2 - Capitulo02

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ESTABILIDAD II CAPITULO II: SOLICITACIÓN NORMAL Y CORTE PURO

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SOLICITACION NORMAL
Y CORTE PURO

2.1 SOLICITACION NORMAL

2.1.1 Tracción y compresión, tensiones y deformaciones

El problema que vamos a estudiar a continuación se refiere a las piezas que están sometidas
exclusivamente a esfuerzos internos normales, de tracción o compresión.
Si trazamos sobre la superficie de una
barra prismática una red de líneas rectas, unas
paralelas y otras perpendiculares al eje de la ba- a b
rra, y sometemos a la misma a una fuerza de a' b'
tracción, observaremos que después de la de-
formación las rectas de la red permanecen orto-
gonales entre sí en toda la superficie, excepto en L
una zona pequeña próxima al punto de aplica-
ción de la fuerza y de la que ahora prescindire-
mos, mientras que las distancias entre las rectas
varían. Las rectas horizontales se desplazan ha-
cia abajo, permaneciendo rectas y horizontales.
Es de suponer que en el interior de la barra tiene P

lugar el mismo fenómeno, lo cual permite enun-
ciar una hipótesis:
“Las secciones transversales de las barra, que P
eran planas y perpendiculares a su eje antes de la
deformación, permanecen planas y normales a Fig. 2.1
éste después de ocurrir la deformación”.
Esta hipótesis, que tiene suma importancia, se conoce como “hipótesis de las secciones planas o hi-
pótesis de Bernoulli – Navier”, y los ensayos confirman las fórmulas que se basan en la misma.
Lo expuesto sobre las deformaciones nos permite suponer que en las secciones transversales
de las barras actúan solamente tensiones normales, distribuidas uniformemente. Por razones de equi-
librio debe entonces ocurrir:

P
P    d    d   *     (2.1)
  

Los ensayos también demuestran que al estirar la barra, su longitud aumenta, mientras que sus
dimensiones transversales disminuyen. Cuando se trata de compresión, el fenómeno se invierte. Si
consideramos que el material tiene un comportamiento elástico lineal podemos calcular analíticamen-
te el valor de .

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  *L 
E

*L P*L
 
E *E

P*L

*E

Puede verse que el desplazamiento  es directamente proporcional a la carga P aplicada y a la


longitud inicial L de la barra. Así mismo,  resulta inversamente proporcional al producto  *E, el
cual se denomina “Rigidez Axial”. Efectivamente, este producto representa la oposición de la pieza a
la deformación, para lo cual ésta emplea sus propiedades geométricas y mecánicas.
Recordemos que no solo existe una deformación longitudinal sino que las dimensiones trans-
versales también varían, obteniéndose una deformación ’.

 '   .  (2.3)

La suposición anterior sobre la distribución uniforme de las tensiones internas en la sección


transversal es válida siempre y cuando no se analicen las zonas próximas a la aplicación de la carga.
Aquí se obra de acuerdo al principio de Saint- Venant ya enunciado, el que para el caso concreto de
barras establece que la zona de perturbación influye en distancias no superiores a las dimensiones de
la sección transversal.
Es de hacer notar, también, que las fórmulas anteriores son válidas cualquiera sea el signo de
, es decir, tanto para solicitaciones de tracción como de compresión. Sin embargo, para estas últimas
tiene sus limitaciones. En efecto, en los cuerpos sujetos a compresión la fórmula 2.1 pierde validez
cuando la esbeltez de la pieza supera ciertos valores, a partir de los cuales se presenta un fenómeno
denominado “pandeo”, cuyo estudio lo realizaremos en el capítulo 10.
Conociendo la relación existente entre P y  podemos obtener las siguientes expresiones para
la energía de deformación:

1 1 E 2 1 L 2
U P   P (2.4)
2 2 L 2 E

2.1.2 Aplicaciones

En los problemas de dimensionamiento deberán cumplirse dos condiciones básicas, las cuales
surgen de despejar el área de la sección transversal, de las fórmulas anteriormente vistas.
 P

 adm
  (2.5)
 PL

 E  adm

En los problemas de verificación deberán cumplirse, también, dos condiciones.

