Alimentación Saludable: Grasas
Alimentación Saludable: Grasas
Alimentación Saludable: Grasas
Grasas: son una de las principales fuentes de energía para el organismo, que al
consumirlas en las cantidades adecuadas se convierten en un elemento primordial que
ayuda al crecimiento, al desarrollo y a mantener una buena salud. Se debe tener en
cuenta que las grasas se pueden encontrar en tres presentaciones: sólida (manteca),
semisólidas (mantequillas o margarinas) o líquidas (aceites); cada una de ellas tiene
efectos diferentes en el metabolismo.
No todas las grasas son favorables; uno de estos casos es el de las grasas trans, un tipo
específico que se forma cuando los aceites líquidos se convierten en grasas sólidas como
la manteca o la margarina en barra.
Este proceso se llama hidrogenación, en el que se añade hidrógeno al aceite vegetal
para aumentar el plazo de consumo y la estabilidad del sabor. Las grasas trans se pueden
encontrar en mantecas, algunas margarinas, grasas vegetales, galletas, caramelos,
dulces, alimentos fritos, productos horneados y alimentos procesados y, en forma
natural, en pequeñas cantidades en la leche, productos lácteos y algunas carnes.
Su consumo continuo trae como consecuencia que se eleve el colesterol 'malo' (ver
recuadro), lo que aumenta el riesgo de enfermedad coronaria, obesidad, diabetes,
accidentes cerebrovasculares, respiratorios y algunos tipos de cáncer y en mujeres
gestantes pueden influir en el peso del bebé al nacer. Según estimaciones de los Centros
para el control y la prevención de enfermedades, eliminar estas grasas de la dieta diaria
podría prevenir unos 20.000 casos de cardiopatías coronarias y hasta 7.000 muertes al
año.
Carbohidratos: constituyen la principal fuente de energía de nuestra alimentación, son
el combustible para desarrollar las actividades diarias, mantener la temperatura corporal
y el buen funcionamiento de órganos vitales del cuerpo. Pueden ser simples y complejos.
Micronutrientes:
(En este segundo grupo se encuentran los minerales y las vitaminas)
Calcio: se encuentra presente en diferentes tejidos del cuerpo como las neuronas y
la sangre, el líquido entre células, los músculos, entre otros. Es necesario para
mantener y desarrollar huesos y dientes sanos, para relajar músculos, vasos y
arterias sanguíneas, para secretar hormonas y enzimas. Las fuentes de calcio que
tienen mejor absorción son los derivados lácteos como leche, queso, kumis y yogurt,
y tienen un mayor efecto cuando son combinados con alimentos fuentes de vitamina
D, como aceite de hígado de res, atún o salmón.
Yodo: hace parte de las hormonas tiroideas que controlan el buen funcionamiento
del metabolismo el cuerpo. Es importante para el desarrollo del cerebro y el sistema
nervioso del feto y se encuentra en la sal yodada y en productos de origen marino
como pescados y mariscos.
Los alimentos fuentes de colesterol son la yema del huevo, el hígado de res, los
riñones, la piel de las aves, el chicharrón, las salchichas, el jamón, la morcilla, la
manteca de cerdo, el chorizo, los quesos cremosos, la crema de leche, la mayonesa
y la mantequilla, entre otros alimentos de origen animal.
Existen cuatro grandes tipos de desnutrición: la emaciación, el retraso del
crecimiento, la insuficiencia ponderal y las carencias de vitaminas y minerales.
Se dice que los niños que pesan menos de lo que corresponde a su edad tienen
insuficiencia ponderal. Un niño con insuficiencia ponderal puede presentar a la vez
retraso del crecimiento y emaciación.
Sobrepeso y obesidad
Una persona tiene sobrepeso o es obesa cuando pesa más de lo que corresponde
a su altura. La acumulación anormal o excesiva de grasa puede afectar a la salud.
El índice de masa corporal (IMC) es una relación entre el peso y la altura que se
utiliza habitualmente para determinar si una persona tiene sobrepeso u obesidad.
Se define como el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la altura en
metros (kg/m²). Se dice que un adulto tiene sobrepeso cuando su IMC es de 25 o
más alto, y que tiene obesidad cuando el valor es de 30 o superior. En los niños y
adolescentes, los umbrales de IMC para el sobrepeso y la obesidad varían en
función de la edad.
Casi la mitad de las defunciones de niños menores de 5 años tienen que ver con la
desnutrición. Estas muertes se registran sobre todo en los países de ingresos bajos
y medianos.
Población en riesgo
Todos los países están afectados por una o más formas de malnutrición. Uno de los
principales retos en todo el mundo es combatir todas las formas de malnutrición.
Las mujeres, los lactantes, los niños y los adolescentes están particularmente
expuestos a este problema. La optimización de la nutrición desde el comienzo de
la vida (en particular durante los 1000 días que transcurren entre la concepción y el
segundo aniversario del niño) ayuda a que este goce de salud y se desarrolle como
necesita y comporta beneficios a largo plazo.