Seis Prédicas Cristianas Escritas Impactantes

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Seis prédicas cristianas escritas

impactantes
La Palabra de Dios es una fuente inagotable de sabiduría, alimento
espiritual y vida. Por eso, hemos preparado una serie con 5
prédicas bíblicas impactantes que te bendecirán y te inspirarán en
áreas importantes de la vida. Mientras más conocemos la Biblia
más riquezas descubrimos, por lo que nuestra fe se fortalecerá y
estaremos más animados.

1. Prédica sobre la fe
Tema: La fe es la fuerza vital del cristiano

Objetivo: Animar a los creyentes a vivir por fe en Cristo

Texto base: Hebreos 10:38

Pero mi justo vivirá por la fe.


Y, si se vuelve atrás,
no será de mi agrado
(Hebreos 10:38)

Introducción

¿Qué mueve tu vida en este mundo? Muchos viven para una


carrera, un sueño, fama, amasar riquezas, etc. Sea lo que sea lo
que impulse tu vida, se convertirá en tu prioridad diaria moldeando
tu voluntad y tu carácter. Piénsalo: si tu "razón" de vivir es falible,
tarde o temprano te sentirás frustrado.

¿Qué significa vivir por la fe?

Vivir por la fe es tener confianza plena y constante en Dios como


alguien sin quien no podemos vivir. La Biblia da esta opción de
vida totalmente contraria a lo que normalmente ofrece el mundo.
El mundo fomenta la autosuficiencia, la dependencia de los
recursos materiales y el apego a las garantías humanas. Pero si tu
vida depende de las cosas, de las personas, o incluso de tu fuerza,
inteligencia o salud, tarde o temprano te encontrarás sin nada de
eso.

Por supuesto, todas nuestras habilidades son importantes y


pueden impulsarnos para que alcancemos muchas cosas en la
vida. Pero, ¿y si un día te faltan todas esas cosas? Recuerda lo
que le sucedió a Job... ¿Qué te mantendrá en la vida? ¡Solo Dios!
Pero necesitarás creer en él con todas tus fuerzas.

La frase «el justo vivirá por la fe» aparece en otros 3 pasajes


bíblicos: Romanos 1:17, Gálatas 3:11 y Habacuc 2:4. En esta
última referencia se hace una distinción nítida entre el modo de
vivir del insolente y el del justo:

El insolente no tiene el alma recta,


pero el justo vivirá por su fe.
(Habacuc 2:4)

La fe te mantiene de pie aunque parezca que el suelo ha


desaparecido bajo tus pies. La fe en Cristo te sostiene cuando las
fuerzas disminuyen y cuando la oscuridad limita tu visión. Decide
vivir por fe mientras vivas, pase lo que pase. ¡No negocies tu fe!
Deja que ella moldee tu carácter y guíe tus decisiones todos los
días. ¡Vive por fe!

Justos que vivieron por fe

 Abraham - Considerado el padre en la fe de todos los que creen


(Génesis 17:4). Todas las familias de la tierra son bendecidas por
medio de su descendiente, Jesús, (Génesis 22:18). Abram fue
llamado a una tierra que no conocía y comenzó su caminar con
Dios. Creyó en él (Génesis 15:6) y lo obedeció estando dispuesto a
ofrecer lo que más amaba. En tu vida puede que tengas que dar
un primer paso de fe ante una situación nueva o desconocida. Pero
vale la pena caminar por la fe en el Señor.
 Noé - Este hombre y su familia pasaron cerca de 100 años
construyendo un gran barco confiando totalmente en Dios y en su
Palabra. Por la fe en la bondad de Dios (Génesis 6:8), Noé obedeció
al Señor en todo lo que él le dijo (Génesis 7:5). En medio de una
sociedad corrupta, Noé andaba con Dios y por la gracia del Señor,
Noé fue salvo por la fe juntamente con su familia. Sigue firme en
la Palabra del Señor, aunque el mundo que te rodea viva bajo
patrones diferentes y contrarios a la voluntad de Dios. ¡Vale la
pena ser fiel hasta el fin!
 Job - Es el ejemplo más dramático de una persona con una vida
impulsada por la fe. Job perdió los recursos y bienes conquistados
a lo largo de años de trabajo, perdió empleados y a todos sus hijos
en un día. Además de todo ese sufrimiento, él también perdió su
salud (Job, capítulos 1 y 2). Si todo eso hubiera sido la razón de la
vida de Job, solo le habría quedado maldecir a Dios y morir, que
fue el consejo pésimo que le dio su mujer (Job 2:9). Pero este
hombre sufridor no pecó contra Dios. Creía que su Redentor vivía,
tenía una convicción (fe) y una esperanza futura de que el Señor
triunfaría sobre la tierra. Si Job se hubiera descarriado al final,
Dios no se hubiera complacido y Job habría perdido la oportunidad
de conocer al Señor de manera más personal (Job 42:5-6). No
renuncies a tu verdadera fe en el Señor Jesucristo aunque parezca
que estás perdiendo todo lo más preciado de la vida. ¡Haz de Dios
tu mayor tesoro! Encuentra en él tu fuente de fe, fuerza y
esperanza para vivir.

Yo sé que mi redentor vive,


y que al final triunfará sobre la muerte.
(Job 19:25)

Conclusión de la predicación
sobre la fe:

Vivir por la fe puede exigir que


renunciemos a otros modos de vida que no están basados en la
confianza en Cristo. Creer en las garantías de este mundo que
transmiten una falsa sensación de seguridad, solo te causará
frustración. La fe es la fuerza que te impulsará a seguir adelante
aun cuando parezca que todo está por desmoronarse. A pesar de
las adversidades que tengas que enfrentar, cree que Jesús es el
Redentor vivo que te ayuda en las aflicciones y sostiene tu fe.

2. Prédica sobre la oración


Tema: Regalos de la oración

Objetivo: Motivar a la práctica de una vida de oración, realzando lo


bondadoso que es Dios y que siempre responde a las oraciones.

Texto base: 1 Crónicas 4:9-10

Jabes fue más ilustre que sus hermanos. Su madre le llamó Jabes, diciendo:
“Porque lo di a luz con dolor”. Y Jabes invocó al Dios de Israel diciendo: “¡Oh, si
realmente me dieras bendición y ensancharas mi territorio, y tu mano estuviera
conmigo y me libraras del mal, de modo que no tuviera dolor!”. Y Dios le concedió
lo que pidió.
(1 Crónicas 4:9-10)

Introducción

Hace algunos años salió un libro que analizaba este pasaje bíblico
y que llegó a ser un libro bastante conocido, «La oración de
Jabes». Aunque sabemos poco sobre la vida de este hombre, hay
algunas verdades espirituales interesantes en esos dos versículos.
Esta oración nos recuerda que Dios escucha las oraciones de sus
hijos y le gusta darles regalos.

Jabes era descendiente de Judá (hijo de Israel). La breve nota


sobre su vida aparece dentro de la genealogía del patriarca de
quien descendieron el rey David y el Señor Jesús. Jabes, que
significa «triste» o «el que causa dolor», recibió este nombre
porque su madre lo tuvo en medio de mucho sufrimiento. A pesar
de su nombre, era un hombre honorable en su familia y temeroso
del Señor.

Entendiendo el valor de la oración

La oración es el medio por el cual nos comunicamos con Dios. Si


lo consideramos como nuestro Padre celestial y mejor amigo, no
dudaremos en pedirle consejos, comunicarle nuestras aflicciones
o darle gracias por sus buenas dádivas. Si lo tenemos como
nuestro Señor y Maestro, siempre pediremos su dirección, perdón
y gracia. Por eso la oración es tan importante para los hijos de
Dios. Nos recuerda que el bondadoso Dios de amor está cerca de
nosotros y nos ayuda.
La oración de Jabes

Jabes clamó al Señor, Dios de Israel para pedirle:

 La bendición de Dios - «si realmente me dieras bendición» - Jabes


reconocía que Dios es la fuente de todas las bendiciones. Él sabía
que solo a través del Señor podía alcanzar la gracia y la bondad
para la vida. Él imploró con sinceridad que viniera una bendición
real, duradera y permanente de parte del Padre.
 Ampliación de las fronteras - «ensancharas mi territorio» - Él
sabía también que del Señor vienen la provisión, la prosperidad y
el crecimiento. Todas las cosas en la tierra y en el cielo, le
pertenecen al Señor. Jabes pidió que Dios le diera victoria en sus
proyectos bendiciendo sus esfuerzos y ayudándolo en sus
limitaciones.
 La presencia de la mano de Dios - «tu mano estuviera conmigo» -
Esto significa desear la presencia activa de Dios contigo. Jabes
creía en el Dios vivo y poderoso que actúa. Conocía las obras
maravillosas del Señor soberano y creía que podía vivir en la
compañía de este Dios amoroso.
 La protección contra el mal - «me libraras del mal, de modo que
no tuviera dolor» - El pedido final de Jabes fue por protección de
los efectos del mal. Aunque nació en un contexto de dolor y tenía
un nombre que se lo recordaba constantemente, Jabes le pidió a
Dios que lo librara del mal. Sabía que cuando pasara por
sufrimientos, tristezas y pruebas, contaría con la ayuda del Señor
para protegerlo de cualquier daño.

Un regalo en la oración

A través del ejemplo de Jabes y de muchos otros casos en la


Biblia, vemos la generosidad de Dios al responder las oraciones. A
Dios le gusta dar regalos a sus hijos y contestar sus oraciones
(Mateo 7:11). Por eso debemos orar siempre y expresarle nuestra
gratitud por sus bondades y su generosidad.

Los dones que se dan a través de la oración son una expresión del
amor de Dios por nosotros. Podemos reflejar ese amor amando a
otras personas, enriqueciendo sus vidas con los dones que hemos
recibido. Podrás usar los dones y talentos, los regalos que Dios te
ha dado, para bendecir a tu familia, conocidos y hasta a personas
que no conoces. Así verás la multiplicación de los dones de Dios
sobre todo lo que puedes aportar.

Oren sin cesar.


(1 Tesalonicenses 5:17)

Conclusión de la predicación
sobre la oración:

Da gracias a Dios por la bendición


de poder hablar con él y obtener
respuestas a través de la oración.
Dios se complace en oírnos y en responder cuando le pedimos
conforme a su voluntad (1 Juan 5:14):

 Dale gracias por su bondad constante y su generoso amor que nos


da mucho más de lo que pedimos o pensamos.
 ¡Ora sin cesar! (1 Tesalonicenses 5:17)
 Reconoce, como lo hizo Jabes, que solo Dios puede conceder
todas las bendiciones que necesitas.
 Pide la presencia del Señor a tu lado todos los días. Decide no ir
solo por la vida...
 Ora y pídele al Señor que te libre del mal. Él es Dios defensor -
(Mateo 6:9-13; Salmo121).
 Comparte con otros las bendiciones recibidas en oración. Por
ejemplo, si Dios te concede un empleo y los recursos materiales,
dona, ofrenda, ayuda a alguien con necesidad. Si Dios te ha dado
una familia unida y bendecida, pueden orar en familia y bendecir a
otros que no tienen esa bendición. Si Dios te ha dado salud, usa
tus fuerzas y tu buena disposición para visitar y orar por los
enfermos. Si Dios te da sabiduría, habilidades e inteligencia, usa
esos dones para que otros sean beneficiados: enseña a niños
carentes a jugar futbol o a tocar un instrumento, a hacer buen uso
de los recursos informáticos, a bordar, pintar, a hablar inglés,
matemática, a cocinar, etc.
Aprendamos en oración a llevar nuestros pedidos, nuestros sueños
y aflicciones delante de Dios confiando siempre en su bondad.

3. Prédica sobre la vida cristiana


Tema: La espiritualidad cristiana

Objetivo: Mostrar que la espiritualidad cristiana se debe vivir


teniendo en cuenta lo que la Biblia enseña sobre la experiencia de
vida con Dios.

Texto base: Gálatas 5:25

Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu.


(Gálatas 5:25)

Idea central: Vivir la vida cristiana de forma práctica en


conformidad con la Palabra de Dios

Introducción

La espiritualidad cristiana se traduce en la búsqueda de una


existencia cristiana verdadera y satisfactoria. Implica la unión de
la relación con Dios a través de su Espíritu Santo, con toda la
práctica de la vida basada en la fe cristiana.

El pecado original destruyó la relación vertical, mi relación con


Dios, y la horizontal, mi relación con el prójimo. En Jesucristo
tenemos el puente para cruzar ese abismo, amando a Dios sobre
todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. La
verdadera espiritualidad es la manifestación de esas relaciones
restauradas por la reconciliación de Cristo y la obra de su Espíritu
Santo. De esa forma no viviremos una religión de apariencias,
enyesada y vacía, sino una vida transformada que actúa en
espíritu y en verdad.

La espiritualidad en la vida cristiana

Vivir la espiritualidad cristiana envuelve algunos principios


importantes que veremos a continuación.
Tener la vida de Cristo en nosotros

He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que
ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su
vida por mí.
(Gálatas 2:20)

Vivir en santidad - Las disciplinas espirituales (Colosenses 3:1-17)

Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto


entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia.
(Colosenses 3:12)

Vivir bajo la dirección del Espíritu de Dios (Romanos 8:14-39)

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
(Romanos 8:14)

Desarrollar y fortalecer la relación con Dios

¿Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque


nos ha dado de su Espíritu..
(1 Juan 4:13)

Comunión con la comunidad cristiana y con el prójimo

Considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y a las buenas
obras. No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; más bien,
exhortémonos, y con mayor razón cuando vemos que el día se acerca.
- Hebreos 10:24-25

Realidades espirituales

1. Dios es espíritu - «Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben


hacerlo en espíritu y en verdad.» (Juan 4:24)
2. La espiritualidad debe unir el corazón, la mente y las acciones
(fuerzas) - «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda
tu alma y con todas tus fuerzas.» (Deuteronomio 6:5)
3. Debe producirse el fruto del Espíritu - «En cambio, el fruto del
Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad,
fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene
estas cosas.» (Gálatas 5:22-23).
4. Dios renueva y sustenta nuestro espíritu - «Crea en mí, oh Dios, un
corazón puro y renueva un espíritu firme
dentro de mí.» (Salmo 51:10)

Aplicación - La espiritualidad
en la práctica

Practicar la devoción cristiana es


una elección intencional, personal
e intransferible. Nadie puede
hacerlo por ti. Se trata de
aproximarse de forma afectiva a
Dios a través de Jesucristo. Es como profundizar una buena
amistad: requiere tiempo, sinceridad y fidelidad.

La vida devocional del cristiano debe envolver algunas disciplinas


espirituales que le ayudarán en su andar con el Señor:

 La oración - 1 Tesalonicenses 5:17


 La lectura de la Biblia
 El silencio, tomar tiempo a solas con Dios (desconectarse del
mundo externo e interno)
 El ayuno, abstenerse de prácticas automatizadas (adictivas)
 Contribuir, dar ofrendas y limosnas
 La meditación bíblica, llenarse de la Palabra (es diferente de la
meditación oriental)

4. Prédica sobre la familia


Tema: Dios es especialista en restauración

Objetivo: Enseñar que Dios


puede restaurar familias

Texto base: Salmo 80:19


Restáuranos, Señor Dios Todopoderoso;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y sálvanos.
(Salmo 80:19)

Introducción

El trabajo de restauración es siempre complicado y lento. Muchas


obras de arte demoran meses y a veces años hasta volver a tener
sus características originales. Pero, aun con toda la dificultad que
la restauración puede acarrear, vale la pena invertir en la
renovación y rehabilitación de algo que es valioso.

1. Tu familia es preciosa a los ojos de Dios

La familia es un proyecto antiguo (y actual) de Dios. Él la instituyó


desde el principio (Génesis 2:18-25) y por eso es tan valiosa. La
familia es la cuna de la sociedad y es donde aprendemos las bases
para la convivencia y el amor. Desafortunadamente, la familia
también es atacada por los enemigos de Dios, por eso vemos
tantas familias desgastadas, arruinadas y desmoronadas. ¡Pero
Dios quiere restaurar tu hogar!

2. Dios es especialista en restaurar hogares rotos

En la Biblia vemos un sinnúmero de historias de restauración


realizadas por Dios en vidas individuales y en familias. Dios hace
todo nuevo. Él reforma familias y reconstruye sueños:

 Job - La historia de un hombre temeroso de Dios demuestra cómo


un torbellino de sufrimientos puede destruir nuestras familias y
nuestros sueños. Pero el Señor intervino en su historia y restauró
la fortuna de Job (Job 42:10-17), trajo comunión con su familia y
amigos, le dio otros hijos y una larga vida.
 Noemí - Esta mujer sufrió también una dura pérdida. Estando lejos
de su tierra natal, perdió a su marido y a sus dos hijos (Rut 1:1-5).
Pero Dios siempre mantiene un hilo de esperanza: Rut adoptó a su
suegra con amor. Y así, Dios concedió una nueva familia de cuyo
linaje vendrían reyes y el mismo Redentor del universo: Jesús.
 María y Juan - Jesús cuidó de su madre y de su discípulo amado
(Juan 19:26-27). Incluso en el sufrimiento desde la cruz, dio un
nuevo hijo a la que estaba a punto de perder a su primogénito y dio
una madre a aquel discípulo que quedaría huérfano de su Señor y
Maestro.

3. Sigue creyendo aunque parezca que no hay solución

Aunque estés enfrentando crisis graves en tu familia (desempleo,


enfermedad, separación, drogas, peleas, etc.), para Dios no hay
nada imposible (Lucas 18:27). El Señor puede traer paz,
reconciliación, puertas abiertas, transformación, sanidad,
liberación y salvación a tu hogar. Cree en el Señor y búscalo en
nombre de tu familia. Como barro en las manos del alfarero, así es
nuestra familia en las manos de Dios (Jeremías 18:2-6).

Conclusión de la predicación sobre la familia:

Dios es el Alfarero, el Constructor y Restaurador por excelencia.


Cree (Hechos 16:31). ¡Él es el Salvador fiel, y él puede ayudar a
que tu familia sea restaurada! Confía tu casa en las sabias y
poderosas manos del Padre (Salmo 37:5). Son sus manos las que
pueden restaurar y hacer todo nuevo en tu vida y familia. No
desprecies tu hogar, sino ora, cuida y vela por tu familia (1
Timoteo 5:8).

5. Prédica para jóvenes


Tema: Jóvenes, ¡no se contaminen!

Objetivo: Motivar a los jóvenes a vivir íntegramente para Dios

Texto base: Daniel 1:1-21

Pero Daniel se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey, así que le
pidió al jefe de oficiales que no lo obligara a contaminarse.
(Daniel 1:8)

Introducción

Vivimos en un contexto de amenazas virales, riesgo de contagio


de enfermedades, pandemias y brotes endémicos en varias partes
del mundo. De alguna manera «viral» también estamos
influenciados por muchas ideas y prácticas que no son comunes a
nuestro contexto. Las series de televisión, las conversaciones en
las redes sociales y las tendencias de los medios de otras culturas
se absorben fácilmente a menos que estemos atentos.