P PL
  adm   adm (2.6)
 E

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A continuación vamos a desarrollar un ejemplo, para el cual se desea dimensionar las barras
del reticulado de la figura 2.2a
P= 4 tn
Para las barras 1 y 2 debe emplearse madera
con:
rot = 160 kg/cm2 n=2
Luego adm =rot/n =80 kg/cm2
adm = L/300 H= 2m
E = 100 t/cm2

Para la barra 3 debe emplearse acero con:


Fluencia = 4200 kg/cm2 n=1.75
adm = Fluencia/n =2.400 kg/cm2 L= 4m
adm = L/500
Fig. 2.2a
E = 2.100t/cm2

Determinamos primero las solicitaciones

4tn

2,83 tn 1 2 2,83 tn Fig. 2.2b

3 2tn
2 tn 2 tn
Una vez obtenidas las solicitaciones en las barras procedemos al dimensionado por condición de re-
sistencia.

- Barras 1 y 2

P  2.83 tn
P 2.83
 nec    35.4 cm 2
 adm 80
Adoptamos una escuadría de 3" x 2" , siendo 1"  2,54 cm    38.7 cm 2   nec

Verificamos ahora la condición de deformación

PL 2.83 * 283 283


  adm   0.2 cm   0.94 cm  B.C.
E 38.7 * 100 300

Y calculamos la tensión de trabajo de la barra, que será distinta del valor de la tensión admisible ya
que adoptamos una sección comercial que es un poco más grande que la necesaria. Y el coeficiente de
seguridad de las barras de madera.

P 2830
 trab 
  73 kg/cm 2  madera  160/73  2.19
 38.7
Realizamos el mismo procedimiento para la barra de acero
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- Barra 3

P  2 tn
P 2000
 nec    0.83 cm 2  Adoptamos 1 12
 adm 2400

  1.13 cm 2   nec

PL 2 * 400 400
  0.34 cm   0.8 cm  B.C.
 E 1.13 * 2100 500

P 2000
 trab    1770 kg/cm 2  acero  4200/1770  2.37
 1.13

El coeficiente de seguridad del sistema será el menor entre los coeficientes de seguridad de las distin-
tas barras que componen el sistema.
 SISTEMA  Mín(2.19;2.37)  2.37
En general, cuando existen varias condiciones de dimensionamiento se emplea una de ellas y
se verifican las demás. Si alguna de éstas no es satisfecha se procede a redimensionar.
Cuando se emplean las fórmulas 2.5, por razones de economía se trata de que se cumplan las
igualdades, lo que no siempre es posible ya que debemos adoptar piezas cuyas secciones transversales
existan comercialmente.
Si en el ejemplo anterior quisiésemos saber el valor del descenso de la estructura en el punto
de aplicación de la carga exterior de 4 tn, podríamos calcularlos mediante consideraciones energéti-
cas. En efecto, el trabajo que realiza esa fuerza se convierte en energía de deformación, la cual será
igual a la suma de la energía absorbida por cada barra.

1 3 1 L
P i
Pi2
2 i 1 2  E
i i

1 1 283cm  1 400cm
4 * * 2.83 2  * 2  * * 22
 2 38.7cm * 100t/cm 
2 2 2 2
2 2 1.13cm * 2.100t/cm

  0.46 cm

Aunque el cálculo anterior parezca muy simple debemos señalar que pudo realizarse merced a
que tenemos una sola carga exterior y además calculamos el corrimiento correspondiente a su punto
de aplicación. Para casos mas generales deben aplicarse otros criterios de cálculo, los que no son tra-
tados en este curso.

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2.1.3 Influencia del peso propio en la solicitación axial

En el estudio que realizamos en el primer ítem de este capítulo sólo hemos tenido en cuenta
las cargas exteriores, sin considerar el efecto que pudiera tener el peso propio de la estructura. Esto
está permitido cuando esta influencia es despreciable en relación a las tensiones originadas por las
cargas exteriores.
A continuación estudiaremos el caso de barra de sección constante sometida a una carga exte-
rior y a su propio peso. σmáx= σo+ γ.L
Nx   P   *  * x (2.7)

