OBRAS
OBRAS
OBRAS
Se dividen en:
Enseñar al que no sabe: enseñarles a realizar por ellos mismos aquello que no saben.
Dar buen consejo al que lo necesita: tanto nuestras palabras como nuestro actuar, serán un
constante aconsejar a los que lo necesitan.
Corregir al que se equivoca: cuando alguien se equivoque corrijámoslo con amor fraternal
para que no lo vuelva a hacer.
Perdonar al que nos ofende: Jesús nos dice que debemos perdonar 70 veces 7, es decir,
SIEMPRE.
Consolar al triste: Dios se vale de nosotros para consolar a los demás. No se trata de
decir: no llore, sino de buscar en las Escrituras, las palabras que mejor se adecuen a la
situación.
Sufrir con paciencia los defectos del prójimo: Tengamos paciencia con los ancianos,
los niños, el vecino, el compañero de trabajo y ellos la tendrán con nosotros, en nuestros
defectos
Rogar a Dios por los vivos y los difuntos: Debemos pedir por las personas que ya
fallecieron.
Visitar a los enfermos: Dar nuestro tiempo a los enfermos y llevémosles una palabra de
aliento, un rato de compañía a esos cristos en su monte de los olivos.
Dar de comer al hambriento: Al compartir nuestro alimento, no solo les llenamos el
estómago a nuestros hermanos necesitados, sino que les mostramos el amor de Dios que no los
deja desfallecer.
Dar de beber al sediento: Pensemos en aquellos que se enferman porque deben calmar su sed
con agua contaminada, aquellos que mueren de sed porque otros la desperdician, incluso
Jesús, en su trance de muerte, sintió sed y lo exclamó con tanta vehemencia, que un soldado
romano le acercó una esponja con hiel y vinagre para que la calmara.
Dar posada al peregrino: Recordemos que esos hermanos desposeídos son Sagrarios del
Espíritu Santo que merecen al menos una Tienda de Encuentro con el amor Divino.
Vestir al desnudo: A menudo nos encontramos con hermanos que están vestidos con harapos
o bien se encuentran desnudos, viéndose disminuida su dignidad de hijos de Dios.
Visitar a los encarcelados: Nuestra Santa Madre Iglesia nos llama a llevarles, no solo cosas
materiales, sino el cariño de toda la comunidad a cada uno de ellos, para que se sientan
parte del rebaño del Único Pastor.
Enterrar a los muertos: Al enterrarlos no debemos olvidar que es nuestro deber mantener
sus sepulturas en buen estado, pues en ellas se contienen los restos mortales de aquellos que
fueron Templo del Espíritu Santo
Las “obras de misericordia” son acciones, sentimientos y actitudes, que hacen efectivo y concreto
el precepto del amor fraterno entre hermanos. Mediante ellas ayudamos a nuestro prójimo en sus
necesidades corporales y espirituales. La Iglesia nos propone practicar y vivir estas “obras de
misericordia” en todo tiempo y en toda ocasión.
PRACTICA:
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EXTENSIÓN:
RECUERDA: