La Niña Del Sombrero Azul - Ana Lena Rivera

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Guía de lectura

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La niña del sombrero azul Ana Lena Rivera

EL LIBRO

Tras Las herederas de la Singer, Ana Lena escenarios creados, sino que también
Rivera se afianza como una de las nue- trazan la radiografía sociocultural de un
vas voces de la ficción histórica con La país y su tiempo.
niña del sombrero azul, una novela que es No hay situación o problema que
todo un viaje emocional por el siglo xx. quede sin tocar —violencia de género,
Con una sensibilidad extraordinaria para persecución política, emancipación de
el detalle y un rigor exquisito a la hora la mujer, el estigma del sida, la orfandad
de documentarse, la autora se crece en la en tiempos de guerra...— y todos son
construcción de personajes y de los en- abordados desde una empatía que busca
tramados sociales en los que se mueven y consigue la complicidad del lector, que
y se relacionan. no dudará en hacer balance de su propia
La brillante cercanía a la cultura po- vida y buscar en ella las huellas que la
pular, dota de humanidad la historia de historia también dejó en su familia.
Manuela, la protagonista absoluta a la Especial mención merece el toque de
que quedan unidas todas las tramas en- humor que, en contraste con los momen-
tretejidas con delicadeza y que no solo tos más tristes, otorga ese alivio necesario
repasan la historia más reciente de Espa- que permite a los personajes poder seguir
ña, sin perder de vista el contexto inter- con sus vidas aun cuando parecen estar
nacional que enriquece los minuciosos ante un callejón sin salida.

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SINOPSIS
¡Contiene spoilers!

PRIMERA PARTE. una sirvienta que, sobre todo, atienda al


LA CRIADA (1912-1930) padre. Esas tareas y su inteligencia le dan
la oportunidad de compaginar su rol de
Primavera de 1912. La misma noche ama de casa con las clases en el colegio, al
que el Titanic se hunde bajo las aguas del que asiste hasta cumplir los catorce años,
Atlántico Norte llega al mundo Manue- algo insólito para la época en una mujer
la, la quinta hija de Telva y Pedro Bai- de su clase.
zán, una nueva decepción para el padre
a la espera de un varón y una boca más Verano de 1929. Pero, como dice el re-
que alimentar en una familia que apenas frán, a perro flaco todo son pulgas, y al
tiene para comer. Nacerán aún dos hijas principio de este verano una manada de
más hasta que el pequeño Pedrito llegue lobos ataca la granja. Sin sustento, Pedro
a la familia, aunque su vida será corta, al Baizán decide planificar el futuro de sus
morir tras la epidemia de gripe española hijas: Matilde, de 22 años, será la que se
junto a tres de sus hermanas. sacrifique quedándose en casa para cui-
Europa vive la primera gran guerra dar de sus padres y ayudar en lo que se
del siglo xx, pero en Pola de Lena sus tercie; Olvido, un año más joven y la más
habitantes viven ajenos a ella, aunque la guapa de las hermanas, elige casarse con
muerte ha buscado otra vía de entrada un minero y abandonar el hogar familiar;
mermando a la población a través de un Adosinda, la más pequeña, es internada
virus. Tras la muerte de cuatro de sus hi- en un convento de carmelitas en Oviedo;
jos, Telva, absolutamente desolada, deja y Manuela, de dieciocho años, enviada a
de hablar. Muerta en vida, será Matilde, servir a casa de unos marqueses que viven
la hija mayor, de 13 años, quien se de- en Madrid y veranean en Gijón.
dique a sacar adelante a sus hermanas, Es así como la protagonista de la histo-
ignoradas por un padre que solo quería ria cambia la casa donde nació, con suelo
al hijo varón. Manuela, por ser la más de tierra prensada y dos cuartos, por una
flacucha y débil, queda al cargo de las ta- habitación diminuta pero propia en un
reas del hogar. Con su constitución, de palacio de mármol y bronce. Allí conoce
poco sirve para las tareas del campo y de a Alexandra Catarina Solís de Armayor,
la granja. Y en casa siempre es necesaria la joven hija que tiene casi su misma edad

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y que no tarda en acoger bajo su ala a la de La Calzada (Gijón) y revolucionario