 = peso específico del material


N P
 x   x     x
  L
dx
llamando  o 
P σx= σo+ γ.x
 .
 x    o   x dW= x
x
Fig. 2.3
 max  xL    o   L   adm
 o   adm   L P σo= P/ Ω
P

 adm   L

Esta última expresión nos permite establecer el límite de utilización de la barra de sección
constante. En efecto, cuando adm= *L, el denominador se anula y  adquiere un valor infinito. La
longitud límite resulta ser:

 adm
Lmax  (2.9)

A partir de esta longitud es necesario recurrir a las barras de sección variable. Por otra parte,
cuando las dimensiones de las barras son grandes y la influencia del peso propio es considerable, el
proyectar la barra con sección constante es antieconómico.
A continuación vamos a calcular el desplazamiento máximo producido cuando además de una
carga exterior actúa el peso propio.
Si a la distancia x del borde inferior de la figura 2.3 consideramos un elemento de longitud dx,
el mismo tendrá aplicada una carga que viene dada por la ecuación 2.7, la cual le producirá un alar-
gamiento x.

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 N  P  
 x   dx  dx  x  dx    x  dx
E E  E E 

L  P   P L  L2
  0  x  0   x  dx  
L

 E E   E 2E
(2.10)
PL L
  L   L  W (peso total de la barra )
E 2E

PL 1 WL
 
E 2 E

De la última expresión se puede deducir que el alargamiento total resulta ser igual a la suma
de dos términos, uno de ellos corresponde al alargamiento producido por la carga exterior y el otro
corresponde a alargamiento debido el peso propio. Este último puede ser definido como el alarga-
miento de una barra ideal con su peso concentrado en la mitad de su longitud.
En lo que sigue vamos a ver la forma geométrica que tendría que tener una barra sometida a
carga exterior en su extremo y a su propio peso, para que fuese un sólido de igual resistencia, es decir,
que la tensión fuese constante en todas las secciones.
Supongamos que aislamos un elemento diferencial de longitud dx:


+d
dx dW 

 
dx +d

 cte =  adm x


dW =   dx o
P
Fig.2.4

   d      dW  0  por equilibrio
 d    dx  0
d  
 dx integrado  ln   x  c
  
(2.11)
   
 x c   x
  
( x)  e 
 eC e
P
para x  0   0   eC  Fig. 2.5
 adm
  
 x 
P   a dm 
 x   e
 adm

En la práctica, la ley exponencial de la ecuación última puede aproximarse como se indica en


la figura 2.5.
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2.1.4 Deformaciones térmicas

Los cambios de temperatura producen deformación en los materiales. En el caso de materiales


homogéneos e isótropos, un cambio de T grados origina una deformación lineal uniforme en todas
las direcciones.
Para el caso de la barra de la figura nos interesa el alargamiento longitudinal ΔL.
ΔT

Δl
L

Las deformaciones térmicas lineales se calculan mediante:

l =  . l . T

dónde  es el coeficiente de dilatación térmica lineal

En tabla 1 se indican valores del coeficiente de dilatación térmica lineal para algunos materia-
les.
Material  (x 10-6/ºC)
Aluminio 23.2
Fundición 10.4
Cobre 16.7
Acero 11.7
Hormigón 10.8
Tabla 1: Coeficiente de dilatación térmica lineal

Supongamos una barra que tiene restringidos los dos extremos y la misma sufre una variación de
temperatura (aumento o disminución). La misma tenderá a alargarse si la variación de temperatura es
positiva o a acortarse si es negativa. Debido a la presencia de los vínculos no podrá hacerlo, generán-
dose esfuerzos internos en la barra.

ΔT
L

Para estudiar el problema, sacamos el vínculo de la derecha para permitir que la barra se deforme li-
bremente. ΔT

l =  . l . T deformación térmica
Δl
L
Debido a la existencia de los vínculos la barra en realidad no podrá deformarse, apareciendo una fuer-
za reactiva que llamaremos X que anula la deformación producida por la temperatura

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ΔT δx

X
XL
x 
E Δl
L

La ecuación de compatibilidad de deformaciones será:


x  l  0  x  l
XL L
 .L.T .  .L.T   E..T
E E
Luego, cuando el cuerpo no puede deformarse libremente se originan tensiones.

