Resumen Liturgia Fundamental de Jean Corbon
Resumen Liturgia Fundamental de Jean Corbon
Resumen Liturgia Fundamental de Jean Corbon
Me parece interesante este libro ya que parece una ayuda para reencontrar la unidad entre
Liturgia y vida en Cristo. Mas que algo netamente erudito, se tratara de un descubrimiento orante de
la Liturgia. Me gusta mucho que antes de empezar con el tema fuerte, el autor se da el tiempo de
vocabulario litúrgico, cosa que hace más fácil la compresión del libro y ayuda a que la lectura sea
más fluida.
Desde un primer momento el libro es claro, hay que ahondar en la fe y la importancia de la
liturgia en nuestra vida de fe, hay que redescubrir esa fuente de agua viva que es la liturgia.
Recalcando por sobre todo que la liturgia es el evento pleno de Jesucristo en otras palabras; es
donde se lleva a cabo el Misterio. La liturgia, es el Misterio por excelencia, San Pablo contempla en
el todo el designio de salvación realizado Dios porque a través de ella manifiesta, la economía
ordenada por Dios, en el momento y tiempo que sea adecuado. Solo por esta “economía que
Trinidad pasa a ser parte de la teología, siendo ejemplo de amor realizado por los hombres y con
ellos. La trinidad está con nosotros desde el inicio de la creación, está, pero oculta, ya que la
creación es puro don de la Trinidad de la cual brota una efusión de amor. Nuestra historia esta
encerrada en este don de amor, donde debemos escoger, pero a pesar de nuestra elección Dios nos
sigue entregando su knosis.
El libro nos muestra que el Espíritu del Padre es el artífice de esta alianza que se consuma
entre el Verbo y la carne: a través de la concepción virginal queda inaugurada la nueva creación.
Gracias a una mujer, María que se ofrece al ES. Y así, de aquí en adelante, todo lo que es came
queda impregnado de la energía del Amor. De esta unión entre Amor y acogida, nace Jesús,
Misterio eterno sacude y abre nuestro tiempo mortal. Este misterio de Amor impregna la energía al
ser humano, con una unción que asume y vivifica. A través de Él los hombres escuchan al Padre,
aunque estos todavía no entienda el misterio. Cuando el Jesús habla, el Padre habla, cuando llora, se
entristece, sucede lo mismo.
El Verbo se hace carme mediante el Espíritu Santo y la Viren María a través de lo cual. la
humanidad es ungida y queda unida a Cristo, amándonos tanto, hasta ofrecer su vida por nosotros es
en esta Hora decisiva surge el Evento del Misterio. Si aceptamos, seguirlo en su sufrimiento por
amor, Jesús, vencedor de la muerte con su muerte, nos salvara de la muerte. Este misterio se
presenta a modo de armonía entre el momento de la anunciación y la cruz, ya que, desde la
anunciación, donde Jesús toma la condición humana, comienza a trabaja el Misterio y llega a su
plenitud en el momento de la cruz., a la que abraza libremente y por amor, aunque se manifiesta a lo
largo de su vida. Este Misterio es la kenosis de la encarnación, del misterio inmortal que se hace
mortal por amor y vence a la muerte. A través de este misterio se cumple la economía de salvación.
Jesús se entrega totalmente al Padre y nos da su Espíritu y resucita a su hijo, da comienzo y plenitud
a lo que llamamos liturgia, en ella, todas las promesas del Padre encuentran su cumplimiento. Y la
resurrección se convierte en símbolo de la nueva alianza.
La atención es el momento donde la relación con Jesús cambia, termina la relación exterior
para convertirse en relación de fe. Con su ascensión, Cristo, comienza a hacerse presente, donde se
empieza a vivir la liturgia. Evidentemente el Padre es la fuente de la liturgia, la que finalmente
puede ser celebrada y retornar al Padre desde el momento de la ascención. La Liturgia es este
inmenso reflujo de Amor donde todo se ha convertido en Vida, donde Dios nos demuestra su
Fr. Pedro Guillermo Suarez Vespa OP.
alegría ya que en ella Dios nos encuentra (a diferencia de Adaan que se ocultaba de Él). La Liturgia
celestial celebra el acontecimiento continuo del retorno del Hijo a la casa del Padre, tras haber
cumplido su misión. Esto se revive y se hace presente, es lo vivido en el ahora, ya que el Evento
pascual nos trae continuamente su fruto eterno.