joven para convertirla en su doncella y en convencido de la lucha entre clases con
cómplice de sus escapadas y objeto de sus quien se casará en 1931, pocos meses des-
revolucionarias ideas (es una de las damas pués del comienzo de la Segunda Repú-
que enseña a leer a las mujeres de las zo- blica.
nas más desfavorecidas de la ciudad y cree La noche del 30 de septiembre de ese
que con la cultura se puede salvar la bre- mismo año, mientras las dos únicas dipu-
cha entre una señorita y una sirvienta). tadas del Congreso preparan a conciencia
Juan Gregorio Covián, leonés afinca- el discurso que pronunciarán a la mañana
do en Oviedo, es invitado este mismo siguiente sobre el voto femenino, una a
verano de 1929 a veranear en la casa de favor, Clara Campoamor, y otra en con-
Gijón de su amigo Alonso Bousoño, hijo tra, Victoria Kent, Elías y Manuela con-
de una de las familias más acaudaladas de ciben a su primera y única hija: Telva So-
la ciudad asturiana. Es precisamente en fía, que nacerá el 28 de febrero de 1932
esa ciudad donde, persiguiendo a la seño- —fecha señalada porque en las Cortes se
rita Alexandra, da en conocer a su don- aprobará la primera Ley de Divorcio en
cella, Manuela. El joven, que aunque no España—. Ninguno puede imaginar que
es burgués, presume de tener un tío ca- años más tarde, su hija formará parte de
nónigo de la catedral de Oviedo y hom- aquellos «niños de Rusia» enviados por
bre de confianza del obispo, que es quien sus padres lejos de la España de Franco.
le paga los estudios de Derecho, luchará A la par que Manuela se convierte en
con todas sus fuerzas contra la atracción madre, Juan Gregorio sigue sus estudios
que siente por quien no debe. Y, si puede de Derecho en la Universidad de Ovie-
evitarlo, no solo mantendrá lejos a Ma- do y el Hotel Palace de Madrid es testigo
nuela, tampoco va a permitir que la se- de la gran boda entre Alexandra Solís de
ñorita Alexandra pretenda tratarla como Armayor y Jacobo Espinosa de Guzmán.
a una igual. Manuela, invitada por la novia, no acu-
dirá porque, según entiende su marido,
nada se les ha perdido entre esos ricacho-
SEGUNDA PARTE. nes. Y si bien Elías se sale con la suya en
LA SOMBRERERA (1930-1937) esta ocasión, no podrá evitar que su mu-
jer convierta la cocina de su casa en un
Mientras Alexandra suspira por Jacobo taller de sombreros: él la proveerá de los
Espinosa de Guzmán, al que su madre recortes de fieltro que tiran en su trabajo
le ha presentado sin darle la mayor im- y ella los aprovechará para vestir las ca-
portancia por ver si su hija muerde así el bezas de aquellas que no pueden gastarse
anzuelo, Manuela se duele porque ya no dos duros en la tienda. Y con su mañana
puede imaginarse como la señora de Juan y su buen gusto, acabará atendiendo al
Gregorio Covián. Es entonces cuando apodo de «La sombrerera».
llega a su vida Elías Fernández, empleado Dos años más tarde, las mujeres, has-
de La Sombrerera en el barrio industrial ta ahora sin voz ni voto, logran ir a las

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urnas. Algunos, Elías entre ellos, las se- de Stalin, los niños españoles fueron
ñalan como las culpables de que gane la muy bien acogidos por el pueblo, que
derecha. Y aunque la cavilación no tenga los mimaba, y por los dirigentes, que
fundamento, lo que es innegable es que veían en ellos la semilla para implantar
el resultado hace estallar la Revolución en un futuro el comunismo en Espa-
de Asturias y una bomba en la cripta de ña. Pero el sueño dio paso a la pesadilla
la Cámara Santa de la catedral de Oviedo cuando, tres años después, Alemania in-
mata por azar al tío de Juan Gregorio. vadió la Unión Soviética y los pequeños
Este jamás perdonará ni olvidará este he- tuvieron que ser evacuados a territorios
cho. alejados del frente.
La Revolución durará catorce días de En España, tras la victoria de los su-
1934, hasta que un general de brigada, blevados, las mujeres como Manuela,
Francisco Franco, casado con una ove- consortes de los vencidos, fueron perse-
tense de reputada familia, consiga resti- guidas, torturadas y violadas con el fin
tuir en Asturias el mando del gobierno de sacar información. Afortunadamen-
central republicano. Es esa la primera te, Alexandra, siempre al tanto de la si-
vez que se oye hablar de un hombre que tuación de su exdoncella, logra tras un
cambiaría la historia de España. pacto que ésta sea acogida en casa de Va-
lentina Cifuentes, otra de las amigas de
Julio de 1936. Los militares se sublevan juventud. Allí trabajará como sirvienta y
contra el Gobierno constitucional surgi- volverá a encontrarse con Juan Gregorio,
do de las elecciones del mes de febrero. prometido y futuro esposo de Valentina.
Alexandra, que aún no ha logrado ser A mediados de 1940, mientras Fran-
madre pese a su deseo, y Jacobo huyen a cia se rinde ante Alemania, el matrimo-
Lisboa. Elías, que forma parte de la de- nio, junto a Manuela, se traslada a vi-
fensa contra los sublevados, decide man- vir a un lujoso apartamento en Oviedo.
dar a su hija a Rusia y resistir, pero final- Manuela logra resistir la fuerte atracción
mente huye a Francia y deja a Manuela hacia el recién casado, pero cuando una
con una breve nota en la que desea que carta le informa de que ha quedado viu-
los fascistas no la atrapen. Se avecinan da, Juan Gregorio no dudará en propo-
tiempos oscuros para unos, y de bonanza nerle que sea su amante. Así será, muy
para otros. en secreto, hasta que Valentina muera y
Manuela quede embarazada...
El 30 de abril de 1945, nace Gorio y,
TERCERA PARTE. finalmente, Juan Gregorio le propone a
LA MADRE (1937-1945) Manuela formar una familia, siempre y
cuando se trasladen a Madrid y no le ha-
Octubre de 1937. Con cinco años, Telva ble a nadie de su pasado como sirvienta.
llega al puerto de Leningrado de la mano Las apariencias siempre bien guardadas
de Manolo, un niño tres años mayor. A que él es un alto funcionario del régi-
pesar del clima de oposición al régimen men.

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CUARTA PARTE. son felices hasta que... desde Rusia les re-
LA ESPOSA (1947-1960) cuerdan que ya es hora de volver.

El 6 de julio de 1947, Juan Gregorio y


Manuela acuden a votar al colegio elec- QUINTA PARTE.
toral del madrileño barrio de Almagro LA AMIGA (1953-1964, CUBA)
donde residen. Lo hacen a favor del (1961-1967, ESPAÑA)
nombramiento de Franco como jefe de
Estado vitalicio. Tres años más tarde, Tras la huida de Telva y Manolo, Juan
regresan a Madrid Alexandra y Jacobo, Gregorio cae en desgracia. De un día
llamados por la promesa del resurgir de para otro lo despojan de su puesto
una España herida de muerte. Una vez como asesor del ministro de Defensa y
más, la rica heredera sorprende a su ami- lo envían de vuelta a Oviedo sin hono-
ga con una nueva aventura: montar un res, con una plaza de funcionario pu-
atelier de sombreros únicos y exclusivos ramente administrativa, arrinconado,
para las mujeres de alta alcurnia y, a la sin poder ni influencia. Pero Juan Gre-
par, formar a mujeres de barrios pobres gorio, no dispuesto a rendirse, decide
que además de trabajar para ellas serán abrir su propio despacho de abogados
instruidas en materias como matemáti- y ser un ejemplo para su hijo, que aca-
cas o geografía. El Atelier Telva abre sus bará siendo magistrado de la Audiencia
puertas en 1951 en la calle Jorge Juan de Nacional.
Madrid y, la escuela taller, en la barriada En la Cuba de Fidel, Telva puede
de Palomeras. trabajar como ingeniera. Es ahí donde
En Rusia, Telva, ahora ingeniera, y conoce a Ricardo, un fontanero del que
Manolo, mecánico, se han hecho adultos se prenda sexualmente, lo que jamás le
sin apenas darse cuenta. Manolo añora había pasado con su amigo Manolo, a
España e intenta convencer a su amada de quien ha dejado volar hacia los brazos
volver, él será la avanzadilla: buscará a la de alguna mujer que sí quiera darle un
madre de su amiga, reconocerá cómo está hogar. Y a Rosita, una mujer enferma
la situación y le escribirá. Pero España ya de cáncer que le pide ayuda para que, a
no los quiere y regresa junto a Telva. Sin través de su familia española, averigüe el
embargo, la patria adoptiva tiene otros paradero de un asturiano de quien fue
planes para ellos: viajarán juntos a Espa- novia para ver si a su muerte quiere res-
ña como pareja y, cuando les ordenen, ponsabilizarse de su hija Octavia. Telva
volverán a Rusia con mucha informa- recurre una vez más a su madre, quien
ción valiosa. Las horas felices en familia pronto descubre que el padre no quie-
les transforman: pasan tiempo de calidad re saber nada de la niña. Pero Manuela
con Manuela, Juan Gregorio y Gorio, y encuentra una inmejorable solución:
Manolo disfruta trabajando como chófer Alexandra, la rica heredera que nun-
del ministro de Defensa por intermedia- ca logró ser madre, seguro que querrá
ción del que ahora es su suegro. Todos adoptarla.

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SEXTA PARTE. de Elías Fernández, el primer marido de


LA MADRINA (1978-1985) Manuela, la historia de los Covián puede
convertirse en carne de papel cuché.
Octavia pasa el verano de 1975 en Gi- Definitivamente, los vientos de cam-
jón junto a sus padres y sus padrinos, bio han llegado.
Manuela y Juan Gregorio, que la ado-
ran. Todo parece sonreírles: Manuela ha
triunfado con su nuevo taller, Juan Gre- SÉPTIMA PARTE.
gorio ha consolidado su despacho en LA ABUELA (1985-1998)
Oviedo y Gijón y va a abrir una tercera
sede en León, los dos siguen enamora- La primera decisión que toma Manuela
dos y con ganas de disfrutar de la vida al quedarse viuda es la de incinerar a su
juntos, y su hijo está tan empeñado en marido para tenerlo en casa junto a ella.
ascender en la carrera judicial que no ha Él le seguirá haciendo compañía en esta
querido ni echarse novia. Se abre paso la vida que aún la asestará un golpe más:
España que desenmascara a Elena Fran- sentir la angustia de una madre que cree
cis, la que aspira a que por vez primera que su hijo tiene el sida y dolerse por
salgan los socialistas, la de los Zaras y cómo la sociedad le va a señalar y apar-
la que vivirá el azote del sida, como el tar. Y como el destino es retorcido, mien-
resto del mundo. Pero de momento la tras un hijo parece desaparecer, otro llega
única sombra que se cierne sobre el pa- sin saber claramente quién fue su padre,
raíso de los Covián es el infarto que a pero con las suficientes sospechas como
punto está de llevarse al otro barrio a para pedir una prueba de ADN.
Juan Gregorio. Sí, ya hemos llegado a la España en
El 5 de marzo de 1983, en la zona de la que las madres solteras pueden levan-
llegadas de la terminal internacional del tar la voz, las jóvenes estudian, una mu-
aeropuerto de Barajas, Octavia rememo- jer puede llevar su propio despacho de
ra el día que aterrizó en España con solo abogados, los matrimonios se divorcian,
seis años. Dos décadas después, es ella la se habla del aborto y dos mujeres pue-
que espera a su querida Telva, invitada den viajar solas. Una España que ya no
a su boda en Oviedo con el empresario se muere de hambre ni sueña en blanco
Miguel Martínez-Trenor. Y aunque la y negro. Una España en la que se hacen
campanada de la ceremonia prometía preguntas como ésta: «¿Cómo le habrán
ser esa novia mestiza que disgusta a su permitido a la infanta casarse con un sim-
suegra, la supera un hijo gay descubierto ple jugador de balonmano en vez de con
por su padre —con razón Gorio nunca un aristócrata como la hermana?» Y que
se comprometía—. Si a esto le sumamos permite que dos amigas como Alexandra
que aparece un hombre que dice ser hijo y Manuela puedan morir en paz.

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RADIOGRAFÍA
DE LOS ESCENARIOS

La España de Alfonso XIII, desde el periodo constitucional hasta la Segunda


República. Un periodo que sirve a la autora para marcar la fuerte diferencia
entre las clases adineradas y la población empobrecida de los entornos más
rurales que, aún ajenos a la Primera Guerra Mundial, sufrieron fuertemente las
consecuencias de las paupérrimas condiciones de vida a las que se vieron obli-
gados. La llegada de la pandemia de Gripe Española de 1918, que mermó gran
parte de la población, la consolidación de un movimiento obrero autónomo y
la afirmación de los regionalismos y nacionalismos periféricos, fueron en parte
el detonante de los graves e inevitables conflictos sociales y políticos que suce-
derían posteriormente.

Segunda República Española.


Proclamada el 14 de abril de 1931, fue la consecuencia del periodo anterior.
Ese mismo año, se celebró un acto decisivo para el feminismo: el derecho a voto
de las mujeres reconocido por la Constitución de 1931 y defendido por Clara
Campoamor, derecho que pudieron ejercer por vez primera en las elecciones
generales de noviembre de 1933 (la dictadura de Franco se encargará de acabar
con las elecciones libres y, por tanto, con el sufragio de ambos sexos, que no
se recuperará hasta el referéndum de 1966 donde se indicaría como electores a
todos los ciudadanos españoles mayores de veintiún años).

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Revolución de 1934 y Guerra Civil española.


El resultado de las elecciones del 33, donde los partidos de centro-derecha se
hicieron con la mayoría parlamentaria, desencadena la Revolución de octubre
de 1934, que solo arraigó completamente en Asturias (Revolución de Asturias),
donde se instauró un régimen socialista, como en Mieres, o comunista liberta-
rio, como en Gijón. Solo duró 14 días, hasta que Francisco Franco restituye el
mando del gobierno republicano. Las consecuencias para quienes participaron
en ella y para sus familias serán demoledoras cuando los militares sublevados
en julio de 1936 contra el Gobierno constitucional surgido de las elecciones
del mes de febrero ganen la Guerra Civil española, que romperá España por la
mitad.

Los niños de Rusia.


Es así como se conoce a los miles de menores de edad enviados al exilio du-
rante la Guerra Civil española desde la zona republicana a la Unión Soviética
entre 1937 y 1938. La idea era evitarles las consecuencias de la guerra y, a la
par, salvaguardar a los que en un futuro podrían ser los líderes que instauraran
el comunismo en España. Aunque fueron bien acogidos en su nueva patria, la
invasión alemana endureció su estancia cuando tuvieron que ser trasladados a
localidades alejadas del frente. Tras la muerte de Stalin en el 53, con el inicio
de un deshielo entre las relaciones de la España franquista y la Unión Soviética,
muchos de aquellos niños pudieron volver a España, pero el recibimiento fue
hostil por la sospecha de filocomunismo. Utilizados por un bando y el contra-
rio, muchos acabaron quedando en un limbo legal que no acabará hasta 1990.

Dictadura franquista (1939-1975).


Una España dividida es el resultado del fin de la guerra. Los afines al Régimen,
como la familia Covián de la novela, comienzan a prosperar en un régimen que
protege a los afines y persigue sin piedad a sus enemigos. España afronta una
posguerra de pobreza y escasez que poco a poco va dando paso al florecimiento
de nuevas clases enriquecidas que dan brillo y color a un país en blanco y negro
—en los años sesenta y principios de los setenta, el desarrollismo económico
mejoró de forma notable, aunque desigual, el nivel de vida de la mayoría de la
población, dando lugar a la formación de la llamada «clase media»—.
Durante la Dictadura, no solo fueron perseguidos los contrarios al Régimen,
el antisemitismo de los primeros años de la posguerra coincidió con las victorias
de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial (hecho que marca una de las
tramas secundarias de la novela).

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Elecciones general de 1977.


Las primeras elecciones libres tras la muerte de Franco dieron la victoria a un
gobierno de continuación: el presidente nombrado por el Rey Juan Carlos I en
1976 ganó también estas elecciones que él mismo convocó. Figura clave de la
Transición, durante su mandato se aprobó la Constitución de 1978. Aunque las
elecciones marcaron una tendencia de signo moderado, el PSOE liderado por
Felipe González obtendría la segunda posición —acabará ganando las eleccio-
nes por mayoría absoluta en el año 82 y gobernando durante casi 14 años—.

Los años ochenta y el sida.


Tras el fallido golpe de Estado de Tejero en 1981, España vive una auténtica
transformación: hace tiempo que la Dictadura quedó atrás y los aires de liber-
tad se notan en la sociedad. Son los tiempos de La Movida, del desenmasca-
ramiento de Elena Francis —revelación que conmocionó a gran parte de la
sociedad— y de lo que se llamó «el cáncer rosa» o «el cáncer gay». El mundo
entero fue zarandeado por una enfermedad mortal que estigmatizó a quienes lo
padecían a fuerza de señalar que la mayoría de los contagiados eran yonquis u
homosexuales. Cuando uno de los que contrajo la enfermedad fue Rock Hud-
son, el varonil mito de Hollywood, muchos pensaron que no había modo de
distinguir a los que hasta entonces creían poder señalar por sus rasgos amanera-
dos. Y el miedo se propagó aún más cuando surgió el primer contagio por una
transfusión de sangre: ya nadie parecía estar a salvo.

Boda de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín.


Las sorpresas en aquella España que ya amaba el papel cuché se sucedían una
tras otra: las pruebas de paternidad hicieron saltar a las páginas de las revistas
los casos de varios hijos bastardos en los que la gente buscaba parecidos con
quienes decían que era su padre —el de «El Cordobés» siempre ofreció pocas
dudas— ; la Ley del Divorcio del año 81 fue evolucionando y revolucionando
a la sociedad hasta llegar al divorcio exprés y completamente libre en 2005; la
emancipación de la mujer vio el crecimiento de la lucha feminista y la conquis-
ta paulatina de derechos que la igualaban con el hombre; y, superadas clases y
demás rigores, saltó una bomba del corazón: la infanta Cristina se casaba con
Iñaki Urdangarín en la Catedral de Santa Eulalia de Barcelona el 4 de octubre
de 1997. Si una infanta podía casarse con un deportista era cierto: los tiempos
habían cambiado definitivamente.

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PERSONAJES PRINCIPALES

Manuela Baizán.
La protagonista absoluta y la mujer que nos acompaña a lo largo de toda la no-
vela. De ella parten y a ella llegan todas las tramas. Es la joven que crece en una
familia pobre de la Asturias rural que, fruto del azar, pasa de servir en la casa de
una familia de marqueses a ser la mujer de un hombre importante que prospera
durante el Régimen franquista. Hasta entonces, Manuela sobrevivirá a la Guerra
Civil y el abandono de su primer marido; a la separación de su hija, enviada a la
Unión Soviética; a la amenaza de ser abandonada como madre soltera...
Con la llegada de los aires de cambio en España, su relación familiar cambiará.
Convertida en una mujer acomodada a fuerza de su propio esfuerzo y su fe en su
verdadero amor, vivirá las mieles de un matrimonio feliz con sus altibajos y los
disgustos que a veces la familia y otras los vaivenes económicos proporcionan.
Ella es esa españolita venida al mundo cuando el mundo comenzaba a temblar.

Alexandra Catarina Solís de Armayor.


Con ese nombre no es difícil adivinar que es la hija de los marqueses a quienes
sirve Manuela. Esta joven, que casi tiene la misma edad de quien será su don-
cella, será su valedora y amiga durante toda la vida. Una revolucionaria señori-
ta que cree que la educación puede acabar con la diferencia de clases y tiene
como objetivo demostrarlo en la figura de Manuela. Alexandra será el ojo que
siempre vele por la seguridad y el bienestar de Manuela. También quien la
arrastre a las aventuras más increíbles y quien la haga sentir confianza en su
inteligencia y su talento para los arreglos y la confección de sombreros. Una
extraordinaria mujer que jamás se situará en el bando que la aleje de su querida
amiga y que guardará un secreto extraordinario.

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Juan Gregorio Covián.


Personaje complejo y acomplejado que de primeras se niega a que Manuela pueda
compartir mesa con los de su clase, siendo él solo el sobrino sin dinero de un
obispo que le ayudará a prosperar. En el fondo, lo que subyace es la irresistible
atracción sexual que siente por la sirvienta cuando él lo que quiere es casarse con
una señorita. Tendrá ambas cosas: a la señorita y a la sirvienta, que acabará con-
vertida en su mujer. Inteligente y trabajador, medrará socialmente tanto por su
afinidad con el régimen de Franco como posteriormente por su brillante trabajo
como abogado. Los tiempos le irán haciendo cambiar, y acabará dulcificando su
carácter y accediendo a cosas que años atrás hubieran sido impensables. Un per-
sonaje lleno de aristas con una evolución que muchas identificarán en su entorno.

Telva Sofía Fernández.


Hija de Manuela y su primer marido, Elías. Ella es la niña del sombrero azul que
su padre se empeña en enviar a la Unión Soviética durante el comienzo de la
Guerra Civil, sin escuchar los ruegos de la madre. Inteligente —estudiará inge-
niería en Rusia— y amargada porque aún no ha llegado el tiempo en que una
mujer como ella pueda desarrollarse como le gustaría: con las mismas oportuni-
dades que un hombre y sin formar una familia. Con todo, logra zafarse del ma-
trimonio y acabará, tras muchas penurias, trabajando allí donde será valorada,
por intermediación de su madre, que siempre velará por su hija.

Gorio Covián.
Hijo de Juan Gregorio y Manuela. Adora a su hermana Telva, aun cuando pocas
veces coinciden en sus ideas, ya que Gorio está casi tan chapado a la antigua como
su padre y resulta igual de tradicional. Es un hombre brillante que logra ascender
en la carrera judicial hasta llegar a ser magistrado de la Audiencia Nacional, excu-
sa la del esfuerzo profesional que le salva siempre que alguien se pregunta: ¿por
qué no se ha casado? Más tarde sus padres, primero, y la sociedad, después, vis-
lumbrará que el verdadero motivo es su gusto por los hombres, un secreto que
podría costarle todo aquello por lo que se ha esforzado.

