Catedral de Nuestra Señora de La Asunción de Valladolid
Catedral de Nuestra Señora de La Asunción de Valladolid
Catedral de Nuestra Señora de La Asunción de Valladolid
Valladolid
La Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción es un
templo católico inacabado ubicado en la ciudad de Valladolid, España, con categoría
de catedral, sede de la Archidiócesis de Valladolid. Concebida en el siglo XVI y diseñada por el
arquitecto Juan de Herrera, es un edificio de estilo herreriano con añadidos barrocos. Se
encuentra construida en un 40-45 %,1 debido a la falta de recursos para un proyecto de tal
magnitud y a los gastos provocados por la difícil cimentación del templo, situado en una zona
con un gran desnivel en el terreno.2
Obtuvo la categoría de catedral el año 1595, tras haber sido un templo colegial dependiente de
la diócesis de Palencia en su segunda etapa como colegiata.
Está situada en el centro de la ciudad, en una zona ligeramente elevada, cerca de la iglesia de
Santa María La Antigua y construida junto a la colegiata de Santa María, anterior iglesia colegial
de Valladolid, algunos de cuyos espacios fueron destruidos para continuar con las nuevas
obras.
Antecedentes y contexto histórico del origen
La ciudad crecía y era necesario dotarla de una iglesia que sirviera de templo mayor. Esta
colegiata se convirtió en el principal templo de la ciudad. La colegiata no fue una iglesia aislada
sino que nació como un monasterio familiar del conde Ansúrez que al mismo tiempo servía de
iglesia Mayor de la villa y que contaba con menos rentas que un obispado, pero que pretendía
mantener su independencia, sometiéndose directamente a Roma.b El 21 de mayo de 1095 tuvo
lugar la solemne consagración,8 dirigiendo la ceremonia el arzobispo de Toledo Bernardo, con el
obispo de Palencia, Raymundo, asistidos por los obispos Pedro de León, Gómez (de Burgos),
Osmundo (de Astorga), Martín (de Oviedo) y Amorico (de Lugo), acompañados de varios condes
y caballeros.9
Nada queda de esa primitiva colegiata, solo los restos de la torre románica de los tiempos del
conde Ansúrez, construida a los pies y con la función de torre-pórtico. Poco antes el conde
había edificado en el entorno su casa-palacio en la que iba incluida una pequeña iglesia o
capilla palaciega. Como dicha iglesia ya había tomado como titular a Santa María, se le añadió
el apelativo de la Antigua, mientras que la nueva colegiata fue conocida como Santa María la
Mayor.10 En los años 1124, 1143 y 1155 se celebraron en ella tres Concilios Nacionales. Esto
viene a demostrar la importancia que iba adquiriendo Valladolid en la vida religiosa y civil.11
Segunda colegiata del siglo XIII
Entre los años 1219 y 1230, reinando Fernando III el Santo y siendo canciller Juan Domínguez,
se llevó a cabo la construcción de la segunda colegiata sobre el solar de la primera,
respetándose tan solo la torre románica que dejó de ser torre-pórtico en 1333 cuando
construyeron delante una serie de capillas destinadas a enterramientos. Son las capillas que
han resistido el paso del tiempo y que forman parte desde el año 1965 del Museo Diocesano y
Catedralicio. En 1228 se celebró en el nuevo edificio otro Concilio Nacional. Esta colegiata se
mantuvo al uso hasta 1668 en que definitivamente se trasladó el culto al templo herreriano.11
Tercera colegiata renacentista
En 1527, el Cabildo convocó un concurso entre arquitectos, al que acudieron los más
prestigiosos maestros del momento: Diego de Riaño, Juan de Álava, Francisco de Colonia, Juan
Gil de Hontañón y Rodrigo Gil de Hontañón. A juicio del Cabildo, la colegiata del siglo XIII se
había quedado pequeña y demasiado sencilla para la categoría de Valladolid, en un momento
en que se habían construido la catedral de Segovia y la Nueva de Salamanca y en que los
conventos de la ciudad (San Pablo, San Benito y San Francisco sobre todo) costeaban grandes
y suntuosas obras. Ese mismo año, en el mes de junio, se colocó la primera piedra. El proyecto,
en principio ambicioso, similar al de la catedral de Segovia (una iglesia de tres amplias naves,
con capillas entre los contrafuertes, crucero y cabecera que se supone sería semicircular, ya
que se conservan solo trazas del sector de los pies de este edificio), apenas pasó de la
cimentación y de la elevación de unos metros. Las obras avanzaron muy lentamente por falta de
recursos económicos y también porque surgieron graves problemas con el tema de la
expropiación,12 ya que se necesitaban los terrenos hacia el sur, debido a que se había cambiado
por completo el eje de la nueva planta (la nueva colegiata no se empezó a construir sobre la
antigua sino perpendicular a ella): quedaría la cabecera al norte, junto al antiguo claustro de la
colegiata anterior y los pies al sur. Aun así, el atrio quedaría algo elevado por lo que fueron
necesarias unas escalinatas para su acceso (esta nueva disposición será respetada por los
planos de la catedral de Herrera y así es como se ve la catedral en el presente).13
Se echaron los cimientos ese mismo año de 1527, comenzando la construcción por los pies,
para poder hacer uso de la antigua colegiata mientras duraban las obras. La idea era llegar al
crucero, que caería en la zona del antiguo claustro, y empezar entonces la demolición total. Pero
al avanzar tan lentamente, el propio Gil de Hontañón se vio obligado a hacer reformas en la
colegiata vieja para seguir el uso litúrgico sin problemas. Gil de Hontañón murió en 1577 y las
obras seguían prácticamente como al principio. Habían pasado 50 años y la moda y las técnicas
en el arte de construir habían cambiado.13
Cuarta colegiata-catedral: Juan de Herrera
Proyecto ideal de Juan de Herrera para la catedral vallisoletana según Fernando Chueca Goitia