Muchas veces escuche que la comunión es un hecho lejano; la Comunión de la Trinidad no
se realiza lejos de nosotros, más bien son incontables las intervenciones del Espíritu Santo durante
el tiempo acompañando a la economía de Salvación. Aquí, el Espíritu ya no es aquel al que el Padre
envía por su Hijo amado, se convierte en el enviado por el Padre y por su Cristo. El Espíritu Santo
completa la entrega de amor de Dios que se manifiesta en la mañana de Pentecostés; que llena y
mueve a los apóstoles a convertirse en enviados y hace nacer a la IGLESIA como cuerpo espiritual
de Cristo. Por el Espíritu Santo, la Liturgia toma cuerpo en la Iglesia. La iglesia se convierte en el
rostro de la liturgia que hace presente el misterio y transforma nuestro cuerpo.
La Promesa fructifica en la Resurrección de Jesús y por él, nuestra humanidad ha entrado
en la Comunión eterna con el Padre. Esta plenitud es la que celebramos en la Liturgia. La liturgia
adquiere su condición eclesial-escatológica. Esta es la señal de que los últimos tiempos han
comenzado, los cuales están marcados por el pecado, similar al de nuestros padres como al
comienzo de la creación. Por eso la liturgia será un misterio sellado hasta que comprendamos que
su punto de inserción en nuestro tiempo es precisamente la muerte, este grito de sangre que sube
hacia su Redentor. La liturgia es la muestra de compasión del Padre, para nuestros sufrimientos y
las injurias que sufrimos. La liturgia, es el tiempo del encuentro de Dios con nosotros. En estos
últimos tiempos es el Espíritu quien es enviado y donado, es donde empieza la última kenosis de
amor, de la cual participa la Iglesia, esposa del cordero. Los últimos tiempos se alivian por la espera
amante del Señor Jesús, porque con la Liturgia el tiempo del dolor y del parto comienza. El
movimiento de fondo de la Liturgia se desarrolla del cuerpo de Jesús, crucificado y resucitado, ha-
cia el Cuerpo total de Cristo glorificado.
Las Iglesias de Oriente ve en el misterio de la Transfiguración el evento fuente de la
Liturgia sacramental. Ya que en ella el cuerpo de Jesús, es ungido por la naturaleza divina (vence
las limitaciones con su muerte). Y así como el Señor hace con Jesús, El Señor se adueña de nuestras
realidades carnales y las asocia a su Cuerpo en crecimiento y les hace participar de su irradiación
benéfica. Cuidado con confundir los sacramentos, hay un solo Cuerpo de Cristo gran y único
Sacramento, donde el Verbo comunica la vida al mundo. Es la Liturgia, la que hace vivir en la
Iglesia la Transfiguración del Cuerpo total de Cristo y la humanidad que llega a ser pueblo de Dios,
se convierte también en cuerpo de Cristo.
Es el Espíritu Santo, el que ha sido enviado desde el inicio de los tiempos con el Hijo y por
Él. El Espíritu Santo, es el nuevo paráclito que brota de Cristo como Plenitud del tiempo y nos hace
participar de su gloria. Transfigura la imagen del hombre revelándose desde el interior. Por esto, el
primero a quien el Espíritu Santo manifiesta el Cuerpo del Verbo es a su Madre, la Virgen María y
así el Espíritu manifiesta a Jesús a quienes son suficientemente pobres para creer en Él. El Espíritu
Santo transforma todo lo que toca, pero será más eficaz mientras más humilde y necesitada se
reconozca la persona que está siendo tocada. En la Epíclesis, la invocación al Padre para que envié
su Espíritu Santo sobre lo que ofrecemos, es que se transforma la ofrenda en la Realidad del Cuerpo
de Cristo. He aquí la maravilla del Espíritu que nos deifica, en la liturgia celebrada y vivida. La
comunión se convierte en cuerpo de Cristo; y este cuerpo vive por que el ES. es comunión. El
cristiano, como tal, es un ser sacramental; participa en el Cuerpo de la kenosis de amor del Señor y
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de su Espíritu y al compartir su misión con la Iglesia, la iglesia igual se vuelve comunión. Por tanto
comunión del Espíritu Santo hace entonces del Cuerpo de Cristo aquel «sacerdocio real»
La Liturgia se hace nuestra cuando la celebramos el misterio de Cristo, que se manifiesta en
la kenosis del Verbo encarnado, sin olvidarnos que la liturgia da forma al Cuerpo del Cristo total.
