Taller de Derechos Humanos

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PROGRAMA: TECNICO PROFESIONAL EN PREVENCION DE RIESGOS

LABORALES

TALLER DERECHOS HUMANOS: CASO OMEARA CARRASCAL Y OTROS VS.


COLOMBIA

ASIGNATURA: FORMACIÓN HUMANÍSTICA Y CIUDADANA

DOCENTE: VIVIANA ROSA PÉREZ ATEHORTUA

INTEGRANTE:
CLARA INÉS BELEÑO OSPINO

MAYO DE 2024
NOMBRE DEL CASO

CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS CASO OMEARA


CARRASCAL Y OTROS VS. COLOMBIA SENTENCIA DE 21 NOVIEMBRE DE
2018 (Fondo, Reparaciones y Costas)

¿QUIÉNES SON LOS IMPLICADOS?

Victimas

• Noel Emiro Omeara Carrascal (fallecido)


• Manuel Guillermo Omeara Miraval, hijo de Noel Emilio Omeara (fallecido)
• Héctor Álvarez Sánchez, suegro de Manuel Guillermo Omeara. (fallecido
después de quedar cuadripléjico)
• Carmen Teresa Omeara Miraval.
• Fabiola Álvarez Solano
• Tres menores de edad
• familias Omeara y Álvarez

Victimarios

• Paramilitares
• Estado (ejército nacional, policía nacional y DAS)
• Unidad nacional antisecuestro y extorción (UNASE)

¿QUÉ OCURRIÓ? (CONTEXTO GEOGRÁFICO, SOCIAL, ACONTECIMIENTOS)

Los hechos tuvieron lugar en el Departamento del Cesar, en los municipios de


Aguachica y San Martín en el año 1994. El Tribunal constató la existencia de
vínculos entre miembros de la fuerza pública de Colombia y grupos paramilitares.
En ese sentido, estableció la relación que en ese momento habrían mantenido
grupos paramilitares con el cuerpo de seguridad del Estado denominado Unidad
Nacional Antisecuestro y Extorción (UNASE), integrado por miembros del Ejército
Nacional, Policía Nacional y Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). Este
vínculo se manifestó a través de acciones directas de apoyo, colaboración y
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coordinación, o bien por medio de omisiones de miembros de la Fuerza Pública que
favorecían por aquiescencia o tolerancia las acciones de grupos paramilitares, y que
terminaron con la muerte de los tres miembros de las familias Omeara y Álvarez.

28 de enero de 1994 el señor Omeara Carrascal acudió a un restaurante al cual


ingresaron alrededor de cuatro hombres vestidos de civil portando armas de fuego,
quienes dispararon y abandonaron posteriormente el lugar. El señor Omeara
Carrascal, fue alcanzado por un proyectil y trasladado al hospital. Falleció el 26 de
julio de 1994. Los hechos de su atentado se vinculan con la participación de agentes
estatales, en específico integrantes de la Unidad Nacional Antisecuestro y Extorsión
–UNASE-, en connivencia con un grupo paramilitar reconocido.

Manuel Guillermo Omeara Miraval era hijo del señor Noel Emiro Omeara Carrascal
y vivía con su suegro, Héctor Álvarez Sánchez. Se determinó que el señor Omeara
Miraval inició por su cuenta averiguaciones para descubrir la verdad sobre lo
sucedido en relación con el atentado sufrido por su padre. El 27 de agosto de 1994
fue privado de la libertad por varios hombres armados y permaneció desaparecido
hasta el 23 de septiembre de 1994 fecha en la cual fue encontrado su cadáver.

Héctor Álvarez Sánchez se estableció que el 21 de octubre de 1994 el señor Álvarez


Sánchez cuando entraba a su casa, recibió varios disparos por parte de dos
hombres vestidos de civil. Como consecuencia del atentado, quedó cuadripléjico y
con imposibilidades para hablar. El 11 de mayo de 2000 falleció. La Corte advirtió
que, dado el contexto del caso y la intervención de paramilitares en los hechos, es
posible suponer la actuación de agentes estatales en los hechos.

A raíz de los hechos descritos anteriormente, algunos miembros de la familia


Omeara y Álvarez se vieron obligados a abandonar el Municipio de Aguachica,
incluidos tres menores de edad.