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FRAGMENTOS

«El nacimiento de Manuela fue la quinta a los amigos del novio la noche ante-
decepción de Pedro, que no entendía por rior al enlace, anillos, fotógrafo y traje
qué Dios no le daba varones para ayu- nuevo para él, porque del de la novia se
darlo con las labores más duras del cam- encargó Alexandra, y los sombreros de
po. Todos los hijos eran una boca que ali- los novios fueron por cuenta del patrón
mentar los primeros años de vida, pero de La Sombrerera. Sobró dinero para
los niños producían en cuanto crecían; hacer un bonito viaje de novios de una
en cambio las niñas, cuando empezaban semana y guardar unos pequeños aho-
a ser útiles para las labores de la tierra, rros para cuando la familia se ampliase
se casaban y pasaban a formar parte de y, con ella, los gastos.
la familia del marido. Pedro consideraba Manuela se casó de gris a pesar de la
necesario tener al menos una hija para insistencia de Alexandra en que la nue-
que cuidase de ellos en la vejez, pero tan- va moda vestía a las novias de blanco.
tas mujeres suponían una ruina.» Ella no quería saber nada de las extrava-
gancias de la alta sociedad y, aunque los
«Elías costeó la boda con el dinero que Solís de Armayor la hubieran librado
doña Victoria le entregó a Manuela del luto, todavía le quedaría al menos
y que ella puso a disposición de Elías otro año de reclusión y ropajes negros
como si ya fuera su marido y, por ende, de haber estado en su pueblo. Temía
administrador de sus ingresos. La canti- que su madre y su hermana Matilde la
dad recibida fue suficiente para un con- repudiaran si se casaba de otro color.
vite no muy refinado pero sí abundante, Ya bastante transgresor era celebrar una
además de para una invitación a vino boda al año de la muerte del padre.»

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«La noche del 30 de septiembre de gar un hospital de auxilio a las tropas


1931, mientras las dos únicas diputadas republicanas.»
del Congreso preparaban a conciencia
el discurso que pronunciarían a la ma- «Aquí estamos en guerra. Muchos com-
ñana siguiente sobre el voto femenino, patriotas fueron a parar a campos de
una a favor, Clara Campoamor, y otra refugiados, ahora convertidos en cam-
en contra, Victoria Kent, Elías y Ma- pos de concentración, y los han llevado
nuela concibieron a su primera y única al frente. Otros están en la resistencia
hija. francesa, en la clandestinidad, jugán-
Al día siguiente, Elías celebró tibia- dose la vida por la libertad, pero yo no
mente la victoria de Clara Campoa- estoy con ellos. Parece que el universo
mor y la concesión del voto a las mu- está decidido a no permitirme ser un
jeres porque, aunque era un triunfo de héroe. Tengo tuberculosis. Mientras los
los que representaban su ideología, él compañeros luchan contra los nazis, yo
estaba más que de acuerdo con los di- voy a morir como un perro, enfermo
putados de ambos bandos que argüían y solo. Sueño con vosotras dormido y
la inestabilidad emocional de la mujer despierto. Ahora sé que éramos felices.
hasta la menopausia, la poca forma- Pobres, pero felices, muy felices. La vida
ción o la falta de criterio. Manuela no se convierte en un infierno de un día
comentó con él la hazaña, pero escribió para otro. Solo espero que nada te ocu-
una carta para felicitar a Alexandra, que rra por mi causa porque, aunque me
lo celebraba extrañada de que sus padres niego a pensar que es por mi culpa, no
se mantuvieran cautos al respecto.» por eso duele menos. Tú estás sola, yo
me muero en un país que ya no es li-
«La reseña del enlace se publicó en las bre y a Telvina le toca vivir una segunda
páginas de sociedad del ABC, del Ahora guerra lejos de sus padres.»
e incluso del popular diario vespertino
La Voz. Fue el acontecimiento social del «Cautos y recelosos todos de mostrar
mes, y el menú, compuesto íntegramen- sus opiniones, recurrieron a temas bana-
te por platos de la gastronomía francesa, les, halagos a la belleza de la novia, a lo
el más imitado en las bodas de la alta exquisito del convite y al buen tiempo
sociedad durante varios años. que los acompañaba. Sin embargo, evi-
Nada hacía imaginar a los novios taron hablar de la guerra, de los fusila-
cuando salieron felices del hotel para mientos y las represalias contra los ven-
iniciar su viaje en tren hacia la Riviera cidos, incluso de la invasión de Polonia
Francesa, cortesía del padre del novio, por el ejército alemán y la declaración
que, en solo cuatro años, el lujoso em- de guerra de Reino Unido y Francia a
plazamiento que había servido de esce- Alemania, porque, a fin de cuentas, se
nario para sellar su amor y los intereses trataba del mismo ejército alemán que
familiares se convertiría en un lugar lle- había bombardeado Madrid y nume-
no de muerte, dolor y sangre, al alber- rosas poblaciones del norte de España,

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causando matanzas de civiles crueles y delgado. Demasiado. Además de haber


sangrientas.» perdido peso, estaba demacrado.»