Pero esta no se queda solamente en lo que celébranos ya que ella es la que le da vitalidad a la
Iglesia. La Celebración es un momento principal en que el rio de la Vida renueva, hace crecer y
vivifica los arboles de la Vida. Sin liturgia no habría iglesia, solo una mera apariencia del cuerpo de
Cristo. Ahora bien la Iglesia como lugar esta conformada por los que la estructuran
sacramentalmente, los bautizados confirmados y sus ministros ordenados, etc. Es por ello que la
iglesia como tal no es estatica, es por eso que la celebración es el momento y el lugar donde la
Liturgia hace vivir la Iglesia todo su Misterio. Dentro de la liturgia, hay una gran diversidad de
celebraciones porque esta es tan pedagogica como la Economia que ella realiza. Y esta se celebra,
por que con ella compartimos la alegría del Padre.
Hay que tener mucho cuidado al momento de celebrar la liturgia, se puede caer en diversas
tentaciones, por ejemplo: culturales donde inventamos los elementos partiendo de criterios propios
de la cultura; fundamentalismos, apegados a la letra de la Biblia; omnisacramental, según la cual
todo seria ya sacramental. Los pietismos religiosos son siempre los desquites de los idealismos
doctrinales. Por otro lado, los sacramentos responden a la kenosis del ES, ya que estos son obra
maestra de la creación. Lo mas importantes es el significado de la Liturgia en nuestra nueva vida.
La Eucaristia es el Sacramento de las sacramentos, donde el Cuerpo de Cristo manifiesta
todas las energias de su Transfiguracion y actua su Misterio en la Iglesia. En el, el Padre nos hace
participar en su Comuni6n en la Liturgia eterna. La Liturgia de la Palabra culmina en una epiclesis
que precede al anuncio del Evangelio. En la liturgia encontramos diferentes momentos como: la
liturgia de la palabra donde el Padre nos da su palabra; la anfora/plegaria ecucaristica donde
hacemos nuestra la pascua de Jesus, el memorial; la comunión eucarística, el banquete donde por la
gracias del ES recibimos el cuerpo de Cristo; finalmente esta el preludio final, donde recibimos una
ultima bendición que nos envia a la liturgia de la vida.
Epíclesis es el nombre que recibe en la celebración de la misa las partes que se dedican a la
invocación del E.S. Hay distintos tipos de epíclesis: las del nacimiento, las de curación o victoria
sobre la muerte, las de Cristo siervo; don de vida, cada una para cada momentos del crecimiento del
Cuerpo de Cristo. Si el evento central de la eucaristia consiste en la Epiclesis que transforma todo el
Cuerpo de Cristo, es evidente que las Epiclesis constitutivas de los otros sacramentos estan en
relacion organica con la de la Eucaristia.
Hemos visto que las celebraciones son como los momentos en que la Economia de la
salvacion se hace Liturgia en los ultimos tiempos y que Cristo nos llena con la luz de su espíritu.
Por que cuando celebramos a Cristo, nuestro tiempo es transfigurado, se hace sacramental. A partir
de pascua el tiempo adquiere un nuevo enfoque, como tiempo de resurrección y se vuelve liturgico.
Por esto la semana que sigue al dia de la Resurreccion no es una semana cronológica, sino el
desplegarse dei Dia que no conoce ocaso. Tambien el domingo se convierte en el dia en que
participamos realmente la Comunion en la Trinidad santa. Tambien hay un ultimo signo
sacramental, la liturgia de las horas, y entreteje una relación entre Jesus y la Comunidad que ora.
Desde que nace hasta que sube a los cielos, Jesus vive entre nosotros, a partir de este
momento ensancha el espiritu de su Cuerpo hasta que El sea Todo en todos. Y su morada esta en
cada uno que le abre su corazón. La iglesia, el lugar donde celebramos la liturgia, es el lugar donde
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se cumple la promesa sacramental, el cual solo puede ser entendido a través de una visión de fe, este
no-lugar para la muerte se hace el lugar en que se cumple el sacrificio pascual. Por esto, la iglesia
no es un lugar sagrado. Podremos abandonar la iglesia y su espacio sacramental, pero no
abandonaremos al Cordero que es nuestro templo en el Espíritu.
