Micro Info
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Los/as adolescentes consumen menos Fe del deseable, el aumento de las necesidades de Fe,
combinado con su bajo consumo a partir de la dieta, pone a los/as adolescentes en riesgo de padecer
deficiencia de Fe y anemia. El crecimiento rápido, puede disminuir temporalmente las concentraciones
de Fe en la circulación, lo que provoca una anemia fisiológica del crecimiento. La anemia por falta de Fe
puede alterar la respuesta inmune, disminuir la resistencia a las infecciones y reducir el funcionamiento
cognitivo y la memoria a corto plazo.
Algunos alimentos ricos en Fe son: carnes, aves y pescados; huevos; porotos, chauchas,
lentejas, tofu. Algunas verduras como las espinacas y la remolacha. Cereales integrales como la
quinoa, avena integral y pan integral. Nueces, semillas y algunos frutos secos como pasas.
Vitamina A
Esta vitamina se encuentra en forma natural en muchos alimentos y es agregada a otros como la
leche y el cereal. Para consumir las cantidades recomendadas es importante tener un plan de
alimentación variado, que incluya los siguientes alimentos: pescado; hortalizas de hojas verdes y otras
verduras de color verde, anaranjado y amarillo, como espinacas, batatas, zanahorias, brócoli, y
calabaza; frutas, como melón y mangos; lácteos, como leche y queso; cereales para el desayuno
fortificados y huevo.
Los requerimientos de esta vitamina dependen de la edad en la que uno se encuentre, por
ejemplo en las personas adolescentes de 14 a 18 años se recomienda, según el sexo biológico, entre
700 y 900 microgramos (mcg).
Potasio (K)
El organismo necesita K para casi todo su funcionamiento, incluso el buen funcionamiento del
riñón y del corazón, la contracción muscular y la transmisión nerviosa.
El K se encuentra en muchos alimentos, se pueden obtener cantidades adecuadas del mismo
consumiendo: frutas como ciruelas pasas, pasas, jugo de naranja y banana; verduras como calabaza,
papas, espinacas, tomates y brócoli; lentejas, porotos rojos, soja y nueces; leche y yogurt; carnes,
aves, y pescado. Por regla general, todos los alimentos frescos aportan buenas cantidades de K y, a
medida que aumenta el grado de procesamiento de los mismos, estas cantidades van disminuyendo
mientras aumentan las de Na. El K es un ingrediente en muchos de los sustitutos de la sal que las
personas usan para reemplazar el cloruro de sodio (NaCl). Una dieta rica en potasio puede ayudar a las
personas con problemas de corazón, que intentan reducir su presión arterial mediante la dieta.
La cantidad de K necesaria, depende de la edad en la que uno se encuentre, por ejemplo en las
personas adolescentes de 14 a 18 años se recomienda, según el sexo biológico, entre 2300 y 3000 mg
de potasio, por día.
Vitamina C
Las frutas y verduras son las mejores fuentes de vitamina C para ingerir las cantidades
recomendadas. Es recomendable consumir: frutas cítricas; otras frutas y verduras como brócoli, fresas,
melón, papas horneadas y tomates.
La cantidad necesaria de esta vitamina, depende de la edad en la que uno se encuentre, por
ejemplo en las personas adolescentes de 14 a 18 años se recomienda, según el sexo biológico, entre
65 y 75 mg, por día.
Cinc (Zn)
Este mineral está presente en casi todas las células. Es fundamental para estimular la actividad de más
de 200 enzimas, que son las que se encargan de promover las reacciones bioquímicas en el organismo.
El Zn interviene en la inmunidad, es necesario para que se cicatricen las heridas, ayuda a mantener
los sentidos del gusto y del olfato, es necesario para la síntesis (producción) del ácido
desoxirribonucleico (ADN), el ARN y las proteínas, por lo que es importantísimo para sostener el
crecimiento y el desarrollo durante la adolescencia.
Este mineral se encuentra en una gran variedad de alimentos, como los mariscos, la carne roja y
el pollo son los que aportan la mayor parte del Zn de las dietas tradicionales. Otras fuentes alimentarias
adecuadas son las chauchas, los frutos secos, los cereales integrales, los cereales para desayuno
enriquecidos y los productos lácteos.
El Zn se absorbe mejor a partir de una dieta rica en proteínas animales que a partir de una dieta
rica en proteína de origen vegetal. Por esta razón las personas vegetarianas y veganas pueden
desarrollar deficiencias de este mineral si no se les vigila adecuadamente. Los fitatos (ya veremos que
son) presentes en el pan integral, los cereales y las legumbres, pueden limitar la absorción de Zn.
Vitaminas B1, B2 y B3
Magnesio (Mg)
La cantidad necesaria de Mg depende de la edad en la que uno se encuentre, por ejemplo en las
personas adolescentes de 14 a 18 años se recomienda, según sexo biológico, entre 360 y 410 mg, por
día.
Fósforo (P)
El fósforo (P) es el principal anión intracelular y su papel en la molécula de ATP resulta vital para
el metabolismo energético. Además, el P es importante en la composición de los huesos y los
dientes (alrededor del 80% del fósforo del organismo se localiza sólo en los huesos). Las
concentraciones normales de fósforo en sangre se sitúan entre 2,4 mg y 4,6 mg por 0,1 litro.
Como ya se anticipó, este nutriente es necesario y muy relevante para el funcionamiento de las
células, ya que por un lado forma parte del ADN y de las membranas celulares, y por el otro, se lo
necesita para actividades relacionadas con la producción de energía y numerosas otras funciones del
metabolismo.
Los huesos en verdad funcionan como reservorios de Ca y de P y, por lo tanto, permite que le
sean sacados estos minerales cuando sus niveles en sangre bajan, o, que se depositen allí, si los
niveles de estos minerales en sangre aumentan. Por ello, cuando hay deficiencias de Ca y P, esto
repercute sobre la salud ósea, dado que el P y el Ca que las células demandan se termina sacando de
los huesos. En edades adultas, la deficiencia de alguno de ambos minerales puede llevar a sufrir
osteoporosis.
Calcio (Ca)
Yodo (I)
La cantidad de I necesario, depende de la edad en la que uno se encuentre, por ejemplo en las
personas adolescentes de 14 a 18 años se recomienda consumir 150 mcg, por día.