«En su ficha personal pusieron un sello: «En el mes de mayo de 1986, mientras
sospechoso. Porque un hombre soltero Gorio esperaba los resultados de los pri-
de veintisiete años podía ser un espía meros análisis, la noticia de la explosión
de la KGB. Porque no se mostró des- de una central nuclear en territorio ucra-
contento con la vida que llevaba en la niano, en la ciudad de Chernóbil, a solo
URSS, aunque sí les habló de su deseo dos horas de Kiev, saltaba a las portadas
mantenido día tras día desde el exilio, de la prensa internacional. Telva seguía
veinte años atrás, de volver a su tierra. ávida la información de aquella tragedia
Porque podía estar en posesión de que sentía suya y sobre la que llegaban
información valiosa sobre la industria datos confusos. Europa Occidental acu-
rusa. Porque cualquiera de esas fábricas saba a Gorbachov de minimizar los da-
podía producir componentes militares. ños y de haber tardado varias semanas
Porque las españolas casadas con rusos en comunicar el accidente. Investigaban
no podían regresar al ser sus maridos la posible contaminación de alimentos
un peligro potencial para España, pero y personas en Suecia y en Noruega, y las
en plena Guerra Fría, los hombres es- elucubraciones de cómo podía afectar a
pañoles criados y educados en la Unión otros países se disparaban. Era el tema
Soviética eran tan peligrosos como los del momento, como dos meses atrás lo
rusos. Porque igual que España autorizó fue el rotundo sí de los españoles en las
la vuelta de los niños de la guerra para urnas para permanecer en la OTAN.
que la CIA pudiera investigarlos, los ru- De ello precisamente hablaba Telva
sos enviaron entre ellos a personal de la con su madre cuando sonó el teléfono y
KGB para investigar lo que sucedía al sus vidas se volvieron del revés.»
otro lado del telón de acero.»
«Tú sabes mejor que nadie dónde cierran
«Juan Gregorio se fue sin compartir con los negocios, papá, mi futuro suegro y
Manuela la causa de la desazón que lo el resto de los hombres de su posición.
acompañaba desde el verano. Se obse- ¿Cuántas veces os habéis retirado las mu-
sionó con el cáncer rosa del que hablaba jeres después de una cena social para que
la prensa cuando Rock Hudson, el ga- ellos vayan al D’Angelo o a cualquier
lán de Hollywood referente de toda una otro local de los alrededores de la Caste-
generación y suyo propio, símbolo de la llana? Sabéis perfectamente que el princi-
masculinidad más elegante y admirado pal atractivo de esos clubes no es que sean
por igual por hombres y mujeres, hizo lujosos y elegantes, sino las chicas precio-
público que era homosexual y que esta- sas, sofisticadas y complacientes que los
ba muy enfermo de sida. Cuando Gorio esperan dentro. No os queda más reme-
llegó a Gijón en agosto para las vaca- dio que consentir porque allí es donde se
ciones de verano, su padre lo notó muy firman los contratos. No hay hueco para

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mí ni para ninguna otra mujer de nego- «Aquella noche Manuela y Alexandra


cios, en el momento de cerrar acuerdos bailaron y disfrutaron como nunca,
porque yo no estaría presente y nuestra tanto que Alexandra se olvidó de sus re-
empresa se quedaría fuera. Da igual lo paros, de sus principios y de una lealtad
que yo valga o no. Sería nuestra ruina. marital que, por primera vez, sintió que
Mi sitio es y será el mismo que el tuyo.» solo la encorsetaba a ella. Decidió con-
cederse con el tal Stefano, si es que se
«Tras la equiparación de derechos entre llamaba así, una indulgencia anticipada
los hijos concebidos dentro y fuera del que nunca se había permitido hasta en-
matrimonio y la disponibilidad de prue- tonces, consciente de que aquel era su
bas de ADN, las reclamaciones de pater- último tren. Lejos de notar las moles-
nidad contra hombres con una posición tias y los achaques que la acompañaban
económica holgada se habían multiplica- desde hacía más de una década, se sin-
do, muchas ciertas, algunas no, y la pren- tió como si volviera a ser joven. Se dejó
sa rosa se hacía eco de cada una de ellas, querer por aquel hombre que le propor-
aunque de unas más que de otras. La es- cionó caricias reales con sentimientos
trella del papel cuché eran las vicisitudes falsos. No logró el clímax de placer que
del joven torero Manuel Díaz el Cordo- ansiaba conocer en brazos de un hom-
bés, que buscaba el reconocimiento de bre por lo menos una vez en la vida y,
paternidad del que, a la vista del parecido aunque en cierto modo la decepcionó,
físico, nadie dudaba que era efectivamen- se vio compensada por la emoción de
te su padre: Manuel Benítez, también to- lo prohibido, lo transgresor, lo escanda-
rero, también el Cordobés. loso. Por eso no le consintió quedarse a
Octavia se puso del lado de Jacobo dormir con ella. No tenía sentido bus-
desde el mismo momento en que recibió car más intimidad. Depositó una ge-
la noticia, se indignó contra aquella in- nerosa compensación económica en el
trusa que pretendía sacar tajada sin im- bolsillo de su americana y lo despidió
portarle la reputación de su familia y le sin contemplaciones, deseosa de que-
reprochó a su madre la tibieza con la que darse sola y recrearse en la emoción de
esta se lo tomó.» su travesura.»

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PREGUNTAS PARA
LA CONVERSACIÓN

1. es un viaje en el tiempo a lo largo de todo el


siglo . ¿Cuál diríais que es el hilo conductor de toda la historia? ¿Está
conectado a algún personaje? ¿A cuál y de qué manera lo hace?

