Teología
cristiana y, por tanto, un lugar en la Universidad, lo cual, garantiza tres cosas:
El mantenimiento de la racionalidad del cristianismo o, lo que es lo mismo, que
la Teología sea capaz de “demostrar la verdad universal de la doctrina cristiana”.
La apertura de las ciencias hacia un horizonte de trascendencia (no es mala, sino
buena y necesaria para en el estado actual).
La contribución seria y critica al mantenimiento de la unidad de los saberes
(postula la unidad del mundo con cierta unidad e interrelación de los
conocimientos).
Reflexionar con rigor científico sobre el tema de Dios, con el método adecuado para esta
reflexión, es el programa de Pannenberg. El rigor metodológico estará presente en la
teología si ella se muestra capaz de aceptar un cierto control de calidad por parte de las
demás ciencias, ya que por definición la teología ha decidido entrar en relación con ellas;
no porque se suponga que la teología deba perder su autonomía no deba someterse
Pannenberg ha señalado cuatro de estas condiciones para que los asertos teológicos gocen
de significación ante los interlocutores de las otras ciencias:
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CONCLUSIÓN
El teólogo sin olvidar la idea de Misterio que preside sus investigaciones, debe actualizar
el mensaje dado por los discípulos de Jesús sin modificarlo, ni cambiarlo. Se inserta por
ello en el camino de la Tradición e intenta luego re-expresar la Verdad fundante que ha
tomado de la Iglesia. Dando respuesta a cuestiones viejas, reformula otras.
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