2.1.5 Problemas hiperestáticos en tracción y compresión

Como ya sabemos, un sistema resulta hiperestático cuando la cantidad de grados de libertad


(g) del mismo resulta menor que la cantidad de restricciones de vínculo (r) impuestas; las que, por
o-tro lado, no configuran ningún caso crítico.

g<r  caso crítico

La definición anterior nos permite dar un concepto de los sistemas hiperestáticos a través de
consideraciones cinemáticas. Desde el punto de vista estático, la condición de hiperestaticidad viene
dada por el hecho de que la cantidad de ecuaciones (E) que surgen de los planteos de equilibrio de la
Estática es menor que la cantidad de incógnitas reactivas planteadas (I).

E<I

Para poder resolver estas estructuras es necesario agregar a las ecuaciones mencionadas, (I -
E) ecuaciones de compatibilidad. Estas reciben este nombre precisamente porque tratan de expresar la
compatibilidad entre las deformaciones y la vinculación existente, que como hemos dicho, resulta su-
perabundante.
A continuación vamos a tratar algunos ejemplos simples donde solamente se involucran de-
formaciones por esfuerzos normales.

a) Ejemplo 1 a2 1 2
l2
En este caso deseamos calcular las solici- a1 l1
B C
taciones en las barras 1 y 2 de la figura 2.6. A la
barra horizontal la suponemos perfectamente rí- a P
gida.
Si planteamos las ecuaciones de equili- HA R1 R2
brio de la barra rígida tendremos: P
VA

 x  0  HA  0
B C
 y  0  R 1  R 2  VA  P  0 Fig. 2.6

 M A  0  R 1a1  R 2a 2  Pa  0

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De estas tres ecuaciones podemos observar que la primera se cumplen con la nulidad del es-
fuerzo horizontal HA, lo cual es obvio, y que las dos ecuaciones restantes no son suficientes para de-
terminar las tres incógnitas faltantes.
Para poder calcularlas necesitamos una ecuación adicional, la cual puede obtenerse si imagi-
namos la forma en que se deformará el sistema. En efecto, teniendo en cuenta que la barra inferior es
rígida podemos establecer:

c B R 1l 1 R 2l 2
 B  C 
a 2 a1  1 E1  2E2

R 1l 1 R 2l 2

a 1  1 E1 a 2  2 E 2

Luego, resolviendo el siguiente sistema, pueden obtenerse las tres incógnitas restantes.

R 1  R 2  VA  P  0

R 1a1  R 2a 2  Pa  0

R 1l 1 R 2l 2

 1E1a1  2E 2a 2

Para determinar los corrimientos en los puntos B y C, hemos supuesto que las barras 1 y 2 se
encuentran en el período elástico en el que tiene validez la ley de Hooke. Luego de calculadas las in-
cógnitas deberá verificarse si esto es cierto, en caso contrario deberá tenerse en cuenta la expresión
que verdaderamente corresponda para los corrimientos.
Una observación importante a tener presente es que para poder plantear numéricamente la
ecuación de compatibilidad, las barras tendrán que estar predimensionadas. Esta es una característica
sumamente importante de las estructuras hiperestáticas, donde las solicitaciones dependen de sus ca-
racterísticas mecánicas y geométricas. Por esta razón el proceso de dimensionamiento suele ser itera-
tivo.

Ejemplo 2
Deseamos determinar las reacciones de vínculo de la estructura del esquema de la figura 2.7a.

RB
RB1
dBo
dB1
a P1 P1
P1
b
P2 P2 (-) (+)

c (-)

RA RAo Rao=P1+P2 RA1 RA1


Fig. 2.7a Fig. 2.7b - Estado 0 Fig. 2.7c – Estado 1

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Para resolver este problema, en primera instancia vamos a considerar que el vínculo superior
no existe. Al sacar el vínculo superior la estructura que era hiperestática de primer grado se convierte
en isostático, a este estado de cargas sobre el isostático lo llamaremos estado de cargas “0”. Figura
2.7b. La reacción en el extremo inferior será:

RoA  P1  P2

Como el extremo B se encuentra libre, en correspondencia con el mismo existirá un corrimiento:

P1 b  c   P2c
 oB 
E
Dado que en la realidad en B tenemos un empotramiento, el desplazamiento en dicho lugar
deberá ser nulo.
Hagamos actuar en B una fuerza RB1, cuyo valor todavía no conocemos, a este estado lo de-
nominamos estado de cargas 1. Ver figura 2.7c.
Si bien no conocemos el valor de esta reacción, podemos aplicar la siguiente condición de
compatibilidad de deformaciones

 B  oB  1B  0  1B  oB

Como  oB es conocida, calculamos RB1


R B1 l P b  c   P2c
1B   R B1  1
E l

Podemos ahora calcular las reacciones del hiperestático

R A  R oA  R 1A

P1 b  c   P2c
R B  R 1A  R A  P1  P2 
l

b) Ejemplo 3
Queremos calcular las tensiones producidas en
A 1 2 B
las barras 1 y 2 cuando existe un incremento de tempe-
ratura t.
a b
En primera instancia supongamos que hemos
eliminado el vínculo en B, con lo que a raíz del incre-
mento de la temperatura el punto B tiene un despla-
zamiento: Fig. 2.8

l  a 1 t  b  2  t
Fig. 2.9

Sin el vínculo en B la estructura resulta isostática, lo que significa que la dilatación térmica no
genera solicitaciones. Ahora bien, debido a que el punto B no puede desplazarse, aparece una fuerza
reactiva que tiende a anular el desplazamiento.

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R Bb R a l
 B  l B   B  RB 
 2 E 2  1 E1  b a 
  
  2 E 2  1 E1 
R A  R B  R (por razones de equilibrio)

R R
1  ; 2 
1 2

c) Ejemplo 4
Deseamos determinar las tensiones origina- P
das en la columna del esquema de la figura 2.10. La
misma esta formada por dos materiales distintos, y
la placa superior es infinitamente rígida. Planteando
las ecuaciones de equilibrio tendremos: 1
l
P1  P2  P 2

Dónde P1 Y P2 son las fuerzas que deben


absorber el material 1 y 2 respectivamente. Como
la placa superior es infinitamente rígida, el despla-
zamiento será igual para ambos materiales.
Fig. 2.10

P1 l P l E 
1   2   2  P2  2 2 P1
 1 E1  2 E 2 E1  1

E2 2
llamando   y  (cuantía geométrica)
E1 1
P
P2  n..P1  P1 
1   

 P
P2 
1   
2

P1 P
1  
 1 1   1 
1

P  P P  
2  2     1
 2 1    2 1    1
Fig. 2.11

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2.2 ENVOLVENTES CILÍNDRICAS DE PEQUEÑO ESPESOR


Consideremos un tubo de longitud indefinida de radio interior r, de espesor de pared e (peque-
ño en relación con r), y sometido a una diferencia de presión, p, entre el interior y el exterior.

r
 10 (2.12)
e

En un punto cualquiera del espesor de la pared se e


originan dos tensiones normales, una radial r y otra cir-
cunferencial c. Ambas tensiones varían a lo largo del es- r
pesor e de la pared según leyes determinadas. p
La tensión c varía entre el borde interno de la pa-
red y el externo, pero por ser el espesor e muy pequeño en
relación al radio, esta variación no es muy importante, pu-
diéndose admitir una distribución uniforme. La tensión r Rp
alcanza en el borde interno el valor de pi, y de pe en el bor-
de exterior; y siendo que c resulta mucho más grande que σc
d/2 d/2
p, las tensiones r pueden ser despreciadas sin cometer ma- p d σc
yor error. Rc
Rc r
Para deducir el valor que adquiere c consideremos
el equilibrio de una faja de envolvente de largo unitario y
que desarrolla un arco ds. Fig. 2.12

ds  r d

d d
 x  0  Rc cos Rc cos 0
2 2

d
 y  0  2 Rc sen  Rp  0 (2.13)
2

d d
sen  Rc   ce 1 Rp  p ds  p r d
2 2

d pr
2  ce  p r d  0   c 
2 e

De acuerdo con la ley de Hooke, la deformación específica circunferencial será:

c p r
c   (2.14)
E Ee

El aumento de longitud del desarrollo de la sección del conducto será:

s  2 r c

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A este aumento de longitud de circunferencia corresponde un aumento del radio:

s
r   r c
2

Con lo que la correspondiente deformación específica radial será:

r 
r   r c  c  r  c (2.15)
r r

Si el cilindro se encuentra cerrado en sus


extremos, las expresiones anteriores serán válidas
para secciones alejadas de los extremos, de acuer-
do con el principio de Saint-Venant. La existencia p
de cierres extremos origina además tensiones lon- R R
gitudinales L, uniformemente distribuida sobre el p p
área de la sección transversal del conducto. p
La fuerza resultante sobre los extremos
es:

R  p r 2

El área de la sección transversal del con- c


ducto puede tomarse aproximadamente como:
L L L
 2 r e c
pr 2
p r c
Luego:  L    (2.16)
2 r e 2 e 2

Como consecuencia de la tracción longi-


tudinal, el radio sufre una contracción debido al
coeficiente de Poisson: Fig. 2.13

r  c   L
c
L 
2
 
r   1   c (2.17)
 2

Recientemente hemos estudiado el problema relativo a tubo de paredes delgadas para lo cual
hemos hecho algunas hipótesis simplificativas. Cuando el espesor de los tubos aumentan ya no es po-
sible ignorar las tensiones radiales r, y además es necesario considerar la verdadera ley de variación
para las tensiones circunferenciales c. El estudio de los tubos de paredes gruesas puede encararse a
través de los desarrollos realizados por Lamé, y puede consultarse la bibliografía que se cita al final
del último capítulo.

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2.3 SOLICITACIÓN POR CORTE PURO


2.3.1 Conceptos generales

Según hemos visto en el capítulo I al definir tensión, el


vector tensión total puede descomponerse en un vector normal a
la sección y en uno yacente en la misma, al cual denominaremos

“tensión tangencial”.
Así como ya vimos algunos problemas

en los que se involucró la presencia de tensiones
normales, ahora vamos a tratar otros donde so- d
lamente aparecen tensiones tangenciales.
El problema de corte puro se presenta cuando en una
sec-ción de una pieza actúa exclusivamente un esfuerzo de
corte. En este caso puede suponerse que solamente se desa- Fig. 2.14
rrollan tensiones tangenciales, y que las mismas se distribu-
yen uniformemente. Luego, por razones de equilibrio deberá
ocurrir:

Q
Q    d    d       (2.18)

Antes de continuar debemos aclarar que la hipótesis anterior es correcta en cuanto a suponer
que el esfuerzo de corte genera tensiones tangenciales; sin embargo, la suposición de que estas son
constantes es irreal; por lo que la fórmula 2.18 debe
sólo considerarse como representativa del valor me-
dio de las tensiones tangenciales.
Las hipótesis anteriores son aceptadas en al-
gunos casos como veremos a continuación, para faci- Q
litar el cálculo, ya que el estado tensional real suele
ser muy complicado. Por otro lado, la aproximación
introducida debe ser tenida en cuenta en la elección
del adecuado coeficiente de seguridad.

Fig. 2.15

En los siguientes casos podemos admi-


tir esfuerzos de corte puro:
Fig. 2.16
- Vigas de muy pequeña luz donde la
rotura se produce por corte puro, ya
que el efecto de flexión es despre-
ciable (fig. 2.16).
- El corte en una plancha metálica mediante
el empleo de una cizalla.
- Punzonamiento, por ejemplo, la perfora-
ción de hojas.
- Uniones con remaches, bulones, soldadu-
ra, pernos, etc.
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ESTABILIDAD II CAPITULO II: SOLICITACIÓN NORMAL Y CORTE PURO

Fig. 2.17: Algunos ejemplos de corte puro

2.3.2 Deformación por corte, energía de deformación

Si en una pieza que está sometida a un esfuerzo de  h


corte puro consideramos una tajada de longitud l, compro-
Q
baremos que las dos secciones que la definen se desplazan
una distancia h, como consecuencia del esfuerzo Q. Q

h
  tg   (2.19) l
l

El ángulo  se denomina “ deformación Fig. 2.18


angular o
ángulo de distorsión ”.
Los ensayos demuestran que en el caso de muchos materiales, hasta ciertos límites de solicita-
ción, se verifica una relación lineal entre las tensiones tangenciales y las deformaciones angulares.
Esta relación puede expresarse de la siguiente manera:

G  (2.20)

Dónde G recibe el nombre de módulo de elasticidad transversal. La ley anterior resulta ser la
ley de Hooke para el caso de tensiones tangenciales. Los valores de G dependen del material.