La Liturgia es el modelo que la vida deberíamos imitar, ya que es a Cristo a quien
celebramos ya que también desde ahora celebrarlo significa entrar en el Dia de luz, largo, eterno de
la Vida. En la oración es que comienza el misterio de la vida litúrgica, reflejando en nuestra vida la
forma como amamos. Mientras la celebrecion de la Liturgia puede ser descrita en razon de sus
signos sacramentales, la Liturgia del corazon es indescriptible, como el misterio de Cristo. Sin
embargo cuando invocamos Jesus, nuestros corazones se abren al unico que contiene la presencia
invocada. En las celebraciones sacramentales la Epiclesis es oracion pura que actualiza
continuamente nuestra vida. Si el coraz6n persevera, conocera la purificacion de sus pecados, si
dejamos que el Espiritu Santo funda nuestra voluntad rebelde con la del Padre la oraci6n a Jesus se
convertira en oraci6n de Jesus mismo.
La liturgia vivida comienza, ciertamente, con esta comunión a la que nos introduce el
Espiritu, poniendo por delante a Cristo, A fin de que el amor se haga vida nuestra, impregnando
nuestra naturaleza. Esto quiere decir, participar activamente y no solo intermitentemente de su
misterio. La Liturgia celebrada nos hace vivir , en ciertos momentos, la Economia de la salvacion
que es deificacion, para que la vivamos todo el tiempo, este tiempo nuevo en que ella nos ha hecho
entrar. Si en la Economia de la salvacion todo culmina en Je sus con la efusion del Espiritu, en la
Liturgia celebrada y vivida, todo comienza con el Espiritu Santo. Por esto, existencialmente, en la
fuente de nuestra deificaci6n esta la liturgia del coraz6n, sinergia en la que el Espiritu se une a
nuestro espfritu , para manifestar y reali zar que somos hijos del Padre. Nuestra deificaci6n no es
subita, sino vital, procediendo insepara blemente de El y de nosotros.
La maravilla de la Liturgia vivida es, pues, el misterio de la Caridad divina que se hace el
todo de nuestra vida. Pero es el quien nos impulsa tambien a ir mas adelante «hasta el ex tremo del
amor». La pobreza es un misterio. Y cuando se sufren sus heridas apenas se le puede conferir un
sentido de vida, porque la pobreza es una carencia. La pobreza no se puede objetivizar. En su
Persona, como Hijo, Jesus nos revela que Dios es pobre, no tiene nada, recibe todo del Padre. Jesus
esta orientado hacia nosotros y nos da al que procede del Padre y que reposa en el, su Es piritu
Santo. El Espiritu de Jesus es el Padre de los pobres. Lo que sufre todo ser humano es el sufrimiento
mismo de Jesus, que lo asume. Conocer la compasion divina es quiza el movimiento mas profundo
del Espiritu en nuestros corazones. La Virgen Maria es su espejo, el espacio vivo, ella, la Iglesia en
su aurora personal. El ES nos enseña a mirar al hombre que sufre, la compasión es liturgia de los
pobres.
Podemos seguir hablando más todavía, pero basta recalcar que el misterio solo se adueñara
de nuestro corazón, si este esta cambiado. Y que la misión de la iglesia solo se puede entender a la
luz del misterio de los últimos tiempos. Esta misión es la manifestación de Cristo al mundo a través
de todo lo que somos; comunidad, testimonio, entrega de vida. Esta misión es continua, no cesa,
como el amor del padre por cada uno de nosotros. La misión de hoy no necesita inventarse, pues ya
ha sido dada, debemos celebrarla.
Conclusión
En conclusión, hay que seguir buscando métodos para ahoandar en la liturgia ya que esta es
muy importante para nuestra vida. Ya que siempre que celebremos a Cristo manifestasion del amor
Fr. Pedro Guillermo Suarez Vespa OP.
de Dios, la liturgia se hará nuestra. Asi seremos participes de la Economia de la salvacion que se
hace Liturgia y por la cual Cristo nos llena con la luz de su espíritu.