Obras de Misericordia

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Obras de Misericordia Corporales

1.      Dar de comer al hambriento: Jesús nos ordena compartir con el necesitado
cunado nos dice, "El que tenga dos capas déle una al que no tiene, y el que tenga
alimento, comparta con el que no"(San Lucas, 3-11). Al compartir nuestro
alimento, no solo les llenamos el estómago a nuestros hermanos necesitados, sino
que les mostramos el amor de Dios que no los deja desfallecer.

2.      Dar de beber al sediento: Con cuantas ganas nos bebemos un vaso de agua
fresca luego de recorrer un largo trecho para calmar nuestra sed. ¿Cuántas veces
pensamos en nuestros hermanos que no tienen un lugar donde beberlo?.
Pensemos en aquellos que se enferman porque deben calmar su sed con agua
contaminada, aquellos que mueren de sed porque otros la desperdician, incluso
Jesús, en su trance de muerte, sintió sed y lo exclamó con tanta vehemencia, que
un soldado romano le acercó una esponja con hiel y vinagre para que la calmara.
¿Sómos nosotros peores que ese soldado romano como para negar agua al
sediento?.

3.      Vestir al desnudo: A menudo nos encontramos con hermanos que estan vestidos
con harapos o bien se encuentran desnudos, viéndose disminuída su dignidad de
hijos de Dios. Ayudémosles a recobrarla brindándoles una vestidura limpia y
respetable, que les permita reencontrar al Señor en la bondad de los demás.

4.      Dar posada al forastero: Existen muchos inmigrantes que esperan nuestra ayuda
para poder vivir dignamente junto a su familia, ayuda que debe hacerse presente
en toda forma y a todo momento. Recordemos que esos hermanos desposeídos
son Sagrarios del Espíritu Santo que merecen al menos una Tienda de Encuentro
con el amor Divino.

5.      Visitar a los enfermos: Nuestros hospitales estan llenos de enfermos olvidados
por sus familiares, o bien, personas que por la lejanía con el centro hospitalario, no
reciben visita alguna. Es bueno dar dinero para los necesitados, pero que bueno
es darnos nosotros mismos. Compartamos de nuestro tiempo con ellos y
llevémosles una palabra de aliento, un rato de compañía a esos cristos en su
monte de los olivos.

6.      Visitar a los encarcelados: Cada mañana nos levantamos y corremos a los
centros de estudio o trabajo, y posiblemente pasemos frente a un centro de
reclusión en el que muchos de nuestros hermanos sufren la soledad y la
indiferencia. Nuestra Santa Madre Iglesia nos llama a llevarles, no solo cosas
materiales, sino el cariño de toda la comunidad a cada uno de ellos, para que se
sientan parte del rebaño del Unico Pastor.

7.      Enterrar a los muertos: Sepultarlos no significa olvidarlos, por el contrario, esta
obra de misericordia coporal nos lleva a la obra de misericordia espiritual que nos
invita a rezar por los vivos y los muertos. Al enterrarlos no debemos olvidar que es
nuestro deber mantener sus sepulturas en buen estado, pues en ellas se
contienen los restos mortales de aquellos que fueron Templo del Espíritu Santo.
Obras de Misericordia Espirituales

1.      Dar buen consejo al que lo necesita: Para dar buen consejo es necesario que
nosotros mismos hallamos sido aconsejados por un director espiritual, que nos
ayude a orar a Dios Padre, para que nos envíe su Santo Espíritu y nos regale el
don de consejo. Así, bajo la guía del Señor, tanto nuestras palabras como nuestro
actuar, serán un constante aconcejar a los que lo necesitan.

2.      Enseñar al que no sabe: Es importante que cooperemos con nuestros hermanos,
pero es mas importante enseñarles a realizar por ellos mismos aquello que no
saben. Por ello, enseñémosle a orar, a perdonar, a perdonarse, a compartir, etc.

3.      Corregir al que se equivoca: Muchas veces nos enojamos o reímos cuando
vemos a algún hermano equivocarse, olvidándosenos que no somos perfectos e
inevitablemente nos equivocaremos también. Pensemos, ¿nos gustaría que se
rieran de nosotros?, definitivamente NO, así que, cuando alguien se equivoque
corrijámoslo con amor fraternal para que no lo vuelva a hacer.

4.      Consolar al afligido: Jesús nos ha dicho: "Dichosos los que lloran porque serán
consolados". El consuelo de Dios, por medio de su Espíritu Santo, nos consuela.
Pero, además, Dios se vale de nosotros para consolar a los demás. No se trata de
decir: no llore, sino de buscar en las Escrituras, las palabras que mejor se
adecúen a la situación. En los salmos podremos encontrar esa palabra de
consuelo que requerimos, por eso, es conveniente recitarlos y meditarlos
constantemente.

5.      Perdonar al que nos ofende: ¡Que difícil!, tanto que Jesús nos dice que debemos
perdonar 70 veces 7, es decir, SIEMPRE. Además en el Padre Nuestro, nos pone
la condición de PERDONA NUESTROS OFENSAS, COMO NOSOTROS
PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN. Así que, a perdonar, perdonar,
perdonar....

6.      Sufrir con paciencia los defectos del prójimo: ¡Que fácil es ver la paja en el ojo del
prójimo y no vemos la viga en el nuestro!. Cuando seamos capaces de disimular
los defectos de nuestro hermano, estaremos colaborando en la construcción del
Reino del Señor. Tengamos paciencia con los ancianos, los niños, el vecino, el
compañero de trabajo y ellos la tendran con nosotros, en nuestros defectos.

7.      Rezar por los vivos y los muertos: Cuando escucho a mis hijos orar pidiendo a
Diosito por nosotros, por sus hermanos, por sus compañeros de escuela y por sus
abuelitos ya fallecidos, me siento agradecido de saber que muchos elevan una
oración al Creador por mi y por mis familiares o amigos que se me adelantaron a
la casa del Padre. Cada oración es una intercesión, y el Señor nos pide que
oremos unos por otros para mantenernos firmes en la fe, así como El oró por
Pedro para que una vez confirmado, le ayudara a sus hermanos.
CATEQUESIS
MI PRIMERA COMUNION

Templo Parroquial - “Cristo Rey”

Niños: Jesús nos muestra su gran amor por nosotros por medio de la eucaristía

HOY TE RECIBO JESUS PARA QUE SEAMOS AMIGOS TODA LA VIDA.

Que este encuentro con Jesús sea para mí, fuente de luz en el camino de mi vida…

Mi alma ha espera confiada en recibir a Jesús eucaristía.

Hoy te recibo señor para que te quedes conmigo

Niños: La Eucaristía es verdadero banquete, en el cual Cristo se ofrece como alimento. (Juan Pablo II)

Niños:"La Eucaristía es un tesoro inestimable; no sólo su celebración, sino también estar ante ella fuera de la Misa,
nos da la posibilidad de llegar al manantial mismo de la gracia"

Niños:"Si la Eucaristía es centro y cumbre de la vida de la Iglesia, también lo es del ministerio sacerdotal. Por eso,
con ánimo agradecido a Jesucristo, nuestro Señor, reitero que la Eucaristía es la principal y central razón de ser del
sacramento del sacerdocio, nacido efectivamente en el momento de la institución de la Eucaristía y a la vez que
ella"

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