¿QUÉ CONSIDERO LA CORTE?

Colombia presentó tres excepciones preliminares, que fueron resueltas por la Corte
como consideraciones previas.

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La Corte determinó que Colombia es responsable, en el presente caso por la
violación a los siguientes artículos: artículo 1.1 (Respeto y garantía), artículo 3
(reconocimiento de la personalidad jurídica), artículo 4 (vida), artículo 5 (integridad
personal), artículo 7 (libertad personal), artículo 8 (garantías judiciales), artículo 17
(protección a la familia, incluyendo el derecho a conocer la verdad de los familiares
de la víctima desaparecida), artículo 19 (derechos del niño), artículo 22.1
(circulación y residencia), y artículo 25 (protección judicial), en relación con los
artículo 1 (prevenir y sancionar tortura), 6 (castigar hechos de tortura) y 8 (investigar
hechos de tortura) de la CIPST y I.b) (sancionar desaparición forzada) de la
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.

¿QUÉ SANCIÓN IMPUSO LA CORTE?

La Corte determinó las siguientes medidas de reparación:

• Medida de reparación integral: publicación de la sentencia;


• Medida de investigación: obligación del Estado de continuar e iniciar las
investigaciones para sancionar a los responsables de los hechos;
• Medida de rehabilitación: dar tratamiento médico y psicológico o psiquiátrico
a las víctimas;
• Medidas de satisfacción, publicar el resumen oficial y la sentencia íntegra en
un plazo de seis meses en los medios establecidos y realizar un acto público
de reconocimiento de responsabilidad internacional y disculpas públicas
• Indemnización compensatoria: pago por daños materiales e inmateriales y
reintegro de costas y gastos.

REFLEXIÓN PERSONAL DEL CASO

El concepto de seguridad, el Estado Social de Derecho como una obligación que


tiene el Estado para que sus habitantes puedan “vivir sin miedo” y “vivir sin miserias”;
dicho concepto debe comprenderse actualmente como “seguridad humana”, donde
el Estado garantiza la protección contra las amenazas a los derechos humanos.
Una especie de ese concepto es el de “seguridad ciudadana”, como una obligación
por parte del Estado para proteger de las amenazas o de los delitos violentos o

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predatorios que puedan sufrir las personas. A partir de este concepto, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos ha constituido una serie de subreglas
jurisprudenciales sobre las obligaciones, las acciones que deben adelantar y las
limitaciones que tiene el concepto de seguridad ciudadana. El presente artículo
expone algunas de las subreglas constituidas por la Corte IDH, las cuales son
vinculantes para el Estado colombiano y que deben tenerse en cuenta al momento
que el Estado incumpla con la obligación de prestar seguridad.

Una de las principales consecuencias que ha traído consigo la toma de este caso
por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es el hecho de que
han salido a la luz las relaciones que se han establecido desde tiempo atrás, entre
grupos paramilitares que se ubican en las periferias del país y las instituciones
encargadas de velar por la seguridad de los colombianos, esto ha traído consigo un
debilitamiento de la imagen que tienen las fuerzas armadas del país, poniendo en
jaque su legitimidad ante los civiles colombianos.

Otro impacto que trajo consigo esta decisión de la Corte IDH es la responsabilidad
por parte del Estado en términos de denegación de justicia, esto hace considerar
las estructuras organizacionales de la justicia colombiana, ya que el negar el acceso
a la justicia, además de ser una violación de derechos humanos, también se
establece como una falla estructural del Estado. Esta consideración que ha hecho
la Corte Interamericana plantea un análisis del sistema judicial y la posibilidad de
una posible reforma para que Colombia tenga la capacidad de garantizar el acceso
a la justicia de acuerdo a su Constitución y a la Convención Americana de Derechos
Humanos.

Un tercer impacto que ha traído consigo la decisión que ha tomado la Corte IDH, es
el establecimiento de la obligación estatal de la protección del derecho a la vida, a
la integridad personal y a la debida diligencia, teniendo en cuenta que estos fueron
los fundamentos de derechos más usados por la Corte para establecer un veredicto.

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REFERENCIA

• https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_368_esp.pdf

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