Acero G  810 tn/cm2


Hormigón G  83 tn/cm2

El valor de la tensión tangencial admisible (adm) no es único para 


cada material, sino que depende de varios factores:

- De la forma en que se manifiesta el esfuerzo de corte dentro de la pieza.
- De si está combinado o no con otras solicitaciones
- Del tipo de elemento de que se trate.

En cuanto a la energía específica de deformación, podemos decir que, Fig. 2.19


en forma análoga a lo estudiado para el caso de tensiones normales, la mis- u
ma puede calcularse como el área que encierra el diagrama  - .
 
Si el material se encuentra en el período elástico lineal, tenemos:
Año 2018 15
ESTABILIDAD II CAPITULO II: SOLICITACIÓN NORMAL Y CORTE PURO

1 1 2 1
u   G 2 (2.21)
2 2 G 2

Si deseamos obtener el valor de la energía de deformación debemos multiplicar estas expre-


siones por el volumen del elemento.

1 1 1
u dv  u  l     l  (   ) (  l)  Q h
2 2 2

1 1 Q2 l 1  G h 2
U Q h   (2.22)
2 2 G 2 l
chaveta
2.3.3 Aplicaciones al cálculo de elementos de unión polea
a) Ejemplo 1
Dimensionamiento de la chaveta de r
unión entre un eje y una polea
eje
Q Q
   adm  a b 
ab  adm
Fig. 2.20

Consideremos que el motor que mueve al eje tiene Q Q


una potencia P, y que el eje gira a una velocidad angular , el
momento tordente originado se calcula como: b

P a
MT 

Al querer arrastrar el eje a la polea, el momento tordente produce un esfuerzo de corte Q en el


plano medio de la chaveta.
Q MT
M P
Por equilibrio: Q  T  Fig. 2.21 r
r r
P
ab
 r  adm

Adoptamos una de las dos medidas, a o b, se puede obtener la otra.

b) Ejemplo 2 e
e P
Dimensionamiento de la unión del esque-
P
ma mediante remaches o bulones.
Si llamamos n a la cantidad de bulones a colocar:

P
P1  a P
n Fig. 2.22
P

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ESTABILIDAD II CAPITULO II: SOLICITACIÓN NORMAL Y CORTE PURO

P1 P  d2 P
     n 
 d  adm
2 adm
4
n
4
Eligiendo el diámetro d puede determinarse la cantidad n de bulones, o viceversa. Luego de e-
legidos los bulones, dado que tenemos un esfuerzo de tracción, deberá verificarse:

P P
    adm
 neta e a - d 

En cuanto a la cantidad de bulones o remaches y diámetro a adoptar existen condiciones regla-


mentarias a respetar, pero el estudio de las mismas escapa a los alcances de este curso. Por otro lado,
las verificaciones que hemos hecho no son las únicas que deben realizarse para completar el cálculo.

c) Ejemplo 3
En la figura 2.21 está representada una junta soldada de dos planchuelas, unidas por cordones
de soldadura. Se trata de soldaduras en ángulo compuestas por dos cordones laterales y dos frontales.
Costura lateral

b P Fig. 2.23

l Costura frontal
a 0,7k
e
e P k
P b k c

Al calcular las soldaduras en ángulo, se considera que la sección peligrosa de la costura


coincide con el plano de la bisectriz del ángulo recto ABC. Así pues, el área de la sección peligrosa
de una costura frontal es: b x 0.7 k y el de una costura lateral es: l x 0.7 k, siendo k el cateto de la cos-
tura.
En el plano representado en la figura, el cateto es igual al espesor de las planchas. Las tensio-
nes tangenciales se consideran distribuidas uniformemente en el área de la sección peligrosa. Tenien-
do en cuenta esta hipótesis, la carga admisible correspondiente a la costura serán:

Tadm frontal = (b 0.7 k).adm.


Tadm lateral = (L.0.7 k).adm.

Es obvio que para conseguir una junta resistente, será necesario que la resistencia total admi-
sible de la costura no sea inferior a la fuerza que actúa sobre la junta. Es decir:

(2 Tadm frontal + 2 Tadm lat.)  P

Con los ejemplos anteriores se ha pretendido hacer una ejercitación del problema de corte pu-
ro. Oportunamente en otras asignaturas se profundizará el estudio para los tipos de uniones más fre-
cuentes.
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