Daniel y sus amigos

Este grupo de amigos fue tomado en cautividad cuando todavía


eran muy jóvenes y los llevaron a Babilonia. Lejos de su país, de la
familia y de sus líderes religiosos, ellos podrían haber asimilado
fácilmente la cultura impuesta por los babilonios, sobre todo en
las prácticas comunes en la corte real del nuevo país. Pero Daniel
y sus amigos tenían cualidades dignas de destacar para muchos
jóvenes.

 Identidad - (usa un documento de identidad como ejemplo: ¿Cuál


es la información esencial que contiene un documento de
identidad? El nombre - tu nombre está escrito en el libro de la
vida. Nombre de los padres - Dios es tu Padre. El lugar de
nacimiento - tú tienes una nueva naturaleza en Cristo. Foto o
imagen - fuimos hechos a imagen y semejanza de nuestro
Creador, no necesitas parecerte a una estrella de la moda,
¡necesitas parecerte más a Cristo!). Daniel y sus 3 amigos sabían
bien quienes eran, de dónde venían, para dónde iban y quién era su
Dios y Rey. ¿Sabes quién eres? ¿Conoces tu identidad en Dios?
 Carácter - (se refiere a la integridad, el carácter, la honestidad...
es lo que realmente eres cuando no hay nadie a tu alrededor). Esto
no tiene nada que ver con la reputación o lo que hace la mayoría
de la gente. Aquellos jóvenes tenían buen carácter, mantenían la
misma norma que cuando estaban al frente de su comunidad: eran
sinceros en su fe. Fueron honestos en agradar a Dios, incluso
cuando todos pensaban solo en ellos mismos y en agradar al rey
pagano.
 Elecciones - (en la vida todo es una cuestión de elección la cual
se basa en una decisión personal). Daniel y sus amigos eligieron
no contaminarse con la comida y la bebida de ese reino. También
decidieron vivir una vida pura y justa en el ambiente corrupto en el
que vivían. Cada uno de nosotros puede elegir no contaminarse
con el pecado y el patrón del mundo.
 Compañías - (Puedes citar algunos refranes populares: «Dime con
quién andas y te diré quién eres...». Si bien Daniel evitaba las
«malas» compañías, tenía buenos amigos a su lado. Ese pequeño
grupo de amigos se fortaleció en conjunto, manteniendo las
mismas convicciones y fe. Pero si se hubieran unido a jóvenes que
consideraban normales las costumbres babilónicas, con seguridad
no tendríamos su buen testimonio escrito en la Biblia.
 El respeto a las autoridades - a pesar de la decisión de no
contaminarse, ellos no convirtieron su decisión en una revolución
de confrontación, afrentando a los líderes con insultos y
agresiones. Respetuosamente, Daniel le preguntó al jefe si podía
permanecer sin contaminarse. Dios fue con él y bendijo su
humildad y sumisión. Sigan el ejemplo de Cristo, que es manso y
humilde de corazón (Mateo 11:29). Los padres, maestros, líderes,
policías, jefes, gobernantes, etc., son autoridades. Respeta y
honra a las autoridades dadas por Dios sobre tu vida (¡incluso si no
estás de acuerdo con ellas!) Ver: Romanos 13:1.

¿Qué es lo que contamina?

El pecado. Este es el peor de todos los virus que ha entrado en


nuestras vidas y nos corrompe por completo. Jesús explicó lo que
contamina al hombre (Mateo 15:18-20). ¡Mantente atento! Hay
muchas formas de propagar este mal, pero debes saber que hay
una parte suya dentro de ti. Todos necesitamos la sanidad
ofrecida por Dios a través de Jesucristo.

¿Cómo puedes combatir esa enfermedad?

Confiesa, arrepiéntete y apártate (Proverbios 28:13). José tuvo que


huir para no pecar contra Dios (Génesis 39:9-12). Tal vez tú
necesitas huir, desligarte o alejarte de lo que te hace pecar. Lucha
con las armas que Dios te dio para vencer el pecado (Efesios 6:11-
17). Si hay algo en tu vida que te lleva a pecar, arráncalo y aléjate
hoy mismo (Mateo 5:29-30). No seas insensible, no ignores las
advertencias (Efesios 4:19-32). ¡Combate el virus del pecado!
Esfuérzate en parecerte más a Cristo. Cuando estés en medio de
una situación difícil, intenta imaginarte lo que haría Jesús si
estuviera en tu lugar.
Les he escrito a ustedes, jóvenes,
porque son fuertes,
y la palabra de Dios permanece en
ustedes,
y han vencido al maligno.
(1 Juan 2:14b)

Conclusión de la prédica para jóvenes:

A través del ejemplo de Daniel y sus amigos vemos el modo en el


que el joven puede mantenerse firme sin contaminarse. Según la
Biblia hay solo una forma: «¿Cómo puede el joven llevar una vida
íntegra? Viviendo conforme a tu palabra.» - Salmo 119:9).

Serás fuerte si permaneces firme en la Palabra de Dios y así


vencerás el mal. Esfuérzate en seguir la receta que te dan las
Escrituras aprendiendo a parecerte a Cristo cada día más. Él es la
cura contra el mayor mal del mundo (1 Pedro 2:24).

6. Prédica sobre el mandamiento más


importante
Tema: La importancia para el cristiano de obedecer el gran
mandamiento

Objetivo: Animar a cada creyente a crecer en su amor a Dios

Texto base: Mateo 22:36-38

Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu


Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el
primero y grande mandamiento.
(Mateo 22:36-38)

Introducción
Hoy día se usa la palabra amor de una forma muy ligera. Podemos
decir que amamos a nuestra familia, a nuestro gato, ir de compras,
estar solos... Sin embargo, en la Biblia el amor es algo primordial
que nace en el corazón de Dios. El versículo de 1 Juan 4:8 dice que
Dios es amor. Esto quiere decir que el amor es la esencia de Dios y
viene de él.

En el texto base de esta prédica, Jesús conversaba con unos


fariseos. Los que pertenecían a la secta religiosa de los fariseos
intentaban tenderle una trampa con la pregunta sobre el gran
mandamiento de la ley. Al parecer, deseaban entablar un debate
con Jesús sobre la ley y su importancia.

Jesús no se dejó entretener por ellos. Él sabía que los fariseos


daban especial importancia al aspecto exterior, a la apariencia de
la piedad. Jesús fue directo al grano: lo que realmente le importa
a Dios es la actitud del corazón. Si hacemos o decimos las cosas
para impresionar a los demás, para Dios no tiene valor. Lo que vale
es tener un corazón tan lleno de amor hacia él, que se vive el día a
día buscando agradarle y hacer su voluntad.

Jesús les recordó el "shemá", la oración más importante de la


religión judía, la cual es muy probable que ellos recitaran cada día.

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo
tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
(Deuteronomio 6:4-5)

Amando a Dios con todo el corazón, el alma y la mente

Ahora bien, ¿qué significa amar a Dios con todo el corazón, con
toda el alma y con toda la mente? En realidad, es una decisión que
se toma, no un sentimiento que va y viene según las
circunstancias. Es un amor que surge de una experiencia real y
transformadora con Dios que lleva a amar a Dios de forma tan
firme y fuerte que se busca hacer su voluntad y obedecerle en
todas las áreas de la vida.

Amar a Dios implica obedecer sus mandamientos, tal como leemos


en Juan 14:21:
¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al
que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él
(Juan 14:21)

Quien ama a Dios vive una vida de obediencia porque Dios es su


tesoro más grande, la persona más importante, aquel por el cual
se vive. Como todas las relaciones, el amor a Dios se debe
cultivar. ¿Por qué? Porque el amor crece según conocemos mejor
a Dios y pasamos tiempo con él. Claro que quien ama a Dios de
esa forma tan real y profunda, anhela pasar tiempo con su Padre
celestial.

Es un tipo de amor que se nota, pues nos lleva a estar vigilantes


en cuanto a nuestras elecciones cotidianas. No nos dejamos llevar
por la emoción del momento o la presión de los demás. La meta
es parecernos más a Jesús y vivir una vida que alegra el corazón
de Dios.

Ahora bien, ¿cómo se refleja ese amor a Dios en nuestro día a día?
Algunas formas prácticas en las que podemos mostrar nuestro
amor por Dios son:

1. La toma de decisiones

Una persona que ama a Dios con todo el corazón, con toda el alma
y con toda la mente, toma sus decisiones conforme a lo que
agrada a Dios. Su motivación no es complacer a los demás, sino
obedecer a Dios de todo corazón y hacer las cosas que le agradan
a él. Las decisiones que toma reflejan quién es el Rey de su
corazón.

2. El uso del tiempo

Pasa tiempo con Dios cada día en alabanza, oración y leyendo la


Palabra para fortalecer su fe. También administra su tiempo de
forma sabia, pues sabe que es un regalo de Dios. Se enfoca en
cosas que fortalecen su fe o que le ayudan a desarrollarse y
crecer como ser humano. Toma tiempo para Dios, para su familia,
para sus amigos, para trabajar, para estar a solas, para disfrutar
de la naturaleza y para jugar o tener tiempo de ocio.
3. El uso de los recursos

Todo lo que tiene lo ve como provisión de Dios y usa cada uno de


esos recursos para la gloria de Dios. Por ejemplo, abre su hogar a
otras personas para que vengan a estudiar la Palabra o
simplemente para tomar un café y pasar un ratito agradable. Da de
su dinero para el establecimiento de la iglesia en su país y
alrededor del mundo.

Quien ama a Dios con todo su ser, sabe que todo lo bueno viene de
Dios y que la provisión de Dios debe ser usada para su gloria. Por
eso, busca bendecir a otras personas, sin acaparar todo para sí
mismo. Según recibe bendiciones de Dios, las administra de forma
sabia y usa una buena porción para bendecir a otros.

4. La elección de libros, películas, actividades de ocio

La vida no es solo trabajar, es importante tener pasatiempos y


divertirse. Pero todo debe hacerse conscientes de que Dios nos ve
y que él desea que llenemos nuestra mente con cosas buenas que
nos acercan a él y a su propósito para nuestra vida. Por eso, el
amor a Dios también se reflejará en lo que elegimos durante
nuestro tiempo de ocio.

¿Cómo nos divertimos? ¿Qué dejamos entrar en nuestras mentes?


¿Toleramos los mensajes de odio, el racismo, la pornografía o
cosas que no agradan a Dios? Debemos ser selectivos con nuestro
tiempo de ocio y usarlo para compartir tiempos de calidad con
amigos y familiares, o para nutrir nuestro intelecto con temas que
nos ayudan a ser mejores personas y que son agradables a Dios.

Conclusión

Estos son solo unos pocos ejemplos de cómo el amar a Dios con el
corazón, el alma y la mente influye en nuestro diario vivir. ¿Por
qué? Porque amar a Dios de esa forma es decidir que él reine
sobre cada una de nuestras elecciones. En lugar de buscar lo que
deseamos nosotros mismos, nos enfocamos en lo que agrada a
Dios.
¿Cómo te ves? ¿Cuán profundo es tu amor por Dios? ¿Qué áreas de
tu vida has rendido a Dios? ¿En cuáles te estás resistiendo?
Decide hoy amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y
con toda tu mente. Permite que él sea el Rey de tu vida en su
totalidad y verás cómo tu vida se llenará de más paz al saber que
vives cada día de la mano del Señor.

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