2. Manuela es una mujer fuerte y decidida, dispuesta a mucho más de lo


que las épocas que recorre permiten a una mujer. ¿Cómo definiríais a este
personaje? ¿Cómo es su carácter y en qué momento diríais que toma esa
decisión que le cambia por completo la vida?

3. Todas las partes en que se divide este libro giran en torno a Manuela. ¿Po-
dríais comentar qué se pone de relevancia en torno a la protagonista en
cada una? ¿Qué faceta de ella abordan y qué hecho histórico se hila a su
existencia?

4. Alexandra Catarina Solís de Armayor, la gran amiga de Manuela contra


todo pronóstico, es de un mundo absolutamente opuesto. Es rica, tie-
ne una educación más cultivada, ha podido en parte elegir su vida, tiene
grandes aspiraciones y también es una rebelde con un propósito. ¿De qué
propósito hablamos? ¿Cómo lo lleva a cabo y qué consecuencias tiene en el
futuro? ¿Cómo afecta a cada uno de los personajes principales: a Manuela,
a la propia Alexandra, a Elías (el primer marido de Manuela), y a Juan
Gregorio Covián?

5. Covián es un personaje muy complejo. ¿Qué cambios notáis en su perso-


naje y qué rasgos diríais que permanecen inalterables? ¿Por qué creéis que
sus reacciones para con Manuela son tan bruscas? ¿Cómo y por qué va
cambiando a lo largo de su vida la relación con la que será su mujer?

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6. ¿Cómo imaginasteis en un primer momento que iba a ser la relación entre


Juan y Manuela? ¿Augurabais el final planteado por la autora o creísteis
que tomaría otros derroteros?

7. Manuela carga con muchos pesos. El abandono de un marido, el despre-


cio de un amante, la «pérdida» de su hija... ¿Creéis que las mujeres han
cargado a lo largo de la historia con más peso por el hecho de ser mujeres?

8. Comentemos el siguiente párrafo: ¿de qué hablan? ¿Qué barreras debían


romper las mujeres que accedían al mercado laboral? ¿Creéis que se las
exigía más que a ellos por el hecho de ser mujeres?

«Tú sabes mejor que nadie dónde cierran los negocios, papá, mi futuro
suegro y el resto de los hombres de su posición. ¿Cuántas veces os habéis
retirado las mujeres después de una cena social para que ellos vayan al
D’Angelo o a cualquier otro local de los alrededores de la Castellana? Sa-
béis perfectamente que el principal atractivo de esos clubes no es que sean
lujosos y elegantes, sino las chicas preciosas, sofisticadas y complacientes
que los esperan dentro. No os queda más remedio que consentir porque
allí es donde se firman los contratos. No hay hueco para mí ni para ningu-
na otra mujer de negocios, en el momento de cerrar acuerdos porque yo
no estaría presente y nuestra empresa se quedaría fuera. Da igual lo que yo
valga o no. Sería nuestra ruina. Mi sitio es y será el mismo que el tuyo.»

9. Tras la victoria de los sublevados, a las mujeres como Manuela, consortes


de los vencidos, se las perseguía, las violaban y las torturaban... ¿Con qué
fin? ¿Conocéis algún caso real?

10. La «pérdida» de la hija de Manuela ilustra el episodio histórico de «los


niños de Rusia», un hecho que se ha popularizado gracias en gran parte a
algunos interesantes documentales, incluso uno de ellos fue nominado al
Goya en 2002. ¿Qué sabíais de este episodio? ¿Ha aportado algo nuevo a
vuestra visión de aquel suceso la lectura de esta novela? ¿Cómo afectó a los
niños, según leemos en la novela?

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La niña del sombrero azul Ana Lena Rivera

11. De todos los acontecimientos históricos que toca la novela, ¿hay alguno
que os llame más la atención? ¿Por qué y qué papel juega en la novela?

12. ¿Qué os parece la recreación y el uso que la autora ha hecho de ellos en su


novela? ¿De qué manera trenza realidad y ficción?

13. Hablemos del título de la novela... ¿A quién se lo debemos y por qué es


importante en la historia? ¿Os parece una decisión acertada haber titulado
así? ¿Se os ocurre algún otro título?

14. Ana Lena Rivera dota a su escritura de una brillante cercanía popular y
goza de una extraordinaria sensibilidad para el detalle. ¿Habéis leído al-
guna de las anteriores novelas de la autora? ¿Conocéis Las herederas de la
Singer? ¿Qué podríais decir sobre su estilo cuando escribe ficción histórica?

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© Aurelio Martínez LA AUTORA

A na Lena Rivera nació en Oviedo en rior novela, Las herederas de la Singer, in-
1972 aunque lleva muchos años viviendo auguraba una nueva etapa después de tres
en Madrid. Estudió Derecho y Adminis- obras dedicadas a la investigadora Gracia
tración y Dirección de Empresas y, aun- San Sebastián: Lo que callan los muertos
que soñaba con ser escritora, tuvo una (2019, Premio Torrente Ballester), Un
carrera profesional emocionante dentro asesino en tu sombra (2020) y Los muertos
del mundo empresarial multinacional. no saben nadar (2021). La niña del som-
La prescripción médica de reposo domi- brero azul sigue en la línea de la nueva
ciliario durante el embarazo de su hijo le etapa marcada por las sagas familiares en-
dio la oportunidad de escribir y cambiar marcadas en el contexto histórico que va
los negocios por su gran pasión. Su ante- de inicios del siglo xx a nuestros días.

www.penguinclubdelectura.com

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